Disclaimer: J.K.R es la dueña de lo que reconocéis, invenciones raras…mías.


**Del porqué Hermione prefiere no beber**

_Capitulo Dos_


Habían pasado varios días desde el incidente y Draco no sabía si sentirse ofendido o aliviado por el hecho de que Granger lo hubiese estado evitando en el trabajo, era más fácil si después de haber tenido esa aventura no se dirigían la palabra nunca más y es que ¡por Merlín! Sus ancestros debían estar retorciéndose en sus tumbas si pudiesen ver lo que había hecho -y disfrutado- con una sangre sucia. Aun así, él rubio sentía cierta rabia al saber que muy probablemente la gryffindor ya debía haberlo superado con lo orgullosa que era y él seguía ahí, evocando en su pensamiento las nalgas redondas, los senos turgentes y el olor a miel que desprendía todo su jodido cuerpo como un adolescente virgen. No era ni la más bonita ni la más interesante.

Ese día en que todo pasó Blaise se había aparecido con el único propósito de contarle sus avances con la pobretona -pues le había comentado después del incidente en el bar que esa pelirroja le parecía atractiva- cosa que eventualmente hizo a lo largo de la noche…pero apenas Granger desapareció Zabini había gritado con histeria que era un maldito fácil que olvidaba las cosas muy rápido pues gracias a su revolcón con la pelo-arbusto él había perdido su apuesta con la Weasly-algo que Malfoy disfrutaba, por supuesto, pues estaba al tanto de la apuesta que habían comenzado hacía pocas semanas-…toda esta conversación con el rubio desnudo acostado sobre el sofá. Aun recordaba con claridad como Blaise lo interrogaba acerca de su revolcón, pero como desde el colegio, Blaise no pudo sacarle información.

-DH-

Draco estaba en su oficina cuando Pansy Parkinson entró dando un portazo. "Dime que es mentira y no te tiraste a la sangre sucia"

"Es mentira, no me tire a la sangre sucia"

"Puaj, que asco Draco, sé que debemos dejar el pasado atrás y todas esas cosas mundanas de almas buenas que dicta el ministerio, ¿pero la sabelotodo?" Pansy se acercó y se sentó en su escritorio. "Que mal gusto cogiste con los años" le dijo mientras se miraba las uñas.

"Gracias" se limitó a decir Draco mientras le movía el trasero de la mesa, quitando algunos papeles que la joven había aplastado con él sin delicadeza.

"Y es solo un polvo ¿o se casarán?" Draco la miró con incredulidad aun cuando escuchó su tono sarcástico, luego desvió la mirada restando le importancia a lo que su amiga decía, sobretodo ignorándola. "Así que decidiste no hablarle más" Pansy rio con sorna, pero se detuvo abruptamente cuando notó la pose rígida del rubio y su ceño fruncido casi ofendido, se sorprendió por su actitud "¿La maldita se te esconde?" Pansy abrió sus ojos y la boca se le quedó abierta. Draco la empujó del escritorio y chasqueó la lengua.

"Si"

"Lo siento dragón, pero Blaise me lo contó con todos los detalles. Deberías darle su merecido…es más…yo te ayudaré" Pansy agitó la varita ilusionando a su amigo, pero ante sus ojos no apareció o cambió nada.

A los pocos minutos se fue despidiéndose con un beso en cada mejilla y diciéndole que terminaría agradeciéndoselo.

Draco salió de su despacho con premura, hacia media hora debía estar reunido con su jefe, el señor Paisley, quien dirigía el departamento en donde Granger y él trabajaban, giró por el pasillo a la derecha y dio de lleno con la asistente de Granger, una jove años menor que él de cabello fucsia que le recordaba a su prima Tonks desde que trabajaba allí, aunque hasta hace muy poco se enterase que su jefe había pasado a ser la pelo-arbusto.

"Hola joven Malfoy" le saludó con una sonrisa amable. "¿Viene a entregarle el informe al señor Paisley?" el rubio no tenía idea de lo que hablaba, pero asintió. "Se encuentra con mi jefa, si quiere puede pasar" no tenía intención de ver a Granger, pero ya que su asistente insistía…iría a fastidiarla solo para sentirse nuevamente como en el colegio, debía cogerle gusto a molestarla nuevamente, el que se hubiesen acostado no quería decir que no podía volver a sus costumbres. Legacy -la asistente- lo miraba con timidez.

"Joven Malfoy… ¿usted? …nada" se retiró dejándolo extrañado.

El rubio ingresó en la oficina de la castaña con el ceño fruncido, jamás lo había hecho, por eso se sorprendió de ver que en una de las paredes de la manera más exagerada posible se encontraba un mueble ubicado de extremo a extremo, cubriendo también del suelo al techo lleno de cientos de libros organizados por alfabeto y tamaño, lo cual no era para nada extraño al ser la comelibros la dueña de aquella sala. Al fondo, de espaldas al ventanal estaba el escritorio lleno de papeles apilados en varias columnas, algunos tinteros, unas vuela plumas trabajando y una Granger que lo miraba con los ojos entrecerrados, casi escuchaba los engranajes de su cabeza llena de pelo alborotado pensando en la razón por la cual tenía al rubio frente a ella. Gruñó sin una pizca de feminidad y lo echó.

"Señorita Granger espero el informe en mi escritorio en 10 minutos" entonces su jefe se giró para mirarlo. "Hola Malfoy, debo salir así que mejor hablamos mañana" Paisley se retiró. Fue el turno del rubio para fastidiar a Hermione

"Wow Granger, me huyes desde hace semanas, no sé si sentirme halagado"

"Esfúmate, algunos sí que tenemos que trabajar"

"Y en eso estaba, pero hablé con tu asistente y…"

"¡¿Qué te dijo?!" le preguntó azorada para luego fingir disimulo bajando la voz casi al final de la frase, pero ya era demasiado tarde cuando empezó a mirarse las uñas como si fueran la cosa más interesante del mundo.

"Algo muy indecente de ti" mintió Draco para hacerla rabia, cerró sus ojos, analizando que tan conmocionada estaba ella por su comentario, Hermione los abrió desmesuradamente. "¿Qué le dijiste acaso, Granger?" le devolvió la pregunta con inocencia. Vio como Granger en sus ojos nuevamente normales se asomaba la indiferencia, por eso le sorprendió que hablará.

"Le dije que me acosté contigo" Ambos se miraron sorprendidos.

Hermione hasta ese momento no había notado que el haberle dicho a Legacy su secreto no era un voto de confianza que su cerebro le había dado a su nueva asistente hacía una media hora, era de hecho producto de una venganza que había preparado ese rubio engreído apareciéndole un mocaccino de la nada sobre el escritorio, ella estúpidamente creyó que era un detalle de su secretaria porque su aspecto el día de hoy era fatal- apenas podía dormir desde el día del error-, se notaba el cansancio en su cara, ella lo había tomado de su escritorio apenas había aparecido, solo para que al instante siguiente su secretaria entrase a su oficina y mientras arreglaba algún papeleo del fin de semana le preguntase en tono de conversación normal: ¿Algo interesante en su descanso, jefa? para luego Hermione suspirar y decir lastimeramente Me acosté con Malfoy, el rubio oxigenado de la división B. Ahora entendía porque su secretaria había salido de allí completamente roja.

Cuando la castaña dejó de recordar reaccionó tirándole un tintero con poca puntería, pero que igual asustó al slytherin.

"¡Oye! …No es mi culpa que divulgues tu vida sentimental con tu secretaria"

"Se dice sexual imbécil"

"Da lo mismo" Draco agitó su mano, restándole importancia. Sus ojos se abrieron en el momento en el que recordó lo que Pansy había hecho con su varita momentos atrás… ¿sería posible que el mocaccino que la castaña tenía en su escritorio fuese algo enviado por su amiga con una sustancia más que conocida? La idea se le apetecía brillante pero aún más las preguntas que se le venían a la mente, sonrió como un gato, maliciosamente y se giró hacia ella para encararla.

"¡NO …Malfoy ni se te ocurra!" Granger se paró de su silla ejecutiva, con un dedo señalándolo rodeo el escritorio hasta quedar frente a él. "Eres un maldito engreído de pacotilla, si tú le pusiste veritaserum a mi jodido chocolate te mato…no vas a sacar nada importante haciéndome estúpidas pregunt…"

"¿Traes bragas?" Preguntó con la sonrisa de un niño travieso en los labios, percibió el sonrojo en las mejillas de Granger, ella llevó las manos a la boca acallando un sí, pero fue acompañado de un asentimiento de cabeza, entonces ella elevó las manos hasta su pelo y lo tiró con irritación hacia abajo para que su cabeza dejara de moverse. No sabía que más preguntar -en realidad sí, su imaginación de Slytherin era de todo menos mediocre- "¿Traes bra?" Granger gritó con rabia y zapateó el suelo con sus tacones, durante el grito escuchó un sí con fuerza e impotencia. Él en verdad sintió ganas de compadecerse y no humillarla más…pero por Salazar, era un Malfoy, se preguntó en voz alta: "¿Cuánto durará el efecto de la poción?"

Hermione pareció confundida, pero en seguida respondió por los efectos de la poción "No lo sé" lo cual sorprendió a Draco.

"Wow…así que el mundo mágico se ha equivocado…no eres una sabelotodo"

"Ay Malfoy deja de hacer el idiota y dime que quieres saber" Dijo Hermione a punto de lanzarle un crucio con la mirada -y tal vez con la varita-

"Nada, solo me divierto, yo no te di la poción, creo que fue Pansy"

"Eres un imbécil, ¿le contaste a todo el puto mundo mágico lo que ocurrió? ¡Que engreído!" La castaña le lanzó otro tintero, esta vez casi da en el blanco.

"Claro que no Granger, ya sé que esperas que me entreviste con Corazón de Bruja y les diga que me enamoré de ti, pero aquí la verdad es que yo no le conté nada a nadie, ni siquiera a Blaise le abrí la boca..."

"No te creo, eres un cotilla, tú y todos los Slytherin" Malfoy rio en su cara. Decidió hacer una última pregunta.

"Sé que muy en el fondo…te gusto...tal vez no te guste todo de mi por nuestro pasado…pero de lo contrario nada hubiese ocurrido entre ambos por más ebrios que estuviésemos ¿o me equivoco?" Su pregunta la hizo en tono serio, tratando de no ofenderla con la insinuación, vio cómo se ponía rígido su femenino cuerpo, enderezando mucho la espalda y apretando las manos en puños a ambos lados de su cadera, movió ligeramente la cabeza hacia arriba, altiva y airada por lo que debía contestar gracias al veritaserum. -Tenía que agradecérselo a Pansy de alguna manera-

"Si" Malfoy rio orgulloso, su boca en una sonrisa ladeada, la leona giró su rostro para que no la viera sonrojada, él no sabía que expresión tenía en el rostro, pero igual caminó hacia donde estaba ella, frente al escritorio, sin embargo, ella retrocedía con cada paso que él daba alejándose de él. Cuando su coxis dio contra el borde la escuchó ahogar un gritito de pánico, tenía las manos sobre su corazón, la respiración pesada y la mirada posada en el suelo, cuando Draco se aproximó lo suficiente, respiró el olor a miel que ella desprendía, se posó a centímetros de distancia de su cuerpo e inclinó su cabeza hacia su pequeña oreja derecha que poseía un lindo pendiente platinado.

"Algo de ti…también me gusta" la sintió estremecerse, pero no estuvo seguro si la razón era la cercanía o la frase, tampoco pudo comprobarlo pues la leona tomó su rostro y le plantó un beso en la boca, buscó su lengua tan salvajemente que él no pudo comprimir las ganas de sentarla en el escritorio y colarse entre sus piernas mientras profundizaba el beso, apoyó las manos al lado de sus caderas, con las palmas abiertas en el escritorio para no recostarla demasiado, sintió su cintura ser aprisionada por sus torneadas piernas cubiertas por una falda de tubo que se subió con la posición. Estaba conteniéndose para no tocarla cuando escuchó a alguien detrás de ellos.

"Señorita Granger" dijo con voz apenada Legacy, cuando Draco se despegó de la leona y giró hacia la puerta pudo ver a la joven con las manos tapándole los ojos en una actitud infantil. "El jefe Paisley necesita el informe, ya se va de la oficina", Fue el turno de Hermione para ver a la chica del cabello fucsia, saliendo de su embobamiento con apuro alejó al rubio de ella y arregló su falda, saltando del escritorio rebuscó entre el montón de papeles el que necesitaba su jefe, escuchó a Malfoy reír socarronamente mientras se dirigía a la puerta.

Cuando el slytherin salió la castaña se acercó a su asistente, entregándole los papeles le sonrió disculpándose por el acontecimiento. Ella le miró con un poco de timidez y boqueó un par de veces hasta que Hermione asintió dándole su permiso para hablar, seguramente de lo que acababa de ver.

"Me alegro de que por fin salga con alguien, jefa…sé que una mujer exitosa como usted no necesita a un hombre a su lado para ser feliz…pero el joven Malfoy es bastante guapo y se ven bien juntos" Se notaba que aquella chica quería agregar algo más, pero se limitó a retirarse, Hermione no dijo nada tampoco, aunque hubiese querido no habría podido porque la impresión la dejó estática. En algo tenía su asistente razón, ella no necesitaba a un hombre para ser feliz y ni de lejos le gustaba Malfoy – aunque el veritaserum dijera lo contrario-.

Si su asistente quería creer que salían pues que lo hiciera, solo ella tenía que saber la verdad. Le sorprendió saber que la chica había notado que ella no salía con nadie ya que llevaba apenas unos meses trabajando para esa sección y hacia tan solo 2 semanas Paisley había decidido que ella sería su nueva jefa pues él no tenía tanto trabajo como la castaña. Por otro lado, Legacy se había dado cuenta de que no salía mucho con chicos – o sin ellos-...le alegró saber que al menos no sabía algo tan privado de su vida como el haberse liado con Krum, ¡ja! Si no era una solterona como Legacy creía...Hermione se felicitó mentalmente.

-DH-

Esa semana Hermione se encargó de todo lo que tenía para estar libre desde el viernes en la tarde, tenía planeado salir de viaje a alguna vereda cerca de Londres para darse un chapuzón en alguna piscina y relajarse, cuando la semana por fin llegó a su fin, Hermione se desocupó a las 7 pm de ese viernes sin ninguna interrupción por parte del rubio o de Legacy, ni siquiera las insinuaciones de Ginny llegaron, lo cual era un poco extraño y la hacía sentir tranquila, se sentía lista para cuando llegara a su departamento tomar la maleta anteriormente preparada y largarse de allí en el auto que su padre le prestaría.

Hermione se sintió la mujer más desafortunada del planeta en cuanto entró en su hogar y no reconoció ni un solo centímetro de él, su hermosa sala estaba transformada en una pista de baile llena de humo, las luces cálidas que la hacían acogedora se habían vuelto de un azul eléctrico de antro y habían tantas personas que casi no podía caminar, ni siquiera quiso ver la cocina, de donde salían y entraban chicas en ropa interior, con espuma y el cabello húmedo.

"Hola Herms" la saludó Cormac, Hermione lo fulminó con la mirada "Me encanta que nos hayas permitido celebrar aquí la victoria de los Holyhead Harpies" ahh…ya mataría después a Ginny.

"Hola Hermione, esta divina la decoración" Pero si no había decoración absoluta… ¡su sala era una jodida ambientación de un maldito bar!

"Si…esta precioso" Decidió disculparse con Cormac y la gente que la verdad no conocía, que la felicitaba por algo que no había hecho, recibió un gin-tonic de otro desconocido y se lo bebió de un solo sorbo para bajar los nervios.

Buscó con la mirada a algún otro conocido que pudiese conocer la verdad, caminó hacia la que parecía ser Ginevra hablando animadamente con un grupo de chicas, pero antes de llegar a ella se dio de frente con alguien más.

"Mione, que gusto verte, hace meses no se de ti"

"Oh, Harry, que lindo verte de nuevo" la leona tuvo que esconder el disgusto y dejar salir el alivio que le daba ver a su amigo…con quien no se veía desde que se había convertido en el nuevo jefe de aurores, lo abrazó con fuerza y empezó a platicar con él tan animadamente que no se dio cuenta en que momento terminó sentada en un sillón, con la mesita de enfrente sosteniendo casi 7 copas que entre los dos habían bebido mientras adelantaban todos los chismes importantes de los últimos dos meses -y Malfoy no era para nada importante así que olvidó mencionarlo intencionalmente-

Cuando Harry muy animado -tal vez por el alcohol- la invitó a bailar y ella se puso de pie se dio cuenta que su estado de ebriedad estaba en el límite entre el estar simplemente mareada-risueña a la besa-rubios abre-piernas en la que se había convertido en las últimas semanas. Se prometió no beber ni uno más, pero lo olvidó el segundo siguiente, mientras su amigo le daba una vuelta en medio de la canción vio el reflejo de una cabellera platinada que pronto se perdió entre el gentío, pero que igual la hizo sacudir la cabeza y beber de un solo trago las copas que tomó de otra pareja que bailaba cerca -y que la miraron con odio cuando se las quitó- pues necesitaba despejar la mente. ¿Es que ese rubio no dejaría de molestarla ni en su subconsciente? Pronto se volvería loca.

Entonces Hermione al ritmo de la música – o eso creía ella- meneaba su cadera y sus brazos por encima de su cabeza, giró sobre sí misma demasiadas veces como para contarlas y cuando volvió a mirar hacia donde Harry debía encontrarse vio que este ya no estaba, en su estado de ebriedad no le importó, así que siguió bailando, pronto se vio cerca de la ventana…vaya…que mareada estaba. Hermione agitó su cabeza para poder encontrar equilibrio, cuando abrió los ojos se encontró con una Ginny completamente ebria bailando espalda contra torso con un Zabini en el mismo estado de ebriedad que la pelirroja, era lo más sensual- y asqueroso- que le había visto hacer a Ginny en su fase de cuba libre, sosteniendo los brazos del moreno contra su vientre, balanceándose de lado a lado mientras él le susurraba cosas al oído y ella reía juguetonamente, puaj, esos dos terminarían haciéndolo en la pista de baile -su sala, se recordó mentalmente-

Huyó de ahí como pudo, los tacones que llevaba ese día la mataban, su falda recta ya le llegaba a la mitad de los muslos cuando se vio en el reflejo del espejo frente a ella, su blusa tenía varios botones abiertos y su cabello estaba completamente alborotado, casi parecía un afro. Empezó a arreglarse cuando escuchó una voz.

"Deberías simplemente quitarte todo" Hermione vio por el reflejo al hombre que le robaba sus pensamientos…ebria Hermione no tardaría en aparecer así que Hermione haría lo posible por retrasar el momento.

"Mejor me dejo todo puesto, no sea que alguien se emocione"

"Por favor Granger, como si tú no te emocionaras de verme"

"Por favor Malfoy, como si tu no fueses un engreído y un idiota"

"Lo soy…lo admito…ahora, ¿tu admites haberte emocionado al verme?"

"Así que admites que eres un engreído y un idiota"

"Si…Malfoy…soltero, guapo, engreído y adinerado"

"E idiota"

"E idiota" Hermione sonrió triunfal y se giró para encararlo, lo señaló con su dedo índice.

"¡Ja!, lo sabía" Malfoy alzo una ceja, escéptico por su actitud. "Lo sé, estoy loca…es hora de huir"

"Wow…que Gryffindor sonó eso" La castaña detuvo su andar, Draco sonrió de lado y algo muy, en el fondo dentro de Hermione se acaloró y le hizo un nudo en el estómago. Hermione abrió la boca ofendida"¿Perdiste tu mandíbula Granger? ¿O solo se te desencajó por observar mi belleza?"

"Maldito hurón emperfumado, tu no me critiques, traidor" Hermione se cruzó de brazos, dispuesta a no moverse de su sitio pues ese comentario le había herido su orgullo felino, levantó la quijada -ya cerrada- en un aire digno.

"Traidor… ¿?"

"Si…" ella quería callarse, dejar que la ebria Hermione arreglara el final de la frase con un besos o algo asi, porque a la -ahora- estúpida Hermione se le había ocurrido que sería muy lindo decir algo sobre haberse acostado con una sangre sucia o algo parecido.

"Retira lo que no has dicho o te aturdiré y no me importará que seas una heroína de guerra"

La castaña quería morirse, sus ojos se cristalizaron con un llanto apenas contenido, apenada por lo que había insinuado, ella no era así, solo quería herirlo, su mecanismo de defensa se había descontrolado y su cerebro le decía que no era bueno estar en buenos términos con él porque todo se estaba saliendo de control, su zona de confort estaba siendo invadida, todo se salía de sus esquemas con él a su alrededor, a ella nadie la cortejaban…a ella no le pasaban estas cosas con los hombres... ella solo había estado con Krum ¡Por Merlín!

"Hola Herrmione, es muy bueno verrte aquí hoy" Ambos se giraron sorprendidos por la intromisión. Sip…solo a Herms le pasaban estas cosas…acababa de hacer aparecer una persona con el pensamiento.

"Viktor" Dijo su nombre con una sonrisa demasiado forzada -tendría que aprender a actuar mejor-

"Hola" le sonrió con alegría y luego giró su rostro para ver al rubio "Malfoy, ¿No es así?" el rubio estuvo a punto de ser diplomático, de saludar y estrechar su mano, pero entonces vio a ese búlgaro mal hablado tomar por la cintura a Granger mientras depositaba un asqueroso beso demasiado cerca de la boca de la que él ahora tenía beneficios. Notó con cierto alivio – y lo negaría sobre su tumba- como Granger trataba de alejarlo de su cuerpo poniendo una mano en su torso, tal vez con demasiada fuerza pues él era vulgarmente grande y ella no lograba su cometido.

"Si, él es Draco" dijo Hermione, el rubio la miró extrañado al escucharla decir su nombre "Disculpa, pero… ¿Qué haces aquí?" Preguntó con genuina curiosidad sin notar como ambos hombres la miraban por el tono de fastidio con el que lo había dicho.

"¿No te alegrras de verrme?" Le preguntó con lo que Draco supuso, era un intento de tono sensual.

"Viktor…que genial es verte por aquí, ven, te presentaré a los integrantes de mi equipo" Dijo Ginny de repente, separando a Hermione -con dificultad- del hombre que la rodeaba con ambos brazos y salvándola a ella… ¿de qué? Pues de tener que acabar con lo que sea que tuviesen porque al parecer ya no le gustaba que él se acercara a ella y mucho menos si Malfoy los estaba mirando, Hermione golpeó su cabeza con la palma de la mano en la frente. ¡NO LE IMPORTABA LO QUE DIJERA MALFOY PORQUE SIMPLEMENTE CORTARÍA TODO CON ÉL POR MERLIN!

"¿Acabaste con tus castigos físicos, elfa doméstica?"

"Dame tu media, así no tendré que golpearme por tus estupideces" Uff menos mal que el rubio tenía la capacidad de perder el encanto con solo una frase.

"Yo no tengo la culpa de que vuelvas loco a Krum…y …bueno, ya que insinúas que eres mi elfa doméstica, ¿no te apetece cumplir una de mis órdenes?" le preguntó levantando una ceja con un tono definitivamente sexy. ¿¡SEXY!? Hermione enloquecería pronto.

"No, ni en tus sueños Malfoy"

"Si cumples con una sola de mis órdenes podras besarme cada vez que te dé la gana, sabelotodo" puso ese sobrenombre al final de su frase creyendo que le daría a Hermione el halago perfecto, si te llamaban inteligente para inducirte a tomar la decisión más inteligente pues es porque era el halago perfecto, ¿no?. Hermione se dio cuenta de que al parecer Malfoy estaba más ebrio que ella.

"Por Dios, olvida ya que no sé cuánto dura el efecto de la jodida poción" bueno, por primera vez él se equivocaba al dar un halago, pero no creyó que Granger se lo fuese a tomar por ese lado. "¿es que ya se te subió todo ese alcohol al cerebro? Iré a dormir" Ella pasó por su lado, pero se detuvo cuando él la empezó a seguir.

"No es una invitación"

"Creí que era una invitación para que durmiésemos juntos"

"No lo es"

"No seas mojigata Granger, bien que te lo pasaste cuando te di el veritaserum" Lo que faltaba, Pansy Parkinson en su casa, ¿es que ahora todo Slytherin estaba en su departamento? Malfoy seguramente le había contado lo del beso en su oficina, Hermione intentó controlarse -sin mucho esfuerzo- cuando la ebria Mione decidió salir, se abalanzó sobre Parkinson con tanta fuerza que cayeron sobre un tipo gigante, el tipo gigante las empujó sin delicadeza a cualquier dirección, cayeron contra alguien más mientras Pansy trataba de desenredar su mano del pelo de Granger y esta última intentaba arruinar el perfecto blower de la pelinegra, la persona sobre la que cayeron las lanzó en dirección a la cocina con un -nada suave- empujón lleno de rabia…¿el resultado?

Hermione sabía que su cocina tenía algo raro y lo confirmo en cuanto cayó dentro de un cuerpo de agua de un metro y medio, empapada sintió su cabello ser alado sin delicadeza por la slytherin, quien había tenido momentos antes un brazalete enredado en su cabello enmarañado.

Al parecer el mojarse la cara con agua la hizo regresar a la realidad, era tan patética cuando se embriagaba…sintió la angustia subir por su garganta, formando un nudo allí, estaba ofendida con la amiga de Malfoy -por haberle dado ese mocaccino-, también estaba ofendida con el rubio -por haberse acostado con ella aun odiándola- con Ginny -por haberla obligado a ir a ese jodido restaurante- con Harry -por dejarla beber tanto esa noche y luego desaparecer- con Krum -porque ya no le apetecía seguir liándose con él después de haber estado con otro hombre-…hasta con Ron - por no encontrarse allí para detenerla- y sobretodo, con todos los de la fiesta por permitir que se pelearan como si fueran unas gatas salvajes. Estaba furiosa por sentirse así…confundida. Su llanto estalló tranquilamente con un pequeño sollozo lastimero, que incrementó en cuanto sintió a la pelinegra tomarla por los hombros como si deseara que se callara con el abrazo que le daba, seguramente por lástima, de todas formas Hermione se dejó sacar del agua con ayuda de los dos slytherin, caminó sin mirar a nadie a la cara siguiendo el pasillo hasta su habitación, poco después alguien más entró detrás de ella cerrando la puerta, Parkinson le limpió las lágrimas y la cara con una toalla mientras resoplaba, se dejó hechizar y sintió el viento caliente secarla de pies a cabeza, aun aturdida por el efecto del alcohol se dejó desnudar por la chica, quien luego le puso una pijama mullida de ositos que escondía debajo de la almohada. Hermione se recostó en la cama con ayuda de Pansy que le decía cosas con tono sarcástico y de vez en cuando se reía, todo era tan irreal que simplemente deseaba estar tan borracha como para someterse a su propio confundus y nunca más recuperarse de él. Se abrazó a la pelinegra y hundió la cara en su pecho, sollozando nuevamente, no la soltó hasta que no se quedó dormida. Pansy miraba con recelo a la joven que tenía abrazada, sintió pena por ella, en algún momento de su vida también había tenido ataques de histeria por culpa de Draco, por eso tal vez decidió quedarse allí y consolarla pues recordaba haber visto entrar a Ginevra en otra habitación seguida de su amigo Blaise y no creía que siquiera se hubiese enterado del numerito que había hecho Granger. Rió con incredulidad, sus amigos más cercanos enrollándose con dos Gryffindor, que curiosa era la vida…-tal vez estaban en oferta y ella podría conseguirse también uno-…trató de alejarse pero la pelo-arbusto la apretujaba con sus brazos, quien diría que esa chica tan rara tendría tanta fuerza…se fue de allí apenas pudo.

-DH-

Cuando Hermione despertó sintió un punzante dolor en su cabeza, rodó por la cama y escuchó un ruido de pergamino durante el movimiento, se incorporó, buscando con la mirada en su colcha y encontró un papel.

Granger creo que controlas demasiado tus placeres sexuales con mi amigo y creo saber la razón: tienes miedo de lo que opinen los demás si se enteran de que sales con el que en el pasado fue el máximo exponente del odio hacia la sangre mestiza, a los muggles y la gente como tú, lamento decirte que eres una idiota y que debes superarlo, si mi Draki te odiara por tu sangre créeme que ni aunque fueras el mejor polvo él te cogería…

Posdata: abrazas como oso.

Hermione rió al leer el Posdata, se quedó pensativa por lo que decía la nota, pero pronto lo olvidó cuando a su habitación entraron Zabini y Ginny con una bandeja repleta de comida. Tendría que acostumbrarse a ver a esos dos juntos…que Merlín y Morgana la ayudaran.

-DH-

Ese lunes por la mañana Hermione llegó al trabajo decidida a hablar con el rubio, le debía una disculpa por lo que había estado a punto de decir y sobretodo para aclararle que a pesar de que le gustara un poquito no iba a permitir que su vida se transformara por un hombre y mucho menos por un hombre como él, tan déspota.

"Legacy, ¿Malfoy está en su oficina?" Le preguntó a su asistente que estaba en el escritorio del pasillo, ella la miró apenada y alguien más habló por ella.

"Hermione el joven dragón ya no trabajará con nosotros, vino temprano esta mañana a renunciar" Hermione procuró disimular el gesto de contrariedad en su rostro "Ha terminado la penalidad que le impuso el ministerio años atrás"

Hermione se sintió mal al recordar lo que había insinuado sobre él la noche del fin de semana en su casa.

"Legacy hazle llegar esto a su departamento" luego se dirigió a Hermione "Por cierto pequeña, hoy no estaré por aquí, debo conseguir un suplente para él" Legacy apartó la mirada con un sonrojo en sus mejillas cuando el señor Paisley la miró a ella pues al parecer era a ella a quien prepararía…Hermione trató de sonreír condescendiente, mientras observaba los archivos sobre la mesa de su -al parecer- ex-asistente, nuevamente sería ella sola en el trabajo...que horrible...bajó la mirada mientras su jefe le daba instrucciones a Legacy, no pudo evitar leer el documento de personal, lo abrió con disimulo, el mismo con el que semanas atrás había averiguado cuál era la siguiente reunión de Malfoy, a diferencia de esa vez, ella no iría a su departamento a pesar de estar memorizando su dirección, ¡ella no estaba loca!.

Los escuchó hablar de cómo el águila que tenía Malfoy lo había seguido desde su viaje a las montañas hará unos dos años, joder, ¡si hasta las aves se obsesionaban con el!

"Hermione si quieres puedes tomarte el día de hoy, Legacy tendrá que ocuparse de la división B"

Ella hizo caso, tomó su bolso y se apareció en Diagon Alley, se detuvo para comprar un helado de vainilla e hidromiel, recordando como la última vez que había estado allí se lo había robado el rubio por unos segundos de diferencia, ni siquiera sabía cómo podía gustarle alguien como él...tan...oxigenado, con cara de que todo le parecía asqueroso, con su delicioso olor a menta y con sus manos gigantes presionando su tras…¡POR MERLÍN, TENÍA QUE MANDARSE UN OBLIVIATE YA MISMO!

Hermione se escandalizó por sus propios pensamientos, lo que más lamentaba ella era el hecho de que tuviese que ser precisamente él con quien ella hubiese hecho eso, era cierto que el slytherin era guapo, eso no se lo podía negar, pero de ahí a perdonar silenciosamente todos los insultos ¿solo para ganar con eso un revolcón? -el mejor que había tenido hasta ahora, por cierto- no parecía la Hermione de siempre, además...¿Enamorada? ¿Ella? ¿Qué les huía tanto a las relaciones con hombres? Y sobre todo… enamorada de Malfoy…bueno, tal vez exageraba...solo era el buen gusto que ella tenía -para el físico, porque ese rubio tenía una personalidad de los mil demonios- tampoco era como si hubiese amor en esa no-relación... eso jamás pasaría, aunque el veritaserum la hiciese decir lo contrario…así bebiese todo el alcohol del mundo…es más, jamás volvería a beber algo, ni agua, ni zumo…mucho menos whiskey…ni de fuego ni muggle solo por no sentir nada mucho más fuerte por aquel engreído de pura sangre al que últimamente imaginaba hasta en la sopa...si hasta lo veía sentado en su mesa comiendo el mismo sabor de helado que ella y...un momento…¡SI ESTABA SENTADO ALLÍ!

"Granger...en serio te queda bien el verde" Hermione atónita se miró sus propias ropas, traía un vestido ejecutivo verde oliva, no muy slytherin pero lo suficiente para hacer que Malfoy subiese la comisura de su labio de manera burlona e hiciese que el estúpido de su estómago se retorciera. Tenía que admitirlo otra vez, el condenado era muy guapo, jamás lo había notado pues el odio era fuerte cuando se conocieron a los 11 años. "¿Hay alguien ahí?" Preguntó él extrañado por no recibir respuesta.

"Mmm" Hermione mordió su labio, dubitativa, después de tomar una cucharada de su helado se sintió un poco más relajada "Hola Dr...Malfoy" se sonrojó por su error, se sentía tan plena y tranquila que por poco olvida las formalidades, tuvo que decir algo más para que el joven frente a ella no se preocupara. "¿Está bueno?"

"Supongo" miró el helado con desinterés.

"Siento lo de la otra noche...no era yo quien hablaba" Hermione sintió un adormecimiento en su lengua.

"Me lo imaginaba…¿tampoco eras tu la que me llamaba entre sueños mientras te acurrucabas con Pansy en tu pijama de ositos?" Hermione trató de abrir los ojos por la sorpresa pero estaba tan relajada que no podía, entonces miró con sospecha su helado.

"Malfoy…¿que le pusiste a mi helado?" él pareció pensarlo unos instantes y aún así no parecía el culpable.

"Creo que...es la que yo pedí...debí confundirlas, le ponen un poco de poción calmante, en combinación con la hidromiel debería no ser tan relajante pero contigo parece todo lo contrario" él rió y Hermione no se preguntó por qué pues él debía estar observándola, ella sentía su espalda completamente recostada en el espaldar, con los ojos pesados y suspirando para no quedarse dormida. Hacía tanto que no dormía bien, cada noche trataba de no hacerlo porque al cerrar los ojos solo soñaba con él...no de una manera muy romántica, pues era sobretodo acerca de encuentros con él, de cómo podría llevarse civilizadamente...más no besos y otras cosas -por suerte-.

"Llévame a la cama" le pidió Hermione en un momento de relajación extrema, luego se sentó recta, sacudió su cabeza y miró el helado de mala manera, al parecer el efecto de una sola cuchara duraba unos minutos y para ella ya había concluído. Cuando lo miró a él tenía un gesto de perplejidad en el rostro, luego frunció el ceño.

"¿Lo harías sobria conmigo?" la leona por poco se atraganta con su saliva, ese estúpido hurón perfumado creía que ella se le estaba insinuando..que engreído que era, sí solo fue el efecto de sueño de la poción... Aun así no le pudo responder mirándolo a los ojos, sus mejillas rosadas.

"No"

Malfoy cambió los helados y con eso también cambió su semblante, ahora un poco más ligero por causa del bálsamo apenas lo probó.

"¿Por qué renunciaste?" Draco parecía tener una lucha mental acerca de la respuesta, sus ojos parecían tormentosos, por tercera vez en aquellos meses de conocerse se veía un poco indeciso.

Tardó unos minutos en entender que él no le diría sus motivos, pero muy probablemente se tratase de ella y sus prejuicios, era curioso pues en el pasado él era quien los tenía y ahora todo jugaba en su contra...como si para su subconsciente fuese necesario que Malfoy tuviese su merecido para ella poder seguir adelante...ya fuese saliendo o no con él.

-DH-

Draco quería alejarse de todo lo que había pasado en las últimas semanas, la razón por la que se la pasaba sin estrés era el estar siempre un poco sedado con la poción calmante, no era una persona muy dada a eso pero ya no soportaba más el estrés de tener a sus padres detrás de él, diciéndole que era su responsabilidad recuperar el honor de su familia...no había nadie en ese mundo mágico que deseara al hijo de mortífago. Intentó en algunas empresas conseguir un empleo -que no necesitaba- para poder recuperar un poco de la credibilidad que en antaño su familia tenía. Sentía la presión de sus padres sobre él tanto por eso como también por la parte social, pues aun cuando salía con algunas jóvenes no las frecuentaba por muchos meses y eso exasperaba a sus padres, deseaban verlo casado con alguna señorita sangre pura que pudiese levantar el honor de una familia carcomido por el pasado oscuro y las creencias estúpidas.

Entró en Diagon Alley, ese día por fin había podido escaparse de sus padres y sus reuniones estúpidas.

Lo primero que vio lo dejó casi boquiabierto, Flourish and blotts completamente reconstruido, con un color crema en las paredes de la entrada y un lindo letrero en cursiva. Entró para verificar si por dentro se veía tan espléndido como en el exterior, sabía que pronto el charlatán de Lockhart sacaría una nueva edición de su libro, pero le sorprendió que la dueña de la librería decidiese ubicarlo en lo más escondido de aquel local -el libro le había gustado, se sentía identificado en algunas partes...sobretodo en las más existenciales- se encaminó hasta allá y le ayudó a una chica a alcanzar uno de los tomos, cuál fue su sorpresa al escuchar a Granger decir su apellido con una sorpresa en los ojos difícil de disimular. Salió huyendo de allí sin comprar el libro apenas abrió la bocota para hablarle.

Unos dos meses después de ese encuentro se molestó con la chica dientes de castor, él ya había olvidado que se habían encontrado la primera vez después de la guerra en condiciones tan incómodas por lo que él había dicho, por eso casi se atraganta con su helado al leer aquella nota donde ella también se disculpaba, ¿por qué? solo ella lo sabía, él no recordaba tener nada que perdonarle.

Pero pronto eso empezó a ser demasiado extraño, habían pasado 4 años desde la guerra, primero se la encontraba en febrero, luego a finales de abril, luego en esa fiesta de diciembre a la que había asistido con Pansy y sus padres al quedar tan cerca de la mansión-y sobretodo para donar cientos de galeones al ministerio- en la cual su amiga lo había molestado infinidad de veces al haberlo escuchado halagar a Granger, aun cuando él le había explicado que ya conocía el hechizo de los muérdagos que lo habían encerrado con ella sin él pretenderlo, por eso huyó de ahí demasiado rápido, para que su amiga no lo molestara más y sus padres no terminasen presionándolo también para que se amistara con una "heroína de guerra" y así salvar su honor mucho más fácil y rápido.

La cuarta vez que se vieron él estaba en Francia, hacía poco había conseguido que el ministerio le permitiese hacer una especie de servicio social en la división de bestias -pues era mucho más fácil trabajar en defender un animal con el que no debía entablar relación alguna a tener que hablar con elfos domésticos u otros seres acerca de sus derechos- conocía al señor Stuart Paisley desde pequeño y fue una suerte que él estuviese en ese momento al mando del departamento de criaturas mágicas. Esa tarde había asistido a un cóctel en donde había conocido a la joven en cuestión...fue lo más humillante por lo que él había pasado después de la guerra, estaba a punto de acabar con su abstinencia de más de seis meses con aquella chica, escondidos en el fondo de la cava de quesos de una villa en donde se hospedaba y de no ser por su estúpida marca lo habría conseguido, lo sorprendente fue encontrar a la pelo-arbusto mirándolo con algo parecido a la lástima cuando se giró, salió furioso de allí y le pareció estúpido seguirla cuando ella se lo pidió...cuando Granger le dio aquella crema se sintió algo así como agradecido, porque no tendría que sentir vergüenza de las decisiones de su pasado al estar con una chica, fuese por una noche o fuese con el propósito de conseguir una relación ya una mujer no le tendría miedo o asco solo con verlo desnudo.

Para su desgracia no conseguía mucho teniendo la reputación que tenía, por eso fue que cuando Granger le mostró sus tetas -sin ella saberlo, por supuesto- tuvo que salir con Blaise a un bar de mala muerte para conquistar a una… "dama"...ese día era el GRAN día...hasta que una lechuza de Hermione Granger lo interrumpió y luego un aparato muggle le terminó de joder el revolcón.

Duró dos semanas vendado, no habría durado tanto tiempo con los nudillos rotos si esa tarde después de que la sabelotodo se fuese de su oficina -provocándolo con su delicioso y prohibido culo- no los hubiese estrellado nuevamente contra el escritorio...que por cierto...había mandado a hacer del roble más grueso y duro que el planeta tuviese.

Semanas después Draco se encontraba en su mansión, hablando tranquilamente con su madre sobre los arreglos de una cena a la que ella quería invitar a su jefe cuando Blaise Zabini entró por la chimenea tambaleándose un poco.

-Amigo...es la pelirroja más sexy que he visto en la puta vida- le dijo el moreno con cara de idiota, mirando soñadoramente x cosa en su sala, luego se giró hacia donde su madre se encontraba, recompuso su postura y educadamente -sin tintes en el tono de voz de una embriaguez absoluta- le dijo- Buenas noches señora Malfoy, he venido esta noche para que usted me de permiso de llevarme a Draco...hay un par de chicas que quiero presentarle.

Su madre enarcó una ceja y rió suavemente, asintiendo con la cabeza mientras le preguntaba si eran unas conocidas de él...en el estado de sinceridad en el que se encontraba Balise él contestó sin remordimiento.

-De gryffindor, señora, Ginevra Weasly y su amiga...sangre sucia Granger- él dijo la ofensa sin ninguna pizca de resentimiento, más bien como sarcástico, al referirse al pasado del que todos huían. Le sorprendió ver como su madre analizaba detenidamente las palabras dichas por su amigo.

-Vayan...que el periódico de mañana hable sobre ustedes y lo bien que pasan los años para las familias menos deseadas después de la guerra- Para su madre era como una pieza que podía encajar en el plan de reconciliación con el mundo mágico, así que Draco se levantó y salió con Blaise, haría lo posible por no arruinar la noche y poner en alto el nombre de su familia, pues sabía cuánto extrañaba su madre poder tener fiestas extravagantes llenando toda la mansión de gente...porque eso ya no sucedía.

Ni bien llegaron al bar Draco recibió un empujón en el hombro, se trataba de Seamus Finnigan, pero para no darle importancia fingió no sentirlo ni conocerlo. Al parecer ese bar de moda estaba repleto de gente que lo odiaba, pues ni bien habían pasado unos 20 minutos- en los que él ya se había bebido media botella de whiskey de fuego- recibió un golpe en la cara, alguien le llamó mortifago y luego apareció frente a Granger en un departamento.

Odiaba ese día, ella había sido tan hija de puta al darle veritaserum...y él había sido tan estúpido al decirle todo lo que le gustaba -físicamente- de ella...sabía que muy probablemente eso había sido producto de la embriaguez que llevaba la chica encima, pero lo había ofendido tanto que por eso se pasó las siguientes semanas ignorándola en el trabajo e insultandola cuando la veía.

Le sorprendió por eso que tras haber "aceptado" la salida con ella, la sabelotodo decidiese no dejarlo plantado, la reservación estaba a su nombre porque ni por todos los galeones del planeta él se humillaría reservando a su nombre en su restaurante favorito para luego ser visto cenando solo. La razón de haberlo escogido era simple...si se aburría con ella o se peleaban igual estaría cenando algo delicioso y estaría de buen humor pues el restaurante era el preferido de sus padres también.

Granger no era fácil de tratar, pero se llevó una sorpresa una vez ella se disculpó y soltó un poco la lengua, conversaron bastante tiempo, de sus proyectos, de los de ella, incluso de algunos gustos que compartían, como Historia de Hogwarts...cuando todo el asunto del vestido sucedió se sentía nervioso porque nunca había llevado a nadie a su departamento sin estar ebrio, en realidad...la última chica que había estado allí se había marchado a los 15 minutos. Al recordar eso se sintió estúpido y mucho más estúpido se sintió cuando observó las piernas de Granger bajo su abrigo, el alcohol y él definitivamente no se llevaban de la mano, empezaba a imaginar cosas idiotas, una tras otra, rememorando cosas que no debía, cómo la plática agradable, como el trasero de Granger, o su escote, o sus piernas, o el hecho de que estuviese desnuda bajo aquel abrigo...también pensaba en cuantos meses había pasado sin estar con una mujer...eso fue un completo desastre cuando Granger hizo su berrinche y la vio sin la única prenda que la cubría ...joder...si no llevaba nada de cintura para arriba, sintió su erección crecer a la velocidad de la luz e intentó no tener ninguna clase de contacto además del beso con su cuerpo...lo curioso es que se sentía mucho más excitado con el hecho de saber que Granger no sabía besar y no pudo resistir el recostarse un poco para que ella lo sintiera.

Esa jodida noche había sido jodidamente fabulosa...por primera vez en años no sentía vergüenza de su marca...la persona que conocía como la más afectada directamente por su familia estaba sentada sobre él, dispuesta a entregarse mientras lo aceptaba con su tatuaje y le mostraba su propia marca, hecha por su tía años atrás, como si ya las cicatrices del pasado solo fuesen eso...cicatrices, como si no le importara lo que él había hecho y siguiesen ambos adelante: juntos o separados...había pensado en ofenderse hasta que ella le sonrió de la forma más hermosa que nadie le había sonreído nunca...con redención dirigida a él. Esa noche se aferró con sus manos de sus senos, las puso en su trasero, en su cuello, en su cabello. Calculaba que no habían durado más de media hora, pero cuando todo terminó y él se liberó se sentía tan jodidamente feliz que por poco mata a su mejor amigo cuando se apareció y empezó su perorata sobre lo que está bien y lo que está mal...y sobretodo lo de sus salidas "especiales" con la pobretona que le valían un gorro pero que su amigo le detallaba cómo el romántico idiota en el que se había convertido.

Tras unas semanas después del suceso, a saber cómo, su madre se había enterado, lo cuestionaba con una ceja alzada y una mano en la barbilla, como tratando de deducir si su hijo estaba en las drogas o algo así, finalmente suspiró y le contó que a Blaise, en una de sus cenas con la Sra Zabini y ella, se le había salido el comentario de cuán feliz estaba de que su amigo saliera con la mejor amiga de su -al parecer- novia. -Su madre aun no entendía que aquello tan sexual no podía llamarse noviazgo porque esos dos jamás podrían amarse, eran demasiado diferentes el uno del otro-

Le felicitó por haber estrechado lazos que ella jamás imaginó posibles y mucho menos beneficiosos para su reincorporación a la sociedad mágica. Cuán equivocada estaba su madre...si supiera que llevaba semanas con Granger evitandolo hasta para hablar con el jefe que ambos compartían.

Casi un año había pasado desde que el ministerio le había permitido trabajar para ellos, era momento de largarse de allí antes de que su madre -o eventualmente su padre- se hicieran ilusiones de una relación con Granger que en los próximos siglos no sería posible. Ni aunque sus padres estuviesen de acuerdo él podría enamorarse de una sabelotodo, era mandona, bipolar y solía beber demasiado -no...no se refería solo al alcohol- bebía cada cosa que le ponían al frente sin chistar...y ¡Por Merlín! lo ponía en unas situaciones tan incómodas...no se veía enamorado de esa mujer...tal vez saliendo...compartiendo un helado y hasta unas cuantas vueltas a su cama…

Renunciaría y se largaría lejos, posiblemente a Italia, donde Zabini le había mencionado, se encontraba Astoria Greengrass. Ella era la candidata para rehacer sus lazos con las personas más influyentes y olvidar a la pelo-arbusto, que le empezaba a gustar más de lo debido desde el día en que los Holyhead Harpies habían ganado el partido, él había sido el que había reemplazado a Pansy una vez ésta se fue, debía aprovechar la ocasión -y la borrachera- para dejarle en claro a esa niña que jamás pasaría nada más, esa idea le duró hasta que vio la pijama con la que dormía, joder, es que hasta adorable se veía con esos ositos estúpidos cubriendo sus senos, se acostó a su lado e inmediatamente la sintió acurrucada a su lado, susurrando su nombre, cuando la vio abrir ligeramente los ojos y la escuchó susurrar un "lo siento" no pudo evitar tomar sus mejillas y estamparle un beso, recorriendo ligeramente su boca con los labios, cuando la sintió suspirar encontró su lengua con la de ella, despacito, humedeciendo ligeramente los labios, no recordaba cuantas horas -si, horas- había estado con ella así, besándose, poco después ella se durmió y él al ver el sol por entre las cortinas tuvo que huir.

Y allí estaba...en Diagon Alley persiguiendo una esponja castaña, viéndola caminar hacia Florean Fortescue, le sorprendió que aún sentándose en la misma mesa de Granger ésta siguiese sin darse por enterada de su presencia.

"No quiero enamorarme" le dijo Granger mirándolo tímidamente a los ojos, Él comprendió pero se hizo el desentendido.

"¿De quien?"

"De ti...siento que...con tan solo hablar un par de horas contigo lo conseguiré...y la verdad me asusta" Así que era eso...él sonrió de medio lado, negó con la cabeza y sus ojos nuevamente se volvieron tormentosos, de un gris espeso y oscuro.

"Te asusta que haya sido parte del bando de un asesino" Él se iba a largar de allí, Hermione tuvo que agradecer a sus reflejos y a la poción que él había pedido para su helado, pues logró detenerlo por un brazo. Lo miraba con desilusión en los ojos.

"No creo que seas eso...y me duele que pienses que yo...de todas las personas de este mundo, pueda pensar en tí cómo un asesino...cómo alguien que es malo a propósito" Hermione se levantó de su asiento y se detuvo frente a él, se acercó lo suficiente para que tocaran sus narices -ella en la punta de sus pies para alcanzar- "Me gustas...Draco Malfoy" Draco quiso alejarse pero no pudo, sintió los dedos de ella en su nuca y sus labios besados por los de la chica frente a él en un sencillo roce.

"No te amo"

"Ni yo a ti"

A Hermione le gustaba lo suficiente como para intentarlo, le gustaban los retos, no entendía cómo, pero su destino la había encontrado en 5 ocasiones con Draco Malfoy para que pudiesen gustarse.

Prometía no volver a embriagarse, ni siquiera volver a tomar nada que le sirvieran personas diferentes a ella misma...no podría confiar en aquella mesera que la atendía cada vez que iba a la heladería…o en Ginny cuando le hiciera el desayuno, o cuando Blaise le preparase el té de la noche. Todo lo que había bebido a lo largo de ese año le había funcionado, pero tal vez había tenido algo de suerte...Legacy tenía razón, ella no necesitaba de un hombre para ser feliz...Malfoy no la hacía feliz...de alguna manera la hacía sentir en un reto constante, en una incertidumbre que no podía expresar... más mujer y menos trabajólica...pues desde que se encontraban en ese ir y venir había trabajado bastante poco.


Y hasta acá llegó esto, espero que les haya gustado...se que es raro...tal vez muy OOC, pero me pareció que no debían amarse aún, no son tan efusivos como Blaise y Ginny XD. Me encanta la escena de la pijama de ositos, salió en el último minuto pues Draco no iba a estar allí...Espero les guste, la comenten y la compartan...seguro que me será de ayuda para un siguiente Dramione...

Besos!