~ Malo…

Parejas Principales:

SasuHinaGaa.
¿SasuHina? ¿GaaHina?

Género: Drama/ Romance.

Categoría: M.

Universo Alterno.

Autora: Aika Yami

Aviso: Los personajes no me pertenecen, sino aMasashi Kishimoto.

Las canciones mencionadas en este capítulo, tampoco me pertenecen, sino a sus respectivos autores.

Advertencia: Este fic tendrá alto contenido sexual, temas delicados que no son aptos para gente sensible, mención de drogas, adicciones, lenguaje soez y/u obsceno. También leve OoC en algunos personajes(¿?). Las escenas del tipo 'Erótico' presentadas en éste fic, son gráficas. No deja nada librado a la imaginación.

.●.●…Malo…●.●.●

Química.

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Fijando su mirar hacia el techo, Sasuke agradecía que esa habitación estuviera a oscuras. Y todo gracias a las cortinas moradas de la Hyuuga.
Calculaba que eran las 8 a.m. y eso le hacía sentir raro. Él normalmente no madrugaba los fines de semana, pero, aquel día sábado se encontraba totalmente despierto y descansado.
Sus ojos no dejaban de contemplar a la chica adormilada sobre su pecho mientras que su mano acariciaba sus largas hebras.

La noche anterior, en la sala de la Hyuuga, ellos se habían quedado platicando hasta tarde.
Ella había llorado un buen rato de forma desconsolada y, hasta que se calmó por completo, Hinata le contó todo lo ocurrido con Gaara.
Y en cierta manera eso lo tenía con los "cables cruzados", enojado. Sasuke pensó, que si él no se hubiera ido en ese momento, si se hubiera quedado con ella después de la escuela; él hubiera conocido a Gaara y le hubiera evitado un momento muy amargo a la chica.

Pero como dicen sus papás: "Él hubiera no existe".

Y, pese a lo molesto que se encontraba consigo mismo, se encontraba más enojado por saber que ese tipo, el ex de Hinata, podría venir a verla cuando quisiera. Y eso aumentaba la probabilidad de que ella se alejara de él. De Sasuke Uchiha.

Y cómo toda persona egoísta, se rehusaba a perderla, a que ella lo dejara porque Hinata era suya. Así lo había decidido él desde el primer encuentro en la biblioteca.

Quizás la amenaza sobre el enamoramiento de Hinata hacia su hermano mayor, estuviera por arreglarse, de eso se encargaría él.
Pero al no conocer a Sabaku no Gaara o la historia detrás de él y Hinata, lo ponían en desventaja.

En un principio, él había pensado hacer lo imposible para conseguir que se acostara con él, pero… ahora que Gaara apareció y por la forma en que Hinata lloró por él y el recuerdo vivo de ese bebé no nato que era de ambos, le dejaba descolocado; con el corazón lleno de un sentimiento raro.

¿De verdad sólo quería a Hinata para eso? ¿O ella le estaba provocando algo más que simple deseo carnal?

El ceño de Sasuke se frunció al igual que sus manos. Gruñendo por lo bajo, decidió despejar su mente de aquellas dudas.
Por ahora, no valía la pena estresarse por aquel tipo. Tenía cosas más importantes en las qué preocuparse.

A su lado, la chica se removió mientras que en su pequeña mano atrapaba la camisa negra del hombre, apretándola en su puño.
Hinata entreabrió los ojos y, cuando cayó en cuenta que estaba durmiendo con Sasuke, se separó un momento hasta que su cabeza se elevó lo suficiente para verlo.

—Sasuke-kun… —Murmuró.

Él le sonrió de lado y volvió acariciar su cabello—. No sé por qué dices que no eres sexy cuando me has estado tentando desde que desperté.

Ella se removió un poco incómoda, hasta sentarse en la cama y negó con la cabeza—. No insistas, no lo soy… —Susurró mientras que se frotaba uno de sus ojos.

Sasuke se acercó un poco a ella hasta que hacer que cayera de espaldas—. ¿Quieres que te demuestre lo contrario? —La punta de sus narices rozó entre sí.
El moreno se arrodilló un momento sobre el colchón mientras que tomaba ambas piernas de la chica, estirándolas a sus costados para poder apoyar después, sus manos sobre la superficie blanda.
Hinata llevó sus manos al pecho ajeno. Sonrojada, ante su pregunta ella negó en silencio. Sasuke volvió a sonreír un poco y bajó sus labios hasta robarle un pequeño beso.

Su mano derecha acarició la pierna de la chica, desde la pantorrilla hasta pasar por el muslo femenino; agradeciendo internamente que tenía unos shorts cortos de pijama.
La ojiperla desvió su mirar un momento mientras que sus manos evitaban que él cayera de lleno sobre ella—. Sa-Sasuke-kun… por favor… —Ella musitó, pero sus palabras se vieron detenidas cuando un nuevo beso fue robado de su boca.

Sasuke dejó las caricias de su pierna una vez que ésta quedó enganchada a su cadera. En su lugar, la misma mano tomó las muñecas ajenas e hizo que Hinata le abrazara por el cuello. Deslizó sus besos por el mentón hasta las clavículas, mordiendo su piel—. Hueles delicioso… —La punta de su lengua repasó la misma área, volviendo a subir su rostro a la altura de ella; mirándole a los ojos—. Eres una de las mujeres más bonitas que he visto…

El ceño de ella se frunció levemente, mirando por intervalos a los labios masculinos hasta sus ojos ónix—. Mentiroso… —Ella ladeó un poco su cabeza y Sasuke aprovechó a besarle—. Sabes que no es cierto…

El morocho mordió y besó su labio inferior un segundo, tirando de él al siguiente—. ¿Crees entonces que nuestros encuentros anteriores son casualidad…? —Arqueó una ceja—. Yo no habría hecho 'eso' con cualquier mujer, ¿sabes?

—Pero aun así… —Sasuke chitó suavemente, haciendo que se callara por ahora. Hinata vio la mirada oscura y, momentos después, cerró los ojos cuando él comenzó a besar su cuello de nuevo.

—Sólo deja de pensar, Hinata… —Murmuró mientras que le miraba con cierto brillo en los ojos. Los dedos de su diestra bajaron los tirantes de su fina blusa para descubrir uno de sus pechos—. No voy hacerte daño… —Sin pensar, el moreno se relamió los labios y atrapó su suave pezón entre los mismos, mamando de él.

Hinata atrapó los cabellos ajenos con una de sus manos mientras arqueaba su espalda.
La sensación de ser tocada nuevamente por él le hacía sentir extraña. Pero no era algo desagradable.
El ser tocada por él otra vez no se sentía tan mal como las veces anteriores—. Sasuke-kun…

El morocho dejó la blusa de ella enrollada en su cintura estrecha. Contempló un momento su desnudez y sin poder pensarlo, tomó las manos de la chica hasta su propio pecho; incitándole a que le quitase la camisa—. Hazlo, Hinata…

La ojiperla abrió sus ojos y, al ver al moreno arrodillado en el colchón, lo contempló unos segundos.
¿Estaría bien dejarse llevar por esta ocasión?
Si pasaba algo malo en un futuro, ¿habría consecuencias si dejaba que este hombre entrase por completo a su vida?

Por un momento, ella creyó que no debería. Pero, Sasuke estaba cambiando. Ahora era tan diferente a como lo conoció que, por primera vez pensaba que podría darle una oportunidad. ¿Verdad?

Hinata dejó a un lado sus dudas por esta ocasión. Si valía la pena dejar que él entrase a su vida o no, lo averiguaría con el tiempo.
Armándose de valor, se arrodilló en la cama frente a él y lentamente fue deslizando la prenda negra hasta que Sasuke alzó los brazos para poder quitársela.

La chica lanzó la camisa fuera de la cama y, por unos segundos, una sonrisa apareció en el rostro de ambos.
Más relajada, Hinata se acercó a él hasta abrazarlo por el cuello y besarle.
Entre el beso, ambos sonrieron mientras que el Uchiha le abrazaba por la cintura pequeña, aferrándose a ella para no dejarla escapar.
Sus pechos se apretujaron entre sí. Sus lenguas se entrelazaban por momentos mientras que sus labios se encontraban en el camino.

Sasuke acarició la espalda de la chica mientras que ésta jugaba con sus cabellos entre los dedos de su mano.
Pequeños gemidos escapaban de la boca de ambos. Él deslizó un poco los shorts, la blusa y la ropa interior de la chica hacia los muslos femeninos.

Hinata guio suavemente al Uchiha hasta abajo, recostándose de nuevo.
Ambos se separaron para retomar el aliento, se miraron a los ojos con una pequeña sonrisa. En sus mejillas había un tenue sonrojo y, cuando él retomó el beso, deslizó las prendas de Hinata hasta desnudarla.

Ella, un poco más cómoda con él, concentrada en continuar con el beso, deslizó su mano por el pecho y abdomen del chico. Palpó los abdominales marcados, el ombligo hasta llegar a las orillas de su pantalón de mezclilla.
Sus dedos, expertos y hábiles, abrieron la prenda por el botón y el zíper y, sin pensarlo, llevó sus caricias hasta la espalda de él; acariciando los omoplatos, sus costillas, la espalda baja hasta el trasero.

El miembro de Sasuke dolía en el interior de su ropa. Rompió el beso de nuevo y con los ojos cerrados, susurró en su mejilla—. Sácalo, Hime… —Siseó con la respiración agitada—. Quiero que lo toques…

La Hyuuga estiró su cuello como un cisne y comenzó a repartir besos y mimos por el mentón y la barbilla de él. A su vez, que su diestra bajaba el elástico de su ropa interior para liberar su pene. Su mano calmó el dolor que sentía cuando comenzó a acariciarlo. Sasuke, como pudo, empezó a quitarse el resto de sus ropas hasta quedar desnudo como ella.

Sus labios bajaron de nuevo a los ajenos mientras que, cuando pudo, sus manos la tomaron de la cintura y la alzó para que se sentara sobre él.
Teniéndola mejor a su merced, sus caricias se expandieron hasta los glúteos de la chica mientras que ella continuaba complaciéndole con su mano.

Una de sus manos descendió a la intimidad de la chica, repasando sus pliegues y labios mayores; notando la humedad en ellos.
Sasuke besó los pechos de la chica, tomándolos desde la base para poder disfrutar y saborear mejor de ellos—. ¿Ya te he dicho lo mucho que me gustan tus senos?

Hinata gimió cuando él atrapó en succiones uno de sus pezones mientras que el otro era estimulado por sus dedos.
Sus caderas bajaron un poco hasta las ajenas, teniendo más cerca su miembro. Ella sin querer movió las mismas hasta que sus intimidades rozaron. Sasuke gruñó, dando una succión fuerte en el botón rojizo y le miró con el ceño fruncido—. No lo hagas, o haré que me montes. —Al oír ese tono demandante, Hinata rió por lo bajo y movió su cadera otra vez. Sasuke siseó y, tomándolo como un reto, se acomodó mejor en el centro de la cama, aun con la chica sobre él—. Alza tus caderas, preciosa… —Murmuró mientras se recostaba y flexionaba sus piernas; sus muslos rozando con el trasero de la chica.

Ella obedeció, mirándole con un poco de miedo—. ¿Qui-quieres que… yo…? —Tartamudeó nerviosa. Le vio asentir y, mordiendo el labio inferior, cerró sus ojos perlas y tomó la polla del chico.

La punta de Sasuke rozó contra su intimidad y clítoris. Hinata sintió su cuerpo temblar pero, armándose de valor, respiró hondo y deslizó sus caderas sobre él.
Poco a poco sus paredes se fueron abriendo, dándole paso mientras que sin querer, soltaba pequeños suspiros. El hombre quiso gruñir pero, en su lugar, siseó; llevando su cabeza hacia atrás un momento—. Estás tan… apretada… —Susurró.

Hinata no sintió dolor, pero la sensación era tan extraña como si fuera su primera vez. Las manos del pelinegro se posaron en su cadera y poco a poco le ayudó a bajar, hasta que su miembro quedó dentro de ella por completo—. Dios… —Murmuró la chica. Hinata tragó grueso y apoyó sus manos sobre el abdomen de él.
El chico le indicó que moviera sus caderas y así lo hizo, aunque igual se encontraba temerosa por si el dolor aparecía más adelante.
Sasuke la miró desde abajo, apreció como los senos de la chica se movían suavemente, al compás de sus embestidas.

Relamiendo sus labios, deslizó una de sus manos por el abdomen plano de la Hyuuga, un costado de sus costillas hasta pasar por en medio de sus senos; acariciando su cuello y clavículas.
Apreció sus ojos cerrados, el cuerpo de diosa y su dulce rostro contraído por el placer y el miedo—. ¿Sigues creyendo que algo está mal contigo? —Dijo de pronto. Hinata abrió sus ojos, expresando su duda—. ¿Aun crees que no eres atractiva?

La mujer apretó sus labios, quedándose sin qué responder. Sasuke hizo que ella llevara su torso hacia él, recostándola contra su pecho. Sus manos apretujaron su trasero para que continuase con las embestidas. Hinata gimió contra su rostro, entrecerrado sus ojos—. Sasuke-kun… espera…

—¿Recuerdas lo que te dije ayer? —Interrumpió—. Pues eso también aplica ahora… —Hinata volvió a tragar grueso. Él empezó a mover sus caderas contra ella, embistiéndole con más fuerza—. Cada vez que no estés segura de ti misma… te haré muchas cosas pervertidas…

Y sin decir más, Sasuke continuó con sus embestidas. El sudor comenzó a bañarlos a ambos, las embestidas sonaban más y más en la habitación. Él no se pudo contener cuando vio el redondo trasero de la chica rebotando ante cada penetración.

Hinata, excitada, movió sus caderas por igual. Sasuke besó a Hinata en los labios.
La humedad que rodeaba su polla lo ponía tan caliente que de un momento a otro, sostuvo en alto las caderas de la chica y la embistió con más fuerza y rapidez.

Un gruñido ronco escapó de sus labios al llevar su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y apretando sus dientes. Hinata le imitó, pero esta gemía cada vez más. Su centro fue golpeado una, dos, tres, diez veces. Sus manos arañaron el pecho y brazos del Uchiha.

Sasuke se permitió gemir roncamente mientras la embestía cada vez más, los sonidos acuosos y húmedos de sus pieles le estaban derritiendo el cerebro. Por un momento, no quería pensar en nada, no quería parar. Quería seguir penetrándole hasta lo más profundo una y otra vez, escuchando cómo gemía por él.

El orgasmo de Hinata estaba cerca. Casi gritó cuando él le dio una nalgada más. No pudo evitar llevar su cabeza hacia atrás, cerrar los ojos mientras gemía cada vez más alto. Sentía claramente la dureza de su pene en ella y eso le nublaba la mente—. Me voy… a correr… —Dijo sin pensar.

Sasuke la contempló, sonriendo de lado por unos segundos. Su mano fue hacia los cabellos de la chica, atrapándolo en un moño—. Córrete, Hinata… hazlo por mí… —Sus embestidas aumentaron un poco más, pero esta vez, haciéndolas más largas y certeras para golpear en su punto débil. Hinata no pudo contener su voz, los quejidos minaron la habitación, la cama rechinaba y se golpeaba contra la pared.

Sasuke sintió que su miembro fue apretado entre las paredes de la chica, cosa que lo estaba volviendo loco. La penetró una, dos, tres veces hasta que su semen le llenó por completo.
Sintió que el cuerpo de la chica se estremeció. Su vagina le apretó y se corrió, gritando aunque él, atrapó sus labios para devorarlos con gusto. Sus manos repartieron caricias por la espalda de ella, soltando sus cabellos para mimar a su vez su trasero adolorido y rojo.

Él giró sobre la cama, dejándola debajo de su cuerpo y, dejando su boca de lado, sin querer detenerse, Sasuke Uchiha fue descendiendo por los pechos de la chica.
Pasó por el abdomen y, cuando estuvo a la altura de su monte de Venus, miró intensamente a Hinata.

Sus ojos blancos se abrieron en cuestión de segundos y, sensible por el reciente orgasmo, gimió larga y placenteramente cuando la lengua de Sasuke mimó su intimidad y clítoris.

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oOoOoOo

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Por alguna razón, Ino Yamanaka pensó que irse de fiesta con Naruto, sola, hasta el amanecer, sería una grandísima idea.
Lo curioso es que ahora que había abierto los ojos, la luz del sol que se colaba en la ventana de su sala, le estaba rostizando en cráneo cómo si fuese lava.

Ella miró el reloj de la pared, fijándose que ya eran las 10 a.m. ¿Cuánto tiempo estuvo dormida? Pensó.

Con la mente un tanto perdida, la chica llevó una de sus manos hacia sus rubios cabellos para frotarse la cabeza. Quejándose en voz alta, se arrodilló sobre el sofá en la que estaba recostada y colocó su mano adelante, como punto de apoyo.

Por debajo de ella, se oyó un leve quejido de dolor. Su cuerpo se tensó enseguida.
Bajó con miedo su mirar y sus ojos se abrieron al ver que estaba sentada ahorcadas sobre Naruto. Y lo que su mano tocaba, era específicamente su pecho desnudo.

Sin poder evitarlo, soltó un grito al asustarse, despertando al rubio. Naruto Uzumaki abrió los ojos, moviendo la cabeza de lado a lado mientras gritaba también.
Aunque, ambos rubios se arrepintieron de haber hecho eso ya que sus cabezas comenzaron a cimbrar como si tuvieran migraña. Y todo por la resaca de la noche anterior; viernes—. ¡Ah, Ino-chan! No grites así…

Ino cubrió su pecho con una almohada ya que apenas tenía puesto un sostén y su falda. Miró cómo él se frotaba su cabeza de nuevo y se recostaba en el sillón—. ¡¿Y cómo no quieres que grite si estás semi desnudo en mi casa?!

Con los ojos cerrados, Naruto soltó una carcajada tranquila, rascándose el pecho por unos segundos—. Ahh… pero no pasó nada anoche. Así que no hay de qué preocuparse. —Su mano se deslizó sobre la pierna de la chica, mirándola a los ojos azules claros—. Aunque… admito que siempre quise verte así…

Los ojos de la chica se ampliaron al notar el tinte lujurioso en los contrarios. El sonrojo se apoderó de su rostro y un nuevo grito salió de su garganta, golpeando al chico con la almohada que cubría su pecho—. ¡Lárgate, lárgate de aquí, pervertido!

Naruto metió las manos mientras reía divertido. De un movimiento rápido hizo que la chica quedara debajo de él en el sofá, recostándola mientras apoyaba sus manos a la altura de su cara femenina—. Mejor invítame a desayunar-datebayo… —El tinte pícaro que escapó de la voz masculina, hizo que la piel de la muchacha se le erizara.

Ino negó repetidas veces mientras que lo empujaba por los hombros. Sin poner mucha resistencia, Naruto se dejó caer para hacerse a un lado. Mirando con una sonrisa boba cómo la chica caminaba hacia la entrada de su casa—. ¡No, vete de aquí! —Ino abrió la puerta y señaló la salida.

Naruto volvió a reír, ignorando el dolor de la resaca y con calma buscó su camisa y pertenencias para irse a su hogar—. Está bien, tranquilízate. —Dijo divertido, mirando el tinte rojo en las mejillas de la Yamanaka.
Ella vio cómo él se iba de su casa y, cuando estuvo dispuesta a cerrarle la puerta en la cara, el Uzumaki metió su pie y lo evitó—. Oye, recuerda que acordamos ir a casa de Hinata. Así que vendré por ti y-…

Ino le interrumpió y negó, abriendo la puerta un poco para verle mejor—. Ah, no. Te veré en su casa en una hora. Así que mejor ya-… —Y de repente, un beso robado de sus labios detuvo sus vocablos, dejándola sin habla y con los ojos muy abiertos.

—¡Está bien, te veré ahí-datebayo! —Dijo en forma de despedida, arrancando a correr antes de que la mujer saliera de su shock y quisiera alcanzarlo para matarlo.

Ino parpadeó un par de veces y frunció el ceño—. ¡¿Cómo te atreves, pervertido?! —Sus puños se apretaron y, sonrojada mientras hacía su rabieta, gritó a todo pulmón—. ¡Naruto baka!

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oOoOoOo

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Ninguno de los dos supo cuánto tiempo llevaban así, desnudos, follando lentamente mientras Sasuke oía cómo Hinata ronroneaba cuando la embestía de forma suave y ella, escuchando cómo el gemía por lo bajo cada vez que entraba en su interior.

A petición de Sasuke, Hinata tenía la cabeza pegada al colchón mientras que su trasero estaba en lo alto. Él apretó sus caderas mientras movía las propias, contemplando cómo su verga hinchada entraba en su vagina una y otra vez. Lentamente, mientras que gotas de sudor corrían en su cuerpo hasta caer en las sábanas de la Hyuuga.

La mujer puso fuerza en sus codos y brazos y como pudo, alzó su torso hasta apoyar sus manos en la cama. Su cabeza cayó por un momento, cerrando los ojos ante la sensación placentera de tener sexo de nuevo. Eso era algo que Hinata la tenía fascinada y con sus dudas despejadas por el momento.
Sasuke dejó una palmada sonora en su trasero, pintándolo de rojo y haciendo que ella se quejara.

Una sonrisa salió de sus labios. Acercó su pecho hacia la espalda ajena y despejó la oreja femenina de los cabellos, acercando sus labios para morder su cartílago—. Eres tan deliciosa… —Murmuró excitado, penetrándola larga y profundamente. Llevó su mano izquierda contra su vientre y la apretujó para que sintiera mejor su pene en su punto 'G'—. Podría follarte todo el día.

—Sasuke-kun… —Hinata suspiró, relamió sus labios y volvió a gemir al sentirlo tan adentro.

El timbre de la casa sonó de pronto. Él se detuvo y el nerviosismo de Hinata le llegó de lleno, asustándola—. ¿Esperas a alguien? —Preguntó. Vio que la chica negó.
Sasuke chasqueó molesto su lengua y volvió a susurrar—. Entonces, contén la respiración y no grites. —Ordenó de pronto.

Hinata le miró de reojo, desconcertada, dispuesta a rebatir a que se detuviera pero, cuando su boca fue cubierta con la palma de él, sus gemidos ahogados no se hicieron esperar.
El Uchiha comenzó a embestirla con fuerza. Una y otra vez, rudamente mientras que sus dientes mordían el inferior.

El timbre volvió a resonar, a su vez que unos golpes en la puerta le acompañaban—. ¡Hinata-chan! —La voz de Naruto hizo fruncir el ceño de Sasuke, pero aun así, no se detuvo en sus penetraciones—. ¡Soy yo, Naruto! ¡Abre, iremos al cine con Ino-chan!

Hinata cerró los ojos con fuerza cuando el orgasmo le golpeó de forma abrazadora el vientre, Sasuke gimió pesadamente contra su cien, corriéndose dentro de ella de nuevo.
Él dejó de contener la respiración y habló—. ¿Qué rayos quiere ese Usurantokachi aquí? —Dijo con voz ronca y acompasada, soltando lentamente a la chica mientras intentaban recuperar el aliento.

Ella ronroneó al sentir que salía de ella, sintiéndose extraña al no estar tan llena como momentos atrás—. No… no lo sé… —Negó.

Los golpes en la puerta volvieron a hacerse presentes. Sasuke chasqueó la lengua al notar que el rubio no desistiría de dejar de tocar la puerta hasta que la ojiperla saliera a abrirle—. Vístete, ponte un vestido o algo. —Dijo rápidamente mientras se colocaba sus boxers, después, los pantalones y camisa de forma rápida.

Por otro lado, la chica le obedeció, buscó ropa en su armario y se encaminó a su baño. Sasuke peinó un poco sus cabellos con la mano, secó el sudor con el dorso de su mano y decidido a callar a Uzumaki, se encaminó hacia la puerta del departamento.

—¡Hi-na-ta-chan! —Exclamó Naruto mientras continuaba golpeando la puerta, ya fastidiado de estar esperando por varios minutos.
La puerta se abrió. Sus ojos azules apreciaron los pies masculinos y pálidos del Uchiha, cosa que le hizo subir su mirada hacia él.

Sus ojos se abrieron ampliamente, sorprendido y confundido. Sin poder evitarlo, volteó de lado a lado para cerciorarse de no haberse equivocado de edificio, después, comprobó el número de departamento de la chica—. ¿Qué haces aquí? —La grave voz del moreno le llamó la atención.

Naruto frunció el ceño al notar que no estaba equivocado—. ¡¿Qué haces tú aquí?! ¡Es la casa de Hinata-chan!

Sasuke frunció el ceño y se cruzó de brazos, mirándolo con fijeza—. Yo pregunté primero. —Rebatió. No estaba dispuesto a dar explicaciones.

Naruto frunció el ceño—. ¡Contéstame, Teme! ¡¿Qué haces en casa de Hinata?! ¡¿Le hiciste algo?! —Cuestionó molesto. Sin pedir permiso alguno, empujó al moreno y se adentró al hogar de la ojiperla—. ¡Hinata! ¡¿Estás aquí?! ¡¿Estás bien?!

Al no obtener respuesta, estuvo dispuesto a caminar hasta las habitaciones del lugar, pero fue detenido por el Uchiha—. ¡¿Qué no tienes modales?! ¡No entres así a la casa de una chica!

El rubio le miró con cara de pocos amigos—. ¡Tú no me hables de modales! ¡Tú siempre dañas a los demás! —Sin poder evitarlo, tomó al moreno con fuerza desde la camisa, aproximando sus rostros—. ¡Sí le hiciste algo a Hinata te-…!

Pero sus vocablos se vieron interrumpidos por el Uchiha, quien apartó las manos bronceadas de su ropa—. ¡¿Qué me vas hacer?! ¡¿Vas a golpearme cómo antes, como cuando salía con Ino?!

Y ante la mención de su amada rubia, Naruto se enfureció. El pasado de Ino con Sasuke era algo delicado y, aunque ella no lo sabía, él estaba bien enterado de su trágico aborto—. ¡No te atrevas a mencionarla! ¡Su nombre no puede salir jamás de tu sucia boca, Uchiha! —Gritó a todo pulmón, dispuesto a golpearlo a la cara.

—¡Naruto!

—¡Sasuke-kun!

El puño de Naruto se dirigió al rostro del moreno, pero, se detuvo en último momento cuando Ino lo abrazó.
Sasuke, por igual, dispuesto a golpearlo antes, se detuvo cuando Hinata le tomó de los brazos.
Ambos se miraron con enojo, odio y rencor almacenado por años anteriores.

—¿Qué rayos les pasa? ¿Creen que es la calle para que se peleen como un par de salvajes? —Regañó Ino, mirando a Naruto. Aunque, cuando vio al Uchiha, su rostro empalideció.
Cuando llegó al edificio no esperó encontrárselo ahí, ni en sus más remotas pesadillas—. ¿Qué haces aquí…? —Susurró.

Hinata, sintiendo miedo por cualquier cosa que pudiese ocurrir, se colocó frente al chico de pelo negro, rodeando su torso con sus brazos para que ni sus amigos avanzaran hacia él o el mismo Uchiha se acercara a ellos—. Él se quedó a dormir.

—¡¿Qué?! —Preguntaron ambos rubios al unísono.

Hinata miró fugazmente al moreno, después, al par de ojos azules que la observaban—. E-Es que… anoche vino a estudiar fra-francés. Y después… prá-prácticamos sobre nuestro pro-proyecto… —Sin pensar, con los nervios ganándole el habla, comenzó a jugar con sus dedos mientras su mirada estaba gacha—. Y… como ya era tarde, le… le pedí que se quedara a dor-dormir en la sala…

Ante la excusa o mentira que dijo la chica, Sasuke le brindó apoyo silencioso cuando tocó su hombro derecho. Miró al par de rubios frente a ellos con seriedad—. Ella tiene razón. Así que dejen de gritar, par de idiotas. —Y sin poder evitarlo, Sasuke rodó los ojos antes de desviar la mirada.

Naruto e Ino miraron a los morenos frente a ellos, no queriendo creerles pero, tampoco sabiendo si eso era verdad. Después de todo, el día anterior, la mayoría de la población estudiantil los vio juntos cuando se salieron de la universidad. ¿Y si hablaron sobre eso y se les fue la noche?

Ino suspiró y soltó a Naruto, sintiéndole más tranquilo—. Es-Está bien… —Colocó sus manos en sus caderas y miró seriamente a Hinata, evitando a toda costa al Uchiha—. ¿Quieres ir al cine con nosotros? —La peliazul miró a su amiga y esta, le sonrió—. Anoche te escuché tan triste que la verdad, no quisimos dejarte sola hoy.

Los labios de la Hyuuga se abrieron, sin poder evitarlo miró al Uchiha y después a su amiga—. La verdad… no lo sé… Uchiha-kun-…

—Ve. Yo ya me largo. —Dijo Sasuke enojado. No quería escuchar cómo la Hyuuga prefería irse con sus amigos antes que quedarse con él y continuar con lo que estaban haciendo antes.
Porque sí. Él ahora quería más de ella.

—Pues que venga el Teme con nosotros. —Dijo Naruto de forma seria. Ino le miró como si le hubieran salido dos cabezas más y Hinata guardó silencio—. Digo, no hay que hacerle el "feo" al amigo nuevo de Hinata, ¿no crees, Ino-chan?

Sasuke rió con sorna.
Ino frunció el ceño por un momento, susurrándole al Uzumaki: "¿Y por qué me preguntas a mí?". La chica rubia rodó los ojos por un momento, para después, voltear a ver a Hinata, quien miraba preocupada al Uchiha que se ponía los zapatos en el Genkan de su casa; dispuesto a irse—. Si quieres, dile que… venga…

La peliazul miró sorprendida a su amiga, claramente notó lo incómoda que estaba por la presencia del azabache, pero, al ver que ella le sonrió después de decirle aquello; le aseguró que todo estaría bien.

Con una sonrisa en sus labios, Hinata caminó hacia Sasuke y, cuando estuvo frente a él, en voz baja comenzó a murmurarle; intentando convencerle de que fuera con ellos.

Ino suspiró incómoda. Inconscientemente llevó su mano hacia su nuca y comenzó a rascar su cabello, como si estuviera a punto de tener un ataque de ansiedad. Naruto, al notar esto, se acercó a ella y le abrazó por los hombros, susurrándole mientras le veía a los ojos—. Tranquila. Nada malo pasará. —Su mano frotó el hombro desnudo de la Yamanaka, infundiéndole fuerza—. Aquí estoy para defenderlas de quién sea.

Al oír las palabras del Uzumaki, Ino se enterneció, con una sonrisa, sintió—. Gracias, Naruto… —El rubio sonrió ampliamente y, queriendo robarle un beso, acercó sus labios a los de ella. Ino se alejó de forma rápida y por instinto, le cacheteó—. ¡Qué atrevido eres!

Naruto cubrió su rostro mientras que unas lagrimitas se escapaban de sus ojos, lloriqueando en el suelo—. ¡Ino-chan, tienes la mano muy pesada!

—¡Eso no se le dice a una dama! —Gritó enojada y sonrojada, dispuesto a golpearlo de nuevo, pero, la voz de Hinata, le detuvo.

—Sasuke-kun dice que sí irá. —Dijo sonriente la Hyuuga, ayudando a que Naruto se pusiera de pie.
Ino sonrió hacia su amiga, mirando de reojo que Sasuke les esperaba en el marco de la puerta.

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oOoOoOo

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Como condición a que fuera con ellos, Sasuke le pidió a la Hyuuga que fuera con él en su auto mientras que Naruto e Ino vayan en el vehículo del Uzumaki.
Ahora, con un poco de mal humor, conducía en silencio mientras que a su lado, la peliazul se encontraba nerviosa.

Debido al ajetreo anterior en su casa, ni siquiera se había dado cuenta cómo iba vestida la chica.
De haberlo hecho, le hubiera pedido que se pusiera algo más… largo. Pensó con una punzada de celos. Incomprensible para él, pero bastante justificado.
Así cómo estaba sentada, de reojo podía apreciar bien sus deliciosas piernas con aquel vestido blanco de tela bordada. Los tirantes y el pequeño escote le daban un punto a favor a su inocencia pero, aun así, el largo…

Sin pensar, apretó sus manos. Hinata, al notarlo, le miró de reojo mientras mordía el labio inferior.
Pese a todo, ella se encontraba sumamente avergonzada por haberse acostado con Sasuke. Pensándolo con la cabeza fría, realmente no puso tanta resistencia. Así que, creía fielmente que sus ganas de costarse con él eran muchas.

Porque… a Hinata no le gustaba Sasuke… ¿o sí?
Sólo era deseo, ¿verdad?

Ella mordió su labio inferior, apretando sus manos contra el ruedo del vestido por estar tan confundida ahora. Sincerándose, ya no sabía ni qué pensar. Pero lo hizo. Y le gustó.

—Si sigues mordiendo tu labio, no responderé a mis actos. —Dijo él, de pronto.

Hinata apretó sus labios, bajando su mirara, sonrojándose—. No… no es mi intención…

Sasuke sonrió de lado. Giró el volante del auto hasta adentrarse al parking del centro comercial para buscar estacionamiento—. Aun así, sigues tentándome. —Dijo sin más.
En cuestión de segundos, aparcó en un cajón del parking, deteniendo el auto—. Estás pensando en lo que pasó.

Al escuchar su afirmación, la chica asintió despacio. Sasuke, tomó a la mujer del mentón e hizo que le mirase—. Es que… no pensé…

—Ya pasó, no lo pienses más… —Murmuró cerca de sus labios. Él besó su boca suavemente antes de mirarle—. Y viendo el lado bueno, no usaste tu feo abrigo para salir. Es un avance.

Sorprendida, la chica cayó en cuenta de que él tenía razón. Quizás por todo lo que pasó con Naruto y Sasuke en su casa, ni se le cruzó la idea de ponerse su grueso abrigo, pero igual, ahora no se sentía tan… desprotegida.

No añadiendo más, se quitó de encima el cinturón de seguridad mientras Sasuke apagaba el motor del auto y le imitaba para salir.
Mientras la chica se giraba para cerrar la puerta del vehículo, los tacones de su amiga Ino le hizo sacar una sonrisa—. ¡Vamos, Hime-chan! —Dijo la Yamanaka mientras que atrás de ella le seguía Naruto—. Si se nos hace tarde, veremos la película de terror que está disponible.

—¡No, la de terror no! —Lloriqueó de pronto el ojiazul, abrazando con fuerza a la chica—. ¡Esas no, son muy feas!

Sasuke se posó a lado de la Hyuuga, mirando burlonamente al chico—. Neko-mimi. —Dijo en voz baja.

Naruto al escucharle, infló su pecho y se acercó a él para iniciar unos buenos golpes—. ¡¿A quién le dijiste Gato miedoso, eh, perra Uchiha?!

Los ojos negros de Sasuke se abrieron de forma amplia, frunciendo el ceño cuando escuchó el vulgar apodo—. ¡¿A quién le dijiste perra, gata llorona?!

Ino, enojada, aporreó el tacón de su zapatilla contra el pavimento y los miró enojada—. ¡Basta! ¡Parecen un par de mocosos que no se saben comportar! —La chica gruñó y sin pensarlo dos veces, tomó la mano del Uzumaki—. ¡Tú, vienes conmigo! ¡Y tú! —Señaló al Uchiha—. ¡Agarra la mano de Hinata! —Sasuke bufó e Hinata obedeció a su amiga, tomando la mano del Uchiha—. ¡No puede ser posible, son un par de tarados! —Exclamó enojada mientras se daba la media vuelta para empezar su camino hacia el cine.

Naruto comenzó a rebatirle a la rubia, alejando que era un niño grande y que no tenían por qué cuidarlo.

Hinata, al escucharle, comenzó a reír por lo bajo mientras que Sasuke sólo rodaba los ojos.

La cara del Uchiha era una clara representación del aburrimiento.
Con su mano derecha, recargó la mejilla de su rostro mientras observaba la película de romance dramático en su desenlace.
Una, en la cual, los protagonistas se susurraban palabras de amor en su lecho de muerte.

A sus oídos llegaban los llantos silenciosos de las personas que habían ido a ver la película ese día. Podía jurar que todos estaban llorando al ver cómo ese protagonista, que bien fue el asesino principal de la trama, le confesaba su amor a aquella chica que era su pareja.

Sin poder evitarlo, un bostezo salió de sus labios.
A su lado, Hinata sorbió su nariz mientras que por décima vez usaba una servilleta que regalaban en el cinema para limpiarse sus lágrimas.
No creyó lo que sus ojos veían. Hinata realmente era una persona sentimental. Casi podía jurar, -y no lo aseguraba porque no podía verla en medio de la oscuridad-, que estaba llorando a moco tendido.

Ino y Naruto no se quedaban atrás.
La rubia, como su naturaleza fuerte, estaba intentando contener los gimoteos de su llanto mientras limpiaba sus lágrimas en silencio.
Mientras que Naruto, lloraba como si de verdad estuviera sufriendo, diciendo una y otra vez: "Él no merecía morir-datebayo".

Sasuke rodó los ojos.
Idiotas.
Pensó.

¡Richard, no me dejes! —Gritó aquella mujer en esa pantalla de cine—. ¡Te amo, no me dejes!

Sasuke volvió a bostezar.
La banda sonora del final comenzó a resonar con una música melancólica mientras que, los créditos empezaban a salir.

Las luces de la sala se encendieron lentamente. Sasuke miró hacia la peliazul, quien se limpiaba su nariz y mejillas.
Al notar sus ojos hinchados por estar llorando toda la película, murmuró un: "Tonta", mientras reprimía una sonrisa tenue.

El cuarteto recogió los cartones de palomitas y los vasos de refresco vacíos para poder irse de ahí. La gente comenzó a acumularse lentamente en la salida, así que, ellos tuvieron que caminar lenta y pacientemente para poder salir.

La chica de ojos blancos, tiró su baso en el cesto de la basura de la entrada, notando que a su espalda estaba el pelinegro.
—Me duelen mis ojos. —Dijo la peliazul con una pequeña sonrisa mientras se los frotaba.

—Estuviste llorando toda la película. —Explicó con calma el chico, mirándole un tanto divertido. Aunque, su pequeña sonrisa se esfumó cuando un par de dedos tocaron su hombro; llamaron su atención.

—¡Hola, dice mi amiga Harumi que si quieres pasar la noche con ella! ¡Eres demasiado lindo! —Cuestionó una chica de pelo castaño y ojos verdes mientras señalaba a otra castaña de ojos avellanas a sus espaldas; la cual, estaba sonrojada mientras veía al Uchiha.

Con la expresión seria y fría, Sasuke se agachó a su altura—. Por qué no le dices a tu amiga que se busque un gigoló para que se la folle como la puta que es, ¿quieres? —Finalizó con una sonrisa fingida.
Él, irguió su espalda y miró cómo la chica se alejaba asustada de él.

—Qué cruel eres. —Dijo Ino mientras le miraba con los ojos abiertos.

—Teme, ¿siempre tienes que ser tan grosero con las chicas? —Dijo seriamente el Uzumaki.

—¿Y por qué no? —Dijo irónico el pelinegro, encogiéndose de hombros y tomando la mano de la morocha que le observaba anonadada.

Ambos rubios negaron lentamente su cabeza, pensando internamente que Sasuke Uchiha no tenía remedio.
Naruto extendió su brazo con una sonrisa para que Ino lo tomara. Ésta, aceptó de buena gana y caminaron hacia la salida del cinema: La cafetería del centro comercial.

A unos pasos más adelante, Hinata le murmuró al chico, notando el ceño fruncido de su frente—. ¿Estás de mal humor porque no hemos comido nada? —Sasuke apretó el puente de su nariz y asintió—. Perdón… creo que era mejor que no vinieras con nosotros.

—Sólo vayamos a comer y ya. Se me pasará. —Aseguró.

La chica, al escucharle, asintió con una leve sonrisa y giró su cabeza hasta lograr ver a sus amigos—. ¿Qué se les antoja comer? —Preguntó alegre la chica. Los rubios y el Uchiha contemplaron el amplio lugar. Había un sinfín de puestos de comida que podían elegir.

El estómago del cuarteto rugió con fuerza. El de los rubios por no alcanzar a desayunar debido a la resaca y los morenos, por no haber podido hacerlo en la mañana.
Y eso les puso incómodos o avergonzados.

—Vayamos a comer paellas… —Dijo la rubia, sosteniendo su estómago hambriento mientras señalaba un restaurante español—. Son deliciosas, llenan y es comida.

—¡Pero, mi ramen! —Objetó Naruto. Ino rodó los ojos y en silencio lo jaló para que no empezaran una nueva discusión ahí.

Los morenos les siguieron en silencio por unos segundos hasta que estuvieron en frente del puesto español.
Cada uno miró el menú en grande y pidió diferente guisos de acuerdo a sus gustos: Naruto e Ino pidieron paella de mariscos, Sasuke un "bacalao a la española", e Hinata, una paella de pollo; alegando su disgusto a los mariscos.

Mientras esperaban que sus órdenes salieran listas, los cuatro chicos tomaron asiento; uno frente al otro en una pequeña mesa.
Ino sacó su espejo de bolsillo para revisar su imagen, sobre todo por sus ojos al estar llorando durante la película—. Me siento tan extraña ahora que estamos los cuatro juntos. —Dijo de pronto, llamando la atención—. Siento que es una cita doble. —Dijo con una sonrisa, encogiéndose de hombros—. Aunque no me hace gracia que Hime esté contigo.

Una ceja negra se arqueó, mirando desafiante a la chica rubia—. ¿Algún problema, Yamanaka?

Ino cerró sonoramente su espejo doble y sonrió, negando con su cabeza—. Digamos que no me agradas para Hinata.

Sasuke rió con sorna, cruzándose de brazos—. ¿Y ella necesita tu aprobación para salir conmigo?

Ante esa pregunta, Ino frunció el ceño—. ¡Por supuesto! ¡Soy su mejor amiga y-…!

—Ino-chan… —Dijo Hinata, tomándole del brazo para que se tranquilizara—. Por favor… ya no peleen.

La chica de ojos azules se enterneció con la mirada que le lanzaba su amiga. Apretó sus manos y respiró hondo, sentándose mejor en su asiento—. ¡Ay, si me miras con esos ojos de borreguito, mi corazón de pollito se derrite! —Dijo la chica. Y, sin poder evitarlo, la abrazó, restregando su mejilla cariñosamente contra la ajena; haciendo que Hinata riera mientras que Sasuke, se tensaba. Celoso.

—Bueno, déjala ya. ¿No? —Dijo molesto, separando a las dos chicas para que Ino no tocara de esa forma a la morena.

La Yamanaka le observó sorprendida, al igual que Naruto. Miró a ambos morenos y después, no pudo evitar acercarse impulsivamente sobre la mesa para preguntar—. Sasuke, ¿estás celoso?

Los puños del moreno se apretaron bajo el inmueble, su ceño se frunció más—. No.

Ino y Naruto se miraron fugazmente. Después, con la maldad y travesura que siempre tenían en su ser, ambos rieron mentalmente—. ¡Oh, mira! ¡Hola, Itachi-san! —Dijo la chica efusivamente, alzando su brazo al saludar al aire.

Tanto el Uchiha como la Hyuuga giraron su cabeza hacia la dirección que la rubia miraba para observar si el mayor, estaba ahí.
Naruto tomó a la ojiazul del brazo y le susurró—. ¡Ino, es él!

En los labios de la chica se formó una 'O', mientras que observaba atenta la reacción de ambos morenos.
Hinata sonrió y saludó tímidamente al Uchiha mayor mientras que, el menor, la observaba claramente enojado y celoso—. Vaya, ¿quién lo diría? Itachi está por aquí. —Dijo en un tono pícaro mientras picaba la mejilla de la ojiperla. Esta, se sonrojó al sentirse descubierta por todos.
Su mirada se agachó a su regazo mientras sonreía y jugaba con sus dedos.

Sasuke soltó un sonoro rugido y sin decir palabra alguna, se levantó de un impulso para irse.
Ya había soportado mucho de esa mierda.

Hinata, al ver que partía, tomó su bolso y comenzó a seguirle sin pensar, preocupada al no saber qué le ocurría.
En la mesa, ambos rubios se quedaron anonadados mientras los veían irse.

¿Qué estará pasando entre esos dos?

╰✵●๋⌇Fin capítulo 08.

Notas de autora:

Holi. *corazón* c:
Siento que hacer esta conti fue… eterno :c Pensé que nunca terminaría XD Pasó de todo, lo sé. Pero creo que era necesario. Además, ya quería ver a mis rubios favoritos en acción *^*

Como pudieron darse cuenta, los sentimientos de Sasuke avanzan a pasos agigantados :v Mientras que Hinata es un misterio xD
En cuanto a Ino y Naruto, no. No son novios aún. Ino no quiere nada con él, así que Narutito tendrá que hacer su luchita :33

Lamento que Itachi no haya salido en el capi. En el próximo quizás saldrá y sea más activo. C: Lo mismo va para Gaara xD

Si tienen dudas sobre este capi, no tengan penan y pregunten :33 Intentaré responder en MP o en el siguiente capi. Perdonen la demora, pero fue mi graduación y después, mis ánimos no son los mejores para escribir :c Lo siento *corazón roto*.

Muchas gracias por sus reviews a:
Ero-chama, Melania Uzumaki Uchiha, LaCrazyWriter, fran . sanchez, Guest1, Mikashimota Z, Sara Dragonil, Ana Paty, Hime – 23, Nana, Guest2, miirellinu, wendyl0327, dagorfly, alicereptar, Daila Maye, XukiUchiha, FerCosmicv y Sayuri Koitsumi.

Aclarando dudas del capi anterior:

¡PERDÓN POR LA TROLLEADA DEL LEMON! XDD Me refiero al capi anterior. Muchas me lo reclamaron pero sentí que era necesario. Este capi se los recompensé. Así que espero que les haya gustado :33 También, gracias por las que comentaron que les gustan mis lemons *corazón* Créanme que mi mente cochina, descendiente de Jiraiya-sama, tiene más para dar 7v7r.

¿Cuáles son todas las cosas que Itachi hace y Sasuke sabe?: Eso se dirá más adelante, pero no sé cómo lo tomarán :s Siento que me odiarán xD

¿Itachi se enamorará de Hinata?: Honestamente, no lo sé :v No tengo cien por ciento definida la pareja de Hinata. La situación que se desenvolverá con Sasuke, Gaara e Itachi es tan… turbio, que no sé con quién se quedará al final.
Obviamente a Sasuke tengo pensando un futuro alterno (por si no se queda con Hinata) y a Gaara e Itachi unas "parejas" por si no se quedan con ella. Así que, todo puede pasar en este fic. xD

El consejo de Suigetsu: Como dije, se dirá más adelante, pero creo que ya varias saben por dónde va XD

Y creo que eso es todo, espero que todo les haya quedado claro hasta ahora :33 ¡Nos leemos en el siguiente capi! Besos. *corazón*.

Aika Yami.