*Quisiera pero yo no escribí Orgullo y Prejuicio, Jane Austen si*

Capítulo 43

Londres

Julio 1810

Casa Metcalf

Por un momento Fitzwilliam pensó que todo se iría por la borda unos segundos más y el escándalo de la separación entre ambas familias hubiera sido inevitable, no que eso afectaría a sus primos, si de algo se aseguraría su padre seria de que ellos fueran los menos afectados, aún así era un riesgo que èl no quería correr, desde el momento de la aparición de Malcom en Hertfordshire la protección del patrimonio de ambas familias se había confirmado como el principal objetivo, después de todo sería injusto que por la protección de Pemberley se hiciera sufrir a las familias que dependían del Conde, ese sería un crimen inexcusable de su parte, y pensar que por un momento no le había importado, él quiera llevarlos a la ruina, afortunadamente tenía a Beth de su parte haciéndole ver que su resentimiento no era con esas familias sino con aquellos que querían hacerle daño a su padre.

Su adorada Beth, si bien los compromisos sociales no era su parte favorita, tenía que admitir que entrar por fin en un salón con ella de su brazo había mejorado experiencia mil veces, sabía que no tenían mucho tiempo de casados pero sabía que si su padre había sentido lo mismo cuando su madre vivía entendía por fin su estado mental después de perderla, entendía que si algo fuera a pasarle el no querría seguir sin ella, si bien su relación con su padre había mejorado desde su regreso a Inglaterra, era hasta empezar su vida con su esposa que podía ponerse en los zapatos de su padre y entender lo que era contar con un persona que te entendiera, que te hiciera ser el mejor tú posible, y tan solo pensar en que algo le pasara a ella, perderla después de todo lo que ellos había pasado juntos, pensar en lo que aún tienen por vivir juntos, perderla a ella o a su padre sería lo peor que podría pasarle, pero por ahora no pensaría en ello, este era el momento de dejar ver su amor por ella, de demostrarle a todas las madres casamenteras por qué su hijas no habían llamado su atención, su corazón pertenecía a solo una persona, una mujer de brillantes ojos verdes, cabello castaño que brilla a la luz de las velas, tez un poco broceada por la luz del sol, con un alma tan hermosa, inteligente como pocas personas y con una tenacidad inigualable, haciéndose cargo de su familia desde tan joven, siempre pensando en ayudar a los demás, era esa cualidad, su compasión, la que la había traído a la vida de su padre y después a la suya propia, no quería pensar en la clase de persona que seria en este momento sin ella, y sin su padre porque si bien era cierto que él tenía la educación para lograr lo que quisiera ella le ayudaba considerar el efecto que personas como él pueden tener en las demás personas a su alrededor, él sabía que podría ser un buen hombre para su gente, el problema era que no siempre pensaba en como él podía afectar para bien y para mal a la gente no tan directamente relacionad con él, y eso era algo que estaba aprendiendo de ella y de su padre

- ¿Qué te tiene tan pensativo que has olvidado ser atento con tu esposa? ¿Tan poco de casados y ya te has olvidado de mi?

- Sabes que no, si no estoy en tu presencia, estoy pensando en ti, tanto así que a veces aún en tu compañía mis pensamiento de ti me transporta a nuestros lugares preferidos

- ¡Vaya! Pensar que tengo que competir conmigo misma por tu atención

- No seas así, sabes que tú no tienes competencia, Te amo a ti y solo a ti

- Muy bien que afortunado que siempre sabes que decir para hacerme feliz, y que afortunado que soy lo suficiente sensata para aceptar tu explicación, pero pon atención que ya casi es momento de dirigirnos al comedor

- Muy bien, ¿Observaste alguna reacción de mis tíos?

- Corazón mío si tú con tu estatura no pudiste ¿Qué te hace pensar que yo podría ver algo?

- Lo siento, es solo que tu presencia es tal que a veces se me olvida lo pequeña que eres

- ¡Pequeña!

- Vamos no me hagas reír aquí, sabes que eres Mi pequeña

- ¿Como no soy Pequeña para otras cosas Señor Darcy?

- No, por favor no me hagas pensar en eso, que en lugar de llevarte a comedor te llevo al primer cuarto oscuro que encuentre…

- ¡Señor Darcy!

- ¿Si Señora Darcy?

- Eres incorregible

- Tu empezaste

- Claro que no

- Por supuesto que si

- No

- Si

- No

- Si, ¿quieres que te lo demuestre?

- Si, ¡No! Aquí no, dejémoslo para nuestro hogar, por ahora a la batalla

- Como lo diga mi general

Hola

Como siempre antes que otra cosa gracias, gracias a todos ustedes por tener paciencia, por sus comentarios que son los que ayudan a no darse por vencido, como ya sabrán por allá del capítulo once creo, ya no recuerdo bien, comenté que al ser mi primer intento de escribir algo con estos maravillosos personajes sería una historia corta, después por dificultades técnicas perdí lo que ya había escrito de ella y cuando empecé de nuevo mis personajes dijeron , no, queremos un poco más, así que en algún momento tuve inspiración que me hizo pensar que tendría que separarlo en dos partes, y después la vida te demuestra que uno puede planear pero no cumplir, mi niña se enfermó de dengue y al padecer epilepsia tuvimos un tiempo que todo el tiempo libre se dedicaba a citas y estudios médicos para evitar complicaciones y después la laptop de mi marido murió, en fin después de sacar los problemas del camino pasó la falta de inspiración, mi marido armo para nosotros una PC, pero después de tanto tiempo sin escribir fue difícil retomar el ritmo, sé lo que quiero que pase pero es difícil encontrar la forma de escribirlo y no quedarle mal a todos ustedes que me han apoyado a lo largo del trayecto, espero que este capítulo sea de su satisfacción, justamente el comentario más reciente pedía un poco más de E&D, así que aquí está, nuevamente gracias a todos, sus comentarios son siempre agradecidos y bien recibidos

Hasta pronto

Airam