Disclaimer:
La serie Naruto (tanto manga como anime) son propiedad de Masashi Kishimoto. Las letras y citas incluidas en el texto son propiedad de sus respectivos autores.
Spring Rain and Winter Stormspertenece a SilverShine, yo sólo me ocupo de la traducción.
Advertencias:
Clasificación: T
Historia #13
Cumpleaños
Kakashi se despertó por la dura luz del sol, aunque fue el cuerpo moviéndose a un lado de él lo que realmente le hizo estar consciente y alejarse de uno de los sueños más profundos que hubiese tenido. La desorientación le golpeó de nuevo con rapidez y fuerza. Su cabeza martilleaba, su nariz ardía y la habitación apestaba a alcohol como para hacer que su estómago se revolviera de manera amenazante.
¿Cómo demonios había terminado en esta situación en la que sentía que tenía una resaca de los mil infiernos con un toque de gripe? Su mente fue a ciegas entre los recuerdos del día anterior… por esa horrible fiesta de cumpleaños de la que había tratado de escapar, luego el bar en el que se había plantado. Al menos una cosa recordaba (aunque preferiría no hacerlo) y era que ayer había cumplido treinta y cuatro. Todo lo demás era una mezcla que lo confundía, como un extraño sueño que segundo a segundo se volvía más difícil de recordar.
¿Así que, cómo era que Sakura terminaba en él? Estaba seguro de que ella había estado con él en el bar, regañándole por ser un bastardo antisocial o diciendo algo sobre levantamiento de pesas con tejones.
Madre de dios, ¿Cuánto había bebido anoche?
Mientras Kakashi se sujetaba la adolorida cabeza, el cuerpo a un lado suyo se movió con un durmiente suspiro –suave y femenino- y comenzó a despertar su compañera de cama. De pronto Kakashi se sintió demasiado atemorizado de mirar. Tenía que ser un error ¿Él no había… cierto? ¿Quizás Sakura había terminado de regreso en su casa y él había terminado regresando a la de él con otra mujer en la noche?
Pero un vistazo de alborotado cabello rosado mientras la chica se levantó y Kakashi supo que la había cagado monumentalmente esta ocasión. Ella se estiró y bostezó, su hombro crujiendo de manera impresionante, y entonces su talón le golpeó la pierna y se detuvo. Girándose lentamente, ella puso sus adormilados ojos en él. —Um… buenos días... —Dijo con la voz ronca. —¿Qué estás haciendo en mi cama?
—Ésta es mi cama. —Apuntó. —Estás en mi departamento.
Ella echó un vistazo a la habitación, confundida, y de pronto recordó donde estaba y qué estaba haciendo ahí. —Oh, cierto. —Murmuró. —Dios, que vergüenza.
Se levantó, con la manta rodeándole el pecho y él se dio cuenta de que ella estaba tan desnuda como él y eso golpeó a Kakashi justo en el estómago. —¿Sakura… nosotros…?
—Um…—Dijo de nuevo, rascándose la mano. —¿No recuerdas?
—¿Qué demonios sucedió? —Susurró.
—¿Estás seguro de que quieres saber? —Preguntó de regreso—Dijiste que querías olvidar por completo lo que pasó.
—Sólo dime.
—Bueno, pero sólo porque tú me lo estás pidiendo…
Lo que había en realidad pasado
Cuando Sakura encontró a Kakashi en el bar, él ya estaba muy borracho. Tan borracho que cuando ella caminó hacia su lugar, sintió las ganas de golpearle en el hombro (algo que hizo) y él terminó deslizándose de su asiento.
—Oh. Hola, Sakura. —Dijo con un distintivo acento borracho. —Su ojo estaba dilatado, su cuello estaba alzado y la corona de papel que estaba remplazando su hitai-ate estaba deslizada en un ángulo raro. Él parecía muy ligeramente arrepentido, pero quizás se debía sólo a que había sido atrapado, porque también parecía haber un poco de enojo en su mirada.
—¡No puedo creer que te fuiste! —Chilló con fuerza, golpeándole el hombro de nuevo sólo por el placer de hacerlo. —Ni siquiera te quedaste a apagar las velas.
—Gracias, dios. —Balbuceó. —La última cosa que quisiera ver ahora mismo son treinta y cua- ...tantas velas. Y no puedo regresar ahora. Veo doble… así que la siguiente cosa en mi lista de cosas que no quiero ver ahora mismo son sesenta y ocho velas. También dos Sakuras ya es malo.
Sakura plantó ambas manos en su cadera. —Pensé que te gustaban los cumpleaños.
—Los de otras personas. —Él llevó su vaso de alcohol a sus labios, aunque perdió un poco del líquido en el proceso. —Mis cumpleaños… no son buenos.
Sakura estaba perpleja, no sabía qué hacer. —¿Así que simplemente vas a pasar tu cumpleaños solo en un bar? —Preguntó con incredulidad. —¿Por qué no eres un poco sociable y notas que hay personas a las que les importas y desean estar contigo en una fiesta? Lo menos que puedes hacer es molestarte en aparecer.
—Los puedo apreciar suficiente desde este lugar. —Respondió. —Además, si regreso, todos van a descubrir que en mis cumpleaños soy un idiota borracho y nunca volverán a hablarme. Es mejor para mí –y por extensión, para el mundo- si me quedo aquí y comienzo a resignarme ami edad.
—Oh, calláte. No eres tan viejo.
—Lo dice la niña de dieciocho.
—Veinte. —Sakura le corrigió. —Tengo veinte.
—Bien por ti. Ahora, si no te importa, tal vez quieras ir de regreso a la fiesta y decirles a todos que dejen de preocuparse y que estoy momentáneamente indispuesto por asuntos de negocios.
—Les diré que estás en el bar poniéndote borracho. —Sakura dijo sin compasión.
—No, diles que estoy salvando cachorros o algo así de asombroso. —Dijo. —Sé buena. Es mi cumpleaños.
Sakura le vio con un poquito más de pena. —Nadie debería estar solo en su cumpleaños.
—No estoy solo. Hay mucha gente que se asegura de que no me sobrepase.
—No me refiero a eso. —Sakura suspiró y se sentó en el taburete junto a él. —Bueno, si vas a ser tan necio cobre quedarte aquí y no allá, supongo que podría hacerte compañía.
Kakashi le miró con disgusto. —No. Vete. El punto de estar aquí es alejarme de ustedes bastardos alegres.
—No estoy tratando de animarte, sólo quiero hacerte compañía. —Sakura llamó a una de las meceras. —Martini Dulce, por favor. Gracias. Mira, no voy a cantarte nada ni tampoco a obligarte a usar sombreros tontos-
—No toques mi corona.
—Bien, bien. Quédate con la maldita corona. Sólo me voy a sentar aquí, beberé y entonces te acompañaré a casa.
—No necesito que tú-
—No me vas a decir que puedes ver bien más allá de tu nariz.
Kakashi simplemente gruñó y por los siguientes minutos se sentaron en relativo silencio, interrumpido solamente para ordenar otra bebida o por las maldiciones que el shinobi más viejo decía para sí mismo. Sakura estaba en su segundo Martini cuando enterró la cara entre sus manos, y él finalmente decidió hablar. —Cada año que cumples estás más cerca de tu muerte. —Dijo. —¿Sabes eso?
—Y cada día que pasa estás más cerca de tu muerte también. —Rebatió. —No hay sentido alguno en deprimirse.
—Lo estarás cuando seas tan vieja como yo y te des cuenta que la mayoría de tus amigos ya están muertos.
—Oh, por… —Sakura cortó con amargura sus palabras. Tenía que ser uno de esos cumpleaños. —¿Por qué no sólo te alegras y agradeces por seguir vivo?
—Me pondría de buen humor si te quitas la blusa. —Dijo estoicamente.
Y también sería uno de esos borrachos. Sakura le dirigió una mirada incrédula. —¿Realmente te alegraría?
—¿Te vas a quitar la blusa? —Él tampoco le creía.
—Lo haría si te fuera a animar.
—Sí, lo haría, mucho.
—Qué pena que no pueda creerte. —Ella se río y él suspiró con decepción y comenzó a beber alegremente. —Eres un poquito pervertido cuando estás borracho, ¿Sabes?
Él lo pensó, y lo pensó con fuerza. —Siempre soy un pervertido. —Respondió con lentitud. —Sólo que puedo esconderlo mejor.
—¿Así como escondes tu cara? —Preguntó, dejando sus ojos vagar por su perfil con placer. No le había invitado a ver su cara; una sola vez lo había hecho y ella lo había apreciado y seguía haciéndolo. Aunque no era convencionalmente guapo, y quizás a primera vista cualquiera creería que era aburrido, su personalidad aumentaba la belleza de sus facciones. Así que una vez que podías darte cuenta de ello, la belleza típica parecía hueca y aburrida.
—Sí. Escondo todo tipo de cosas. Solo espera a que me quite la faja.
Sakura escupió su bebida y no pudo decidirse entre reírse o toser. Le dio un golpe a Kakashi en el hombro. —No hagas eso. —Le regañó entre risitas y jadeos.
—Lo siento. —Dijo con solemnidad. —Nunca haré otra broma de nuevo.
Pero esto sólo consiguió que ella se riera con más fuerza.
Sakura no tenía idea de cómo habría terminado la fiesta que ambos habían abandonado. Sin duda habrían seguido ahí aunque el chico del cumpleaños no estuviera o tal vez todos se hubieran ido a sus casas, ya que nadie había ido a buscarlos. Kakashi no estaba preocupado por ninguna de las conclusiones de Sakura sobre la fiesta. Ella por su parte se burló de él por su decreciente habilidad para mantenerse derecho hasta que eventualmente él acomodó mal su codo y terminó con la cara aplastada contra la barra. Juzgando por la forma en que Sakura casi se iba de espaldas por reírse con tanta fuerza, comenzó a pensar que estaba posiblemente tan borracha como él.
—Sé algo de magia. —Kakashi "dijo" (porque en realidad sus palabras fueron escurridas y poco entendibles.)
—No, no es cierto. —Sakura –a su vez- deslizó su respuesta.
—Sí, si puedo.
—Prue-pruebalo.
—Apuesto a que puedo girar este vaso sin que se derrame algo. —Dijo.
—¿Qué deberíamos apostar?
—Tienes que pagar por mis bebidas si yo pierdo.
Esto sonaba perfectamente razonable para el cerebro mareado de Sakura. —De acuerdo. Adelante.
Él tomó su vaso (lleno a la mitad) y le puso encima un corcho. Más que predeciblemente, cuando él giró el vaso, la cerveza cayó sobre la barra y sus regazos. Sakura rompió a reír con fuerza, mientras Kakashi comenzó a reflexionar sobre lo que había hecho mal.
—¡Magia! —Sakura gritó—¡Pura magia!
—Ahora tienes que pagar por nuestras bebidas. —Kakashi dijo presumiendo.
—Jaja- ¿Espera- qué? —Sakura resolló. —Me engañaste, bastardo- ¡Paga por tus propias bebidas!
Pero para el momento el bartender ya había tenido suficiente delos dos. Había estado frunciéndoles el ceño por casi toda la noche, especialmente a Sakura quien tenía una risa muy escandalosa, y ahora tendría que limpiar su desastre, lo cuál era su límite. —Están demasiado borrachos y molestando a los clientes. Tengo que pedirles que se vayan. —Dijo con mucho esfuerzo.
Sakura miró con sorpresa y espanto a Kakashi. —Sensei, nos están corriendo.
—Eso parece, Sakura.
—¿Deberíamos rebelarnos?
—No, no. Hay otro bar en la calle.
Sakura terminó pagando de cualquier forma por los dos, pues Kakashi no llevaba consigo ni una sola moneda (y eso que ella se esforzó en buscar entre sus bolsillos.) Se ayudaron el uno al otro a mantenerse de pie mientras salían a la calle; para su decepción, el siguiente bar al que iban tropezando estaba cerrado.
—Wow, debe ser realmente tarde. —Sakura dijo, intentando leer la hora en su reloj hasta que se dio cuenta de que era un simple brazalete.
—¿Podrías dejar dar vueltas? Me estoy mareando. —Kakashi gruñó.
—No estoy dando vueltas. Estás borracho, tonto.
—Oh. —Dijo. —¿Entonces, deberíamos ir a casa antes de que colapsemos?
Decidieron ir al departamento que estuviera más cerca. La mayoría del camino iban cantando una horrible y desafinada versión de Feliz Cumpleaños a través de las calles desiertas hasta que la gente comenzó a asomarse por las ventanas para gritarles que se callaran, que sólo consiguió hacerlos callarse mutuamente en malos susurros y risas muy audibles.
—¡Eres un borracho muy ruidoso! —Sakura le dijo escandalosamente.
Se tropezaron un par de veces, aunque la mayoría de las ocasiones fueron culpa de Kakashi porque él era el más borracho de los dos. Sakura tuvo que jalarlo por las escaleras de su propio departamento por el brazo, lo cual era difícil, porque sus propias piernas se cansaban pronto cada par de pasos. Para cuando llegaron, él terminó en el suelo y ella arrastrándolo, buscando la puerta que correspondía al departamento de Kakashi.
—¿Es esta?
—No.
—¿Y esta?
—Creo que no.
—¿Qué tal esta?
—Mmm… ¿Podría ser?
Y eso fue suficiente para Sakura. Metió las manos de nuevo en los bolsillos de Kakashi, algo que él estaba disfrutando, pero todo lo que consiguió fue provocarle cosquillas. —¿Dónde está la llave? —Se rió.
—La escondí. —Le reveló. —La escondí tan bien, que no creo ser capaz de encontrarla.
—Eres un genio, Hatake Kakashi. —Ella se río.
—Entra por la ventana y abre la puerta.
—Hazlo tú. Es tu culpa.
—La ventana no es muy grande y no caben mis voluptuosas curvas. Pero tú eres un palillo y podrás entrar, estoy seguro.
—Eres tan encantador cuando estás borracho. —Ronroneó, pero comenzó a abrir la ventana.
La gracia de un ninja fue opacada por el alcohol, Sakura descubrió, mientras aterrizaba con torpeza en el suelo del otro lado y comenzó a golpearse con cada silla y cada una de las patas de la mesa de la oscura cocina mientras intentaba encontrar el camino hacia la puerta. Cuando la encontró y quitó el seguro, la abrió con un triunfante —¡Ta-daa!
Pero Kakashi no estaba. Sakura dio un paso fuera del departamento para buscarlo, pero sólo encontró su trasero saliendo de la ventana por la que ella acababa de entrar. Estaba atorado.
—¿Por qué lo hiciste? —Preguntó a su retaguardia.
—Lo hiciste ver muy sencillo. —Suspiró.
—¿Debo empujar o jalar?
—No, no, déjame aquí. Estoy seguro de que en la mañana alguien podrá ayudarme.
—¡No seas tonto! —Gritó con una risa y lo tomó por la cintura para comenzar a jalarlo por la espalda. Resultó que no estaba tan atorado y salió de ahí con facilidad y casi se caía, hasta que Sakura le tomó por el brazo.
—Eres fuerte. —Dijo con admiración. —Fuerte… como un tejón.
Sakura lo dejó pasar primero a su departamento, la puerta no era muy grande como para que los dos pasaran. —¿Los tejones son fuertes? —Preguntó.
—Lo serían si se ejercitaran más. —Admitió. —Bastardos perezosos.
—De acuerdo ¿Dónde está tu dormitorio?
—Por ahí.
Ella abrió la primera puerta que se encontró y resultó ser un clóset, pasó a la segunda y entonces empujó con gentileza a Kakashi sobre su cama individual. Él gruñó porque le dejó bocabajo sobre las mantas arrugadas y susurró contra su almohada que nunca volvería a caminar.
Sakura lo rodó para que quedara acostado sobre su espalda y le despejó la frente para verlo mejor. —¿Tuviste un bonito cumpleaños?
—Sí, estuvo bien, creo. —Dijo con una clara falta de entusiasmo. De hecho, parecía que estaba completamente infeliz. Sakura trató de manipular sus mejillas y obligarle así a sonreír, pero tampoco funcionó.
—¿Un beso de cumpleaños te animaría?
—No.
Ella de cualquier forma lo besó, aunque se retiró con rapidez. —¡Ew! Sabes a cerveza.
—No siento pena alguna. —Dijo, estirándose. —Es una bebida tradicional elaborada por ancianos… y lo suficiente borrachos como para olvidar que también son ancianos. Oye, ¿Qué estás haciendo?
—Te estoy quitando los zapatos. —Le explicó con una sonrisa mientras los sacaba. Sabía que no querría despertar con las sábanas llenas de lodo, así que por lo menos podía hacerle el favor.
—Si no te conociera mejor, pensaría que estabas intentando desvestirme para acostarte conmigo. —Dijo con un ligero tono de sospecha. —Sería como si estuvieras tomando ventaja de un viejo borracho.
—¿Tal vez así sea? —Sakura se burló y riéndose comenzó a quitarle el cinturón. Incluso Kakashi se río mientras patéticamente intentaba evadir sus sorprendentemente ágiles dedos. Él se dio la vuelta, pero Sakura se trepó en la cama para jalar las piernas de su pantalón hasta que ambos estuvieron riéndose, aunque poco a poco la risa murió ya que estaba siendo difícil respirar y de alguna forma, los pantalones de Kakashi estaban enredados a la altura de sus rodillas.
—¿Qué te pareció eso, eh? —Sakura gritó triunfante, dándole a la desnuda retaguardia de Kakashi un sonoro golpe.
—¡Esto es una forma de acoso! —Logró decir entre risas.
Sakura se limpió las lágrimas de los ojos. —Desearías que así fuera. —Resolló. —Es tu propia culpa no usar ropa interior-¡NO!-¡Ni te atrevas a darte la vuelta!
Pero él salvó la castidad de sus ojos con la esquina de una sábana sobre su regazo. —Es tu culpa, tú me desvestiste. —Le recordó. —Si no quieres ver a un hombre desnudo, no le quites los pantalones.
—Tú rogabas por ello. —Se burló. —¡Pero no puedes ir a la cama así! Vamos a quitarte el chaleco.
Él no se molestó ni siquiera en resistirse y sonreía una sonrisa divertida y ligeramente adormilada jugando en sus labios mientras Sakura le sacaba el chaleco; ella lo arrojó al suelo y entonces siguió con el resto de su ropa. Pero aunque no se estuviera resistiendo, tampoco le estaba ayudando mucho y Sakura casi termina riéndose cuando sus intentos por sacarle la ropa por la cabeza fallaron y dejaron su cabeza y brazos colgando por ella.
—Esto se puede considerar como una mejora. —Sakura dijo, localizando su nariz a través de las dos capas de ropa y dándole un apretón. —Me gustas más así.
—Debería vestirme así con más frecuencia. —Su voz respondió, mientras intentaba en vano descubrir qué había sucedido y por qué no podía mover sus brazos.
Sakura dejó correr los dedos encima de sus costillas para su propia diversión, aunque se encontró muy cautivada por la forma humana debajo de ella. Sus músculos eran definidos y provocativos, y él era un perfecto espécimen de masculinidad, así que, por un momento, se quedó sin aliento ¿Por qué hasta ahora se daba cuenta? Tal vez porque era mucho mayor… su físico era mucho más duro que los de los hombres cercanos a su edad, pero aún así seguía siendo atractivo. Tal vez incluso más, eso si no era su borrachera la que estaba hablando.
Ni hablar, no era la borrachera, porque incluso perdido dentro de su propia camiseta, Sakura nunca había visto unos abdominales tan esplendidos, o sentido esa gran e inexplicable atracción a esa línea de aspero cabello que bajaba de su ombligo a su apenas cubierta entrepierna. Bajo la luz de la luna lucía magnificente. Cada musculo y cada ángulo de su cuerpo fue seguido por sus ojos, y Sakura no evitó dejar correr sus manos sobre la amplitud de su pecho para apreciarlo más.
Kakashi detuvo su épica lucha por su libertad. —Oye, Sakura…—Balbuceó con un tono de confusión. —¿Qué estás haciendo?
Ella se alzó de hombros que él no pudo ver. —No lo sé. —Respondió con honestidad. —Sólo estoy haciendo lo que quiero.
Inclinándose, deslizó la lengua sobre uno de sus pezones. Sakura no sabía por qué lo había hecho, era solo que estaba borracha y también él y de alguna forma sentía que tenía que hacerlo. Kakashi dejó salir una risita que sonó como un hipo. —Estás tan borracha. —Se burló.
—Pero tú estás más que yo. —Rebatió, y finalmente lo ayudó a salirse de la camiseta. Él parecía estar un poquito desorientado. Sakura nunca había visto a alguien tan devastadoramente guapo.
Su rostro estaba muy cerca, y parecía que la razón era que Sakura estaba tendida junto a él. Él estaba completamente desnudo salvo por sus pantalones enredados cerca de sus tobillos, pero nada de eso parecía alarmar a Sakura. De hecho, era más que divertido. Pero lo que sería incluso más divertido sería besarlo de nuevo.
Así que lo hizo, presionando sus labios contra los de él de manera persuasiva. Él seguía teniendo un gusto a cerveza, pero podía acostumbrase a eso, si es que él respondía. Ella le acarició el labio con su lengua, mordió su barbilla y suspiró contra su oreja, pero la única señal de que seguía vivo era la mano que tocaba ligeramente su espalda. No lo hacía para alentarla –era más bien como si quisiera que se quitara de encima.
Ella se sentó, decepcionada por su falta de participación, pero se sintió todavía peor al notar que la sonrisa que había hecho florecer en el rostro de Kakashi había desaparecido. —¿Por qué tienes que ser tan serio? —Preguntó, presionando las manos contra sus mejillas como hubiera hecho con un perrito abandonado. —No sé qué hacer para animarte, Kakashi.
—¿Podrías sacarte la blusa? —Sugirió con casualidad.
Sakura se mordió el labio y lo miró penetrante. —De acuerdo… pero no le puedes decir a nadie, o estaré jodida.
Él asintió, y ella tomó con ambas manos los bajos de su blusa verde –una que había elegido especialmente para usarla en su fiesta de cumpleaños- y se la quitó por la cabeza, revelando el ligeramente abultado bra rojo y crema debajo de ésta. Ella no había accedido a quitarse el bra, pero parecía ser lo justo viendo lo desnudo que él estaba, así que terminó quitándoselo también y arrojándolo al mismo lugar en que su blusa y la ropa de Kakashi habían caído.
Normalmente estaba demasiado consciente sobre sus pechos. No eran grandes –ciertamente no tan grandes como los de Ino- y quitarse el bra probablemente había hecho que Kakashi se decepcionara. Pero Sakura se sentía confidente. Se sentía sexy. Kakashi se le quedó viendo por un largo minuto, y luego otro, y otro, y otro, y otro y finalmente suspiró. —Este es el mejor cumpleaños. El mejor de todos.
Sakura gritó y se río mientras Kakashi le dio la vuelta y de alguna manera ella terminó de nuevo junto a él en la estrecha cama, sólo pretendiendo quitarse de encima las pervertidas manos que vagaban sobre su cuerpo con gran libertad. Su boca encontró la de ella para silenciar sus juguetonas protestas, y aunque era un beso tonto y con tanta habilidad como un beso ebrio podía ser, hizo que los pies de Sakura se curvearan y su cabeza girara. Aunque probablemente fuera debido al alcohol. Sentía como si estuviera flotando en una densa neblina en donde todo se sentía distante e indistinto, incluso los callosos dedos de Kakashi que acariciaban su espalda y cadera se sentían como si estuvieran tocando a otra persona.
Entonces él se río e intentó retroceder. —No, estoy borracho. No debería…
Sakura lo jaló de inmediato. —Sí, deberías, ¿Me deseas, no es cierto?
Él parecía inseguro. —Claro…
—Kakashi. —Suspiró, mientras con los labios atacaba un punto debajo de su oreja. —¿Te das cuenta que ambos estamos desnudos en la misma cama?
—Tú no estás muy desnuda. —Él apuntó, jalando la cintura de su falda. Sakura miró hacia abajo, sorprendida. De la cintura para abajo seguía muy vestida con su falda que llegaba a la mitad de la pantorrilla y medias, aunque una de sus zapatillas se había salido de su pie y ahora estaba en algún lugar debajo de las sábanas.
—¿Debería quitarme la ropa?
—Si quieres. —Kakashi dijo indiferente, porque de cualquier forma su mano ya estaba trepando por su muslo para evaluar la situación referente a la ropa interior. Sus dedos trazaron el borde de sus conservadoras bragas (y es que todas las kunoichis sabían que no usabas pantaletas atrevidas con una falda en una habitación llena de ninjas) y entonces pellizcó una de sus nalgas con suficiente fuerza como para hacerla chillar y doblarse hacia él.
Él la besó de nuevo, ocupándola y distrayéndola del hecho de que estaba sacándole las bragas. Sakura le ayudó. Las pateó una vez que estuvieron debajo de sus rodillas y junto con sus pantaletas salió su zapatilla, con ansia levantó la rodilla para montarse sobre su cadera con flagrante estímulo. Emoción y mareo corrían a través de su cuerpo. Kakashi le estaba obligando a ponerse de espaldas y se estaba moviendo sobre ella para alinear sus caderas. Estaba completamente mal, pero Sakura no quería otra cosa más que sentirlo dentro de ella, moviéndose contra ella.
Sin embargo, otra cosa no estaba bien. Kakashi se detuvo, mirándose confundido.
Sakura se movió inquieta. —¿Qué sucede? —Susurró.
—No lo sé…—Masculló, algo descompuesto. —Sakura, sigue tocándome.
No necesitaba decírselo, sus manos ya estaban acariciándole los hombros y corriendo a través de su cabello. Se besaron de nuevo mientras ella enterraba ligeramente las uñas en su amplia y fuerte espalda, entonces ella suspiró suavemente cuando sus caderas se encontraron. Aunque todavía había algo mal y Sakura podía sentirlo también ahora.
Kakashi no podía mantenerlo arriba.
Mientras él metía una mano entre los dos, tratando de motivar a la estrella del siguiente acto, Sakura se mordió el labio con preocupación. —¿Soy yo? —Murmuró, mortificada.
Él bufó y sacudió la cabeza. Entonces resolló. —Espera, creo que ya.
La mano de Sakura le agarró el brazo con fuerza mientras sentía de pronto la caliente prueba de su erección contra su entrada. Y entonces fue cuando se dio cuenta de que tampoco estaba particularmente lista, y pese a la repentina subida de libido de Kakashi, no había manera en que llegara lejos.
—Sakura, tienes que relajarte. —Le dijo entre dientes.
—Espera, no estoy lista. —Resolló. Él podía empujar todo lo que quisiera, pero no iba a ayudar. Se obligó a sí misma a relajarse y movió la cadera para encontrar un mejor ángulo, aunque siguió doliendo como el infierno cuando el primer centímetro de su duro miembro la penetraba, provocándole un suave quejido de dolor.
Y de pronto, la estrella otra vez estaba luchando para mantener su acto, probablemente sufriendo del peor revés en su carrera. La erección de Kakashi comenzó a perderse, entonces los dos se rindieron sin más. Sakura tuvo que taparse la boca para evitar seguirse riendo, pero cuando vio los ojos de Kakashi no pudo controlarse y rompió a reír.
—No es gracioso. —Dijo, incluso si también estaba sonriendo.
—Sí, si lo es. —Ella resopló, agarrándose el vientre mientras las risas sacudían por completo su cuerpo. —¡Esto es un desastre! Tú no puedes mantenerlo arriba, yo no puedo darte cabida; quizás deberíamos ir a la sala y jugar cartas.
—Urgh… —Kakashi se dejó caer en la cama sobre su espalda, su antebrazo cubriéndole los ojos. —Dios, espero olvidar todo esto para mañana.
—Desearías. —Ella se rió y recargó la cabeza sobre el otro brazo de Kakashi como si fuera una almohada. Quería decir más, pero estaba inexplicablemente cansada por haber fallado con el sexo y estaba muy segura de que Kakashi ya estaba muerto. Estaba completamente borracho. Lo había estado desde el momento en que lo encontró, y Sakura no evitó sentir un latigazo de culpa momentánea porque estaba más sobria que él y tal vez esto si era tomar ventaja de él. Después de todo, ella no estaba ni de cerca igual de borracha que él, pero al menos fue capaz de deshacerse de su preocupación y caer dormida sólo unos minutos después, con el cálido cuerpo de Kakashi a un lado.
Kakashi se le quedó viendo a Sakura quien con toda calma sorbía su café. —¿En serio?
—¿Qué creías que había pasado? —Preguntó con inocencia.
—Bueno, obviamente creí que habíamos… —Suspiró y corrió los dedos a través de su cabello. —Pero esto es mucho peor.
Sakura le dio una suave palmada en la cabeza consoladoramente. —Ya, ya. Siempre podemos intentarlo de nuevo.
Él alzó la mirada para encontrarse con la de ella que le veía por encima de la humeante taza de café.
Sakura sonreía.
Notas de la traductora:
¿Cómo están todos? Si tuvieron vacaciones de primavera/semana santa, espero que se la hayan pasado bien. Yo no pude salir y estuve haciendo tarea. Urgh. Todavía no acabo y en serio me comienzo a preguntar si necesito titularme (la respuesta es sí, por si se lo preguntaban). Lamento la tardanza para subir el capítulo, pero sinceramente se me pasó lol.
Muchas gracias por el apoyo a estas historias, de verdad. Y ya puedo decirlo: ¡AL FIN! Otro fic terminado :D *tira confeti*
Tifakxt: Gracias, gracias por tus comentarios, como siempre 3 Espero que este último oneshot te guste. Y lo sé, nadie se esperaba lo de Kakashi y el Embajador. Hemos presenciado el nacimiento de un nuevo ship (?).
Por cierto, me salté la respuesta a un review en el capítulo pasado: Una disculpa enorme queridx anónimx ¡Me alegra saber que te ha gustado la historia de 'Observaciones'! Creo que muy pocos disfrutaron o entendieron la 3era persona, pero así lo escribió Silver y me toca respetarlo.
Nuevos proyectos.
Uh... Muy bien, he decidido volver a poner en pausa Duty before Honor. Lo siento, pero es que es demasiado larga y mientras la releía me di cuenta de que el OoC me está dando problemas y haciendo ruido. Así que no sé si voy a traducirla en seguida.
Bien, los siguientes en traducirse serán: Hokage-Sama (para todos los que querían lemon), Anti Ramen (ya les dije, me encanta el KakaYama tanto como el KakaSaku) y por último Three Blossoms (porque el Angst me puede y este tiene mucho. Es KakaSaku) Se subirán en ese orden y todos son one shots. No puedo subir todavía long fic porque para empezar no sé cuál traducir (y es que ya no son sólo los de Silver Shine, también me quiero dar la oportunidad con los de Purple Panic.
Hablando de Purple Panic... está desaparecida (tan desaparecida como se encontraba Silver) y no sé si hay manera de encontrarla porque su última actualización en AO3 fue de 2012 y ya saben que ahí no hay MPs y ella no tiene enlazada ninguna red social a ninguno de los perfiles.
Por otro lado, ¿Recuerdan el fic que recomendé la semana pasada? Pues me acabo de enterar que Serennana (la autora), falleció. Y me sentí super idiota por el comentario de la actualización. Y también me dieron ganas de compartir su historia y terminarla. El último capítulo que ella escribió da bastantes pistas sobre cómo iba a acabar y posiblemente se necesiten de un par de capítulos más para cerrar la historia. Pero no tengo idea de qué tan correcto sería.
Y bueno, también están los fics que me ha recomendado Elías (que prometo comenzar a leer.)
Así que sabiendo todo esto, espero me tengan paciencia y me den una guía sobre qué camino debería tomar jajaja.
Muchas gracias y hasta la siguiente historia :D