Newfound

CAPÍTULO 4

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Llegó a un punto en el que realmente ya no le importaba si lo que hacía estaba mal o si estaba bien; Hinata en ninguna de las anteriores veces le había dicho que no, y hasta parecía querer hacerlo (sino no le hubiera preguntado la primera vez que sucedió todo esto), así que pensó si ambos querían hacerlo y gustaban de eso, no tenía por qué ser malo.

Solo tenía que asegurarse de que no le descubrieran.

Era la primera vez que quería hacer algo con tantas ganas en mucho tiempo, y era algo que involucraba a otra persona, a una chica.

Así que cada vez que se encontraban en tutorías y se quedaban solos en casa (lo que pasaba en casi todas las ocasiones) le pedía un beso a Hinata… aunque al final del día terminaban siendo varios besos.

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Esta vez, como era usual, se quedaron solos en casa. Había cerrado la puerta con seguro como era vieja costumbre, y Hinata estaba acomodando las cosas para estudiar. Se sentaron en la mesa como normalmente hacían.

Pasó algunas horas practicando ejercicios y leyendo textos sin ningún tipo de contacto íntimo, y para Sasuke estaba bien; no todo el tiempo se la pasaba pensando solamente en eso.

Sasuke se levantó para ver un libro en el estante que estaba a un lado de la morena ya que ella se había sentado en su cama para ver algo en su bolso y estirarse un poco por andar tanto tiempo sentada, y estuvo a su lado cuando Hinata se estaba haciendo el largo cabello azulado a un lado exponiendo su blanquecino cuello y el contorno de sus clavículas por esa blusa holgada lila… perdió el control.

Estaba más que seguro que Hinata sabía que él se sentía extremadamente atraído físicamente a ella, pero no estaba seguro si lo hacía apropósito.

Y terminó nuevamente sucumbiendo.

Se detuvo a lado de ella, dejó el libro que estaba en sus manos a un lado y la llamó—Hinata-san… —casi sin aliento. La peliazul alzó la cabeza para mirarlo con esos ojos grises, brillantes y enigmáticos.

—Si, Sasu… mmh…

Pero antes de que continúe se inclinó hacia ella colocando ambas manos en la cama a cada lado de ella para apoyarse y juntó sus labios con los de ella; suave al principio, nervioso como siempre pero seguro. Fue entonces cuando Hinata enredó sus cálidos brazos alrededor de su cuello y Sasuke, en la cercanía que le brindó Hinata, colocó su mano en la férmina cadera y con su otra mano se atrevió a jugar con las hebras azulinas que caían como cascada en la espalda de ella, y era suaves, tal y como lo había imaginado.

Su corazón latía fuertemente en su pecho, era la primera vez que se acercaba así a Hinata.

Apenas hubo profundizado el beso Hinata le hizo peso halando hasta que él perdiera el equilibrio y quedar con la ojiblanco acostada en la cama y él completamente encima de ella todavía devorándose a besos el uno al otro.

Sasuke sintió contra su pecho cómo los senos de Hinata se apretaban debajo de él, sintiendo lo grande y suaves que eran, además de sus pelvis tan cerca del otro con las piernas enredadas.

Por mucho que disfrutaba la sensación de todo su cuerpo con el suave y cálido de ella, sentía que la estaba aplastando, así que se apoyó sobre sus codos y antebrazos, pero aun así sentía el cuerpo de Hinata contra el suyo, no podía dejar de rozar su pecho con los senos de ella.

Nunca había sentido la imperiosa necesidad de tocarla como hasta ahora, pero no estaba seguro si debía hacerlo. Además, estaba ese cosquilleo inocente que generalmente sentía en el estómago se estaba transformando en algo más…

Algo que no había sentido nunca antes.

Esa curiosa sensación se expandía por sus partes más bajas, y su cuerpo estaba respondiendo, pero antes de que siguiera reaccionando se separó algo brusco de Hinata. No estaba seguro por qué se había detenido, pero sentía que había perdido el control.

Se quedó mirando esos ojos perlados que lo miraban de regreso con curiosidad, el rostro de ambos sonrojados y los labios rojizos por el beso.

Hinata, al notar que las intenciones del moreno no eran de continuar con el beso, retiró sus brazos de su cuello sin cortar el contacto visual. Sasuke se quedó un momento más observándola antes de levantarse guardando en su memoria la figura de Hinata acostada en su cama, con su cabellera esparcida por las sábanas, la piel blanquecina cubierta por un sonrojo profuso y la respiración profunda.

Se levantó y se sentó en su lado de la mesa, sin poder ya mirar a Hinata, cayendo en cuenta que él no lucía mejor o con mayor compostura que ella. Hinata no lo cuestionó, ni le dijo nada acerca de por qué se había alejado de repente, sólo se quedó un momento más acostada para luego levantarse y acomodarse un poco el cabello con los dedos. Cuando escuchó que ella volvió a su asiento, él también lo hizo y como si nada hubiera sucedido continuaron las tutorías.

Sasuke sentía que había cruzado una línea y que no había marcha atrás. Era la primera vez que se sentía así, y no tenía la valentía suficiente para mirar a Hinata.

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—Hola ¿Madre?

Hola hijo ¿Cómo estás? ¿Está Hinata todavía en la casa contigo?

—Sí.

Déjame hablar con ella, por favor.

El pelinegro le entregó el teléfono a la ojiblanco y esta se retiró del cuarto para hablar.

Como se habían "atrasado", según Hinata, en ciertos temas de revisión por obvias razones, la pelinegra no se había ido a pesar de ser las 8 p.m. y de que generalmente ella se iba una hora antes.

Cuando regresó ella ya había terminado de hablar con su madre.

—Sasuke-kun, al parecer tu mamá se va a tardar en venir… ¿Tu papá e Itachi-san van a venir?

—Ellos vienen después.

—Ya veo... —murmuró pensativa la morena.

De repente se puso nervioso. Hinata y él se iban a quedar a solas un buen tiempo todavía y su mente ya estaba creando fantasías de lo que podría pasar como hace un par de horas atrás. Tragó grueso.

—Quédate haciendo esta página de ejercicios —le indicó la pelinegra—, más tarde te llamo.

El pelinegro se confundió—¿Qué vas a hacer? —no pudo evitar preguntar.

—A cocinar —le respondió con una de sus cálidas sonrisas.

Vio cómo retiró de la habitación cerrando la puerta.

No sabía bien por qué se sintió un poco decepcionado…

Ni quiera sabía que estaba esperando exactamente, pero con un suspiro se puso a hacer lo que le mandó.

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—¡Sasuke-kun! ¡Baja! —escuchó a Hinata gritarle desde el primer piso. Ni corto ni perezoso se dirigió al comedor donde la peliazul estaba colocando los platos con la comida recién preparada.

Justo antes de comer Hinata le dijo emocionada con una expresión contenta— Lo hice con muchos tomates como te gusta.

Sasuke desvió la mirada con el corazón inquieto y le dio un buen mordisco a la comida.

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Fin capítulo 4

Lo siento si salió corto este capítulo pero es que en la libreta parecía un poco más largo. Espero que les haya gustado. Ah, algo que se me olvidaba comentarles, pero es que hace un par de años hice un one shot sasuhina suuuuuper largo y algo uhmmmm típico drama adolescente… la verdad es que no sé en que exactamente pensaba en el momento en que lo escribí pero así salió, ¿Creen que debería subirlo? Me da algo de penita -/- u … pero si ustedes quieren yo lo paso a la compu y lo subo. Por cierto es un sasuhina genderbender salvaje xDD

Por favor dejen reviews que siempre los leo y me dan muchos animos. Que tengan un lindo día :D