¡Feliz 14 de febrero! Espero que lo pasen de maravilla con amigos, familiares, parejas, perros, gatos y todos aquellos seres que les produzcan un sentimiento bonito. Mis mejores vibras para todos mis queridos lectores!

Espero que les guste el capítulo. Debo aclarar que ya lo había pensado así desde el principio, y pues ni modo. A darle rienda. Espero que les guste.

Saludos y abrazos

Enjoy!

Capítulo 2. Una luz en la oscuridad.


"Pero si no volvemos a vernos y ésta es una verdadera despedida, sé que nos reencontraremos en otra vida… y aunque las estrellas hayan cambiado, no nos amaremos solo por esa vez, sino por todas las veces anteriores…"

-Noah. The notebook.

"De si uno se va o se queda es todo lo mismo. Que no puedas llevar a nadie contigo es la única diferencia ¡Ah qué agradable! dos despertares y un dormir ¡Este sueño de un mundo efímero! ¡Las tonalidades rosas de un amanecer temprano! "

-Tokugawa Ieyasu.

"Todo lo que existe es justo e injusto, y en ambos casos está igualmente justificado"

-El nacimiento de la tragedia. Friedrich Nietzsche.


El amor es así: Irracional.

Llega cuando menos lo esperas, decide plantarse tal cual semilla que trajo la inercia, y no existe la conciencia de su retoño hasta que ya ha florecido lo suficiente, enraizando hasta las neuronas. Sin predeterminaciones, sin reparo de lo que sucederá después.

¡Maldición! Se dijo Haruno Sakura mirando su mano temblorosa posarse en el pomo de la puerta. Todo su cuerpo se transformó en gelatina. Aquel rectángulo de madera, aparentemente insípido le pareció una enorme muralla de repente. Su corazón inició el tamborileo reacio. Todo su cuerpo era un manojo de nervios. Detrás de aquel umbral, estaba él.

¡Él!

¡Por kamisama!

¡El amor!

Un amor que conoció a través de él. Tan real. Tan palpable. Naciente de sus palabras, los actos tozudos y dulces. Desde sus labios, sus manos, los abrazos y besos. Hasta cuando no decía nada y le miraba con esos ojos enigmáticos y carentes de pupila.

Lo amaba. Su olor, sabor inclusive las discusiones.

Adoraba cuando él le abrazaba en silencio, podría colapsar el mundo pero jamás se sentiría débil. Ni una célula de su cuerpo claudicaría para levantarse y luchar teniéndolo cerca. Viviendo a su lado. Durmiendo con él.

Era conocido el mal carácter en ella, y en él una paciencia inaudita. Una combinación bastante extraña. Pero funcional. Esa fue la revelación ante sus verdes ojos una mañana y logró diferenciar el amor de infancia, idealizado y ridículo de uno verdadero y redimido.

Había tenido sexo con él. Pero fue más que eso. Le regaló su virginidad sin pararse pensar en consecuencias.

¡Jodidas hormonas! Qué se yo se había dicho para no dejar a la conciencia metamorfosearse a la realidad de los acontecimientos mientras caminaba de regreso a la aldea de la hoja.

Porque para ser sincera, se permitió lo que nunca antes: la fluctuación de sus sentimientos. Y nunca se imaginó que un hombre como él, un genio innato no pasara de ella.

Pues sí.

Le hizo el amor y no una, sino varias veces. Sonrió con la fascinación de las memorias. Podría morir allí mismo y sería feliz. Supo, con seguridad lo que es ser correspondida y viceversa.

-¿Estas bien?-le dijo-

Ella hizo visera con la mano para poder verle. El sol mañanero se asomaba por los árboles.

-Sí Hyuga-san-quiso sonar elocuente. Que no le fallara la voz, tenerlo cerca le ponía nerviosa-

-Deja los formalismos mujer-rezongó a media broma a medio enfado. No es que detestara la propiedad, pero le pareció innecesario dada la noche que compartieron-

-¿Y cómo debo llamarte entonces?..¿Neji-kun?..¿Neji?..¿Mi amante o un acostón de media noche? ¡Acláramelo genio por qué no lo sé!-asestó inesperadamente. Aquella furia nació desde que se halló sola en la cama y no lo encontró sino en el recibidor de la dichosa posada. Además eran preguntas que le revoloteaban en el cerebro desde que salieron del dichoso lugar-

¿Le pondría nombre? ¿Tendría que hacerlo?

Por supuesto, es una mujer. Y te regaló lo más preciado de sí. Es lo mínimo que le debes, Se dijo él.

El rostro impasible de Neji no permitía que dedujera sus pensamientos. En cambio sus mejillas ardían muy a pesar del frío, por lo que seguro tenía un prominente su sonrojo. No evitaba estar tan tensa, y con un gesto irregular. El chico fue consciente de la situación y sus sentimientos hasta que la vio dormitar esa mañana y ante el miedo de lo que ella producía, no quiso permanecer a su lado y soportar las cuestiones cuando ella despertara, un torbellino de sensaciones se diseminaron sobre él… por su culpa. ¡Si! ella tenía toda la culpa ¡joder!

-¿Cómo quieres llamarle Sakura?-

Idiota. Directo. Pero idiota. ¡Se nota que no sabe de mujeres!, se irritó mentalmente Sakura y resopló.

-¡Menuda pregunta! ¡me da igual!-le dijo Sakura enfurruñada. Tomó bruscamente la cantimplora que él le tendía y se echó a andar con energía entre la nieve-

Neji frunció las cejas. En ese justo momento compartió las opiniones de Nara Shikamaru para con las mujeres: todas complicadas. Apretó el paso, creyendo inconcebible lo que haría a continuación:

-¿Qué quieres?-se detuvo molesta. La mano del muchacho se cerró alrededor de su muñeca-

-No soy de los hombres que se van acostando con cualquier mujer que le pasa por enfrente, si eso es lo que piensas-inició del modo más inapropiado pero quiso dejarlo en claro. Evidentemente ella se tensó más, abrió la boca para replicar pero Neji se adelantó:- Y no sé tú, pero a mí me gustaría repetir lo de antes-

Sakura no se giró para verlo a los ojos. Temía que notara su zozobra y la falta de aire que provocó esa confesión. Entendió que la declaración por parte de Neji, valía más que un ridículo poema de amor. Conocía los modos del muchacho, y abrirse para con las personas no era una cualidad.

-Yo tampoco soy una fresca-murmuró-

-Lo sé-

Los ojos esmeraldas se dispararon a la mirada analítica de Neji con una gran interrogante.

-Será lo que quieras que sea, mientras me permitas estar contigo-confesó con celeridad. Era lo que deseaba. No lo ocultaría-

El corazón de Sakura dio un vuelco.

-¿Y los demás..?-vaciló-

-¿Qué tienen que ver en todo esto?-

-Qui-quieres hacerlo público o..-

-Creo que no me has entendido mujer. Es todo o nada, ni medias tintas-

La sonrisa de Sakura iluminó su rostro, estuvo a punto de echarse en sus brazos como una cría enamorada pero la seriedad de él, le cohibió.

-No hay necesidad de reprimirte-atinó en murmurar al denotar su contención y antes de que soltara cualquier palabra, se echó sobre sus labios y lo besó abrazadoramente-

Neji descubrió también…muy a su pesar y dolor..que ella sería su perdición.

.

.

Sollozó.

La imagen fue impactante.

Neji postrado en la cama, con un mundo de aparatos a los costados y el latir de su corazón resonando gracias al monitor.

Sus piernas perdieron fuerza y fluidez. Pero de algún modo consiguió llegar hasta ahí. Tomó una de las manos vendadas y se la llevó a su mejilla comprobando la carencia de temperatura. Los ojos opalinos se abrieron lentamente.

-¿S-sakura?..-

-Schht..Schht..no te agotes-susurró. Era inevitable intentar contener las lágrimas gruesas-

Le acarició el rostro con la mano libre, cada una de sus facciones. Quería acariciarlo, cada parte de su ser necesitaba sentirlo y no de un modo indecente, todo lo contrario. Algún instinto predatorio de conservación. Sin importar lo poco placentero de la situación.

-Neji..¿sabes que te amo verdad? ¿lo sabes?-sonó desesperada porque le oyera, que creyera cada afirmación-

Neji esbozó lo que parecía una sonrisa. Tamborileó sus dedos en la alianza que ella tenía en su mano.

-Voy a extrañarte-le dijo. Su atención se quedó ahí, en el brillo inmaculado de la joya-

-¡No!, por favor no te rindas-

-Sakura, estar postrado no es opción para mí. No quiero vivir así. Quizá podrás pensar que soy egoísta, pero también me duele..-

Ella se conmocionó. Demasiadas emociones demostradas por parte de él en una sola frase. Su cuerpo se deslizó sobre Neji ligeramente, adormecida. Ya no tenía energías, parecía engullirse en un torbellino letárgico o quizá sólo era una pesadilla ¡sí! Seguro que estaba soñando ese cuadro tan bizarro. Sakura cerró los ojos concentrándose en lo que sus demás sentidos pudieran regalar.

-Sé que me amas, igual que yo te amo-le dijo en un tono condescendiente-..Como sé.. también que no desearías verme sufrir-

Ella asintió y no pudo evitar lanzar un gemido largo y lloroso. Entendiendo el silencio, prosiguió:

-Sé que cuidaras de ti..se que cuidarás de él- La mano dubitativa de Neji vagó en el abdomen de ella hasta parar en el vientre. Sakura detuvo el llanto irremediablemente sorprendida. Él tenía ese don, mas amplificado que ella-

Cerró su palma sobre el dorso en la mano de Neji y se concentró. El llanto volvió a aparecer, mezclado entre la angustia, felicidad y dolor. Sakura soltó una carcajada ahogada. Dentro de toda aquella frustración, dentro de toda esa dolorosa obscuridad que se cernió sobre ellos al momento que la vida de Neji se puso en juego, nació un atisbo de luz.

-No lo sabía-

-Ahora lo sabes-

-Él te necesita-Se irguió para mirarle con súplica-

-Te tendrá a ti-

-Eso no basta Neji- Se extendió sobre su pecho ancho. Cerró los ojos esmeralda embelesada por el corazón del muchacho retumbando en su oído-

-Lo sé, pero es mejor que nada-respondió con amargura y miró al techo-..Sakura, cuídate.. y cuídalo bien… por favor, no permitas que le otorguen una carga innecesaria..-

Ella supo a lo que se refería, un sello. La respiración de Neji se irregularizó. Sakura no tenía ni idea de lo que le estaba costando hacer esa petición. Era más doloroso que cualquier herida que cargaba en sí. Irremediablemente se le escaparon las lágrimas a esos ojos blancos como la nieve. No era un tempano de hielo, por supuesto que no. Estaba dejando a la mujer que amaba y al fruto de su amor.

Ella se fracturó en mil pedazos al levantar la cabeza y mirarlo. Acarició sus negros cabellos y besó su descubierta frente con parsimonia.

-No, no lo permitiré-murmuró sobre sus labios y lo beso lánguidamente-

Neji asintió complacido.

-Ahora, por favor..-

Ladeó su rostro con dificultad y la mirada opalina se concentró en el bypass. Sus ojos suplicaron una vez más a Sakura.

-Por favor Neji, no me obligues..-

-Sakura..mírame.-ordenó-

Los ojos enrojecidos de la muchacha, renuentes se posaron en él.

-Desconéctame- El brillo de sus ojos no existía. Era como si hubiera muerto en vida-

Ella tembló de nuevo. El llanto incontenible hizo acto de presencia y cada gota se postró sobre él. Con delicadeza, Neji recogió cada una de las gotas viajeras. Después tomó la mano de Sakura y la enlazó con sus dedos. Las falanges delgadas de la muchacha se extendieron hasta el bypass, con la guía de Neji.

Sus ojos se conectaron con ternura, como si hicieren el amor con la mirada. Él le regaló una última caricia sobre la mejilla con su mano libre y le sonrió de una manera muy atractiva.

La muchacha se quebró por completo, era la situación más amarga que jamás experimentó. Ella finalmente asintió ante la imploración. Cedió al roce de Neji sobre sus dedos en el botón de apagado. Sollozó sonoramente, y en lentitud, una vez más, dejó caer su cabeza sobre el pecho de muchacho.

Apretó el maldito botón.

-Te amo..-le oyó balbucear al castaño-

Tucutú tucutú tucut..

Los ojos esmeraldas se abrieron de par en par y el llanto cedió súbitamente, sintió falta de aire.

El tiempo se detuvo.

xXX

La mujer de cabellos rubios suspiró con pesadez. Revisó más de cinco veces cada uno de los expedientes que yacían en su escritorio. Tanto los clínicos como los laborales. Aunque la información de ambos ninja discordaba en varios puntos, era evidente lo que tenía que hacer.

-Tsunade-sama…él está aquí-anunció Shizune en un murmullo. El mal humor de la Gondaime no daba ni para el tono de voz común. Y no era para menos. Dos de sus más preciados ninjas se debatían ante la muerte-

-¡Hazlo pasar mujer! ¡A qué esperas?-dijo con irritación. Hubo cerrado la puerta Shizune y se arrepintió del arrebato. Después de todo, su subordinada no tenía la culpa. Ella sí. Los había mandado a una misión suicida-

-Tsunade-sama-el hombre se inclinó con la cortesía debida. Sus ojos pálidos le regalaron esa mirada característica de su linaje. Áspera, seria y poco sutil-

-Hiashi...he de informarte de Neji-

Suspiró nuevamente, tratando de amedrentar la inestabilidad impropia. Nunca se sintió como hoy. Era quizá porque jamás pasó algo como aquello.

-Lo sé. Me lo han explicado en la recepción-acotó el hombre con celeridad-

Las cejas rubias se ciñeron, él siempre tan tosco.

-Debo informarte sus deseos también-la mujer hizo una pausa larga sin saber cómo comenzar- Al incorporarse a los escuadrones AMBU hacemos la pregunta..-la propiedad se la pasó por el carajo y tomó un largo sorbo de la botella de sake. Para Hiashi ese gesto no era ninguna sorpresa-

El hombre por primera vez frunció levemente las cejas. En todos los años de conocerlo, nunca le conoció una expresión. Tsunade le tendió una parte del expediente. Hiashi de buen modo lo tomó.

-Esto es imposible. No tiene autorización para decidir sobre algo como esto. Debió consultarlo con el consejo del Clan y aún que lo hubiera hecho. Está prohibido. Existe la teoría del chakra remanente en los órganos de un individuo y..-

Sabía que el Clan Hyuga era altamente conservador en cuanto a sus técnicas y sucesiones. Todo era estrictamente confidencial. Pero aquella situación requería medidas. Ya en alguna ocasión había apelado para derrocar a las metodologías arcaicas de Hiashi y las ramas del Clan Hyuga consiguiendo ganar una gran parte de enemigos dentro de este. "Perro viejo no aprende nuevo truco" se halló pensando al desistir.

-Eso es una teoría, nada comprobado. Y no me voy a dejar llevar por ello ¡lo sabes! Además también es de tu conocimiento que al entrar a los escuadrones, las reglas son claras y deben acatarse muy por encima de las establecidas en la familia-sentenció la mujer con dureza-

-Con el debido respeto…sé lo que quiere conseguir de todo esto y no lo permitiré. Una decisión como esta, un acto atroz como este.. sólo le traerá problemas ¡a todos!-

Los labios rojos de Tsunade se fruncieron en una línea severa. Ella se levantó de su asiento, mirarlo desde la silla no le estaba gustando.

-La decisión está tomada. Te llamé sólo para avisarte-le dijo más en una orden que afirmación-

-Apelaré a la decisión ante el consejo. Ellos estarán de acuerdo-

-No me interesa lo que ese grupo de ancianos decrépitos pueda discernir. Este es mi hospital, este es mi pueblo, ellos son mis subordinados-dijo enfatizando cada uno con un tono de superioridad- ¡y las decisiones las tomo yo a como mejor me parezca! Neji Hyuga llenó la afiliación a puño y letra. Léelo tú mismo. Debe tener un motivo ¿Por qué en vez de hacer negaciones estúpidas, no vas y le preguntas la razón?-

El hombre iba a confrontar a Tsunade y ella estaba dispuesta a seguir con el tono de la conversación pero una alarma de emergencias pitó. Ambos se sorprendieron ante el sonido y no menos de un minuto un enfermero, sin permiso alguno, abrió la puerta precipitándose a la oficina.

-¡Tsuande-sama es el chico Hyuga!-

Suficiente para que la mujer desapareciera en un puff y en menos de un segundo, Hiashi por igual.

La hoja que el hombre tenía en las manos osciló como una pluma de ave hasta posarse en el suelo lentamente. Tenía por encabezado:

Afiliación para la donación de órganos en el país del fuego.


Sí, mátenme a mí también.

Esto tenía que suceder irremediablemente. A pesar de todo. No quería pero, de algún modo tenía que ceder al NaruSaku. Me ha costado mucho escribirlo. Me dolió. Por favor no olviden un review aunque sea para maldecirme.

Besitos.