Del error al desastre

Prologo

Algunas cosas definitivamente eran inevitables, simplemente llegaban y se estrellaban en tu cara sin siquiera una advertencia. Así se sentía el en esos momentos, mientras corría por aquellas calles desconocidas, rogando porque aún no fuera demasiado tarde

Pero lo era.

Lo supo incluso antes de llegar a esa calle, a ese lugar lleno de personas vestidas para la ocasión. Pero lo doloroso fue la confirmación. Fue verlo salir de las puertas abiertas de par en par, con una sonrisa en el rostro. Fue verlo besar aquellos labios femeninos, mientras una lluvia de granos de arroz les daba la bienvenida

Sí, había llegado demasiado tarde... y la culpa solo era suya.

Aguantando a duras penas las lágrimas que pugnaban por salir, se dio media vuelta, deseando que nadie se hubiese dado cuenta de su presencia, pero como venía siendo rutina desde un tiempo a esta parte, las cosas no le salían como esperaba. Había sido descubierto y esa persona, esa persona por la que estaba sufriendo tanto, se acercaba a él con una sonrisa…

Despertó con la respiración agitada y el corazón latiéndole desbocado. Solo había sido un sueño, gracias a Dios.

Qué alivio, pensó, pero ese alivio se fue al demonio cuando se dio cuenta que, de pasar en la vida real, tal vez ni siquiera tuviera derecho de oponerse.

―Maldición.