Capitulo 1: Llegada

El Going Merry se dirigía hacia la ciudad donde habían matado al Rey De los Piratas, Loguetown, una ciudad a la cual asistían cientos de piratas que últimamente iban desapareciendo ante la aparición de la Marina, dirigida por el capitán Smoker. Ussop leía el periódico tranquilamente tomándose el desayuno que Sanji les había preparado, Zoro limpiaba su espada con un trapo sacándola brillo metido en su pasado, Nami terminaba de dibujar el mapa de la isla en la que habían estado anteriormente mientras Sanji comenzaba a recoger las cosas y fregarlas en el fregadero. Sin embargo su capitán, Luffy esperaba con ansias llegar a la isla donde murió su referente, aquel que murió con la cabeza en alto y una sonrisa en su rostro.

-Ussop: woah, increíble -Nami le miro por encima de su mapa viendo su cara de impresión e ilusión- ¿Con la Marina? -Sanji se giro levemente mientras dejaba de fregar los platos.

-Sanji: ¿Qué balbuceas Narizotas? -dándole otra calada a su cigarro y sentándose enfrente suya.

-Ussop: oh, supongo que no lo sabíais -carraspeo y dejo el periódico a un lado para hablar- ¿Conocéis al Ninja? -Luffy reconoció la palabra ninja y le miro interesado- eso es que no, bueno la llaman así por su rapidez y por su poder -Luffy escucho con mas atención- Es una mujer, no se su edad nadie lo sabe, solo se sabe que posee una katana llamada Chôkuto que controla el elemento rayo y otra llamada Kurama con raros poderes -los ojos de Zoro le miraron fijamente atentos a cualquier cosa- lleva una capa blanca con inscripciones en Japonés en la espalda y viste con ropas de oriente, realmente se dice que es la mujer mas exótica que hay -Sanji le miro con corazones en los ojos.

-Nami: y ¿Qué sucede con ella? -tenia curiosidad por aquella mujer.

-Ussop: oh, pues últimamente ha ayudado a la Marina con unos piratas que resultaron ser la mayoría violadores y asesinos -Luffy grito maravillado- lo que me preocupa es que no la encontremos en Loguetown y mas con esa recompensa en tu cabeza Luffy, ella es una caza recompensas.

-Luffy: sugoi, es increíble -Ussop asintió dándole la razón.

-Nami: mmm bueno chicos, creo que debemos prepararnos -al salir divisaron al norte la gran isla donde Gold D. Roger murió como el gran rey que era de los mares y océanos, como el poderoso hombre que conquisto el Grand Line.

Mientras tanto en la ciudad de Loguetown, se encontraba un hombre de cabellos plateados fumándose dos puros a la vez en una sauna con el pecho musculoso al aire y pantalones de la Marina. De un momento a otro entro jadeando un marine de su escuadrón con una nueva nueva recompensa. Hastiado y malhumorado por la intervención de su subordinado en momento de paz, observo la recompensa fijándose solo en la recompensa, 30.000.000 berris por un tal Monkey D. Luffy. Tendría que darle algo de pelea si tenia tanto en su cabeza por primera vez, un ruido llamo su atención girando su cabeza levemente para encontrarse en el sofá a aquella hermosa mujer. Con los brazos cruzados detrás de la cabeza, respirando acompasadamente veía como le miraba con sus exóticos ojos verdes esmeraldas.

-Smoker: vaya, dichosos mis ojos… el Ninja en mi despacho -si, la sauna en la que estaba solo era humo que el mismo había creado para relajarse.

-Ninja: cuanto musculo Smoker -su nombre en sus labios le hizo endurecerse de un momento a otro- que recompensa es esta vez.

Vio como se levantaba del sofá contoneándose mientras la capa blanca ondeaba a su alrededor a cada movimiento de caderas, cogió el papel y observo el rostro de Luffy teniendo un buen presentimiento. Alzo su rostro y metió el cartel de Se Busca en la capa para batir sus pestañas e irse en un remolino de pétalos de cerezos. Apareciendo en lo alto de un edificio, en el techo de pie mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, sonrió levemente mientras veía el barco de aquel muchacho a lo lejos.

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Los Sombrero de Paja bajaban del barco en el puerto de Loguetown, ansiosos de explorar la ciudad ante sus ojos. Ussop quiso advertirle a Luffy que tuviera cuidado con los Marines pero ya se había ido corriendo y gritando animado como un desquiciado y un loco. Con una gota por sus nucas se dedicaron a seguir cada uno su camino. Nami fue la primera en irse de tiendas a gastar su preciado y adorado dinero. Al entrar en una tienda observo a una mujer con capa blanca y un largo cabello rosa hasta el suelo discutiendo con el dependiente.

-Ninja: ¡Serás carero, me dijistes que solo eran 20.000 berris nada mas! -el dependiente retrocedió al ver como la joven con un golpe en el mostrados lo destrozaba.

-Dependiente: p-pero señorita son unos guantes de escamas de dragón, son muy caros -temblando ligeramente.

-Ninja: bah, anda y tima a otra pardilla imbécil -se dio la vuelta y Nami observo que su rostro era cubierto por una mascara con forma de zorro blanca y a través de ella se veían dos ojos verdes esmeraldas.

Paso por su lado dejando tras de si un tranquilizante olor a cerezos que la hizo suspirar y corriendo al dependiente le miro detenidamente asustándolo.

-Nami: ¿tiene perfumes? -asintió nervioso ante su pregunta- ¿tiene el de cerezas?

-Dependiente: h-hai -se lo dio y ella le pago mientras salía feliz con estrellitas en sus ojos.

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Zoro se encontraba en aquella tienda de armas presionado por aquel viejo que quería comprarle la espada de su mejor amiga cuando escucho el sonido de la puerta abrirse y se giro levemente quedándose de piedra. Eran dos mujeres, la primera se parecía para su mala suerte a su mejor amiga lo que lo hizo tensarse y luego la otra lo atraía. Era la mujer mas exótica que jamás habían visto sus ojos, de ojos verdes esmeraldas y cabellos hasta el suelo de color rosa chicle. Su rostro era tapado por una mascara de zorro blanca y delicada, avanzando a paso seguro se apoyo en el escritorio poniendo nervioso al anciano.

-Ninja: ¿Qué tal mis espadas? -observo divertida como el hombre se sonrojaba y tragaba audiblemente.

-Anciano: etto… bueno vera, su Chôkuto me electrocuto varias veces -causando una divertida risa de ella- y la otra a pesar de acercarme aun sin tocarla me corta, me repele -ella le miraba.

-Ninja: me lo imagino, solo quieren que yo las toque ¿sabe? Todas las espadas tienen alma propia -el anciano fue a por sus espadas dejando sorprendido a Zoro.

-Zoro: alma propia… que estupidez -la chica al escucharlo le miro de soslayo.

-Ninja: mira… niñato, cada espada tiene un poder debido al alma que reside en ella, siendo un espadachín que veo que eres deberías saberlo -cogió sus espadas y el observo una verdadera katana de funda naranja y vendajes amarillos y otra con un símbolo, algo así como un abanico rojo y blanco.

Ambas mujeres se fueron y el decidió coger una espada que resulto maldita mientras el anciano le regalo una totalmente negra. Aquellos ojos esmeraldas se habían quedado grabados en los suyos.

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