Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco es mía, es de AnnaDax y fue beteada por Jeffy Iha.
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Todos se congelaron por un momento, el poder que giraba alrededor del Uchiha era tan grande que la gravedad repentinamente aumentó. Algunos tuvieron que apoyarse, otros fueron aplastados por ese poder y colapsaron en el suelo.
Y de repente, el viento desapareció. Todos los presentes necesitaron de unos segundos para salir del shock. Kakashi finalmente pudo mirar a Sasuke, pero se arrepintió inmediatamente de hacerlo.
El cabello del Uchiha estaba desordenado y extremadamente oscuro, tan negro como la energía que lo envolvía. Su piel se veía demasiado pálida, casi translúcida. Las venas en su piel eran claramente visibles, casi como las venas en las sienes de los usuarios del Byakugan, sin embargo, estas venas eran finas líneas de color negro. El aspecto de Sasuke era algo apenas visible, pero el Sharingan de Kakashi lo ayudó a no perderse el extraño fenómeno. Algo estaba pasando con el chico. Había hecho algo para obtener esta fuerza y el Hokage estaba seguro de que ese "algo" no era nada bueno.
El Uchiha necesitó de unos momentos para sentir su propio cuerpo. Dio unos pocos pasos, luego se detuvo y miró las venas de su mano con interés. Movió sus dedos y una sonrisa apareció en sus labios, una sonrisa tan siniestra que era insoportable de contemplar.
Algo le había sucedido, no era él mismo. Esta era otra persona, incluso con el poder que le dio Orochimaru no había lucido tan atemorizante. Esto era algo nuevo y horrible.
Dando otro paso, el hombre de cabello negro miró alrededor, disfrutando de las expresiones de terror y horror que tenían las personas.
De repente, Koharu Utatane se levantó de un salto haciendo un sello con las manos. Aplastando el suelo debajo de él, una gran nube de polvo llenó el salón y las personas comenzaron a toser. Eso fue un jutsu especial. El polvo no podía ser penetrado, ni siquiera por los dōjutsu.
Kakashi finalmente soltó a Naruto y se puso en posición defensiva. Sin necesidad de palabras, el Uzumaki hizo lo mismo. Si el desquiciado de Sasuke estaba persiguiendo a la chica Hyūga, ellos tendrían que protegerla.
De repente, un sonido extraño llenó la habitación. Las paredes temblaron, Sasuke se estaba riendo y el sonido fue devastador.
Hatake tomó un kunai de la bolsa en su muslo e intentó navegar a través del polvo. Tenía que detener esto lo antes posible, sin importar qué. El sonido de la risa estaba cerca, sin embargo, no tuvo oportunidad de buscar. Una enorme ola de chakra llenó el aire, causando que el hombre enmascarado perdiera el equilibrio.
El viento regreso y era tan fuerte que ahuyentaba el polvo, justo a tiempo para que todos se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo. Sasuke estaba tranquilamente parado en el medio del salón con las manos levantadas delante de él. Sus ojos negros miraban a los miembros del Consejo de Konoha corriendo por las puertas. Los dos ancianos fueron guiados por guardias ANBU, quienes se congelaron al ver desaparecer la nube.
—No me sorprende que sean unos cobardes —habló Sasuke en voz baja. Casi no parecía él en absoluto—. Bien, corran. Esto solo lo hará más interesante.
El hombre se dirigió lentamente hacia la puerta. Los ancianos corrieron y se perdieron de vista en muy poco tiempo. Sin embargo, los guardias ANBU se apartaron, listos para luchar.
—¡No! —Gritó Kakashi, tratando de detenerlos—. ¡No luchen contra él!
Pero fue demasiado tarde. Una máscara cubierta de sangre cayó a sus pies. Incluso con su Sharingan activado, no vio cómo ni cuándo los mataron.
Hatake se detuvo en seco viendo como Sasuke lamía la sangre de sus dedos con una sonrisa. Él lo miró por el rabillo del ojo. —También llegaré a ti, Hokage. No apresures tu muerte.
En un momento el hombre ya no estaba en la habitación. Kakashi parpadeó, sintiendo sus manos temblar. Este no era su ex alumno, no podría ser...
—¿Qué demonios fue eso? —El Raikage dio un paso adelante, pateando la maldita máscara ANBU.
Girándose, Kakashi observó a Gaara ayudando a Mei a ponerse de pie, su arena mejorada con chakra volaba a su alrededor. Naruto, por otro lado, sostenía a Hinata, tratando de calmarla.
No, él estaba tratando de detenerla.
—Hinata-chan —estaba siseando, tratando de mantener su conversación privada—. Lo manejaré yo, ya es hora de que termine con su locura. Necesitas descansar.
—Tienes que volver a la mansión Hyūga. —Hiashi había dado un paso e intentó tomar a la joven, pero ella le apartó la mano. Con su Byakugan activado, ella le dio una mirada que Kakashi nunca había visto aparecer en su rostro.
—No me toques —fue todo lo que dijo y caminó hacia adelante.
—Hinata-san —Kakashi estaba parado frente a ella, con sus menos levantadas, demostrando que no tenía intenciones de luchar contra ella—. Por favor, solo escucha: tenemos que detenerlo, pero es importante que no ataquemos, él es demasiado fuerte. Tenemos que defendernos, creo que a pesar de todo ese extraño poder, en algún momento se quedará sin el. Pero si luchamos contra él ahora, moriremos. Tenemos que ser racionales.
—Tengo que estar de acuerdo contigo —Gaara se unió a la conversación, con los pies sobre la arena, flotando ligeramente en el aire—. Al igual que en la cumbre de los Kage, persigue a los ancianos de Konoha. Si no es provocado, no debería atacarnos.
—Tenemos que alejarlo de la aldea, de lo contrario destruirá Konoha —explicó Mei Terumi.
—Usaré el kunai de teleportación de mi padre, ya es hora de que use esa técnica —Naruto caminó hacia Hinata y puso su mano sobre su hombro—. Deja esto en mis manos, Hinata. Me encargaré de Sasuke...
—Ese no es Sasuke —interrumpió la chica—. Es un demonio.
Antes de que alguien pudiera reaccionar, ella había desaparecido.
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El hombre de cabello negro se adelantó, siguiendo el rastro de chakra que los dos ancianos de Konoha estaban dejando. Él veía sus pies moviéndose, esta era una sensación que no había sentido en mucho tiempo. Estar enjaulado en un medallón no era nada agradable.
La gente corría por las calles, la mayoría lo hacía despavorida. Otros intentaban atacarlo, sin embargo, les tomó a los aldeanos ver tres cadáveres para darse cuenta de cuán mala era la situación. Entonces todos comenzaron a entrar en pánico, tratando de esconderse. Una sonrisa se extendió en sus labios. Eran como hormigas, aplastados por el poder absoluto de su chakra.
Caminando hacia adelante, pronto se encontró con un gran edificio. La torre Hokage. Intentaban huir, utilizando el laberinto subterráneo que servía como un búnker.
Eso está bien para mí.
Sin embargo, no tenía ganas de perseguirlos. A pesar de lo fuerte que era este cuerpo, no podía permitirse perder demasiado tiempo. De lo contrario, arriesgaba la vida del Uchiha.
La puerta se abrió de golpe. Los guardias ANBU del otro lado saltaron, pero no pudieron soportar el poder que irradiaba el usuario del Sharingan. Todos los hombres cayeron sobre sus rostros, estaban siendo físicamente triturados contra el suelo.
Con una sonrisa burlona, Sasuke los pasó y se dirigió a la mujer que estaba tratando desesperadamente de correr tan rápido como podía, pero solo unas pocas cosas en este mundo eran más rápidas que el Uchiha y Utatane no era uno de ellas.
En un instante, se paró frente a ella. La anciana se dio vuelta rápidamente y entró en una de las salas de reuniones. Ella estaba lista para luchar contra él, pero no sería necesario.
El hombre levantó lentamente sus manos, sus dedos apuntaban a la mujer.
—Ahora es momento de que pidas perdón por sus pecados.
—¡Lo único que lamento es que no te asesinaran junto con tu clan!
Sasuke movió su cabeza hacia un lado, con expresión triste, él casi parecía herido por sus palabras. Pero fue instantáneamente reemplazado por completa y total locura. Sus dedos brillaban con un aura negra.
—Muy mal —susurró.
La mujer intentó defenderse, pero ya era demasiado tarde. Ella no notó cuando atacó, el ojo humano no podría rastrear tal movimiento. Ella solo vio su rostro a centímetros de ella, con una sonrisa llena de locura y los ojos, llenos de odio. Este chico era un monstruo.
El Uchiha golpeó a Koharu, su puño perforó su pecho y su palma ahora estaba firmemente agarrando su corazón. Las yemas de sus dedos quemaban el órgano con ese terrible y oscuro poder que poseía. Con sus últimas fuerzas, la mujer realizó un sello y usó la técnica de bola de fuego, la cual quemó el rostro de Sasuke, no obstante, él no se movió ni siquiera parpadeó.
Con un movimiento rápido, el Uchiha arrancó el corazón de la mujer, dejando que su cuerpo muerto cayera al suelo. Levantó el órgano y examinó las marcas de quemaduras que había dejado. En un momento lo apretó y gotas de sangre volaron por todas partes. Sus dedos fueron lentamente a su rostro y tocó la zona quemada. Su mejilla sangraba y le dolía, pero no tenía tiempo para sanarla ahora, tenía que concentrar todo su poder en destruir la aldea.
Saliendo de la habitación, se dirigió hacia el búnker.
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Hinata sostuvo la rama del árbol con fuerza, tratando de mantener el equilibrio, estaba muy mareada. Pero su Byakugan podía verlo, él estaba junto a la torre Hokage. Y un ejército de hombres se dirigía allí.
Solo ella sabía cuan peligroso era en realidad; solo ella sabía sobre el poder que tenía en sus manos... y solo ella podía detenerlo.
Saltando al suelo, se dispuso a correr, pero su camino pronto fue bloqueado. Un enorme bulto de piel la atacó, lamiéndole la mejilla. Logró darse la vuelta y rápidamente recuperó la compostura, limpiándose el rostro con la manga.
—Estoy feliz de verte también, Akamaru, pero tengo prisa en este momento.
—¿Para qué? ¡Él no irá a ninguna parte! —gritó su compañero de equipo, Kiba, quien trató de mantener una expresión seria, pero falló. Sonriendo, corrió a abrazar a la heredera—. ¡Dios, realmente pensé que estabas perdida! ¡Estoy tan feliz de que estés bien!
—Kiba-kun, lamento haberte preocupado, sin embargo, es realmente importante que vaya...
—No. No dejaré que te involucres en esto otra vez. Ya fue suficientemente malo cuando desapareciste. Si algo te vuelve a suceder, no seré capaz de manejarlo.
—Kiba...
—No, Hinata. Este tipo te causó muchos problemas.
—Está bien —Hinata se volvió para ver a Shino emerger de las sombras, una nube de insectos volaba a su alrededor—. El Hokage nos pidió mantenerte a salvo y alejarte tanto como podamos del Uchiha. Ahora vámonos.
—No.
—Hinata —Kiba la tomó por los hombros y la sacudió ligeramente—. No puedes luchar contra él. No lo permitiré. Sé que quieres ayudar, pero piensa con claridad, Naruto está allí, Killer Bee, Gaara y los otros Kage están allí. Ellos se encargarán de esto.
—Lo siento, Kiba-kun.
El chico le lanzó una mirada inquisitiva, pero cayó al suelo antes de que él pudiera reaccionar. Ella le había golpeado en la parte posterior de la cabeza con una pequeña cantidad de chakra, justo en uno de sus puntos de chakra. Eso no le haría dañó, solo lo dejaría inconsciente.
Akamaru se levantó de un salto, olfateando y ladrando hacia su dueño. Parecía que el animal confiaba demasiado en Hinata para darse cuenta de lo que había sucedido. Inclinándose, ella rápidamente acarició la cabeza del perro, dejándolo caer al suelo también.
Esquivando la nube de insectos que la atacaban todo este tiempo, ella trató de acercarse a Shino, pero él estaba evadiendo sus palmas con facilidad. Habían entrenado juntos lo suficiente como para que él supiera evadir sus ataques.
Aun así, la joven había aprendido algunos trucos nuevos durante su tiempo con el Uchiha. Dando un salto, ella se posicionó a la derecha del chico, alejó a los insectos y pateó los pies de su ex compañero de equipo. Él perdió el equilibrio de inmediato, cayendo al suelo. Ella lo golpeó los puntos de chakra de sus rodillas. Aburame intentó dirigir los insectos en su dirección, pero ella usó un vórtice de vacío y dispersó a las pequeñas criaturas por todas partes.
—No —suplicó Shino, pero fue en vano.
Con gran tristeza en sus ojos, Hinata colocó su mano en la parte posterior de su cuello y lo noqueó, asegurándose de que no se golpeara la cabeza al caer al suelo. Ella se había convertido en un monstruo también.
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—Las cosas hubieran sido mucho más fáciles si todavía tuviera el Shukaku. Tres jinchūriki hubieran sido suficiente para detener a Sasuke.
—¡Qué tonto! Yo y Naruto somos suficientes para vencer a este tipo, ¡oh sí!
Gaara rodó los ojos y se apresuró a dirigirlos al Uzumaki, su modo Kyūbi estaba activado y estaba listo para la batalla. Ellos y los Kage, se pararon frente a la torre Hokage, escuchando los sonidos de pelea que venían del interior.
—Los ancianos deberían estar cerca del búnker subterráneo. Si llegan allí antes de que Sasuke los alcance, deberían estar seguros. Una vez que estén cerrados, las puertas serán impenetrables.
Algunos del grupo asintieron ante las palabras de Kakashi y se apresuraron a entrar.
—Naruto —una voz familiar lo llamó y el rubio se volteó para ver a Sakura corriendo detrás de ellos. Estaba acomodándose los guantes de color negro en sus manos. El polvo en su cabello rosa mostraban que probablemente había escapado del salón dúrate el primer ataque.
—Sakura-chan, tienes que irte.
—No, necesito asegurarme de que Sasuke sea reducido de una vez por todas. Él...
Pero ella no pudo continuar. En cambio, chocó contra la espalda del Uzumaki, quien de repente se había detenido en seco. Haruno se asomó por su hombro, pero jadeó y se apresuró a mirar hacia otro lado.
En la habitación a su izquierda, el cuerpo de Koharu Utatane yacía en el suelo en un charco de sangre. Algunos guardias ANBU decapitados indicaban que el usuario de Sharingan había estado allí.
—Kuso —susurró Naruto y se abrió paso entre los miembros del grupo, que también se había congelado. Fue rápidamente seguido por Gaara y Bee.
Y no fue difícil perseguir al Uchiha: había manchas de sangre y cuerpos por todas partes. Era casi como si quisiera que lo siguieran.
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Sasuke caminó lentamente hacia las enormes puertas de hierro del búnker subterráneo y tocó el material frío, probando lo gruesas que eran las puertas.
Patético.
Tomando una respiración profunda, el hombre realizó una gran cantidad de sellos con las manos y luego sopló una gran cantidad de fuego a la puerta. Con su Sharingan activo, la puerta pronto se vio envuelta en las mortales llamas negras del Amaterasu también. No pasó mucho tiempo antes de que la parte delantera de la puerta se volviera roja por el fuego. Eso sería suficiente.
El Susanoo, en su forma final, necesitó cortar la puerta solo unas pocas veces antes de que su espada la atravesara. Utilizando uno de los enormes cortes como entrada, el Uchiha entró lentamente, disfrutando de las expresiones de pánico de las personas. Solo quedaban tres guardias ANBU y ahora estaban reunidos alrededor de Homura, protegiéndolo con sus vidas.
—Se avergüenzan así mismos al defender a ese cobarde. Salgan ahora mientras estoy de humor para dejarlos vivir. —Esperó unos segundos y al final sonrió—. ¿No? Que mal para ustedes.
En un segundo la criatura esquelética se elevó por encima del Uchiha. Con la mano agarró a uno de los guardias, lo apretó, rompió sus huesos y lo aplastó como un insecto. El cuerpo sin vida fue arrojado al suelo.
—Uchiha, detente ahora antes de que sea demasiado tarde para ti —dijo Mitokado.
Sasuke le lanzó una mirada inquisitiva.
—¿Demasiado tarde? ¡Demasiado tarde! —Su risa resonó en el búnker—. Eres un viejo patético. Desde que vi a mis padres y a todo mi clan muertos ya era demasiado tarde para mí. No hay vuelta atrás, te mataré ahora, tan lenta y dolorosamente como mi familia perdió sus vidas y después destruiré todo este lugar para que no quede el recuerdo de tu existencia.
—¡Sasuke!
El Uchiha suspiró. Lentamente giró su rostro para mirar al Uzumaki en el búnker. Un grupo de personas lo siguieron. Los Kage, el otro jinchūriki y la chica inútil de cabello rosado, todos ellos listos para pelear.
—Uno contra demasiados. Esto será interesante.
Sasuke le dio la espalda a Homura, dejándolo escapar, escuchándolo correr, sus pasos resonando en la distancia. Pero eso no le importaba, no desperdiciaría demasiado tiempo con estas personas de todos modos.
Todos atacaron a la vez. El pelirrojo trató de cegarlo con su arena un par de veces, pero no funcionó. Dos de los otros, ambos altos y musculosos, intentaron atrapar su cabeza entre sus brazos, pero él fue demasiado rápido para ellos.
No podía golpear a nadie, venían hacia él desde todas direcciones, pero tampoco lo estaban atacando realmente, ellos mantenían una distancia prudente.
Estaban haciéndolo perder el tiempo. Literalmente solo estaban frenándolo. De esta forma podrían evacuar la aldea a tiempo y también podrían asegurarse de que Homura Mitokado tuviera tiempo para esconderse también.
Verdaderamente patéticos.
Permitiendo que su odio lo envolviera por completo, el Susanoo encima de él llenó la habitación, llegando al mismo techo. La espada de la criatura se volvió negra, ardiendo con la oscuridad que envolvía al propio Sasuke. Un solo golpe lanzó a la Mizukage por el aire. Ella cayó de costado, la sangre brotaba de su estómago. La muchacha de cabello rosa inmediatamente corrió hacia la Kage, la luz verde brillaba en sus manos.
Ni siquiera podían acercarse a él. Al final Naruto decidió tomar las cosas en sus propias manos, soltó el poder de Kurama y el Kyūbi llenó el resto de la habitación. Las dos criaturas gigantes se enfrentaron. Killer Bee decidió que era una buena idea dejar usar su modo Hachibi, pero antes de que pudiera siquiera moverse, la oscuridad completa cayó sobre el bunker.
Solo había silencio ahora. Ellos habían desaparecido.
—Maldita sea, Naruto —siseó Kakashi, sosteniendo su brazo el cual ahora tenía un profundo corte. El Uzumaki había usado la técnica de teletransportación de su padre con el Uchiha. Y ya sería demasiado tarde cuando el grupo pudiera dar con su paradero.
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Fin Capitulo Treinta
Notas: ¡Hola! ¿cómo están? Se supone que esto debía postearlo ayer, pero tuve muchas cosas que hacer y lo termine olvidando, lo siento por eso. Como mi hermana mayor tiene que ir a trabajar, me deja a mi encargada de ayudarles a mis sobrinos con sus deberes de la escuela y estoy batallando para enseñarle a leer y escribir al más pequeño, es en estos momentos en los que hago uso de toda mi vocación de maestra (que es lo que estoy estudiando) para tratar de que hagan algo. Si alguno de ustedes sabe tácticas divertidas para enseñarles las letras a los peques, siéntanse libres de decírmelas. Otra cosa, recuerden que el próximo mes NO tendremos capítulo, ya que debo concentrarme en finalizar mi semestre (con éxito esperemos), tengo un montón de tareas por hacer, un montón de PDF por leer y nada de ganas de estudiar XD
Saludos y recuerden cuidarse mucho. Bye.
Guest Mabel: Tu predicción se cumplió, porque el juicio de descontrolo.
Link historia original: www . fanfiction s / 8914719 / 1 / The-Madness-of-an-Enchanting-Obsession
Naoko Ichigo
