Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco es mía, es de AnnaDax y fue beteada por Jeffy Iha.

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El silencio era insoportable. ¿Así se sentía la muerte? ¿Vacía? ¿Solo oscuridad?

Un sonido de goteo lentamente llamó su atención. Con las últimas fuerzas que tenía abrió los ojos, cualquiera que fuese el jutsu que usaron en él, le había causado tanto dolor que su visión estaba borrosa en este momento. Logró darse la vuelta y se recostó sobre su espalda. El cielo estaba brillante, la luz le estaba lastimando los ojos y sentía náuseas.

Había una sombra. Algo estaba interponiéndose entre la luz del sol y su visión.

Parpadeando, Sasuke levantó lentamente su mano y tocó su frente, trazando la marca de quemadura que Homura había dejado. El constante sonido de goteo continuaba, de repente algo cayó sobre sus dedos y se tomó un tiempo para examinarlo.

Era sangre.

Levantó la mirada, solo para abrir los ojos con sorpresa.

Homura Mitokado se elevaba sobre él, con una extraña mirada en su rostro. Por un momento, el Uchiha no comprendió lo que sucedía, pero al final recuperó los sentidos, logró sentarse y alejarse del anciano.

Una mano había atravesado el pecho del viejo, su ropa estaba cubierta de sangre. Sasuke podría reconocer esos dedos aún con los ojos cerrados, no obstante, el impacto de esa acción lo atravesó fue tan fuertemente que apenas podía pensar con claridad.

La mano se retiró, produciendo un fuerte sonido al salir del pecho de Mitokado. El miembro del Consejo de Konoha estuvo quieto por un momento, pero en segundos su cuerpo sin vida cayó al suelo.

Hinata Hyūga estaba allí, con la mano cubierta de sangre. Apretando los labios; ella levantó el brazo aún un poco y miró sus dedos con sus ojos blancos. Entonces, su mirada se movió hacia los ojos negros de Sasuke.

Pareciera como si todo estuviera pasando en cámara lenta o más como si el tiempo se hubiera detenido. No había sonido alguno, ni imágenes, nada, solo ella parada frente a él. Su cabello lucía más largo y oscuro, aquello la hacía ver pálida como si ella fuese un espíritu de la luna. Sus labios carnosos se separaron como si fuera a decir algo, pero se quedó en silencio.

Finalmente, el mundo comenzó a funcionar nuevamente. Ella dio un paso adelante, justo cuando Sasuke finalmente había logrado ponerse de pie. Él no se movió y la dejó acercarse, pero él tuvo que agacharse enseguida, ya que ella había intentado golpearlo con su jūken.

Ella estaba enojada y esto situación estaba nublando su mente. Ella intentó golpearlo nuevamente con su mano llena de chakra azul, pero su intento fue en vano.

Una vez más, se vio obligado a agarrar sus muñecas para detener esto.

La atrajo hacia sí y clavó su oscura mirada en Hinata, pero ella se apartó furiosamente.

—Monstruo. Bastardo.

—Hinata.

—Mataste a mi padre... Tú...

—Detente.

—¡No!

Finalmente logró liberarse. La chica lo abofeteó con tanta fuerza que el rostro del Uchiha giró hacia el otro lado. Sasuke volvió lentamente su mirada hacia ella, con la mandíbula apretada.

—Basta —insistió.

Ella lo miró por un momento, su rostro cambiaba entre ira, dolor y tristeza. Finalmente, las lágrimas comenzaron a rodar por sus ojos mojando sus mejillas. Se apresuró a limpiarlas, tomándose un momento para notar la sangre en su mano derecha. Como si se diera cuenta ahora, dio un paso atrás, sus ojos se desviaron hacia el cadáver que yacía a unos metros de distancia.

Ella lo había matado, ella había asesinado al último miembro del Consejo de Konoha.

La chica jadeó y se apresuró a ocultar su rostro entre sus manos. Ella había actuado sin pensar, había matado a un hombre por enojo y rabia. Ella era un monstruo. Él la había convertido en un monstruo.

«No

Ella había elegido hacer esto, cualquiera fuese el resultado, fue obra suya. No podía culpar a nadie de obligarle a hacer esto. Volviendo sus ojos a Sasuke, dio un paso atrás, tratando de incrementar la distancia entre ellos.

—¡Hinata huye!

La joven se volvió hacia Naruto quien estaba a unos metros de distancia, tirado en el suelo, cubierto de barro y escombros, completamente incapaz de ponerse de pie.

—¡Naruto kun! —Trató de ir en su ayuda, pero fue detenida por el Uchiha. Las manos masculinas aterrizaron sobre sus hombros y él la obligó a mirarlo.

—Hinata —comenzó.

—¡Corre! —El Uzumaki no se daba por vencido.

—¡Cállate, Naruto! —Aprovechando la distracción del rubio, Sasuke se volvió hacia la chica que estaba sosteniendo—. Escúchame, perderé el control pronto. Tienes que irte lo más lejos posible de aquí.

—No —trató de hablar.

—No discutas conmigo. Maté a tu padre, no hay nada que te encadené a este lugar ahora. Nadie que te haga responsable de nada, eres libre de tus deberes como Hyūga. Ahora vete.

—¿Cómo es posible que pienses que eso cortará los lazos que tengo con Konoha? Mis amigos están aquí, todos los que me importan están aquí —se apresuró a limpiarse las lágrimas—. Incluyéndote a ti, pero no puedo dejarte hacer esto. Tengo que detenerte.

Dando un paso atrás, ella estaba lista para atacar. Con su Byakugan activado, estaba a punto de luchar contra él, sin embargo, el Uchiha dejó que sus brazos cayeran sobre su costado, sin hacer nada para defenderse. Sus ojos negros reflejaban la seriedad de la situación.

—Si peleas conmigo, morirás.

—Prefiero perder mi vida que ver a las personas que más me importan perecer por tu locura.

Sasuke suspiró. Miró a su alrededor, un poco enojado con el extraño ojo que flotaba en el aire sobre él. Los otros venían, tenía que terminar esto pronto.

Activando su Sharingan, corrió hacia adelante, todavía un poco mareado por lo que le había sucedido minutos antes. Miró a Mitokado, asegurándose de que realmente estuviera muerto. Se supone que debió ser él quien lo asesinara, dejar que la Hyūga se manchara las manos con su sangre inmunda era algo horrible.

La chica también corrió hacia adelante y se enfrentaron. Su Chidori la golpeó en el hombro, pero ella estaba determinada a detenerlo. Las lágrimas caían de sus ojos, ella casi logró golpearlo también.

—¡Hinata! —Naruto finalmente logró ponerse de pie y corrió en su dirección. No podía realizar un clon de sombras, no podía hacer un Rasengan, ni siquiera podía ponerse en contacto con el Kyūbi… era como si su conexión con Kurama no existiera. Él no podía controlar su chakra, pero él tenía que hacer algo.

El Uzumaki logró agarrar a la heredera por la cintura y apartarla del ataque del Uchiha, sin embargo, ahora estaba se sentía tan débil. Sasuke lo agarró de la camiseta y lo golpeó en el muslo con su espada Kusanagi, infligiéndole un profundo corte. El rubio gritó y cayó al suelo.

Él ni siquiera podía pararse ahora.

«¡Kuso

Sus ojos azules observaron a los dos luchar, hasta que Hinata fue empujada contra una roca. Ella se inclinó hacia atrás, jadeando, con las palmas levantadas frente a su cuerpo. El Uchiha se detuvo frente a ella y luego envaino su espada. Sus ojos rojos se volvieron negros.

—Una vida por una vida. He pagado mi deuda.

Antes de que ella pudiera reaccionar, Sasuke había desaparecido. Sus ojos blancos miraron hacia donde había estado hace un segundo, hasta que finalmente entendió que él se había escapado. Él le había perdonado la vida.

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«¿Qué demonios me hizo él?»

Sasuke estaba corriendo, tratando de encontrar e interceptar el camino de sus perseguidores. Matar a todos los Kage sería increíblemente interesante.

Es una técnica rara que se usa para liberar a alguien de un jutsu mental. Gracias a que estabas distraído, todo nuestro plan estuvo a punto de arruinarse.

«Todo está yendo bien.»

No, no lo está. Y si dejas que esa chica se meta en la cabeza otra vez, la mataré.

«Ella me salvó la vida. De lo contrario, ya la hubiese matado de buena gana.»

No me importan tus patéticas excusas. Si ella nos confronta nuevamente, la asesinaré.

«Haz lo que desees.»

Clavando los talones en el suelo, Sasuke se quedó quieto, mirando como Kakashi, el Raikage, el Kazekage y el jinchūriki de las ocho colas estaban de pie frente a él en el pequeño claro en el bosque. Una amplia sonrisa se extendió por sus labios.

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Sus manos brillaban con una luz verde, solo esperaba poder detener el sangrado en la pierna de Naruto a tiempo. El Uzumaki la estaba mirando fijamente, pero ella no podía enfrentarlo.

—Hinata.

—Ya casi termino.

—Olvídalo —él inclinó su cabeza hasta que ella se vio obligada a mirarlo—. Yo... siento no haber podido hacer algo. Tu padre... él nos salvó y yo...

—No te disculpes, Naruto. No es tu culpa, yo tengo la culpa.

—No digas eso.

—No trates de consolarme, porque es la verdad.

—Hinata, no tuve la oportunidad de enfrentarlo. Él... él me hizo algo... ni siquiera puedo crear un clon de sombra.

Sus ojos blancos se ensancharon un poco, luego volvieron a mirar al suelo.

—Él ha robado tu chakra.

—¿Qué? ¿cómo?

—Es demasiado para explicarlo ahora. Solo sé que, si no lo detengo, la muerte de mi padre será el menor de nuestros problemas.

Diciendo eso, ella se levantó de un salto y salió corriendo, dejando al Uzumaki con la boca abierta. Él no entendió nada, Sasuke estaba poseído por algo, pero Hinata también estaba actuando diferente. Sus ojos azules se posaron en Homura Mitokado, yaciendo en un charco de su propia sangre, muerto hacía tiempo y él no pudo evitar estremecerse. No, esta no era la Hinata que él conocía.

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Kakashi movió el protector ninja en su cabeza, exponiendo su ojo con el Sharingan. El chico que estaba frente a él lentamente se envolvió en esa oscuridad de nuevo, con venas negras visibles en su piel. Sus ojos eran excepcionalmente negros.

—Sasuke, sé que eres el amigo de Naruto, ¡pero te detendré!

Inclinando la cabeza hacia un lado, el joven de cabello negro miró al extraño rapero frente a él. ¿Lo había visto antes? No podía recordarlo, el espíritu demoníaco casi había terminado con su transformación.

De repente, el Hokage dio un paso adelante, haciendo un gesto para que el resto no se moviera.

—Eras mi alumno, debería haberte detenido hace mucho tiempo. Este error mío ha causado demasiado caos y destrucción, pero ahora es el momento. Seré tu oponente, Sasuke.

El Uchiha se rió. Esto causó que la mayoría de las personas ante él temblarán. Gaara voló con su arena hacia Kakashi.

—Vi lo que le hizo a Naruto. No tienes ninguna posibilidad contra él.

—Estoy listo para arriesgarme.

—¡Hokage, no seas ridículo! —El Raikage también dio un paso al frente.

Sasuke los estaba examinando cuidadosamente mientras ellos discutían. Tenía algunos recuerdos de haber peleado contra ellos, sin embargo, al demonio dentro de él no le importaban las tácticas. Solo sabía matar y ese conocimiento sería suficiente.

Para ahorrar algo de tiempo, Sasuke decidió comenzar con el jinchūriki.

Los hombres todavía estaban discutiendo los peligros de esta batalla, cuando una técnica sombría envolvió el claro. El sol ya no era visible; ahora estaban en completa oscuridad.

«Perfecto.»

Corriendo hacia adelante, el hombre de cabello negro pasó junto al grupo; quienes estaban haciendo todo lo posible por sentir sus movimientos. No obstante, este no era un jutsu ordinario, era uno que causaba confusión y desorientaba a su oponente. Esos hombres eran más fuertes de lo que pensó y ellos se acostumbraron fácilmente al chakra sofocante y lo atacaron, pero él ya había alcanzado su objetivo.

Killer Bee sacó una espada y bloqueó el ataque de Uchiha. Se detuvieron por un momento, luchando, cada uno tratando de prevalecer sobre el otro. Entonces Bee de repente perdió el control y su mano fue herida, su grito hizo eco en la sombría burbuja. El hombre cayó de rodillas e intentó respirar, incapaz de aclarar su mente.

De un momento a otro, las sombras se desvanecieron. Sasuke se había alejado y ahora estaba admirando su trabajo. Todos los otros hombres parpadearon, luego el Raikage corrió hacia su hermano, tratando de ayudarlo a ponerse de pie.

El espíritu demoníaco de Sasuke había tomado el chakra de Bee y lo había recogido en el medallón. No podía robar el poder del Hachibi, pero cortar su conexión con la bestia de ocho colas de cola sería suficiente. El jinchūriki había vivido toda su vida con ese vínculo. Al cortarlo, el corpulento hombre ya no podía funcionar bien. Al igual que Naruto, hace unos momentos.

—¿Qué le hiciste? —El Raikage estaba furioso.

—Ah, no te preocupes, lo mataré al último.

Con eso, corrió hacia adelante y chocó con el líder. El hierro que el hombre llevaba en la muñeca lo protegió del ataque, pero eso era exactamente lo que quería el espíritu demoníaco. Solo tenía que acercarse a sus víctimas, esto sería un juego de niños.

Sasuke levantó su mano y la estrelló contra el hombro del Raikage. Una ráfaga de fuego llenó el aire y el hombre tratando de retroceder gritó de dolor, pero el demonio lo estaba sosteniendo con fuerza. Usando otra explosión de fuego, encendió al hombre rubio como una antorcha. Lo sostuvo así por un tiempo, luego lo liberó para poder enfrentarse a los otros dos que lo estaban atacando.

Gaara trató de dirigir su arena hacia el Raikage, para detener las llamas que lo habían engullido, pero un fuerte viento le impidió avanzar. Sasuke caminó hacia él lentamente, mirando cómo ni el Kazekage, ni el enmascarado podían contra el viento. Se habían cubierto los ojos y retrocedieron.

«Patéticos.»

El espíritu demonio se detuvo de repente, completamente congelado por un momento. El viento se detuvo para poder concentrarse.

Sí, finalmente había ganado el control total ahora. El chico Uchiha había desapareció, se había convertido en parte del medallón y su cuerpo ahora le pertenecía al espíritu.

Su risa resonó en el aire como si estuvieran en una enorme cueva. El viento había vuelto, tan fuerte como siempre, el fuego estalló en sus manos y rápidamente lo dirigió al pelirrojo que estaba flotando frente a él, pero logró evadirlo. Golpeando sus manos en el suelo, el espíritu demoníaco creó una gran ola de rocas que volaron por el aire. Gaara evadió eso también.

Justo como lo planeó.

Las rocas volaron hacia atrás sin que el pelirrojo las notara, no lo golpearon, sino que se pegaron a él, envolviendo su cuerpo. Intentó alejarse, pero pronto cayó al suelo, aplastado por el peso.

El espíritu demoníaco se estaba riendo; la oscuridad absoluta envolvió su cuerpo y las venas negras eran más visibles ahora, no necesitaba del Sharingan para verlas. Este poder era como un fuego negro, como el Amaterasu, pero más fuerte. Kakashi corrió hacia adelante más el viento lo envió a estrellarse contra el tronco de un árbol. Antes de que pudiera volver a ponerse en pie, la criatura demoníaca ya había llegado al lugar donde estaba Gaara. Su arena voló por el aire y el espíritu demoníaco con un movimiento de la mano la rechazó. Luego levantó su brazo en el aire, un rayo envolvió su extremidad.

El Kazekage ensanchó sus ojos verdes en estado de shock, no había mucho que pudiera hacer. El demonio estrelló su mano justo en medio de su pecho y Gaara trató de gritar, pero la electricidad que fluía a través de su cuerpo no le permitía hacer nada. Sus ojos se desviaron hacia el cielo y finalmente, lentamente se desvaneció.

La risa loca que siguió fue más de lo que Kakashi pudo manejar, era puro poder como una oscuridad que aplastaba todo. Observó lo que antes había sido Sasuke caminar hacia él. Luego Kakashi fue agarrado por el cuello y lo levantó para sonreírle mientras lo miraba fijamente.

—Te dije que no apresuraras tu muerte, pero pareces estar demasiado impaciente. Eso está bien para mí, todos ustedes son pequeños y patéticos insectos que merecen ser aplastados.

Este era el momento perfecto. El Hokage apartó su mano, un Raikiri zumbó entre sus dedos y luego se lo arrojó al Uchiha. La camisa en su pecho fue quemada por el rayo, el espíritu demoníaco miró hacia abajo, apenas reconociendo el fallido intento.

Ese ataque lo debería haber atravesado. Sin embargo, el Uchiha era impenetrable. El simple arañazo que había aparecido en su pecho se curó instantáneamente, junto con la cicatriz que los dos ancianos habían logrado dejar en su rostro. Los ojos negros volvieron a enfocarse en el hombre enmascarado y se rió de él. El sonido solo aplastó más a Kakashi, haciéndolo sentir impotente.

—Ahora déjame mostrarte cómo se hace esto.

Usando lo que parecía ser un Raikiri perfecto, el demonio atravesó directamente el estómago del Hokage.

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Fin Capitulo Treinta y dos

Notas: ¡Hola a todos! ¿cómo han estado? por mi parte el tiempo libre ha sido escaso, pero a estas alturas de la vida y de la pandemia eso es normal XD no tengo mucho que decir, estoy algo apresurada ahora, ya que tengo que ir a recoger porquería de perro (tengo 9 perros así que imagínense cuanto de eso tengo que limpiar XD) y también le prometí a mi madre que la ayudaría a plantar algunas verduras en el jardín. Realmente espero que el capitulo fuese de su agrado.

Cuídense mucho, saludos. Nos estaremos viendo el día 1 de septiembre.

Guest Gigi22.06: Me alegra que te gustara la historia y que bueno que te guste como se están dando las cosas. Jajaja, tengo que admitir que yo también amo a esta Hinata.

Guest Mabel: ¡Hola! Jajaja, por supuesto que no, además Sasuke nunca se contiene durante una pelea. No es por desmerecer a Kiba o a Shino, pero yo nunca los vi como ninjas fuertes o que fuesen gran aporte durante una pelea, así que…

Link historia original: www . fanfiction s / 8914719 / 1 / The-Madness-of-an-Enchanting-Obsession

Naoko Ichigo