Capítulo 7 - Nuestra Oscuridad

Sofia The First no me pertenece


"Axel" - escucho una voz extrañamente familiar llamarlo en un susurro - "Axel"

Abrió sus ojos pero no había nadie pero de nuevo aquella voz de mujer volvió a llamarlo.

"¡¿Quién está allí?!" - preguntó tratando de guardar la calma.

"Axel, hijo" - volvió a escuchar y una luz se mostro detrás de él.

Rápidamente se volteó para ver con total asombro la figura plateada de su madre, tan hermosa y bella como la recordaba y con esa mirada tan dulce que bien conocía.

"¿Mamá?, ¿de...de verdad...eres tú?" - preguntó sin poder creer lo que veía, es decir, su madre estaba muerta, era imposible que estuviera allí frente a él.

La figura transparente sonrió con calidez y desapareció para volver a aparecer en frente de él haciendo que retrocediera un paso pero ella no cambió su expresión y tomó su rostro entre sus manos.

"Mi pobre y hermoso hijo mayor, estás sufriendo tanto pero no te preocupes ya estoy aquí" - le respondió con tanta suavidad que se sintió en paz, aunque no le duró mucho - "Para que pagues por lo que hiciste"

Un escalofrío perturbador lo recorrió al escuchar esas palabras con la voz de su madre y ver una expresión malévola en sus preciosas facciones y sentir cómo rápidamente apretaba su cuello con la intención de estrangularlo.

"Ma...má..¿que...ha..haces?" - le preguntó a pesar de que sentía que el aire se le iba.

"¡Tú fuiste el culpable, por tu culpa estoy muerta!, fuiste un hijo detestable, nunca te importaron los sentimientos de tu hermano, ni de nadie de tu familia, solo piensas en ti mismo" - le decía con desprecio el espectro de su madre mientras continuaba ahorcándolo.

Axel intentó decir algo pero no podía, las manos de su madre le estrujaban con fuerza la garganta.

"Tu madre tiene razón" - escucho decir de otra voz femenina y al lado de su progenitora estaba Amber con la misma mirada maligna que tenía su mamá en ese momento - "Eres tan egoísta que no te importo destrozar mi corazón, mereces la muerte y con gusto me quedaré junto a Adán, tú no vales nada"

Podía sentir como su corazón se rompía en mil pedazos, su madre y su amada princesa le hablaban de aquella manera tan fría y despiadada que le destrozaba el alma, el aire se le acababa y su visión comenzaba a hacerse borrosa, de un momento a otro las figuras de su hermano y su padre aparecieron y repitieron la última oración que Amber.

Parecía su fin pero de nuevo alguien lo llamaba y se sentía la preocupación y angustia en la voz.

"¡Axel!" - ese era Hugo, intentó llamarlo pero ya era tarde, sus ojos se cerraron y su cuerpo perdió peso -"¡Axel, despierta, hermano reacciona"

Hugo lo había encontrado envuelto en un aura oscura y quejándose de falta de oxígeno por lo que intento llamarlo pero este no respondía, Axel cayó en sus brazos y estaba inconsciente, por lo que ahora temía lo peor.

Sin embargo Axel comenzó a moverse - "Hu...Hugo, ¿eres tú?" - le preguntó para cerciorarse.

"Por supuesto que soy yo, ¿estás bien?" - preguntó con preocupación por su hermano mayor.

"Eso creo, es que...no veo nada" - respondió parpadeando varias veces pero sin poder ver nada más que oscuridad.

"Bueno, es natural, estamos en una cueva oscura" - explicó siendo obvio.

"¡No Hugo, de verdad no puedo ver nada!" - era cierto, si su hermano podía aunque sea ver su silueta en la oscuridad e identificarlo bien y él no podía hacerlo con él eso solo podía significar una cosa, ¡estaba ciego!

"¡Sofia, Lani, chicos, ¿dónde están?!" - gritaba una Amber muy asustada mientras caminaba por la cueva, se abrazaba a sí misma en busca de calor y es que hacía frío pero un frío espeluznante que te ponía la piel de gallina - "Oh, hace mucho frío y estoy sola, Sofia, ¿dónde estás?"

Siguió caminando pero con el presentimiento de que alguien la vigilaba, no se sentía para nada segura en ese lugar, como quería estar en los brazos de Axel en ese momento, así se podría sentir segura con él, pero después de sus palabras no creía que él pudiera amarla, además era difícil creerle con la reputación que se ganaba pero su corazón era necio y solo lo quería a él.

Y ella que había jurado no volver a enamorarse pero una cosa es lo que decimos y otra la que hacemos. Estaba enamorada de él, precisamente de él, Axel, el hermano mayor de Hugo, el mujeriego más grande que el mundo haya conocido y estaba enamorada de él, era muy extraño pero ya no podía cambiarlo.

Fue cuando se acordó de Adán, él parecía sincero, amable y paciente, podía ver que solo quería hacerla feliz por lo que no quería darle falsas esperanzas pero y ¿si podía intentar ser feliz con él?, quizás podría ayudarla a olvidar a Axel pero no quería hacerle daño, era muy difícil todo esto.

"Princesa Amber" - escucho de repente y al voltearse se encontró con el mismo Adán.

"¡¿Adán?!, pero ¿qué estás haciendo aquí?, ¿cómo entraste?" - estaba muy sorprendida, ¿en qué momento había entrado él?

El chico le dio una sonrisa tierna y camino con calma hasta ella para tomar su mano y besársela con delicadeza.

"Princesa Amber, la más hermosa y maravillosa de todas las princesas he venido para demostrarle que merezco que me acepte como su humilde novio y muy prono su futuro esposo" - le dijo con dulzura.

"Oh, bueno, eso es verdad si lo soy y...espera... ¡¿Esposo?! No, no, no...te estás apresurando, yo ni siquiera te ha dado una repuesta, no puedes decidir por mí, creí que eras diferente a los demás" - le reprocho con enojo.

"Entonces, ¿te quedaras atada a un amor imposible con el príncipe Axel?" - pregunto con clama el chico.

"Bue...Bueno...yo..." - no sabía que responder, había tocado un buen punto.

"¿Ves?, Axel no es bueno para ti princesa, yo si" - iba a besarle pero se oyó otra voz en lugar.

"¿Enserio?" - en un segundo apareció Axel con una mirada furtiva para Adán.

"¡¿Axel?!" - preguntó con asombro.

"Amo a Amber y ella me ama a mí, ¡así que déjala en paz!" - le dijo con furia al chico mientras la tomaba de la mano y la pegaba a él.

La rubia estaba con las mejillas rojas y su corazón no dejaba de latir muy fuerte, esto se ponía cada vez más raro pero sin duda le encantaba estar en los brazos de su querido príncipe.

"¡Aléjate de ella, ya suficiente daño le has hecho!" - Adán repito el mismo acto que Axel solo que de su lado.

"¡Suéltala!, Amber, dile que me amas y que no tiene oportunidad contigo" - le exigió el peli castaño rojizo.

"¡No, tú déjala en paz!, ya perdiste tu oportunidad, ¡ella es mía!" - ambos la estaban reteniendo y jaloneando de las manos mientras mantenían una riña pero sin darse cuenta de que la lastimaban.

"¡Oigan, basta, déjenme tranquila!" - se liberó de ellos con fuerza y se alejó unos metros.

Algo extraño pasaba, al notar la vestimenta de Axel fue cuando recordó lo que Lani les había explicado sobre la cueva - "Si entras solo la magia oscura de la cueva te muestras tus peores temores y pesadillas" - eso era, la vestimenta que tenía el Axel frente a ella era la misma que usaba a diario no la que se había puesto para esta rara expedición y ella se fijaba muy bien en la ropa de los demás, esto era una ilusión, la cueva solo reflejaba su miedo de no poder decidir entre Axel y Adán.

"¡Ya es suficiente, deja de engañarme!" - le exigió a la cueva para ver si la escuchaba y de repente las versiones de fantasía de ambos chicos desaparecieron pero aquella energía oscura se había levantado como si tuviera vida propia y la amarro sin dale posibilidad de escape.

"¡Déjame, auxilio!" - gritaba con la esperanza de que alguno la escuchara y una voz tenebrosa se escucho cerca de ella.

"Sarai" - oyó casi como un lamento.

"¿Qué?" - se preguntó mentalmente pero una luz rosa llamo su atención y las sombras se alejaron de ella librándola.

Al disiparse la oscuridad puedo ver que la luz provenía del amuleto de su hermana quien estaba acompañada de Lani.

"¡Amber¡" - le llamo feliz de encontrarla.

"¡Sofia!" - corrió emocionada para abrazarla y es que tuvo miedo de no volverla a ver - "Estoy tan feliz de volver a verte hermana"

"Y yo a ti Amber" - le respondió igual de contenta.

"Pero ¿cómo se encontraron? Y ¿tú amuleto aleja la oscuridad?" - preguntó ya que según recordaba aquellas paredes de piedras los habían separado.

"Nos costó un poco pero Lani fue la que me encontró a mi" - le dijo la oji azul al señalar a su amiga - "¿La cueva también trató de engañarte?"

"Si, me mostró imágenes falsas de Axel y Adán pero lo descubrí gracias a que siempre me fijo en lo que usan los demás y cuando lo enfrente esa cosa quiso atacarme" - respondió todavía algo asustada.

"Es la magia oscura que es muy potente, escuché que se debe a que hace siglos se había usado para acecinar a magos perversos y sus espíritus siguen aquí para vengarse en las personas que entran o buscan un cuerpo que habitar" - contó dándole más temor a la princesa rubia - "Pero la luz mágica del amuleto de Sofia los aleja porque es magia pura"

"Bueno, será mejor que busquemos a Axel y a Hugo antes de que esas energías malignas los ataquen" - hablo con preocupación Sofia.

"Espera, ¿cómo?, ¿qué quieres decir?" - su mente estaba tratando de procesar la situación, su padre estaba al borde de la muerte, Sofia estaba enojada con él por algún motivo desconocido y ahora su hermano..

"¡Ciego, estoy ciego!, no puedo ver nada, todo es total oscuridad" - intento moverse hacia él pero tropezó y afortunadamente su hermano lo sostuvo antes de darse contra el suelo.

"Pero, ¿cómo es posible?, tú eres sano, ¿qué te hicieron?" - quiso saber angustiado.

"¡No lo sé, desde que volví a abrir los ojos todo es oscuridad, no veo absolutamente nada!" - explico con frustración.

"Debemos buscar a las chicas para salir rápido de aquí, quizás cuando lo hagamos tu ceguera se ira, vamos" - le tomo del brazo para guiarlo y es que así no podía ver por dónde iba.

"Quisiera saber cómo les está yendo a nuestras hijas, Lani y los hijos de Garrick, esta espera me está matando" - comentaba el rey Roland a su esposa con molestia y es que no podía soportar el quedarse esperando mientras sus hijas enfrentaban el peligro, admiraba su valentía y fuerza pero como padre era difícil para él.

"Entiendo Roly, yo también estoy preocupada pero estoy segura de que nuestras hijas podrán con esto, tenemos que creer en ellas y tener fe, me entristece ver al rey Garrick así" - le dijo su esposa al ver a al rey de Albuquerque convaleciente y solo sostenido a la vida gracias a la magia del hechicero real de Hakalo.

"Es verdad, Lani conoce mejor que nadie la isla, ella sabrá guiarlos" - le animo la reina Halia.

"lo sé, ¿donde está James?" - pregunto ya que no veía a su hijo desde hace rato.

"Esta afuera, necesita un tiempo a solas" - le explico con calma y una sonrisa suave su esposa y es que al igual que con sus hijas, Miranda ya se había fijado de las dudas que tenía su hijo, claro, solo sabía que era sobre la relación que este tenía con la amiga de Sofia, pero no se imaginaba que fuera sobre Vivian también, aunque si había notado el interés amoroso de la princesa de Zumaria sobre James.

El príncipe de Enchantia se encontraba en la terraza del castillo pensando en lo que el hechicero real de Hakalo le había aconsejado, él solo quería proteger a sus hermanas, no era ajeno a las malas relaciones que había tenido su hermana melliza y sabia que ninguno de esos tontos se merecía a Amber, exceptuando a Frederick, él fue el único que se había ganado su confianza, era una lástima que su hermana y él terminaran pero tenía entendido que fue por una buena razón.

El ultimo novio era un imbécil según su opinión y bueno, en realidad la de todo aquel que conocía a David de verdad y cuando supo del rumor de que Amber lo había golpeado se sintió orgulloso, si lo hizo es porque se lo había merecido.

Y ahora estaba Axel, no lo conocía tanto como a Hugo pero el chico había tenido el valor para salvar a su hermana de ahogarse y se veía la desesperación que sentía al ver a su padre en aquella situación tan grave por lo que no podía decir que era malo pero eso no lo hacía un santo.

"Debes confiar más en ellas" - le había dicho el hechicero.

Tal vez tenía razón, Amber y Sofia sabían defenderse, inteligentes, valientes y aventureras, eran un ejemplo a seguir para él y era fácil notar lo dispuestos que se veían Hugo y Axel para protegerlas.

Ok, lo aceptaba, Hugo y Axel podían ser confiables pero el oji gris verdoso tenía que demostrarle con hechos que no dañaría a su hermana y Hugo, no lo odiaba, solo que al enterase de su interés en Sofia se había puesto en modo celoso por sus hermanas y su amistad con él fue cambiando y siendo sincero extrañaba tratar con él como antes pero aún así lo mantendría vigilados, a ambos.

Recordó a Jade, tenían un tiempo siendo novios y todo iba bien hasta que las cosas empezaron a complicarse, Jade era buena, amable y leal pero tenía un carácter muy difícil y eso los llevaba a varias discusiones, era cierto que toda pareja tenía sus problemas en su relación pero la suya no parecía entrar en esa materia.

Y en eso llegó a su mente la imagen de Vivian sonriéndole y no pudo evitar sonreír, era tan dulce, amable, generosa, gracias a Sofia su timidez había mejorado y mostraba más sus sentimientos y opiniones, rio al recordar cómo no le tembló la mano para regañarlo cuando fueron al monte arco niebla para buscar la flor Hocus Crocus que necesitaban para sus proyectos de ciencia encantada y lo hermosa que se veía al tocar algún instrumento y concentrarse tanto en ello...un momento...¿acaso dijo hermosa?.

Enrojeció totalmente al pensar de esa forma de su amiga, su corazón latía fuertemente pero no se sentía enfermo, ¿qué le pasaba?, solo había una respuesta para tal cuestión, ¡estaba enamorado de Vivian!, no tenía idea de que en momento pasó pero si, era verdad, estaba enamorado de ella, por fin lo había descubierto, ese sueño era un reflejo de sus sentimientos pero ¿qué posibilidades había de que ella sintiera lo mismo?

"Entonces...se trata del príncipe James de Enchancia, si, estudiamos en la escuela para caballeritos y he coincidido con él en algunos eventos benéficos, según recuerdo él tiene una novia llamada Jade que es la amiga de sus hermanas Sofia y Amber" - contó el príncipe de Remilgan a Vivian.

"Si, es él, he estado enamorada de él desde hace mucho tiempo pero..nunca he podido decírselo y cuando supe de su noviazgo con Jade me sentí destrozada pero luego entendí que tendría que amarlo en silencio, intente olvidarlo pero el destino parece reírse de mí cada vez que nos ponen juntos, por ejemplo, me tocó ser su pareja de baile en la última clase antes de las vacaciones y era como si su mirada me hubiera hechizado, sus ojos pardo, su sonrisa, su..." - se detuvo al ver la cara de tristeza en su acompañante - "Lo siento, es que no es fácil olvidarlo"

"Para eso estoy aquí Vivian, quiero ayudarte a que lo olvides, demostrarte que te amo y que puedo hacerte feliz" - le dijo al besar su mano con delicadeza.

"Gracias" - agradeció y es que en verdad esperaba eso pero le costaría mucho trabajo hacerlo.

Regresaron adentro del restaurante y sus padres les preguntaron dónde habían estado y Fernando les respondió diciendo que solo habían salido a tomar aire fresco y observar el cielo lleno de estrellas, lo que despertó la ternura en sus progenitores.

Axel y Hugo continuaban caminando por la cueva esperando poder encontrar a las chicas antes de que esa oscuridad las atacara y es que el lugar tenía un aire realmente pesado e inquietante, ahora tenía a su hermano ciego y solo podía pedir porque Sofia estuviera bien, se moriría si le pasara algo.

De repente vio una luz rosa yendo hasta ellos y al mirar más de cerca se dio cuenta de que venía del amuleto de Sofia y estaba acompañada de Lani y Amber.

Muy contento de verla a salvo corrió a abrazarla tomándola por sorpresa - "¡Sofia!, me alegro tanto de que estés bien" - la abrazo fuertemente y sin poder evitarlo ella le correspondió, si, aún recordaba el beso con Tania pero el que él la abrazara era algo que no podía ignorar, su amor por él era más grande que su enojo.

Amber y Lani sonrieron ante esto pero la rubia fijo su vista en el príncipe mayor de Albuquerque, algo no estaba bien en él.

"Axel, ¿estas...estas bien?" - le pregunto acercándose a él con timidez.

"¿Amber?, ¿eres tú?" - le preguntó pues sólo podía oírla.

"Claro que soy yo, ¿qué sucede?, es como si no me..." - no pudo terminar la frase ya que Hugo se le adelantó.

"¿Viera?, si, no sabemos cómo pero..Axel no puede ver nada, está ciego" - respondió con tristeza.

"¡¿Qué?!" - las tres princesas quedaron atónitas.

"Pero, no es posible, nunca había oído que este lugar hiciera eso" - hablo Lani muy desconcertada.

"Entonces, ¿no puede ver nada, absolutamente nada?" - preguntó Sofia igual.

"Me temo que así es" - respondió Axel, sintiendo que no valía nada pero una mano suave y pequeña acaricio su rosto con delicadeza provocando que su corazón brincara de emoción y su rostro enrojeciera de golpe.

Sabía que solo una persona podía hacerlo sentir de esa forma, su amada Amber.

"¡Oh, Axel!, ¿quién te hizo esto?" - a pesar de todo ella era la única dueña de su corazón, mentiría si dijera que no quería tenerla cerca.

No necesito ver para tomar su mano entre la suya y acariciarla - "No tengo idea, después de que Hugo me encontró no volví a ver"

"¿La cueva te atacó?" - le preguntó Lani.

"Si, con una ilusión" - respondió recordando la imagen falsa de su madre viéndolo con odio.

"Lani, ¿si salimos de esta cueva, mi hermano recuperará la vista?" - preguntó Hugo.

"No lo sé, podríamos intentarlo" - saco el mapa y busco una salida.

Mientras caminaban Sofia uso su amuleto para darles luz y a la vez alejar la energía oscura de la cueva, cuando llegaron a la salida salieron atentos a Axel, esperaban que la idea funcionara.

"¿Cómo te sientes Axel?" - preguntó Lani.

"Igual, no funcionó, mi vista no ha vuelto" - todos lo veían con suma tristeza pero sobre todo Amber, le dolía verlo así.

Hugo se sentía molesto y frustrado consigo mismo por no poder ayudar a su hermano y Sofia lo noto.

Recordó lo que aquella cueva le mostró...

Flashback

Mientras buscaba a los demás Hugo había aparecido frente a ella asustándola.

"¡Hugo, ¿qué crees que haces?, me asustaste!" - le dijo algo molesta por el susto.

"Sofia, ya deja de fingir, sé que me amas" - le dijo siendo coqueto, muy coqueto.

"¿De...de...donde sacas eso?" - preguntó tratando de evitar su mirada para poder mentirle.

"Yo mismo lo descubrí...pero es una lástima que no te corresponda..." - le dijo sin quitar su sonrisa coqueta y en eso llegó Tania y acaricio el hombro de Hugo, mientras le daba una mirada de superioridad a Sofia.

"Pero... ¿qué está haciendo ella aquí?" - preguntó angustiada.

"¿Tú qué crees tonta?, Hugo es mío, me pertenece, él me quiere a mí y tú solo eres un estorbo en su vida" - contestó con una risa creída la chica.

"¡No...no..eso no es verdad!" - gritaba en negación.

"Es muy cierto Sofia, lo siento pero Tania tiene razón nos amamos y tú eres solo una niña crédula e ingenua" - respondió Hugo de manera arisca.

Sofia se tapo los oídos no quería seguir escuchando esto, nada de esto podía ser real. Su amuleto comenzó a brillar en una luz rosa y las figuras de Hugo y Tania se hicieron transparentes por un segundo y entonces lo comprendió todo, aunque Hugo no sintiera lo mismo que ella ese no era el verdadero, el jamás sería mezquino.

Tomó su amuleto con ambas manos y cerró los ojos concentrándose en todo lo que sentía por él y al parece su amuleto se conecto a su corazón y libero una gran luz rosa que disipó la oscuridad y a las figuras falsas de Hugo y Tania.

"¡Sofia!" - era la voz de Lani.

"¡Lani!" - se abrazaron contentas de encontrarse.

"Temía que la oscuridad te atrapa" - le dijo aliviada.

"Descuida, busquemos a Amber, Axel y Hugo, no deben estar lejos" - su amuleto brillo intensamente de nuevo.

"¡Sofia, tú amuleto está brillando!" - hablo sorprendida la princesa de Hakalo.

"Es que es mágico" - sabía que podía confiar en ella, después de todo Lani le había confiado su más grande secreto.

Se apresuraron para buscar a los demás con ayuda de la luz mágica de su amuleto.

Fin del Flashback

Coloco su mano sobre el hombro de Hugo para darle apoyo y cuando la vio le sonrió - "Descuida Hugo, encontraremos la forma de ayudar Axel"

"Tal vez las perlas tengan el poder para liberarlo de su ceguera" - sugirió Lani.

"Si, solo tenemos que encontrarlas y ayudaremos a tu padre y a tu hermano" - le animó tomando sus manos para demostrarle que le apoyaba.

"Gracias Sofia" - ambos sonrieron perdiéndose en la mirada del otro.

"Yo ayudaré a Axel mientras no pueda ver" - hablo una Amber decida.

"Amber..." - Sofia sabia porque su hermana decía eso pero la verdad le parecía un lindo gesto de ella.

La rubia le asintió con una sonrisa y tomó la mano del oji gris verdoso, este no tuvo objeción alguna ante ello, obviamente no podía estar enojado con ella por mucho tiempo.

"Bueno, ya está anocheciendo por lo que tendremos que acampar para pasar la noche, vamos" - indicó Lani.

Y es que no podrían seguir en la oscuridad y más ahora que Axel estaba ciego.

De esta forma se encaminaron a buscar un lugar para acampar.

Mamanu rabiaba al verlos pasar la trampa de la cueva, su plan de confundirlos había fallado.

"¡Maldición!, esa princesa entrometida siempre se mete en mis planes" - dijo refiriéndose a Sofia.

"Era algo de esperar Sofia es lista y hermosa" - hablo con deleite una de las dos sombras.

"Si no fuera por su amuleto la oscuridad de esa cueva se los habría tragado y no tendríamos ningún obstáculo en el camino" - refunfuñó la malvada hechicera.

"Lo malo es que ahora Amber es su enfermera" - mencionó con desprecio la otra sombra incógnita.

"Déjalos, al final ellas serán nuestras" - ambos sonrieron malvadamente.

"Después de todo, ellos no saben la verdad" - los tres malvados sonrieron sintiéndose poderosos.