Advertencias: Algunos personajes morirán (y otros ya están muertos :P), después de todo es un AU inspirado en los juegos del hambre, ¿qué se podía esperar otra cosa? Mínimo uso de OCs, nada muy relevante y...creo que eso es todo.

Disclaimer: Yuri on Ice no me pertenece.


Viktor caminaba intentando no enfocarse, con una excepción, en el resto de los chicos de su distrito que lo rodeaban, todos igual de ansiosos. Este sería su último año en la cosecha, después no tendría que importarle más.

Echó un vistazo al joven rubio avanzando a su lado con una determinación impropia de un chico de quince años y tuvo que retractarse de su planteamiento anterior.

-Hey, Nikiforov… ¿Crees que vuelvan a ofrecerse por ti este año?-preguntó alguien con intención de molestarlo.

-Ignóralos-le ordenó Yuri-Son unos estúpidos-ladró con toda intención de que lo escucharan y el mayor colocó una mano en su hombro para frenarlo de buscar un pleito seguro. Lo que menos necesitaban era meterse en problemas en ese día en particular.

Sabía que debía predicar con el ejemplo y mantenerse calmado, por más ganas que tuviera de partirle la cara a quien fuera que hizo el comentario no por el hecho que intentara burlarse, sino por los recuerdos que le provocó.

Exactamente hace un año, Yuuri Katsuki tomó su lugar como tributo, participando en los Juegos del Hambre y resultando vencedor contra todos los pronósticos. No había hablado con él desde entonces.

Viktor se esforzó en dejar de lado su creciente incomodidad y concentrarse en aconsejar a Yuri.

-Ya sabes cómo es, preguntarán tu nombre, tomarán un poco de tu sangre con un pinchazo en tu dedo y…

-No es mi primera cosecha, claro que se como es, maldición-lo interrumpió de mala gana.

-Busca a tu abuelo y quédate con él apenas termine-continuó sin inmutarse-Me encontraré con ustedes tan pronto pueda.

Yuri se limitó a guardar silencio y se dirigió hacia donde llevaban a cabo el registro, manteniéndose inusualmente serio y Viktor tuvo un mal presentimiento.

Logró divisar a los Katsuki un tanto apartados del resto. Suponía que debían sentirse aliviados de no haber perdido a ninguno de sus hijos en los Juegos. Desde lo ocurrido el año pasado, trataba de mantener el contacto con ellos al mínimo, aún si Hiroko y Toshiya seguían teniendo un trato cordial con él, lo que no hacía sino aumentar el sentimiento de culpa, cada vez que visitaba la panadería. Con Mari, por otro lado, era un tanto más complicado. La chica había pasado de aborrecerlo completamente a tolerarlo y luego a más o menos aceptarlo.

Era gracias a ella que lograba obtener información en relación a Yuuri, no mucha, pero mejor que nada. También fue ella la encargada de comunicarle que Yuuri no deseaba tener ningún tipo de contacto con él, rehusándose siempre a hablarle o verlo. En el fondo, lo comprendía a la perfección aunque no por eso el rechazo era menos doloroso.

Viktor salió de su ensoñación cuando la voz de una mujer, enviada del capitolio, resonó por los altavoces. Rodó los ojos, ya se sabía el discurso de memoria. A su alrededor, la gente guardaba silencio, completamente aterrados y presas de la angustia de lo que vendría a continuación. Él los ignoró e intentó localizar a Yuri sin éxito.

-Yuri Plisetsky.

Demoró unos instantes en caer en cuenta que la mujer de hecho había pronunciado el nombre del rubio. Sintió como si le cayera encima un balde de agua helada.

-¡Yuri Plisetsky!-lo llamó la mujer nuevamente y un grupo de chicos se apartó para abrirle camino al aludido.

Desde donde estaba, Viktor no podía ver su expresión. ¿Estaría nervioso, asustado? Enojado sería lo más probable. Seguramente lo usaría como una forma de disimular su temor. A fin de cuentas se trataba de un niño todavía, siendo enviado a su probable muerte de la manera más cruel posible. Lo vio al fin, yendo hacia el frente, apretando los puños y con la cabeza muy en alto, tensando la mandíbula, la viva imagen del coraje, al menos por fuera. Un ruido llamó su atención.

-¡Yuratchka!-la voz de Nikolai Plisetsky se alzó de entre la multitud llamando a su nieto, mientras echaba a correr hacia él- ¡Yuratchka, no!

Un grupo de hombres armados le cerraron el paso, sujetándolo bruscamente para impedir que se acercara, sin importarles que se tratara de un anciano incapaz de defenderse.

-¡Quítenle las manos de encima!-exclamó el joven rubio despojándose de su seriedad anterior y Viktor casi podría jurar que le pareció ver lágrimas en sus ojos-¡No lo toquen! ¡Déjenlo!

Más uniformados no tardaron en acercarse para intervenir y la multitud se apartó instintivamente, anticipando del desastre. Abuelo y nieto forcejeaban inútilmente por liberarse y acudir al lado del otro. Yuri pateó a uno de los hombres y golpeo a otro y de pronto fue empujado al suelo, un arma apuntando contra su cabeza, sin que por ello dejara de gritar y exigirles que dejaran en paz a su abuelo. Viktor avanzó a donde todos pudieran verlo.

-Yo me ofrezco-anunció alzando la mano-Me ofrezco como tributo, quiero ir en su lugar.

Todo se detuvo. Viktor se sentía bastante tranquilo, a pesar de tener clavadas un sin número de miradas sobre él y alcanzar a escuchar algunos murmullos cuestionando su forma de actuar, pero no quiso prestarles atención. Ya sabía de sobra que al menos alguien no estaría de acuerdo con lo que acababa de hacer

-¡Oye!

Se detiene y contempla a Yuri. El rubio luce como si quisiera echársele encima y golpearlo. Sigue siendo retenido por los guardias, agentes de la paz, pero al menos ya no parecen estar a punto de dispararle.

-¿Qué demonios estás haciendo? ¿Estás loco o sólo eres idiota? ¡No puedes hacer eso!

-Oh, ya me conoces-le sonríe y hace un ademán restándole importancia, como si se tratara de cualquier otra cosa y no estuviera a punto de meterse en algo que bien podría significar su muerte-Me encanta ser el centro de atención, estoy lleno de sorpresas.

-¡No puedes!-insiste, tratando de dar un paso hacia él y ocasionando que uno de los guardias lo frene bruscamente, más no por eso cede en su actitud rebelde-¿Has pensado qué va a decir el cerdo al respecto?

Viktor frunce el ceño, expresando su inconformidad por el apodo despectivo y entendiendo de inmediato a quién se refiere. Inhala hondo y recupera su sonrisa.

-Pues voy a averiguarlo pronto-responde alegre, quizás demasiado alegre.

Yuri se muerde el labio: "¿Y en cómo me siento yo?" es la pregunta que no se atreve a hacerle, pero que Viktor intuye igualmente. Lo despeina con ternura, sabiendo lo mucho que odia ese gesto, porque le recuerda que sigue siendo un niño y merece ser protegido.

-Pórtate bien, Yuratchka.

Aún cuando escucha que Yuri sigue gritando su nombre, no mira hacia atrás ni vuelve a detenerse.


Es guiado al interior de una elegante mansión. Se encuentra completamente solo.

Cree que tendría que estar asustado, molesto, odiando al mundo y a todos por la injusticia cometida en su contra, pero no. A fin de cuentas, si se encuentra donde está es porque él lo decidió. De hecho, se siente bastante tranquilo, en paz incluso. Supone que ahí debería ser cuando permiten que su familia pase a despedirse, excepto que él no tiene a nadie a quien decirle adiós y por alguna extraña razón, eso tampoco le incomoda. Hace mucho que hizo las paces y aprendió a vivir con la sensación de desapego a lo que le rodea, de no pertenecer a ningún lugar.

-Vitya…

Nikolai Plisetsky lo sorprende al entrar y atraparlo en un fuerte abrazo. Viktor parpadea unas cuantas veces, asimilando lo que está ocurriendo y por un momento siente como si no le pasara a él.

-¿Dónde está Yuri?-pregunta una vez que se repone.

-No lo dejaron pasar, estaba demasiado alterado. Esa chica, Yuuko…se quedó con él.

El joven asiente. Si alguien puede calmar a la fiera que es Yuri, definitivamente es Yuuko.

-Vitya, gracias…-los ojos del anciano de llenan de lágrimas y su voz se quiebra-Lo siento mucho, Yuratchka… es todo lo que tengo, yo no…tu no…

Es plenamente consciente de ello. Sabe lo mucho que el anciano ama a su nieto y lo mucho que éste lo ama a su vez. Siempre habían sido ellos dos, hasta hace algunos años que Nikolai acogió a Viktor luego de que su madre, su única familia restante, falleciera. Era lo menos que podía hacer. Supone que Yuri hubiera sido un duro oponente, un "tributo digno", con su fuerte carácter y su voluntad de hierro, más no por eso iba a permitirle exponerse. Así como un año atrás alguien más lo había salvado a él, ahora haría lo mismo.

-Yuri sabe en qué partes del bosque están colocadas las trampas, sólo dile que tenga cuidado cuando vaya a revisarlas para que no lo descubran-comienza a darle instrucciones-Vigila que se mantenga alejado de los problemas, seguramente van a intentar provocarlo y ya sabemos que se enoja con mucha facilidad…

Puede imaginarse demasiado bien al rubio inconforme esperando afuera y pensar en su expresión lo hace querer echarse a reír.

-Dile que nada de esto, ni de lo que pueda pasar es culpa suya-pronuncia solemne-Fue mi elección. Repítelo hasta que te crea.

El anciano lo contempla lleno de afecto, admiración y respeto. Viktor sigue hablando.

-Dile que voy a regresar y entonces dejaré que me reclame y me grite todo lo que quiera, incluso patearme si lo desea.

-Lo haré-se compromete Nikolai, más tanto él como Viktor son conscientes que éste tiende a olvidar sus promesas y sobre todo, que esa es una que quizás no pueda cumplir.

Un oficial entra y les señala que el tiempo se acabó.

-Cuidate Vitya, sobrevive y regresa con nosotros-se despide Nikolai.

Viktor suspira, creyendo que eso había sido todo, pero entonces descubre que alguien más fue a darle lo que bien podría ser el último adiós.

-Eres un idiota. ¿Lo sabes, verdad?

Se sobresalta al reconocer a Mari Katsuki. De pronto se siente avergonzado y resiste el impulso de agachar la mirada. Sabe lo que la chica debe estar pensando: que ha desperdiciado el sacrificio de Yuuri, que todo el dolor y el sufrimiento de su hermano fueron por nada.

-Entiendo si me odias.

-Sí, te odio. Pero eso no es nuevo-anuncia indiferente, cruzándose de brazos-Todavía no se qué vio mi hermano en ti.

Viktor finge que sus palabras no le duelen y reconoce que él tampoco tiene la respuesta a esa interrogante, aunque daría lo fuera por conocerla.

-Lo lamento-empieza a disculparse-Pero Yuri…no podía permitir…

-Lo sé-le da la razón, sorprendiéndolo por la repentina suavidad de su voz, aunque su rostro mantiene su inexpresividad habitual-Y por eso es que tienes que ganar. Por él y por Yuuri, tienes que regresar.

El tiempo se les acaba y se pregunta si debería decir algo más. Mari se acerca y Viktor está seguro que le espera un bien merecido golpe, justo como el año pasado cuando fue a verla para hablar de su hermano. Permanece quieto, esperando, pero el impacto nunca llega. En su lugar, es sorprendido una vez más por otro abrazo. Se tensa, apenado, recordando que la última vez que fue abrazado así fue por su madre hace ya muchos años, luego de enterarse de la muerte de su padre en un accidente en las minas. Si bien le resulta un tanto incómodo y en el fondo está convencido que no merece tal demostración de afecto, tampoco hace por apartarse.

-Si quieres verle el lado bueno…-Mari lo suelta y lo contempla fijamente, su expresión es indescifrable-Yuuri ya no podrá ignorarte.

Viktor regresa lentamente a la realidad ante el comentario. Es cierto. Yuuri es el único vencedor del Distrito 12, lo que le convierte automáticamente en su mentor. El corazón le late con fuerza. Lo quiera o no, Yuuri va a tener que verlo, estén listos ambos o no.

-Una última cosa-le dice a la chica luego de una pausa-Dado que Yuuri y yo estaremos lejos por un tiempo… ¿Podrías cuidar a Vicchan?

Mari se muestra confundida, pero asiente. Vicchan es un adorable poodle color café, la mascota de Yuuri. De hecho es más que eso, es su mejor amigo y la razón por la que él y Viktor se conocieron en primer lugar.

Viktor esboza una pequeña sonrisa mientras es invadido por una sensación de dejavú. Hace un año, durante su despedida de Yuuri, éste le pidió justamente lo mismo.

Mari es obligada a marcharse. Viktor está sólo de nuevo.

Sus Juegos del hambre han iniciado oficialmente.


Primer capítulo arriba. Muchas interrogantes, lo sé, pero todo está fríamente calculado (en teoría). Adicionales a la historia principal (osea esta) subiré otra serie de one shots en el mismo AU desde el punto de vista de otros personajes donde se mostrarán algunos puntos en relación a la relación de Viktor y Yuuri antes de que Yuuri se ofreciera en lugar de Viktor y sobre los Juegos de Yuuri.

Gracias por leer hasta aquí!