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Hola, hola ¿Que tal? Regresé! :D Todo gracias a Semana santa JAJAJA

Antes de comenzar con el cap voy a responder los comentarios porque no soy de esas autoras que dejan en visto al lector ocno

Mr.Fluff-Esponjoso: Muchas gracias, espero contar con tu apoyo, y cuando necesite alguna ayuda te avisare.Me haría muy feliz que siguieras comentando porque comentarios como los tuyos me suben el animo.

Daianapotter: Ohhhhhh me parece fantástico contar con tus lemons, porque lo haces de lo mejor pervertidilla, va haber lemon si cuento contigo 7u7AJAJAJA, sisi, pero como esos capítulos ya los tenia hechos pues no ví el porque no publicarlos xddd

Ichigo aparecerá, no te preocupes xD y muchas gracias por tus consejos, me van a servir de mucho 3

LadyBry: Gracias, espero que continúes comentando :B tu fuiste también parte de los que me dieron la fuerza, gracias Yoda ocno xD.

Espero que te continúe gustando y... oh rayos! no te puedo spolear xD Tatsuki aparecerá muy pronto, eso es lo único que te puedo decir xdd

Nota: disculpenme pero va a ver un salto de tiempo, me da flojera contar lo que pasa cada día :'v así que mil disculpas para los que no les gustan las historias así, pero debo decirles que es primordial este salto para que la historia pueda continuar ;) jojojojojo bueno, A LEER!! TURUTU.

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¿¡Bruja!?

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Han pasado dos semanas desde que Ishida permitió que Orihime se alojara en su hogar, dos grandiosas semanas para él, pues, el ya estaba acostumbrado a la soledad y silencio de su cabaña, pero al llegar Orihime, él ya podía sentir ese calor y felicidad que emanaba ella recorriendo cada rincón de su antiguo frío hogar. Durante esos 14 días Orihime ya conocía muy bien los amigos de Uryu y también conocía algunos lugares de aquel pueblo; pero no todo era color de rosa, pues, Orihime al llegar de forma tan extraña al pueblo, provocó que muchos cazadores sintieran desconfianza en ella, tratándola algunas veces mal, pero Orihime ignoraba esas maldades y continuaba entregándole su amistad a aquellas personas.

En las dos últimas semanas, el pueblo estaba extrañamente tranquilo, no había por ahí ningún demonio para exterminar, pero ninguno se quejaba, pues tampoco era muy agradable estar exterminando demonios a cada rato por la gran fuerza que poseen.

Hoy, el cielo amaneció gris, muy extraño porque estaban en verano, pero eso no impedía que las personas que residían ahí dejaran su rutina del día. Orihime caminaba por la plaza en camino a la panadería, disfrutando del clima de ese día, ni siquiera se dio cuenta cuando había llegado a la entrada, giro la perilla empujando la puerta y al entrar exclamó:

—¡Buenos días Hinamori-chan! Y buenos días a ti también Kira-san.– dijo Orihime con su habitual sonrisa.

—¡Buenos días Inoue-chan!.– dijeron los dos al unísono y también con una sonrisa. Hinamori Momo es la hija del dueño de aquella panadería y amiga de Ishida y Orihime; posee una baja estatura, ojos marrones y pelo negro, lleva su cabello corto hasta su mandíbula. Tiene una personalidad dulce y amable. Kira Izuru es un joven de estatura media y piel pálida con ojos azules y un llamativo pelo rubio claro, que luce con un corto mechón tapando buena parte de su ojo izquierdo. Muestra de forma permanente una expresión taciturna y melancólica, que le confieren una apariencia emocionalmente inestable. Él es un empleado y amigo de la infancia de Hinamori.

—¿Lo de siempre Inoue-chan?– preguntó Hinamori sacando dos panes cubiertos ligeramente de azúcar y metiéndolos en una bolsa.

—¡Si!– dijo Orihime asintiendo con la cabeza, pero de pronto su animo decayó– Ohhhh cielos, creo que debo de dejar de comer estos panes ¡voy a engordar si sigo así!.– dijo tomando la bolsa mientras hacia un mohín.

—No digas eso Inoue-chan.– habló Kira– ¿Tu? ¿engordar? ¡Pero si por poco no desapareces!.

—Kira-kun tiene razón, tu peso esta bien, mas que bien ¡así que no digas esas cosas! Nuestra panadería se iría a la quiebra sin ti– dijo bromeando Hinamori.

—ja ja ja, muy gracioso chicos.– Se rió Orihime sarcásticamente– ¡Pero no se preocupen! Ni aunque me amarraran, no podrían evitar que compre estos deliciosos panes– exclamo con una gran sonrisa.

—¡JAJAJA! Eso esperamos Inoue-chan, el futuro de la panadería depende de ti.– Terminó de decir Izuru con una sonrisa.

Dos horas después de que terminaran de hablar, Orihime pagó sus dos panes y se fue de la panadería despidiéndose de la misma manera en la que entró.

Orihime caminaba por las calles con parsimonia mientras tarareaba una canción que cantó el día anterior una pequeña niña cerca de la plaza (la cual le encantó y le dejó 5 monedas de plata*) con destino a la casa que Uryu compartía con ella.

Al llegar, abrió la puerta con la llave que Uryu le había dado por si él se encontraba afuera, y que bueno, pues, al abrir la puerta se encontraba más que desolada. Dejó la bolsa de panes en la mesa de la cocina y se fue al cuarto que estaba al lado de donde ella dormía; era de tamaño mediano y habían tres bibliotecas en cada lado con una ventana en el centro del cuarto, que mostraba el bosque, y debajo de ella había un escritorio con muchos papeles encima. Abrió la gaveta del escritorio y tomó una hoja en blanco y un lápiz que se encontraba dentro de esta, escribió en una hoja con su letra clara y cursiva que saldría al bosque para buscar muchas fresas para la cena. Dejó la nota en la mesa de la cocina junto la bolsa de panes, fue a buscar en su cuarto una canasta que compró la vez pasada, salió y cerró la puerta con llave por seguridad.

Cuando salió de la cabaña, no había pensado que iba a haber tan fuerte brisa, pero era de esperar por como amaneció el cielo; pero esta brisa no detuvo su camino directo al bosque. Ya cerca, le llego una ola de emoción y miedo, pero, Orihime confiaba en el camino seguro al bosque que Ishida le mostró el tercer día que llegó al pueblo, así que sacudió la cabeza para alejar ese sentimiento de temor que sintió llegando.

Por todo el camino, Orihime iba recogiendo una que otra flor y con una sonrisa iba viendo cada pajarito que parecía cantarle su propia melodía. Vio un arbusto cubierto de fresas en la cual no dudó en llegar tomando las mas grandes; ya terminando de tomar las fresas, se levantó y tomo la canasta para irse rumbo a su hogar, pero de pronto, escuchó un ruido, un ruido que parecía ser un quejido, se dio la vuelta para ver si había alguien ahí, pero se encontró con la misma imagen que cuando llegó, le resto importancia y justo cuando se iba a voltear.

—¡Tsk! Maldición.

Escuchó el quejido de un hombre. Orihime, miro con detenimiento el lugar y notó que se podía asomar algo anaranjado eléctrico recostado en un árbol, sin temor alguno, se fue directo al árbol y grande fue su sorpresa al encontrarse a un joven apuesto recostado en el árbol con un color de cabello inusual «Es casi igual que el mío» pensó. Dejó de observar su cabello y se dio cuenta que sus ropas estaban más que rasgadas y cubiertas de sangre, notó que su mano estaba sobre su vientre para cubrir una herida... ¿¡Herida!? ¡Nunca antes había visto ese tipo de heridas tan graves! ¡Era un agujero enorme de sangre! ¡Literalmente! ¡Tenia que hacer algo!.

—¡Ahhh! S-Señor, ¿se encuentra usted bien? ¿P-puedo hacer algo por usted?– Dijo Orihime con pánico en su voz, en serio quería ayudar a ese chico misterioso.

—Si-Silencio humana! o... ¡te mataré!.– Amenazó ese hombre extraño dando pequeños jadeos por el esfuerzo mientras mostraba sus ojos amarillos cubiertos de furia.

Al principio, se asustó, pues ese tipo de ojos nunca jamas lo había visto en su vida y eso que no estamos hablando del aura de asesino que lo rodeaba, pero, Orihime en ese momento se dio cuenta que no podía dejarlo solo, no importa que la mate después, no podía dejarlo con esa gran pero gran herida en su vientre «¿Que puedo hacer? ¿Que puedo hacer?» pensó Orihime con pánico mientras que sus ojos se humedecían, se puso de cuclillas frente al joven para pensar mejor, pero no servía de nada, solo aumentaba su miedo a que el muriese.

«Puedes invocarnos Orihime-sama» «¡Vamos mujer!¡No seas inútil e invocanos ya si no quieres que muera!» «Puedes hacerlo Orihime-sama» De pronto, escuchó las mismas voces que le dieron esperanzas dentro del bosque.

Orihime se asustó cuando dejo de escuchar los jadeos del joven pelinaranjo, alzo rápido su cabeza, y logro notar que aquel brillo de vida en sus ojos se estaba extinguiendo lentamente, con pánico, gritó:

—¡Por favor! ¡Ayudenme!.

Por sorpresa, aparecieron de la nada 6 luces, dos de ellas se fueron rápido hacia el joven y formaron una cúpula sobre él. Orihime, vio asombrada que su herida en el vientre se estaba cerrando y que aquellos seres no eran luz, sino ¡hadas! Cuando estaba en el pueblo, ella iba junto a Ishida a la biblioteca y leían libros durante todo el día, uno le llamo la atención en especial, se llamaba "Las misteriosas hadas"* cuando lo terminó de leer, le preguntó a Uryu si creía que existían, él lo negó, alegando que solo eran cuentos de niños, ¡Pero cuán equivocado estaba!.

—U-Ustedes. ¿Son hadas? ¿cierto? ¿Quienes son? ¿De donde salieron?.— Preguntaba una muy confundida Orihime.

— ¡Ya callate mujer!.— Expreso con irritación un hada macho de color negro y rojo, con un pañuelo tapándole la boca.— No necesitas saber quienes somos o de donde somos. Solo necesitas saber que somos partes de tus poderes.

—¿P-Poderes?.— Dijo Orihime aun mas confundida.

—¡Si!.— Asintió el hada negra.— ¡De hecho! Todo esto debería estártelo explicando aquel cerebrito rubio que está curando a tu novio.— Señaló a otra hada macho de color verde claro, cabello rubio y ojos rasgados.

—Lo lamento Tsubaki-san, pero él está muy grave, necesito concentrarme.— Se disculpó aquel hada verde.

—¡É-Él no es mi novio! Él es un... ¿Amigo?.— Expresó una avergonzada Orihime.

—Bueno, como sea... Creo que ya está despertando mujer.— Dijo el hada que su nombre parece ser Tsubaki, señalando al pelinaranjo.

—¿Eh?

Orihime se acercó y pudo notar que la luz de sus ojos marrones estaban volviendo, alto, ¿marrones? ¿No eran dorados? Bueno eso ahora no importa.

—¿disculpe esta usted bien?.— Preguntó una preocupada Orihime.

Él pelinaranjo abrió los ojos con asombro mientras veía como estaba rodeado por una cúpula dorada, miró a Orihime con extrañeza, pero de pronto desvío la mirada a unos arbustos que parecían estarse moviendo.

Orihime, también se percató de aquel arbusto y volteo rápidamente, viendo como salia de allí Ishida con la ropa llena de sangre.

—¡Ah! ¡Ishida-kun! Él es un...— Expreso Orihime emocionada por presentar a su nuevo "amigo". Volteó para verlo pero en su lugar había una cabra desmembrada.— ¿Eh?

¿Donde está? Y, ¿de donde salió esa pobre cabra? Esas eran las preguntas que andaban en la cabeza de Orihime. No se había percatado que sus poderes seguían ahí junto a ella, igual de confundidos.

—Inoue-san. ¿Que le hace a esa cabra? Y ¿Que son esas cosas que están junto a ti?.— Preguntaba un muy confundido Uryu.

—¡Jajaja! Oye Ishida, ¿Que pasa? ¿Por que te detie...?

Detrás de Uryu habían otro 5 cazadores también llenos de sangre, pero con miedo en sus ojos.

«Por favor, poderes, hadas, lo que sean ¡desaparezcan ahora!» pensó con pánico Orihime, y por arte de magia, aquellas seis criaturas regresaron por donde sean que habían venido.

—¡Ella es una bruja!.— Gritó una mujer de cabello negro sujeto en dos colas.

—¡Ya sabia yo que era sospechosa!.— Dijo un hombre de cabello rojo de estilo mohicano mientras señalaba a Orihime.

—¡A-Alto! ¡Yo no soy una bruja! ¡Es un malentendido!.— Decía Orihime con pánico, pues, Ishida le había contado que los cazadores son enemigos de aquellas extrañas criaturas.

—¡Es cierto! ¡Inoue-san no es una bruja!.— Expresó Ishida preocupado por la vida de Orihime.

—¡Callate Ishida! ¡Nosotros lo vimos! ¡Tú lo viste! Eso es solo obra de los brujos!.— Gritó con enojo otra mujer de cabello ondulado de color rosa.

—P-pero, ella..— Susurró Uryu con la mirada baja.

—Ishida-kun, no soy una bruja.— Orihime quería que al menos el le creyera, pero al ver su mirada de tristeza, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¡Callate! ¡Amarrenla!.— Habló otro hombre de cabello largo rubio.

«¿Que puedo hacer para que me crean? » «¿Que puedo hacer pensó Orihime mientras veía como sacaban un soga gruesa por detrás de sus ropas. Miró a Ishida, pero su mirada ya estaba sombría.

Fin del Capítulo III.

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1= El dinero se basa así:

El bronce: es lo menos que puedes dar, o sea, las monedas que valen menos

La plata: son monedas que valen mas que el bronce, duh xD, las cosas que son comunes o que se compran a menudo se puede comprar con monedas de plata. Ejemplo: Tu vas a comprar un chocolate y lo pagas con monedas de plata

El oro: son las monedas que valen mas, mucho mas, una persona normal solo podría tener máximo 5 monedas de oro, pues, son muy difíciles de conseguir y vale mucho pues :v

Con una moneda de oro te podrías comprar la panadería entera del padre de Hinamori xD o puedes comprarte cosas pocos comunes, pero debes tener mucho. Ejemplo: un huevo de dragón puedes comprarlo con 40 monedas de oro

2= Lo se, soy mala eligiendo títulos de libros xD

Bueno, lamento mucho haber tardado en actualizar, de hecho, hoy no quería hacer este capítulo, pero sus comentarios me dieron la fuerza que necesitaba xD sus comentarios son mis proteínas! :v

PD: Se de sobra que hace falta sangría, pero fanfiction me la vive quitando :@