Escrito como reto de mi querida Bau:

"Partiendo de la premisa que diste: Si Mimi es sol, Yama es Luna. Ella es día, él es noche y ambas diferencias es lo que los hace chocar como también, los hace complementarse".

Disclaimer: Digimon no me pertenece.

Summary: Porque comprendieron que sus diferencias los complementaban, pues él le daba un norte y ella sus alas / Reto de LaBauhaus :3


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Aquella tarde abril

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Años transcurridos que casi se olvidaron.

No fue sino una tarde de abril que la primavera los juntó. Una mirada de soslayo que los hizo reconocerse casi por instinto. Sería mentira decir que ninguno sintió cómo su cuerpo reaccionaba al otro cuando, entre la multitud, se reconocieron.

Él llevaba el cabello más corto de lo que recordaba, una ligera barba crecida y una chaqueta de cuero que lo abrigaba de las ventiscas traicioneras de abril. Él solía ser propenso a alergias, ella lo sabía.

Ella también había recortado su cabello hasta por encima de sus hombros, un pequeño flequillo cayéndole hacia el lado derecho del rostro y la madurez haciendo alarde en su cuerpo, en su mirada.

¿Cuánto tiempo había pasado? Pensaron cuando se sonrieron tras saludarse. Demasiado.

Fue una tarde de abril y un helado de camino a la plaza el que los hizo volver a hablar. El que los reunió tras tanto tiempo separados, haciendo que el tiempo se escurriese sin contemplación al pasado. Se sentía como siempre y eso les provocaba un ligero cosquilleo en el pecho.

─¿Recuerdas que quería abrir mi consultorio nutricional? ─Él asintió con sincera sorpresa─. Pues puedes pedir turno con mi secretaria de lunes a jueves ─Le guiñó el ojo con la misma coquetería que recordaba en ella.

─¿Es una indirecta? ─Preguntó él con una sonrisa que ella correspondió con una risa divertida. Él adoraba su risa, siempre lo hizo.

Unas hamacas solitarias los recibieron mientras continuaron hablando de lo que fue de ellos durante todo el tiempo transcurrido. Él pasó muchos años en Estados Unidos especializándose como Ingeniero Espacial. Ella circuló por institutos y restaurantes en varias partes de Europa, Asia y América. Ambos vivieron su vida por su lado y lograron tantas cosas que reencontrarse fue casi como la guinda del pastel.

Se extrañaron, eso quedó claro y por la manera en la que se miraban, el tiempo no transcurrió demasiado.

Volvieron a esa época en la que hablar de música, comida, salidas, viajes, ellos… Había regresado. Quedaron para otra cita y otra y otra más. El tiempo había regresado a ellos, los había devuelto al sitio donde habían pausado, donde creyeron haber terminado.

Pero nunca fue un adiós definitivo y ellos lo sabían. Muy en su interior lo sabían.

─¿Por qué fallamos? ─Preguntó ella en una ocasión, cuando la noche los sorprendió en su departamento, hablando de cosas pasadas, de ellos.

Yamato, sentado junto a ella en su sofá, cómodamente recostado contra ella, se preguntó lo mismo pero no se apartó, siguió allí acariciando el hombro de Mimi mientras que ella cruzaba sus piernas sobre las de él y su rostro rozaba su pecho. Demasiado cómodos.

─Somos distintos ─Respondió tras pensarlo un momento. Ella hizo un ligero asentimiento de cabeza y levantó su mirada hacia él─. Yo era muy inseguro… Tú demasiado libre.

─Sigo siéndolo ─Dijo con una pequeña sonrisa que él correspondió.

─Yo mantengo mis inseguridades.

Un momento de silencio perdiéndose en la mirada del otro. Un poco de ayer en el hoy que los reunía. Eran demasiado distintos pero había un imán que los volvía a reunir. Eran piezas distintas, con ángulos y huecos distintos pero que se compenetraban perfectamente con el otro.

Si Mimi era sol, Yamato era luna. Ella era calidez y seguridad; él podía llegar a albergar zonas de frío y se arraigaba a su zona de confort. Eran distintos pero no se habían dado cuenta que eran aquellas diferencias las que los hacía mejor.

Él le brindaba de un norte, cuando ella le entregaba sus alas.

Es así que, tras tantos años de separación, comprendieron que sus diferencias los unían. Sus vidas se entrelazaron nuevamente y su historia retomó el curso que había dejado años atrás, a partir de aquella tarde de abril.


Notas de la autora:

Quisiera aclarar que el HC donde Mimi es nutricionista me ha inspirado Genee, así que menciono que es de su autoría.

Bien, aquí termina ésta pequeña y corta historia cumpliendo con el reto de mi amada Bau. Espero que les haya gustado o al menos, entretenido un poco, principalmente a ti, Bau :3

Nos estamos leyendo~