Hola querida comunidad, aquí estoy yo con este nuevo proyecto, el cual espero y les agrade.

La historia de este es algo curiosa en realidad, buscaba videos crack de anime para reírme un poco, y vi un fragmento de un capu de la segunda temporada, entonces me dije: "¿por qué no hacer un fic que comience desde la segunda temporada en vez de la típica infancia que manejo?" y bueno, luego de leer un par de veces uno de los mejores fics del fandom me inspiré, manejaba una idea similar a la mía pues ambos comenzaban desde el mismo punto, es decir, la segunda temporada, planeé los detalles y la duración que este tendrá y decidí iniciar, aprovechando que la idea estaba fresquita.

El fic no tendrá un harem extenso como el que acostumbro manejar, de ocho a diez como mucho, y no serán las mismas genéricas, a excepción de dos, tampoco tendrá a Grayfia, Venelana, Gabriel o Penemue, ni mucho menos un Fem. Vali, ya verán por qué.

Deseando que les guste, comenzamos.


Prince Dragon Of The End Beast.

Capu1: Awakening.


El ser humano no es la única criatura racional sobre la tierra, la mayoría de los mitos y leyendas de las que se hablan son verdad, Dioses, héroes, ángeles, demonios, dragones, Yōkai.

Todos son parte de una cadena de convivencia, viviendo bajo una frágil tregua.

Hace mucho tiempo una gigantesca guerra asoló a dos especies en general, los ángeles y los demonios. Los respectivos líderes de cada bando se enfrentaron entre ellos, causando caos y desastre en el mundo, aunque luego de un tiempo, decidieron retirarse.

Pero años después, una nueva facción nació: los ángeles caídos.

Seres privados de la gracia divina, no eran completamente ángeles, ni tampoco totalmente demonios, eran una parte de ambos.

Dicha facción se encargó de facilitar una nueva guerra, la cual ahora al contar con tres especies diferentes, se hizo más desastrosa.

Sin embargo, una nueva amenaza surgió, la batalla entre los dragones celestiales.

Dos míticos dragones se enfrentaban entre sí, diezmando en su lucha los ejércitos de los tres bandos, viéndolos solo como daño colateral.

Por tal razón, los líderes de las tres facciones se aliaron para derrotarlos, y lo lograron, los sellaron en [Sacred Gears], obras maestras del dios bíblico, dadas a los humanos para enfrentarse al mundo sobrenatural.

El cénit de la guerra dio como resultado la muerte de los principales líderes de los tres bandos, hecho lamentado por sus respectivos congéneres.

Pero, para su fortuna, una paz surgió entre ellos, una paz que ahora se estába viendo amenazada.


En una pequeña ciudad norteamericana se encontraban dos personas, una mujer y un niño, la mujer observaba el horizonte con una expresión serena y algo amarga, casi nostálgica.

El niño por su parte solo mantenía una sonrisa alegre y radiante, observando de forma curiosa el como una paloma dejó su regalo en el fino sweater de un ejecutivo.

- ¿Qué es lo que te causa tanta gracia? – fue la pregunta que la mujer le hizo al niño al escucharlo reírse.

-no es nada Kaa-chan, no me prestes atención- contestó el chico, antes de observar a una pareja de novios, dicha pareja compartía un beso cálido –oye Kaa-chan, ¿qué están haciendo ellos dos? –

- ¿uh?, ah, así que era eso, pues ellos están… emm, se están demostrando su afecto- respondió la mujer, cruzándose de brazos.

-ahhh- murmuró el chico -no entendí-

-lo entenderás algún día, Issei- murmuró la mujer mientras le revolvía su cabello castaño –que dices, ¿vamos a comprar chocolates? –

Un brillo enorme salió de los ojos amielados del niño, uno que le sacó una sonrisa minúscula a la mujer frente a él.

-claro, ¿Qué esperamos? – el niño castaño no se molestó en negarse ante el ofrecimiento de su aparente progenitora.

-entonces vamos-

Ambos se tomaron de la mano y se alejaron de allí.


Diez años después.


El tiempo había pasado con rapidez desde aquel día, justo ahora, un joven de cabello castaño corto, ojos avellanados y complexión atlética se encontraba en un playground.


Issei Hyōdō.

Un joven chico de apariencia "normal", hijo de una demoniza y un hombre humano, portador de uno de los artefactos más temidos en el mundo, la [Boosted Gear], una Sacred Gear de nivel [Longinus] con un dragón sellado en su interior, manifestada en un guantelete rojo en el brazo izquierdo del usuario.


El chico hacía algunas repeticiones de calistenia con un esfuerzo mínimo, cualquiera que lo viese estaría impresionado, más la persona junto a él no lo estaba en lo más mínimo, de hecho, su rostro se mostraba inamovible.

-48… 49… y 50, listo- murmuró el chico bajándose de la barra donde se ejercitaba.

-hola Ise- saludó la persona junto a él, esta persona era una niña de cabello negro y ojos oscuros y vacíos.

-Ophis, cuanto tiempo- saludó el chico, abriendo sus brazos, la morena entendió y se lanzó hacia él, comenzando a abrazarlo.


Ophis.

Conocida como Ophis Ouroboros, Diosa dragona del infinito, una entidad anterior a la vida misma, nativa de la brecha de las dimensiones, su vasto poder es temido por cualquier ser viviente, bueno, casi.

Cuando era niño, Issei se conoció con ella, llevándose bien al instante, la amistad entre ellos era tan grande que la chica ya lo consideraba de su propiedad.


-sí, ha pasado mucho- la morena decidió soltarlo y lo miró a los ojos –quiero pedirte algo-

-claro, dime- el chico sonrió ante lo dicho por la chica.

-quiero que vayas a Kuoh, hay algo que necesito que hagas- pidió la pelinegra, mientras el castaño seguía sin perder su sonrisa.

-si me lo pide la loli suprema más kawaii del mundo no puedo negarme…- contestó el castaño –pero tengo una condición-

- ¿condición? –

-sí, quiero que hagas "eso"- murmuró el chico.

-no hay problema- contestó la morena, la cual cerró sus ojos y luego los abrió.

Su expresión monótona se vio reemplazada por una sonrisa adorable, sus ojos brillaban hermosamente y un rubor coloreaba sus pálidas mejillas.

Ese era el fruto de años de trabajo conjunto, al principio, la niña no mostraba expresión alguna, pero con el paso de los años, el chico logró hacer que la niña mostrara expresión, aunque fuese solo por un momento.

-aaawwww~ Kawaiiii~- el chico se acercó a ella y la abrazó tiernamente, haciendo que la morena se sonrojara por unos instantes, esta vez, sin trabajo previo.

Luego de soltarla el chico tomó la palabra.

-ahora dime, ¿Qué es eso que quieres que haga? –

-pues…- uno de los dedos de la morena se transformó en una serpiente, la cual abrió su boca de forma desmesurada, el chico metió un par de dedos allí y sacó un sobre.

-vamos a ver…- el castaño comenzó a leer la carta luego de abrirla, abriendo sus ojos un poco, para luego cerrarla y sonreír –bien, cuenta conmigo-

-gracias Ise- agradeció la morena.

-bueno, voy a prepararme, algo me dice que mañana será un día interesante-

- [y que lo digas] – una voz grave se escuchó en la mente del chico, tal voz le pertenecía al dragón sellado en la Sacred Gear


Ddraig Goch.

Conocido como el dragón emperador de la dominación, Sekiryūtei, dragón eterno, dragón galés, dragón creciente o dragón celestial rojo, un dragón de altísimo nivel y rival del dragón blanco, capaz de destruir dioses con facilidad con sus legendarias llamas, actualmente sellado en la Sacred Gear de su compañero y anfitrión, Hyōdō Issei.


El chico se dispuso a seguir caminando, pero se detuvo abruptamente, su camisa estaba siendo jalada por Ophis.

- ¿Qué pasa? – preguntó el chico, girándose a verla.

-no quiero que te dañen, toma una-

-no, no quiero hacerlo Ophis, creo que puedo defenderme solo- por primera vez en el día, el chico mostraba un rostro de molestia.

-tómala- insistió la niña entreabriendo su boca.

-no- negó el chico de nueva cuenta.

-hmmm- murmuró la morena, antes de poner el mismo rostro adorable.

-hah- el chico suspiró derrotado –está bien-

La morena lo hizo agacharse un poco.

-he visto cómo se las das a los demás, ¿no puedes hacerlo de forma "normal" conmigo? – ante la pregunta del chico, la pelinegra negó con su cabeza casi de forma instantánea –…está bien-

Ambos cerraron sus ojos y juntaron sus labios, el chico trató de alejarse al sentir como algo ingresaba forzosamente a su garganta, pero la morena se rehusó a soltarlo, imprimiendo con sus manitas algo de fuerza en las mejillas de este.

Ambos se separaron, la chica se mantenía inmocional, o eso parecía, mientras que el castaño tenía una cara graciosa, sonrojado, echando humo de sus orejas, y para completar, una sonrisa pendeja.

-suerte Ise- sin más que decir, la chica se desvaneció en el aire y el chico se alejó de allí.

- [bueno] – comentó el dragón, tratando de sacar a su portador de su ensimismamiento – [eso fue inesperado, creo que eres un cabrón con suerte, eres el primer ser en besar a Ophis] –

-me robó mi primer beso- murmuró el chico.

- [y ella te dio el suyo] – complementó Ddraig – [sabía que mostrarle películas francesas era mala idea, con lo curiosa que es ella] -

-olvida eso Ddraig- musitó el chico con una sonrisa agónica –si contamos con suerte, mañana conocerás a tu rival-

- [eso es lo que espero] – exclamó el dragón con emoción – [con tu linaje no creo que sea problema vencerlo, y más si cuentas con la ayuda de Ophis] –

-sabes que prefiero morir antes de depender de ella ¿verdad? Mi orgullo no me permite hacerlo- espetó el castaño.

- [pero si mueres Ophis estará triste, eso sin contarla a "ella" y a tu grupito] – argumentó el ente sellado – [además, solo actúas, sé que no morirás tan fácil, eres peor que un fénix, y si llegas a morir, Ophis irá al Hades para traerte de regreso] –

-no me ayudes tanto- murmuró el chico con diversión, perdiéndose entre los pasillos.


Día siguiente, Academia Kuoh.


La academia Kuoh es una de las instituciones educativas más reconocidas de Japón, antes era una academia privada donde solo se admitían mujeres, pero ahora era mixta, aunque la proporción de género sigue siendo desigual, 7 mujeres por 1 hombre.

Lo más curioso es que casi ninguno de esos hombres tiene novia, simplemente no saben a quién elegir entre tantas mujeres bellas.

Pero eso no es relevante, no ahora.

La academia de Kuoh, y la ciudad en general, están al cuidado de 2 influyentes clanes demoniacos, aunque, lo único que hacen es pavonearse de ello.

Justo esa noche, la academia estaba siendo víctima de un ataque.

Kokabiel, uno de los líderes de los ángeles caídos, decidió dar inicio a sus planes de guerra, usando a las dirigentes de la ciudad como cebo.

El plan del caído era reforjar una espada legendaria llamada Excalibur, destruida en la segunda gran guerra; tal espada era reconocida como la legendaria asesina de demonios, debido a sus enormes capacidades.

Planeaba usarla para asesinar a las dirigentes de clan.

Pero él no estaba solo, junto a él se encontraban tres personas, dos sacerdotes y un ángel caído de género femenino, aunque ambos sacerdotes estaban fuera de combate, uno muerto y otro inconsciente.

Por su parte, las dirigentes demoniacas también tenían un plan, distraer al caído por espacio de una hora mientras se enviaban tropas de refuerzo, pero era más fácil decirlo que hacerlo.

El enorme poder del ángel caído no debía desatarse, pues la ciudad se pondría en alerta, por lo cual, uno de los dos clanes, el clan Sitri, se encargaría de hacer una barrera para aislar la pelea de la ciudad.

Dicha decisión disminuyó significativamente la fuerza de ataque del clan restante, el clan Gremory.

Las esperanzas parecían perdidas para los demonios, aún necesitaban treinta minutos más y sus fuerzas estaban por debajo de cero.

Sin embargo…

…una nueva esperanza llegó.

Crash.

Para sorpresa de todos los presentes, la barrera se destruyó por obra de una armadura blanca con gemas azules distribuidas por todo el cuerpo.

Kokabiel al ver al recién llegado, su gesto se contorsionó en una mueca de furia.

- ¿Qué haces aquí, Vali? – gritó el caído asqueado.

Kokabiel era un hombre de cabello negro algo largo, piel palida/verdosa, ojos rojos, orejas puntiagudas y una expresión demencial, acentuada con sus dientes aserrados.

-Vali-sama…- murmuró el ángel caído femenino, una bella mujer de cabello negro y ojos violetas, vestida con un traje que no dejaba mucho a la pervertida imaginación de quien la viese.

-no es nada en realidad, Azazel me mando a llevarte- contestó la persona dentro de la armadura, de forma jovial y despreocupada, apareciendo frente al pelinegro, impactándole un potente puñetazo en el vientre, el cual lo mandó a volar, literalmente.

-ma-maldito dragón blanco, so-solo me llevarás con ese pisado si yo lo permito hahaha- el caído creó una enorme lanza de luz de color amarillo y de dispuso a lanzarla hacia la armadura, la cual alzó su brazo.

- {divide} {divide} {divide} – una poderosa voz se oyó provenir de las gemas de la armadura, y para sorpresa de todos, la lanza se hizo cada vez más pequeña hasta desaparecer.

-esto es aburrido- murmuró el peliplatino desapareciendo de allí, reapareciendo atrás del caído, arrancándole sus diez alas de un solo tirón.

-gaaaaaaahh- gritó el caído con dolor en sus palabras.

-tu siempre quisiste ser el villano más OP de la serie, pero no eres nada sin estas alas- susurró la armadura con burla –ahora deberás arrastrarte por el suelo como el gusano que eres-

Con un golpe en el cuello de Kokabiel, el combate terminó.

-trae al sacerdote inconsciente, tu vienes conmigo, Raynare- indicó el sujeto dentro de la armadura.

-ha-hai- respondió la caída luego de superar el shock de ver a su líder ser derrotado de forma tan sencilla.

-es hora de irnos- murmuró el platino, alejándose volando de allí, siendo seguido por la pelinegra, quien llevaba al sacerdote inconsciente en su espalda.


La dirigente del clan Gremory era Rias Gremory, una bella mujer de cabello rojo escarlata, su título nobiliario consistía en un caballero de nombre Yuuto Kiba, una reina de nombre Akeno Himejima, un alfil llamada Asia Argento, y una torre, llamada Koneko Toujou.

Por su parte, la dirigente del clan Sitri era Sona Sitri, una chica de cabello negro corto y ojos violetas enmarcados con lentes, su título nobiliario consistía de más piezas, su reina llamada Tsubaki Shinra, su caballero, el cual era una joven chica que se hacía llamar Tomoe Meguri, sus dos alfiles llamadas Kusaka Reya y Hanakai Momo, y dos peones que sumaban 5 piezas, Genshirou Saji y Ruruko Nimura.

Ambas líderes de clan no podían estar más agradecidas con ¿dios? Bueno, con su santo de devoción, habían sido salvadas justo a tiempo, pero aun así, las preocupaciones seguían en sus mentes.


El chico conocido como Vali volaba acompañado de Raynare, ambos llevaban un ritmo estable, ni muy rápido ni muy lento.

Sin embargo, ambos se tensaron de repente al sentir una potente aura, la cual igualaba a la de Vali, tal vez hasta lo superaba.

-buenas noches- saludó una joven voz masculina, poniéndolos en alerta.

Frente a ellos se encontraba una armadura roja con gemas verdes repartidas por diferentes lugares, viéndose igual de intimidante que la blanca.

-tu eres…- murmuró Raynare sorprendida.

-Hakuryūkō, quiero hacerte una propuesta- declaró el Sekiryūtei con seriedad.

-Raynare, ¿podrías dejarnos solos un momento? – pidió Vali –esta es una conversación entre dragones celestiales-

-hai- acató la morena intimidada.

-dame al sacerdote y espérame con el cuervo.

-hai- volvió a repetir la ojivioleta, antes de alejarse.

- {así que despertaste rojo} – la voz de un dragón se escuchó provenir de la armadura de Vali.

- [lo mismo digo, blanco, aunque es extraño que tu hostilidad haya bajado] – comentó el dragón rojo.

- {tu hostilidad es increíblemente baja también} – respondió el dragón blanco.


Albion Guiber.

El otro dragón celestial, conocido como el dragón efímero, el dragón emperador de la destrucción, el dragón desvaneciente, el dragón celestial blanco, dragón inglés, o simplemente Hakuryūkō, acérrimo rival del dragón rojo, su veneno puede matar dioses con facilidad.

Actualmente está sellado en la Sacred Gear tipo [longinus], [Divine Dividing], la cual es portada por Vali.


- [al parecer ambos tenemos cosas más importantes que hacer, nuestros anfitriones son interesantes] –

- {sí que lo son, hasta otra ocasión, rojo} – murmuró el dragón blanco, cortando contacto.

- [hasta nuestro próximo encuentro, blanco] –el rojo imitó la acción de su rival y guardó silencio.

-y bien, ¿Cuál es tu propuesta, Sekiryūtei? – preguntó Vali, creando una barrera para evitar ser oídos.

-es muy simple, Hakuryūkō- contestó el castaño – ¿sabes que es la "brigada del caos"? – preguntó el chico.

-he escuchado de ellos- asintió el de armadura blanca, deshaciendo la armadura, mostrando un joven chico de cabello platino y ojos azul rey - ¿acaso eres de ellos? –

-en efecto- asintió el de la armadura roja, deshaciéndola para dejar ver a un chico de cabello castaño y ojos dorados –mis camaradas quieren que te unas a ellos-

- ¿tus camaradas? – preguntó el peliplatino.

-sí, te contaré más si decides venir conmigo-

-ya veo- el platino puso una sonrisa ansiosa - ¿y qué pasa si me niego? –

El castaño suspiró aburrido.

-si te niegas…- el castaño soltó un suspiro aburrido -…no me volverás a ver nunca, morirás sin luchar contra tu rival predestinado- la respuesta del castaño desencajó por completo a Vali.

- ¡¿qué?! – exclamó el peliplatino.

-justo como lo oyes, míralo de esta forma, si vienes conmigo, lucharás contra gente fuerte, dioses, dragones, portadores de poderosas Sacred Gear, y contra mí también- ofreció el castaño.

-bien, déjame pensarlo… acepto- accedió el platino de forma inmediata.

-perfecto, entonces toma este círculo mágico, nos contactaremos contigo muy pronto- el castaño le dio al peliplatino un papel con un círculo mágico dibujado en este -hasta nuestro próximo encuentro-

-espera- exclamó Vali –me llamo Vali Lucifer- el castaño abrió sus ojos sorprendido, antes de mostrar una sonrisa salvaje –quiero que me digas tu nombre, Sekiryūtei, por cierto, tómalo-

-bien, acércate- el platino obedeció mientras le entregaba el cuerpo del sacerdote –me llamo Hyōdō Issei, pero mi verdadero nombre es…- el chico le susurró algo al oído del platino, el cual puso una sonrisa de éxtasis puro y ansias de batalla -…nos veremos muy pronto-

Con esas últimas palabras, el chico desapareció junto al sacerdote en un relámpago rojo.

El cuerpo de Vali comenzó a temblar de emoción mientras llevaba su mano libre a su rostro.

-jejeje…HAHAHAHAHAHA- una risa maniaca adornó las facciones del chico –no puedo pedir más, mi rival no es tan diferente a mí después de todo-

La barrera se deshizo y Raynare no tardó en llegar.

- ¿Qué quería el Sekiryūtei, Vali-sama? – preguntó la caída – ¿y dónde está el sacerdote? -

-nada importante, de hecho…- el platino sonrió con arrogancia –…vas a olvidar que lo viste-

Flash.

Un círculo mágico azul apareció en la cabeza de la chica y esta cayó inconsciente.

-bien- el platino creó un portal azul y por él envió a la caída y a Kokabiel, para luego desaparecer el también.


-revísenlo, curen sus heridas y llévenlo al interrogatorio, quiero hablar con él- Issei apareció en los cuarteles generales de la brigada del caos, su rostro mostraba una expresión indiferente.

-hai, Issei-sama- asintió un hombre vestido como científico, cargando al sacerdote en sus hombros para luego alejarse de allí.

El castaño suspiró aburrido y se recostó en un sofá.

-Issei-sama- murmuraban algunas chicas vestidas como magas, observando al chico con una expresión soñadora.

Era algo curioso de ver, el castaño no tenía nada destacable, su apariencia era relativamente normal, y aun así era popular entre las mujeres de las diferentes ramas de la brigada, al punto de que muchas de ellas contemplaban la idea de declarársele.

Cuando les preguntaban porque era que el chico les gustaba, algunas decían que era por su rostro sencillo, otras por su increíble poder, otras que les gustaban sus ojos o su cabello, otras más decían que su porte y actitud de chico malo y despreocupado, y otras más decían que simplemente no lo sabían, en resumen, pocos sabían que esto tenía que ver con el dragón sellado en su interior.

El sex-appeal, digo, el castaño se puso de pie al sentir un aura conocida por él.

- ¿Cómo te fue, Ise? – preguntó Ophis.

-mejor de lo que esperaba, la información del dragón blanco era correcta, solo tuve que decir "batalla", y aceptó sin problema- contestó el chico.

-ya veo- murmuró la dragona –por cierto, "ella" te mandó llamar-

-ya veo, de seguro querrá saber cómo me fue, siempre tan sobreprotectora- murmuró el chico –gracias Ophis, iré a verla entonces-

Sin más palabras, el chico se alejó de allí, siendo imitado por la morena, la cual mordió una barra de chocolate y se alejó hacia el lado opuesto.


-y eso fue lo que pasó Onii-sama- esa era Rias Gremory terminando de contarle su relato a un joven y apuesto hombre de cabello rojo, bastante similar a Rias.

-así que el dragón blanco, no me esperaba eso, su nivel debe ser alto para vencer fácilmente a un ángel caído de 10 alas- murmuró el pelirrojo con preocupación.

-Sirsechz-sama…- una bella mujer de cabello platinado y ojos grises llamó la atención del pelirrojo.

-dime, Grayfia-

-si el dragón blanco despertó, ¿no cree que el dragón rojo también pudo haberlo hecho? – opinó la peliplateda.

-es probable, cualquiera de los dos sería un recurso invaluable para las facciones, aunque al parecer el blanco está con los caídos, solo queda el rojo, y la probabilidad que los ángeles lo tengan es alta, no podemos confiarnos- murmuró el pelirrojo –por cierto, el ataque a esta academia ha tenido consecuencias para ti, hermanita-

-a-a qué te refieres onii-sama, ¿no será que…? –

-sí, los altos mandos decidieron acelerar tu matrimonio- asintió el hombre.

-matricidio dirás…-

-como sea, aun así, logré manipularlos un poco, tu matrimonio no se adelantará, pero, deberás irte a vivir al inframundo desde mañana- informó Sirsechz, el hombre que ostenta el título de rey demonio.

-eso no es una mejora…- musitó la heredera con tono apagado.

-lo sé, y como también sabía eso, logré hacer que no te envíen al inframundo, pero a cambio de eso, Riser se vendrá a vivir al mundo humano la otra semana-

- ¿Qué? –

-como oíste, ahora, debo ir a hablar con alguien, al parecer algo interesante está por suceder pronto, cuídense- sin más palabras, el hombre desapareció de allí junto a la peliplateada.

-maldición, debo hacer algo para evitarlo- murmuró la pelirroja mordiendo la uña de su pulgar.


El chico se encontraba en una pequeña sala, en esta se veían tres mujeres, una frente a él y las otras dos a sus lados.

La que se encontraba frente a él tenía largo cabello castaño y ojos de color azul grisáceo con lentes rojos de semimontura, la que se encontraba a si izquierda tenía el cabello rubio y ojos claros, vestía una especie de uniforme azul con detalles en blanco y dorado.

Por último, y muy para los celos de la rubia, a la derecha del castaño se encontraba otra mujer, esta aparentaba estar en los inicios de sus veinte, largo cabello de color castaño rojizo y ojos de color azul grisáceo, lápiz labial rosa, y un pequeño lunar al lado inferior izquierdo de su boca, vestía una especie de kimono color vino tinto con líneas diagonales de diferentes colores.

-y eso fue todo, el Hakuryūkō aceptó sin oponerse- informó el chico.

-ya veo Issei, así que eso fue lo que sucedió- murmuró la castaña de lentes mientras masajeaba su puente nasal –menos mal que no te sucedió nada, estaría muy preocupada-

-no tiene de que preocuparse Katerea-san, mi Ise-kun es bastante fuerte- comentó la castaña rojiza, aprisionando el brazo del chico entre su busto.

-lo sé, pero no puedo evitar preocuparme, Fūka- replicó la mayor –por cierto, ¿Qué haces aquí, Jeanne? –

-vine a acompañar a I-kun- respondió la rubia con simpleza, no lo he visto desde hace mucho y quise venir a verlo-

-ya veo, puedes retirarte Issei, mis contactos me han avisado que habrá una reunión de paz entre las tres facciones, se realizará en Kuoh, pobres ilusos- indicó la castaña de lentes –así que comienza a prepararte, saldremos de las sombras muy pronto-

El chico sonrió de forma salvaje, sonrisa correspondida por el par de bellezas junto a él.

-está bien…- murmuró el castaño, sus ojos cambiaron a un verde intenso por unos instantes –se hará como digas… mamá-


Fin del capu.


Y listo, otro para el baúl de recuerdos, ¿Qué les parece? ¡Comenten carajo!

Apuesto a que ninguno de ustedes esperaba esto, ¿verdad?, como ven, Katerea Leviathan es la madre biológica de Issei, por eso el cabello castaño, además Vali lo reveló por encimita.

Ahora, la historia no será muy larga, irá hasta el volumen 10 y ya comencé con el dos, así que no esperen 1M de palabras.

No daré aclaraciones porque quiero que ustedes mismos las digan en los comentarios.

La frecuencia de actualización de esta y mis otras historias depende meramente de su recepción, así que la que mejor sea recibida será actualizada más rápido, advertidos.

Las apariencias de los personajes estáran en mi página de face el dia 25, vayan al perfil y la verán.

Bueno, eso es todo por hoy, hasta la próxima.