Muy buenas a todos y sean bienvenidos a una nueva historia. Sé que he estado mucho tiempo inactivo, casi un mes de hecho, pero eso no quita que quiera publicar alguna historia sobre Zootopia aun cuando la universidad me quita mucho tiempo libre. No quiero aprovechar oportunidades como lo son ciertos días festivos, quiero empezar una historia con varios capítulos y una línea temporal propia, y esta es la historia que voy a publicar de aquí hasta que decida terminarla (duh...) No prometo publicar muy seguido, pero aun así quiero algo que me distraiga de mi vida diaria, y esto es perfecto para mí, porque lo frecuento poco, pero a modo personal, me encanta escribir, crear, relatar, todo eso...

Antes de empezar quiero decir algunas cosas... En primer lugar, que esta historia tendrá categoría M por una buena razón, pero a medida vaya transcurriendo el tiempo quizás disminuya la intensidad de los acontecimientos, aun así, tratare de mantenerme dentro de los márgenes establecidos, quiero algo crudo pero no lo suficiente, incluso creo que varios pensaran "no es para tanto, ya he leído cosas así, incluso peores", pero aun así prefiero advertir antes que pase cualquier inconveniente porque me he enfocado mucho en el romance, y eso suele tener un final muy esperable. Por otro lado... ¿Por qué hago esto? Bueno, la verdad es que a lo largo de mi vida he visto y he sido protagonista de cosas bastante oscuras mas ligadas al ámbito psicológico, emocional, familiar, entre otros aspectos... La cosa no siempre es color de rosa como muchos lo pintan, y quisiera demostrar un lado oscuro del mundo aun en personajes que pensarían no lastimarían una mosca, todos tenemos un lado oscuro (además que amo Zootopia y sus personajes, no les voy a ocultar esa información xD). Para terminar y dar inicio a la historia, me emociona lo crudo, en todo ámbito, me gusta ver situaciones difíciles que a pesar de todo uno puede superarse y salir adelante, me gustan los desarrollos complicados, y por esa misma razón tratare de poner en esta historia de todo un poco.

Muy bien... Ya teniendo escrita esa introducción, que para mí la verdad es bastante larga tomando en cuenta mis otras historias, daré inicio a esta historia. La línea temporal es independiente de todas las historias que he publicado, y espero dentro de todo les guste. Corre video...

-o-

Puedes, pero no debes - Zootopia

Capitulo 1: ¿Un mal augurio?

Bajo el umbral del dolor un pequeño conejo se asoma dando su primer saludo al mundo al mismo tiempo que los gritos de su progenitora inundan la sala de parto. Gotas de sudor escapan de su cuerpo aun afectado por el inmenso tormento debido al gran esfuerzo realizado para que la cría pudiera llegar a esta tierra mientras lágrimas de dolor y felicidad caen por sus mejillas. Siempre tuvo la idea de tener su propia camada algún día pero nunca creyó que los sucesos se dieran de esta forma, refiriéndose a las circunstancias sumadas al corto tiempo en que los actos pasaron hasta llegar a este momento. Segundos tras la salida del pequeño conejo la madre sintió otra contracción de mayor intensidad, expresada en otro grito de gran calibre acompañado de una expresión de dolor en su rostro.

-Aun falta el segundo, se ve que es un poco más grande pero mientras siga así todo saldrá bien- habla la matrona -una nutria- para calmar a la actual madre, la cual asiente respirando por la boca rápidamente. El primer empuje no fue suficiente para sacar a la cría, fue necesario un segundo, un tercero y finalmente al cuarto esta salió generando un enorme asombro en la sala. No se esperaban que fuera... Diferente. Es una niña por donde la mires, pero tiene ciertos rasgos, o mejor dicho notorios rasgos, que la diferencian de su madre y hermano.

-¿Donde está él? El padre... De mis hijos...- pregunta la madre entre jadeos. Estaba agotadísima por el esfuerzo físico y emocional de recién. Traer dos bebes al mundo no es un trabajo fácil, pero el alivio al ser solo dos y no cuatro hasta seis criaturas es imposible no sentirlo (y ni hablar si hubieran sido doce como puede llegar a ocurrir).

-Esta... Afuera- responde la enfermera -una oveja- aun sorprendida. -No pensamos que estuviera diciendo la verdad pero esta prueba es suficiente para hacernos entender las desesperadas palabras que nos dijo antes de empezar. Vuelvo en seguida, señorita. Con permiso- la ovina salió de la sala de parto volviendo al poco rato con quien dijo ser, hace aproximadamente una hora, el padre de ambos pequeños. Al principio no le creyeron por razones obvias, pero la niña salida del vientre de su madre es una prueba imposible de pasar por alto. El ahora padre caminó rápidamente al lado de su pareja tomando su pata derecha con ambas suyas y posando un suave beso en su frente.

-¿Estás bien? ¿Son los dos sanos? ¿Donde están?- pregunta el macho con preocupación al ver a su pareja jadeante sin sus bebes en brazos.

-Preguntas demasiado- responde la hembra soltando una risilla para calmar a su amado, lográndolo al ver la enorme y contagiosa sonrisa de la coneja. Ambos están sumamente felices por lo ocurrido, aunque, como se menciono anteriormente, no pensaron que todo terminaría (o quizás empezaría) de esa manera, pero la felicidad es uno de los pocos sentimientos imposibles de esconder, aunque trates de hacerlo existirán notorias señales que expresen ese gozo de tener a tu propia cría. Crías en este caso y como suele ocurrir mayoritariamente en especies pequeñas.

-Aquí están- habla la matrona sin permitir otro intercambio de palabras para que ambos mamíferos la vieran sosteniendo a un pequeño conejo ya dormido, mientras otra enfermera -una loba- sostiene a la chica, una activa zorrita que ya en sus primeros minutos de vida jugaba con el cuello del uniforme de la cánida. -Ambos están sanos y no tienen alteración alguna, ahora procederemos a entregárselos pues el primer contacto entre los padres es algo importante para generar afecto.- El conejo le fue entregado a la madre mientras la zorrita al padre, ella inmediatamente toma la corbata de su padre tirándola con muy poca fuerza mientras él mira sus ojos, iguales a los de su madre, perfectos en todos los ámbitos. Por otro lado, su hermano dio un profundo bostezo abriendo los ojos por fin para la dama encargada de tenerlo dentro de ella para posteriormente traerlo al mundo, pudiendo ella vislumbrar unos -para ella- hermosos ojos verdes.

-Son... Son hermosos... Perfectos queda pequeño a como son realmente- habla el padre al borde del llanto observando a su hija la cual ya estaba sucumbiendo al sueño dando un tierno bostezo.

-Y son nuestros, zorro sentimental- agrega la madre posando una pata en la de su pareja.

-Coneja astuta...-

-Te amo, Nick-

-También te amo, Judy-

Viernes 10 de Marzo...

Un par de parpados se abren descubriendo unos ojos color purpura pertenecientes a Judy Hopps, la primera coneja policía de todo el mundo. Lleva sus patas a estos restregándolos un poco para despertar por completo y cumplir otro día laboral en su trabajo soñado. Lentamente se sienta en su pequeña cama -aunque para ella sea de tamaño ideal-, mira su alrededor observando detenidamente la habitación. Paredes verde agua sumando su cubre cama celeste y sabanas azules le dan un toque bastante femenino, una mesa cubierta con algunos papeles de trabajo, una alfombra circular café sobre un piso de cerámica blanca y un velador con una lámpara y un reloj digital señalando las 5:55 de la mañana. Falta más de una hora para su entrada, por lo que dando una gran bocanada llena sus pulmones con el poco saludable aire de una habitación cerrada, aguanta la respiración y pone sus patas en altura estirando sus brazos y espalda, y volviendo a su posición normal bota todo el aire recogido de un solo viaje sintiéndose despierta y lista para un nuevo día. Una sonrisa adorna su rostro recordando lo feliz que se sintió una vez cambió de departamento; si bien extraña a veces el ruido de sus vecinos y a la casera, el ajetreo diario de su trabajo no le da mucho tiempo para pensar en esas cosas aprovechando el tiempo de sobra en la mañana para eso.

La alarma de su reloj señalando las 6 am exactamente la hace espabilar, estira su brazo derecho y con su pata aprieta el botón que detiene el sonido encargado de despertarla, siendo innecesario al menos esta mañana. Haciendo las cubiertas a un lado se liberó del tentador deseo de volver a dormir, no porque no tuviera ganas, sino para no volver a soñar con cosas parecidas a lo de hace un rato. No es primera vez que sueña con Nick, pero si es la primera en donde el lugar es un hospital y no el cine, un restaurant o el departamento de alguno, lo cual le dejó un muy mal sabor de boca al mismo tiempo que un molesto presentimiento.

Quizás son cosas mías... piensa abriendo las cortinas y la única ventana del dormitorio para mirar al exterior y dejar la habitación ventilarse del tedioso olor a cuarto encerrado. Los rayos de sol poco a poco se asoman dejando al descubierto una cantidad no muy grande de animales nocturnos que vuelven a casa para dormir junto a sus familias (o quizás solos, quien sabe), mientras algunos animales diurnos ya están preparando sus puestos o se encaminan a sus respectivos trabajos. El cambio de horario es muy notorio si eres alguien acostumbrado a despertar a estas horas, no siendo igual en algunos casos cuando eres un animal semi nocturno o completamente nocturno obligado a trabajar en horarios diurnos. Y hablando de ellos... Judy toma su teléfono marcando un número escuchando el típico sonido de espera hasta que alguien contesta al otro lado.

-¿Diga?- la voz era de un macho. Este se escuchó bastante cansado, somnoliento, con ganas de basurear al mundo entero, dejando en claro que fue la misma llamada la encargada de despertarlo. El animal al cual llama Judy es nocturno, y aunque tenga un horario diurno al ser compañero de la coneja se le es muy difícil conciliar el sueño a tempranas horas de la noche, siempre se queda despierto ya sea avanzando en su trabajo para no hacer mucho al día siguiente, o simplemente haciendo nada, todo por culpa de su especie.

-Nick, levántate- habla Judy con reprimenda, no porque quiera sino por no parecerle acertado hablarle de manera suave al zorro si su misión es despertarlo. -Recuerda las instrucciones del jefe Bogo, dijo-

-Si... Si...- interrumpió Nick. -Reunión de emergencia para preparar el ZPD para el día de San Patricio, tanto para adornar el edificio como para prepararnos para atrapar animales borrachos para tener algo de acción... Lo tengo claro…-

-Dijiste muchas veces "para"- dice Judy algo molesta colocando especial énfasis en la última palabra. Odia la redundancia.

-Pelusa, estoy recién despertando, mi nivel de conciencia aún es cuestionable más cuando hablo contigo, preciosa- Judy se ríe por el cumplido provocando un sonrojo el cual no será visto por nadie, ni siquiera por ella misma. Mejor, pues cada señal de emocionalidad le da razones a Nick para molestarla, y todos saben que si un zorro te tiene como blanco de sus jugarretas lo pasaras muy pero muy mal.

-Mejor levántate, zorro bobo.-

-Coneja molesta...-

Judy cuelga la llamada y mira la hora, las 6:05 am, buena hora para hacer su rutina mañanera con calma, consistiendo esta en darse una relajante ducha para limpiar el sudor de cada noche, secar y cepillar su pelaje, vestir su uniforme de policía, tomar un nutritivo desayuno (café acompañado de tostadas con mantequilla y unas hojas de lechuga), tomar los implementos necesarios y ponerse su placa para luego salir del departamento. Antes de salir siempre da una mirada al living asegurándose que esté ordenado, y como esta no es una excepción emprende camino con una sonrisa en el rostro.

Son las 6:30 am mientras Judy camina por las calles de Zootopia con destino a su trabajo. Desde que cambió de departamento este no le queda a más de veinte minutos caminando a un ritmo regular -ni rápido ni lento-, bastante conveniente tomando en cuenta que antes era necesario tomar el metro, pues a pata le tomaba más de una hora. Al principio su bolsillo sufrió ya que es levemente más caro que el anterior debido a la posición (y porque la demanda aumenta el precio, y sí, hay animales asi de insensibles), pero el dinero ahorrado en viajes le sirvió para afirmarse económicamente a tal punto de poder darse un gusto cada cierto tiempo ya sea en comida, ropa o alguna chuchería de su encanto (por no decir memorias para su lápiz grabadora con el fin de seguir molestando a cierto zorro). En eso, la imagen de dicho llegó a su mente, pues él fue quien le ayudó a buscar un departamento nuevo, y por qué no, cambiar su propia ubicación, terminando por encontrar uno a muy pocos metros del de Judy. De hecho...

-Sal de ahí, Nick, o llegaremos tarde- gritó Judy golpeando la puerta repetidas veces sin preocuparse si ponía mucha fuerza en los impactos. Dos minutos pasaron y nadie salió, por lo que sin otra alternativa se adentró en el inmueble con el juego de llaves que Nick le dio en caso de emergencia por regla del ZPD entre todas las duplas, y dentro de este, un pestilente olor le obligó a tapar su nariz. Si bien gracias a su trabajo ha visto y olido cosas bastante feas (por no decir cuerpos sin vida en estado deplorable) este hedor casi le hace vomitar. Era una mezcla entre alimentos podridos, ropa sin lavar, vomito, entre otras cosas poco agradables para el agudo olfato de cualquier animal.

-¿Esa es forma de entrar en el departamento de alguien? ¿Irrumpiendo mientras se está bañando?- Judy escucha la voz de Nick y cuando voltea el zorro se encuentra a unos metros de distancia de ella con una toalla alrededor de la cintura y otra sostenida por su pata izquierda encima de su hombro. La imagen de por si podría ser tentadora para cualquier hembra, pues desde que Nick entro al ZPD su cuerpo se tornó mas atlético, adquiriendo características típicas de una figura bien formada, sus brazos ligeramente más gruesos, su pecho junto a su abdomen mas apretados, su tórax y hombros más amplios, y sus piernas (las cuales ahora no se ven debido a la toalla) mejor torneadas. -Podrían ponerte una demanda por allanamiento de morada, querida- vuelve a hablar Nick ante el silencio de su compañera. En si hace mucho tiempo que Judy no entra al departamento de Nick, hace una semana y media para ser más exactos, esta oportunidad entró solo para apresurarlo pues como todos los días se van juntos al trabajo, todos los días pasa por él.

-¿Que es ese olortan asqueroso?- pregunta Judy ignorando el comentario del zorro.

-La gente de la basura del edificio contiguo se fue a huelga por el bajo sueldo hace unas dos semanas, pero ya arreglaron ese problema y dijeron que durante el día de hoy la sacarán. El problema va a ser la dura limpieza que nos espera a todos los residentes para poder dejar sin hedor alguno este lugar. Además, me conoces bien, pelusa, no soy un animal sucio e hice lo posible por mantener lejos ese olor, pero nada funcionó- explicó el zorro.

-¿Y cómo no se siente nada afuera?-

-Me gustaría saberlo.-

-Como sea... ¿Aun no estás listo? Tenemos- Judy mira un reloj en la pared, las 6:38 am. -Poco más de veinte minutos, apresúrate.-

-Aun hay tiempo, querida, el ZPD nos queda a menos de diez minutos. Es mas... ¿Por qué no te quedas a jugar?- Nick mueve las caderas soltando la toalla la cual comienza a descender de manera lenta. Judy rápidamente se acerca a él y toma la mojada manta evitando que caiga al suelo para no mostrar algo de más durante la mañana.

-Ni que tuvieras tanta suerte, zorro perverso. Ahora apresúrate, si no sales en cinco minutos te dejaré, y si logras salir antes yo pago el café.- Tras ajustar de nuevo la toalla, Judy se encamina a la puerta tomando el pomo antes de escuchar las últimas palabras de su compañero.

-Tentadora oferta.-

Minutos después…

Siendo ya las 6:50 am, ambos mamíferos se encuentran caminando hacia el ZPD. Nick logró salir en exactos cinco minutos que Judy le dio como plazo máximo, por ende un café es el premio que le espera una vez lleguen al departamento de policía. Caminan siendo esta una de las pocas veces que lo hacen en silencio, no porque no quieran sino porque Judy por un momento analizó tanto la situación del departamento como su sueño de esta noche. No es primera vez que Nick le hace esa clase de bromas a Judy, los dos ya son lo suficientemente maduros y cercanos como para hablar de cualquier tema, y no es sorpresa para ella que Nick diga cosas en doble sentido. Al principio le costó un poco hasta al fin acostumbrarse, pero combinándolo con el sueño no pudo volver a sentir aquel extraño presentimiento.

¿Debería hablarlo con él? pensó siendo este interrumpido por la voz de su compañero la cual se adelantó a las acciones de Judy.

-Estas muy callada, pelusa. ¿Sucede algo?- pregunta Nick con tono neutro sin quitar su concentración de la calle. Judy por su parte se detiene y él lo hace pocos pasos más adelante, dando media vuelta y mirándola con una mezcla de duda y preocupación. Conoce a la coneja demasiado bien como para parecerle extraña esa actitud.

-Es algo tonto, nada importante- responde Judy con un tono poco convincente.

-No es tonto si te tiene así de preocupada. Sé cuando no estás concentrada, y si bien por tu rostro no parece algo importante es lo suficiente como para alejarte de tu ser usual- definitivamente la conoce más de lo que quisiera, la conoce por completo y eso es más de lo que ella pudiera o quisiera controlar. No por nada fue su primer mejor amigo, no porque no tuviera otras amistades en el pasado, pero si debe admitir que su sueño de ser policía la alejó de todo ese mundo. Poco le importó con tal de cumplir su meta, pero sí agradece el día en que conoció a Nick y lo seguirá haciendo hasta su último día de vida.

-Bueno... Tuve un sueño...- silencio de nuevo.

-¿Y bien? No eres de las que creen en esa suposición de "si cuentas un sueño antes de las 12 del día este se cumple". ¿O sí?- dichos poco famosos del ayer y hoy que aun se ven como una especie de mal augurio, algo parecido al de "pasar el salero de pata en pata, caminar bajo una escalera", entre otras supersticiones estúpidas.

-Claro que no, es solo que... Me pone algo nerviosa contártelo...- Nick siguió mirando a Judy con el mismo rostro hasta que ella por fin lo soltó. -Soñé que éramos padres...- dice así tal cual. El zorro abre los ojos como platos y llevando su pata derecha detrás de su cabeza tratando que sus nervios pasen desapercibidos, por desgracia esa misma acción le da la señal a la coneja que él se encuentra nervioso. En muchas ocasiones Nick tiende a realizar acciones que representan una especie de sentimiento resultando ser lo contrario, pero solo Judy tiene la habilidad de saber cuándo dicho gesto significa lo correcto. Por un momento Nick miró a Judy como queriendo decir "me imagino que con parejas respectivas de nuestra especie", ella entendió la mirada y negó un par de veces señalándolos a ambos con su dedo, primero a ella y después a él.

-Bueno... Viéndolo desde un punto de vista lógico los casos de embarazos en parejas inter especie son escasos y uno entre depredador y presa no se ha presentado por el momento. Además, tú sabes cómo los demás animales ven a las parejas con esa clase de características...-

Si bien Zootopia es una ciudad con un sin fin de adelantos, existen aun muchas cosas necesarias por corregir de mente más que de ley, pues según la ley, las parejas son aquellas conformadas por dos animales que sienten afecto amoroso mutuo sin explicitar la especie a la cual pertenezcan. Entre presas la cosa se tolera con normalidad al igual que entre depredadores, pero si es entre depredador y presa la cosa ya no es tan bien aceptada por la comunidad.

El amor es igual para todos, pero aun así mucha gente juzga a estos animales de fetichistas y otros términos peores por lo que quienes conforman parte de estas viven entre las sombras o se ven en la obligación de abandonar la ciudad en busca de un lugar más abierto de mente para vivir. Como dato curioso, el más cercano a Zootopia es Litter Town, un pequeño poblado conformado mayoritariamente por felinos, pero como su nombre lo dice no se caracteriza por ser un lugar muy... limpio, si saben a qué me refiero.

-Por otro lado- vuelve a hablar Nick, -a cierto par de animales no le gustaría para nada- Nick mira a Judy con malicia haciéndola recordar algo, o mejor dicho a dos animales muy conocidos para ella.

-Eso ni mencionarlo- dice Judy con una risilla. Si bien Nick no es bueno para exponer puntos, si lo es terminando las cosas, siendo su artimaña más usada el hacer reír a su compañera, lo cual para gracia y desgracia de ella siempre (o al menos la mayoría de las veces) funciona.

-Entonces quédate tranquila, pelusa. Yo por mi parte tratare de contenerme aunque no prometo nada, y en cuanto a ti, te pediré que no le saltes encima a este apuesto zorro, tengo una imagen que cuidar, preciosa- la broma de Nick fue acompañada de un guiño y una sonrisa coqueta característica de su personalidad. Judy lo empujó suavemente riendo al fin tras el tenso ambiente de hace unos segundos.

Sin decir nada mas ambos retoman su andar hasta el ZPD logrando marcar su ingreso un minuto antes de la hora a la cual fueron todos citados. Aún cuando estén a poco de entrar el jefe Bogo nunca aparece en el salón de inmediato dándoles el tiempo de saludar a su recepcionista favorito, Benjamín Garraza, el cual como todas las mañanas come rosquillas, pasteles y golosinas con la excusa que el azúcar es un buen "nutriente" para empezar el día con energías. Si tan solo supiera que no es un nutriente... Bueno, por algo está como lo encuentran todos diariamente. Aparte de eso lo infaltable en su compañero es llenar el ambiente del ZPD con alegría o alguna cancion de Gazelle, artista pop de la cual está completamente enamorado -platónicamente hablando- y escucha aproximadamente las 24 horas del día.

Los días viernes no suele haber mucho movimiento en la ciudad ni tampoco el ZPD se encarga de enviar muchos miembros a terreno pues los animales tanto del alto como bajo mundo piensan en la celebridad. Si bien existen animales asquerosos los cuales solo piensan en el mal de la población o incluso la destrucción de una civilización como lo es Zootopia, el gusto por las celebraciones es algo que todos los animales tienen en común, por lo que enviando tres duplas a patrullar el Distrito Forestal, Sabana Centras y Tundratown (siendo los distritos con mayor índice de crímenes), todos los demás funcionarios se quedaron en el cuartel general del ZPD colocando adornos tanto dentro como fuera del recinto, pues si bien son una organización seria no significa que deban demostrarlo todo el tiempo, la comunicación con los animales de la ciudad también es un aspecto importante y eso se ve reflejado en su interés por los días festivos. En sí tampoco es una tarea tan trabajosa, en pocas horas todo estaba completamente listo, por lo que Bogo llamó a otra reunión enviando policías a distintos sectores por temas de fiscalización tanto de alimentos como objetos incluso ropa de tipo festiva.

Judy y Nick fueron enviados a la labor más honorable de todo policía, una tarea a la cual son enviados solo los mejores miembros, y que por tratarse de ellos, dos de los mejores policías de todo el ZPD, es imposible no sean considerados para esa actividad... Parquímetros. El ZPD cuenta con muchos implementos y en ocasiones varios terminan haciendo nada, cosa que al jefe le molesta en demasía, y como ya envió a los demás a cubrir lo necesario ambos quedaron sin tareas, enviándolos a las calles para mantenerlos ocupados hasta la llegada del almuerzo, y posiblemente toda la tarde. Judy detesta esa tarea, pero siempre le recuerda su primer día en la fuerza el cual fue el mismo en el cual conoció al torpe zorro el cual con la chaqueta fluorescente y el torpe gorro de policía de transito le acompaña en su noble misión: Nicholas P. Wilde.

Definitivamente la llegada del zorro a su vida fue algo que la cambio por completo. Cada día agradece el estúpido prejuicio inculcado por su familia acerca de los zorros, que son traicioneros, engañan a los animales, se ganan la vida haciendo a los demás miserables, y quizás Nick era así antes de conocer a Judy, pero fue gracias a ese prejuicio que entró en esa tienda de helados para plantarle cara a un elefante defendiendo a un cariñoso padre y a su hijo, descubriendo que todo era una mentira, una simple treta, pero que la llevó a conocer a uno de los mejores animales de todo el mundo. Un animal el cual no tiene miedo de los demás (a excepción de la misma Judy en algunas ocasiones), un animal que hará lo posible por mantener a su compañera sana y salva, siendo necesario ganarse unos cuantos enemigos si es por defenderla. Así es, Nicholas Wilde es simplemente el mejor amigo que cualquiera pudiera tener, y el mundo recompenso su esfuerzo enviándolo a su lado.

El resto de la mañana transcurrió de manera tranquila, así es la vida de un policía de transito. En un muy pocas ocasiones el trabajo te da una persecución por robo de cartera o un asalto a mano armada en alguna tienda, pero si llega a ocurrir y sales con vida de eso quisieras contárselo a todo el mundo, si eres Judy obviamente. Es uno de los pocos policías que no llega a casa del trabajo agotada (bueno quizás sí) ni con ganas de maldecir a todo el mundo (bueno quizás sí), se duerme todos los días pensando que el día siguiente será aun mejor, y como trabajar con Nick siempre trae algo interesante es imposible que pueda quejarse (bueno... quizás a veces).

Previo a la hora de almuerzo un comunicado llegó por parte de Garraza, una orden de Bogo explicitando que se encargaran de controlar las calles durante el resto de su jornada, es decir, parquímetros toda la tarde hasta las 6 pm. Recibiendo la orden agradecieron la innecesaridad de volver al cuartel para almorzar, pues si se dirigen allá desde donde están ubicados tendrían muy pocos minutos para almorzar, y tomando en cuenta la gran cantidad de animales que come en la cafetería del ZPD estos serian muchos menos. Por otro lado, la vida los recompensó con una tienda de comida hibrida (para depredadores y presas) a la cual Nick ha asistido anteriormente y avala la exquisita comida del lugar.

Antes de poder entrar, el celular de Judy comienza a vibrar siendo necesario revisarlo, un mensaje el cual le hizo cambiar su sonrisa por una expresión de frustración. Ese día de todos tenía que pasar...

-¿Sucede algo, pelusa?- pregunta Nick dándose vuelta al percatarse que avanzaba solo al interior del local. Ella guarda silencio unos segundos no queriendo responder la pregunta, en vez de eso quiere ignorar el mensaje y seguir con su rutina post trabajo. Pero algo muy en el fondo de su corazón se lo impide.

-Es Al- responde. Alphonse Parker, 28 años, contador, conejo nacido y criado en Zootopia, continuador de la labor familiar al igual que 40 de sus 158 hermanos y hermanas, y aspecto más relevante: Novio de Judy Hopps. -Me invitó a cenar esta noche, como mañana no tiene trabajo. Se prepararan para el viaje del cual te hablé hace unos días.-

-¿Y eso que tiene de malo? No pones esa cara todo el tiempo, Judy, algo te molesta.-

-¿Acaso olvidaste nuestra tarde de películas? Ya van dos semanas en que no podemos realizarlo por trabajo, tres si contamos a esa pequeña invasora la cual arruinó nuestra última vez.-

-Por supuesto que no la he olvidado. ¿Tú acaso olvidas que fui yo quien la propuso apenas el jefe nos dijo que tendríamos días más relajados por el día de San Patricio? Además, no es por nada, Judy, pero le dices pequeña cuando ella es más alta que tú- Nick mira a Judy con aires de victoria. Ella suelta un pequeño puchero al mismo tiempo que su nariz comienza a moverse rápidamente.

-Lo sé... Solo pensé que esta iba a ser la vencida- Judy mira el suelo unos segundos antes de sentir una pata en su barbilla obligándola a mirar más alto. Frente a ella, Nick puso una rodilla en el suelo quedando casi a su misma altura, la miró con seriedad un rato para luego ofrecerle una de esas sonrisas patentadas netamente por Nicholas Wilde, esas sonrisas que solo son para confortar y volver loca interiormente a Judy.

-Siempre podemos intentarlo otro día. Podemos darnos el domingo libre y estar todo el día juntos. ¿Qué te parece?- A Judy le encantó la idea, más tomando en cuenta que su novio tendrá una junta familiar en Bunny Burrows todo el fin de semana. La coneja dio gracias a los familiares de Alphonse que no son de Zootopia, no habrá momento más perfecto para pasarlo con su mejor amigo que ese. Pero aun hay un detalle por afinar.

-Que hay de...-

-Viaje familiar, irán a Fang Ville por el cumpleaños de su abuela, volverán el domingo en la noche- responde Nick antes que Judy pudiera terminar su oración.

-Supongo entonces que todo está armado- dice Judy con alegría. -Llegando al cuartel le diremos al jefe Bogo sobre nuestro día libre. ¿Te parece?-

-Si tu así lo quieres, pelusa, por mi todo bien. Ahora vamos, tengo hambre.-

Ambos entraron al local de comida para disfrutar su almuerzo antes de volver a la tediosa rutina del policía de transito. Judy no pudo creer que encontraría una ensalada de lechuga con palta, tomate y mayonesa más exquisita que la hecha por su madre. Algo decepcionante para la coneja mayor la cual se esfuerza en preparar una deliciosa comida para todas sus crías, pero nunca acertará en la proporción exacta de jugo de limón, sal y mayonesa que Judy prefiere para acompañar dicho platillo. Nick por su parte pidió pescado a la plancha con puré de papas y un vaso de jugo de frambuesa. Ambos pidieron un mousse de arándanos como postre, y tras terminar de comer pagaron su comida dedicando el resto de los minutos de receso para conversar sobre distintos temas.

Comparado al almuerzo, el resto del día fue sumamente aburrido, como es normal dentro de la rutina de una policía de transito. Lo más emocionante hasta las 4 pm fue una persecución causada por un ladrón el cual había robado un collar sumamente caro a una cerda (en el buen sentido de la palabra) de alta alcurnia. La carrera prometía ser de velocidad, un desafío perfecto para Judy tomando en cuenta que el ladrón era una guepardo, pero desgraciadamente tras priorizar la velocidad en un terreno lleno de curvas como lo es el sector urbano de Sabana Central no alcanzas a frenar a tiempo cuando debes doblar, y apenas se presentó el primer lugar en donde los edificios te dejaban la opción de ir a la derecha o a la izquierda este no tuvo mejor remedio que estrellarse contra la reja de uno de estos dejando su cabeza atrapada entre los barrotes, y a una estupefacta Judy la cual, decepcionada con el poco seso del animal, solo tuvo que correr dos cuadras antes de ver al guepardo atascado.

-Aquí Hopps- dijo tomando el comunicador. -Solicito ayuda para transportar a un guepardo al ZPD, los cargos son robo y evasión de arresto policial- espero unos segundos hasta que escuchó un crujido seguido de la voz de Garraza. La ayuda está en camino.

-¿Acaso no puedes cargarme tu sola, preciosa?- comenzó a hablar el Guepardo furioso, recibiendo como unica respuesta una mala cara de Judy, siendo necesario usar otro tipo de estrategia para provocarla. -Conozco bien a las conejas, les gusta que les toquen su esponjoso rabo mientras las penetran. No eres distinta a ellas, aunque seas policía.-

-No estás en posición para negociar, Clawson- dice Nick el cual solo se dedicó a caminar con la confianza puesta en Judy de atrapar al ladrón, lo gracioso para él fue el no saber que se atraparía solo.

-¿Nick? Viejo, sácame de aquí. Como en los viejos tiempos.- En efecto ambos se conocían, o mejor dicho Nick conoce muy bien al animal atrapado entre los barrotes. Edgar Clawson, ex líder de una banda de narcotraficantes llamada "Refined New Weed" la cual fue desbaratada meses atrás en un operativo de la brigada antinarcóticos del ZPD. Al dejar a sus miembros en el lugar para él poder escapar perdió la confianza de su proveedor y tuvo que volver a la calle a ganar dinero de manera difícil y sucia.

-No te debo nada, con suerte hablamos una vez y aun no puedo entender como alguien tan torpe como tú haya alcanzado a ser el líder de un grupo de traficantes. ¿Por qué crees que no quise mezclarme con ustedes? Temía se me pegara tu estupidez. Ademas, yo ganaba dinero con estilo, no ensuciandome las manos con esa asquerosa hierba.-

-Eres un bastardo, Wilde, siempre lo fuiste.-

-Ya van tres, Clawson. Primero robaste un caro collar al cual no le ibas a sacar su valor real sino que mucho menos, insultaste a mi compañera y ahora a mí. Eso dejara un buen historial en tu carpeta, robo e insultos al personal policial, viejo, estarás un buen tiempo tras las rejas.-

-¿Acaso les creerán? Es mi palabra contra la tuya, Wilde, y no pienso decir una palabra si llegan a interrogarme.-

-¿Seguro?- Del bolsillo de Nick se escucho un pequeño botón ser presionado como si de una grabadora se tratara. "Conozco bien a las conejas, les gusta que les toquen su esponjoso rabo mientras las penetran." Otro botón se escucho junto con un nuevo inentendible sonido de grabadora, esta vez viniendo del bolsillo de Judy. "Eres un bastardo, Wilde, siempre lo fuiste." -De hecho, es tu palabra contra la tuya, Clawson. Pero al mismo tiempo tienes derecho a permanecer en silencio, y si yo fuera tú, lo usaría- terminó de decir Nick con una sonrisa en el rostro.

-Es una treta, tesoro- dijo Judy imitando el mismo movimiento corporal de hace unos años cuando le devolvió la treta a Nick. Las sirenas comenzaron a resonar por el sector y el guepardo se resignó por completo. Había quedado como el estúpido que es frente a los dos policías más odiados por la comunidad criminal de Zootopia. La gran duda es: Si tantos animales los odian... ¿por qué no se deshacen de ellos? Si fuera tan fácil no seguirían con vida, y resulta mas difícil tomando en cuenta que ambos tienen un elemento clave dentro de sus vidas. Ningún, absolutamente ningún animal del ZPD tiene relaciones con uno de los mafiosos mas grandes (y a la vez más pequeños) de toda la metrópolis. Seamos sinceros, no existe organización alguna que sea lo suficientemente inteligente, valiente o imbécil como para deshacerse de Mr. Big.

Llevado el guepardo a la comisaria por McHorn y Colmillar, los policías de transito continuaron con su labor. Judy aunque le gusta hacer sentir a los delincuentes como unos idiotas no pudo evitar decepcionarse por la corta persecución que le dio Clawson. Esperó mucho mas viniendo de una especie la cual se caracteriza por ser rápida, pero ni eso logró conseguir. Nick se dio cuenta de esto y siendo las 5:30 pm le ofreció dejar su labor hasta ahí y dirigirse al cuartel general para tomar un café y marcar su salida. De todos modos tiene que estar presente cuando cierto conejo llegue al ZPD por ella y tener su romántica cena acompañada junto a él y los demás asistentes de donde sea que fuesen. Ella aceptó y le informo a Bogo el cual tomando en cuenta la hora y el día dejo que se devolvieran más temprano.

El rumbo hacia el ZPD fue callado, mas por parte de Judy al igual que esta mañana, pero esta vez no por culpa de un sueño, mucho menos un suceso ocurrido durante el aburrido día, sino por tener que separarse de su compañero y asistir a una cita con Al. En si no tiene problemas con eso, pero si hay algo que detesta es cambiar algún plan con Nick. El zorro ha sido su mejor amigo desde hace ya tres años, y nadie en todo ese tiempo ha logrado ganarse su confianza a tal punto de hacerla sentir mal cuando no puede verlo. Nick por su parte no puede evitar sentirse de la misma forma, detesta cambiar los planes con Judy, y si bien no es su culpa ya ha pasado en otras ocasiones en donde él tiene la orden de hablarle a Judy que sus salidas o noches de películas no podrán llevarse a cabo, siendo los aires de esos momentos muy similares a los actuales.

Llegaron al ZPD a eso de las 5:45 pm, bajaron del automóvil y apenas entraron al edificio, Nick no pudo creer lo que sus ojos vislumbraron. Dentro, esperando en uno de los asientos de la recepción, estaba una joven zorra de estatura similar a Nick (de contextura femenina obviamente), ojos cafés y pelaje de igual patrón de colores, vestida de uniforme azul marino como si viniera de un hospital, no por haber sido hospitalizada, sino por trabajar en este. Cuando alzó la mirada y vio a Nick se puso de pie y de inmediato corrió hacia el zorro, saludándolo con un abrazo y un beso en la mejilla.

-¿Que hay, Nick?- hablo tras su saludo.

-Jess.- Jessica Miller, 24 años, enfermera, nacida en Fang Ville llegó a Zootopia a los 10 años, hija de una familia ligada al área de la salud, y aspecto relevante: Novia de Nicholas Wilde. -¿Qué haces aquí? Pensé que ayudarías a tu familia con las cosas para el viaje de mañana.-

-Cambio de planes. Mis padres saldrán esta noche para celebrar su aniversario. Originalmente lo están mañana, pero como viajaremos el fin de semana adelantaron su celebración- respondió la elegante zorra. No elegante por estar vestida de esa manera, muchos odian el uniforme de enfermero, pero si hay algo importante para destacar es su figura, la cual puede hacer babear hasta al médico más serio y trabajador del recinto hospitalario (y mejor ni mencionemos a quienes trabajan en construcción). -Saldrán a las 7:30 y tengo que llegar antes de esa hora. Pero por ahora... Estoy libre, y... No sé si... ¿Tienes tiempo libre?- Jessica acostumbra a presentarse muy nerviosa frente a Nick, no por fachada sino por ser así su personalidad. Una chica nerviosa y de buenos sentimientos la cual disfruta de lo que espera sea su noviazgo más serio, y el definitivo para llevarla al altar. Nick le da una sonrisa y desvía su mirada hacia Judy.

-Supongo que ya tengo planes, pelusa. ¿Estarás bien sin mi?-

-¿Estás loco? Eres tú quien me preocupa- responde la coneja a modo de broma consiguiendo hacer reír a la zorra. -¿Como estas, Jessica?-

-Muy bien- dice sonriendo. -Nick no hizo nada malo. ¿O sí?- Judy niega a modo de respuesta para luego ambos uniformados caminar a la habitación donde deben dejar sus uniformes.

Exactamente a las 6 pm ambos policías junto a Jessica cruzaron las puertas del ZPD para encontrarse con un automóvil rojo de pequeño tamaño pero ideal para llevar al menos a cuatro conejos, y específicamente eso fue lo que salió de la puerta del piloto, un conejo conocido, para los tres animales, como Alphonse Parker. De contextura delgada y patrón de color gris con blanco muy parecido al de Judy, pero con dos líneas negras en la espalda las cuales no son visibles por razones obvias.

-Que hay Judy, Nick, señorita Jessica- habla el conejo con mucha cortesía y educación. En sí, el provenir de una familia de contadores no significa que debas comportarte cortésmente con todo el mundo en todos lados, pero la familia de Alphonse le enseñó a este conejo buenos modales, y eso es algo que a Judy le gusta, la caballerosidad y cortesía en un macho. -Bien, Judy… ¿Lista para salir?-

-Siempre estoy lista- responde la coneja. -Nos vemos, Nick. Adiós, Jessica, suerte en el viaje.- Todos se despiden levantando sus patas moviéndolas de lado a lado. La pareja de conejos sube al automóvil alejándose poco a poco hacia su destino dejando a Nick y Jessica a solas.

-Y...- habla Jessica. -¿Que te gustaría hacer? No tengo mucho tiempo, pero, aun así podríamos divertirnos.-

-Créeme, linda, aunque tuviéramos todo el tiempo del mundo, contigo se pasaría volando.- El cumplido de Nick hace reír a Jessica de manera nerviosa, pero es un aspecto el cual le fascina de su novio. Los zorros de por si son buenos con las palabras, no por nada escapan de sus problemas haciendo un muy buen uso de estas, pero Nick en cambio se encarga no de usarlas para escapar, sino para encantar a su novia y enamorarla cada día mas. Jessica besa a su novio en la mejilla antes de tomar su brazo y comenzara a caminar a su lado hacia quien sabe dónde.

La opción mas cercana es el restaurante "Águila Dorada", una opción algo cara pero deliciosa a la vez. Las selecciones de comida para depredadores incluyen carnes blancas, una alta variedad en suplementos alimenticios, hasta insectos que como dice el dicho: Viscosos pero sabrosos. El único problema de esos alimentos es la cantidad de calorías que poseen, no por ser pequeños y de anatomía mas simple a los animales vertebrados significa que puedes comer una gran cantidad sin engordar, solo los vegetales y frutas tienen esa clase de propiedad, todo otro ser que alguna vez estuvo vivo cambiara tu cuerpo si lo consumes en exceso durante mucho tiempo.

Tras conseguir su mesa sin necesidad de usar la extorción (porque digámoslo, el ir a un restaurante caro sin reservación es uno de los lujos permitidos del trabajo de policía, y si quieres una comida perfecta lo mejor es no perder la compostura), la dama pidió una porción de blanquillo con puré de papas, mientras que Nick quiso variar un poco optando por las carnes rojas, y al no poder usar la depredación, los suplementos alimenticios para carnívoros son la mejor opción, esto acompañado fideos blancos y berenjenas fritas. La conversación no estuvo ausente, y contando sus anécdotas de trabajo Nick Wilde se encarga de entretener a su novia la cual escucha y mira expectante con impresión y diversión, mucha diversión tomando en cuenta la historia del guepardo atrapado en su propia trampa. Ella no estuvo exenta de historias, trabajar en el hospital sobre todo en la zona de urgencias significa ver una gran cantidad de pacientes al día con heridas en primer plano, es decir, animales apuñalados, atropellados, niños con huesos rotos por lo bruto de sus propios juegos, entre otras cosas típicas de un día normal en la gran metrópolis que es Zootopia.

A todo el mundo le gustaría que las cosas malas no pasaran, que ni siquiera existieran, pero si existen los policías y todos aquellos trabajadores del área de salud y prevención, es porque nada es perfecto en esta vida y siempre ocurrirán cosas malas. Aun así, siempre es posible avanzar, haciendo el mundo un lugar mejor...

Un zorro a la vez.

Por desgracia, tal y como Nick dijo, los buenos momentos hacen del tiempo un ser monstruoso para todos los seres existentes, y rápido como carrera de 100 metros planos, la hora de despedida había llegado.

-Oh no...- dijo Jessica mirando su reloj indicando las 7:20 pm. -Se me hizo muy tarde, debo correr. Lo siento, Nick.-

-Tranquila, Jess- responde Nick. -Estoy consciente de la situación. ¿Le das mis saludos a tus padres?-

-Si por mis padres te refieres a mi madre... Si. Ya conoces a mi padre.-

-Cualquier macho seria igual con su única hija- ambos ríen ante la dolorosa verdad. Si bien Jessica ya es una adulta, su padre sigue siendo algo sobreprotector con ella aun cuando tienen un hijo mas pequeño. A veces dice cosas en broma, pero como entre broma y broma la verdad se asoma, siempre existirá una grado de verdad en cada "le haces daño a mi hija y no aseguro tu salud física, jovencito". Típico de padre cariñoso. ¿No es así? Ese tipo de acciones le hacen recordar al zorro a cierta coneja la cual tuvo que luchar sola contra todos aquellos quienes trataron de impedir que cumpliera su sueño, y a pesar de todo logro cumplirlo convirtiéndose no solo en la primera, sino en la mejor de todas. -¿Nos vemos cuando vuelvas?-

-Sin duda alguna.- Jessica se acerca a Nick y ambos se abrazan antes de besarse. Fue un beso corto debido al tiempo el cual no acompaña a la hembra, pero no por eso significa menos. -Y... Nick...- habla una vez más al separar sus labios de los de su novio, se acerca a su oreja y con mucha vergüenza susurra sus siguientes palabras. -Cuando vuelva, me gustaría volver a verte... Con más tiempo y... A solas, si no te molesta.- Nick no alcanzó a responder cuando Jessica tomó rumbo a su hogar.

Nick quedó perplejo. Si bien Jessica es una zorra, eso no la hace menor a otros animales de Zootopia. Tiene sentimientos, y por ende, temores. Es una chica la cual no ha tenido mucha suerte en el amor, dándole razones de mas para hacérsele muy difícil exteriorizar sus deseos. Por esa misma razón, Nick sabe el significado de sus palabras y el valor que debió juntar para poder decirlas.

-¿Todo bien, señor?- pregunta el camarero al ver al zorro estupefacto. De hecho todos los animales del restaurante lo estaban mirando, algunos con rostro de lastima y otros con una risa interna, pues digámoslo, aun hay muchos que no pueden soportar el siquiera sentir la presencia de un zorro a su alrededor.

-Sí, todo bien- responde Nick con tranquilidad tras retomar su semblante. -Estaba algo apresurada, es todo. Yo me encargare de cubrir los gastos.- El policía saca de su bolsillo una billetera y de esta una tarjeta de crédito bancaria. Si bien ya no cuenta con un solo centavo de sus ganancias como estafador, la magia del ahorro ha hecho milagros como para poder costear algunas cosas, y como el mes solo va en su segunda semana no está para nada corto de dinero.

Nick nunca confió en los bancos, siempre guardó su dinero de manera independiente, resguardándolo de tal manera que nadie pudiera robarlo. Pero ahora todo se ha ido, y tras entrar plenamente al mundo laboral se vio en la obligación de confiar en el tipo de animales que siempre ha odiado y evitado. Todo por culpa de una…

Coneja metiche... piensa con una sonrisa en el rostro.

Cuando le hacen entrega de su tarjeta cuidadosamente guarda de ella y procede a retirarse del restaurante. Cuando ya se encuentra fuera, el azul del cielo fue reemplazado por un tono entre rojizo y azul oscuro típico de un invierno el cual está por acabarse. Los horarios de oscurecimiento aun son propios de una estación fría, pero la primavera esta próxima viéndose reflejado en el cálido sol el cual poco a poco se esconde tras el horizonte cambiando drásticamente la sensación térmica del ambiente. Hizo calor la mayoría del tiempo, pero ahora, siendo exactamente las 7:35 pm, la brisa helada se hace presente ocasionando escalofríos en varios animales alrededor del zorro, y en él también.

Colocándose su chaqueta y cerrándola para aguantar el frio, saca de un bolsillo un par de audífonos los cuales conecta a su celular y pone ambos en sus orejas. Antes de encender la música teclea unas cuantas cosas y con una sonrisa en el rostro presiona el botón de reproducir. Nick es de gustos bastante diversos, puede pasar desde escuchar música orquestada a pop contemporáneo en un abrir y cerrar de ojos, pero esta no es la ocasión pues una de las razones por las cuales el zorro enciende la música es porque para él significa dos cosas en especiales: Ambiente y sentimientos. Sin la música en su vida Nick no podría sentirse completo, pues toda situación a lo largo de su vida tiene una cancion de fondo, ya sea triste, alegre, alguna representación de ira, piedad, incluso... El ser despiadado que todos llevamos dentro y Nick dejo atrás hace muchos años cuando se convirtió en pilar fundamental para el funcionamiento de la sociedad.

En esta ocasión, tiene algunas opciones por meditar, y no hay mejor cancion para eso que "Turn de Page" de "Bob Stagel", pues sin importar cuales sean tus decisiones a lo largo de tu vida, ya no hay marcha atrás. Estas decisiones te hicieron lo que eres ahora, y no vale la pena sentirse mal por ellas.

Si volviera a nacer... Tomaría las mismas decisiones que tomé a lo largo de mi vida... Solo debes mirar hacia adelante... Dar vuelta la pagina... Y seguir caminando... piensa Nick antes de emprender rumbo al departamento.

En otro lado del mapa, específicamente en el restaurante de comida brasileña "Obrigado" ubicado Sabana Central, una pareja de conejos disfruta una comida bastante tropical la cual consta de distintos tipos de frutas y verduras cocinadas para el exigente paladar de animales categorizados como presas. Tanto Judy Hopps como su novio, Alphonse Parker (aunque prefiere solo ser llamado Al) disfrutan de dichos manjares para herbívoros y un platillo llamado Acarayé, que son bollos de pan grueso hechos de frijoles blancos y cebolla, con la gracia de dejarse reposar un noche entera para luego freírlos en aceite de palma y servirse en salsa vatapa, la cual es un guiso de mariscos con salsa de coco. Como las presas no comen mariscos, se utilizan otros ingredientes para hacer un sabor parecido pero más a gusto del paladar herbívoro. ¿Como lo hacen? He ahí la magia del arte culinario...

La gran cantidad de bollos hacen de la cena un poco extensa, y con conversación incluida esta toma varios minutos más de lo necesario. Pero a ninguno de los conejos le importa, disfrutan de su mutua compañía y de las exquisiteces culinarias que no todos los días tienen la oportunidad de probar.

En sí, son una pareja algo dispareja, pues todo el mundo piensa que el tipo de Judy Hopps es de un animal poco tranquilo, bueno para los chistes pero que aun así se tome las cosas en serio. No como el macho, el cual su seriedad y caballerismo podrían aburrir a muchas damas, mas no a Judy. Al, por su parte adora a la coneja desde el momento que la conoció. Siempre encontró a la primera coneja policía Judy Hopps un ejemplo a seguir en todo ámbito, un ejemplo que lo ha llevado lejos en la empresa familiar ocupando puestos más altos en esta pasando por sobre muchos de sus hermanos mayores. El conocerla y hacerla su novia fue algo que cambio su vida, y tiene pensado agradecerle cada día de esta.

De pronto, el celular de Judy vibra, sonando al mismo tiempo el típico sonido de una notificación. Quizás un mensaje, quizás una conversación en Whatsapp o Zoobook, o una actualización inútil, cosas sin importancia, pero ella decide revisar de todos modos pues los avances tecnológicos en cuanto a celulares le dan la oportunidad a Judy de colocar distintos tonos para las distintas relaciones sociales que rodean su vida, y el tono que la obliga a observar su teléfono es importante para ella, tan importante que cuando observa la pantalla no puede evitar sonreír. Una sonrisa algo extraña, como si algo estuviera escondiendo detrás de ella, quizás un sentimiento de emocion, quizás de ansias, nadie lo sabe. Solo un animal en toda la ciudad la conoce tan a la perfección como para interpretar esa sonrisa y esos ojos cómplices de algo que va más allá de lo imaginado por cualquier animal normal...

Y ese animal... Ya está en movimiento...

"¿Tu departamento o el mío?"

-o-

Y... Hasta aquí con este episodio. Espero les haya gustado aunque la verdad hasta yo admito lo lento que avanzó... Me di el tiempo de hacer las cosas tranquilo, con varios detalles tanto del exterior como interior de los personajes, en algunos no fui tan especifico mientras en otros sí, y espero eso haya dejado contentos a todos quienes lean este capítulo. Por otro lado, de ahora en adelante comenzaré a poner al inicio de los capítulos una advertencia de contenido para adultos (aunque bien sé que no muchos le pondrán atención y leerán de todos modos...)

Los capítulos quizás no serán subidos frecuentemente ni en un plazo de tiempo definido, pero si prometo no abandonar esta historia para no dejarlos con la duda para quienes les interese, aun cuando termine esto finalizando mi vida universitaria (faltan años para eso xD)

Por último un dato freak, la contextura de Nick traté de describirla en base al comic "Inter Schminter", en primer lugar porque me gustó la forma en que el dibujante hizo el cuerpo tanto de Nick como Judy (de hecho me gustaría que aunque no describa el cuerpo de Judy se lo imaginaran de esa forma), es (creo yo) una contextura trabajada digna de un protagonista que tiene una vida activa, y en segundo lugar, porque... Viejo... Es un buen comic con buena historia y argumento buenísimo, me gustaría que si el creador llega a leer esto (cosa que no creo...) la continúe. De verdad tenía ganas de poner una referencia a ese comic.

Eso es todo por hoy... Alguna idea, comentario, consejo... Este será leído y meditado para mejorar mi historia y así sea mejor para ustedes.

Se despide TrollAFKgaming y nos vemos en otro capítulo o historia :)