Bueno, los personajes no me pertenecen, si no a su creador Masashi Kishimoto.

Advertencias: Au, Situaciones relacionadas a violencia física, psicológica, depresión, abuso físico, temas de conflicto moral, entre otras cosas. Dark Fic.

Advertencias del capítulo: Dilemas de conflicto moral, referencia a abuso físico y sexual.


Capítulo 7.- Black Swan.

Apretó el celular en su mano mientras veía la puerta café de la oficina de Hiashi. Ellos nunca habían sido amigos pero solían llevar una relación cordial, se preguntaba qué tan cordial seria luego de que hablaran.

Soltó un leve suspiro mientras volvía a armarse de valor. Le había prometido a su hija hablar con él, y estaba segura que ella esperaba que la llamara para decirle que no había podido hacerlo. Sus vidas luego de la muerte de su esposo se habían vuelto así, sin que pudiera confiar en ella para algo serio.

La voz de la secretaria la sacó de su ensoñación y se levantó para seguirla al interior del despacho. Hiashi se había levantado para recibirla, pero solo sirvió para hacerlo ver más imponente de lo que ya lo veía.

Acomodo su cabello rubio tras su oreja y lo miró con calma.

− Es una sorpresa verla aquí, Hime˗san.

La mujer sonrió lo mejor que pudo, dándose un valor que no tenía.

− En realidad necesitaba hablar con usted.

Hiashi asintió, con la misma mirada inexpresiva de siempre.

− ¿Pasó algo con Lumen History?

La rubia negó con la cabeza rápidamente.

− No es algo… familiar – Suspiró viendo su celular un segundo antes de levantar la mirada − ¿Recuerda a mi cuñado? Sé que no se trataron mucho, pero su hija y mi sobrina… Bueno ellas se parecían y compartían el nombre y todo eso.

Hiashi asintió, ignorando un poco el balbuceo sin sentido de la mujer.

− Hinata me habló de ella cuando estaba en secundaria, me preguntó si teníamos familia en Noruega, pero le dije que no – Miró a Layla con calma – Según recuerdo su cuñado y su familia falleció hace 2 años.

Layla asintió, apretando de nuevo su celular para darse valor.

− Sabe, mi hija le decía Naty a su prima para no confundirla con su hija, con el paso de los años se hicieron diferentes, Naty tenía un bronceado propio de Noruega y se había pintado el cabello como una fase rebelde… El parecido era poco, pero en estos dos años su cabello creció y su bronceado se fue por estar en una habitación y no al sol como a ella le gustaba, llegó justo cuando su hija acababa de fallecer que mi hija se asustó tanto al verla pensando que era un fantasma y corrió y se golpeó con una pared, tuvo un ojo morado por 2 semanas y…

− Layla – Le habló Hiashi con voz firme – No estoy entendiendo lo que dice.

La rubia asintió con calma, algo avergonzada de que el hombre hubiera tenido que llamarla por su primer nombre para detener su parloteo.

− Hace dos años mi cuñado y su familia se accidentaron, como la policía creyó que fue planeado y dado que no estábamos descartados como quien lo planeo, nos dijeron que habían fallecido pero no fue así – Miró a Hiashi con calma antes de continuar – Mi sobrina sobrevivió, pero quedó en coma – Miró su celular un segundo – Pasaron dos años, y ella quedó atrapada en un hospital como un trámite administrativo sin que lo supiéramos… Hasta que despertó – Se detuvo para una pausa antes de continuar – Le avisaron primero a Sasuke porque… bueno él es doctor y nos acompañó a Noruega en aquel entonces… Mi sobrina se está adaptando a este lugar, con una familia que no recuerda y un cuerpo que no responde como quisiera, de hecho incendio la cocina de mi hija hace unos días tratando de preparar la cena, aunque no pasó a mayores, tuvieron que pedir una pizza y…

− Me alegro por ustedes – Le interrumpió de nuevo el hombre, con una sensación de vacío al escucharla hablar de su sobrina, sabiendo que él nunca recuperaría a su hija – Pero, ¿Por qué me cuenta esto? ¿Necesita ayuda con algo?

Layla negó con la cabeza, mientras suspiraba mirando su celular, buscando la fotografía que había tomado el día de ayer. Observó la reacción de Hiashi, que por fin cambio de expresión al ver la imagen.

− Como le dije, mi hija se asustó al verla y se golpeó con una pared. Tiene los ojos de un tono lila claro y el cabello de un tono un poco azulado, pero el parecido con su hija…

− Lo sé – Dijo el hombre aun viendo el celular.

Layla asintió, sabiendo que el hombre no la vería.

− No podemos encerrarla por siempre, en algún momento cuando empiece a salir tal vez se tope con su familia y…

− Hablare con ellos – Dijo el hombre regresándole el celular – Será mejor que estén preparados − Layla asintió con calma, viendo a Hiashi, que había vuelto a poner su expresión sin emoción – Me alegra – Dijo con calma – Que ustedes tengan una segunda oportunidad.

La mujer asintió con calma, solo imaginando lo difícil que sería para Hiashi continuar hacia adelante.

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Miró el teléfono una vez más, confirmando su asistencia con Ino. Se preguntó a qué iba. Ella no era precisamente cercana a la chica Hyuga, no debieron de haber intercambiado más d palabras la una con la otra. A pesar de estar en la misma escuela durante tantos años.

− ¿Qué tanto piensas zanahoria?

Le arrojo el celular a la cara a Suigetsu y se recostó en la cama.

− Mañana son los 49 días, así que voy con Ino a rendir tributo.

El chico la miró con algo de extrañeza.

− ¿49 días?

− De Hyuga Hinata – Dijo la pelirroja viendo el techo.

El chico la miró con extrañeza.

− ¿Quién?

Karin rodó los ojos.

− La Hyuga de ojos raros, mañana se cumplen los 49 desde que falleció.

− Ah… Espera, tú casi no hablabas con esa chica.

La pelirroja asintió, viendo su celular una vez más.

− Durante toda la escuela casi no hablamos, ella era amiga del chico perro y el chico bicho – Miró el techo fijamente – Pero hablamos hace poco, ella me pidió ayuda, me dijo que tenía miedo – Admitió sin ver al chico – Pero luego de eso simplemente desapareció… Y yo no la busque.

El chico se acercó a la pelirroja, tomando su mano con calma.

− Hey, no fue tu culpa.

Karin sonrió ligeramente, pensando en que habría cambiado si ella la hubiera buscado. ¿Por qué la chica Hyuga le pidió ayuda en primer lugar?

− Si viviera de culpas de cosas que "no fueron mi culpa" – Suspiró de nuevo – Esa vez Shikamaru se equivocó.

El chico la miró extrañado.

− ¿Con qué? ¿Con la chica Hyuga?

Karin negó con la cabeza.

− En que ella si se ha enamorado.

Suigetsu la vio con más duda que antes.

− ¿Quién?

Karin no respondió.

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Sus brazos se sentían entumecidos por la presión que ejercían sobre ellos.

Sus ojos veían borroso por las lágrimas en ellos, sentía su boca moverse, pero no podía escuchar ningún sonido salir de ella, más allá del miedo que le impedía respirar correctamente, así como la mano sobre su boca.

Cerró sus ojos con fuerza, tratando de contener la náusea que sentía por el aliento de alguien sobre ella. Estaba asustada ¡¿Por qué nadie la ayudaba?!

¿Dónde estaba su papá? Estaba segura que lo llamaba una y otra vez, ¿Por qué no iba a ayudarla? ¿Por qué la dejó sufrir de esa manera?

Movía sus brazos con fuerza, tratando desesperadamente de librarse del agarre, así como de cubrir su cuerpo que estaba desnudo por alguna razón.

− ¡Hinata!

El gritó logro despertarla, y ella, aún presa del sueño, reacciono agitando sus brazos y golpeando lo que tenía frente a ella, que luego de un grito y una maldición, se dio cuenta que era su prima.

La morena la miró por unos segundos, aún confundida por despertar de la pesadilla, solo salió tras ella cuando no la vio en el piso de su habitación.

La encontró en el baño, con la cara en el lavabo, sujetándose la nariz de donde escurría la sangre, posiblemente del golpe que ella misma le había dado.

La imagen de la sangre se quedó grabada en su vista y por una fracción de segundo, se vio a si misma llorando, sujetando su entrepierna igualmente llena de sangre.

− ¿Naty?

Apenas alcanzó a escuchar las palabras de su prima antes de caer desmayada en el piso del baño. No alcanzó a escuchar la maldición de la chica, ni su frenesí por buscar en el botiquín algo para ponerse en la nariz, mientras veía a la chica de ojos lilas tirada en el baño.

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Miró los papeles con algo de molestia. Kabuto era el que haría todo el procedimiento, y los informes legales, así como las mentiras sobre el tiempo que habían planeado eso, fueron llenados por las hojas en blanco en las bitácoras que Tsunade nunca revisaba por falta de interés, y que Shizune no hacía por falta de tiempo.

Estaba nervioso, como nunca antes lo había estado. Esa fórmula era la correcta, por la que presiono a la castaña cada mañana por teléfono en su trabajo, y cada noche en la oficina de su casa, esa que les había tomado más tiempo del planeado, y que necesitaba ser comprobada antes de poder aplicarse.

Si funcionaba en ese chico, funcionaria con su hermano, con el tío de Sabaku, era lo que les daría una nueva oportunidad de vida.

Sin embargo no podía dejar de sentirse inquieto, que fuera Hyeongoh el que probara la formula, no le agradaba para nada.

Escuchó su celular sonar y puso el altavoz, mientras seguía revisando el papeleo.

− ¿Cómo está la nariz? Karin dijo que parecías Rudolph el reno.

Escuchó un bufido al otro lado de la línea.

− Dile a esa zanahoria que se las verá conmigo – Escuchó de Yosei – Está aún inflamada y roja, mamá estará con Hinata el día de hoy, ¿Te confirmo Kabuto cuando será la aplicación?

Sasuke miró los documentos otra vez.

− ¿Por qué él? Podríamos haber…

− Sasuke – Le interrumpió la chica – Me estoy jugando la carrera con esto, y posiblemente un tiempo en la cárcel también, se lo estoy dejando a alguien en quien confío.

El moreno resopló.

− Lo sé, será está semana, cuando me confirme el día te avisare.

− Bien, te marco luego.

Sasuke suspiró colgando el teléfono y levantándose con molestia. Tenía que poner a Karin a averiguar si ya se habían encontrado.

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Miró su taza una vez más, algo nerviosa y con sentimiento de culpa al ver a su tía tan servicial con ella, luego de que hubiera golpeado a su hija sin querer.

− ¿Está todo bien?

Hinata la miró por unos segundos, antes de ver su taza de nuevo.

− No lo sé – Admitió – Ese sueño fue… − La chica cerró los ojos con fuerza – Solo tengo esta sensación, de haber llamado a mi padre una y otra vez y…

Dejó de hablar apretando la taza, relajándose segundos después cuando Layla tomó su mano con ternura.

− Si algo puedo decir con seguridad, es que Natsu y Lucy te amaban más que a su vida, mientras estuvieran vivos, ellos nunca hubieran dejado que nada te pasara.

Las manos de Hinata comenzaron a temblar antes de darse cuenta.

− ¿Entonces ellos estaban…?

Layla suspiro, dándose cuenta de la mala elección de palabras.

− No lo sé – Dijo con sinceridad, sujetando más fuerte las manos de la chica entre las suyas – Pero tenemos que tratar de ver el lado bueno de todo esto.

Hinata la miró con duda, recordar una escena tan dolorosa y desagradable no incluía su lista de cosas por hacer.

− ¿Qué de bueno puede haber?

Layla le sonrió, acariciando su mejilla, aunque no lo había dicho con un tono brusco, sus palabras se sintieron de esa forma.

− Estás recordando – Dijo con calma – Puede que haya sido un mal recuerdo, y que casi le rompiste la nariz a mi hija – Hinata se sonrojo ante lo último − Pero es un recuerdo, tienes más recuerdos felices que malos junto a tu familia, eso si te lo puedo asegurar.

Hinata la miró con curiosidad.

− ¿De verdad?

Layla asintió con su cabeza con una sonrisa en los labios.

− Hubo un tiempo que para animarte por algo de la escuela tú padre y mi esposo se pintaron el cabello de rubio – Dijo aún con una sonrisa – Tú padre tenía el cabello rosado y mi esposo lo tenía castaño oscuro, así que fue divertido verlos con ese color de cabello.

Hinata sonrió, tratando de imaginar al hombre que le habían mostrado en fotografías con el cabello rubio, ganándole la risa poco después.

− Ellos te amaban mucho – Le aseguró la rubia – Así que poco a poco, vas a recordar esos buenos momentos, cada recital que tuviste, cada evento deportivo, tú primer baile, ellos estuvieron en cada uno de ellos.

Hinata asintió, más tranquila después de escuchar esas palabras, comenzando a buscar esos recuerdos felices, sin saber que no existían en su memoria.

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Sasuke ubicó el cabello rojo con facilidad en la cafetería, se sentó junto a Karin, poniendo un café late frente a ella. Según recordaba era su favorito, o esperaba que lo fuera.

− ¿Qué necesitas? – Preguntó la pelirroja con desconfianza – Su nariz está bien.

El moreno la miró con molestia por su tono de voz, pero después de todo, él era el único que sabía que ella de verdad no seguía detrás de él desde hacía mucho tiempo.

− ¿Has hablado con ella?

La pelirroja asintió con calma.

− Sobre su prima, su madre, sus hermanos, el sexy pelirrojo…

− ¿Te dijo que Hyeongoh se hará una prueba clínica con Kabuto? – La interrumpió el moreno.

Karin lo miró por unos segundos en completo silencio.

− No – Dijo con calma – No sabía que se habían vuelto a encontrar.

Sasuke frunció el ceño.

− En realidad creo que nunca dejaron de hablarse.

La pelirroja apretó los labios con fuerza.

− ¿Él se contactó con ella?

Sasuke se encogió de hombros.

− Dijo que no, pero…

La pelirroja suspiró con fuerza, mirando el café sobre la mesa.

− ¿Crees que él la busque? Sabes que ella no se negaría a verlo y… – La chica miró su localizador cuando empezó a sonar − ¡¿Por qué demonios está en el hospital?!

− ¡¿Qué?! ¡¿Cha Namsoo está aquí?!

Karin negó con la cabeza, caminando rápidamente por los pasillos mientras Sasuke la seguía de cerca.

− No él, Yosei, la ingresaron en urgencias.

− ¡¿Por qué?!

La pelirroja se encogió de hombros mientras corría por los pasillos.

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Miró con fastidio la pila de documentos acumulados en su escritorio, recargándose en el respaldo de la silla, respirando por la nariz en un intento de que la sensación de nausea y malestar general se le pasara, aunque sabía que lo único que pasaría sería la náusea.

Aún recargado evitó ver los documentos, sabiendo que mientras más los pospusiera más se acumularían, pero no tenía el más mínimo interés en revisarlo, no mientras sentía su cuerpo hecho pedazos.

Sintió el frío de la silla en la nuca, lo que le recordaba su cabello corto, demasiado corto, y se preguntó en que momento debería usar una peluca, para evitar mostrarles a todos sus empleados y conocidos una cabeza calva.

− Tal vez lo hagas tendencia, si Uchiha Itachi lo hace seguro se pondrá de moda.

Miró a Obito en la puerta de su oficina con una sonrisa mezclada con preocupación.

− ¿Ahora también pienso en voz alta?

El hombre se encogió de hombros mientras se acercaba al moreno, tomando la carpeta más cercana.

− Pensé que tal vez necesitarías ayuda, ¿Cómo te sientes?

Itachi se encogió de hombros, sin mover su cuerpo de la silla.

− Como si me hubiera arrollado un camión, aunque el vómito está controlado por ahora, eso ayuda mucho cuando te sientes como una mierda.

Obito tocó su frente con cuidado.

− Deberías ir a descansar, yo me encargaré del papeleo.

Itachi negó levemente con la cabeza.

− No puedo descansar en casa, está hecha un desastre por qué no eh podido limpiar.

Obito negó con la cabeza con una pequeña sonrisa.

− De hecho Rin fue a limpiar, dijo que se imaginaba algo así, también dijo que te podías quedar con nosotros en lo que termina tu tratamiento.

Itachi lo miró por unos segundos, en los que Obito no pudo interpretar su mirada, antes de suspirar, apretando con su mano el brazo de la silla.

− ¿Sabes que pasara cuando terminé este tratamiento?

Obito lo miró con duda.

− ¿Estarás curado?

Itachi negó levemente.

− Entraré a un nuevo tratamiento, experimental, que me causara náuseas y vómitos.

Obito lo vio con duda.

− Eso ya lo sufres.

− También deshidratación, debilidad y mareos – Continuo el moreno – Fatiga, sudores nocturno, escalofríos, irritación en la piel, lo que puede dar comienzo a heridas infectadas, y acumulación de líquidos – Miró a Obito sin animo – Pronto todo eso empeorara, cada vez más y más, y si funciona, porque tampoco es algo seguro, tal vez, este un poco mejor.

− Itachi…

− Así que no puedo dejar de pensar – Continuo el moreno − ¿Qué haré luego? Si no puedo trabajar en este momento, ni mantener limpia mi casa, ¿Qué haré cuando no pueda caminar por la fatiga? ¿Cuándo pierda todo mi cabello, me den infecciones de piel o vomite tanto que tenga que estar todo el día en el baño o…?

− Ok, bien detente – Le habló Obito alzando las manos − ¿Por qué piensas en que todo eso pasara? También en probable que solo te den muchas nauseas, no te enfoque en lo negativo, si hablas con Sasuke…

Itachi volvió a negar, tratando de no mover mucho la cabeza.

− Ahora que estoy sentado esas horas recibiendo veneno por intravenosa me puse a pensar en Sasuke, ¿Sabías que se graduó antes de preparatoria?

Obito asintió.

− Si, de hecho fue inesperado, presentó el examen como apoyo moral para una amiga, pero no pensó que se graduaría antes.

− Yo no lo sabía – Admitió Itachi – No sabía que se graduó antes, y me acabo de enterar por ti de la razón, no sé cuáles son sus amigos, siempre creí que era el hijo de los Namizake y recién me entere de que no es así, creí que la hija de los Haruno era su novia, pero al parecer solo es una acosadora… − Miró a Obito a los ojos – No sé nada de mi hermano, no sé nada de él desde que murieron nuestros padres, ¿Crees que tengo el derecho de pedirle que me ayude?

Obito se arrodillo junto al moreno con calma.

− ¿Estos cambios drásticos de humor son por el tratamiento también? Para irme preparando.

Itachi chasqueo la lengua.

− No, solo trato de ser realista a mi entorno.

− Aún si no está Sasuke, me tienes a mí, tienes a Rin, tienes a tu amigo ese que tiene cara de pez, y también está Shisui que por cierto se acaba de enterar por mí que estás enfermo y probablemente venga a reclamarte – Itachi rodo los ojos – Y Sasuke seguirá ahí, y si no te mata el cáncer probablemente lo hará él cuando se entere por otra parte y estoy diciendo muchas y así que por favor di algo.

Itachi miró los documentos con calma, tratando de pasar por alto que su primo en ningún momento menciono a Izumi.

− ¿Puedes encargarte de esto? Necesito dormir un poco.

− ¿En esa silla? – Itachi lo miró algo irritado – Bien, me callare, me pondré a trabajar, así que tú duerme.

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− Estoy bien – Repitió de nuevo la castaña – El coche que iba al lado choco, la inercia lo hizo golpear mi coche, así que se abrió la bolsa de aire…

− Ya lo dijiste – Le respondió Karin – Aun así tengo que hacerte todos los estudios.

Yosei suspiró con molestia.

− ¿Sasuke habló con mi madre? No sé por qué le avisaron a ella, no quiero que tenga su propio accidente de coche.

Karin evitó bufar. La culpable de que le avisaran a Layla y no a Sasuke había sido Sakura, a la que el moreno ya le había gritado en medio de un pasillo antes de ir a encontrar a la madre y prima de la castaña.

− Ya estaban llegando, no deben tardar, ¿Ya sabe que eres un reno?

La castaña vio a la pelirroja con molestia mientras le mostraba la lengua.

− Y si, sabe de mi nariz.

Karin se rio de la chica, girando cuando escuchó el sonido de la puerta.

Los siguientes segundos, luego de que la pelirroja soltara su lámpara, gritara, tropezara con la cama, y finalmente se cubriera tras está en cuclillas, agarrando el brazo de su castaña amiga, parecieron más largos de los que fueron.

− Em… Karin… − Se escuchó la voz de la castaña conteniendo la risa − ¿Recuerdas a mi prima Naty? Recupero su color de cabello y…

− ¡Lo siento! – Dijo la pelirroja levantándose y haciendo una reverencia de disculpa – Yosi me dijo que estabas aquí pero… Se parecen mucho… ¡Lo siento!

Hinata miró a la castaña y a Sasuke alternativamente por unos segundos más, en los que Layla rompió la tensión caminando hasta su hija para darle un abrazo.

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Analizó la expresión de su hermano con cuidado, el brillo de sus ojos aguamarina, así como su ceño fruncido mientras trataba de explicarle a su padre, una vez más, el retiro del capital sobre las inversiones de Madara.

− ¿Esto terminara el día de hoy? – Se escuchó la voz firme de Reto en la sala.

Rasa miró al resto de sus hijos con molestia.

− Sigo creyendo que esto es una mala decisión.

Gaara lo observó en silencio, sin molestarse en prestarle la atención suficiente como para responder.

− Aburame˗San ya encontró las primeras especies durante su viaje, así que ha pedido alargarlo por dos meses más.

Chiyo miró su carpeta, ignorando también a Rasa.

− ¿Cree la señorita Hime que encontraran algo importante?

Gaara asintió con la cabeza.

− La entomología los proveerá de nuevas sustancias químicas, analizadas para nuevos tratamientos.

Reto sonó su pluma contra la mesa con calma.

− ¿Crees que este avance llegue a traer problemas? Incluso el gobierno ha querido monopolizar los medicamentos a mercado que se han inventado en el laboratorio.

Gaara le pasó una hoja de su carpeta.

− Según Sai no habrá problemas, pero si la competencia se hace más fuerte, tal vez deberíamos aumentar la seguridad en el laboratorio – Les pasó más hojas – Además del ensayo clínico que se hará en estos meses, hay otros químicos trabajando con medicina nuclear.

− ¿Lo suficiente como para causar un desastre? – Preguntó Chiyo preocupada.

− No, pero si lo suficiente como para meternos en problemas legales si alguna muestra es robada.

La mujer asintió, explicando con palabras más sencillas al resto de la junta lo peligroso de las muestras médicas.

− La farmacéutica no es nuestra única rama – Dijo Kankuro algo aburrido.

− Es la que deja más ganancia – Respondió Reto de forma inmediata – Y dado el presupuesto, es la que más debemos comentar.

Temari miró a su hermano una vez más, molesta de que este no la escuchara, y de que Shikamaru no la apoyara en torno a la novia del pelirrojo.

− ¿No crees que será mala publicidad el que salgas con la administradora? ¿Qué pasara cuando terminen?

Gaara la miró con algo de molestia. Si bien sabía que más adelante ambos terminarían esa "relación" que tenían, la idea de la rubia metiéndose una vez más en sus asuntos lo molestaba.

− ¿Por qué te preocupa tanto? Tal vez me case con ella, ¿Así estarías más contenta?

La rubia abrió la boca sorprendida, al igual que el resto de la junta, lo que el pelirrojo interpretó como un mal presentimiento. Si bien el apreciaba mucho a esa chica, no estaba seguro de sobrellevar un matrimonio con ella, eran amigos y el sexo era bueno, pero estaban lejos de amarse, además, no creía que ella quisiera comprometerse en primer lugar.

− ¿De verdad lo harás? – Preguntó Kankuro aun sin salir de su impresión.

Gaara se encogió de hombros, imaginándose esquivando libros una vez más.

− Nunca lo hemos hablado, y ya que ella dirige la investigación de Yashamaru, no quiero que se sienta presionada.

Chiyo asintió pensativa.

− ¿Por qué no una sorpresa? – Dijo la anciana sobresaltando a todos – Eh trabajado algunas veces con ella y es una chica muy talentosa – Le sonrió a Gaara – Estoy segura de que curara a tu tío, así que cuando eso pase, entonces pídele que se case contigo.

− Esa es una buena idea – Admitió Reto – Estar relacionados directamente con la familia Hime también sería beneficioso para la empresa.

Gaara simplemente asintió, analizando la forma de salir de esa situación sin que Yosei le arrojara libros o Sasuke y Layla lo asesinaran en el intento.

− ¿Entonces hay que ignorar lo que hijo Hoki˗San? – Casi gritó Temari.

Chiyo observó a la rubia con calma.

− Shijima˗San se lleva bien con su prima.

− No ella – Dijo la rubia molesta – Su hermana Hakuto.

Los demás se miraron unos segundos, antes que Reto se levantara con calma.

− Si usted es capaz de creer en palabras de esa joven, sin conocer siquiera su pasado, no es apta para estar en estas reuniones, Temari˗San.

La rubia miró una última vez a su hermano, que la veía sin emoción, y que no dijo una sola palabra para defenderla.

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− ¡Estoy bien! – Repitió una vez más la castaña mientras caminaba a la salida.

Hinata sonrió caminando tras ella, que iba discutiendo con su madre y su amiga pelirroja. Sasuke caminaba junto a ella, haciéndola sentir algo nerviosa, pero más animada de lo que había estado durante la mañana.

La idea de recuperar poco a poco ese recuerdos felices que tenía con esa alocada familia, así como de tener nuevas amistades, retomar sus estudios o incluso conseguir un trabajo para ayudar a su prima la habían animado más de lo que podía expresar. Tenía una nueva oportunidad para vivir, para adaptarse a su situación y seguir adelante, para encontrar su felicidad.

Dejó su mente divagar con esos temas mientras veía de reojo a Sasuke. Siempre tenía una mirada muy neutral, era muy callado y reservado, habían sido pocas las veces en que lo había visto sonreír y se preguntó cómo se vería si diera una carcajada.

− ¡Oh por dios!

La chica giró levemente al escuchar esa exclamación, para ver a una chica castaña de ojos blancos dirigirse hacia ella casi corriendo. Layla se interpuso entre las dos, diciendo algo que no alcanzó a entender, y que no le importo cuando vio a la castaña empujar a la rubia sin cuidado.

Su mano se movió por inercia, impactándose contra la mejilla de la chica castaña, que la vio con bastante sorpresa, como si no pudiera creer lo que había hecho.

− No sé quién es – Habló con voz clara – Pero no le permito que empuje a mi tía de esa manera.

La chica la miró una vez más antes de salir corriendo por el pasillo con una sensación de incomodidad. Se dio la vuelta y la dejó marchar, mientras se enfocaba en su familia.

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Dejó el informe a un lado, mientras evitaba el suspiro de frustración que amenazaba por salir de su boca.

Eran demasiadas las muertes y no tenía ni un patrón, si no fuera por Uchiha Sasuke nunca lo hubieran encontrado en primer lugar, y ahora debía volver a hablar con él sin informarle que su hermano se estaba muriendo.

Cerró sus ojos negros maldiciendo mentalmente a Itachi una vez más.

− Sí que eres un idiota – Susurró con molestia.


Y fin, por ahora.

Gracias una vez más por toda la paciencia que me tienen con mis historias, y mi falta de tiempo para actualizar, tratare de darme tiempo para escribir una vez más.

Trató de abordar las relaciones de todos, la esperanza de Hinata en un futuro brillante con recuerdos que no tiene, y prepararse para lo que viene.

El nombre de Tabú habla de muchos temas que no son mencionados y que trato de abordar de a poco. El hecho de Gaara y Sasuke compartiendo a una persona y que no les moleste porque en realidad no sienten amor por ella, ni ella por ellos. Aunque en sí su relación sea más complicada, no se sienten culpables.

El nombre del capítulo es de una canción, un artiste de Violin sacó un cover de dicha canción, así que el nombre del capítulo es el honor a eso.

Aunque hay muchas dudas, por el momento lo dejo aquí ya que no cuento con mucho tiempo, pero gracias por darse el tiempo para leer y opinar al respecto.

Gracias a todos los que comentaron y agregaron a favoritos, me ayudan mucho de verdad. Gracias!

Sin más por el momento, Juds fuera.