No tengo derechos sobre ningún personaje de magi ni mucho menos de Type moon, solo la historia loca que merecía una mención mas especifica.

Reyes 1

Un joven que desentonaba en todo el campo de batalla caminante en una actitud despreocupada con centelleantes ojos azul como el cielo oscuro en una sabiduría que podría abrumar mas allá de la muerte en su entorno, sus pies con elegantes zapatillas delgadas sucias por el lodo manchado con sangre, un pantalón blanco que dejaba sus tobillos al descubierto con costosas pulseras delgadas de oro, una extraña camisa que solo tapaba lo necesario del pecho, mas dejaba el torso mostrando sus excelentes abdominales.

Una larga trenza en azul caía con gracia en su espalda, mientras un fleco desordenado enmarcaba su rostro de aspecto extranjero coronado con una joya roja colgando de una cadena de joyería, su sonrisa era ligera en consuelo para quien lo viera en su ultimo aliento.

En sus manos el mas sofisticado báculo dorado apretado con familiaridad marcando su paso a través del desolado campo de batalla, el olor a quemado no lo inmutaba y aun el mas sangriento cuerpo no lo encogió, en su rostro juvenil solo mostraba lastima para seguir su camino.

Pulseras de oro tintineaban mientras pasaba el lugar desolador los cuerpos apilados mientras espadas y lanzas estaban clavadas en el lodo o en algún muerto, blindados en acero detallados como soldados o caballeros, mas allá a sus espaldas una colina.

Pero el extranjero continuaba su peregrinación, no se desvió, aun cuando algunos pidieron su ayuda moribundos... solo recibieron la mirada nostálgica y leves palabras de paz, despedidos a la otra vida.

Con sus zapatillas además de su báculo sucios de barro y sangre, el joven hombre siguió su camino hasta el borde de un bosque -cercas- se dijo asi mismo en un tono formal adentrándose sin titubeos sin admirar el paisaje cual extranjero haría... no dio miradas a su espalda, ignoro la gran batalla que seria recordada en los libros como la que llevo a la ruina un reino.

El viento soplo tranquilo removiendo las hojas de los arboles como si hubiera entrado a un lugar lejano del campo de muerte pero aun así la leve brisa trajo consigo el olor de la miseria lejos de distraer al joven extranjero, que aun seguía su camino entre la maleza de un bosque antiguo, arboles bailaban en su bienvenida mientras algunos animales curiosos se escondían en las sombras a admirar al humano cuyo rasgos y porte sobresalía.

Se detuvo cuando llego al mas grande de los arboles en un claro bastante iluminado, ahí en su base entre las raíces una figura descansaba, parecía en paz con su gesto suave iluminado por el sol, aunque su armadura desecha y rastros de sangre eran evidencia que estaba en su lecho de muerte.

Una joven mujer, cuya apariencia desalineada y pálida no mermaban la belleza que expresaría en mejores tiempos, su cabello aunque corto caía en gracia por sus suaves rasgos... era la imagen de una guerrera, fuerte y con honor apagándose cual estrella fugaz.

Un viento removió las ramas de la vegetación en un silencio acogedor-Que es lo que trae a mi lecho- su voz suave que mostraba mando, la chica ahora posaba cansadamente sus ojos de un color esmeralda en el desconocido que parecía analizarla con seriedad.

Quizás era las puertas de la muerte que la tenían con la guardia baja, las luces eran tenues en su alrededor que la antes guerrero parecía lejos de importarle las intenciones o rasgos de un hombre que apareció tan natural entre la caída de un reino.

El joven se acerco sin contestar, para arrodillarse al lado del cuerpo frágil de la doncella -mis disculpas por molestarla en estos momentos de paz- aseguro en un tono informal sentándose con las piernas cruzadas abrazando su báculo en una actitud informal, pero su postura firme lo señalaba cual noble que aun en los ojos de un moribundo era dolorosamente evidente.

La mujer no contesto, su vista fue a vagar a un punto en el cielo pasando de la invasión de su área de confort -quien es usted- cuestiono después de un silencio tranquilo, el viento soplo y las aves se espantaron... pero ninguna de estas variables cambio el gesto inexpresivo de la pareja.

El extranjero vago su atención a los cielos en una actitud reflexiva -Soy un rey que viene a pedir auxilio a otro rey- aseguro, su gesto era suave para expresar la verdad de sus palabras que cayeron incómodos en ese silencio extendiéndose por los sonidos de los animales ajenos a este intercambio.

-Este rey esta por desaparecer...- dijo la mujer en una burla oscura, mirando fijamente al extraño que parecía irradiar algo de entendimiento a su situación -lamento no ser de su auxilio, en otro momento seria un honor- sonrió con sinceridad porque ante todo ella si podía iría en auxilio de algún reino en aprieto, con su sentido de justicia irracional.

El joven hombre negó -entiendo que esta por extinguirse- aseguro con un suspiro, mirando al cielo pensativo -pero vengo a ofrecerle la oportunidad... de venir donde ahora mas se necesita alguien con su poder- volvió a enfocar a la rubia, que con cada minuto sus ojos pesaban mas.

Otro gesto de leve felicidad -ya obtuve un sueño hermoso...- recordó su viaje, aquel en el que encontró el amor donde menos se espera -mi vida aquí ya no es necesaria...- su voz ahora en susurro adormilado -si es la oportunidad... acepto con honor- indico, sabiendo que sus palabras eran un salto de fe, pues estaba hablando con un extraño... cuya fuerza para exigir el nombre, había desaparecido con el tiempo.

Un ultimo suspiro salio de esos labios femeninos, dejando caer la cabeza con pesadez en un sueño eterno... aquellos ojos de color extranjero miraron el apagar de aquella apasionada luz con un brillo sabio mientras su báculo era abrazado con fuerza.

El joven sonrió como nunca al escuchar los pasos de un caballero el ultimo fiel en aquella linea protectora de esa reina o rey, tocando la mejilla de la ahora fallecida con dedicación y leve comprensión -nos veremos en el otro lado... Arturia Pendragon- aseguro al ponerse de pie en una promesa firme que obligaría a ser cumplida aun desafiando a quienes manejaban este mundo, en un az de luz y había desaparecido de la faz de esa tierra.

Con Bedivere acercándose ignorante del trato ejercido entre un extraño y su rey.

XXXXX

El mismo joven caminaba por la ciudad, una mas moderna y con las luces de la vida eléctrica en su apogeo, sus pasos, el golpeteo del báculo y el tintinear de sus pulseras era lo único que se escuchaba por aquellas estrechas calles de concreto.

Los transeúntes lo miraban entre maravillados por sus ropas de elegancia extranjera, hasta extrañados por lo excéntrico de su cabello y joyería... pero nadie lo detuvo, menos cuando el no les daba vista alguna.

Las luces de coches, anuncios y de locales quedo en el olvido después de un tiempo, adentrándose en la oscuridad del lugar donde las residencias se encuentras, a pesar de la distancia el joven no se observaba ni cansado por todo lo que paso... tampoco incomodo por las miradas.

Se dirigió a una de las casas, la mas tradicional y modesta, sin tocar la puerta, entro cual silencioso viento de la noche.

Su sombra era nada entre esa casa de muchos recuerdos, el sonido de un adolescente en la cocina en una rutina nocturna era ajeno al invasor silencioso que caminaba en una única dirección como si conociera aquel lugar de tantos años.

Una sonrisa en el gesto del joven con su trenza colgando en el ritmo de sus pasos, su báculo en un ruido sordo para no ser ni siquiera detectado por el energético adolescente aun en la cocina.

Caminando entre el piso pulido, sin observar los humildes adornos de paredes, llego hasta su destino, con suavidad movió aquella puerta de papel y entro cual dueño de la casa.

-¿Shirou?- dijo una voz cansada, ahí postrado en una cama sencilla se encontraba un hombre iluminado por las luces de la noche a través de esa ventana abierta, cuyos rasgos de edad no disminuían la fortaleza al cual se presumió en el pasado.

-Lo lamento... el esta ocupado- contesto sincero el extraño al adentrarse, cerrando la puerta detrás para tener privacidad.

-Quien eres...- ahora continuo sospechoso el hombre en un tono calculador, sus ojos aunque vacíos de un inminente final era evidencia de que aun en el filo de su vida... era precavido.

-Soy un rey que viene a pedir tu servicios- respondió con el mismo misterio, sus ojos de color irregular posados en el enfermo con un brillo de análisis que no incomodo al enfermo, sentándose a su lado para admirarlo en la cercanía con un escrutinio calculador.

Apretando sus labios en disgusto por su debilidad pero al escuchar a Shirou en la cocina se obligo a relajarse, sabiéndolo con bien-El servicio de un anciano moribundo- cuestiono sarcástico el viejo, una tos sofoco sus replicas para silenciarse y mirar el techo.

Un fantasma de sonrisa adorno el juvenil rostro -te ofrezco la oportunidad de ayudar un mundo que te necesita- ofreció.

Un bufido de incredibilidad -¿Cómo un espíritu heroico?- aseguro con desprecio o desdén-yo no estoy interesado... aunque no tenia idea que este ofrecimiento fuera dado por un niño- suspiro en una burla irónica solo conocía a grandes rasgos tales tratos, pero simplemente en su mente nublada por la enfermedad no podía meditar con claridad tales leyes.

ahora no podía pensar nada de esto, lo que si estaba seguro era que sus acciones en el pasado estaban lejos de ser consideradas heroicas... de hecho pensaba que esto era un insulto a todo lo que representaba, aunque en su hijo adoptivo haya enseñado otra moralidad.

-Me confundes- interrumpió pensamientos el joven algo ofendido, sus ojos centellaron peligrosos por tales palabras que no inmutaron al enfermo -yo no soy Gaia-

-Te equivocaste igualmente... Gaia no es quien...- el enfermo fue interrumpido por otra sesión de tos.

levantando la mano cual espanto, el joven extranjero no estaba interesado en tales existencias que había burlado para llegar aqui, una sonrisa divertida paso por sus rasgos ante su "travesura" -eso no importa- expreso abiertamente ante el fatigado hombre cuyos ojos perdían brillo -esto no es una propuesta para la próxima guerra del grial- sonrió con diversión, mientras el enfermo miraba la luna desde su posición.

-Eso explica todo... ya que no soy un héroe- dijo con amargura, un dolor vino por todo su cuerpo, pero no lo sintió con plenitud... el sabia que su vida se escapaba aunque lamentaba que fuera tan pronto.

-Soy un rey- recordó nuevamente el peli azul recargándose en su rodilla levantada, su báculo descansando en su hombro en un aspecto casual mirando lo que el enfermo -aceptas esta nueva oportunidad que te ofrezco- pregunto con suspicacia.

Una sonrisa fantasma -Yo solo quiero descansar- recordó con dolor -pero si este moribundo tiene la oportunidad de un servicio... al rey- lo ultimo lo dijo con acidez, pues no quedaba claro de que país era ese titulo, pero el cansancio de la muerte lo drena para no empujar una respuesta verdadera y amplia -acepto- concluyo al cerrar sus ojos con cansancio.

El joven sonrió satisfecho, como un fantasma recorrió toda la casa sin ser detectado por el hijo adoptivo del ahora fallecido hombre -Nos encontraremos... Kiritsugu Emiya- aseguro con confianza reforzada, pues con cada viaje sentía que su estado físico comenzaba a titubear pronto seria aplastado por los guardianes de este mundo.

XXXXX

El joven peliazul estaba perdido, suspirando en resignación busco en la ciudad que al parecer era la misma, pero años mas futuros... no le tomo importancia, dando por hecho que todo pasa por alguna razón.

Entonces sintió un poco de poder proveniente de un lugar, curioso como puede ser, aun ignorando las miradas por sobresalir entre la multitud, se dirigió a un punto.

Pasando por un lugar miro el cuerpo de una mujer la cual estaba al borde de la vida, pero aun en ese extremo esta tenia ganas de vivir con una intensidad que comenzaba a llamar a un poder oscuro para cumplir ese deseo.

El extranjero sonrió un poco -porque no- cuestiono a la nada al momento en que alzo su báculo en una luz cegadora que aparto cualquier rastro de aquel ser que rodeaba el cuerpo moribundo de la mujer, se acerco para tomarla en brazos, poniendo su frente en la de la mujer para que su signo en esta comenzara a brillar -Bazett Fraga... creo que serás la ultima de mis principales fortalezas- aseguro con confianza.

Tarareando una canción fantasma, con el deseo de no perderse nuevamente, la puerta con extrañas escrituras y tallados celestiales apareció de la nada, abriéndose en todo su esplendor para perderse en la luz de un nuevo mundo... donde otros dos ya esperaban su presencia, pera llegar a una explicación del propósito por el cual este rey busco ayuda... Solomon estaba moviendo piezas.

XXXXX

Un joven Judal frunció el ceño desde el imperio Kou, mirando acusador el cielo como si este fuera a responderle su repentina inquietud -y ahora esto de donde salió- cuestiono al aire con demanda infantil.

-Sucede algo- cuestiono uno de los sacerdotes al joven magi, este lo miro aburrido para ignorarlo al igual que la extrañeza que sintió.

Pero el no fue el único que tuvo esa molestia, Gyokuen desde sus aposentos miraba con desconfianza el horizonte desde su ventana, se mordía la uña mientras sus ojos siempre amables mostraban su verdadera oscuridad -maldita sea... una singularidad- gruño reconociendo el sentimiento, pues todavía estaba esa otra que había venido años atrás -maldito cobarde- expuso a los cielos con recelo, pues la presencia había desaparecido, truncando sus futuros intentos para persuadirlo en su bando si era el caso de un recién nacido.

En el imperio Reim, en el edificio principal una figura pequeña también buscaba en el horizonte, pero esta se miraba calmada pero mas curiosa -que nos ha traído el destino- cuestiono a la nada Scheherazade al abrir sus ojos en una actitud sumamente pensativa.

Yunnan en algún punto salvaje, suspiro cansado, sabiendo que tenia que cumplir con los nuevos arribos por ordenes superiores... se podría decir.

Con un silbido y cantarinamente, el magi viajero cambio de dirección para ir... en apoyo de los que lo necesitaran los próximos años.

XXXXX

FIN DEL CAPITULO

Bueno al parecer encontre uno de los capitulos, no estan todos pero procurare actualizar.