Dimitri

Después de un ardiente beso con Roza en el porche de la casa de mi familia en Baia y de varios golpes de mi babushka en las costillas, fui abrazado por todas las otras mujeres de mi vida; mis hermanas y mi madre. Fue una bienvenida inesperada, de todos los escenarios que imaginé cuando pensaba en volver a ver a mi gente, en ninguno me había sentido tan feliz.

Cuando entré a mi casa fui recibido por mi sobrino Paul y la pequeña Zoya, la niña era tan pequeña la última vez que la vi, que era imposible que me recordara, pero aun así corrió a saludarme y tomando mi mano me llevó hasta una pequeña cuna donde había un bebé recién nacido.

—Es tu nueva sobrina, su nombre es Katya— dijo Sonya poniendo su mano sobre mi hombro en un gesto cariñoso —Me hace muy feliz que puedas conocerla.

—A mí también me da gusto— le dije a mi hermana con sinceridad mientras besaba su frente. Sonya y yo habíamos tenido una relación compleja, ambos nos queríamos mucho, pero no nos comprendíamos lo suficiente, a ella no le gustaba mucho mi carácter sobreprotector y a mí me costaba entender su desprecio por las reglas de nuestro mundo, ella siempre me habló de lo limitante que era elegir una vida como guardián y de que los Moroi abusaban de nuestra raza, decía siempre que esa vida no era para ella y aunque respetaba mi decisión de convertirme en guardián, no dudaba en hacerme ver todas las injusticias de las que éramos víctimas.

—La niña ya se encariñó con Roza— dijo Karolina en un tono juguetón.

—Eso es porque no me conoce lo suficiente— respondió Rose sonriendo.

—Estoy de acuerdo— dijo Vika —Nadie que te conozca lo suficiente puede tenerte cariño.

—No es cierto, yo conozco mucho a tía Roza y ya la quiero— dijo Paul sonrojándose furiosamente.

—Yo también te quiero— dijo Roza desordenando el cabello de mi sobrino y regalándole un beso en la mejilla, ante lo cual el muchacho sonrió ampliamente, evidentemente encantado con la muestra de cariño de Rose. No podía culpar al niño yo mismo estaba deseando un beso o al menos un abrazo de ella, después de semanas lejos de ella y de la angustia que sentí pensando que no volvería a verla, la parte egoísta de mi persona quería tomarla y apartarla de todos para que todas sus atenciones fueran para mí, la otra parte se sentía completamente feliz al saber que la mujer que amaba era aceptada y adorada por mi familia.

—Eso fue muy galante y es muy cierto, todos en esta casa amamos a Roza y tenemos mucho que agradecerle— dijo mi madre abrazando a Rose y guiñándome un ojo como sabiendo exactamente en que estaba pensando —Dimka imagino que tienes cosas que desempacar, Roza tú puedes ayudarlo— sí definitivamente ella sabía exactamente lo que estaba pensando, a veces mi madre me asustaba, incluso más que Yeva.

Una vez que estuvimos fuera de la casa y resguardados por la camioneta tomé a Rose Hathaway entre mis brazos y la besé, tratando de expresar en ese contacto de nuestros labios lo mucho que la había extrañado, ella respondió al beso con dulzura tomando mi rostro entre sus manos mientras yo la acercaba más a mí, no queriendo jamás dejarla ir, cuando finalmente nos apartamos acaricié su rostro y mirándola a los ojos le dije

—Roza te amo tanto, pensé que nunca volvería a verte.

—También te amo camarada, te extrañé tanto— dijo abrazándome más fuerte y apoyando su cara en mi pecho, lo cual yo aproveché para oler y besar su hermoso cabello.

—Abe nunca mencionó que te encontraría aquí cuando trataba de convencerme de venir— dije mientras acariciaba su cabello.

— ¿Qué, no te gustó la sorpresa?— preguntó ella levantando su cabeza y mirándome a los ojos, era impresionante cómo solo mirando sus oscuros y hermosos ojos me podía sentir tan feliz.

—Lo que no me gustó fue saber que tengo competencia— dije tratando de mantener mi expresión seria, pero fallando horriblemente, reunirme con Rose y tenerla entre mis brazos había destruido completamente mi perfecta máscara de guardián.

—Bueno que puedo decir, Paul tiene sus encantos— levanté una ceja en señal de pregunta y ella comenzó a reír, oh Dios cómo había extrañado su risa, en un segundo la estaba besando de nuevo, esta vez con mayor intensidad.

Después de varios besos y de haber recolectado mi equipaje caminamos de vuelta a la casa, cuando entramos mi mamá y Karolina estaban en la cocina terminando de preparar el almuerzo, Yeva tejía sentada en su silla y Viktoria veía televisión con Zoya y Paul. Sonya y su bebé no estaban a la vista así que supuse que estaría alimentándola o haciéndola dormir en su habitación. Subí junto a Roza hasta mi habitación para dejar mis maletas e inmediatamente noté que ella había estado durmiendo allí, pude oler su esencia apenas entré al lugar además de ver algo del desorden que la caracterizaba, su maleta estaba en una esquina de la habitación y algunas de sus ropas estaban encima de ella y otras sobre la cama, cómo si se las hubiese estado probando y luego las hubiese desechado, su teléfono estaba cargándose en mi velador junto a mi foto de graduación, dónde salía con Iván y sobre mi almohada había una prenda que llamó inmediatamente mi atención, era una vieja camiseta mía y era obvio que Rose la había estado usando para dormir, me encantó la idea de Roza en mi cama durmiendo con mi ropa y tuve que volver a besarla, estábamos besándonos apasionadamente contra mi puerta y mi deseo por ella crecía a cada segundo, ella terminó el beso de pronto y trato de calmar su respiración agitada para decir

—Dijiste que ibas a bañarte— me separé de ella un poco y le sonreí.

— ¿Vas a bañarte conmigo?

—Claro que no, no con toda tu familia esperándonos abajo.

—A ellas no les importa— dije antes de comenzar a besar su cuello.

—Pero a mí sí... no quiero que tu madre... y tú abuela... sepan todo lo que sucede entre nosotros... por dios Yeva probablemente sabe... lo que estás haciendo conmigo... en este momento— dijo ella entre susurros mientras yo acariciaba sus pechos por encima de su blusa, la besé nuevamente pero ella cortó el beso casi al instante y se desprendió de mi con agilidad, confundido por haber sido dejado solo frente a la puerta de mi habitación me volteé justo a tiempo para tomar la toalla que ella me arrojaba —Ahora ve a bañarte Dimitri Belikov y asegúrate de usar agua fría por favor —y con eso salió de la habitación riendo, está bien pensé, recuerda mi querida Roza el que ríe al último...

El almuerzo que mi madre y mis hermanas prepararon fue prácticamente un festín de bienvenida con todos mis platos favoritos y mucho pan negro, incluso Oksana y Mark fueron invitados, al igual que una familia muy amiga de mi abuela los Ivanov, entre ellos estaba Nikolai quién al parecer ahora salía con Vika, noticia que me tomó completamente de sorpresa y no fue una buena sorpresa, casi inmediatamente que supe de la relación comencé un interrogatorio y cuando las preguntas se volvieron no aptas para niños Rose intervino causando un quiebre en la conversación al preguntar por Denis, el hermano de Nikolai que al parecer era un no prometido con el que Roza cazó y torturó Strigoi mientras me buscaba en Novosibirsk. Recordaba a Denis, lo había conocido cuando aún era un adolescente de unos catorce años, en ese tiempo él estaba completamente convencido de convertirse en guardián al igual que su hermana mayor Olga, que se había graduado unos años antes que yo, pero las circunstancias de su vida le habían hecho renunciar al sueño, Olga había sido capturada por Strigoi junto con un grupo de estudiantes en su primer año de servicio y por supuesto nadie en nuestra academia hizo nada para rescatarlos, los protocolos de rescate solo se activaban cuando algún Moroi de la realeza estaba entre las víctimas, Denis se desencantó de nuestro mundo y desertó de la academia un par de años antes de graduarse, esa era la razón por la que decidió ser un no prometido. Roza parecía aliviada al conocer que Denis estaba vivo y que junto a algunos de sus otros compañeros estaban entrenando en un nuevo programa de la academia que les permitía graduarse a pesar de haber desertado, eran excelentes noticias en verdad, incluso si después decidían continuar trabajando libremente, terminar su entrenamiento podría hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

Después del almuerzo Roza tomó mi mano y me llevó hasta nuestro patio donde Oksana y Mark hablaban con Sonya sobre la bebé, casi enseguida mi hermana se excusó diciendo que debía cambiar a la niña, Rose aprovechó la oportunidad para comenzar a hablar con la Moroi sobre sus recientes problemas para combatir la oscuridad, yo escuchaba preocupado, más aún al saber que nuestra separación al parecer había incrementado de alguna forma el poder que la oscuridad tenía sobre ella, casi sin darme cuenta me acerqué más a Roza y la abracé de forma protectora como si esa acción pudiera de alguna forma apartar a los fantasmas que la acosaban, una sensación de calor se esparció por mi cuerpo de pronto algo parecido a lo que sentí cuando fui restaurado pero infinitamente menos poderoso, vi que Oksana y Mark se miraban y sonreían pero no entendía del todo lo que estaba sucediendo, Oksana entonces se levantó y dijo

—Rose Hathaway necesito que te deshagas por un momento de todas las joyas encantadas con el espíritu que traes puestas— Roza poseía una confianza extrema en la Moroi porque sin hacer preguntas dejo un anillo, una cadena y una pulsera de plata en la mesita de madera de la terraza, en cuanto se las quitó Oksana se volvió a mirarme y parecía muy concentrada, casi al mismo tiempo Mark se cubrió los ojos cómo sí le hubiese molestado el sol o alguna luz lo que fue extraño ya que estaba oscureciendo.

— ¿Y?— preguntó Rose con impaciencia ya que la Moroi seguía mirándome casi fijamente.

—Pues que si estas con Dimitri casi no necesitaras las joyas encantadas— dijo Mark acercándose a Oksana y ayudándola a sentarse, al parecer su estudio de mi persona la había agotado.

— ¿Cómo? es decir ¿es seguro? la oscuridad es peligrosa yo la he visto perder el control antes por su causa— en ese momento no me parecía buena idea que Rose no tuviera protección contra la obscuridad, más aun sabiendo que hace poco había tenido dos episodios complicados con ella, según lo que acababa de relatarle a la pareja, además seamos sinceros, yo podría dar mi vida por Roza en cualquier batalla de este mundo, pero aun con mi pasado Strigoi yo no tenía herramientas para encargarme de sombras provenientes del mundo de los muertos.

—En realidad sí las tienes— dijo Oksana mirándome fijamente, me estremecí por un segundo ¿estaba leyendo mis pensamientos?—Además de tus habilidades de guardián que te servirán para protegerla en una batalla— explicó Oksana sin dejar de mirarme, y levantando una mano para silenciar a Rose antes de que pudiera abrir la boca para protestar, seguramente por la insinuación de que necesitaba mi protección y luego continuó —Tú puedes alejar la obscuridad de Rose, es algo parecido a lo que sucede entre shadow kissed, solo que es diferente porque en lugar de absorber su obscuridad es como si la luz de tu aura la protegiera, como un escudo que no la deja entrar.

—Lo que sucedió con Rose en la academia fue producto directo del uso del espíritu por parte de Lissa, en ese tiempo tú no habías sido restaurado, así que pudiste detener su avance con tu apoyo y amor— comentó Mark y estoy seguro que me sonrojé pensando que tal vez ellos sabían todos los detalles que siguieron a ese episodio.

—Sin embargo una vez restaurado algo de la magia del espíritu se quedó contigo— esta vez fui yo el que quiso interrumpir pero una sola mirada de Oksana me silenció— Al inicio de tu restauración mientras intentabas alejarla de ti no hubo señales evidentes de esto, aunque estoy segura de que si alguien hubiese estudiado sus auras podría haberse dado cuenta de que incluso entonces ambas se buscaban— Oksana hizo una pausa tomó la mano de Roza y la mía y dijo —El asunto es que cuando tu alma restaurada por magia del espíritu reconoció que Rose era afectada por las sombras de la muerte, se alzó para protegerla, entre más se reencontraban el uno con el otro esta se hacía más fuerte y cuando finalmente estuvieron juntos de nuevo la conexión se completó y es por eso que cuando estuvieron lejos de nuevo la obscuridad atacó a Rose con fuerza, porque no solo ella te necesitaba, su alma también lo hacía— miré a Roza entonces con mis ojos humedecidos tenía sentimientos encontrados, no me gustaba la idea de que la obscuridad siguiera atormentándola pero descubrir que nuestra conexión, que nuestro amor, era así de fuerte, no tenía palabras para describir la emoción que me provocaba, de pronto como si me hubiesen sacado de mi propia cabeza pude vernos a ambos mirándonos a los ojos y una especie de luz rosa pálido brillaba entre nosotros como envolviéndonos, al mismo tiempo unas sombras grises parecían tratar de rodear a Roza pero en esos momentos nuestra luz brillaba con más intensidad y estas se alejaban, un par de lágrimas de felicidad cayeron de mis ojos con la hermosa visión ante mí.

— ¿Lo viste camarada?—preguntó Roza tocando mi rostro humedecido y sacándome del trance en el que me encontraba, me perdí por un momento en sus hermosos ojos y la acerqué a mí para besarla, no me importaba que Oksana y Mark estuvieran mirando, ¡Dios! no me importaba si el mundo miraba, yo amaba a esta mujer y jamás me avergonzaría de demostrarlo.

—Bueno solo para que lo sepan ustedes dos nunca dejan de sorprenderme— dijo Mark cuando Roza y yo nos separamos —Creo que tiene que ver con tu capacidad de creer y hacer realidad los milagros— continuó dirigiéndose a Rose y luego decidió hacernosuna advertencia — Y tal vez sería bueno si comienzan a cuidarse, es probable que sean capaces de crear otro milagro.

— ¡Mark!— castigó Oksana a su marido.

—Cariño, tú sabes que es mejor que lo sepan, si existe una posibilidad deben estar preparados.

— ¿Posibilidad de qué?— pregunté con cautela el nivel de emociones de este día me estaba dejando algo agotado.

—En realidad es otro cuento de hadas por decirlo de algún modo, porque no conocemos ningún caso comprobable, pero la magia del espíritu también podría haberte reparado físicamente... es decir es posible que ahora si puedas concebir con una Mujer Dhampir— Rose y yo nos miramos en silencio, yo estaba en shock ¿estaba en serio diciendo que mi Roza y yo podríamos algún día ser padres? ¡Con un demonio! era posible que mi Roza ya estuviera embarazada, oh no ¿y qué haríamos sí yo...? si está embarazada a los dieciocho años por mi culpa yo... estaba a punto de hiperventilar, adoraba la idea de tener un bebé con mi amada pero ahora era muy pronto, no estábamos preparados.

—Camarada relájate, no entres en pánico, no estoy embarazada... aún— dijo Roza poniendo sus manos en mi rostro y obligándome a mirarla.

— ¿Cómo puedes estar tan segura?

—Veras hay formas de saberlo ¿sabes? estoy segura que te lo enseñaron en las clases de reproducción, cuando el ciclo mens...

— ¡Roza! ok ya lo entendí no hay embarazo— dije sintiéndome aliviado pero al mismo tiempo un poco decepcionado, había alcanzado a imaginarme a mi hermosa Rose Hathaway con nuestro bebé creciendo dentro de su vientre.

Después de todas las impactantes pero maravillosas noticias recibidas Mark comenzó a explicarnos que Rose estaría bien con una sola joya encantada y que los encantamientos se podrían reforzar cada dos meses, también dijo que en caso de que necesitáramos alejarnos por alguna razón, debía tener algunas joyas más como reserva. Oksana fue clara en aconsejarnos que nunca dejáramos ir al otro si estábamos peleados, las emociones negativas aceleraban la acumulación de oscuridad en Roza y eso la hacía más vulnerable a caer en la depresión que aparentemente desencadenaba sus episodios de mayor obscuridad.

Esa noche después de una cena liviana y sin muchos contratiempos, aparte de un pequeño interrogatorio sobre las noticias que Oksana y Mark nos habían dado, nos instalamos a ver una película con mis hermanas y Paul, mis dos sobrinas dormían y mi madre y mi abuela se retiraron temprano a sus habitaciones, yo también sentía muchos deseos de retirarme con Roza, pero Vika estaba haciéndome pagar por haber tratado de intimidar a su novio durante el almuerzo y nos obligó a quedarnos a ver una película llamada Love actually, la cual en verdad me gustó bastante, en especial porque me permitía tener a mi Roza muy cerca como para acariciarla y besarla cuando nadie nos prestaba atención. Una vez en nuestra habitación Roza y yo nos recostamos para descansar, la verdad es que después de las advertencias de Mark no teníamos ganas de arriesgarnos y además nuestro día había sido bastante extenuante, así que me conformé con tenerla entre mis brazos, acariciarla y besarla hasta que nos quedamos dormidos.

La semana que pasamos en Baia fue maravillosa, con mi familia y mi Roza yo me sentía muy feliz, pero por supuesto la realidad nos alcanzó, nuestros deberes nos esperaban en la corte y al terminar el mes debíamos dirigirnos a Leight para servir como guardianes a Adrián, Lissa y Christian. La reina nos había puesto a Roza y a mí al mando de la seguridad y debíamos estar ahí antes que ellos para asegurarnos que todo estaba bajo control y conocer al equipo con el que trabajaríamos. Nos quedaban algunos días aún antes de tener que volver a los estados unidos, pero yo deseaba pasarlos solo con mi Roza por lo que ideé un pequeño viaje sorpresa, serían unas pequeñas vacaciones o una pequeña luna de miel como comenzó a llamarla mi hermana pequeña cuando cometí el error de pedirle ayuda para reservar una cabaña en las cercanías del lago Baikal a escondidas de Rose.

Cuando llegó el día de partir me despedí de mi gente con algo de tristeza pero con más esperanza de la que había sentido antes, esta vez sabía que volvería a verlos pronto. Cuando comenzamos nuestro viaje Rose estaba convencida de que iríamos hasta Omsk y luego tomaríamos de inmediato un avión hasta Pensilvania. Pero nuestro destino era Irkutsk una ciudad al este de Siberia cercano al lago dónde Rose y yo pasaríamos unos días en una acogedora cabaña. Roza estaba encantada con la sorpresa y me lo hizo saber apenas entramos al lugar, sus besos no se hicieron esperar y antes de desempacar ambos estábamos desnudándonos en la sala de la cabaña al calor de la chimenea recién encendida, con varios días sin hacer el amor dado nuestras preocupaciones y el tener que esperar a que el método anticonceptivo que elegimos comenzara a ser seguro, ambos estábamos desesperados por este encuentro, claro habíamos hecho varias cosas creativas en el intertanto mientras estábamos en Baia, pero nada se comparaba a estar finalmente unido a Roza en la forma más íntima, hicimos el amor en distintos lugares de la cabaña hasta que ya no nos quedaron energías, jadeantes nos acomodamos en el sofá frente a la chimenea y nos arropamos con una exquisita manta que nos regaló mi abuela, con nuestros cuerpos entrelazados nos quedamos dormidos sabiendo que nuestras almas y nuestros cuerpos se pertenecían, unidos por un gran amor que cultivaríamos siempre. Escuché a Rose susurrar antes de dormirse

—Te amo camarada hoy y siempre.

—Te amo mi Roza, navsegda