Hola lindxs, aquí les traigo el último y tan esperado capítulo, disfruten c':

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De vuelta en la casa de la Haruno, una Hinata muy sonrojada recuperaba el conocimiento.

La Hyuga no podía ni siquiera pensar en que haría algo tan vergonzoso, ¡Y mucho menos con un chico que seguramente no le correspondería! estaba nerviosa, más que nerviosa, aunque no podía evitar que una mínima parte de sí misma tuviera curiosidad.

Si bien ya era una mujer y kunoichi hecha y derecha, nunca perdió sus característicos sonrojos, y su a veces incontrolable timidez.

En su pequeña reflexión, vino a su mente la imagen de un rubio que por un tiempo le gustó tanto, sin embargo, ya no se sentía igual estando cerca de él. No sentía el golpeteo de su corazón desbocado, ni ese anhelo por ser notada por el que consideraba amor de su vida.

Por fin había aceptado que no le correspondería, que sólo la veía como una amiga, una hermana pequeña. Si bien se sentía algo molesta por ello, no podía detestar a Naruto, él seguía siendo su mayor inspiración, su ejemplo para superarse día a día. Varias veces lo había cruzado con una linda chica rubia, que por lo que escuchó se llama Shion y es una sacerdotisa que el Uzumaki conoció en una misión. Desde ese entonces no hizo más que desearle buena suerte y que sea feliz, después de todo, se lo merece. Por supuesto que sería muy incómodo si le tocara besarlo, seguramente se negaría, no importaría quedar como una gallina frente a sus amigas.

Otra imagen llegó a su cabeza, la de Sasuke Uchiha.

Él siempre había sido un chico serio y misterioso, aunque ella realmente no lo había notado en el pasado, sino hasta ahora.

Si bien le causaba algo de temor al ser un ex ninja renegado y con una fama cuestionable, ya había sido castigado, confinado en la aldea como una verdadera prisión. Sintió algo de pena por él, el Uchiha sólo era un niño que se quedó sin familia de la peor forma posible, lo que lo llevó a caminar por la oscuridad solo y angustiado buscando poder para ejecutar su venganza.

Ella lo había cruzado muchas veces en la aldea, pero cuando ella quería saludarlo amablemente, o iniciar una pequeña charla, él la evitaba a toda costa.

No pudo evitar sentirse algo triste, pero no se lo tomó a mal, él debe sentirse atrapado e incomprendido, siempre solo.

Ya no más, pensó. Al otro día decidió que le haría un almuerzo y lo visitaría. Debía dejar de temerle e intentar acercarse, lo que más necesita es un amigo en esos momentod, alguien con quién desahogarse, y ella era muy buena escuchando. Sí, tenía a Naruto, Sakura y Kakashi-sensei, pero ella sabía que no lo comprenderían completamente, y él no sentiría la confianza suficiente para hablar sobre sus sentimientos.

Ahora que lo pensaba... ¿Desde cuándo ella comenzó a interesarse por Sasuke Uchiha?, ¿Desde cuándo comenzó a no perderlo de vista?

Debía admitir que era un muchacho demasiado apuesto, con sus ojos negros y piel pálida, siempre con porte orgulloso y elegante.

Se reprendió internamente, se sintió una pervertida al pensar cómo sería su cuerpo. ¿Delgado, trabajado...?

Su rostro se encendió nuevamente.

¿Cuánto tiempo había estando pensando en el Uchiha?

Volvió a la realidad mirando a sus amigas.

Ellas la miraban entre curiosas y expectantes.

Tenten decidió romper ese silencio incómodo.

-Bueno Hinata, ¿harías los honores?-

dijo extendiéndole los nombres.

Ella dudó pero finalmente agarró un nombre con una mano temblorosa.

Tenía los ojos fuertemente cerrados y las mejillas como tomates.

Lentamente comenzó a desdoblar el papelito, revelando un nombre que hizo que ella creyera más que nunca que el mundo se le reía en la cara.

-¿¡Sa-Sasuke U-Uchiha!?- leyó en shock, seguido de un desmayo.

-¡Vamos Hinata, despierta ya!-

En su inconciencia ella sintió como la zarandeaban, abriendo los ojos aturdida.

-¡Por fin! ¿Cómo vas a desmayarte en un momento así? ¿Acaso no ves que tienes la oportunidad de besar al más guapo de la aldea?- regañó una pelirrosa haciendo un puchero.

-Chi-chicas, no creo que sea b-buena idea...- dijo la peliazul recuperándose.

-Ah no, ni se te ocurra huir, ahora levántate, nos vamos al recinto Uchiha ya mismo.- Dijo con una sonrisa maliciosa la Yamanaka.

-No tenemos mucho tiempo, ya casi es medianoche así que ni siquiera pienses desmayarte otra vez.-

La ojiperla miró a sus amigas quiénes claramente la amenazaban con las miradas.

Se levantó decidida con la intención de terminar esto y si es posible que el Uchiha no recordara nada luego, o que simplemente la corriera antes de que intentara besarlo. ¡Besarlo! ¡Por Kami! debía besar a Sasuke Uchiha, presionar sus labios sobre los de él por 30 segundos. Si es que no se desmayaba a los dos segundos, claro. Pensó vencida y avergonzada.

Las kunoichis se encontraban fuera de la casa del Uchiha. Se podía observar por la ventana que había luces encendidas, por lo que el Uchiha se encontraba en casa, para tortura de Hinata.

Las muchachas literalmente empujaron a Hinata hasta la puerta del Uchiha y hasta se tomaron la molestia de presionar el timbre, todo antes de que la Hyuga pudiera siquiera protestar.

La puerta se abrió revelando a un chico alto, (tan alto que a la peliazul le sacaba una cabeza) aparentemente recién salido de un baño, ya que sólo vestía un pantalón de mezclilla y una toalla alrededor de su cuello. La Hyuga casi hiperventiló. Respiró profundo y se concentró en esos ojos negros que la miraban con ¿Extrañeza? ¿O algo más?

-¿Hyuga?, ¿Qué haces aquí?-

su voz sonó más grave de lo que quería, es que no pudo evitar sorprenderse al ver el producto de todas sus fantasías y desvelos frente a él, menos de manera tan extraña. Sin embargo dejó de lado esos pensamientos para observarla con detenimiento, admirando sus hermosos ojos, sus tentadores labios, y su tierno sonrojo. ¿Acaso estaré soñando? pensó él. Sería una opción muy factible, ya que la Hyuga, parada fuera de su casa casi a la medianoche, claramente apenada no podía ser real. Su corazón estaba latiendo más rápido de lo común y su cuerpo ardía de expectación.

-Oh, yo... Hola, U-Uchiha-san...- ella no sabía qué hacer, se sintió tan apenada por invadir al muchacho a estas horas, nada propio de una dama. Seguramente él pensaba que era otra de esas locas fans.

Por Kami, ojalá sea una de mis fans, sin duda no me molestaría que lo fuera.

Pensó el Uchiha al escuchar esa suave y dulce voz que tanto amaba. Observó como ella desviaba su mirada obviamente incómoda, dándose cuenta que se encontraba sin camisa. Sonrió ladinamente.

-Pasa Hyuga.- le ordenó.

-N-no, Uchiha-san, d-disculpe pero debo irm...-

-No voy a hablar en estas condiciones aquí afuera, entra de una vez.- la interrumpió, sonó como una advertencia, después de todo, era su oportunidad. No podía dejar que se fuera.

-E-está bien.- Oh Kami, esto no es bueno para mi salud. Pensó Hinata acongojada.

Ambos muchachos entraron y el Uchiha se acomodó en su sillón, observando cómo la Hyuga observaba de pie atentamente cada detalle de su casa, curiosa.

-¿Y?, ¿No me vas a decir a qué viniste a mí casa a estas horas?.- Consciente del nerviosismo de la ojiperla, le sonrió divertido para verla sonrojarse aún más.

-Etto, U-Uchiha-san, yo...- por Kami, por Kami, estoy con un hombre semidesnudo en su casa, y para colmo debo besarlo, oh, dame fuerzas.

El Uchiha miró extrañado como Hinata se le acercaba lentamente, ¿Qué pretendía? se estaba emocionando cada vez más con pensar hasta dónde llegaría.

La Hyuga lo observó sentado y relajado en su sillón, y envidió su seguridad en ese momento, ya no quería dudar más. ¿Era sólo un beso, no?, ¿Entonces por qué su corazón latía tan rápido y su nerviosismo se veía reflejado en todo su cuerpo?

Llegó hasta él, y agachándose para estar a su altura, cerró los ojos y torpemente presionó sus labios sobre los de Sasuke.

El Uchiha no cabía en su asombro, jamás, jamás, jamás imaginó que ella lo besaría. Había fantasiado tanto con ese momento, y ahora no sabía cómo reaccionar. Así que saliendo de su estupor, se dispuso a disfrutar de los suaves y deliciosos labios de la chica de sus sueños. La tomó de la cintura, para sorpresa de ella, y la sentó a horcajadas.

Ella intentó separarse pero él apretó el agarre sobre su cuerpo impidiéndoselo.

Ella no sabía si separarse o acercarse, definitivamente era una sensación nueva para ella, y al sentir cómo el la abrazaba y la acercana a su torso desnudo, su mente se puso en blanco. Podía sentir sus grandes pechos apretándose contra los duros pectorales de él, el beso se volvió más demandante y candente.

Él no podía sentirse más feliz y dichoso. ¡La chica que le gustaba realmente lo había besado! se sentía como una colegiala correspondida por su amor platónico. De todas formas no tuvo tiempo para avergonzarse al sentir las enormes tetas de ella frotarse contra su pecho, sin dudas eso lo encendió totalmente. Realmente no quería asustarla, y rogó para que ella no sintiera que "Sasukito" empezaba a despertar.

El beso continuó, enredaron sus lenguas hasta quedarse sin aliento, y de mala gana se separaron para tomar aire.

-Me gustas.- siempre corto y conciso, el Uchiha se confesó.

-S-Sasuke-kun...- ¿Había oído bien?, ¿Sasuke Uchiha acababa de confesarle que le gustaba?, oh, no pudo negar que se sintió realmente bien, jamás imaginó que el Uchiha sintiera eso por ella, el hombre más codiciado de toda la aldea y más allá. Y pensó, ¿Por qué no? el Uchiha realmente le parece una buena persona, a pesar de su pasado, ella va a darle una oportunidad.

Le sonrió tímidamente y lo abrazó. Un abrazo cálido y lleno de dulzura.

El Uchiha se sintió contenido y acompañado por primera vez en mucho tiempo.

Realmente estaba asustado hasta ese momento, a pesar del beso, tal vez ella no quería verlo como algo más. Su corazón se disparó nuevamente, y tomándola al estilo princesa se la llevó a su habitación ignorando las quejas de la Hyuga. Ella era de él, le pertenecía. Al igual que él era de ella. Y no iba a desperdiciar su oportunidad. Sonrió cínico. Ahora por fin podría cumplir una por una sus fantasías, y no había nadie que pudiera detenerlo.

Cerró la puerta de una patada con una Hyuga casi desmayada en brazos y unas chicas que observaban la escena con los ojos abiertos desde un arbusto.

-Afortunado...- susurraron al unísono.

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Kyaaaaa, por fin lo terminé. Qué felicidad.

¡Quiero agradecerles a todas por su apoyo! realmente me alentaron a continuar.

Mil gracias por leer y prometo escribir más para las fans del SasuHina 7u7

Besitos y nos leemos luego 3