DISCLAIMER: Noragami no me pertenece, simplemente quiero convertir en estrellas a todo su reparto y divertirme un rato y de paso a quienes me lean. La imagen de portada tampoco me pertenece, créditos a su creador correspondiente.

N/A: La versión Idol de Yato está demasiado explotada (?) pero vamos, hay muchas formas de expresar esa temática, y aquí va la mía. De manera general los capítulos presentados no tendrán una secuencia, cada capítulo cuenta un escenario al que se debe enfrentar el cast.

ADVERTENCIA: Posibles momentos OoC en los personajes. Situaciones basadas únicamente en el universo del anime. La extensión de cada capítulo puede variar de Drabble hasta un One-shot. A grandes rasgos, mucho Yatori incluido.

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ESCENARIO #01

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La joven chica de largo cabello castaño, se removió entre las sábanas rosadas de su cama. El día anterior y todos los demás días anteriores a ese han resultado bastante agotadores, pero había un por qué y ese era mejorar su condición física, antes de entrar al entrenamiento vocal.

Estaba agotada y emocionada al mismo tiempo.

Pronto le asignarían un grupo al cual se uniría. Habían considerado convertirla en una solista, pero con lo joven que era no lo creían del todo apropiado, al menos por el momento.

Ya había conocido a todos los miembros que integraban a la familia de "Noragami", una de las Agencias de talentos más populares de Japón de la última década. En definitiva todos le parecían agradables y talentosos. Y después de dos años de entrenamientos era más qué lógico que entablara amistadas profundas con algunos de los miembros.

Ahora contaba con 17 años y deseaba que su tan ansiado debut no demorara demasiado.

Sonrió entre sueños, refregando su mejilla en la almohada.

De pronto el sonido de lo que parecía una cámara la alertó, seguidamente la pequeña iluminación de un flash provocó que sus párpados se agitaran lentamente. Abrió sus ojos de forma pausada, para que éstos se ajustaran a la claridad del día.

¿Qué horas serían?

Pues al parecer no le importaba la hora a quién había irrumpido en su habitación. La chica finalmente logró sentarse, mientras refregaba sus ojos con cansancio.

― ¿Pero quién…? ― Murmuró ahogando un bostezo.

― ¡Hola Hiyori! ― El rostro animado de su compañero masculino la descolocó.

Y entonces ella reaccionó. ― ¡Kyaa! ― Exclamó escandalizada, sujetando una almohada, dispuesta a arrojársela al intruso. Su rostro estaba ligeramente sonrojado. ― ¡Yato! ¿¡Qué demonios crees que haces?! ―

El susodicho se encogió, sujetando con fuerza un cojín rosado de por ahí. ― ¡Es- Espera Hiyori no es lo que imaginas! ―

― ¡Pervertido! ― Y le lanzó la almohada con fuerza, logrando estamparla en la cara de éste y que así se cayera de la cama directamente al suelo.

Ocurrió muy rápido. La cabeza de Yato daba vueltas y su trasero dolía debido al impacto. ― ¿Cuál es tu problema? ― Interrogó débilmente tratando de mantener la conciencia.

Hiyori se puso de pie y se acomodó un poco el cabello. ― ¿Cuál es el tuyo? ― Interrogó de vuelta. Colocó sus manos en la cadera. ― Es mi habitación, y soy una chica… Tú eres el invitado desapropiado aquí ― Argumentó.

El chico de ojos azules se sentó y formó un mohín. ― Lo siento, esperaba ser discreto como las otras veces... ¡Uy! ― Al instante se tapó la boca.

La castaña achicó la mirada. ― Wow, Wow ¿Las otras veces? ― Repitió y avanzó a él. ― ¿Qué significa eso? ― Se agachó y le quitó las manos de la boca. ― ¡Dime ya! ― Exigió.

― Oh… este… ― Murmuraba el chico. El sonido de su celular cayendo al suelo, alertó a ambos. Si antes no había sudado frío, ahora sí empezaba a hacerlo. ― ¡O-Oye, Es- Espera Hiyori! ― Intentó arrebatarle el móvil, pero ella ya lo tenía en sus manos.

― ¡Me fotografiaste! ― Le acusó mostrándole la foto recién tomada.

Yato se puso de pie. ― ¡Por supuesto que no! ― Le arrebató el celular. ― Además, sólo para aclarar, es una selfie ― Repuso, limpiando con su playera la pantalla del aparato, y era cierto él también era parte de esa foto. El aura oscura de su compañera lo hizo arrepentirse de sus palabras. ― ¡Tengo un por qué! ― Aseguró, alzando sus manos.

Hiyori empezó a recoger los cojines. ― Ajá… por supuesto ― Murmuró sin mirarlo.

En verdad no estaba tan molesta. Le gustaba actuar de esa forma para ver sí podía asustar al chico al menos un poco. Desde que ingresó, se había llevado muy bien con él a pesar de ser cinco años mayor que ella; empezaba a sospechar el hecho de que Yato era un niño atrapado en el cuerpo de un hombre.

El mencionado, se removió incómodo. ― Sí, verás esta semana iniciarás tus vocalizaciones, y dentro de poco te asignarán a un grupo… ― Empezó a explicar, mientras frotaba su cuello con la mano izquierda. ―… Es por eso que decidí adelantarme a los hechos y crearte una cuenta en twitter, ya sabes, para que empieces a socializar con más gente antes de tu debut ― Haciendo uso de su móvil ingresaba a la dichosa cuenta para mostrarle a su amiga.

Por inercia, la castaña se acercó a donde él para observar mejor la pantalla del aparato. ― ¿¡Subiste todas esas fotos!? ― Vociferó con alarma.

Y como no hacerlo, esas fotos eran horribles y tomadas en los peores momentos y ángulos; justo como esa última foto en la que ella estaba dormida, dejando a la vista un ligero hilito de baba cayendo por su boca. Yato no quería ayudarla, quería avergonzarla.

― ¿Qué dices? ¿Te agradan? ― Se atrevió a interrogar.

¡Qué descarado! Pensó ella no sabiendo si el de vista azul era demasiado inocente o sólo fingía.

― Sé que en algunas también salgo yo ― Se disculpó y ella pudo notar una ligera línea rojiza en sus mejillas. ― Pero lo hago para que cuando seas famosa… puedas recordarme

Esas palabras le estrujaron el corazón.

Si esta era su forma para librarse de la ira femenina…

… Lo estaba logrando.

Suspiró. Como todas las veces en las que caía rendida ante las palabras de él. No podía enojarse con él por mucho tiempo, ya había sufrido mucho en el pasado, ella no quería arruinarle su ánimo.

― Sabes que no te olvidaré ― Aseguró la chica sonriéndole tímidamente. ― Sólo trata de que no sean tan vergonzosas ― Agregó apartando la mirada.

Él negó sonriente. ― Descuida, entre más vergonzosas tu club de fans pagará más ―

― Yato… ― Advirtió la castaña, dándole la espalda para poder tender su cama.

― Ok, Ok mejor no ― Guardó el móvil en el bolsillo de su pantalón. ― ¿Vamos a desayunar? ―

Hiyori lo miró. ― Claro que sí, dame unos quince minutos ―

Con entusiasmo Yato salió de la habitación.

Ella negó con un gesto divertido adornando su cara.

Sus días se habían vuelto así desde que había ingresado a Noragami y había conocido a Yato.

Ella era demasiado feliz y el sueño de convertirse en una popular Idol palpitaba ansioso en todo su ser.

Ya no faltaba mucho…

N/A: ¡Bien! Espero que hayan disfrutado de este primer escenario, y ojalá pueda regresar pronto con el siguiente.

¡Saludos enormes!

¡Hasta la próxima!

GEMITHA0208

080817