Enemigos de amor
A Hetalia fanfiction by AmanthaB.
Advertencia(s): Shonen-ai.
Personaje(s): Alfred F. Jones/Kiku Honda (América/Japón).
Rating: PG.
Disclaimer: Hetalia no me pertenece, pertenece a su respectivo creador. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación.
Si existía algo que se le podía reconocer a Alfred F. Jones, era su capacidad de pasar por alto todos los enemigos que se estaba haciendo solo por ser novio de Kiku Honda. Era bien sabido que el japonés, dentro de Gakuen Hetalia, era uno de los chicos que más admiradores tenía y sin embargo el pobre Kiku ni siquiera se daba cuenta de eso. Más bien, permanecía ignorante porque en realidad su mejor amigo (Arthur) y su hermano mayor (Yao) se aseguraban de que no se enterase de esas "pequeñeces". Cuando alguien se iba a declarar al japonés, primero tenía que pasar por esos dos y ninguno lo había logrado…
Hasta que llegó Alfred.
Alfred logró pasar todas y cada una de las pruebas de los guardianes de Kiku, incluso resistió la comida con laxantes de Yao cuando Kiku le invitó a cenar a su casa. Fue ese día el que se declaró a Kiku y comenzaron una relación. Ya contaba con el apoyo del hermano y mejor amigo de Kiku (después de unos meses comenzaron a aceptarlo y al cabo de dos años ya casi lo tenían superado), pero los multiples admiradores de su novio seguían detestándolo.
Alfred solo reía cuando Arthur se lo comentaba, y el británico jamás entendía hasta que Alfred se le acercaba, sonreía y susurraba: «Ellos pueden odiarme todo lo que quieran, Arthur, recibiré sus cartas amenazantes y sus miradas envenenadas cuanto quieran. La verdad, yo también hubiese odiado al novio de Kiku si hubiese sido cualquier otro en vez de mí.»
Alfred reía escandalosamente luego de eso y corría a buscar a su novio, mientras Arthur solo se quedaba pensando en qué harían las pobres personas que en el futuro se enamorasen de Kiku. Según su opinión, todos eran aspirantes a ser enemigos de Alfred… porque todos eran aspirantes a enamorarse de Kiku.
Hasta él.
Pero eso ya es otra historia.
