Hola a quienes leen esta nueva historia.

No podía sacar esto de mi mente, así que aquí está.

Está basada en una serie de capítulos independientes.

Sin más nada que añadir, me despido.

Espero que les guste la lectura.

No dejen de leer mis otras historias.

Un abrazo.

Aclaratoria: No poseo los derechos de Iron Man o Marvel. Solo uso sus personajes sin fines de lucro para recrear mis locas ideas.


UNO. El lado Celoso.


Ella ha trabajado para Tony Stark durante dos años consecutivos cuando él piensa en poner la palabra celos más su nombre en una misma frase.

Ha consumido la segunda botella de Jack Daniels cuando se le ocurre la brillante idea de aparecer en el complejo de apartamentos donde ella reside. En su día libre.

A las 8 de la noche de un sábado.

No hay mucho que decir acerca de su reacción. Ella abre la puerta ligeramente desconcertada.

Él deja que sus ojos vaguen por su apariencia al tiempo que su corazón empieza a latir un poco más rápido, aunque si alguien pregunta, le atribuiría el efecto al alcohol que ha consumido.

Ella luce hermosa. Diabólicamente adorable, piensa como él sonríe.

Ella está vestida en un atuendo casual. Una blusa de corte asimétrico color marfil combinado con un par de vaqueros claros y zapatillas de color crema. Su cabello con rizos suaves cae sobre sus hombros.

Está a punto de hablar cuando una figura aparece a su lado. Es un hombre rubio, alto con porte atlético, quien discretamente coloca su mano en la cintura de Pepper. Gesto que no pasa desapercibido por el castaño, quien automáticamente se pone rígido.

El latido de su corazón cae, su sonrisa se esfuma en el olvido.

Los celos no existen en su diccionario.

Él rechaza el sentimiento rápidamente dándose la vuelta, dejando a una pareja atónita a sus espaldas.

Tony Stark tiene una reputación. Es el egocéntrico, genio millonario, playboy que siempre consigue todo lo que quiere y tiene a todos comiendo de sus pies.

Por lo tanto no es uno de esos hombres inseguros con problemas sentimentales.

No.

Él no sufre de celos. Absolutamente no.

Él no es celoso ni siquiera un poco.

Así que si una pelirroja termina en su cama esa noche, o las tres semanas siguientes, eso no tiene nada que ver con Pepper o con su estúpido novio alto y rubio.


Los años transcurren y la idea se borra de la mente del castaño, como por arte de magia.

Él se convence de que no es un hombre celoso.

Así que no se siente arder por dentro cuando capta la mirada que el nuevo interno (alguien con un nombre como Jordan) le regala a Pepper cada vez que la ve pasar.

No, definitivamente no, siente como su estómago revolotea cuando escucha su risa tras un comentario divertido de Happy o incluso el mismo Rhodey.

Él no es un hombre inseguro.

Ni siquiera después que ella rechaza su propuesta de ser su novia, antes de todo el incidente ´´Yo soy Iron man´´

Pero eso, es la única cosa que en ninguna circunstancia compartirá con nadie.

No.

Al final Tony sabe que ella estará a su lado.

No es como si ella conociera a otros superhéroes, o fuera a ser salvada por un héroe enmascarado, cayendo a sus pies.

Eso es algo que jamás sucederá.

O

Tal vez eso es algo que se apresuró en pensar.


Ella ha trabajado para Tony Stark durante ocho años consecutivos cuando él piensa en poner la palabra celos más su nombre en una misma frase por segunda vez.

Ha dejado su taller tras la insistencia del moreno que camina a su lado. Rhodey sonríe buscando un par de botellas de agua para ambos como se sientan en el cómodo sofá blanco.

El televisor de la sala de estar se enciende.

Noticias Golden.

Adiós, hombres normales. Hola superhéroes. La voz de la mujer está llena de diversión cuando habla. Alicia Baker. Tony reconoce a la periodista, la mujer de cabellos rubios que ahora se acumulan en una cola alta, ojos aprensivos, de estatura mediana, cuyos labios son rojos, tan rojos como el color de la sangre, haciendo juego con su vestido corto y sus tacones.

Es el titular pegajoso del día de hoy. – suelta una risita. Es que la Señorita Virginia Pepper Potts, la PA del afamado playboy, CEO de Industrias Stark quien recientemente confirmo ser Iron Man, fue rescatada en ciudad Gótica.

Hay pocas cosas que pueden destrozar a Tony Stark pero las palabras de la reportera sacuden su cimiento hasta la base.

Si está usted escuchando bien. – Alicia hace una pausa dramática, luego continua. Rescatada. De las manos de un grupo armado, cuando se encontraba en una reunión de negocios en el Restaurant Bonniet Light junto al personal de Industrias Wayne en horas de la mañana. Se presume que el grupo armado planeaba robar el lugar además de secuestrar a un grupo de personas. Intento que fue frustrado por Batman. – Su sonrisa se ilumina cuando le habla a la cámara. – El enmascarado de ciudad gótica apareció nuevamente para salvar el día, logrando apresar a doce hombres, cuyas identidades se esperan sean reveladas en las próximas horas.Lo único que se conoce en el momento es la tez morena del que parecía ser el líder. – concluye con una mueca en su rostro.

Betty Marcano, la pelinegra sentada a su lado, suspira. – Definitivamente es una mujer muy afortunada. Trabaja en compañía de Tony Stark. Y es salvada por el apuesto enmascarado de ciudad Gótica. – Ambas mujeres se rien. – Batman quien tiene suspirando a todas las mujeres de esta ciudad. No creo que la PA de Tony Stark sea la excepción.

Tony se estremece, su mandíbula se aprieta contra un dolor que él sabe, que no es físico.

Esa mujer tiene un aura que atrae a los superhéroes. Y para muestra un botón. Alicia hace un movimiento con sus manos mostrando detrás de ella, una pantalla con la foto de la pelirroja sonriendo en los músculos brazos del enmascarado.

–Silencio. Ordena el castaño sin atreverse a decir algo más. Esta hirviendo, su visión esta nublada. Muy nublada, aprieta su puño fuertemente cerrando los ojos. Queriendo borrar la imagen del hombre envolviendo sus brazos alrededor de Pepper. Su Pepper.

Él no era un hombre celoso, pero ahora está comenzando a pensar lo contrario. Por primera vez su mente está comenzando a trabajar en su contra.

Tony Stark tenía una reputación. Hasta que Afganistán sucedió.

Hasta que sus ojos se abrieron permitiéndole ver todo lo que siempre estuvo frente a él.

En los tres meses que estuvo en cautiverio, su mente resolvió lo que no había podido resolver su corazón.

Es increíble como los pequeños gestos a través de los años se convirtieron en su motivador principal para salir de la cueva y volver a casa. Volver a ella.

Ella que con su sonrisa suave lo reconfortaba en sus días oscuros (especialmente en el aniversario de la muerte de sus padres). Ofreciéndole un hombro donde llorar y susurrando palabras de consuelo.

Ella que con sus miradas poderosas, carismáticas, divertidas, enojadas, tristes y amorosas se apoderó poco a poco de su corazón hasta eliminar espacio para que otra persona lo ocupara.

Ella con su cabello de fuego, con su figura esbelta, y su talento indescriptible logró ganarse su admiración, respeto y un sentimiento que se adueñó de él, pero que él solo logró entender muchos años después.

Él no era un hombre celoso, porque no tenía nada que perder, tampoco tenía miedo a la pérdida.

Pero ahora viéndola en los brazos de otro, su corazón cae.

Entiende a la perfección el sentimiento, ese fuego ardiendo por sus venas, ese nudo vació y profundo en su estómago.

Y Tony Stark lo odia. Odia todo acerca de ello. Siente como cada músculo de su cuerpo se tensa, por lo que comienza a caminar de un lado al otro de la sala. Tratando de deshacerse de su ira contenida.

-Tal vez deberías calmarte antes de que rompas algo. – Rhodey sugiereobservando el rostro de su amigo.

Sus próximas palabras son cortantes. –No estoy enojado. –

–Por supuesto que lo eres. – Rhodey regresa fácilmente. –Estás a un momento de arrancar uno de esos cuadros de la pared, pero insisto en que no lo hagas. Pepper adora su colección de arte, ha invertido años en ella. –

–No estoy enojado. – Tony repite con vehemencia.

Rhodey deja escapar un suspiro, a sabiendas que están es una conversación con el lado infantil de Tony. Ese lado que se queja, refunfuñe, y no da su brazo a torcer. –Por supuesto. –

Las palabras salen entre dientes. –Yo no estoy enojado. –

–No, ¿por qué lo harías?– Rhodey dice. – ¿Por qué te enojarías porque ella casi resultó herida?– él se sostiene a un clavo ardiendo, el moreno lo sabe. –Rescatada por un superhéroe que no eres tú. Por que como siempre la dejaste ir a una reunión por ti. – él se cruza de hombros, mirando molesto por toda la situación y con preocupación por todo lo que pudo haber sucedido. Ha sido amigo de Pepper desde hace años. –Por supuesto que no estás enojado. –

Tony gruñe entre dientes. Queriendo borrar la culpa que siente aunado al lio de sentimientos: una mezcla entre ira y celos hace eco en la parte posterior de su mente. Él conoce que no se irá en un tiempo, uno bastante largo.

– ¡Ella no debería haber estado allí! – Tony grita. –No debería haber ido sola a esa reunión. –

El rostro de Rhodey cae. Sintiéndose terriblemente culpable por su comentario anterior. – Tony. –

– ¡Maldita sea! ¡Lo sé! – él grita nuevamente. Y es en ese momento se da vuelta.

Y la ve, de pie en la entrada de su mansión. Su mirada llena de preocupación.

Hay un nudo en la garganta del castaño que crece con cada uno de sus pasos, que sigue creciendo al detallar la herida fina que recorre su frente. Ya puede imaginar el feo morado que saldrá en un par de horas. Y le duele, le duele verla así. Herida. Por su culpa.

La encuentra a medio camino y sus brazos se aferran a ella.

–Estoy bien. – es su respuesta. Y su voz es música para los oídos de Tony. –No fue tu culpa, estoy bien Tony. –

El castaño solo afloja su abrazo un poco para detallar con mayor énfasis su rostro, se da cuenta que ella está diciendo la verdad. Ella sonríe y él no puede evitar sonreír a cambio.

La abraza por lo que parecen horas. Y se promete a sí mismo, no dejarla lejos de su vista nuevamente.

Y los celos desaparecen, por lo menos por ese día.


Tres días después.

No es hasta horas más tarde que él puede identificar la opresión en su pecho, su mente evoca los sucesos del día, y las piezas del rompecabezas caen sobre sí.

Puede escuchar las risitas, los susurros de las mujeres en la hora de almuerzo.

Los comentarios que hacen acerca de él. El enmascarado de Gótica. El nuevo salvador de Pepper.

Es increíblemente alto.

Su voz es profunda, como la de un barítono.

Dicen que su mirada puede atravesarte el alma.

Nunca ha perdido en una pelea.

Y por si eso no fuera todo, también hablan suspirando de nada más y nada menos que de Bruce Wayne.

El inhumanamente atractivo Bruce Wayne.

Dios, su voz, su sonrisa puede derretir el hielo.

Tiene un look muy interesante. Además de ser millonario, tiene un corazón caritativo. Tiene tres fundaciones que ayudan a los niños huérfanos.

Es todo un caballero.

Atendió a Pepper rápidamente después de todo lo que sucedió, incluso tomo su mano. Fue muy dulce.

Las personas de Industrias Wayne, dicen que es inteligente y muy amable.

Pepper tiene mucha suerte, el Señor Wayne parece estar interesado en ella.

La boca de Tony se abre y se cierra con horror. Sus manos tiemblan. Él respira hondo tomándose un minuto para tranquilizarse, como sus pasos resuenan en los pisos de su compañía.

Él no es un hombre celoso.

No.

Solo tuvo celos una vez. Y punto.

Él no es un hombre inseguro ni celoso.

Por eso no hace cosas como pelear en sus sueños con rivales imaginarios como Bruce Wayne y Batman.

Por eso no pasa una semana obsesionado con Bruce Wayne. Obsesionado con obtener información acerca de su compañía y de su vida personal.

No se entera de que Bruce tiene una inteligencia nivel genio, una mente analítica y memoria eidética; grandes dotes de observación y análisis; es un polímata, maestro en diversas ciencias de aplicación criminalística y forense; con conocimientos en el manejo y desarrollo de tecnología avanzada o experimental. Entrenado en medicina y en el desarrollo de tratamientos o antídotos para venenos o agentes tóxicos.

No.

Para nada.

Tony no se molesta en conocer que Bruce es un millonario, filántropo, playboy; heredero, director y mayor accionista de un imperio empresarial enfocado en la investigación científica para usos médicos y desarrollo de sistemas de armamento y transporte experimentales; accionista en diversos clínicas privadas y proyectos de urbanización.

Tony tampoco hace cosas tontas como trata de hackear sus sistemas operativos y claramente no se compara con él, en ningún momento. Ni siquiera anota sus similitudes en una nota en su teléfono.

No.

Solo son comentarios sarcásticos que provienen de su inteligencia artificial.

Dos semanas después, aún él no se considera un hombre inseguro, ni celoso. Ni siquiera cuando es incapaz de Hackear los sistemas del millonario Wayne.

Él no pasa toda la mañana leyendo revistas de farándula, cuando decide que el trabajo en el taller es una tortura posterior al 10mo intento fallido de actualizar su traje.

Por alguna razón su mente no puede enfocarse lo suficiente para crear algo tan sencillo, como una idiota forma matemática.

Él suspira. Tal vez la razón se encuentre en la portada de muchas revistas.

Bruce Wayne, el conquistador de ciudad Gótica.

Las conquistas de Bruce Wayne.

Wayne y sus mujeres.

Tony frunce los labios.

Ella realmente tienes un sabor terrible en los hombres. Él piensa después de leer la última revista de chismes de la farándula, que titula a Bruce Wayne como el soltero cotizado de ciudad Gótica, la revista describe en tres páginas completas la serie de mujeres que han pasado por los brazos (y probablemente por la cama) del hombre en tan solo seis meses.

Tony decide que no le gusta el hombre en lo más mínimo.

Y menos respirando alrededor de Pepper. Así que decide hacer lo que mejor sabe hacer.

Tratar de seducir a Pepper. O por lo menos no morir en el intento.


Bambi corre a su encuentro en seis pasos cortos, sin embargo Tony no se detiene, desvía con un gesto de mano, la información que está seguro que ella está a punto de darle para abrir la puerta de su oficina. Si sus ojos se abren al ver el ramo de flores en las manos de su jefe, Bambi no dice nada.

Abre la puerta en un solo movimiento, lamentablemente lo que escucha lo deja helado.

–Una mujer con un currículo como el tuyo debe tener múltiples propuestas de trabajo cada día, sin contar la cantidad de admiradores que seguro tienes por allí. – Bruce bromea sutilmente. Y le da una mirada cautivadora, Tony se da cuenta. Es la mirada que él solía darle a sus conquistas antes de…

Ella deja escapar una risita. Él sabe que está ruborizada con el cumplido.

Y la mente de Tony conjura asesinato.

¿Qué diablos está haciendo Wayne en su compañía? ¿En la oficina de Pepper, haciéndola reír?

Tony trata de no hacer una mueca ante eso.

–Buenas tardes. – el hombre tiene el descaro de saludarlo, mirando complacido ante su presencia.

Su rostro se contrae. –Señor Wayne. – saluda sin quitarle los ojos de encima.

Bruce lo observa arqueando una ceja, no hay un solo movimiento que indique que se ha intimidado o enojado de alguna manera.

- Tony Stark, Ceo de la compañía. –se presenta de manera arrogante. – Aunque muchos me conocen como el genio, filántropo, y el superhéroe Iron Man.

Pepper lo mira enojada por su comportamiento ególatra, su mirada luego vuelve a Bruce. Quien sonríe abiertamente. Tiene ese look de confianza en su rostro.

Pepper no le gusta la forma en que iba la conversación, así que la corta.

-El señor Wayne, amablemente ha despejado su agenda para estar aquí, Tony. – explica con un tono de paciencia incluida en su voz.

–La compañía realmente me ha impresionado, era lo menos que podía hacer. –coquetea el hombre ganándose una mirada de odio por parte del castaño.

Tony chasquea su lengua en reproche. –Tenemos personal muy capacitado. – hay una expresión en su rostro, que está tratando de controlar, pero para su propia desgracia está fallando miserablemente.

–No me cabe la menor duda. – dice lamiéndose los labios y sonriendo a Pepper divertidamente. Se levanta de su asiento y extiende la mano cortésmente hacia la pelirroja. –Me encantaría ese Tour por la ciudad ahora, Virginia. –

Tony siente que la sangre comienza a hervir dentro de su cuerpo ante la perspectiva que se encuentra delante de sus ojos.

–La señorita Potts tiene otros asuntos que atender Señor Wayne. – las palabras son frases ahogadas que se escapan de sus labios.

–Francamente, Señor. Stark, dudo que a su asistente, le importe estar en mi presencia y posponer los asuntos que tiene que atender un par de minutos más. – la voz profunda de Bruce resuena en el lugar.

–Tony– ella lo llama, cediendo automáticamente ante la petición del hombre. Es un posible inversionista. Lo correcto es atender sus demandas de la mejor manera.

Lo correcto es ser político y permitir que ella se marche con él.

Pero Tony no es político, ni correcto. Y lo último que quiere es la mirada lasciva del hombre en su…

En su Pepper.

–Yo no lo creo. – es su respuesta.

Bruce sonríe como si adivinará de ante mano su respuesta dando un paso hacia él. Él tiene por lo menos seis centímetros más que Tony, y utiliza cada uno de ellos para forzar a Tony para inclinar su cabeza detrás para mirarlo en el ojo. Pepper tiene una sensación de que esto no va a terminar bien.

–Por qué no dejamos que la dama decida a quien quiere elegir. – pide calmadamente cruzándose de brazos. Ante la mirada horrorizada del castaño, Bruce replantea. – Por qué no dejamos que la dama decida si tiene tiempo para mostrarme la ciudad, o si son de extrema urgencia los asuntos que tiene que resolver. –

Esto va a ser apocalípticamente malo. Es el primer pensamiento de Pepper, al observar la interacción de ambos hombres, no sabe que es peor: el coqueteo constante y la audacia de Bruce o la ira enmascarada (no del todo, cabe destacar) en el rostro de Tony.

Son dos niños peleando por su juguete favorito, y ella odia ser el juguete.

El pecho de Tony se hincha, adoptando una posición defensiva, colocándose entre ambos. –Ya he dicho que ella no va a ninguna parte. Y muchos menos contigo. –

–Muévete. – ordena Bruce, apuntando directamente al pecho del castaño.

¡Oh Dios! Esa es una mala señal. Pepper frunce los labios.

–Hazme. – sisea.

Bruce se ríe, su mirada detalla al castaño frente a él de pies a cabeza, terminando en las flores que se estrujan en sus manos. –Bonitas flores. Bonito intento. – comenta casualmente. Hay una pausa, luego otra sonrisa, una traviesa recubre sus labios. – Espero que seas mejor intentando ganarte a la señorita Potts que como hacker, de lo contrario ya sabemos cómo todo esto terminará. –

Ella ha trabajado para Tony Stark durante ocho años y tres meses consecutivos cuando él une la palabra celoso a su nombre por tercera vez en su vida.

Y todos saben que sucede a la tercera.

La tercera siempre es la vencida. La que hace todo explotar o mejorar.

Y esta es una de esas situaciones donde nada puede mejorar, solo explotar.

Tony Stark por fin admite que es un hombre celoso, por lo que hace cosas tontas como golpear a Bruce Wayne, perder un contrato multimillonario con su compañía y generar una escena diga de una pelea de acción en el pasillo de la oficina de Pepper.


Pepper cierra la puerta con un toque suave, lo menos que necesita ahora es más atención sobre ellos. Su mirada se detiene en el castaño, quien luce como si fuera ido al infierno y fuera regresado.

Golpes habían venido durante un par de minutos antes que el cuerpo de seguridad apareciera separando a los dos adultos, ambos gruñendo y pateando como un par de niños pequeños.

Cabe destacar que Bruce quedó tan maltrecho como el propio Tony.

Y la pelea resultó por no tener un ganador.

–Eso fue ridículo. – su voz está llena de regaño. Él sonríe divertido sin dejar de colocar la bolsa de hielo sobre su ojo derecho al tiempo que aprieta su nariz para tratar de impedir que la sangre continúe emergiendo. Lo que ocurre minutos más tarde.

Ella deja escapar un suspiro. Limpiando el rastro de cosas que adornan el suelo de su oficina.

–No lo fue, fue amable. – Tony se defiende encogiéndose ligeramente de hombros. –Amablemente le di una paliza para que se alejará de ti. –

–Seguro. – ella dice con una sonrisa escondida.

Hay un silencio incómodo durante unos minutos en el que realmente no sabe dónde mirar, por lo que se limita a mirar al suelo, cambiando su peso de una pierna a la otra.

Él decide ser valiente.

–No tengo a más nadie, solo tú. – Su mirada se desvía hacia él, sus ojos chocolate son cálidos y amables. Es la segunda vez que se lo dice, pero su corazón sigue teniendo la misma reacción, latiendo sin control en su pecho. –No puedo perderte, Potts. –

Ella sonríe cálidamente para él, su boca deja escapar las palabras antes que su mente tenga tiempo de procesarlas. –Tú también eres todo lo que tengo. –

Él sonríe triunfalmente.

Ella entrecierra los ojos. – Pero hay días como los de hoy en los que realmente siento que te odio, Tony. –

Él deja escapar una sonora carcajada. Moviendo su cabeza en negación. –Me amas. –

Ella imita su gesto acercándose a él, hasta que su mano está sobre su reactor de arco. Y sus labios sobre su mejilla. – Las flores eran hermosas. Gracias. –

La mirada que él le está dando puede derretir a cualquier glacial.

Luego para su horror / felicidad inexplicable, ella le da un beso en la comisura de sus labios. A diferencia de sus otros besos con otras mujeres, éste beso es mucho más sensual. Su boca se abre ligeramente, lo que le permite sentir su aliento caliente y húmedo.

Su respiración empieza a salir más estrangulado y ella jura que si no se aleja de él pronto, se desmayara.

Tony Stark, por primera vez en años se queda inmóvil. Su corazón se siente como si fuera a estallar.

Su rostro sigue estando a pulgadas de la de él, cuando ella comenta con una pizca de diversión.

–Para tú información, prefiero estar preocupada y orgullosa por un solo superhéroe. Ese que lleva un traje de aleación de titanio de color rojo y dorado. –

Él sonríe triunfalmente, su rostro un guiño de un jugador en su máxima potencia.

Pero ella no puede verlo, porque se ha marchado en busca de suplementos médicos.


Y si alguien le pregunta horas más tarde, cuando ha sido curado perfectamente por las manos capaces de su pelirroja favorita.

Horas más tarde cuando puede contemplar su sonrisa escondida tras el monitor de la pantalla donde actualmente trabaja, posterior a una reprimenda generosa, sobre deberes, acciones legales, y peleas.

Horas más tarde, si él es un hombre celoso.

Él solo respondería que sí.

Tony Stark es un monstruo verde lleno de celos cuando el nombre Pepper Potts entra en la oración.


Continuará…

Como siempre he dicho: Si te tomas el tiempo de leer, por favor tomate el tiempo de comentar. Tú opinión es importante para mí.

¿Qué te pareció este capítulo?

Espero sus opiniones al respecto. Siempre me ha gustado escuchar sus teorías.

Acepto opiniones, sugerencias, críticas constructivas, todo es válido…

¿Que lado quieren leer de Tony en el siguiente capitulo?

Saludos. Nos leemos.

Les invito a leer mis otras historias.

Un abrazo. Bendiciones y buen día o noche para quien este leyendo.