Primer que nada esto era un Oneshot no una nueva historia.Y lo que estoy por escribir son especiales de esta pareja nada más y no no hay sobrenatural es solo un simple IsseixRavel. sin más comenzamos.

Ravel Phenex había recogido a Issei cuando era un niño, dándole un apellido, una familia, y una razón para vivir.

El cuál era protegerla, pasó años cuidandola de todo mal, ya sea emocional o física.

Por eso tuvo que madurar mas rápido que ella, algo que ya había hecho, vivir en las calles no era tarea fácil. Siempre había gente que se aprovechaban de su condición, querían aprovechar su ignorancia para poder engañarlo. Él no lo permitió, sería ignorante en algunos temas pero no era lo suficientemente tonto para poder ser engañado, ya no más.

Entrenó su mente y cuerpo para así cuidar a su ama.

Al pasar los años Issei se ganó la confianza y cariño de la Familia Phenex. A tal punto que los padres de su ama, le dieron total confianza en cosas que tengan que ver con su hija.

Issei creció al lado de su ama por mucho tiempo como su guardián, protegiéndola de todo tipo de males, o cosas que le parecían malas, ya sea de los pervertidos de la Academia. Los cuáles siempre terminaban golpeados, de chicos que trataban de cortejar a su ama, según Issei eran hombres malos.

Toda su vida estuvo enamorado de su ama, desde su niñez para ser exacto. Pero decidió ocultar sus sentimientos por creer no poder estar a la altura de sus expectativas.

Aguantando las ganas de besarla en todas las oportunidades en las que estaban solos, aguantandose las ganas de decirle a todo que ella era suyo, aguantandose las ganas llorar siempre que ella se besaba con su novio y el los veía desde una distancia prudente. Trató de salir con varias chicas, pero no era lo mismo. Las otras chicas no eran ella, no no lo eran, su corazón se rompía a cada día que la veía feliz junto con su pareja.

Estaba muriendo de soledad.

No fue hasta que habló con el hermano de su ama, el cuál le dio el valor suficiente para declararse a su hermana menor, entrando en su habitación con la esperanza de poder hablar con ella. No importaba si lo rechazaba, su corazón se sentiría en paz.

Pero lo qué encontró le dio una rabia tremenda.

Su ama estaba llorando.

¡¡ESTABA LLORANDO!!

¡¡MALDITA SEA!!

Algo que juró, jamás permitir, iba a morir alguien de eso no había duda pero primero era el bienestar mental de su ama.

Preguntándole la razón por su llanto, enojandose más, descubriendo por que lloraba su ama. Viendo como se despreciaba a si misma, cosa que no iba a permitir, diciéndole todo lo que pensaba sobre su ama, como también de sus sentimientos.

Su ama no lo podía creer, toda su vida estuvo enamorado de ella, aguantando muchas cosas por ella.

Sin darse cuenta ya estaba besando a su guardián, con mucho gusto y amor. Esa noche entendió que siempre estuvo cerca, muy cerca, de su verdadero amor.

La familia Phenex nunca se enteró de su relación, ocultándolo de todos en la familia para que no hubiera problemas en el futuro, decidieron tomar una decisión que beneficiaría a los dos.

Mudándose a un apartamento cerca a su instituto, los dos amantes llevaron su relación fuera de la Mansión de los Phenex, con la excusa de estudiar.

Issei y Ravel llevaban una relación prohibida dentro de su apartamento.

Una relación de amo y siervo.

Después de acabar el Instituto, decidieron tomar la decisión de decirles sobre su relación. Con miedo le explicaron a sus padres que se amaban y que no lo podían evitar, y querían su bendición.

Lo que pasó no se los esperaban.

La familia Phenex celebró esa misma noche por la relación de los dos, haciendo una gran fiesta. Siendo ellos los invitados, con los sirvientes.

Pasaron los años dónde demostrándose cuánto se amaban, llegando a tener 2 hijos de nombre.

Michael y Gabriel, eran idénticos a ellos.

Teniendo una vida feliz y amorosa, muriendo con una sonrisa en la cama de un hospital despidiéndose de este mundo juntos con una sonrisa tomados de la mano.

Especiales

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Cereza

Issei y Ravel estaban recostados sobre su cama, desnudos después de todo la diversión que tuvieron hace unos momentos. Decidieron faltar ese día a la Academia. Era demasiado tarde como para ir, se habían pasado toda la mañana teniendo sexo. Dándoles hambre. Llegando a esta escena.

Issei estaba hipnotizado.

No.

No.

No.

Mejor dicho idiotizado.

La imagen frente a él era mucho para su pobre mente.

Su ama Ravel estaba comiendo cerezas.

Pero ese no era el problema.

El problema era como las comía.

Desde que entraba hasta tragarsela era una tortura, era demasiado sensual para su pobre mente.

-¿Que pasa Ise?-Ravel miraba como su sirviente estaba ocultando su sonrisa en la almohada.

-Nada-

Ravel no muy convencida siguió degustando las cerezas, de la misma forma sensual.

Issei no sabia si lo hacía apropósito o no, pero lo estaba matando. Ravel sentía la mirada fija de Issei sobre su persona entonces decidió hacerle una broma.

-Ise ¿Sabes hacer un nudo con su tallo?-la voz de su ama hablandose hizo que sacará la cabeza de la almohada para responderle.

-No Ravel-sama no se hacerlo-Issei miró como su ama llevó una cereza a su boca de nuevo.

Moviendo sus labios de color rosa, volviendo loco a Issei, sacando el resultado sobre su lengua. El tallo de la cereza estaba sobre su lengua enrollado.

-¡¿Qué?!-Issei se emocionó al ver eso, como si fuera un niño sus ojos se iluminaron cual estrellas, algo que hizo sacar una risita a Ravel-¿Me enseña como hacerlo? Ravel-sama ande no sea mala-

-Pff jajajajajaja-fue la risa que se oía en la habitación-Te emocionas por cosas simples Issei-Ravel se sujetaba el estómago por la risa que le parecía la reacción de su guardián.

-No se ría por favor-al ver que no se detenía, decidió castigarla.

-¡Kya!-fue el sonido que escapó de los labios de la menor de los Phenex, al sentir sus senos apretados de forma juguetona-Ise detent...-

Issei no la dejó terminar de hablar le puso una cereza en la boca, callandola con la fruta.

-Merece un castigo por burlarse de mi...-susurró Issei en el oído de su ama-Uno muy severo...-Issei sentó en su regazo a su ama, haciéndola sentir su erección.

-Ahhh~~~-fue el gemido que escapó de los labios de su ama, al sentir el roce de su sexo con el de su guardián-Ise no seas malo y ponla dentro de una vez...-

-Sus deseos son órdenes...-

-Ahhh~~~-

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Totalmente marcada

-¡Estúpido Ise! ¡Mirame el cuerpo está lleno de marcas rojas!-fue el gritó prominente del baño, por Ravel, quién se estaba mirando al espejo.

Mirando todo su cuerpo con marcas rojas, producto de los besos y mordidas de su guardián.

-¡¿Incluso en este lugar?! ¡¡Ise!!-

El nombrado estaba durmiendo plácidamente sobre su cama, hasta que oyó el grito de su ama, seguido de sus pasos.

-Ummmm... ¿Que pasa Ravel-sama?-

-¡¡Mirame!!-grito su ama enseñándole todo su cuerpo marcado.

Issei solo se acomodó en su sitio, sentándose en la cama.

-Bien anoche fue increíble...-Issei asentía recordando lo sucedido en la noche anterior.

-Bueno si...-Ravel jugaba con sus dedos recordando la fantástica noche que tuvieron, pero entonces recordó por que estaba ahí-¡Espera ese no es el punto!-

Subiéndose en la cama sentándose en el regazo de su guardián, apoyando sus manos sobre su abdomen bien marcado sin ningún toque de grasa.

-Es injusto...-

-¿Que cosa?-

-No te he dejado ninguna marca-dijo su ama acercando sus labios a su torso, mordiendo suavemente un pedazo de carne.

-Ravel-sama...-fue el jadeo que salió de su guardián, al sentir los labios de su ama recorrer su abdomen, torso y cuello.

No aguantando las ganas de besarla, sujetó su barbilla levantando su rostro para poder besarla.

Perdiendo otro día recostados en la cama, teniendo sexo hasta desfallecer.

-Otro vez, desperdiciamos un día entero haciendo el amor...-Ravel hablaba acostado sobre el pecho de su guardián, quién le acariciaba la espalda.

-Esta vez fue usted que inició Ravel-sama, yo no tuve la culpa...-

-Bueno tienes razón...-Ravel de acomodaba sobre el brazo de su guardián-Solo quería morderte un poco, nada más-

-Pero si hizo más esta vez-Issei miró a Ravel quién no entendía lo que decía.

-¿De que hablas Ise?-

-Bueno...-levantándose de la cama enseñándole su espalda, Ravel ahogó un gritó de terror al ver su espalda toda marcada por arañazos-¿Que hará ahora?-

-¡Lo siento!-Ravel se apego a la espalda de su guardián, sacandole un grito leve de dolor.

-¿Por que se disculpa?-

-Tu espalda...-

-No me importa en realidad...-Issei se rascó la barbilla avergonzado por lo que iba a decir-Me parece ardiente...-

Un solo pensamiento vino a la mente de su ama.

-"Issei es un masoquista..."-

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Gemelos

Issei estaba nervioso.

Llevaba horas esperando la respuesta de los doctores, han pasado más de 6 meses desde que se enteró que iba a ser padre.

¿Estaba feliz?

Si, muy feliz.

Pero había algo que lo molestaba o mejor dicho lo inquietaba.

Ravel tenía una panza demasiado grande para un bebé, esperando que nada malo le pasará, decidió llevarla al hospital.

Aún con sus protestas.

Lo dejaron esperando afuera del consultorio esperando al diagnóstico.

-Señor Issei-una voz le llamó la atención, levantando el rostro viendo a una enfermera en la puerta del consultorio-Puede pasar-

Entrando con todo el peso del mundo.

Encontrando a su esposa sentada frente aún doctor, el cuál leía un documento con sumo cuidado.

Al sentarse su esposa lo tomó de la mano, estaba sudando de los nervios, en su mirada había miedo y otros sentimientos más.

-¿Usted es Issei Phenex?-habló el doctor.

-Si. ¿Que sucede doctor?-

-Tengo noticias sobre el embarazo de su esposa...-Ravel apretó mas su mano, temiendo al oír lo que iba a decir.

-Dígame doctor-

-Ummmm...-el doctor pensaba en como decirle está noticia.

La tensión de notaba en el aire, Ravel estaba súper nerviosa y Issei no era la excepción.

-Felicidades-

-¿De que habla doctor?-

-Van a tener gemelos-

-Ge...me...los-fue lo que escapó de los labios Issei no creyendo lo que había oído-¡En serio son gemelos!-el doctor asintió feliz por la reacción de Issei-¡Ravel!-

Issei miró a su esposa la cuál, se estaba acariciando la panza mirándola con mucha ternura y amor.

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Fue una buena vida

-Ise...-fue el suspiró que salió de los labios de una señora mayor, quién estaba sentada sobre una silla de ruedas.

-¿Que sucede Ravel?-respondió un anciano de cabello castaño sentado en una cama de hospital, con muchos aparatos conectados a su cuerpo.

-Estoy feliz de haberte ayudado cuando eramos niños-

-Y yo de haberte salvado-Issei sujetó las manos de su esposa, la cuál lo miraba con mucho amor.

-Ise... ¿Puedes correrte aún lado?-el castaño se movió aún lado dejando un espacio vacío en la cama-¿Me ayudas a subir?-

Issei usando la poca fuerza que tenía levantó a su esposa entre brazos para poder colocarla entre sus brazos.

-Te amo...-

-Yo también te amo...-

Y con último besó los dos cayeron dormidos.

Para ya no volver a despertar.

Fin

Si ya se muy apresurado pero neh ami me gustó y eso es lo que cuenta adiós.