Hola a todos los de la comunidad Fanfic, es la primera vez que escribo una historia como la presente. Por lo cual agradezco a cada uno de los lectores que está siguiendo esta historia a compartir sus comentarios, sugerencias y puntos de vista. Los que quieran emitir juicios o criticas destructivas absténganse a realizarlo, porque no los leeré. Esta historia está basada en la una publicación de años realizada por Flarius titulado "Naruto es Hades", únicamente me base en el prólogo, la historia que realizaré si me pertenece, así que sin más ¡comenzamos!.

Leyenda:

-blah, blah, blah- personaje hablando.

-blah, blah, blah- personaje pensando.

-blah, blah, blah- biju o entidad sobrenatural hablando.

-blah, blah, blah- biju o entidad sobrenatural hablando.

-Katon: ¡jutsu gran bola de fuego! o ¡Marioneta cósmica!- técnica o jutsu.

Disclaimer: los personajes pertenecen a Masami Kurumada y Masashi Kishimoto, solo soy dueño de la historia, tampoco lo hago con fines de lucro. Únicamente con fines de entretener.

Prologo: el inicio de un amor.

Se dice que el amor logra milagro, pero, en si se define como aquella energía que mueve al universo, en un ritmo armónico de creación y unión, cosa que los Dioses desconocen. Puesto que son seres egoístas que solo pelean entre sí para obtener poder y querer dominar al otro, siendo niños por querer obtener lo que quieren, mirando a los demás seres como inferiores a ellos, sin embargo no todos los Dioses son egoístas.

En un lugar apartado, atravesando el espacio-tiempo, más allá del muro de los lamentos, se encuentran los Campos Elyseos. Un lugar donde no existe el sufrimiento ni el dolor, donde las almas puras reposan en la eterna libertad.

En una zona llena de edificios de estilo griego antiguo, yace en el suelo el cuerpo del gobernante del inframundo, su nombre es Hades. Derrotado, con una herida mortal hecha por el báculo de Athenas, utiliza lo que le queda de cosmos para revivir a sus 108 espectros, a Hypnos, Thanatos y Pandora la mujer que siempre estuvo a su lado, y que sin embargo su odio lo cegó; pues Pandora fue la mujer que lo amó desde milenios. La mujer que Hades que salvo de las manos de Zeus, después de ser utilizada contra la humanidad.

Los dioses gemelos y Pandora sabían que habían muerto, sin embargo se preguntaban del ¿Por qué estaban vivos? Hasta que voltearon ver al responsable de dicho acto. Los tres se quedaron mudos de lo que veían. Pandora se llevó las manos hacía la boca y corrió, Hypnos Y su hermano gemelo imitaron a la chica y corrieron. Cuando estaban al lado de su señor gritaron.

-¡Señor Hades!- el mencionado solo sonrió como nunca antes lo había hecho.

-Me alegró que hayan regresado a la vida- se dirigió a los tres, los cuales portaban un semblante triste, con dolor en el corazón y con desesperación. Pandora lloraba arrolidada junto su Señor.

-¿cómo pudo haber sucedido esto?, ¡no debí subestimar a esos caballeros de Athena- el Dios se reprendía así mismo porque no fue capaz de derrotar a los chicos Athenienses.

-Thanatos, amigo mío. No te culpes, yo soy responsable de todo lo que ocurrió- dijo para calmar al Dios de la Muerte, mas, se sorprendió por lo que dijo Hades.

-¿cómo que su responsabilidad, no entiendo señor Hades?- pregunto, pues era algo que no entendía, siempre pensaba que era una broma para calmar el ambiente.

-Señor Hades, puede explicarse, por favor- respondió Hypnos, ya que no comprendía su señor.

-¡Soy responsable de esta estúpida guerra!- grito- yo la inicie porque le tenía envidia a los humanos, porque ellos pueden amar- finalizo para posteriormente llorar.

Pandora lloraba amargamente pues el que consideraba como su hermano estaba destinado a morir. Los dioses gemelos se sorprendieron ante la confesión del Dios. El cual aun causaba desconcierto.

-todo comenzó en la era del mito, Nunca fui así, sino que era el más benevolente de los tres- decía con dolor tanto en el pecho como en el espíritu –incluso llegue a amar- esas palabras sorprendieron a los presentes, pues sabían que Hades era un ser frío, que no le gustaba pelear y derramar sangre, sin embargo que llegase a amar era algo nuevo.

-llegué a amar a mi esposa Perséfone, sin embargo ella me abandono, gracias a las mentiras de Deméter y Zeus- relataba Hades en su agonía, Pandora estaba sorprendida, la esposa de Hades abandonó a la persona noble que estaba a su lado – ella se fue con el maldito de Ares, cuando busco refugio en mi reino. Cuando la quise detener solo me dijo que me ¡Odiaba!, que la hice sufrir apartándola de su madre y su verdadero amor. Dejándome con este dolor, enojo y odio- finalizó su relato, lo gemelos ahora comprendían la conducta de su señor frente a Athena cuando atacaba la tierra. Los ojos del Dios del inframundo brotaban lágrimas al recordar ese suceso.

-por eso jure no volver a amar, y destruir a los humanos, por ese sentimiento que podían tener, Athena me abrió los ojos con su poder, ya no sentía el amor hasta ahora- decía con una sonrisa cálida y de amistad en su rostro.

-Señor Hades- murmuró Pandora, que con su mano acarició el rostro del Dios –Déjeme amarlo, déjeme curarle sus heridas, permítame entrar en su corazón- decía la dama con vehemencia hacia él.

-¡Pandora!- dijo sorprendido, con las pocas fuerzas que le quedaban acarició el rostro de la joven, la cual sonrió –realmente tu…- no completo la frase, ya que sintió los labios de la chica en los suyos, el Dios estaba sorprendido, así que correspondió el beso que emitía el calor que siglos no sentía, para posteriormente separarse.

-Señor Hades, yo lo amo desde que rescato de la soledad y me dio un hogar- respndió con tranquilidad.

-Yo también te amo, Pandora- dijo, Pandora abrazaba el cuerpo de su amado que perdia calor, pues su muerte casi llegaba.

-Hypnos, Thanatos- nombró a los gemelos, los cuales se arrodillaron ante su señor – gracias, por haber estado a mi lado, aunque me hubiera gustado convivir en otras circunstancias- las palabras que mencionada Hades causaban dolor, pues ellos sentían que la hora de su señor estaba por llegar y no había marcha atrás.

El cuerpo del Dios empezó a desintegrarse en pequeñas partículas parecidas a polvo de estrellas que se iban por él cielo.

-Gracias amigos, gracias Pandora, ¡te amo!- con estas últimas palabras el cuerpo finalmente se desintegró para ir a un lugar.

-¡HADEES!- grito Pandora desconsolada, sus lágrimas mojaban sus manos al haber perdido a su amor. Los gemelos también lloraban por la pérdida de su señor.

En eso dos presencias se sintieron en los Campsos Elyseos, una pareja se venía acercando al lugar, un hombre de 30 años, vestía una túnica roja con hombreas de metal dorado, cabello azul marino, piel algo bronceada, ojo color rojo rubí. La mujer de la misma edad que el hombre, cabello rubio, piel blanca, tenía un vestido color anaranjado ceñido en la parte de la cintura, portaba un brazalete en la mano derecha dorado, así como un cinturón que llegaba arriba de la pelvis, en sus pies sandalias griegas, tenía facciones faciales delicadas.

La pareja era ni más, ni menos, que Cronos titán del tiempo y su esposa Rea Madre de los Dioses Olimpos. Se acercaron al lugar donde antes estaba su hijo Mayor, Rea tomó a Pandora en su regazo para consolarla de la pérdida de su amado.

-Mi hijo amado, se ha ido- mencionó mientras veía a los gemelos, los cuales estaban a la defensa de que los titanes hayan escapado del Tártaros.

-Cronos, Rea ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo escaparon del Tártaro?- preguntó Thanatos, pues si bien sabía era imposible salir de ese lugar.

-Calmado hijo de Nix, he venido a despedirme de mi hijo como un padre. Athena a veces eres como mi hijo Zeus de egoísta, sin embargo, hoy actuaste con nobleza para salvar a ese humano y a los demás en la tierra- dijo con sabiduría el Titán Mayor –El cómo salí, eso se debe a que la influencia de mi hijo Hades a desaparecido- respondió Cronos. Rea seguía consolando a Pandora en su dolor.

-Desahógate, mi niña, saca ese dolor- cual madre decía a la chica que en el pecho sacaba su tristeza y dolor

-¿Por qué? ¿Por qué?- decía en su llanto, el cual calaba en el corazón de Rea, la cual empezaba a soltar lágrimas de sus bellos ojos dorados.

-¡Maldición!, todo por jugar con esos caballeros de bronce, el señor Hades estaría con nosotros- enojado decía Thanato, el cual solo apretaba su puño con fuerza.

-No te culpes tanto hermano, también soy yo parte de la culpa, si tan solo hubiese impedido que llegasen al lugar de descanso del cuerpo del Señor Hades, esto jamás hubiera sucedido- ahora era el turno de Hypnos autoflagerlarse por la pérdida del Señor del inframundo.

-Ninguno de los dos tiene la culpa; nos duele la partida de mi hijo, mas, no significa que deben pelearse por algo que ya ocurrió- medio el titán para evitar un conflicto entre Thanatos e Hypnos.

-mi hijo ahora es libre, lo que significa que regresará nuevamente, como siempre deseo ser, un ser de amor- finalizó sus palabras, las cuales sorprendió a los gemelos y Pandora.

¿Qué significa que regresará el señor Hades?- preguntó Hypnos con confusión.

-Como lo escuchaste Hypnos, mi hijo regresará nuevamente a la vida, es decir, que tiene la facultad de reencarnar en un nuevo cuerpo, así como mente y espíritu. Habilidad que tiene todos mis hijos, incluso la propia Athena, pues el espíritu de ellos existe en otros planos- respondió Rea

-Entonces el Señor Hades regresará en un nuevo cuerpo con todo su poder y memorias, así como su propia esencia divina- fue el pensamiento de Thanatos, el cual se alegró un poco.

-Sin embargo, cuando llegue a la tierra, tendrá que ser apoyado por ustedes, pues su poder será sellado minutos después que nazca, o de lo contrario podría destruir todo a su alrededor- fue lo que dijo Cronos, para que los Dioses se preparará para entrenarlo cuando sea el momento.

Por otro lado Pandora se recuperó al saber que su amado regresaría a la tierra, para volverlo a ver.

-Sin embargo, no sabemos cuándo regresará, pueda que tarde días, meses, años, siglos o incluso milenios- dijo Rea a los demás.

-No me importa esperar siglos o milenios, solo quiero volver a ver sus hermosos ojos y estar junto a él-fue el pensamiento de Pandora, ya que tenía la certeza de ver a su amado nuevamente.

-Mientras regresa mi hijo, me encargaré de sostener el inframundo con mi cosmos, pues tras la derrota de mi hijo, las puertas del Tártaro esta abiertas y los monstruos en su interior han escapado, lo cual significa, una nueva guerra contra los Dioses, aunque los derroten, sufrirán un sueño por la batallas que se enfrentara. Iré a apoyar a los Hecatonquiros, para que ya no sigua escapando más monstruos- finalizó Cronos e inmediatamente se dirigió al Tártaro a cerrar sus puertas.

Tal como dijo Cronos, una nueva guerra santa se inició, ahora era por la sobrevivencia de los Dioses contra los monstruos del Tártaros. Los Dioses ganaron, pero el precio fue mayúsculo, pues sus cuerpos no aguantaron la carga de dichas abominaciones que entraron en un sueño, donde despertarían en siglos.

La humanidad sufrió por esa guerra que se desato, disminuyo la cantidad de seres humanos en el planeta, su tecnología retrocedió a un punto de la era Medieval, la geografía cambio, e incluso los países desaparecieron dando paso a los reino o como se le llamaría Feudos.

Los Dioses pasaron al olvido, así mismo el cosmos, durante 5 mil años ocurrieron sucesos que marcarían la tierra y a la humanidad, como la llegada del Dios árbol, Shinju, la llegada a la tierra de la Diosa Conejo llamada Kaguya Otsutsuki. El nacimiento del chakra, que sustituyó al Cosmos, pero en menor magnitud. En nacimiento de Hagoromo Otsutsuki, después conocido como Rikudo Sennin y su hermano gemelo Hamura Otsutsuki.

El nacimiento de Juubi, derrota y sellado en Rikudo Sennin, el sellado de Kayuga Otsustuki en la luna, el nacimiento de los clanes Hyuga, Uchiha, Senju y Uzumaki. La formación de aldeas ninjas, Hasta que ocurrió algo que no esperaba.

En el inframundo, más específicamente en los Campos Elyseos, Pandora se acercaba a Rea, la cual estaba sonriendo, pues había sentido algo en la tierra y sabía quién era.

-¿Me llamó Señora Rea?- pregunto Pandora con un tono se respecto a la Deidad.

-Así es Pandora, pero no me llames señora, solo Rea- dijo la titanide a la chica. -Pandora sé que has estado esperando a que mi hijo regresará para estar juntos desde la era del mito- comento, la chica asintió con la cabeza, aunque no sabía el por qué, por lo que dejo que hablará Rea.

-Bien hija, pues he sentido la presencia de Hades en la tierra, aunque es muy sutil, es como si quisiera nacer como humano y vivir como uno- dijo la Rea a una Pandora que empezaba a sentirse feliz, por pronto vería a su amado.

-Eso quiere decir que yo…- no pudo proseguir con su oración, pues Rea le sonrió y habló.

-Así es, tu iras a la tierra y reencarnaras en una humana, no te preocupes tus recuerdos estarán sellados hasta que te encuentres con mi hijo, además tu esencia será la misma. Nacerás en un clan de ojo blancos y vas a ser hija del propio líder de dicho clan- finalizó Rea, la cual recibió un abrazo de Pandora, la cual respondió como una madre lo haría hacía su hija.

-Gracias, gracias, gracias- repetía una y otra vez, con felicidad en sus palabras.

-Muy bien Pandora, ahora ve con Hypnos y Thanatos que te guiara a tu nuevo cuerpo- sin más se despidió de Rea, se dirigió donde los Dioses gemelos le indicaros el cuerpo que habitaría para estar con el señor Hades.

10 de octubre, en Konohagakure no sato (La aldea oculta entre las hojas) ocurría un evento que marcaría a humanidad, pues era el nacimiento del Dios del Inframundo, Hades. En la forma de un bebé, rubio con ojos azules, pero estos eran diferentes, pues su mirada era aquella mirada tan inquietante como el fondo de un lago, el niño tenía tres marquitas de bigotes como si fuese un zorro en cada mejilla, su nombre Naruto Uzumaki, Rey del inframundo.

Espero que les guste el prólogo, sino, ni modo, voy a poner unas aclaraciones para finalizar este capítulo.

En la anime como en el mito, Hades el Dios más noble y altruista que sus hermanos, por lo cual odia las peleas sin sentido, solo se enfurece cuando alguien rompe las reglas del inframundo.

Los Hecatonquiros, son tres seres de la mitología griega que custodian el Tártaro, para que no escapen los titanes encerrados por Zeus. Tenían 50 Cabezas y 50 manos.

En el lost canvas, Onerio menciona que los Dioses viven en una dimensión diferente a la nuestra; por lo tanto puedes reencarnar en un cuerpo, como lo hizo Sasha o poseer uno.

Nos vemos en el siguiente capítulo, Adiós.