Capítulo 9:

Harry se dirigió a la oficina del jefe de aurores quien era además su feje dentro del departamento de regulación de la ley mágica, el hombre levantó levemente la mirada cuando el moreno cerró la puerta tras de sí, alzó una ceja al ver por primer vez en su vida, a Harry Potter nervioso.

— ¿Y bien? —Le instó a hablar, Harry removió su cabello nervioso, aun no estaba completamente seguro de lo que iba a hacer, pero si quería hacer un cambio debía comenzar con algo 'seguro'.

—Yo… necesito irme a Noruega… unos meses —Le costó hablar, no estaba seguro donde quedaba la dichosa clínica, tenían nociones vagas, pero no sabían del lugar exacto y mucho menos sabía que le diría a Malfoy cuando lo tuviera al frente.

— ¿De cuantos meses estamos hablando exactamente? —Harry se removió aún más histérico. —No lo sabes en verdad. —El moreno asintió, Robarts se masajeo el puente de la nariz, no sería jefe de aurores si no supiera lidiar con las situaciones personales de sus aurores. —Haremos un trato señor Potter. —Harry le miró esperanzado. —Imagino que su situación se debe a un tema personal, y que no tiene nada que ver con la seguridad del mundo… ¿verdad? —Harry asintió repetidas veces, Robarts sintió que hablaba con un crío. —Bien, se tomara el tiempo que necesite, me mantendrá al tanto respecto de su vuelta, estará en calidad de jefe del departamento en reposo, es decir, sin paga ¿todo claro? —Harry volvió a asentir, giro sobre sus tobillos para salir. —Señor Potter. —Harry se volvió a mirar a su jefe. —Lo sea… resuélvalo y vuelva. —Robarts tendría una dura tarea, explicarle al ministro porque el líder del departamento de regulación de ley mágica había dejado su puesto de forma incomprensible y sin motivos aparentes.

—Muchas gracias señor. —Harry hizo una reverencia al salir, respiró hondamente, Hermione y Ron le esperaban en un asiento en la sala de esperas del centro de aurores. —Ya está… el entendió…

—Tienen que darme unos días para saber el lugar exacto donde está la clínica…

— ¿Por qué no le preguntamos a Nott? —Interrumpió Ron a su mujer, les sonrió a ambos. —Me agrada la idea de que Harry por fin ordene su vida, pero no quiero dejar a Rose tanto tiempo con mamá, me la echara a perder con tanto mimo y estoy seguro que Nott sabe.

—No creo que quiera ayudarnos. —Dijo Hermione pensativa, Harry ya había comenzado a caminar al ascensor.

—Hay que preguntarle, Noruega es un país enorme nos tardaremos una eternidad en encontrarle. —Ron suspiró y se rascó la cabeza pensando. —Y tienes que considerar que es una clínica exclusiva y que su deber es proteger la tranquilidad de sus pacientes, creo que eso será más complejo que llegar. —Harry bufó frustrado y todo por culpa de Draco— No —Hablo—mis—problemas—Malfoy.

—Le enviare una carta a Nott. —Dijo al fin señalando la salida del ministerio.

—No sé hasta donde pueda ser una buena idea. —Los dos hombres miraron a Hermione. —Piénsenlo, mi mejor amigo ha vivido sufriendo porque es rechazado por su pareja destinada, por algo que aun no comprendo bien, vuelve y se queda embarazado de él, pero en lugar de quedarse para presionar a Harry a hacerse cargo, se va, sin escándalos, sin prensa… Malfoy no quiere saber nada de Harry, porque cree que Harry no quiere saber nada de él, ergo, si Harry le pide la dirección de clínica, desde el punto de vista de Nott estará alterando la paz y la tranquilidad de Malfoy… si vas, estarás poniendo a Malfoy en sobre aviso, que por alguna razón le estas buscando y la seguridad será mucho mayor… en lo personal, si la situación fuera al revés, no solo no te ayudaría sino que además haría todo lo posible por despistarte. —Los chicos suspiraron abatidos, dándole la razón.

— ¿Entonces? —Preguntó el pelirrojo sintiéndose un poco derrotado.

—Vamos a Noruega y allá veamos como damos con la clínica. —Terminó por decidir Harry, los otros dos asintieron.

Capítulo 10

John reviso el pulso y los niveles de magia, todo estaba en orden, sonrió y acarició los cabellos de Draco, llevaba casi dos semanas durmiendo, y esperaba que fuera así por los próximos cinco o seis meses, trataría de evitar por todos los medios que le despertaran antes.

— ¿Todo bien? —Preguntó la mujer acercándose al veela dormido. —Recibí tu lechuza.

—Señora Malfoy bienvenida. —Saludó el medimago a la bruja que no le dio mucha importancia.

— ¿Cómo está mi hijo, y mi nieto? —Preguntó sin despegar la vista de su hijo, su único hijo, maldición de ser veela, Lucius estaría feliz de saber que sería abuelo se lo diría cuando fuera a visitarle a Flam.

—Todo se ha desarrollado de acuerdo a lo esperado, aún no sabemos si será un niño o una niña, tampoco podemos determinar si será veela o no, pero hasta ahora todo ha sido satisfactorio. —Informó John sonriéndole. —Esperamos tener su muestra mágica para las transfusiones, también sería conveniente que el señor Malfoy viniera…

—Está en Flam…

—No hay problema, la clínica puede tramitar una concesión con un decreto mágico. —La mujer le sonrió por primera vez.

—No me sorprende que tengan el prestigio que tienen… con el dinero que piden. —Narcisa se sentó junto a su hijo, su adoración, Draco era lejos el hombre más hermoso que había visto, además de toda una rareza considerando que era un veela macho, acarició una de sus manos, tibia, por lo menos el dinero servía para que le cuidaran bien, siempre pensó que la persona que fuera escogida por su magia estaría feliz de estar a su lado, de caminar de su brazo, todo desde que había nacido, le había indicado que su bebé sería muy feliz, apretó los puños pero Lucius le había cagado la vida y eso, era muy difícil de perdonar. — ¿Qué pasaría si Potter decidiera tener más hijos?

—En realidad el señor Potter no está ligado de ninguna forma mágica a Draco, por lo que podría hacer su vida normal. —Apretó los dientes puto Potter, si estaba en sus manos ella jamás permitiría que el león tuviera una vida normal, jamás le permitiría tener algo cercano al amor, a él también le correspondía sufrir, tenía que hacerlo por hacer sufrir a su bebé. —De acuerdo a lo estipulado en el tratamiento y a como hemos visto su evolución en otros pacientes, Draco tampoco debería presentar problemas en su vida…

—Aunque no podría tener más hijos, ni tener una relación amorosa plena… ni hablar de sexo —Narcisa seguía acariciando una de las manos de su hijo, el medimago se quedó en silencio. —Vete, quiero estar sola con mi hijo.

—Si señora. —John salió contrariado, por lo general los parientes de sus pacientes estaban felices con saber que sus seres queridos no morirían, pero ella era una reina y no se iba a contentar con términos medios, le dio un poco de pena Potter, cuando Draco estuviera bien y estable, estaba seguro que la furia de la mujer se haría sentir por todo Londres, suspiró, por ahora su prioridad era buscar donantes mágicos compatibles con Draco.


Flam era una prisión para magos de alta seguridad y de altos estándares de vida, era prácticamente un pent—house con piscina, con visitas diarias, con trajes de diseñador, con equipo de quidditch, centro de medimagia, masajes, paseos al aire libre… 23 hectáreas de áreas verdes, donde los 'prisioneros' podían recrearse con la mayor libertad y confidencialidad posible, para entrar se debía tener al menos diez generaciones de magos que abalaran la pureza de la sangre, una cantidad de millones de galeones en los bancos de los duendes suizos y pagar una cantidad obscena a los ministerios para que validaran a Flam como una cárcel.

Lucius estaba en la biblioteca, estudiando los procedimientos mágicos de reproducción de los veelas, hace muy poco había recibido una llamada de Narcisa, nada conciliadora su mujer lo odiaba en esos momentos, eso le hizo sonreír, justamente la clínica en Sverd i fjell había dado con aquello que las altas criaturas mágicas amaban más que a sus parejas… sus hijos, Lucius lo sabía de primera mano, Narcisa siempre lo había amado incondicionalmente y le había seguido a todas sus estupideces, pero jamás le perdonaría haber puesto en peligro a Draco, la luz de sus ojos, Lucius suspiró agotado, él tampoco podía perdonárselo… Draco era su adoración, la razón de su existencia por mucho tiempo, él y Narcisa por supuesto.

Tenía que hablar con el alcaide de la prisión, según su mujer su hijo iba a necesitar donaciones de magia para mantenerse él y a su nieto o nieta, aunque su mujer también le indico que en Sverd i fjell le enviarían un decreto mágico… amaba Noruega, los Malfoy no tenían futuro en Inglaterra, por su culpa pero en el continente era otra cosa, y el oro siempre imponía la ley… en ese aspecto, su familia siempre seria tratada con deferencia.

— ¿Señor Malfoy podemos hablar? —Justamente, el alcaide de Flam, Ivan Moffat, Lucius guardo sus anotaciones y los libros que estaba leyendo. —Caminemos señor Malfoy. —Salieron a los terrenos. —Supe que su hijo está en la fase final de su tratamiento en Sverd i fjell.

—Así es, al parecer todo ha funcionado de acuerdo a los requerimientos de la clínica. —Lucius tenía paciencia, su caída no tenía nada que ver con no saber negociar, había sido una mala jugada (una muy mala jugada en palabras de su mujer) esperaría a que Moffat dijera todo lo que tenía que decir.

—Estoy al tanto de que necesitara mucha magia de buena 'calidad' si me entiende. —El hombre miro los pastos de Flam tan bien cuidados para la recreación de los prisioneros.

—Entiendo lo que necesita mi hijo, lo que no estoy entendiendo bien, es lo que me esta insinuando. —El hombre pareció complacido, le sonrió de cierta forma le resulto parecido a Dumbledore y eso le intimidó un poco, aunque no lo dejo ver.

—Mi querido señor Malfoy usted estará aquí por los menos dos años más y créame que en Flam nos hemos esmerado en cuestionar los procesos legales de Inglaterra, pero es todo aun tan reciente. —Suspiró dramáticamente Lucius hubiera girado los ojos. —No le negaremos jamás que vaya a dar magia a su hijo, que según lo que tengo entendido es un verdadero regalo de los antiguos dioses. —El hombre le volvió sonreír. —Contara por supuesto con la protección de Flam… pero mi oferta iba más allá… lo conozco señor Malfoy y sé que su suerte va a cambiar pronto y como yo, sé que usted sabe recompensar a los amigos… —Lucius le miró con los ojos entrecerrados. —Tengo quince jóvenes, muy jóvenes señor Malfoy, de linaje antiguo y ancestral como su propia casa que están dispuestos a donar magia a su hijo. —Era importante que los donadores que no eran parte de la familia fueran jóvenes, pues así se aseguraba que el donador podría reponer la magia donada.

—Eso es un regalo que no podría llegar en mejor momento y como usted dice, se valorar a mis amigos. —Lucius sonrió. —Señor Moffat le aseguro que cuando salga le ayudare…

—No mi señor. —El hombre tenía una mirada inteligente, pero algo parecía estar alterándolo, no notaba malas intenciones, pero algo quería, era un hombre corpulento, hasta bonachón, todos sus instintos le decían que debía correr, no por nada había llegado a ser alcaide de Flam. —Es mi sobrino… en Inglaterra, el necesita ayuda, mucha a mi parecer.

— ¿Cuál es su nombre? Tengo una persona de confianza en Inglaterra que podrá ayudarle. —El anciano aplaudió feliz, Lucius pudo respirar al menos lo que el hombre quería no tenía nada que ver con su familia.

—Blaise Zabini, no he podido contactar con él desde los incidentes en Hogwarts que terminaron con la muerte de Albus Dumbledore. —Le contó mirándole directamente, eso era mucho tiempo, realmente había pocas alternativas respecto del chico o había huido fuera de Inglaterra o estaba muerto.

— ¡Vaya! lo conozco, eran compañeros de escuela con mi hijo y será un gusto ayudarle…

—Su madre le dejo en una muy mala situación en esa guerra que vivieron… quiero principalmente saber cómo esta, aunque la ley londinense esta algo radicalizada, quiero que venga con la familia. —El hombre se veía realmente preocupado.

—Hablaré a través de la red flo inmediatamente con mi embajador allá… si hubiera sabido que Blaise necesitaba ayuda no hubiera hecho falta esta conversación, lo consideramos familia. —A Lucius realmente le sorprendió saber que el chico llevaba tanto tiempo desaparecido y a nadie le había dado por preguntar, el que Theodore no le hubiera buscado hacía todo el asunto más extraño.

—Mañana mi querido amigo, hoy, usted viajara con la escolta adecuada a ver a su hijo. —Le sonrió. —Él lo necesita más que nadie, me alegra saber que nos entendemos me comunicare con Sverd i fjell respecto a los donadores.

Capítulo 11

Harry miraba por el ventanal, nevaba y el color blanco abundaba en Oslo, miro los folletos de diferentes clínicas, aun no daban con la que atendía a Draco, pero de cierta forma se sintió más cerca de él, recargo su cabeza en la ventana cerrada ¿Por qué Draco había asumido que él le rechazaría? Dadas las circunstancias, aunque no hubiera estado de acuerdo le hubiera ayudado; miro la varita del rubio entre sus manos.

'¿Quiere que muera verdad? ¿Por qué soy tan malo como el—que—no—debe—ser—nombrado? ¿Usted se encarga de los malos y yo lo soy, por eso me quiere muerto verdad?'

Se le apretó el pecho al recordar su sueño ¿Draco de verdad pensaba eso de él? Trato de ponerse en el lugar del rubio, al finalizar la guerra… pero no podía, no recordaba que había hecho el platino después de la pelea de Hogwarts… aunque él había hablado en su favor y el de su madre en sus juicios… ¿entonces porque no decirle ahí? Cuando se encontraron en la sala de los tribunales, el rubio le había dado las gracias… y según lo que había averiguado, tiempo después habían trasladado a su padre de prisión.

Apretó los puños, puto Malfoy que asumía cosas erradas porque estaba equivocado, aunque el mismo se diera cuenta hace poco, suspiró.

—Ve a dormir, no sacas nada con quedarte pensando. —Dijo Hermione mirando como Ron roncaba en su cama, sonrió con ternura.

—No logro entenderle Hermione… los veelas arriesgan sus vidas si no están con sus parejas, si eso no fue suficiente motivación para que me buscara… no sé qué pensar —Se removió nervioso y se sentó en un sillón frente a la cama donde su amigo roncaba.

—En realidad creo que su relación desde el inicio partió mal —Se sentó a su lado. —Piénsalo, nunca pudiste dejar de estar pendiente de él, de lo que hacía, con quien hablaba… él tampoco, pero lo enfocaron mal y cuando se vino todo lo de la guerra fue peor, pues estaban en lugares dispares en el tablero. —Hermione vio con Harry bajaba los hombros resignado.

— ¿No tengo ninguna oportunidad? Yo… no se bien… es difícil de explicar… creo que al menos me debe una explicación, me drogo, me uso… —La chica negó con la cabeza.

—Te aseguro que para él no debe ser mejor. —Harry la miro esperanzado. —Es un veela, esta mágicamente hecho para amarte y protegerte, tuvo que pasar por sobre todo eso por este posible tratamiento, que aún no sabemos bien en que consiste, pero después de eso de esa vez que estuvieron juntos, en lugar de reclamarte como su pareja tuvo que dejarte ir. —La mirada de Hermione expresaba pura pena. —No debe ser fácil dejar ir a la persona que sabes está hecha para ti. —Miró a Ron. —Malfoy lo hizo.

—Lo hizo porque piensa que lo odio y que lo quiero muerto…

— ¿Alguna vez le demostraste que no es así? —Harry pareció ofendido.

—Está bien, tienes razón en eso de las peleas en la escuela… pero volví por él en la sala de menesteres que se quemaba por el fuego maldito y después hable en su favor en su juicio. —Harry lucia alterado. —Algo debe decirle… que no lo odio al menos… que no lo quiero muerto. —La chica tomó aire armándose de paciencia.

—No soy una experta, porque mi trato con Slytherin se limita a Andrómeda, pero según como creo que lo ve él, volviste por el en la sala de menesteres porque se lo debías de cuando él nos ayudó en su casa, con eso tienes marcador en cero y respecto al juicio se lo debías a Narcisa que le mintió al—que—no—debe—ser—nombrado. —Pensó un rato. —Por lo demás tu estas en números rojos. —Harry iba a reclamar, pero la chica siguió hablando. —Trataste de matarlo, si Harry literalmente, con un Sectumsempra en el baño…

— ¡El me lanzo un Crucio! —Se defendió con vehemencia.

—Si aceptamos lo que te dijo en sueños lo hizo para asustarte y apunto a la pared. —Harry se quedó mudo. —Por otro lado, él no te reconoce porque no quiere en la mansión Malfoy y a cambio tú le quitas la varita y le dejas desarmado frente a los mortífagos. —Harry tragó duro, el rubio de su sueño también le había recriminado eso. —Guinda de la torta, al volver a Londres donde estaba obligado por su medimago a tener relaciones contigo lo primero que sabe de ti es que te acuestas con todo lo que se mueve… —Harry iba a hablar la chica le silencio con una mano. —Para rematar su pésima relación, cada vez que él intento hablar contigo o que fueras a su casa, le rechazaste o lo tratabas mal.

— ¿De qué hablas? —Eso sí que le sorprendió, ¿Cuándo había pasado eso?

—Piénsalo, no fuiste a la fiesta o por lo menos el no supo que fuiste. —Hermione giro lo ojos. —Porque todo lo que tiene el nombre Draco Malfoy te llama la atención, pero no podías ir a saludar y a conversar como personas adultas, inmediatamente te pusiste a la defensiva, pensando que tramaba algo…

—¡ES QUE TRAMABA ALGO! —Ron se removió y se quejó en sueños, Harry se quedó en silencio, Hermione le dio una mala mirada.

—No, él quería llamar TÚ atención si la hubiera tenido de buena forma tal vez hoy no estaríamos aquí. —Harry se quedó mudo. —Eso sin contar con esa vez que nos encontramos en el pub, ese donde Ron pensó que estaba ebrio, te lo querías comer y no de buena forma, para terminar su carta de disculpa…

— ¿Cuál disculpa?

—Nos envió una invitación a su casa para disculparse por su comportamiento en el pub… —Harry asintió y removió sus manos. —Harry no te digo esto para abatirte, él te ama te lo dijo. —Harry la miró esperanzado la chica sonrió. —Pero tienes que reconocer que las cosas entre ustedes nunca han sido fáciles…

—Si él está embarazado…

—Tendrán menos tiempo para arreglar las cosas, pero yo creo que su problema ha sido siempre el no hablar las cosas directamente. —Harry asintió. —Si quieres una oportunidad debes ser claro… ahora ve a dormir, mañana tenemos mucho trabajo. —El moreno camino a la puerta.

—Hermione… ¿tú crees que él me escuche? —Preguntó dudoso sin atrever a mirarla.

—Si no lo pensara no te habría animado a venir. —Harry sonrió levemente y salió, aunque Hermione no quiso decirle que probablemente su mayor prueba seria atravesar la seguridad de la clínica.


John reviso los hechizos, todo funcionando en orden, miro a la mujer que aun sostenía la mano de su hijo con cariño y que le hablaba de lo que harían cuando abriera los ojos, sintieron unos ruidos desde el pasillo, John se excusó y salió a ver, nada le preparo para encontrarse con los insidiosos ojos de Lucius Malfoy, John trago, ese hombre respiraba poder y respeto, se quedó en su lugar.

— ¿Te quedaras ahí? —Le miró de arriba abajo, estaba escoltado por dos magos que vestían el uniforme de Flam pero parecían más sus guardaespaldas que sus captores.

—Señor Malfoy no le esperábamos tan pronto. —El rubio giro los ojos, John reconoció ese gesto en el mismo Draco, le dio el paso, pero a penas Lucius puso un pie en la habitación de su hijo, una fuerte bofetada se dejó oír.

— ¿Este es mi recibimiento mujer? —Gruño disconforme masajeándose la zona adolorida.

—Te mereces más… por tu culpa mi hijo… —John no notó en que minuto Narcisa se había movido tan rápido pero Lucius no se quedó atrás y la atrapo entre sus brazos.

—Yo aún te amo, siempre te he amado y lamento mucho lo que paso. —Sonrió, John decidió dejarles solos, los guardias de Flam custodiaron la entrada, Narcisa se removía molesta.

—No creas que te salvaras, pedazo de salvaje… mi bebé. —Narcisa se quebró al mirar a Draco en el coma inducido en que le tenían en la clínica. —Lucius… —Lloró. —No estoy hecha para verle sufrir. —El rubio acaricio los cabellos de su veela habían estado tantos días separados, primero en Londres y después en Flam, claro que en Noruega había sido únicamente porque la mujer no había querido visitarle.

—Lo arreglaremos. —Se abrazaron.

—Me has hecho falta. —Lucius se rió.

—No me has ido a ver en todos estos meses a Flam, no es como Azkaban. —Narcisa se alejó de él.

—Estas castigado. —Lucius le sonrió

—Pero cielo, a ti también te duele nuestra separación… no estas hecha para estar lejos de mí. —Le dio una sonrisa encantadora la mujer bufó. —Ven aquí. —Negó él rubio se acercó a ella. —Tengo entendido que los tratamientos de Sverd i fjell también te han ayudado. —Se sentó en la silla junto a la cama de Draco, tomo una de sus manos, estaba cálida.

—Ellos tienen razón, por muy veela que sea, Draco esta antes que tú. —Lucius sonrió triste, pero asintió.

—Tiene que ser así. —Dijo traspasándole magia. —Conseguí otros quince donantes para cuando el embarazo este en momentos más delicados. —Narcisa trato de disimular, pero estaba feliz era peligroso el embarazo sin magia constante y ella no podía suplir a Harry Potter. —Hijo, tienes que volver con nosotros. —Le dio un beso en la frente.

—Alguna idea de lo que haremos con Potter. —Preguntó sin acercarse a su marido, Lucius sonrió, veela orgullosa.

—En otra situación lo hubiera mandado a eliminar pero dudo que alguien pueda. —Suspiró frustrado, Narcisa asintió. —Así que me conformare con arruinar la vida de aquellos a los que el ama…

—Los Weasley

—Todo Londres ardera por el dolor de Draco. —Sentenció, Narcisa por fin sonrió conforme y dejó que Lucius la abrazara. —Además necesito información de Blaise Zabini.

—No he sabido nada de él ni de su madre. —Narcisa le abrazo también, a pesar de todos los errores de su marido, ella siempre le amaría y definitivamente su veela interno le necesitaba.

—Es sobrino de Moffat. —Narcisa asintió. —Dice que no tiene ningún tipo de información desde la guerra es mucho tiempo... ¿crees que Theodore pueda averiguar?

—Le pediré que se ponga a ello… ¿Lucius? —El hombre tenía la nariz enterrada en su cuello y olía su cabello. —Ya sé cómo hacer arder Londres.

Capítulo 12:

Habían pasado dos semanas en Noruega, Ron había tenido que volver a Londres por Rose, pero Hermione continuaba la búsqueda junto a Harry, habían decidido que lo mejor sería buscar a John Dahl, sería más fácil dar con el medimago que con la clínica, pero no tenían casi nada y ya comenzaba a desesperarse.

—Al parecer —Hermione se sentó a su lado en la cafetería del hotel donde alojaban, la chica había encontrado un contacto en el bajo mundo —Malfoy está cerca Sverd i fjell, para los muggles es un complejo turístico, pero tiene una entrada mágica, según el informante que tengo es un lugar muy costoso pero que ha tenido métodos revolucionarios en las criaturas mágicas. —Harry le quitó el pequeño libro donde indicaba los objetivos de la clínica y sus métodos. —Conseguir información me llevo una buena tanda de sobornos, al parecer esta clase de clínicas solo se 'publicita' en los altos círculos sociales y tienes que llegar por recomendación. —Los ojos verdes de Harry relampaguearon peligrosamente al pasar las hojas del librito. —ya viste el método revolucionario ¿eh?

—No puedo creerlo. —Harry miró la premisa, la única persona que podría ser más amada por una criatura mágica que su pareja destinada, era un hijo de ambos, en el caso de los hombres lobo incluso postulaban vientres de alquiler pues al vivir las transformaciones pues ellos no podían llevar a los bebés, en el caso de los vampiros tenían cuidadores diurnos especializados para los momentos en que no pudieran estar debido al sol… en el caso de los veelas… se planeaba un embarazo… pero un párrafo en particular llamo su atención.

Tratamiento para el veela rechazado.
Debido a que el veela está en viviendo un estado de rechazo, la relación sexual con su pareja puede significar la ruina total de todo el tratamiento de control previo, es por ello que una vez embarazados, se induce a los veelas a un coma hasta que la existencia del bebé es innegable y es palpable, así se traspasa el amor y preocupación de la pareja al hijo no nato.
Además de tratarse la depresión pos unión, la clínica garantiza satisfacción total e independencia al futuro para el veela…

Casos probados…

Completa privacidad…

Medimagos especializados…

Había varios tipos de tratamientos que la clínica probaba de acuerdo al grado de depresión de cada criatura, pero a Harry se le estrujaba el corazón solo de pensar lo que Draco había estado viviendo… lo que el mismo había estado viviendo, su constante sentimiento de vacío podía ser explicado, suspiró agotado por tanta información, no lograba comprender el actuar del platino, pero la única forma de resolverlo era hablarlo directamente.

—Según esto… Draco debe estar pasando por una etapa de coma inducido… ¿Cómo hablare con él? —Hermione suspiró cansada hace rato que veía a Harry cada vez más deprimido, y eso que ella aun no le decía que había una enorme posibilidad de que no pudieran hablar directamente con el veela.

—De eso quería hablarte… tenemos una dirección y un tratamiento, pero… —La chica se veía nerviosa Harry la miró impaciente. —Es una clínica especializada en criaturas rechazadas… y Draco estará viviendo una de las fases finales de su tratamiento estrella, lo más seguro es que no te permitan verlo. —Harry agrandó los ojos notando la gran verdad.

—Es cierto… mi presencia podría… —Los ojos se le cristalizaron. —Podría explicarles que Draco en realidad no es un veela rechazado.

— ¡Guau! Eso podría funcionar hace rato que no dejo de pensar en eso. —Se estiró en su silla como un gato sentía los músculos acalambrados, hace días que dormía mal y extrañaba a Ron y a Rose. — ¿Cómo es posible que esta clínica no investigue sobre las relaciones de sus clientes? Digo…

—Fue él el que me rechazo a mi Hermione. —Harry miró sus manos, la chica lo miró como si estuviera diciendo estupideces. —El jamás nos dio una oportunidad, solo se fue… y aquí dice 'Clínica experta en criaturas mágicas vinculadas a parejas rechazadas' no es solo que la pareja les rechace… en este caso… el rechazado fui yo. —Harry se acongojo aún más. —Es probable que sea… por todas las parejas que he tenido. —Hermione le masajeo un hombro.

—Tienes que hacer que te acepte. —Le sonrió. —Además… tenemos la ley de nuestra parte. —Harry la miro interrogante Hermione le cerró un ojo. —La ley será justamente tu carta de presión, con los Malfoy y en la clínica. —Sonrió, Harry asintió.

Capítulo 13.

Narcisa estaba nuevamente sentada junto a Draco, sonreía imaginando como cambiaría la vida de la familia en los próximos meses, Lucius saldría de Flam y Draco seria padre, sonrió de nuevo, la mansión Malfoy en Noruega brillaría con la llegada de su nieto o nieta, sabía que lamentablemente sería imposible que Draco tuviera más hijos pero con uno sería suficiente, ella siempre quiso tener más hijos pero la situación en Londres era inestable y era un riego tener otro, quito los cabellos plata de su hijo de su frente.

—Vas a ser tan feliz amor. —Jugaba con su cabello. —Noruega es frío pero es muy hermoso y tienen unas de las mejores educaciones mágicas del mundo su escuela mágica es Vigeland, incluso tienen cultura vikinga es encantador. —Tomó una de sus manos. —Y tú vas a poder estudiar lo que quieras amor, lo que sea… Arte incluso, no importa si a Lucius no le gusta… harás lo que quieras amor…

—Señora Malfoy. —El medimago entró con una bandeja de comida y varias cosas levitando. —Tiene que comer. —Le dejo la bandeja en la mesa junto a la cama de Draco, mientras el medimago revisaba los hechizos alrededor del rubio. — ¿Todo bien? —La mujer le dio una mirada extraña, hace rato que sentía un olor familiar en el medimago que no había logrado identificar.

—Dime algo… ¿Dahl no? —El medimago sonrió.

—Usted dígame como quiera. —La mujer sonrió ya sabía que conocía a ese hombre.

—Blaise. —Dijo sonriéndole por primera vez. —Sabes que tu tío está buscándote no han tenido noticias tuyas.

—Es mejor así. —Blaise se sentó junto a Narcisa. —Cuando supe lo que Draco estaba viviendo no pude no ayudarle ya estaba en Suiza estudiando medimagia, pero me especialice en criaturas mágicas por él…

—Sabes que no tienes ninguna oportunidad con él. —Le dijo sin dejar de mirar los cambios mágicos en la nueva imagen del chico que había conocido a los seis años.

—En realidad… quiero que me ayude con Theo, pero Theo no me mirara si Draco está en este estado. —Sonrió incómodo. —Theo es demasiado cercano a Draco, no está mal… es solo que es como un caballo solo puede ver a una persona a la vez… no me reconoció cuando estuve en Londres…

—Fue peligroso que volvieras.

—Naa… entre Draco y Potter, el mundo mágico de Londres no se preocuparía por nadie más. —Sonrió, pero comenzaron a oír ruidos en el pasillo. —Quédese aquí iré a ver.

Narcisa sonrió, a pesar de todo lo malo vivido en Londres Draco tenía amigos, amigos reales, no como los de Lucius. —Vez amor hay muchas personas que te quieren… —Algo le apretó la garganta. —Tienes que despertar amor.

—HE DICHO QUE NO. —Escuchó los gritos, Narcisa se recompuso y salió, había un grupo no menos de cinco paramédicos y tres medimagos, además de personal de seguridad, la mujer se acercó al grupo algunos metros alejados de la habitación de Draco.

—Te dije que no voy a preguntarte quiero verlo. —Exigió… Harry Potter, Narcisa se quedó mirándole en shock ¿Cómo era posible que Potter hubiera ido a Noruega? ¿A qué había venido? ¿Por Draco? Eso le molestó, a su hijo le había tomado muchos años aceptar su realidad como para que Potter apareciera y revolucionara todo.

Capítulo 14:

Potter había sido llevado a una oficina, alejado de las habitaciones Narcisa y 'John' estaban en la sala con el moreno que rumiaba, Hermione Granger estaba a su lado y las dos serpientes sabían que eso no era nada bueno.

—Señora Malfoy tratemos de llevar esto en paz. —Habló Hermione sacando una carpeta con variada documentación legal, Narcisa abrió enorme los ojos al reconocer parte de esos documentos. —Harry es un héroe de guerra, me corrijo, es EL héroe de guerra, si Draco Malfoy esta embarazado de él es normal que Harry quiera participar mágicamente en su gestación, eso, sin delimitar que puede pedir la tutela completa del bebé en cuestión. —Narcisa y Blaise estaban como papel eso terminaría por matar a Draco.

—Si están aquí, deben saber que es este lugar. —Habló Blaise, John. —Por lo tanto deben saber que la vida de Draco peligraría si…

—Es bueno que empecemos a hablar el mismo idioma. —Hermione sonrió.

— ¡Basta! —Harry tomó una de las manos de su amiga. —Esto no es necesario… señora Malfoy, Draco no es un veela rechazado él jamás me dijo nada… ni de sus sentimientos ni de su situación… —Tanto Narcisa como Blaise le miraron sorprendidos. —No supe de nada de esto hasta hace poco, cuando viajo a Londres con su medimago para este tratamiento.

— ¿Qué me está queriendo decir Potter? —Preguntó Narcisa confundida entre un mar se sensaciones ¿sería posible que Potter quisiera a su hijo? ¿Sería posible que Draco lograra ser un veela pleno?

—Quiero hablar con él… arreglar todos estos malos entendidos… —Harry removió sus manos. —No quiero decirles nada no corresponde, quiero decírselo a él primero. —La puerta de volvió a abrir, estruendosamente, Lucius tenía una mirada asesina, Hermione se sintió intimidada.

—¡POR NINGÚN MOTIVO! Fuera de aquí —Gritó totalmente fuera de control, los guardias de Flam sacaron las varitas. —Saquen a ese par de mi vista. —Los dos hombres se acercaron peligrosamente a los dos leones, Hermione no dudó en sacar su varita pero Harry supo que no podía permitirse una pelea con la familia de su… de su futuro… de Draco.

—Ustedes se quedan dónde están. —Narcisa se puso elegantemente de pie. —Potter, usted se quedara aquí con su amiga. —Le miró de pies a cabeza con la varita aun en la mano. —mientras hablo con el medimago de mi hijo y con mi esposo, cuando vuelva, llegaremos a un acuerdo. —Lucius la miró sin creer lo que su mujer decía, Blaise que sabía que Narcisa debía ser rápidamente obedecida, se levantó y salió su mujer le hizo una señal, Lucius tomo aire y salió lo más dignamente posible que pudo.

Blaise abrió otra oficina y la insonorizó, Narcisa dio un par de vueltas antes de mirarlos seriamente. — ¿Existe la posibilidad que Draco no le hubiera dicho nada a Potter? —Preguntó mirando al medimago.

—Si. —Suspiró y tomó asiento junto a Lucius mientras Narcisa les taladraba con los ojos. —Draco y Potter vivían peleando en la escuela, la cosa paso a mayores cuando Potter casi le mato en el baño… Narcisa ya no como una pelea infantil, Draco estuvo a punto de morir desangrado por su mano, ni Voldemort estuvo más cerca de ser atacado de esa forma… a partir de ahí, él se consideró un veela rechazado y ni yo ni Theo lo cuestionamos. —Narcisa se llevó las manos a la boca horrorizada, Draco su bebé había sido atacado de muerte por su pareja, eso explicaba muchas cosas.

— ¿Supiste de eso? —Preguntó a Lucius, mirándole como si quisiera matarle, todo era su culpa después de todo, la mujer temblaba visiblemente de pura rabia.

—No… o sea… no cuando paso, estaba en Azkaban pero Snape me informó cuando nos sacaron de prisión… para cuando hable con Draco el ya no… ya no era el mismo. —Dijo Lucius moviéndose incomodo en la silla junto a Blaise, Narcisa suspiró cansada.

—Mi pobre bebé… es la época de la misión de matar a Dumbledore… debe haberse sentido tan solo… —Narcisa dejo salir las lágrimas eso no debería haber pasado.

— ¿Me quieren explicar que hace Potter y la sangre sucia aquí? —Preguntó ya calmado Lucius y notando mucha familiaridad entre el medimago y su mujer, cosa que le desagrado.

—Potter debe haber atado cabos de cuando fuimos a Londres y paso algo que jamás pensé que pasaría… Potter está enamorado de Draco… y parte de su comportamiento de mierda debe deberse a la separación con su pareja. —Habló Blaise tomando una mano de Narcisa de cierta forma había una luz de esperanza. —Si las cosas son así… cuando Draco despierte… el podrá estar con su pareja… y ser una pareja veela normal. —El medimago soltó a la veela cuando sintió el gruñido nada elegante de Lucius.

—Es Blaise tonto esposo mío. —Los ojos azules del rubio se abrieron hasta más no poder. —Hasta lo más inaudito por Draco. —Sonrió cansada. —Hablare con Potter sino me converse... —Caminó a la puerta pero giro sobre sus tobillos. —Tú. —Apuntó a Lucius. —Hablaras con Blaise y no me molestaran. —Los ojos de Narcisa brillaron peligrosamente, ambos hombres dentro de la habitación asintieron.


Cuando Narcisa volvió la hizo sonreír el hecho de que Potter y Granger parecieran estar discutiendo, según lo que alcanzo a captar de conversación, Granger creía que lo mejor era haberles asustado un poco más con el tema legal, mientras que Potter estaba cansado de todo y solo quería que le dejaran ver a Draco, seguramente ni Potter estaba realmente consciente de cuanto amaba a su hijo; la mujer tomo asiento frente a los leones y se aclaró la garganta.

— ¿Estuvo usted durante su sexto año en Hogwarts vinculado al acto que casi le costó la vida a mi hijo en el baño de prefectos? —La pregunta descolocó a Harry, quien bajo la cabeza apenado.

—Sí, llevaba tiempo siguiéndolo, sabía que planeaba algo no sabía lo que era, el me lanzó un crucio… yo respondí con un sectumsempra. —Seguía mirando sus manos.

— ¿Entonces entiendes porque Draco se consideró un veela rechazado? —Suspiró cansada, el dolor que un veela sentía cuando su pareja le lastimaba era abrumador, pero cuando este estaba planeado para matar… los veelas se veían tentados a dejarse morir solo con el pensamiento de que sus parejas quisieran hacerles daño.

—No lo sabía… y después… lo saque del fuego maldito y habl…

—No importa… desde ese minuto, usted pudo pedirle matrimonio y Draco seguiría considerándose un veela rechazado. —Harry se sintió fracasado si era así, entonces el rubio jamás le aceptaría, escuchó a la mujer suspirar derrotada, se masajeo el puente de la nariz.

—A partir de ahí, todo lo que usted hizo por nosotros y por él, fueron cosas que Draco debe haber atribuido a su rol de héroe… o alguna otra cosa, para los veelas los ataques mágicos… de nuestra pareja… son… —No pudo terminar la frase, sintió un nudo angustiante en la garganta pobre Draco, cerró los ojos dándose fuerza. —Pero aún tenemos una opción. —Harry la miró esperanzado. —No por ahora, Draco estará en coma inducido durante cinco meses, sería bueno que usted le diera de su magia y que él sintiera su presencia… pero no adelantare su despertar. —Harry volvió a asentir un poco más feliz. —Cuando despierte será su deber convencerle de sus sentimientos… y que le crea. —Narcisa se puso de pie y caminó a la salida, abrió la puerta, pero se giró sobre sus talones. — ¿Señor Potter? —Harry la miró interrogante. —Crucio.

Capítulo 15:

— ¿Estás seguro? —Hermione miró desconfiada al medimago de los Malfoy.

—Si Hermione, no puedo seguir abusando de tu amistad, reúnete con Ron y Rose… yo iré cuando pueda convencer a Draco. —Le sonrió era una sonrisa esperanzada. —Tampoco creo que Madame Malfoy vuelva a cruciarme. —Sonrió nervioso, de eso no estaba para nada seguro y la verdad es que había sido de los crucios más poderosos que había recibido en su vida.

—Escríbenos ¿sí? —Finalmente Hermione se despidió, Harry miró tras de sí, John estaba de brazos cruzados cerca de la puerta.

—Sígueme. —Ya no le pareció ni amistoso, ni amable, parecía querer saltarle a la yugular en cualquier minuto. —Draco no es consciente de lo que pasa a su alrededor pero su bebé debería reaccionar a tu magia cuando cumpla un mes y medio. —Explicó mientras le guiaba por los pasillos de la clínica. —También quiero hacerle una serie de preguntas, hay teorías que hablan sobre el comportamiento de las parejas de los veelas, que a pesar de no ser veelas, sufren trastornos similares con su separación… claro que es cuando las parejas ya se han unido, de todas formas es un caso interesante de estudiar. —Harry asintió no quería hacer enojar al hombre, quien le abrió una puerta Harry sintió algo helado en el cuerpo, Draco estaba mortalmente pálido en la cama, con el cabello algo revuelto y más delgado de lo que le recordaba. —No use magia eso podría alterarle, solo ponga su mano en su vientre, nada de magia sin varita y no vincule sus sueños…

—Mis sueños… ¿eran lo de él? —El medimago tuvo la decencia de parecer apenado. —Soñé varias veces…

—Fue mi idea… Draco no sabía que lo hacía. —Harry se lo quedo viendo. —Tratamos de llamar su atención en Londres y no lo logramos con métodos convencionales, así que le di una poción para usted viera sus sueños… y para él los olvidara al despertar. —Harry asintió. —Al parecer funcionó porque desde que comencé a hacerlo, usted no le perdió pisada. —Sonrió sobradamente.

—Cuando estábamos en Hogwarts también soñé con él… aunque ahí no les di importancia a mis sueños, estaba todo el tema de la guerra… —Blaise se quedó petrificado, esos dos serian una pareja de temer, Potter era el mago más poderoso del mundo registrado y Draco no se quedaba por mucho atrás.

—Les dejare solos… Potter por favor… Nada de magia. —Al cerrar la puerta se quedó un rato recargado ¿Cómo había dado Potter con clínica? Era casi imposible que lo lograra por sus medios incluso para Granger, ya que todas las personas que sabían de ella eran sometidas a un hechizo de confidencialidad ligado a un Fidelio, que era mantenido por el director del centro, eso le llevo a pensar a que habían tenido más ayuda de que estaban dispuestos a aceptar.


—Hola. —Harry se sentó en la silla junto a la cama, acaricio su frente. —Siempre tomas tus decisiones sin preguntarle a nadie ¿no? —Tomó un mechón de pelo y se lo llevo a la nariz, ahí estaba, inhaló profundó, ese olor había sido el que le había vuelto loco en la mansión Malfoy. — ¿Por qué no me dijiste? —Le tomó una mano y besó el dorso. —Por Merlín Draco ¿te das cuenta que nos quitaste la oportunidad a los dos? —Puso una mano en su vientre y sintió como la magia abandona su cuerpo en oleadas cálidas. —Hola bebé soy tu papá… o trataré de serlo… si él me deja… —Solo miraba al rubio, estaría así cinco meses, era tan hermoso se preguntaba si Draco en la escuela había sido siempre igual de hermoso, no lo recordaba, cuando pensaba en su historia juntos solo veía a un chiquillo desagradable molestándole… pero un chiquillo, recordó sus ojos cuando comenzaron a opacarse en el baño, cuando cayó al suelo dejando salir toda su sangre, Harry se había asustado de muerte, jamás pensó que esos serían los efectos del hechizo, no lo pensó, jamás quiso hacerle un daño tan grande, hipó y se tapó la boca tratando de aguantar el llanto. —Sé qué crees que quise matarte. —Le costó hablar. —Pero quiero sepas que soy más estúpido de lo que parezco, no sabía lo que hacía el hechizo, nunca lo había usado. —Apretó la mano que tenía entre las suyas. —Nunca te hubiera hecho daño, no uno real… no así. —Volvió a besar el dorso de la mano que sostenía. — ¿Podremos hablar cierto? ¿Me escucharás cuando despiertes?


Theodore miraba las últimas transacciones cuando sintió una aparición internacional, eso era extraño, y se preocupó, tal vez le había pasado algo a Draco o Narcisa, se acercó rápidamente, pero fue estampado brutalmente contra la pared contraria.

— ¿Tienes algo que decirme? —El medimago de Draco le había lanzado un hechizo y le amenazaba con la varita y una mirada asesina, se limpió la comisura de los labios, tenía sangre, ese imbécil le había herido.

— ¿Y tú? ¿Nada que compartir? —Ambos se midieron con la mirada, Theodore se puso dificultosamente en pie, había dejado su varita en el estudio y eso no le gustó.

— ¿Les diste la localización de la clínica a Granger y Potter? —Theodore sonrió abierta y descaradamente. —Jodido de mierda, Draco podría colapsar con eso…

—Un minuto de felicidad por sobre una vida de mierda. —Juntó su magia en las manos e hizo aparecer su varita, el medimago pareció sopesar la situación. —Potter no iba a llegar solo… y si quería encontrarle era porque quería arreglar las cosas. —Ahora tú…

— ¿Cómo lo supiste? —Suspiró bajando la varita, se sentó cómodamente frente al fuego.

—Te busque como un loco al terminar la guerra… Blaise. —Se acercó a él. —Creíste que podría dejarte solo… a ti… amor. —Levantó la cabeza solo para el que el otro le atrajera desde el rostro y le besara, Blaise forcejeó un rato de quitárselo de encima pero Theo era mucho más fuerte ¿o es que él no lucho tanto como querría? —Deja que Potter arregle las cosas con Draco… y tú puedes quedarte conmigo mientras —Sonrió, Blaise estaba todo rojo, asintió. —Tan dulce. —Volvió a besarle.


Llevaba dos días viendo constantemente a Draco dormir, Narcisa iba también, a veces hablaban, otras simplemente se quedaban mirando como el rubio seguía inconsciente y sin cambios, Harry acariciaba sus manos y peinaba su cabello, escribía de vez en cuando, para no olvidar lo que diría cuando despertara, le pusieron una cama junto a la de Draco, despertaba todos días mirándole, sonreía a verle siempre igual, nada le preparó para un día despertar y ver los enormes y bellos ojos grises de Draco mirándole ceñudo.

— ¿Potter? —Parecía que no se lo creía, Harry asintió ¿o los meses habían pasado muy rápido o Draco había roto el coma inducido? Como fuera, Narcisa y el medimago lo matarían, se levantó sin hacer mucho ruido y acarició una de sus mejillas.

—Tenemos mucho por hablar. —Susurró muy bajito y miró el vientre aun plano del rubio, no sabía si estaba bien o mal lo que haría, pero no esperaría que llegara nadie y le robara su oportunidad. —Draco yo… —El rubio se puso a llorar. —No Draco no llores, por favor… yo no sabía… no sabía que nosotros…

—Lo lamento, lo siento… perdón. —Draco se estaba descontrolando y eso era malo y peligroso. —No debí usar mis poderes… Potter lo siento... lo siento… me dijeron que jamás… —Le iba a dar algo si seguía balbuceando y llorando, pero algo había aprendido de veelas, así se metió en la cama del rubio y le abrazó con fuerza, dejo que su magia le envolviera y le pareció más hermoso y etéreo si eso era posible.

—Cálmate, solo quiero hablar ¿sí? —Draco le miro desde su pecho, el rubio se arrebujo más contra su cuerpo, Harry acaricio su espalda. —Draco no sabía que eras un veela, mucho menos que eras mi pareja. —Draco le miro asustado, Harry le sonrió. —Muchas cosas fueron más claras para mí cuando entendí eso… Draco… eres mío ¿Por qué llevas tanto tiempo negándolo? —El rubio se sonrojo. —Puedo ser tuyo si me dejas. —Harry le tomo del rostro y le beso, Draco se dejó hacer, era Harry, su Harry, de seguro estaba soñando pero se sentía tan bien, sintió como una de las manos ásperas de Harry se removía bajo su ropa buscando mayor contacto. —Necesito… oh Draco… necesito hacerte el amor. —El rubio le miro asombrado, pero asintió, era Harry.

—Suelta a mi hijo H… P... —Lucius gruñó, apretó los dientes para no decir la ofensa frente a su mujer, estaba anonadado en la puerta de la habitación, Narcisa estaba igual de sorprendida a su lado, la mujer apretó el brazo de su marido cuando quiso sacar la varita.

—Es mío. —Solo dos palabras, y Lucius se quedó helado en su lugar, Draco se apretó al cuerpo del león. —No sé qué pasa… y no me siento muy bien… pero… —Miró los ojos de Harry podría perderse en ese verde. —Es mío. —Harry sonrió y asintió.

—Siempre

FIN!

Tuve que editarlo porque se me borraron los separadores de escenas... ahora costara menos leerlo :)

Besos a todos

ARIZU EIRI