PRÓLOGO

La pérdida de su querido Nii-San había sido un duro golpe para todos, pero en especial para ella. Se sentía sola, vacía, más insegura de lo que solía ser, se fue alejando de todos y nadie podía evitar la soledad que ella buscaba como refugio.
Había perdido a uno de los que era su modelo a superación, a su protector, a su guía, a quien siempre le decía que se esfuerce cada vez más, había perdido al superdotado de su clan ... a su querido Neji-Niisan .

No le echaba la culpa a nadie, excepto a ella misma.
Entendía que la guerra dejaría grandes pérdidas, nunca pensó en que ella perdería algo. No, cuando solo hacia lo mejor para defender a aquel rubio que había amado desde pequeña, supo que Neji también lo protegió, porque lo había liberado, porque ese muchachito había logrado vencerlo alguna vez y no volvería a caer.

Todo en el gran mundo ninja había cambiado, había Paz, no más guerras, ya no ..!
Neji ahora era uno de los héroes y lo merecía, su sacrificio era digno de su Clan y para Hinata no era en vano, pero tampoco sabía cómo afrontarlo. Prefería pasar horas encerradas en su cuarto y dejar que las horas pasen evitando escuchar los comentarios siempre negativos de los ancianos de Clan Hyuga. Ya no había un motivo para mejorar, ni siquiera Naruto Uzumaki.