Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son propiedad de J. K. Rowling, empleo parte de ello sin fines de lucro. Por otra parte la trama sí es mía, por lo que me reservo su uso.
El presente texto participa en el Mini Reto de octubre de "La Copa de la Casa 2017–2018", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Personaje seleccionado: Rose Zeller.
Palabra sorteada: "arcada".
Ah, ¿qué será?
La mañana era normal en el Cuartel General de Desmemorizadores.
No había mucho trabajo. Enviaron a controlar otro avistamiento del kelpie del lago Ness; después, un colega tuvo que ir hasta Selsey porque un torpe alumno de la Escuela de Sanación hizo un desastre apareciéndose y unos muggles se dieron cuenta. Rose agradecía no haber sido encomendada a eso último.
De hecho, por una vez estaba encantada de quedarse sentada a su escritorio. Esa mañana no se había sentido bien después de llegar por la Red Flu, cosa normal si no había desayunado. Lo raro fue que, al ir al comedor, arrugó la nariz ante el aroma de la comida ya servida en distintas mesas y sin pensar, salió corriendo.
Así, se hallaba sentada, tranquila, poniendo al corriente sus reportes… y hambrienta.
—Buenos días, Rose. Ten, te traje algo.
Ante ella, colocaron una bolsa de papel con el logotipo de una cafetería muggle que le encantaba. Había reconocido la voz, por lo cual alzó la vista y sonrió, encantada.
—Gracias, Wayne. Justo estaba pensando en…
Se interrumpió. Había abierto la bolsa mientras hablaba y el olor del contenido, que normalmente le hacía agua la boca, en esa ocasión le causó una horrible sensación en la boca del estómago.
—¿Rose? ¿Estás bien? Te pusiste pálida.
—Sí, lo siento, yo… ¿Me permites un momento?
Sin esperar respuesta, dejó su silla y se fue apresuradamente al primer baño de damas que encontró, encerrándose en un cubículo. Respiró hondo, sin explicarse qué sucedía, hasta que una arcada la acometió y se inclinó sobre el inodoro, tosiendo y expulsando… ¡Nada! ¡No había comido desde hacía horas! ¿Qué demonios estaba sucediendo?
Minutos después, ya fuera del baño, Rose se preocupó. Casi nunca enfermaba; es más, a su alrededor podían haber cinco personas resfriadas y ella seguiría como si nada. Repasó mentalmente los últimos alimentos consumidos, esperando encontrar la causa del repentino malestar, pero los descartaba uno a uno sin dudar.
Al llegar a su escritorio, Rose se decepcionó al no encontrar a Wayne, pero allí seguía su bolsa de papel cerrada y junto a ella, una taza de contenido humeante bajo la cual había una nota.
"Bebe el té primero, te ayudará. Si no tienes otra cosa qué hacer, cenemos donde siempre."
Rose sonrió y por fortuna, pudo beberse el té.
La cena de esa noche sería otra historia, y lo sería durante mucho tiempo.
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Bienvenidos sean a la segunda participación de la Copa. Word me dice que consta de 399 palabras (tras recortar, lo cual es una lástima), así que por favor, nada de quejas al respecto, que soy la primera insatisfecha.
Mi segunda bruja del mes es Rose Zeller (Hufflepuff seleccionada en 1995). Ya he escrito sobre ella en ediciones anteriores de la Copa, por lo cual no debe extrañarles el empleo que le he dado (en el Cuartel General de Desmemorizadores) ni que conozca a Wayne (Hopkins, Hufflepuff desconocido que según JK, es del curso de Harry y compañía). La palabra sorteada fue la que me hizo pensar en prácticamente toda la historia… bueno, eso y ahora mismo también siento como si fuera a expulsar todo lo que tengo en el estómago, pero a consecuencia de una severa tos causada por un resfriado. Así es la vida.
Y siendo malvada dejando en el aire lo que le pasa a Rose (que quizá es lo que muchos están pensando), me despido. Cuídense mucho y nos leemos el siguiente mes.
