Disclaimer: Dragón Ball Z no me pertenece ni los personajes mencionados en esta Fanfic.

Ni tampoco la canción del inicio llamada mi enfermedad.

Esta Fanfic lo pongo en la categoría de Dragón Ball Z ya que Vegeta aun no aparece DB pero temporalmente comienza en cuando Bulma tiene 16.

Prologo.

Esta historia se desarrolla en un universo alterno en el cual el planeta Vegeta nunca fue destruido pero Kakaroto si fue enviado a la tierra y perdió la memoria como se sabe que pasó.

Estoy vencida porque el mundo me hizo así no puedo cambiar

Soy el remedio sin receta ni tu amor ni enfermedad

Estoy vencida porque el cuerpo de los dos es mi debilidad

Esta vez el dolor va a terminar.

Escuchaba Bulma en la radio de su habitación mientras bailaba a la par, ella había llegado después de unas aventuras con Goku, Yamcha, Puar y Oolong.

Por fin en casa – suspiro Bulma tirándose a la cama.

Bulma querida baja para probar los pastelillos que te he preparado – gritaba Bunny desde la cocina.

Ya voy mamá ufff cuanto extrañe sus pastelillos – decía Bulma escuchando rugir su estómago mientras bajaba las escaleras.

Bulma también te he preparado un poco de café siéntate te serviré – musitaba amablemente la madre de nuestra protagonista.

Gracias mamá – hablaba Bulma mientras esperaba a que se enfrié para beberlo.

Y bien hija ¿has conocido algún chico guapo en tu viaje? – interrogaba la Sra. Briefs.

Como crees mamá – decía Bulma mientras las mejillas se le ponían rojas.

Bueno Bulma yo diría que el afortunado debe apurarse porque cualquier hombre en el universo moriría por estar contigo – comentaba orgullosa su madre.

Mamá no exageres – decía Bulma entre risas.

Mientras tanto en otra galaxia en un planeta lejano llamado Vegeta habían dos hombres charlando como preguntándose qué hacer.

Nappa dime que crees que debemos hacer – interrogaba Paragus en uno de los pasillos reales.

No tengo ni la menor idea el premio que pidió esta vez el príncipe luego de esa batalla es de lo más extraño el príncipe suele pedir tecnología, planetas o herramientas de entrenamiento ¿pero una mujer? – comentó Nappa.

Y si solo le damos una de las rameras del Rey o alguna saiyajin libre – respondía Paragus.

Imposible a las rameras él las desprecia dice que son repugnantes y las saiyajins libres no quieren estar con él ya se los ofrecí de todas las maneras y no las puedo obligar porque pagan los impuestos al Reino y entonces tienen derecho a decisión propia – recitaba Nappa.

Si tan solo el príncipe no sufriera de esa enfermedad tal vez esto sería más fácil – pensó en vos alta Paragus.

A veces pienso que el Rey solo lo conserva solo porque es fuerte ya que cuando nació Tarble él esperaba que fuese más fuerte que el príncipe Vegeta para poder despacharlo que su segundo hijo quede como heredero porque para él era una deshonra que su primogénito tenga esa extraña enfermedad y luego de que su segundo hijo haya salido débil él Rey culpó a la Reyna Peppers por haberle dado descendencia con problemas pero luego cuando el príncipe demostró su poderío el Rey se mostró bastante satisfecho hasta se puede decir orgulloso pero él nunca se mete en las decisiones del príncipe simplemente le cumple todos sus caprichos siempre y cuando este gane una batalla – explico Nappa.

Si pero toda esa explicación no nos saca la responsabilidad que nos dio el Rey además de eso depende nuestra recompensa ahora pensemos que hacer – regaño Paragus.

Está claro que aquí no hay posibilidades las mujeres saiyajin no son fáciles de engañar todo por la mala fama del príncipe – decía Nappa mientras miraba al techo para que se le ocurra una idea pero Paragus se le adelantó.

Y si buscamos en otro planeta las mujeres no sabrán sobre el problema del príncipe las traeremos por las buenas o por las malas – dijo Paragus convencido.

Ah buena idea traeremos varias muchachas de apariencia similar a la nuestra o al menos agradable a la vista y que el escoja cual le gusta – comento Nappa convencido.

Iré a informárselo al Rey – justifico Paragus su retirada.

En la habitación del Príncipe Vegeta…

Vegeta estaba pensando en lo que había pedido como premio por su misión no es que el desease compañía ni unirse a nadie pero hubo algo que le sucedió hace días que le hizo pedir eso para probarse a sí mismo.

Flashback.

El imponente príncipe de los saiyajin había regresado hace unas horas de su última misión que había resultado exitosa y ahora se estaba dirigiendo a su sala de entrenamiento personal cuando iba pasando por los pasillos escucho a dos saiyajins de clase alta conversando no les iba a prestar atención pero pudo oír que lo estaban mencionando.

Bien yo creo que la dinastía del Rey Vegeta va a pique – dijo un saiyajin de tez oscura y cabello negó y puntiagudo en forma de estrella.

Porque lo dices si el Rey tiene dos hijos – preguntó otro saiyajin de cabello negro azulado a la altura del hombro con puntas un poco chuecas y tez muy clara casi rosada.

¿Pero crees que algo bueno saldrá de ellos? Tarble es un debilucho y su descendencia también será así y Vegeta puede ser muy fuerte pero ninguna hembra se acercaría a el primero se cortarían la cola ni siquiera creo que las hembras de otro planeta se acerquen a él – dijo él saiyajin de tez oscura.

Tienes razón además quizá si alguna mujer se acerca a fornicar con el tendrá suerte y si le da descendencia de seguro le saldrá defectuosa como él – respondió el saiyajin blanco.

Vegeta hirvió de furia estuvo a punto de matarlos pero eso implicaría que acepta su "Defecto" y se siente ofendido por eso así que fue rumbo a su sala de entrenamiento todo el tiempo pensaba en eso, toda su vida él fue hecho de menos por sus múltiples trastornos la única persona que lo había apoyado era su madre pero desde hace un tiempo él se volvió distante con ella.

También se preguntó cómo sería estar con una mujer ya que el a sus 17 años no lo había hecho ya que las rameras eran mujeres mayores repugnantes y las otras mujeres no se acercaban jamás a él, incluso los insectos de clase baja comentaban sus aventuras sexuales en las misiones. ¿Tan repugnante era? Se preguntaba Vegeta,

Una noche estaba el durmiendo y al mismo instante estaba teniendo una pesadilla en la cual él era un anciano que estaba en su lecho de muerte completamente solo en una cama de una habitación real y en un momento entro un saiyajin alto tez bronceada con armadura real muy parecido a su padre pero con el cabello más hacia arriba.

Hola hermano – le dijo el personaje.

¿Tarble? – respondió confundido Vegeta.

No me confundas hermanito yo soy mucho más poderoso que él y que tú también pero él se ha muerto no deben vivir y los defectuosos como tú tampoco, lastimosamente nunca tuviste lo que era tu derecho por tu "problemita" pues como yo soy un hombre sano tuve los privilegios exclusivos mejores planetas, mejores equipos de entrenamiento y mujer que me desean pero tengo una pareja al que tú nunca podrás y también un hijo. Mi Reyna mi príncipe pasen… en ese momento los ojos de Vegeta vieron una figura de una mujer encapuchada y un niño envuelto en una manta en brazos de un sirviente. La mujer estaba a punto de sacarse la capucha cuando de repente…

Príncipe el Rey pide su presencia para que usted solicite su obsequio – comentaba Nappa mientras golpeaba la puerta.

Eso hizo que Vegeta despertará de su sueño sin ver el rostro de esa dama.

Ya voy ahora retírate – gruño Vegeta.

(Pues ahora mi deseo es una mujer) pensó Vegeta.

Fin del Flashback.

Vegeta intentaría despejar su mente y se dirigió a su sala de entrenamientos.

Pasaron 3 días las naves de Nappa y Paragus ya estaban listas para partir.

Mira Nappa tu iras a estos planetas y yo a estos pero no agarres a cualquier mujer debes elegir bien deben ser atractivas y te prohíbo que te las folles – le reprocho Paragus a Nappa.

Está bien nos veremos – dijo Nappa.

Así los ayudantes del Rey iban esta vez en naves grandes para traer a "las candidatas a obsequios" para el principito.