Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.

Capítulo 3: Los bufones Z.

El sonido de un teléfono fue lo primero que Gohan escuchó esa mañana de sábado. El joven saiyan abrió sus párpados con algo de molestia a la vez que se levantaba de su cama para contestar a ese aparato del diablo.

-¿Alguna vez el teléfono ha tenido un sonido tan insufrible como ahora? – se preguntó el chico a la vez que se ponía de pie.

No tardó más de un segundo un tener que apoyarse contra lo primero que encontró a mano, se encontraba tremendamente mareado, todo le daba vueltas y tenía una extraña sensación de vértigo que le revolvía el estómago.

-Por Kamisama, ¿Por qué me encuentro tan mal? – se preguntó el chico al ver su estado.

-Es lo que se llama "resaca" – contestó una dulce voz detrás suya.

Gohan se giró para observar al emisor de dicha voz. Videl le miraba con una sonrisa cansada y con sus bellos ojos cerúleos ligeramente cerrados. Ahora lo recordaba, la joven luchadora se había quedado dormida en su cama, y él, que estaba incluso peor que su amiga, no tuvo más remedio que acomodarse a su lado y dejar que el sueño le librara de aquella sensación embriagadora.

-Ahora… Hazme un favor y responde a ese dichoso teléfono… - dijo antes de volver a ocultarse en la almohada de Gohan para evitar los ligeros rayos de Sol.

Con toda la energía que le era posible y evitando no vomitar, Gohan avanzó unos pasos hasta el pasillo para responder al condenado teléfono que no paraba de sonar. ¿Quién era la persona que deseaba tanto comunicarse con la residencia Son?

Tras un corto pero horrible tramo, el guerrero más poderoso del universo por fin llegó hasta el aparato. Apoyándose en la pared más cercana para poder resistir descolgó el auricular.

-Residencia de los Son, ¿con quién tengo el gusto de hablar a estas horas tan intempestivas? – preguntó amablemente el primogénito de Goku.

-¡GOHAN! – Fue lo primero que se oyó por el auricular. Un alarido que el joven sabía perfectamente a quién pertenecía.

-Ma… Mamá… ¿Qué te hace llamar a estas horas…? Estaba dormido… - dijo con miedo el chico.

-¡¿Que qué me hace llamar a estas horas?! ¡¿Zumo de uva?! ¡¿Succionarse las caras?! ¡¿Problemas para volar?!

Gohan se quedó mudo y paralizado por el miedo, parece que su hermano y el hijo de Vegeta no eran tan inocentes como pensaba, ¡y tampoco muy discretos!

-¡No he pasado tanta vergüenza en mi vida! – gritó Chichi.

Flashback.

-Y bien, ¿qué estaba haciendo tu hermano cuando pasasteis por el lugar? – preguntó Chichi mientras tomaba un poco de café en el desayuno junto a sus amigos.

-Pues fue muy curioso – dijo Trunks con una sonrisa perversa.

-Síii, mucho – dijo Goten mirando a su amigo con la misma sonrisa.

-Vamos, déjense de secretos, ¿qué pasaba?

-Pues, Gohan y sus amigos estaban en el sofá, charlando tranquilamente, bueno, uno de ellos se había quedado dormido, pero también es que era bastante tarde – dijo Goten.

-Es normal que hablen, así son las relaciones entre amigos – dijo Bulma.

-Sí, parece ser que el zumo de fruta que tenían en la mesa producía sueño. Jugaban a una cosa llamada "Verdad o Reto" y Gohan ya no tenía la camiseta puesta. – comentó Goten inocentemente.

-Es cierto, además, parecía que habían conjuntado el juego con otro de succionarse las caras... Videl y él se habrían succionado mutuamente si no hubiéramos intervenido justo en ese momento.

-¿Có… Cómo…? – preguntó incrédula Chichi dejando la taza de café en la mesa, mientras Bulma la miraba sabiendo la posible reacción.

-Vaya, sí que ha crecido nuestro Gohan, todavía recuerdo como lloraba cuando Raditz lo tenía atrapado, y ahora, ya se besa con chicas. – comentó no muy acertadamente Krilin.

-La verdad es que se ha puesto muy guapo, con un cuerpo increíble, y sumándole su inteligencia, su nobleza y su inocencia, es irresistible – dijo 18 ganándose una mirada de su marido.

-Si entrenara más podría conseguir lo que quisiera… pero ese insecto ya está descuidando su entrenamiento – dijo Vegeta -, cuando tengamos problemas no podrá ni transformarse en Super Saiyan si sigue así.

-¡No se vayan del tema! ¡Goten, Trunks! ¡Necesito que me cuenten más! ¿Hablaron con Gohan o algo? – exigió Chichi.

-¡Sí! Nos siguió como pudo para preguntarnos que hacíamos allí – respondió Goten.

-¿Cómo que "como pudo"?

-Tenía algunos problemas para volar adecuadamente, se tambaleaba demasiado… - aportó Trunks.

Fin del Flashback.

-Mamá, déjame explicarte… - comenzó Gohan con miedo, pero fue interrumpido por su madre.

-¡Cómo vuelva a enterarme de algo así! ¡Te traigo de las orejas hasta West City! ¡¿Te quedó claro?!

-¡Sí, mamá! – dijo Gohan poniéndose firme.

Chichi colgó el teléfono y Gohan por fin pudo respirar tranquilo. Tanto estrés le había quitado la resaca de un plumazo y ahora solo deseaba poder tumbarse en la cama y dormir un poco más.

-¿Quién era? – le preguntó Videl abriendo un ojo al verlo volver.

-Mi madre. Al parecer Goten y Trunks se han ido de la lengua y se ha mosqueado un poco – dijo el chico mientras que se tumbaba nuevamente al lado de la pelinegra. – Buenas noches.

-¡Pero si son las 11 de la mañana! – le reclamó la chica.

-Un poquito más, por favor.

-¿No son adorables? – pudo escuchar entrecortadamente Gohan.

-Bah.

-Venga, no seas celoso, son encantadores, han dormido juntos. Esto es amor de verdad.

-Si tú lo dices…

Iresa y Sharpner observaban a ambos jóvenes desde el umbral de la habitación. La chica con sus manos en su rostro y con una mirada de ilusión, mientras que el chico con cara de indiferencia.

-Eh, parejita, ya es mediodía, es hora de levantarse – dijo Iresa mientras zarandeaba a Gohan.

-Un poquito más, mamá…

-No, ya has dormido demasiado, arriba – dijo Iresa entre risas cogiéndolo de un brazo para levantarlo–. Y tú también, Videl.

Necesitaron cerca de 15 minutos hasta que por fin estaban completamente despiertos. Los cuatro salieron a pasear por las Montañas Paoz para aprovechar el buen día que hacía.

El día fue bastante agradable, comieron en un prado, pescaron, nadaron, incluso hubo un pequeño entrenamiento. Sharpner quería conocer la fuerza de Gohan y no hacía más que retarlo a un combate, cosa a la que se negaba el saiyan.

-Venga, te juro que no te haré daño – dijo Sharpner por enésima vez.

-No es exactamente eso lo que me preocupa – dijo Gohan entre risas.

-En ese caso, venga, en guardia - Sharpner se lanzó por la espalda contra Gohan soltándole una patada directa a la nuca.

Sharpner estaba seguro de que iba a dar en su objetivo pero cuando llegó el momento de sentir el golpe solo pudo notar como su pierna recorría aire.

-Te repito que no te lo aconsejo – dijo Gohan a su espalda.

-Pero, ¿cómo…? Esta no podrás esquivarla.

El rubio lanzó una nueva ofensiva. El puño esta vez iba dirigido a la cara del muchacho pero este solo levantó un dedo para detener completamente ese golpe. Después con un elegante y rápido movimiento de muñeca agarró el brazo de Sharpner lanzándolo unos cuantos metros con una perfecta llave de muai thai.

-Sharpner, te aconsejo yo también que no insistas. Gohan está en una posición a la que nosotros nunca llegaremos – comentó Videl viendo que Sharpner iba a intentar un nuevo asalto.

-Es cierto, además de que es el Gran Saiyaman, tiene una fase extraña. – dijo Iresa haciendo que Gohan tragara saliva.

-Es verdad, en el Torneo se te pusieron los cabellos dorados y emitías una extraña luz, ¿Qué fue eso? – preguntó Sharpner.

-Eso es lo que el Gran Mr. Satán llamaría un truco. – dijo una voz detrás de los chicos.

-¡Vaya, Krilin, Yamcha, cuánto tiempo! – dijo Gohan al ver como sus amigos aterrizaban. - ¿Qué os trae por aquí?

-Ya sabes, después del numerito de ayer, tu madre nos pidió que viniéramos a echar un ojo. ¿Te estás portando bien, Gohan? – dijo Krilin con una sonrisa traviesa.

-Claro, ¿cómo me iba a portar si no? – dijo el chico con cierto rubor.

-Eso no es lo que nos han contado Goten y Trunks. Eh, succionadores de caras – rió Yamcha mirando a Videl y a Gohan alternativamente haciendo que ambos se pusieran realmente sonrojados.

-Permítanme presentarles, estos son Iresa y Sharpner, unos amigos – comentó Gohan intentado cambiar de tema.

-Vaya, vaya, otra pareja, ¿ustedes también juegan a lo mismo que estos dos? – comentó maliciosamente Krilin, estaba claro que habían venido a reírse un poco de los adolescentes.

-Noso... Nosotros… ¡Nosotros no somos pareja! – gritó Sharpner avergonzando.

-¡Eso son buenas noticias! – dijo Yamcha – Hola, preciosa, ¿cuántos años tienes?

-Dieci… dieciocho… - comentó Iresa algo avergonzada por ese individuo.

-¡Parecen que hoy son todos buenas noticias! ¡Toma, este es mi número, llámame! ¡Soy Yamcha, guerrero Z y jugador de béisbol! A sus servicios, damisela – se presentó el guerrero mientras besaba la mano de la chica.

Gohan miraba a sus amigos con algo de vergüenza. Parecían dos críos, uno soltando burradas para ponerlos en evidencia y el otro… ¡ligando con una chica que podría ser su hija!

-Según nos han dicho, aún les queda una noche más aquí – Ahora Krilin dirigió su mirada a Gohan y Videl-. Por favor, cuando vuelvan sus padres, que la familia no se haya incrementado en un miembro más.

-O igual dos, nuestro pequeño Gohan tiene pinta de ser una máquina, cansarse seguro que no se cansa. Y, Gohan, no uses mucho poder, que ella es una humana normal. – comentó Yamcha.

-¡¿PERO QUE ESTÁN DICIENDO?! – les gritó Gohan completamente sonrojado al escuchar esas palabras, ¿cómo iba a mirar a Videl después de ese discurso?

-Nuestra misión ha concluido. ¡Nos marchamos! – dijeron al unísono mientras emprendían el vuelo bajo las miradas desorbitadas de sus otros dos amigos.

Por fin se quedaron solos, y un silencio apareció durante varios segundos en el grupo.

-Creo… creo que tienes unos amigos un poco peculiares, Gohan – comentó Sharpner.

-Pues he tenido que crecer con ellos… Imagínate…

FINAL DE TERCER CAPÍTULO.

Espero que les haya gustado, estoy alargando mucho la llegada del "Día de la Colecta" porque estoy con mis últimos exámenes y no puedo concentrarme en pensar bien la actuación. Por eso estoy metiendo capítulos de relleno. ¡Y pensar que estoy iba a ser un One-Shot de unas 7.000 palabras! Un saludo y hasta la próxima.