¡Hola a todos!

Y antes de que comiencen a perseguirme con tridentes y con antorchas porque estoy escribiendo de mi NOTP tengo una explicación *mira a todos lados y sale corriendo antes de que la vengan a quemar*

Ya, es broma. Esto lo escribí para Rumble-sama, ya que hoy cumple un año en Fanfiction *avienta confetti*

Espero que te guste, puse todo mi empeño y corazón para que quedara legible jeje.

Sin más que decir, pasemos a la lectura :3


Un jarrón pasó volando al lado de la cabeza de Shadow, quien simplemente se limitó a gruñir.

— ¿Qué es lo que te pasa? —espetó muy molesto.

— ¡Tú sabes qué es lo que pasa! —gritó Amy, roja de coraje.

— ¡Pues para tu información, no lo sé! —le respondió el erizo tratando de contenerse. Si comenzaba a gritar, nada lo detendría.

— ¡Lo volviste a olvidar! ¡Siempre haces lo mismo!

Ella salió dramáticamente de la habitación, azotando la puerta. El erizo se talló las sienes. Adoraba a Amy, era la dulzura que le faltaba a su vida. Pero si una cosa podía decir de ella de manera negativa, era su carácter explosivo. Sus reacciones eran, sin duda, demasiado emocionales. Felicidad, amor, tristeza, ira… para ella no había un punto medio. Era en grande o no era nada.

Lo peor del asunto, él era similar. Aunque solamente para las emociones negativas. Sus emociones positivas, en general, eran calmadas, como suaves pinceladas claras en un gran cuadro oscuro. Había aprendido a controlar un poco su ira con Rouge, pero Amy, cuando quería, lo sacaba de sus casillas y lo hacía estallar cual bomba.

Miró hacia el jarrón roto y pisó los pedazos que quedaban repetidamente. Cuando sintió que la furia había abandonado su cuerpo, respiró profundamente como su amiga le había enseñado y recogió las astillas.

— Ojalá supiera a qué se refería… —murmuró frustrado. Tomó su teléfono y marcó el número de Rouge.

— ¿Qué te hizo ahora? —preguntó ella con una suficiencia que parecía que estaba esperando su llamada.

— ¿Sabes si hoy es una fecha especial? —preguntó él sin más contratiempo. La murciélago rio desde el otro lado de la línea—. Vamos, me lanzó un jarrón a la cabeza. Debe ser algo importante, pero te juro que…

— ¿la fuiste a buscar al aeropuerto como te dije? —le preguntó ella aguantando la risa.

— ¿Al aero… —sus palabras no pudieron terminar de salir al darse cuenta de qué había ocurrido.

— Eso pensé. Bien, ahí tienes el jarrón volando hacia ti. Haz algo para contentarla, seguro que con eso quedarán a mano —explicó ella—. Me avisas qué pasa después. Rouge fuera.

Shadow se talló las sienes nuevamente. Esta vez, sí había sido culpa suya. Y sabía que no era la primera vez que le pasaba. Sabía que era resultado de la amnesia que alguna vez tuvo. No era la primera cosa que olvidaba, y seguramente, no sería la última. Aunque parecía que siempre que se trataba de ir a buscar a la eriza a algún lugar, el compromiso desaparecía por completo de su mente.

Sin embargo, disculparse no era precisamente su fuerte. Inhaló profundamente y decidió que lo mejor era hablarlo. Pensó en todas las posibles palabras que podría decirle, sin hacer que se enojara más, cuando un par de golpes lo sacaron de sus pensamientos.

— ¿Shadow? —dijo Amy entrando a la habitación con cierta pena.

— ¿Sí?

— Perdón —dijo ella rascándose la mejilla.

Él no dijo nada, simplemente se levantó de su asiento y la abrazó, depositando un beso en su frente. Ella comenzó a reír y lo apretó fuertemente.

— Pero la próxima vez, no olvides ir a buscarme, ¿de acuerdo? —agregó ella mirándolo a los ojos.

— No prometo nada —dijo él como si no supiera que de olvidarlo nuevamente, algún otro jarrón terminaría en su cabeza esta vez.

— Ya lo sé —respondió ella y le dio un beso en la nariz—… ya lo sé, Shadow.


Como dije, es un pequeño regalo para ti. Espero que te haya gustado y que sigas en Fanfiction por muchos muchos años más jeje.

A los demás, gracias por leer.

¡Nos vemos!