Prologo

-¿Esta bromeando cierto?- la dulce y alegre voz que caracterizaba a la rubia ahora sonaba quebrantada y llena de escepticismo. Sus palabras no fueron nuevas para el científico con quien hablaba en ese momento por teléfono, ese día ya las escucho de muchas otras personas, incluso el mismo se las repetía.

Un pequeño llanto se escuchaba a través del teléfono. -Quisiera que fuera una mentira pero no lo es, lamentablemente no encontraron su cuerpo, la explosión consumió casi todo el lugar. Delia y sus pokemon están bien... bueno... bien en el sentido de que al menos no resultaron lastimados en la explosión. En fin, el funeral será dentro de dos días, he llamado a la mayoría de sus amigos a avisarles del terrible suceso, espero puedas venir y acompañarnos en este doloroso momento para todos, informales a los demás en Alola, hasta pronto Lillie.-

Confusión, frustración, impotencia, tristeza y dolor azotaban a todos quienes conocieron al personaje que menciono el científico y se enteraron de la trágica noticia, aquel entrenador que de alguna forma tenia facilidad para interactuar tanto con humanos como pokemon, quien cautivo a más de una chica por su valor y personalidad, a veces boba y testaruda pero también vigorizante, tierna y perseverante, rivalizo con más de un entrenador con los que termino naciendo una amistad, participo en tantas ligas y eventos pokemon, vivió tantas aventuras. Era joven, apenas 16 años, recién venció su primera liga en Alola y mostraba gran potencial. La vida no es justa, o eso pensaban todos los que llegaron ese día a ese fúnebre evento en el que velaban una lapida con un nombre pero sin cuerpo. Alrededor de aquel gran y pesado objeto de cemento, habían pokemons, familiares, amigos, rivales y más, todos con una sensación de vacío. Muchos no podían contener el llanto, un hombre abrazaba fuertemente a una castaña que respondía al nombre de Delia.

-Lo perdimos Red.. lo perdí para siempre- decía entre sollozos la mujer. El personaje denominado Red solo la abrazaba firmemente intentando consolarla, el dolor que este sentía no dejaba de ser menor al de ella. De sus ojos salían pequeñas lagrimas que resbalaban por sus mejillas. No podía apartar la vista de lo tallado en esa piedra.

"En paz descanse, un amado hijo, amigo y compañero. Tu memoria siempre nos acompañara. Ash Ketchum 2000-2016"

-Adiós hijo- Dijo Red como últimas palabras al azabache.

So... nueva historia, Espero guste este prologo, sino ya que a mi me gusto :P. Dejen sus sugerencias y comentarios.