Aclaraciones:
Narración.
— Diálogo —
‹‹Pensamientos››
Advertencias:
Posible OoC en los personajes.
OC's.
No apto para fans NaruHina.
Género: Romance | Drama.
Clasificación: T.
Disclaimer: La serie y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Masashi Kishimoto.
Nota de Autor:
Hola.
Lo prometido es deuda y aquí está el segundo Drabble de esta serie. Agradezco los comentarios que he recibido, los favoritos y las alertas, muchísimas gracias. Espero que esta actualización también les agrade, nos veremos en el próximo corto. Hasta luego.
Drabble II.
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‹‹De quien no me imaginaba, de quien no esperaba y de quien no estaba buscando.
Desde ese momento aprendí que el amor no se elige.
Es el quien nos elige a nosotros››.
Anónimo.
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EL AGRADECIMIENTO DEL RECHAZO.
Sakura no los vio llegar, se encontraba demasiado ocupada hablando con su maestra y con Hiashi acerca de los nuevos proyectos que tenían en mente, para incentivar a los alumnos de la academia para que se interesaran por el Ninjutsu Médico. Desdichadamente ella debía aceptar que, cada año eran menos los alumnos interesados en la disciplina. Se debía a qué, como medic-nin tenían la obligación de mantenerse en resguardo, a salvo de cualquier peligro. Y claramente, a la mayoría les emocionaba más estar en el campo de batalla, arriesgando sus vidas y no salvándolas, por muy ridículo que sonara.
Sin embargo, lo quisieran o no, los cuerpos médicos eran indispensables. En la guerra siempre había escasez de personal médico, por eso perdían vidas que pudieron ser salvadas si hubiera desplazamientos de más miembros. Estaban tan enfrascados en ese tema que no se percató del momento en el que llegaron, no hasta que observó a Neji desplazarse hacia ellos. Y por la seriedad de su expresión, supo que no estaba para nada contento.
Lo observó intercambiar algunas palabras con el matrimonio, por el rabillo del ojo distinguió la cara crispada de Naruto. No dudaba que lo que hacía Neji era llamarles la atención…
Por un segundo, sintió una profunda punzada en el corazón al verlo entrar con Hinata del brazo. Por un segundo, recordó la horrible agonía del rechazo. Los orbes azules cruzaron con sus esmeraldas y la congoja la atravesó repentinamente como la herida de una daga. En ellos leyó tristeza, culpa y arrepentimiento.
Sakura experimentó un nuevo pinchazo, y tuvo que desviar la mirada antes que los recuerdos de aquel día la alcanzaran otra vez. Para su desgracia, su cerebro no colaboraba. Y en lugar de alejar todo pensamiento de aquella desastrosa declaración, le generaba un desagradable pesar.
"Te amo, de verdad quiero estar contigo, Naruto".
Recordó su llana declaración, se lo había dicho con una tímida sonrisa y las mejillas enrojecidas. Estuvo esperando mucho tiempo para poder decírselo. Lo practicó en su mente infinidad de veces, esperando la mejor oportunidad para manifestárselo. ¡Estaba tan entusiasmada! ¡Tan segura!
"Lo siento, Sakura-chan… Pero el matrimonio con Hinata me hará subir varios peldaños. Quiero ser Hokage y si me caso contigo, nunca lo conseguiré".
Aquellas palabras, dichas con tanta frialdad, le destruyeron las esperanzas.
Ese día Sakura conoció el dolor de ser rechazado, de amar a alguien y no ser correspondido. A lo mejor era el karma. Había rechazado a Naruto tantas veces que ahora la vida se lo devolvía.
Y, aunque ella podía como cualquier otra mujer despechada, catalogar a Naruto como insensible, cruel y ambicioso. No lo hizo. Porque sabía bien que su sueño siempre había sido ser Hokage, y no precisamente por la posición importante que obtendría; sino para ayudar a las personas, a la gente que tanto se desvivía en proteger. Pese a que para poder aspirar al puesto, tuvo que llegar a un acuerdo con una de las familias más poderosas e influyentes de la aldea.
No lo culpaba, después de todo ella tuvo su oportunidad y la desperdició por ser una adolescente orgullosa e inmadura.
La peli-rosa suspiró ligeramente, los recuerdos a menudo dolían, ya no tanto como al principio. Debía reconocer que la pena que sintió, ahora no tenía gran significado. Excepto el de haber perdido a su mejor amigo…
Imprevistamente advirtió que alguien la tomaba por la cintura, elevó sus ojos y se encontró con la intensa mirada nívea de su prometido. Sakura se perdió un instante, sumergiéndose en los matices de su iris acelerándole el pulso.
— ¿Qué sucede, Neji? — murmuró suavemente.
Los grandes y finos dedos de él apretaron fuertemente su talle, sentía la tensión de su cuerpo contra el de ella. Sabía que para él la presencia de Naruto no era precisamente grata.
Los labios de Neji se estiraron en una sonrisa cálida, su corazón latió errático cuando inclinó la cara hacia ella y le besó la sien amorosamente.
— Nada, no sucede nada — musitó acogedoramente.
Sakura no dijo nada más, pero en su interior estaba sorprendida por la repentina muestra de afecto. No es que no las tuviera, pero a solas, en la intimidad de una habitación.
Su prometido no era un hombre excesivamente afectuoso, por lo menos no en público y ella lo entendía. Comprendía perfectamente que debido a su crianza, su falta de cariño y el sinfín de acontecimientos que lo marcaron endurecieron su carácter. Sakura lo sabía y se enamoró así de él.
Después de todo, en el fondo, Neji también tenía su lado tierno. Además le aportaba esa seguridad de que, sin importar nada, él estaría ahí para ella y no la abandonaría, por nada ni por nadie.
Su romance surgió de manera tan inesperada que todavía no discernía la complejidad de los acontecimientos que los llevaron a enamorarse. Y ahora se encontraban a unas cuantas semanas de su matrimonio.
Sakura contempló de nuevo a su prometido, mientras éste no dejaba de mirarla. Sus mejillas se ruborizaron, ahí estaba de nuevo ese brillo que la sofocaba.
— ¡Deja de mirarme así! — censuró azorada.
Neji sonrió burlón, estrechándola firmemente, dibujando sutilmente con las puntas de los dedos la línea de su cintura y cadera.
— ¿Mirarte cómo?
Sakura gruñó disgustada y contestó.
— Como si quisieras comerme… — masculló acalorada.
Él no pudo evitarlo, soltó una diminuta risa entre dientes y la ciñó aún más a los músculos de su cuerpo. Neji se inclinó un poco más hasta que pudo sentir la respiración sobre su cuello, un delicioso escalofrío la recorrió y su vientre se contrajo con placentera anticipación.
— Probablemente porque es lo que quiero hacer en este momento.
Su voz ronca y profunda penetró en su piel, quemó sus venas tanto como sus pupilas. Su vientre cobró vida y palpitó al son de su voz.
¡Con un demonio! ¡¿Por qué tenía que hacer eso ahí?!
— ¿Crees que les importe si nos perdemos un rato?
Sí, sabía que no era correcto ¡pero rayos! Él era madera y ella fuego, ¿cómo no seguirle el juego?
Sakura vio a su prometido evaluar el panorama y luego clavar sus orbes en ella, éste le sonrió ligeramente y por sus iris perla cruzó un destello travieso que la estremeció antes de escucharlo hablar.
— Claro que no — musitó él conduciéndola entre la muchedumbre, para perderse en la oscuridad de los pasillos de la mansión.
Después de todo, su desilusión amorosa y el rechazo de Naruto, no fue del todo malo.
Porque finalmente la condujo a encontrar el amor verdadero.