Primeros besos para recordar

Por fin todo había acabado, todas y cada una de las Cartas Clow habían sido selladas y transformadas a Cartas Sakura, el trabajo de casi 2 años por fin había tenido sus frutos, y a pesar de que fueron muchas las cosas por las que tuvieron que pasar para que aquello se hiciera realidad, Sakura agradecía haber pasado por todo eso ya que su nivel de magia había aumentado considerablemente y, además, tuvo la oportunidad de conocer a Syaoran.

Apenas hacía un par de horas que había logrado sellar a la última carta Clow que por poco logra desaparecer todo y a todos a su alrededor, sino hubiese sido por el sacrificio más grande que tuvo que hacer a sus cortos 12 años de vida, renunciar al sentimiento más importante que tenía en ese momento, es decir, su amor por el descendiente de Clow. Y a pesar de que por un momento pensó que lo había perdido sin tener la oportunidad de decirle lo que realmente sentía, todo su mundo se volvió a reconstruir cuando vio a Syaoran sonriendo y diciendo su nombre, sin duda todo había valido la pena.

Sakura sonreía al recordar ese suceso solo unas horas antes, sin embargo, cuando todo acabó tuvieron que volver de inmediato a donde se estaba llevando a cabo el festival de Tomoeda para asegurarse de que todas las personas estuvieran bien, cosa que les gratificó saber cuando los vieron sanos y salvos. Sin embargo, luego de ello el festival fue automáticamente suspendido debido a los extraños sucesos ocurridos, por lo que Sakura tuvo que volver a casa en compañía de su padre, su hermano, Yukito y Kero, solo dándole una última mirada a Syaoran quien a lo lejos solo sonrió.

Sakura con ayuda de Touya y Yukito tuvieron que persuadir a Fujitaka de que durante aquella perdida de conocimiento que tuvieron todos los habitantes de Tomoeda, Sakura la había sufrido detrás del escenario donde fue llevada a cabo la obra y que, por eso, tardó un poco más en reunirse con ellos. Luego de eso, la niña de ojos verdes subió hasta su habitación donde al ver su cama no dudó en tirarse en ella y dar un largo suspiro para luego embozar una sonrisa en su rostro.

- ¿A que vino esa sonrisa tan boba? – Dijo Kero, para quien no había pasado por alto la extraña actitud de su dueña.

Sakura se sonrojó y empezó a balbucear restándole importancia – A nada… Es solo que… Estoy feliz de haber sellado y cambiado la última carta y que todo haya salido muy bien.

Kero la miró de forma inquisitiva – ¿Estás segura de que es solo por eso?

- ¿Por qué habría de estarlo sino? – Dijo Sakura nerviosamente.

Kero se acercó a la niña para mirarla a los ojos y frunció el ceño – Porque tú y el mocoso estaban inusualmente sonrientes cuando volvieron del parque de diversiones.

Ella muy sonrojada trató de responder – Fue por lo de la carta, Kero – Y hablando en susurro mientras jugaba con sus manos soltó algo más – Y porque le dije mis sentimientos.

- ¡AJÁ! – Saltó Kero – Sabía que esa boba sonrisa que ambos traían en el rostro significaba algo – Dijo el guardián emocionado para volver a hablar – Y dime Sakura ¿En qué quedaron?

Sakura bajo su mirada con pena – Es que como teníamos que volver, solo nos dio tiempo de abrazarnos un momento y ya.

La emoción de Kero se transformó en ira y con un poco de indignación empezó a moverse por todo el cuarto y hablar diciendo cosas tipo "¡¿Cómo no hablaron nada más?!, ¡¿Por qué los niños de hoy en día son así?!, ¡Ese mocoso es un tonto!". Sin embargo, Sakura no escuchaba simplemente se recostó en su cama y con una sonrisa recordaba aquel momento.

-Flashback-

- ¡Aquí voy! – Dijo Sakura tomando impulso.

- ¡Espera por favor, en seguida estaré contigo! – Respondió Syaoran preocupado de que fuese a lastimarse.

-No quiero – Contestó ella antes de saltar hacia el otro peldaño donde se encontraba él mientras gritaba – ¡Me encanta!

Syaoran por suerte logró atajarla entre sus brazos y ella no dudó en abrazarlo por el cuello, el le devolvió el gesto y al ser un poco más alto que ella logró levantarla unos centímetros del suelo. Ambos cerraron los ojos y aspiraban el aroma del otro mientras sentían por primera vez en mucho tiempo la paz por la que tanto habían luchado.

Pasado unos minutos, él al parecer no tenía intenciones de separarse y Sakura tuvo que hablar – Syaoran.

- ¿Sí?

- ¿Puedes bajarme, por favor? – Dijo ella un poco avergonzada.

Syaoran sintió como los colores se subían a su rostro y empezó a balbucear – Claro.

Cuando estuvieron justo frente al otro ninguno sabía cómo actuar, seguían sonriendo, pero sentían sus manos sudar y sus corazones a punto de salirse de sus pechos. Fue entonces cuando empezaron a escuchar el ruido proveniente del exterior de la torre del reloj, haciéndoles caer en cuenta que todos estaban despertando.

-Creo que debemos volver, todos han de preguntarse dónde estamos – Dijo Sakura con cierto nerviosismo.

-Sí, lo mejor es que hagamos de cuenta que también estuvimos inconscientes, así como toda la ciudad – Respondió Syaoran mientras Sakura asentía – Deberíamos volver con la carta Fly.

Sakura le dio una sonrisa ladeada – Sí, eso es lo que pensaba hacer. Es la forma de llegar más rápido.

Syaoran río nerviosamente sintiéndose un tonto. Quiso quedarse callado antes de que su nerviosismo lo matara, pero no pudo contenerse a decir algo más – Sabes, tal vez luego tú y yo, podamos… Ehm… ¿salir a caminar? o algo así.

Ella pudo notar lo mucho que a él le estaba costando decir aquello, y sabía que no lo hacía con mala intención, por lo que le dio una sonrisa amigable antes de contestar – Sería un placer.

Syaoran sonrió aliviado para que luego él y Sakura emprendían vuelo hacía donde estaban los demás.

-Fin del flashback-

- ¡¿Me estás escuchando, Sakura?! – Dijo Kero al borde de su paciencia.

Sakura logró salir de sus pensamientos gracias a ese grito y le dio una mirada de fastidio al pequeño guardián – No tienes por qué gritarme, Kero.

- ¡Llevas todo el rato con una sonrisa boba estampada en tu cara! ¡No me estabas escuchando!

Sakura estuvo a punto de replicarle algo a Kero, cuando su teléfono empezó a sonar interrumpiéndolos de su pelea. Ella se levantó de su cama y fue hasta su mochila para sacar el artefacto color rosa y contestar de inmediato ignorando los reclamos de Kero.

- ¿Si, hola? Habla Sakura.

-Ehm, hola Sakura… Soy Syaoran.

Ella sintió como su cara se ponía de mil colores – Hola Syaoran ¿Qué tal está todo?

-Todo está bien… Ehm ¿lograste persuadir a tu padre?

-Sí, mi hermano y Yukito me ayudaron un poco.

-Oh, me alegro de oír eso.

- ¿Y qué tal están Meiling, Tomoyo y la señora Sonomi?

-Ya se han recuperado un poco de los efectos que dejó la carta, están preparando un pastel o algo así.

-Me alegro escucharlo.

-Sí… Ehm… Yo quería decirte que… ¿recuerdas que esta mañana te dije que si podíamos ir a caminar o algo así?

Sakura sonrió – Sí.

-Bueno ehm… Yo me estaba preguntando si te gustaría ir ahora mismo.

-Claro, Syaoran… ¿Nos vemos en el parque del Rey Pingüino?

-Sí, claro… Hasta entonces.

-Sí, hasta entonces – Y luego de eso la chica cortó su celular. Por un momento se quedó estática pensando en la nada, cuando de repente Kero se puso justo en frente de ella la miró ceñudo.

-Y ahí está – Exclamó el guardián rodando los ojos – Esa tonta sonrisa de nuevo.

Sakura no dijo nada más, simplemente sonrió y se dispuso a vestirse.

oOo

Syaoran se encontraba recostado en el tobogán del Rey Pingüino con los brazos cruzados en su pecho, tratando de no lucir tan nervioso como en realidad estaba. Aquello prácticamente sería su primera cita, y aunque apenas esa misma mañana ella le había dicho sus sentimientos hacía él, todavía no eran más que amigos. Además, estaba el factor Hong Kong, él y Meiling habían ido en aquella ocasión a Tomoeda solo a pasar unos días por sus vacaciones de verano, pero estaba seguro de que en cualquier momento aquello acabaría y tendrían que volver, sin embargo, esta vez sería diferente, y necesitaba esa cita con Sakura para poder decidir al respecto.

Y aún recostado en el gran tobogán, pudo ver a lo lejos a una niña de cabello castaño y ojos verdes corriendo a toda prisa hacía donde él estaba. No pudo evitar sonreír al verla llegar prácticamente sin aire y un poco despeinada, incluso sus mejillas estaban coloreadas de rojo, aunque no sabía si era por su carrera o porque estaba avergonzada.

-Lamento llegar tarde – Dijo jadeando.

-No te preocupes, no llevo mucho tiempo aquí – Respondió él restándole importancia.

-Qué bueno – Decía ella aún tratando de recuperar la respiración.

- ¿Quieres comer un helado? – Preguntó Syaoran al ver su estado.

Ella sonrió – Me encantaría.

Ambos caminaron hasta el puesto de helados, donde compraron dos de ellos. Mientras los engullían caminaban por los alrededores sin ningún destino en específico, solo querían pasar un tiempo a solas en donde no tuviera que hablar de cartas o magia, todo se sentía en paz. Fue Sakura quien les propuso sentarse en unas bancas para poder terminar sus helados.

- ¿Y cómo lograste persuadir a tu padre de que estuvimos inconscientes detrás del escenario?

-Bueno, sí recuerdas cuando la carta empezó a atacar el escenario tú lograste empujarme y ambos caímos al suelo justo por la escenografía, en ese momento mi padre desapareció. Así que le dije que nos dio tiempo de escapar hasta atrás y luego perdimos el conocimiento – Explicó Sakura bajando la mirada – No me gusta mentirle, pero tampoco puedo decir todo lo que tuve que pasar por las cartas, se preocuparía demasiado.

Syaoran suspiró antes de hablar – No le mientes con malas intenciones, gracias a ti todo volvió a la normalidad.

-Sí – Respondió ella sintiéndose un poco mejor – Aunque fuese una lástima que no pudiéramos terminar la obra, de nuevo.

Syaoran río – Nuestras obras siempre son interrumpidas por alguna carta.

-Y en la mejor parte – Dijo Sakura para sí misma sintiendo como sus mejillas enrojecían.

-Te escuché – Confesó Syaoran haciéndola avergonzarse aún más.

-Yo… no quise – Intentó enmendar ella mientras veía como Syaoran soltaba una fuerte risa – ¡No te rías de mí!

-Lo siento – Respondió él – Es que es muy gracioso, no pude evitarlo.

Sakura se unió a las risas con él, la verdad es que nunca habían tenido un tiempo así, ya que desde que conoció a Syaoran, ella ya se encontraba recolectando las cartas, y luego tuvo que cambiarlas, por lo que esta era la primera vez que salían y no tenían nada de que preocuparse. Syaoran incluso sentía que, por primera vez, todas sus obligaciones habían quedado en segundo plano, sin embargo, recordó aquello tan importante que tenía que decidir y tuvo que hacerle frente en ese momento.

-Sakura – Dijo él.

Ella había notado el cambio de actitud – ¿Qué sucede?

-Yo… quería decirte que, bueno ya sabes que estoy de visita en Tomoeda por mis vacaciones de verano y pues… – Pero su frase su interrumpida por ella.

-Pronto tendrás que regresar a Hong Kong – Completó Sakura apagadamente – Lo supuse.

-De hecho, mañana debo volver – Aquella noticia hizo que Sakura bajara su mirada a sus pies, no esperaba que fuera tan pronto.

Él apretó los puños – Me gustaría que la situación fuese diferente.

-Supongo que tardé demasiado en decirte mis sentimientos – Admitió ella levantando la vista de nuevo – Lo lamento.

-No lo lamentes, estoy feliz de que lo hayas hecho – Dijo Syaoran sonriendo – Eres la persona que más quiero.

Sakura no pudo evitar sonreír también – Y tú eres la mía.

Fue entonces cuando Syaoran se sintió totalmente seguro de aquella decisión – Voy a volver a Tomoeda, y cuando lo haga será definitivo.

Aquello sin duda ella no lo esperaba – ¿Estás seguro?

-Sí, aunque me tomará un tiempo dejar todo resuelto en Hong Kong, pero apenas lo haga volveré a Tomoeda y estaremos juntos – Aseguró Syaoran mientras sus dedos rozaban los de ella – Claro, si tu quieres que así sea.

Sakura lo abrazó por el cuello como esa misma mañana – ¡Sí quiero!

Él le devolvió el abrazo para luego mirarla a los ojos – ¿Esperarás por mí?

-Todo el tiempo que sea necesario, Syaoran – Aseguró ella – Mientras tanto te escribiré cartas y nos llamaremos por teléfono ¿cierto?

-Sí, te llamaré todos los días – Refutó él con una sonrisa de emoción, no podía creer que ella hubiese aceptado aquello.

Sakura y Syaoran se quedaron unos minutos en completo silencio, solo se miraban y procesaban todo lo que acababan de hablar. Prácticamente habían aceptado tener una relación a distancia en lo que él resolvía todos sus asuntos y volvía a Japón, sin embargo, Syaoran sentía que algo faltaba, y sabía lo que era, había estado dándole vueltas a ese asunto desde la mañana cuando por fin supo lo sentimientos de ella hacía él.

Tuvo deseos de hacer aquello esa misma mañana cuando estaban abrazados luego de que todo volvió a la normalidad, pero pensó que no sería apropiado. Tuvo un debate interno consigo mismo acerca de si dar ese gran paso o no, ya que nunca lo había hecho con nadie, pensó que tal vez sería muy pronto, sin embargo, mañana volvería a Hong Kong y no estaba seguro de cuanto tiempo pasaría antes de volverla a ver, podrían ser meses o incluso años, no podía esperar tanto para eso, así que sin dudarlo más avanzó.

-Sakura – Dijo él poniendo su mano encima de la de ella.

- ¿Syaoran? – Contestó ella sintiendo la mano de él sobre la suya y sonrojándose, le gustaba aquella sensación.

Él no dijo nada, simplemente acercó su rostro a de ella y cuando estuvo lo suficientemente cerca le dio un casto beso en los labios. A Sakura aquel acto la tomó por sorpresa, sin embargo, no estaba enojada, todo lo contrario, estaba feliz de que él hubiese hecho eso como símbolo de lo que habían acordado. Syaoran puso su mano en el hombro de ella mientras la otra aun se encontraba encima de la de Sakura. Fue un gesto pausado y tierno que duró apenas unos momentos, sin embargo, había sido suficiente para ambos ya que se trataba de su primer beso. Cuando se separaron no dijeron nada, solo sonrieron sin separar sus manos de las del otro.

Esa misma tarde, Syaoran llevó a Sakura hasta su casa tomados de la mano, sin embargo, solo se despidieron con un abrazo prometiéndose que se escribirían y que ambos anhelarían el momento en que volvieran a encontrarse. Se sentían más tranquilos ahora que sabían que, no importaba cuanto tiempo Syaoran tardara en volver, tenían ese maravilloso recuerdo de haber sido el primer beso de ambos, y eso era más que suficiente.

oOo

N/A: ¡Hola mis queridos lectores! Les dije que estaría de vuelta muy pronto y pues he decidido que sería este día porque ya se ha estrenado "Clear Card" y pues decidí hacer esta historia para no perder el contacto con ustedes mientras transmiten la serie. Ahora bien, como ya pudieron ver esta historia será una recopilación de los one-shots que se me han ocurrido y que siempre he querido publicar, soy nueva en esto de los one-shots así que necesito sus opiniones y críticas. Cabe destacar que estos no tendrán un orden cronológico específico, por lo que trataré en cada capítulo mencionar las edades o hacer algún tipo de referencia al tiempo, porque no habrá un orden.

Trataré de publicar una vez por semana, lo más probable es que sea los fines de semana, pero no habrá día específico, espero que no les moleste.

Sin más que decir, espero que haya disfrutado de este primer capítulo, siempre me he imaginado que algo así sería el ansiado primer beso de estos dos, recuerden que no tomaré en cuenta los hechos de "Clear Card" porque el manga sigue en pleno apogeo y el anime apenas se estrenó hoy. Me alegra estar de vuelta y me alegraría más leerlos en los comentarios.

Les mando un beso enorme y nos leemos la próxima semana. Cuídense mucho.

PD: ¿Ya vieron el primer capítulo de "Clear Card"? Si ya lo hicieron díganme que tal les pareció, yo lo amé y pasé todo el capítulo super emocionada.