Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

Capítulo 05: ¡Una batalla ardiente entre felinos! ¿Acaso el enmascarado Royale es en realidad el padre desaparecido de Ash? (Parte 1)

Había pasado una semana desde que los Alola Rangers se enfrentaron a la primera Ultra Bestia, Buzzwole. Lusamine se percató que al grupo le faltaba mayor rendimiento físico y mental para las siguientes misiones, investigando un método muy eficaz para solucionar ese pequeño defecto en los muchachos.

—¡Muy bien, chicos! ¡Den otra vuelta más por toda la escuela!

A Wicke se le fue asignada esa importante labor, mientras el grupo se encontraba corriendo usando buzos deportivos del mismo color que sus trajes. Por algún motivo, el grupo se sintió muy desconcertado por la falta de su presunto líder, quien no apareció para compartir su injusto sufrimiento.

—Señorita Wicke. ¿Sabe dónde está Ash? —preguntó Lillie, jadeando por el cansancio, esto no era el tipo de cosas que haría alguien de su clase.

—Ash me acaba de informar que no puede asistir por un asunto importante —luego sopló un pequeño silbato—. Luego de terminar de correr harán cincuentas planchas, pero para Sophocles serán cien.

—¡Oh, Arceus! ¡Ten piedad de mí! —exclamó el inventor entre lágrimas o tal vez era sudor.

En ese mismo instante el grupo se hizo dos preguntas al respecto: ¿Qué clase de asunto importante tendría su compañero para no venir a los ejercicios? ¿Y por qué extrañamente el profesor Kukui no dio sus clases aburridas en un viernes?

Pero lo más inquietante fue que su amigo regordete creyera en el Dios Pokémon, aquel ser que creó su maravilloso y hermoso mundo. ¿Y dónde quedó su creencia por el Fósil Hélix?

Esa misma tarde, todo el grupo hizo el duro entrenamiento hasta llegar a la anochecer.

"En la casa del profesor Kukui"

—¡Qué bien! ¡Ya va a comenzar el programa!

Ash junto con todos sus Pokémon se hallaba sentado en el sofá, viendo muy entretenidos la televisión (también conocido como la caja tonta), que daba comienzo a las fabulosas batallas Royale. Una nueva temática de combates Pokémon hechas exclusivamente en la región de Alola, que consiste en la lucha libre de cuatro Pokémon al mismo tiempo hasta que solo uno quede de pie. Una tradición que llevaba muchas generaciones.

—¿Batalla Royale? —se preguntó el entrenador. ¿Acaso no oyó la explicación que hice?

Afortunadamente, la RotomDex se encargó de explicarle todo. Pobre, todavía sigue con su papel de informante para el despistado chico de Kanto.

El presentador comenzó haciendo la presentación de todos los combatientes, siendo Incineroar el favorito de todo el público que venía acompañado por su entrenador, el desconocido Rey Misterio, digo, el enmascarado Royale.

Y una vez que sonó la campana para iniciar con la batalla.

Los tres entrenadores mandaron a sus Pokémon a atacar al pobre tigre Toño, lanzándoles sus ataques a diestra y siniestra, pareciéndose a un niño japonés que sólo usa Pokémon legendarios para un combate por vía online. No obstante, Incineroar se encontró ileso y mostrando una sonrisa llena de superioridad, incomodando y aterrando a sus oponentes por su grandiosa e ilógica resistencia.

En eso el enmascarado Royale decidió ponerle fin a la batalla, revelando su Aro-Z y activando el poder único de su Pokémon inicial. Primero porque estuvo aburrido de que sus adversarios no entretuvieran lo suficiente a su querido compañero, y segundo porque extrañamente tenía que revisar las notas de los exámenes semanales de unos alumnos.

¡Boom!

La campana volvió a sonar para dar por finalizado la batalla, ganando otra vez Incineroar, logrando así, obtener su vigésima victoria consecutiva. Los aplausos del público se dieron al instante junto con los gritos, mientras entrenador y Pokémon hacían su clásica pose.

Litten puso una expresión de impresión y envidia, esto luego de ver el gran poder de su última evolución. Ash se dio cuenta de ello, recordándole mucho a su querido y viejo amigo Charizard. Inexplicablemente, Pikachu sintió un gran dolor en su pequeño corazón.

—¡Ya llegué! —dijo Burnet, entrando a la sala.

—¡Bienvenida!

—Ash, ¿qué haces aquí? No tenías un entrenamiento con los demás.

—Sobre eso... Pues le pedí permiso a la señorita Wicke —explicó, sin despegar sus ojos del televisor—. Además, como soy un entrenador experimentado que llego a sub-campeón en la liga Kalos, no necesito entrenamiento para luchar con las Ultra Bestias.

—Ya veo. Por cierto, ¿has visto a Kukui?

—Ah, el profesor Kukui me dijo que estaría ocupado en una investigación secreta en la isla vecina, y que regresaría el sábado por la noche.

De pronto la voz del enmascarado Royale se escuchó en toda el área, debido a que el entrenador había aumentado el volumen para sentir la emoción de la batalla.

¡A todos los entrenadores frente al televisor! ¡Mañana, se les dará una oportunidad especial para desafiarme a mí y a Incineroar!

Tras escuchar esa genial noticia, Ash no pudo contener su emoción e inmediatamente se había decidido en ir a aceptar ese desafío. Aunque para muchos de nosotros sería una total masacre, incluso rezando que ese misterioso personaje no aparezca en la futura Liga Alola, eso añadiendo al hermano emo de su amiga tsundere y millonaria. Y si se preguntan por Kiawe, éste no resultará un gran obstáculo para el entrenador, pero tal vez Hau podría tener la oportunidad de humillarlo como sucedió en el capítulo de la anterior semana... ¡Huy, creo que me salte en nombrarlo tan pronto!

—¡Vamos a intentarlo! —dio un leve gritillo junto con todos sus Pokémon.

Burnet supo por instinto maternal que nada bueno saldría de ello. Conocía de antemano todas las grandes hazañas del enmascarado Royale cuando apenas debutó en el Domo Royal, no por algo era su primera fan, además que secretamente fue su gran amor platónico.

—Te deseo mucha suerte —fue lo único que pudo decirle para no romper su ilusión.

El muchacho enseguida se dirigió al teléfono más cercano.

—Será mejor que le avise a la pandilla sobre nuestra próxima aventura.


Un nuevo día dio comienzo de forma rápida y sencilla para todos los habitantes de la tropical región, siendo un método muy usado para saltarse las cosas sin importancia alguna en la trama de la historia. Un clásico de los animes. Pero lo que ocurriría a continuación nadie se lo hubiera esperado, incluso para los propios lectores.

6:00 a.m.

El grupo Aloliano había llegado a la avenida Royal muy temprano, estando en la entrada principal del estadio, pero notaron que su amigo del Pikachu todavía no llegaba. Por lo tanto se quedaron esperándolo en las escaleras.

7:00 a.m

El entrenador no venía aún. Los chicos decidieron comer malasadas junto con leche Mu-mu luego de no haber desayunado por madrugar muy temprano.

8:00 a.m.

Sin rastro del chico de Kanto. Entonces los chicos decidieron jugar a las Poké Preguntas porque estás no fueron tan populares en este fanfic; siendo Lillie la más obvia de averiguar, y Lana la de descubrir sus mentiras.

9:00 a.m.

Ni una sola noticia del elegido por los legendarios. En eso tuvieron un duelo de rap con unos integrantes del equipo Skull, saliendo ganadores Kiawe y Mallow.

10:00 a.m.

—¡Alola, chicos!

—¡Llegas muy tarde!

El muchacho dio una ligera sonrisa nerviosa, viendo las miradas asesinas de sus amigos. Sabiendo del peligro, en especial con Lillie, estuvo preparado para explicar su tardanza.

—Lamento mucho la demora, es que me perdí en el sendero de la vida.

—¡Deja de copiar frases de otros personajes! —gritaron al unísono.

Una vez que entraron al estadio para ingresar al dichoso evento. De nuevo ocurrió otra gran sorpresa para el grupo.

—¡¿Cómo que la batalla de el enmascarado Royale es en el mediodía?!

—No lo sabían. Ayer el mismo enmascarado Royale dio la información de la batalla junto con la hora exacta —explicó una amable señorita, encargada de la recepción.

En eso todos vieron a Ash, quien tenía la mirada desconcertada.

—¿En serio? Vaya, eso no lo sabía —enseguida sintió a Lillie sosteniendo con fuerza de su playera. Su rostro lució pálido y nervioso—. Estoy frito, ¿cierto?

—En efecto —pero luego lo soltó, llamando la atención de todos—. Pero te perdono por haberme salvado de Buzzwole cuando me desmaye.

Ash mostró asombro —Vaya. No sabía que estabas desmayada, incluso pensé que seguías actuando —le dedicó una sonrisa marca Ketchum—. Pero me alegro mucho que no te haya pasado nada malo. Después de todo, ¡eres mi hembra!

El rostro de Lillie enrojeció por completo mientras sus amigos se aguantaban las ganas de reírse por las ocurrencias del entrenador. La gente que pasaba a su alrededor hacían comentarios respecto a lo ocurrido, otros se reían, y las madres se encargaron de tapar las orejas de sus hijos.

—Bueno, bueno, vamos a calmarnos —Mallow intentó tranquilizar el ambiente, observando como su amiga rubia quería ahocar a Ash por su broma—. Aprovechando que nos falta dos horas para que comience la batalla de el enmascarado Royale. ¿Por qué no hacemos un poco de turismo?

—Me parece una genial idea —dijo Lana, ocultando una risita sombría—. Incluso puedo aprovechar en cómo mejorar el Aureliashipping, ahora que tiene un poco de sentido.

—Te apoyo en eso —añadió Sophocles—. Si fuera en el anime sería otra cosa en particular, en serio muy particular.

—Por eso el fandom prefiere más los fanfics románticos que la propia historia original —Kiawe apretó de repente su mano con furia—. Aunque detesto que la mayoría de escritores sólo ponga harem o traición en nuestro desafortunado amigo. ¡Incluso los muy infelices lo emparejan con una dulce loli rubia proveniente de Kalos!

—Más que indignado, te veo envidioso —respondió Lana con cierto asco, ocasionando que el moreno agachada la cabeza acompañado de un aura depresiva.

—¡Oigan! No se salgan del tema principal —fue la queja de Mallow.

Luego de unos cuantos regaños de parte de la morena. El grupo decidió hacer caso a su idea, pero con la condición de regresar a la hora solicitada. Partiendo por rumbos diferentes de toda la avenida hasta volver a reencontrarse, parecía una clara referencia a Naruto u One Piece, sólo con la diferencia de que nadie iba a tener un cambio drástico en su personalidad o apariencia física. ¡¿Por qué Pokémon tuvo que ser un Kodomo?!


Durante ese lapso de tiempo que el grupo partió, Ash estuvo teniendo entretenidos y ardientes combates Pokémon con diferentes entrenadores que se encontraba de casualidad por el camino. Realmente fue afortunado en encontrarlos, puesto que no supo en qué distraerse para pasar el tiempo hasta que iniciara dicho evento. Lo único que le extraño demasiado fue verlos con un signo de exclamación justo cuando sus miradas se cruzaron.

—¡Pikachu usa Actatrueno!

El roedor enseguida lanzó un potente rayo a su oponente, quien resultó ser un Rattata forma Alola, que logró esquivar y luego hizo brillar sus dientes delanteros. El roedor también esquivó el ataque, dejando un espacio libre entre ambos.

Ash enseguida aprovecho esa oportunidad para contraatacar.

—¡Ataca con Cola de Hierro!

Pikachu, haciendo endurecer su cola en forma de rayo, azotó con fuerza en la cabeza del ratón mexicano, dejándole muy aturdido por el golpe. Repitió el mismo movimiento hasta dejarlo inconsciente.

El muchacho guardó a su debilitado Pokémon dentro de su pokébola, luego se acercó a Ash, quien celebraba su victoria junto a Pikachu.

—Ha sido un gran combate.

—Lo mismo digo. Tu Rattata era muy fuerte y hábil.

—Bueno, ya me tengo que ir. Nos vemos en otra ocasión, Ash Ketchum.

—Lo mismo digo, joven Chano.

Luego de aquella inesperada y legendaria batalla, Ash miró a través de un poste la hora que apuntaba veinte minutos para llegar al mediodía, fue entonces que apresuró el paso junto a su fiel Pokémon. Estando ya cerca al estadio, sus ojos cafés pudieron localizar la silueta de Mallow, quien le hacía señales con las manos mientras a su lado se encontraba Kiawe, RotomDex, Lana y Sophocles.

—Hasta que por fin llegas, Ash —dijo Mallow en un tono de reproche, acto que el entrenador sonrió con nerviosismo.

—¿Eh? —Ash miró a sus amigos y se dio cuenta de la ausencia de alguien en particular—. ¿Y dónde está Lillie?

En eso pudo notar como el silencio de sus dos amigas a la vez que sus otros dos compañeros se pusieran a silbar a la par. Eso le dio mala espina. A lo cual pasó a observar a la RotomDex que se puso muy nervioso, pareciendo que le daría una sobrecarga en cualquier momento.

—Rotom, no te deje al cuidado de Lillie.

—Sí. Lo malo es que cuando empezamos el recorrido la perdí de vista por unos segundos y tuve que buscarla por todos lados sin éxito alguno.

—¡¿Qué?! Pero si falta quince minutos para que comience —enseguida colocó su gorra hacia atrás al puro estilo que su versión de Kanto—. Es momento de actuar. ¡Vamos, Pikachu!

Tanto entrenador como Pokémon se pusieron en marchar, dejando un gran rastro de polvo en su camino, pero luego de unos diez segundos estos volvieron a la misma zona.

—Por cierto... ¿Alguien sabe por dónde se fue?

Todos lo vieron con una gota en la cabeza, en cambio Pikachu solo se rascó su mejilla.

—Si busca a tu hembra, creo que había dicho algo sobre ver su futuro. Supongo que se habrá dirigido al norte, justo donde hay tiendas ambulantes que predicen tu fortuna o tu destino —le informó Lana con suma inocencia.

Ash le agradeció por su gran ayuda, yéndose de prisa con Pikachu al lugar indicado por la peliazul. Cuando desaparecieron del lugar, Mallow se acercó y le dio un ligero golpe en la cabeza.

—¡Auchs! ¿Y eso por qué fue?

—No debiste confundir a Ash con lo de llama a Lillie "su hembra" —mencionó con un ligero rubor—. Podría haber malos entendidos, en especial con la gente que los shippea.

—Pero no debes preocuparte por eso, Mallow —le dio unas palmaditas en la espalda para tranquilizarla—. Ash es tan denso que ni siquiera se daría cuenta de lo que ocurre, incluso si me encontrará junto a él desnuda en las aguas termales por un simple error del anime.

La morena no pudo controlar su vergüenza por las palabras tan indecentes de su amiga, mientras Kiawe controlaba sus impulsos loliconeros de imaginar tal escena majestuosa.

—Por qué siento que me has dado spoiler —exclamó Mallow con un rostro inquietante.


En una zona apartada de los grandes establecimientos se encontraba una pequeña carpa, en su interior, Lillie junto a Níveo veían atentas a una señora muy anciana que movía sus manos de un lado a otro sobre una bola de cristal.

—Hum... Veo... Sí, lo veo claramente... Puedo mirar...

֫—Podría por favor dejar el suspenso, señora —dijo una impaciente Lillie.

—Ya, ya. Veo que no te gusta sentir la emoción del momento —entonces volvió a su labor mientras la misteriosa bola aparecía humo en su interior—. Puedo ver que en ocho años ingresarás a una prestigiosa universidad, pero tu mejor amiga te odiará y tendrás una terrible fobia hacia los Pokémon.

—¡Un momento! —interrumpió con una expresión confusa—. Pero si yo ya supere mi fobia a los Pokémon en la anterior saga.

—¿En serio? Haber... —la anciana se puso a revisar de nuevo su bola—. Huy, me equivoque de Lillie. Creí que eras la del fanfic de Vínculos de Amour.

—Menos mal —respiró aliviada por esa noticia—. Al menos espero que esa otra Lillie no haya conocido a un idiota con un Pikachu.

—Si supieras...

—¿Qué dijo?

—Nada, nada. Mejor continuemos —reanudando con su labor, la anciana trató de enfocarse bien en su objetivo—. Puedo ver algo oscuro, supongo que es una cueva... También puedo notar que tiene piedras muy brillantes en su interior... Y... Y... Y...

—¿Y, qué?

En eso Lillie observo consternada como la mujer le extendía su mano.

—Son diez pokédolares —le dijo con una ligera sonrisa, notando el ceño fruncido de la jovencita de la cabellera dorada—. Lo siento pequeña, pero primero son los negocios.

—Aquí tiene —enseguida le entregó un billete de cincuenta—. Puede quedarse con el cambio, pero ahora dígame lo que me espera en el futuro.

—De acuerdo —aceptó gustosa luego de confirmar que el billete era verdadero—. He visto que obtendrás un cristal Z junto con una Piedra Hielo.

—¡Sí! En su cara a todos mis haters —Lillie se puso a brincar de la emoción—. Ahora Mallow será la única pokégirl en no tener un cristal Z, ya que Ash se llevó el de tipo planta.

—Olvide mencionarlo, pero tendrás esos dos objetos con ayuda.

—¡Nooooo!

De pronto la carpa se abrió mostrándose a un agitado Ash junto con Pikachu, quien vestía con un traje elegante y teniendo una lupa en su pata. Sin esperarse a la reacción de la joven de cabello rubio, éste la tomó de su mano.

—Ahora nos iremos al estadio, quieras o no —dijo con ojos destellantes y una voz tenebrosa, arrastrándola fuera del lugar.

—O-oye, espera un rato... ¡Idiota!

Ambos Pokémon se miraron entre sí y dieron un leve suspiro, para luego seguir a su respectivo entrenador. Cuando la anciana estuvo sola sintió como su bola de cristal se teñía de un intenso humo negro, llamando su atención.

—Parece que habrá tiempos oscuros en Alola —la mujer sonrió mientras observaba la silueta de ambos muchachos que poco a poco desaparecían de su vista—. Espero que puedan superar todas estas grandes catástrofes que vendrán durante su largo camino, Ranger azul y Ranger rosa.


—¡Presidenta! ¡Le traigo noticias sobre Buzzwole!

Abriendo un poco apresurada la puerta de la oficina, apareció una agitada Wicke que traía consigo una gran cantidad de papeles en sus manos. Lusamine dejo por un momento su computadora, invitándola a tomar asiento mientras su fiel asistente recuperaba el aliento.

—Descubrieron alguna información valiosa sobre las verdaderas intenciones de las Ultra Bestias en nuestro mundo —preguntó con intriga la presidenta de la fundación Aether, queriendo ir directo al grano.

Sin embargo, Wicke negó apenada a su pregunta.

—Nada al respecto. Lo lamento mucho, Presidenta —se disculpó por su incompetencia de no haber conseguido nada en estos días.

—No te disculpes, mi estimada Wicke. Hiciste lo mejor posible para investigar y tratar de encontrar una pista a este gran misterio. Además... —Lusamine unió sus manos en forma de rezo, recordando las extrañas señales que alteraba el entorno dimensional—. Todavía nos falta saber el motivo de las apariciones de los Ultra Agujeros en toda la región. Presiento que algo malo puede ocurrir con estos fenómenos sobrenaturales.

—Tiene razón. No podemos permitir que siga los cambios drásticos en el espacio-tiempo.

La voz de Burnet retumbó en los odios de ambas mujeres mientras la veían entrar por la puerta con un semblante pensativo. La esposa del profesor Kukui llevaba una Tablet en su mano derecha a la vez que la otra ocupaba un libro antiguo con escritura y símbolos extraños.

—Eso es... —habló Lusamine, impactada, mirando aquel libro viejo.

—Sí. Este libro pertenece a las antiguas civilizaciones de Alola, aquellos habitantes que vivían en la isla Poni y protegían el altar sagrado de Solgaleo y Lunala.

—Ya había oído eso de parte de mi difunto padre. El Altar del Sol y la Luna, el poder de ambos Pokémon Legendarios que abre paso a una dimensión desconocida para todo ser vivo, añadiendo su misteriosa relación con las Ultra Bestias.

—¿Eh, Presidenta? —interrumpió una apenada Wicke.

—¿Qué sucede?

—Se me olvido decirle que ahora en la versión hispana se le dice "Ultraentes" a las Ultra Bestias, igual vendría siendo con la Beast Ball que sería "Entebola".

—¡Ni me lo recuerdes! —la mujer hizo una expresión horrorizada—. A veces prefiero mejor la versión inglés o hasta la japonesa. Ahora Pokémon ya no es lo mismo desde que 4Kids dejo su cargo a otra productora, incluso el opening de medio minuto en esta temporada es un completo asco.

—En eso la apoyo —secundo Burnet—. Prefiero mil veces escuchar Future Connection.

—Ah... Lo entiendo —respondió la sub-directora con una sonrisa forzada y una ligera gota resbalando por su cabeza.

Las tres mujeres soltaron un largo suspiro, pasando a sentarse en su respectivo asiento. El ambiente lucía un poco cargado de frustración y dudas con respecto a las Ultra Bestias y la misión peligrosa que debían afrontar Ash y los demás.

—Ahora que lo pienso... —habló Burnet de forma inesperada, llamando la atención de ambas trabajadoras de la fundación Aether—. ¿Por qué escogieron a los chicos para que fueran los Ultra... quiero decir los Alola Rangers?

De pronto un inexplicable escalofrió recorrió el cuerpo de Lusamine y Wicke.

—Eso es porque... —murmuró la directora.

—Eso es porque confiamos en los amigos de la pequeña Lillie —respondió la de pelo morado—. Nosotras creemos que ellos podrán superar cualquier problema con su gran amistad y apoyo mutuo.

—Ya veo. Eso tiene mucho sentido.

En eso Lusamine se acercó hasta su asistente.

—Gracias por la ayuda, Wicke —le susurró en su oído, aliviada.

—No fue nada Presidenta —le dijo igual de bajo—. Aunque todavía no entiendo el motivo, razón y circunstancia de ocultar la verdad sobre la elección de los chicos.

—Lo sé. Pero sería vergonzoso decirle que nuestra primera elección fuese los entrenadores que triunfaron en la Liga Pokémon de su respectiva región, además que los muy tacaños nos pidieron una gran cantidad de pokédolares por sus servicios.

—Supongo que tiene razón. ¿Y por qué escogió realmente a los amigos de la pequeña Lillie?

—¡Muy fácil! Era un precio razonable, además que gracias a eso pudimos crear el cuartel general, el equipo de la Pokémontura, y los trajes especiales.

—¿Qué tanto están cuchicheando ustedes dos? —preguntó una curiosa Burnet.

—N-Nada importante —dijeron al unísono dando una carcajada sincronizada.

De repente un extraño objeto volador entró por la ventana, sorpresivamente, alertando a las mujeres presentes en la habitación. Lusamine enseguida se percató de su aspecto, notando por mero instinto que se trataba de uno de ellos, un Ultra Bestia. Aquel ser de apariencia alienígena observaba con suma intriga y confusión a las tres, entonces se le acercó de forma amistosa a la que tenía el cabello rubio y le extendió su pequeña mano.

—¡Aloha, humana! Mi nombre es Poipole, y he venido a su increíble y mágico mundo para pedirles un enorme favor.


La gente que cruzaba por las calles de la avenida miraba muy curiosos a un par de jóvenes que iban de la mano. Algunos pensaron que se trataba de una pareja y otros que eran simples amigos de la infancia. Pero lo curioso era que la escena estuvo tan alejaba de toda realidad posible, incluso superando a la confusión de muchos fans si el beso de Serena hacia Ash fue en los labios.

Lillie intentó por novena vez liberarse del agarre de aquel entrenador de ojos cafés, siendo de nuevo imposible por su fuerza. Fue en ese momento que se dio por vencida y prefirió seguir su caminata hasta el dichoso estadio.

—Ash, ¿podrías soltarme? Te prometo que no me voy a escapar —le dijo con una voz tan calmada y una sonrisa leve, intentando doblegarlo con ese gesto tan angelical que la caracterizaba.

—Lo siento Lillie, pero no lo haré —dio su respuesta sin inmutarse, viendo como su amiga inflaba de forma infantil sus mejillas y cambiando su expresión tranquila a enojada.

—Oh, vamos. No soy ninguna niña pequeña para que me anden tomando de la manito, además la tienes toda sudorosa.

—Primero tengo que recordarte que tienes diez años, y segundo que mi mano se encuentra así por tratar de buscarte en cada tienda. Otro detalle importante es que tu mamá me dejo a tu cargo para cuidarte en todo el viaje.

Lillie se sonrojo abruptamente. Su madre de nuevo la trataba como una indefensa bebé, mas luego se dio cuenta de una cosa fundamental en su comentario.

—¡Un momento! Pero si tú también tienes la misma edad que yo.

—Sí. Pero en mi caso es que tengo la experiencia de un adulto de treinta años —explico con un tono orgulloso e inflando su pecho.

—Ajá. Y por eso ahora te encuentras en nuestra escuela donde eres el único que necesita hacer un examen de recuperación cuando viene la prueba semanal.

De repente Ash estuvo cubierto en un aura oscura.

—No me lo recuerdes. Ni siquiera estoy seguro si logre aprobar el examen de tipos.

—Es obvio que no. ¿Acaso olvidas que eres peor que Folagor?

¡Ash recibió un golpe crítico de parte de Lillie!

¡Es súper eficaz!

Y así ambos jóvenes decidieron caminar en silencio para mantener la paz en su amistad, mientras a su lado sus Pokémon le seguían el paso de la misma forma.

Lillie se quedó con un ligero sabor amargo en su boca luego de aquella discusión con el entrenador del Pikachu, sintiendo un pequeño apretón en su corazón. Tal vez se pasó un poco con sus palabras hirientes, y sólo tal vez debía disculparse para arreglar su error. No obstante, su orgullo femenino le impedía decirle un simple "perdón" a ese idiota amante de las batallas Pokémon y de las malasadas.

Los recuerdos sobre él se hicieron fugaces como nostálgicos, una sensación torpe e incomprendido para la joven. Un sentimiento que nadie debía enterarse, incluso para su querida compañera de tipo hielo.

Para la misma Lillie, el nombre de su compañero tenía varios significados muy especiales.

Su primer amigo residente del extranjero.

El primero en ayudarla a hacer un vínculo con Níveo.

Su valiente paladín que siempre la protege de cualquier peligro.

La persona que volvió a unir a su familia como en aquellos tiempos.

Pero lo más importante es que ese inocente entrenador se volvió su primer...

—Lillie.

—¿Ah? —la nombrada salió de su trance, mirando a su compañero que se había detenido de repente—. ¿Qué sucede Ash?

Repentinamente el entrenador la soltó de la mano y se volteó para verla. Ella notó con gran sorpresa que este se encontraba levemente sonrojado.

—Yo... ¡Quiero decirte algo muy importante que he tenido guardado hace unos días!

El corazón de la joven comenzó a alterarse y volviendo a experimentar cuando tenía fobia a los Pokémon, sintiendo un mal presagio con esas palabras.

Hora del Poké Problema—

—¡Alola! ¡La pregunta Pokémon será dada por mí, Mallow! —habló con suma emoción la morena, mientras Kiawe y Sophocles fijaba su vista en su deliciosa y grandiosa trama—. La pregunta de este capítulo es la siguiente: ¿Cuál versión de Lillie es la más inútil?

A) La del manga.

B) La del anime.

C) La del juego.

D) La de este fanfic.

—La respuesta se las daré en el siguiente capítulo. ¡Nos ve-...!

De pronto la puerta del salón se abrió de improvisto.

—¡¿Qué significa esto?! —gritó una alterada Lillie.

—¡Lillie! ¿Cómo lograste saber que haríamos el programa hoy? —preguntó un asustado Kiawe por verla hecha fuego de los ojos.

—El idiota me lo dijo.

En eso todos pudieron ver a Ash que entraba apenado por la puerta, siendo acompañado de un enfadado Pikachu.

—Lo siento, chicos —se sobó la cabeza y dio una pequeña carcajada—. Lillie me sobornó con un plato lleno de malasadas para que le diga el motivo de la cita inesperada.

—Pero tenía que ser el Ash del ocho —dijeron sus compañeros haciendo un facepalm.

Notas del Autor:

La autora fantasma ha vuelto a actualizar con la historia que dejo pendiente en estos largos meses. En serio lamento mucho la demora, pero la vida de una universitaria es muy difícil cuando tienes exámenes y trabajos grupales. Pero logre mi objetivo en terminarlo a pesar que avanzaba como tortuga en escribir cada palabra.

Agradezco a todas esas personitas que les gusta mi primer fanfic de Pokémon, aunque claro que salgo de la línea monótona de las parejas melosas que a veces arruina con la trama. Apuesto que muchos se preguntan si Lillie está enamorada de Ash, pues... ¡La respuesta es un sí y a la vez un no! Ya saben que la dulce rubia es una tsundere indecisa, en especial si se siente atraída por un chico tan denso y asexual como lo es nuestro querido Ash Ketchum.

La segunda parte la voy a subir para el próximo año, puesto que tendré más tiempo libre para continuarla. Un agradecimiento especial a Emilion, quien me ayuda a corregir algunas palabras y me da ideas para colocar cositas bellas a la historia.

¡Comenten que les pareció el capítulo!

Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.