N/A: Advertencia, esta historia contiene menciones de abuso a partir de la primera palabra. La historia tratará con temas de abuso infantil y abuso de drogas. Lee bajo tu propio riesgo, habrán avisos en capítulos futuros para aquellos que lo necesiten.
Recuerden que esto es un U/A. No voy a decirles de que se trata, tendrán que seguirme la corriente. Las cosas se explicarán con el tiempo, pero no hubo guerras mágicas y Voldemort jamás existió. Los Potter siguen con vida, pero desafortunadamente los padres de Neville Longbottom si fueron torturados, solo que no por Bellatrix.
Nota del traductor: Hey! Bueno, esta historia no es mía, originalmente es de N. Blackman. Pero me gustó tanto que decidí traducirla. Creo que actualizaré 2 veces por semana, trataré de que sean los lunes y los jueves.
Disclaimer: Ni la historia ni los personajes me pertenecen, yo sólo traduzco.
"¡Una bruja!" el sisea, su aliento huele a ron y la niña retrocede hacia el sillón, mirándolo con los ojos muy abiertos. "Una sucia, buena para nada bruja…"
"Papá" la niña abre su boca para protestar, pero una fuerte bofetada la tira al suelo. Lágrimas brotan de sus ojos.
"¡Me das asco. Tú y tu maldita raza!"
"¡Por favor!" ella susurra, encogiéndose en una bola. Ya sabe lo que viene.
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Ojos marrones se abren de golpe al sonido de alguien moviéndose en la habitación. Ella escucha, sin moverse, mientras la persona camina alrededor, espera hasta que escucha el resorte del colchón antes de relajarse. Mirando hacia la ventana, ve el cielo azul y sabe que va a estar dando vueltas sin poder dormir.
Deslizándose de la cama, sus pies tocan el gélido suelo de madera. Ignora el frío penetrante y se viste silenciosamente. Aprendió desde hace mucho tiempo a moverse sin hacer ruido. Solo la puerta cerrándose suavemente detrás de ella hace el más sutil de los click mientras la cierra con una mano experta. A medida que va bajando la escalera de caracol, oye los ronquidos provenientes del dormitorio de los chicos. Su capa roza el último peldaño mientras entra a la cálida sala común. Ella nota la regular figura sentada al lado del fuego, mirándolo fijamente, como si contuviera las indescifrables preguntas de la vida. Tal vez para el así sea.
Presiona una mano tranquilizadora en el hombro del muchacho; este se tensa en alarma para después relajarse mientras ella le ofrece una sonrisa calmante.
"¿Estás bien, Neville?" pregunta ella, su voz extrañamente ronca.
"Sueños" el murmura. Ella sabe que él quiso decir recuerdos, pero no presiona el tema. "Te levantaste temprano, 'Mione"
"Sueños" responde ella con una sonrisa.
"¿Vas a ver a Hagrid?" pregunta el, volteándose para mirarla.
"Si. Me dijo que quería ayuda con algo. Ya sabes cómo es" dice ella, atando su cabello en una cola de caballo.
"A este paso te va a contratar como su asistente"
"Estoy segura de que Hagrid se las puede arreglar sin mí. Solo le gusta tener a alguien con quien hablar. Voy a llegar tarde, de todos modos. Trata de descansar un poco, Neville" dice ella, apretando su hombro al salir.
Salta los escalones de dos en dos, apenas haciendo ruido mientras se dirige a la salida. Espera que Filch la deje tranquila si la ve. No le apetece ser llevada con su Profesora de Defensa Contra la Artes Oscuras en esta mañana tan deprimente. La suerte está de su lado cuando se desliza por la puerta principal y la humedad la recibe. Caminando hacia la cabaña de Hagrid, ella escucha como el bosque comienza a despertarse. Puede ver a Hagrid moviéndose afuera de la cabaña, sabe que está alimentando a Fangs mientras el perro gigante se sienta pacientemente, meneando su masiva cola.
"Buenos días, Hagrid" ella llama, dando los últimos pasos hacia el guardabosques.
"Llegaste temprano, Hermione. No te esperaba hasta dentro de una hora" Hagrid saluda, mandándole una sonrisa.
"No podía dormir. Además, tengo que terminar otro ensayo"
"¿Black te mantiene ocupada?"
"Siempre me manda a hacer algo. No creo que le guste que entregue mi trabajo temprano"
"No me agrada esa mujer…Siempre está acechando, no confío en ella. No debería estar colocando tanta presión sobre ti, de todos modos"
Hermione se encoge de hombros; sabe que Hagrid solo está cuidando de ella. Le dirige una ligera sonrisa, observando una pila de madera podrida. Mientras que Hagrid termina de darle de comer a Fangs, ella conjura un pequeño encantamiento restaurador, transformando la madera de podrida a impecable en un instante. La varita de Hagrid no era la mejor para producir hechizos.
"¿Que estás haciendo hoy?" Hermione pregunta, desviando la mente de Hagrid de la malvada Profesora residiendo en el castillo detrás de ella.
"Los gemelos se traen algo entre manos otra vez. Dumbledore preguntó si podía echar un vistazo"
"¿Dónde?"
"Por el lago, ¿me vas a acompañar?"
"Me encantaría. ¿Te veo ahí?" Hermione pregunta, estirando sus músculos.
"Por supuesto" el responde mirando a Hermione trotar. "¡No trabajes tan duro!" la llama, recibiendo un pequeño ademán como respuesta.
Sus pies golpean la arena cerca del lago, sangre bombeando. Siente la adrenalina atravesar su cuerpo, disfruta del viento chocando contra ella. Su cabello está atado firmemente, agitándose suavemente detrás de ella. Sus zapatos tocan la orilla del agua, causando que esta salpique contra su pierna. Mira a Hagrid en la distancia, pensando que es muy improbable que el gentil gigante encuentre lo que los gemelos Weasley han escondido. Sabe por experiencia propia que la única manera de encontrar la broma oculta es después de que esta explota.
Ella se detiene, tomando un trago de agua, para luego volver a correr. Siente los músculos en su pierna contraerse mientras se empuja a sí misma. No muchos saben que pasa sus mañanas corriendo. El mundo mágico no parece entender la importancia de mantenerse en forma. Ella puede ver su confusión, como si correr estuviera por debajo de ellos, otra inexplicable actividad muggle que no tiene sitio en la comunidad mágica. A pesar de esto, Hermione mantiene una rutina saludable. Conoce la importancia de mantener su cuerpo en plena forma. Si no puedes vencer a tu oponente, retirarse es la única opción. Sin una varita, un mago o una bruja son inútiles. Solo sigue corriendo.
"¿Te están persiguiendo?" la voz arrogante la sobresalta, causando que pierda el equilibrio y caiga sobre una rodilla, mientras que la otra golpea una roca. Lo que faltaba.
Haciendo una mueca de dolor al raspón de su rodilla expuesta, Hermione mira a la bruja altanera parada a unos metros de distancia. Una sonrisa cruel se asoma en el rostro de la bruja, distorsionando las hermosas facciones en algo mucho más amenazador. Largos y espesos rizos negros caen por sus hombros. Ojos negros perforan a Hermione a través de extensas pestañas. Poniéndose de pie, Hermione mira desafiante a la bruja alta, antes de sacudir la arena de sus rodillas.
"Profesora Black" Hermione saluda, tan cortésmente como puede.
Arqueando una perfecta ceja, los ojos de la Profesora Black destellan un matiz aterrador antes de regresar a su color normal. Hermione ignora su reacción inicial de retroceder. Nunca se ha visto cara a cara con esta profesora. Sabe que la bruja todavía cree en la superioridad de la sangre, a pesar de enseñar en Hogwarts y trabajar para Dumbledore. Nunca lo ha dicho en voz alta, pero sus acciones hablan por sí solas. Ella ignora las infracciones de los sangre pura, pero si un nacido de muggle llega a respirar mal bajo su atenta mirada, está ahí con un castigo. Prejuicio. Que desafortunado que Hermione fuera la bruja más brillante de su edad y una hija de muggles. A menudo se ha visto al borde de discusiones con Black, y sabe que la bruja la odia apasionadamente. Excepto que, Hermione nunca dio un mal paso, por lo que la profesora no pudo castigarla, en su lugar la hizo realizar trabajo extra.
Hermione debió haber sabido que la bruja oscura no estaba siendo intencionalmente agradable cuando le ofreció la oportunidad de tener un plan de estudios extra en su clase. Tener una carga de trabajo adicional era un privilegio y una maldición. Ponía más presión sobre ella, pero jamás iba a admitir su derrota en frente de Black. Acepto el desafío y, como era de esperarse, completó toda la tarea a tiempo. Si la profesora supiera todas las horas, todos los días, que Hermione trabajo hasta la madrugada, bostezando en los libros, sentiría como si estuviese ganando, asi que Hermione mantuvo la agobiante carga de tarea como un secreto bien guardado.
"Granger, ¿qué estás haciendo?" Black pronunció su nombre como si le dejara un asqueroso sabor en la lengua, pero Hermione había aprendido a ignorar el insulto desde hace mucho tiempo.
Estirándose para mantener sus músculos calientes, Hermione responde "Ejercitándome. Ayuda a mantener las funciones del cerebro activas. También es muy beneficioso para estirar los músculos del cuerpo. Además reduce significativamente las posibilidades de insuficiencia cardíaca, demencia, diabetes, etc."
Black levanta su mano, evitando que la bruja continúe. "Eres una enciclopedia andante, ¿verdad?"
"Sólo de cosas importantes"
"¿Por qué estás "ejercitándote" tan temprano, Granger?" Black pregunta cansadamente "Respuestas cortas; todavía no he tomado mi café"
"Mi rutina" Hermione responde con una ligera sonrisa de satisfacción. "¿Por qué está aquí, Profesora?"
Lanzándole a Hermione una mirada feroz por la insolencia de la pregunta, Black responde igualmente. "Aparentemente, los gemelos Weasley están planeando una sorpresa. Estoy aquí para ayudar a ese bobalicón". Apunta hacia Hagrid en la distancia. "Estaba caminando hacia allá cuando noté a una de mis estudiantes corriendo…voluntariamente, además."
"Me gusta correr" Hermione se encoge de hombros ante la mirada de su Profesora.
"Sí…" Black arrastra la palabra, preguntándose si debería mandar a la adolescente a ver a Pomfrey. "¿Dónde está el chico que no sabe cuándo rendirse y el pelirrojo malcriado que obtuvo las sobras del acervo genético?"
"¿Debería estar diciendo esto en frente de mí?" Hermione medita, no muy segura de sí debería reírse del insulto a sus amigos u ofenderse.
"¿Vas a acusarme con Potter y Weasley? La última vez que Weasley tuvo un castigo conmigo mojó sus pantalones"
"Gracias a un hechizo"
Un ligero movimiento de labios es la única indicación de que Black está reviviendo el recuerdo. "Sí, y si mal no recuerdo, tú fuiste la que lo conjuró, ¿cierto?"
Sonrojándose ante el recordatorio, los ojos de Hermione se alejan rápidamente de la bruja. "Eso es lo que usted dice"
Riéndose ante la respuesta infantil, Black desdobla sus brazos y da un paso adelante. "Así que, ¿por qué la sabelotodo del trío dorado está corriendo…sin sus estúpidos amigos?"
"Estoy muy segura de que eso es bullying..." Hermione murmura para sí misma. "Es auto explicativo"
"Explícamelo" Black ordena, con voz de acero.
"Bueno, ellos son…" Hermione trata de encontrar el término correcto para definirlo y nota el incesante golpeteo del pie de la Profesora, apresurándola. "Ellos son magos…"
"Esa no es una razón, Granger"
"De hecho, es una bastante apropiada. Verá, si se nace en el mundo mágico, uno depende completamente de la magia. Se olvida la importancia del ejercicio, mantenerse en forma, porque todo el mundo piensa que la magia podrá curar siempre cualquier enfermedad, prevenir cualquier lesión. Cuando, en realidad, no puede hacerlo. No todo el tiempo."
Hermione mira a su Profesora reflexionar sobre la información antes de que una sonrisa sádica adorne sus labios, causando que un escalofrío recorra ligeramente el cuerpo de Hermione. Ella arrastra sus pies, tratando de ignorar la mirada malévola en la cara de la bruja.
"Quizás para la gente como tú" Black sonríe. "Pero los magos y las brujas de verdad se las arreglan bastante bien"
Dolida, Hermione reprime las ganas de mandar a la Profesora Black al infierno. Las palabras son como un golpe fuerte directo al corazón. Las lágrimas están a punto de romper el control de su furiosa mirada, pero se rehúsa a dejarlas salir. En cambio, se traga cualquier réplica, sin darle la satisfacción a la Profesora Black de verla alterada.
Decepcionada por la falta de respuesta, la Profesora Black nota el dolor en los ojos de la chica. Lo que ocasiona que sus propios ojos brillen con alegría sádica y triunfante. Ella sonríe, sus deslumbrantes dientes como los de un lobo, sonriendo antes de atacar a su presa.
"No te sientas mal Granger, deberías estar orgullosa." Confundida, Hermione mira a la bruja cautelosamente. "Usaste iniciativa. Algunos dirían que compensar tu falta de magia con costumbres muggle es…inspirador."
Tragando fuerte para mantener sus emociones bajo control, la varita de Hermione vibra en su bolsillo, diciéndole que el ejercicio ha terminado. Meneando su cabeza a la bruja oscura, se aleja, dirigiéndose al castillo.
"Espero que tu ensayo esté listo a tiempo para mi lección de hoy" Black llama detrás de ella. "No quiero que tus estudios muggle intervengan mientras estés siendo una bruja."
Girando en el acto, Hermione mira ferozmente a la sangre pura que sonríe satisfecha en frente de ella. Toda clase de maldiciones están en la punta de su lengua, esperando para ser soltadas en la Profesora. En su lugar, logra controlar su rabia y mira como Black inclina la cabeza a un lado en una pregunta silenciosa. "¿Algo que quieras decir?"
"Ya está en su escritorio." Hermione gruñe, antes de irse.
"No esperaba menos" Black dice silenciosamente, mirando como su estudiante se retira. Ve al medio gigante a lo lejos. "Parece que este día va a estar lleno de suciedad." Refunfuña, dando un paso hacia Hagrid. "Me pregunto si Minerva se dará cuenta si le pongo Whiskey de fuego a mi café". Ella cavila consigo misma mientras camina hacia el resplandeciente lago y Hagrid, quién se está agachando para recoger una larga roca de forma sospechosa. Ella suspira.
- Capítulo 1-
Un gran montón de estudiantes comen y hablan durante el desayuno, la mayoría sin notar la ausencia de algunos Profesores. Lechuzas entran en picada, dejando caer cartas, paquetes y periódicos. En la mesa de Gryffindor, Hermione se sienta, rodeada por Harry, Ron, Ginny y el resto de su pequeño grupo de amigos. Harry, concentrado en la lectura de su diario, no se da cuenta de que los melosos ojos de Ginny lo están mirando. Ron está ocupado llenando su cara de todo lo que hay en la mesa. Untando su tostada lentamente con mantequilla, Hermione mira a sus amigos en silenciosa consideración. Se pregunta cómo sería su vida si las cosas fueran más emocionantes, si ella estuviera destinada a otra cosa que no fuera obtener calificaciones perfectas por su trabajo.
¿Cómo sería tener una aventura? Ella disfruta inmensamente de la escuela, pero no puede evitar desear que sucediera algo más interesante. "¿Acaso no estoy hecha para la grandeza?" Se guarda sus pensamientos para sí misma, haciendo una mueca al comportamiento de cerdo de Ron. Por el rabillo del ojo, nota como la Profesora Black toma asiento al lado de la Profesora McGonagall. Ambas brujas comparten una mirada de desprecio con la otra antes de que Black empiece a servirse comida. "Si alguna vez hay una guerra, me pregunto si esas dos harían a un lado sus diferencias." Hermione medita consigo misma mientras Ron trata de alcanzar, sin que ella lo note, un eclair por encima de su plato. Un ruido detrás la hace salir de sus pensamientos y voltearse al sonido.
Una guerra se ha desatado entre Hufflepuff y Slytherin. Ella nota las rápidas y decisivas acciones de la Profesora Sprout, la cual marcha hacia el conflicto para reñir a sus Hufflepuff de quinto año. Hermione medio espera que Black se involucre. Sin embargo, la bruja no se mueve de su posición. En cambio, observa entretenida desde su asiento. Los Slytherins, claramente disfrutando, continúan causando problemas a pesar de la participación de la Profesora Sprout. Una chispa errante explota en la mesa de Hufflepuff, causando que algunas chicas chillen y salten para abandonar sus sillas.
La Profesora McGonagall se inclina para hablar con la profesora Black. Hermione puede ver el destello de disgusto atravesando la cara de la bruja oscura antes de que esta asienta ligeramente. Un movimiento de la varita de Black es la única advertencia que reciben los rebeldes Slytherins antes de ser forzados a sentarse en sus sillas.
"¡Suficiente!" Black comanda, levantando su voz ligeramente.
A pesar de su odio por la bruja, Hermione todavía se asombra ante la autoridad que esta ejerce. Observando, el resto de estudiantes regresan rápidamente a sus mesas y todos los hechizos cesan. Satisfecha, Black regresa a su desayuno, liberando a los Slytherin de la parálisis en la que los había sometido.
"Eso no es justo." Balbucea Ron entre bocados.
"¿Qué? ¿Qué Black deje que sus alumnos hagan lo que quieran?" Replica Ginny.
"¡Sí! Quiero decir, ¿Por qué debemos dejar que se salgan con la suya? Deberíamos darles una lección, amigo" dice Ron, codeando el brazo de Harry.
"No seas absurdo Ronald, ¿qué vas a hacer? ¿Desafiar a todo Slytherin a un duelo?" Reclama Hermione, compartiendo una mirada fulminante con Ginny.
"Nah, pienso que deberíamos sorprenderlos. Fred y George siempre tienen fuegos artificiales por ahí; tal vez podríamos colarlos a la sala común de Slytherin y encenderlos mientras duermen. Eso les enseñará a esos idiotas"
"Es una buena idea 'Mione" Harry asiente con entusiasmo.
"Es una idea estúpida" Hermione razona, ignorando la mirada dolida de Ron. "Tus padres ya están irritados contigo por las visitas al bosque de noche, si se enteran que hiciste esto Harry, podrían sacarte de la escuela"
"Mi papá entenderá" defiende Harry. "El odia a los Slytherins tanto como yo"
"Es una idea estúpida" Hermione murmura, dándose cuenta de que los chicos ya tomaron una decisión, independientemente de lo que ella piense.
"No es como si nos vayan a atrapar, no con el mapa de Harry" Ron sonríe triunfantemente. "Relájate 'Mione, será divertido"
"Black los destrozará pedazo por pedazo" les recuerda Hermione, tomando un sorbo de jugo de calabaza, para luego mirar a la mesa de Profesores.
Se congela como un ciervo en los faros, encontrándose a sí misma como el centro de atención de Black. Penetrantes ojos negros están enfocados solamente en ella. Una vez que la bruja sabe que tiene la atención de Hermione, procede a mirar a Harry y a Ron para después sonreír de forma amenazante y depredadora. "Ella sabe". Hermione cae en cuenta, ojeando a los chicos, que están muy ocupados planeando para darse cuenta que los vigilan. El más ligero movimiento de la bruja es agonizantemente lento. Hermione mira, paralizada, como la bruja pasa una mano por su cabello. Antes de que las manos se detengan sobre la mesa, se da una palmada en el lóbulo frontal, muy gentilmente, para después echarle un vistazo a Harry. "¡Harry, idiota! ¡¿Qué te he dicho sobre cerrar tu mente?!". Hermione quiere sacudir al muchacho, a ver si adquiere sentido común. Mirando otra vez a su Profesora, observa la sonrisa de lobo. Va a ser una trampa. Se gira para avisarles, pero mira como Black menea su cabeza y le envía una familiar mirada aguda. "Voy a hacer tu vida un infierno". Es el mensaje silencioso.
Vacilante, la decisión es afortunadamente removida de sus manos gracias al director poniéndose de pie. Sube al podio, el rugido de la sala se convierte en un zumbido silencioso, ya que la presencia de Dumbledore siempre demanda atención. Un ligero murmullo sale de las mesas hasta que el levanta su mano. Miradas de confusión se mezclan con anticipación por parte de estudiantes y profesores. Solo llevan una semana de clases, por lo cual es inusual que el director se dirija a toda la escuela. Normalmente convocaría a una asamblea si fueran noticias importantes.
"Su atención, por favor". La voz de Dumbledore retumba en el pasillo. "Como todos saben, este es el quinto aniversario del Torneo Riddle, creado por uno de nuestros más celebrados y exitosos estudiantes, Tom Riddle Jr. Para celebrar, estamos orgullosos de anunciar que Hogwarts será el anfitrión de las actividades este año"
Un jadeo de asombro suena y algunos estudiantes comienzan a celebrar. Ron estalla en aplausos junto con los demás estudiantes, demasiado emocionado por competir en los juegos. Hermione ignora la ligera sensación de miedo que la recorre. No es como si ella fuera a entrar. Esto no es algo que le interesa. Neville quién, hasta este momento, había permanecido tranquilo, se movió. Hermione notó el cambió inmediatamente. Atrás quedó el muchacho deprimido, siendo reemplazado por un afán sorprendente.
"Cálmense" Dumbledore reprendió a la multitud con buen humor. "Como ustedes saben, cualquiera puede entrar al campeonato siempre y cuando estén en un equipo. Por cada escuela pueden participar un equipo de ocho, o dos de cuatro. Habrá seis escuelas compitiendo este año. Escojan sabiamente quien estará en su equipo, pues solo uno puede ganar el campeonato. Nuestra campeona, la profesora Black, desea expresar unas pocas palabras" Dumbledore le cede el escenario a la Profesora Black, quién elegantemente camina hacia el podio.
Los iris de Black miran hacia los estudiantes. Pequeños tragos llenan la sala mientras Black sonríe de manera presumida. La Profesora Black es famosa por mucho más que su intoxicante belleza. También fue la bruja más astuta e inmensamente talentosa en ganar los Torneos. Black, una prodigio, incluso tuvo audiencia con el mismísimo Ministro de Magia, Tom Riddle.
"Buenos días" el frío y nítido tono de su voz podría hacer que la mayoría de los estudiantes perdieran el apetito. "No fue hace mucho que yo me senté donde están sentados ustedes. El Torneo Riddle está diseñado para separar al débil del fuerte. Puedo ver sus ojos emocionados mirando a sus amigos. Sus amigos serán su ruina. Sus aliados los apuñalarán por la espalda para ganar el premio. Estos campeonatos pondrán a prueba su inteligencia y eso, para algunos de ustedes, ya es cuestionable. Su astucia, iniciativa, valentía, serán todas puestas a prueba. Los romperá de todas las maneras posibles, y harán que muestren su verdadera naturaleza. Si no ganan, probablemente expongan esa naturaleza, no solo a sus amigos, sino al resto del Mundo Mágico. Piensen sabiamente antes de entrar. ¿Son sus amigos más importantes que sus oportunidades de alcanzar fama y gloria? Cuarenta y ocho entraran al Torneo. Solo uno puede salir victorioso. Vincit qui se vincit"
"Vincit qui se vincit" La multitud responde mecánicamente, mirando con asombro a la bruja mientras esta se retira.
"Gracias por sus palabras de sabiduría, Profesora Black." Dumbledore anuncia alegremente. "Las inscripciones para entrar al Torneo durarán dos días. Escojan cuidadosamente. Cualquier equipo que quiera ingresar, por favor diríjase a la Profesora Black. Cualquiera que tenga preguntas, visite a la Profesora McGonagall o al Profesor Snape. Que Merlín les de suerte"
Tan pronto como Dumbledore regresó a su asiento, la habitación se encendió con estudiantes hablando. Incluso los Profesores se veían animados con respecto al Torneo.
"¡Se me había olvidado por completo que se iba a celebrar el Torneo!" Ron exclama efusivamente, derramando su bebida sobre la mesa. "¡Esto es brillante!"
"¿Vas a entrar, Harry?" pregunta Neville.
"No lo sé" murmura Harry.
"Debes hacerlo amigo, tu papá lo ganó, después de que Black lo hiciera. Ahora es tu turno de ganarlo"
"No debes entrar si no quieres, Harry. Tu papá está orgulloso de ti igualmente" Hermione interrumpió a Ron, esperando poder disuadir a su temerario amigo.
"Ya veremos" dice Harry poniéndose de pie. "Es mejor que vayamos a Encantamientos"
Para el trío, el día pasó lentamente. Hermione se encuentra sola en la biblioteca, buscando a través de la sección restringida. Tiene permitido leer libros de ahí, ya que la profesora Black le firmó un permiso donde consta que de verdad está investigando, y no averiguando cosas frívolas. Masticando pensativamente un sándwich, su mente deambula al próximo Torneo, preguntándose quienes irán a participar. A pesar de que las 3 maldiciones imperdonables fueron prohibidas, la gente aún ha muerto en los juegos. Tanto por una caída accidental, como por el resultado de un duelo, o sabotaje de parte de otro competidor, la gente ha muerto. Con el pasar de los años se han vuelto más seguros, pero siempre va a haber un estudiante particular que caiga de una plataforma, demasiado rápido como para que un profesor reaccione. Algunas veces un alumno se toma demasiado en serio el Torneo y elimina a la competencia afuera de los niveles, lo cual se resuelve rápidamente.
Suspirando, Hermione masajea su cuero cabelludo, para luego ver la hora y apresurarse a la clase de DCAO. Llega a afuera de la puerta para encontrarse sola. Quizás llegó demasiado temprano. Empujando la puerta, halla a la Profesora Black detrás de su escritorio, hojeando papeles. La Profesora mira rápidamente a Hermione antes de regresar a su trabajo. Tomando eso como su señal, Hermione se desliza hacia su asiento habitual. Moviéndose tan silenciosamente que Black tiene que alzar la mirada para asegurarse de que la muchacha está en el salón de clases, deja sus libros en la mesa, con el comportamiento de una persona que padece de TOC.
"Debo decir, estoy sorprendida" la voz de la Profesora Black hace que Hermione se sobresalte y voltee a verla.
"¿Sobre qué, Profesora?" pregunta, todavía molesta por las palabras de la Profesora. "¿Es mi tarea?" Hermione se pregunta si dejó algo por fuera.
"¿No sabes?" Black responde, reclinándose en su silla y juntando las manos delante de ella.
"Profesora…"
"¡Hermione!" grita Harry, entrando en la habitación como un toro. "¡Está aquí, Ron!" llama sobre su hombro precipitadamente, corriendo hacia la organizada mesa de Hermione, casi derramando su tinta.
Un jadeante Ron aparece en la puerta. "Te dije que lo más probable es que hubiera llegado temprano a clases, amigo" declara Ron entre bocanadas de aire.
"¿Cuál es el problema?" pregunta Hermione, levemente entretenida por todo el asunto, particularmente por la cara roja y los jadeos de Ron.
"No hay ningún problema, en sí" dice Harry rascándose el cuello, un signo obvio de nerviosismo.
"Necesitamos un cuarto integrante" Ron completa la oración de Harry compartiendo una mirada con su amigo.
"¿Para el Torneo?" clarifica Hermione. Ambos chicos asienten. "Entonces vayan y consigan uno"
"Ya lo hicimos. Escribimos tu nombre." Harry sonríe tímidamente ante la mirada de impacto de Hermione.
"¿Qué hicieron qué?" Hermione exige, tirando su último libro en la mesa.
"Necesitábamos un cuarto integrante, entonces empezamos a discutir con Malfoy y el…" Ron desvaría al notar a Black caminando hacia el frente del escritorio.
"Termina esa oración, Weasley" Sonríe Black de manera odiosa.
Harry la terminó por el velozmente.
"Entonces…antes de que supiéramos que estaba pasando, Ron, siendo un tonto, dijo que ya teníamos un equipo y Draco preguntó por qué no nos estábamos inscribiendo y te anotamos como nuestro cuarto participante"
"¿Qué?" Hermione mira a sus amigos con incredulidad. La inscribieron en el Torneo sin su permiso. "Esto no me interesa"
"Qué sorpresa" Black susurra en voz baja, mientras se cruza de brazos. "¿Debo suponer, entonces, que estos dos idiotas te incluyeron en su equipo como un participante involuntario?"
"Sí" Hermione concuerda, enviándoles a sus amigos una mirada furiosa.
"¿Te das cuenta que retirar a tu equipo significa que ninguno de ustedes va a ser capaz de entrar con ningún otro equipo?" le recuerda Black.
"Hermione, por favor" Harry suplica. "No suelo pedirte favores"
"Me pides favores todos los días" refunfuña Hermione.
"Cierto, pero esto es importante para mí. Mi papá ganó el Torneo. Quiero tener una oportunidad para ganarlo también"
"Harry, puede que tu papá ganara, pero también se separó de su mejor amigo para siempre" le recuerda Hermione gentilmente. No había manera de ignorar el ferviente odio entre las cuatro personas que alguna vez fueron mejores amigos. "Nos podría separar a nosotros también"
"Granger, ¿voy a retirar a tu equipo o no? Una vez que un equipo permanezca dentro del sorteo por más de una hora, no puedo removerlo. Hay reglas"
"Hermione, por favor, solo esta vez, puede que ni siquiera nos elijan, hay demasiados grupos batallando por esto"
"No creo que entiendas lo que implica, Harry" razona Hermione.
"Escucha a la sabelotodo, Potter. Siempre tiene razón" dice cansinamente Black.
"Sé lo que implica. Quiero hacer esto. No fue justo que Ron te incluyera sin preguntar, pero te necesitamos, Hermione"
"¿Cómo te diste cuenta?" pregunta la Profesora Black, Hermione puede escuchar la diversión en la voz de la bruja.
"Hermione es la persona más inteligente que conozco. La necesitamos. Sin ti, Hermione, no pasaremos de la primera etapa" dice Harry sonriéndole a su mejor amiga.
"Si, 'Mione, eres el mejor hombre…digo…la mejor mujer para el trabajo" Ron se tropieza con sus palabras.
"Incluso con Granger, no pasarán de la primera ronda" Black les aconseja. "Removeré a su equipo del sorteo"
"¡Espere!" Hermione detiene a la bruja. "¿A qué se refiere con que conmigo no pasarán de la primera ronda?"
"¿Necesito deletreártelo, Granger?" es la respuesta arrogante. "Ningún hijo de muggles ha ganado el Torneo. Estás perdiendo tu tiempo"
"Podríamos ganar" gruñe Hermione, enojada con la bruja por pensar tan poco de ella.
"No perteneces en ese Torneo"
"¡Hermione tiene la misma oportunidad que cualquiera de nosotros!" la defiende Harry.
"Potter, llevar a una nacida de muggles contigo no va a ayudarte a ganar"
"¡No puede discriminarme por mi sangre!" dice Hermione apuntando a su Profesora.
"No es solo por tu sangre, Granger. He sido tu Profesora de DCAO por casi seis años. Si hay alguien en Hogwarts que te pueda asegurar que no estás lista para esto, soy yo"
"Usted no puede asegurar eso" responde Hermione, sin creerle a su Profesora.
"De hecho, si puedo. Si entras a ese Torneo, y tu equipo es elegido, lo más probable es que mueras allá dentro" no hay ningún tipo de emoción en la voz de Black. Es como si estuviera leyendo un diccionario. Todo era un hecho para la bruja oscura. "Ahora, ¿debo remover su equipo? ¿Prevenir cualquier vergüenza adicional?"
Hermione observa a su Profesora deslizarse por la habitación hasta donde estaban los formularios de inscripción de los competidores. "No" dice Hermione valientemente. "No me voy a retirar. Todavía seguimos en el sorteo"
"¡Sí!" ambos muchachos gritan, chocando los cinco.
"Imprudente de tu parte, Granger" sisea Black.
"Ya veremos quién tiene razón" responde Hermione, con la misma cantidad de veneno. "Podré ser muchas cosas, pero no soy cobarde y sobre todo no soy alguien a quién le puedan pasar por encima"
N/A: Vincit qui se vincit - Vence el que se vence a sí mismo.
