Esta historia esta inspirada de un fic en inglés. Este primer capitulo lleva acumulando polvo (metafórico) desde hace casi dos años y por fin me decido a publicarlo ahora que tengo tiempo.

Espero que sea de su agrado. Enjoy it!

Disclaimer: Naruto e Inuyasha no me pertenecen. Todos los derechos reservados a sus respectivos dueños.

§●◊●§

La luz del sol calienta su piel y el viento mece su cabello plata. Sentado en el pasto verde que hace cosquillas en sus piernas regordetas, Inuyasha observo a su alrededor. Inclino un poco su cabeza como escuchando algo en la distancia y fue un gesto que de hacer sido visto por alguien se hubiera derretido de ternura. El cielo azul y el bosque verde que rodea el prado en la pequeña colina son una imagen familiar, pero el lugar no lo conoce.

Este no es su hogar.

Cuando despertó en este sitio, Inuyasha entro en pánico al darse cuenta de que era un bebé. Lloro hasta casi quedarse afónico. Su mente se aclaró poco después y todo fue más fácil de entender. Él tenía una misión encomendada por algunos dioses bastardos que no podían hacer nada por sí mismos.

Las memorias de su vida estaban ahí, en su mente, pero se mantenían ocultas detrás de un velo impenetrable puesto ahí por los dioses para que nadie pudiera acceder y descubrir quién era él. Inuyasha sabría por instinto o intuición que personas tenía que ayudar y no gracias a los dioses bastardos sino por el propio Inuyasha, quien después de que Kagome llegara a su vida no podía simplemente ignorar a alguien que necesitaba ayuda o que caminaba hacia su propia autodestrucción por mas noble que fuera la causa o razón.

Y entonces, fue así que con esos pensamientos fue tomado en brazos por una mujer extraña con una máscara blanca de mapache.

Inuyasha no hizo alboroto alguno ni se quejó, solo se dejó hacer sabiendo que esta mujer lo llevaría a su destino.

Y si a la mujer le pareció extraño que el pequeño bebé de no más de un año de edad estuviera tan tranquilo al ser cargado por un extraño después de encontrarlo solo en medio del bosque y con los ojos rojos y húmedos, no le dio importancia o se lo atribuyo a una cosa de bebes. Después de todo ella era solo una ANBU de Konoha entrenada para llevar acabo las misiones más peligros, no para entender el comportamiento de un bebé abandonado.

Pero si la AMBU hubiera prestado más atención e importancia a la situación se habría dado cuenta que el bebé la había escuchado acercarse desde más de cien metros de distancia. Aunque no podían culparla, ella no era un Hyūga para ver a gran distancia y ese niño no era normal. Ese era un niño que una vez que creciera podría derrotar a un bijū.

Y eso era algo que no descubrirían hasta que fuera demasiado tarde para algunos, porque no eran los bijū a los que iba a derrotar.

Si les ha gustado por favor háganmelo saber a través de un comentario. Con que escriban un simple "Me gusta" es suficiente.

Hasta la próxima . Ciao.