Nuevo Capitulo Espero les guste.
Un nuevo día había llegado para la familia de Starburst, el pegaso caminaba con toda tranquilidad por el pueblo, con sus alforjas en su lomo, cargando en uno de ellos un pequeño gotero, que no era mas que una pequeña porción de su agua milagrosa. A paso lento atravesaba las calles del lugar, ganándose unas cuantas miradas que fueron ignoradas casi en su totalidad por el mismo.
Este no prestaba mucha atención a su alrededor ni a los demás ponys, caminaba tranquilo hasta que llego a un punto en que al detenerse y ver a un costado, vio una gran casa de dos pisos, se detuvo a verla un momento, mostro una pequeña sonrisa.
-Aun no me creo que esta casa será mía, y de mi familia- Pensó sin dejar de ver ese lugar, por un momento se imagino a todos dentro muy felices.
El día anterior el pegaso millonario había aclarado muchas cosas a su amigo curandero, ahora se hacia llamar su amigo, pues le había dado un regalo enorme, que no era mas que esa casa de dos pisos que en la planta baja al frente y como todos las demás casas de doble piso del centro del pueblo, se usaba para algún negocio familiar o local de renta. Mighty River había sido dueño de esa casa antes de construir su mansión, dejando esa casita en el centro como disponible para rentas, pero al ser el precio muy alto nadie se animaba a ocuparlo, siendo que ya no serbia de nada fue el regalo perfecto que encontró el pegaso para iniciar sus negocios y lo que esperaba fuera una larga amistad con Starburst.
A Starburst le costaba creer tal regalo, con un terreno considerable en la parte trasera y un gran numero de cuartos y gran espacio en su interior, tanto para su futuro trabajo como para que su familia viviera cómodamente. Incluso mas que eso, siendo que vivirían en una de la zonas mas seguras del pueblo a muy pocos pasos del centro de este mismo.
Una ves satisfecho de admirar su futura casa, se animó a acercarse a esta misma, subió un par de escaleras que daban a la puerta, tocándola apresuradamente le fue atendido por un mayordomo unicornio de semblante muy serio.
-El señor Mighty me espera- Dijo a este unicornio, el cual sin modular ninguna palabra se hizo a un lado para que el pegaso ingresara a trote lento, una vez ingresado noto que el lugar estaba algo sucio y oscuro, siendo solo iluminado por algunas velas recién puestas –¿Señor Mighty?... ¿Hola?-
-Starburst- Escucho por el pasillo, reacciono a la voz de este pegaso, alzo el vuelo y recorrió un corto camino llegando a una puerta abierta, que al ver dentro noto a una pony pegaso con vestimenta de sirvienta que hacia el aseo de esa habitación, misma donde el pegaso azul marino superaba al pegaso –Buen día Starburst, me alegra que llegaras temprano ¿Qué te parece este lugar?-
-Buen día, Me agrada, enserio por dentro es mas grande de lo que aparenta por fuera-
-Lo se, Sera un excelente hogar para ti como lo fue para mi- en ese momento se levanto de su asiento y camino por el pasillo viendo a su alrededor –Cuando llegamos mi esposa y yo a este lugar por primera vez nos instalamos aquí por un par de semanas, a ella nunca le gusto ya que era muy pequeño para su gusto, y los techos muy bajos- Efectivamente Starburst alzó la vista y el techo de esa casa tenia una altura tres veces mas pequeña que el de la mansión de la pareja River, pero a la vez era dos veces mas grande que la altura del techo de la pequeña casa de Starburst
-Enserio esa pegaso esta loca- Pensó muy reservadamente el pegaso amarillo, siendo que nunca pensaría en ofender a su nuevo y muy generoso amigo
-Por eso procure que nuestra mansión oficias tuviera al altura que quisiera ella, al parecer le gusta sentirse libre aun en nuestra habitación- Decía Mighty mientras caminaba, en un tono suave y dulce, pues hablaba de la pony que más amaba en la vida –Nunca me gusto verla insatisfecha, o decepcionada, si algo no le gustaba ella sufría-
-O mas bien hacia un berrinche por no obtener lo que quería- Pensó Starburst rodando los ojos ante lo extremadamente mimada que estaba es pegaso a la que había salvado la vida
-Nunca me gusto verla sufrir por cosas tan insignificantes y que se pueden arreglar muy fácilmente con dinero, mucho menos que sufra por una enfermedad, daría incluso mis alas, mi salud y mi vida entera por que este bien-
-De hecho lo entiendo un poco- Volvió a pensar Starburst siguiendo de cerca al pegaso
-Nunca terminare de demostrarte mi gratitud Starburst, esto solo es el comienzo, una casa digna donde vivir y la oportunidad de esparcir tu don por toda Equestria, quiero que sepa que siempre contaras conmigo para cualquier cosa- terminó su relato dando la vuelta y encontrando a Starburst viéndolo algo curioso, más no tardaron ambos en darse una sonrisa mutua en señal de amistad, acto seguido ambos caminaron directo a la puerta.
-Algo más Mighty, quisiera preguntar por mi próximo paciente, me dijo que llegaría temprano- Dijo Starburst al mismo tiempo que caminaba.
-Esta en lo cierto, mi amigo llegara en cualquier momento, su abuelo vendrá con el, ese será su paciente….- Pero en eso un sonido algo peculiar resonó por la casa, momento en que el mayordomo pegaso llegado hasta donde su jefe y bajando un poco su cabeza anuncio.
-Señor River, la carroza ha llegado- Dijo, retirándose casi al instante.
-Maravilloso, Apresurémonos Starburst- Un tanto entusiasmado, el pegaso azul marino de melena negra abrió las puertas de la sala y volvo a las puertas principales, siendo este el primero en llegar la parte de afuera y presenciar como de una carrosa dorada por 6 pegasos un par de ponys terrestres cargaban a un anciano pegaso- Que bueno que llegaran…- Pero quedo de piedra al ver al anciano paciente, este siendo mas arrugado de lo normal, con su respiración algo lenta y aparentemente inconsciente, Mighty aterrizo y se acerco un poco al anciano.
No paso mucho tiempo para que junto con el pegaso millonario, mas ponys residentes de los alrededores comenzaran a acercarse curiosos, Starburst también salió pero quedo viendo el carruaje desde la puerta, viendo además a los curiosos que se reunían para observar lo que ocurría.
-Hemos llegado lo mas rápido que pudimos, quizás mi abuelo ya no resista mucho- Dijo un pony unicornio de la misma edad de Starburst, el cual apenas llegaba a la entrada y se paraba a un lado de su padre, Mighty se dirigió hacia el.
-Pero vamos, amigo mío, tu padre se ve tan grave que parece mas viejo de lo que es … ehh… - Dijo Mighty viendo al anciano.
-Mighty, el no es mi padre, es mi abuelo- Contesto el unicornio.
-Ya decía yo que se veía muy viejo- Dijo viendo otra ves al pegaso anciano -tal ves no se salve…
-Mighty en tu carta detallabas el delicado estado de tu esposa y aun así logro curarla- Reclamo este unicornio.
-Pero mi esposa es joven… él….- Murmuro viendo al anciano algo dudoso, viéndolo más de cerca incluso una mosca se había parado en uno de sus ojos medio abiertos- esperemos a ver que pasa, llévenlo dentro, al ultimo cuarto...
Los ponys que lo cargaban estaban por avanzar pero fueron detenidos por un pony unicornio de pelaje gris, melena verde claro y ojos cafés, este no poseía su bata blanca ni su estetoscopio dejando ver su marca de un maletín de primeros auxilios.
-Alto a todos, Señor Mighty River, usted no puede exponer a un pony a tales bajezas, este lugar no es salubre- Señalo el edificio algo abandonado- El pegaso esta muy grave, fue una completa irresponsabilidad de todos haberlo sometido a un viaje tan largo- Todos los ponys presentes incluyendo Starburst vio al doctor muy atento, incluso inquieto- y sobre todo, este charlatán no es mas que un impostor- Señalo de forma amenazadora a Starburst, este incluso abrió sus alas de al sorpresa.
-Doctor Soft helmet, ya le dije que no se meta en asuntos donde no lo llaman, usted como profesional no logro encontrar nada en mi esposa- Replico Mighty con un semblante de molestia que al parecer aumentaba a cada palabra.
-Señor River, se que usted seria capaz de lo que se con tal de atraer fama y fortuna para su nombre-
-No diga tonterías-
-No son tonterías, seguro su esposa no hizo mas que papel de fingir estar enferma…- Ante esa afirmación los murmullos no se hicieron esperar, pero mas fue la sorpresa de observar al pegaso dirigir una mirada de completo odio hacia el unicornio.
-No vuelva a decir tal calumnia, mi esposa estaba al borde de la muerte y ustedes los "profesionales" no pudieron hacer nada por ella, en cambio Starburst logro salvarla a si como lo salvará a el- Señalo al pegaso anciano, cosa que exalto mucho a Starburst, mas evidente la razón del por que, se acerco a ambos.
-Señor River, es mejor ingresar al señor pronto- Vio al pegaso anciano- Si esperamos mas es posible que no sobreviva- dijo, en eso el unicornio gris se acerco al pegaso anciano.
-Veamos, por lo que veo este pegaso esta muy débil y flaco, su casco al igual que sus facciones tiemblan constantemente y por sus alaridos puedo deducir a simple vista que sufre de múltiples enfermedades tales como, diabetes, hipertensión y asma- El unicornio nieto de este anciano pegaso se acerco al doctor, afirmando lo que ya había dicho.
-Es cierto, sufre múltiples enfermedades- Starburst vio sorprendido como ese unicornio había acertado a los padecimientos de ese pegaso con solo ver a detalle su estado.
-También puedo deducir, que si sigue aquí, en estas condiciones, sin la supervisión de un equipo profesional, este pegaso parecerá muy pronto culpa de un fuerte taque de neumonía- Mas de un pony alrededor dio murmullos y exclamaciones tanto de sorpresa como de dudas, Starburst incluidas, conocía muy bien esa enfermedad, la misma que había matado a uno de sus hermanos por un accidente hace muchos años
-Aun no entiendo señor Soft como es capaz de meterse en este asunto, lleven rápido al pegaso adentro, al cuarto de al fondo, Starburst apresúrate en ir con el y sanarle- Ordenó muy firme y molesto el señor River, los ponys que cargaban al pegaso obedecieron al instante y se llevaron al paciente dentro, Starburst se sentía muy presionado, discusiones y miradas fijas en el lo hicieron sentir que seria el único responsable si algo malo le pasaba a ese pegaso.
-Como quieras señor Mighty, joven- Miro al pegaso y después al unicornio amigo de este primero- Yo podría ofrecer algunos de mis servicios si su abuelo no se cura, incluyendo también ayudar en su funeral si muere Jejeje- Ahora ambos aludidos miraban muy molestos a este doctor, optando por alejarse e ingresar a la casa, dejando a una gran multitud de ponys fuera, los cuales habían visto toda la escena, incluyendo ahora a la esposa del panadero y a la madre de Lemon Pie, además incluso del padre de Strong Wood, quienes al escuchar el bullicio se acercaron a los alrededores, poco faltaría para que todo el pueblo estuviera pendiente de lo que pasaría en esa casa, justo en ese momento el doctor se dirigió a todos los ponys- Serán todos testigos de que ese mugroso pegaso no es mas que un charlatán, si ese anciano muere, que es lo mas probable tomando en cuenta su estado, se lo pensaran dos veces antes de siquiera acercarse a el-
Más murmullos aparecieron entre todos los presentes fuera de la casa, unos dándole la razón al doctor, tales como el panadero, unos cuantos ponys se acercaron con este unicornio, pero la mayoría sin duda estaba del lado de Starburst, pequeñas discusiones se llegaron a generar fuera pero lo que mas importaba en ese momento era ver que resultaba dentro de esa casa.
Los ponys terrestres cargaron al pegaso directo a un cuarto que una sirvienta ya había aseado y arreglado para la llegada de paciente, este anciano fue recostado en la cama cubierto con una manta hasta el pecho y una almohada en su cabeza.
Una vez en la habitación los ponys y Mighty River se retiraron de la habitación, Starburst quedo sólo con su paciente, al igual que Mighty, este lo veía dudoso y un tanto sorprendido, sabiendo ahora lo que estaba en juego si el pegaso moría.
-¿Cómo pudo Mighty decir algo asi? Al final seré solo yo el culpable…- Volvió a acercarse al pegaso anciano, tenia una apariencia que rayaba en un cadáver, ahora mas que nunca se convencía que ese doctor tenia razón -Bueno… veamos que me dices de él amiga- Starburst saco de su alforja el pequeño frasco con gotero, donde ahora almacenada un poco de su agua milagrosa, a paso lento se acercó a la cama y vio todo su alrededor, esperando mas que nada la aparición de su amiga -¿Por qué siempre tarda en aparecer?...-
Lentamente se acerco al pegaso, viéndolo más de cerca, su color pálido y las arugas le daban mal presentimiento, volvió a levantar su mirada, aun sin ver a su amiga de ojos rojos. En eso se alejo un poco, y en un vaso preparo algo de agua normal, solo agregando una gota de su agua milagrosa a esta. Al darse la vuelta casi derrama el vaso al toparse con su amiga unicornio encapuchada frente a frente.
-¡Ahhh Rayos!... Por Kuna, por favor no me asustes así…- Suplico con su casco en su pecho el vaso de agua en el otro, pero esta entidad encapuchada solo se dio la vuelta y se detuvo a un lado del pegaso anciano.
Starburst se acerco para ver mas a detalle lo que hacia, siendo que ella solo lo observaba de cascos a cabeza.
-Seguro esta analizándolo, posiblemente muera…- Pensó algo angustiado, pensando que podría decirle a la familia de ese pegaso si llegara a morir o aun peor dejaría ver a ese doctor que tenia razón- Les advertí que a veces puedo cura y a veces no, esta vez seguro no se salvara este pony ¡ESTARE MUERTO!-
Pero para su sorpresa, la unicornio encapuchada vio a Starburst a los ojos, y poco a poco se coloco a los pies del pegaso. Starburst, por su parte, quedo viéndola sin poder creer que su paciente aun viejo y gravemente enfermo lograría ser curado por el. Poco a poco la unicornio de ojos rojos se fue desvaneciendo. Starburst no perdió más el tiempo en darle a beber al pony anciano el agua que había preparado.
Una vez habiendo dado su medicina, este volteo solo un segundo para dejar el vaso en la mesa que estaba a un lado de la cama, pero al voltear otra vez, quedó aun mas pálido al notar como ese pegaso al que hace pocos minutos parecía medio muerto, ahora estaba de pie sobre la cama viendo su alrededor un tanto desorientado.
-Donde Rayos estoy… esta no es mi casa- Decía viendo a su alrededor, trato de alzar el vuelo pero no lo logro. La expresión de Starburst era una combinación de sorpresa e incredulidad, aun no podía creerlo, en eso el pegaso anciano se paro al frente de Starburst -¿Quién eres tu? ¿Dónde están mis hijos, aquí no hay nadie que yo conozco?- Sin embargo Starbusrt aun no salía de su trance.
En eso el anciano comenzó a volar y ver a detalle todo el cuarto incluso tomo uno de los jarrones de las mesitas y comenzó a lanzarla a las puerta y los libros disponibles a las ventana causando mucho ruido, Starburst veía sorprendido esa actitud. Por otro lado fuera de la casa tanto el doctor Soft Helmet y Mighty River al darse cuenta de los ruidos corrieron dentro de la casa, que sin darse cuenta fueron seguidos por un pequeño grupo de ponys que no resistieron mas la curiosidad de entrar y ver que esteba sucediendo.
-No puedo creer que este curado, incluso tiene energía para hacer estragos ¡AGHHH!- Starburst se quejo por un libro que casi le vuela la cabeza, el anciano se acerco a el.
-¿Quién eres tu? Exijo ver a mi familia- Pero Starburst quedo viéndolo fijamente -¿Qué esperas? Chamaco… ¡deja de verme con esa cara de idiota y muévete!-
Desde afuera de la habitación de visitas, tanto Mighty River como su amigo unicornio esperaban ansiosos que Starburst abriera la puerta, pero para su sorpresa, mas de un sonido de un golpe y cosas tirándose resonaron detrás de ella. El joven unicornio abrió la puerta, siendo el primero en salir de esta el pegaso amarillo tan rápido como una bala y con su melena un tanto desarreglada, terminando por ser detenido por un mueble con el cual choco y dejo medio destrozado.
-Ya… esta… esta sano…- Murmuro un poco agitado-En cuando despertó… comenzó a lanzarme cosas...- Sin embargo el unicornio y los dos ponys terrestres entraron directo al cuarto, encontrando a su anciano abuelo mas sano que una manzana.
-Esta molesto, volando, y gritando a todos y a todo… ¡ya esta recuperado!- Dijo este unicornio regresando donde Mighty y Starburst con una gran sonrisa en su cara, volviendo a entrar al cuarto donde aun se esculcaban leves ruidos de cosas siendo lanzadas y golpeadas contra algunas cosas.
Starburst aun estaba agitado, pero vio satisfecho y suspirando profundamente del alivio de ver que afortunadamente su paciente había sanado por completo, Mighty estaba cerca de el con una sonrisa tranquila y orgullosa, mientras que a unos metros de distancia, el unicornio gris, lo vio con profundo odio y rencor, poco a poco se fue retirando y salió de la casa discretamente, en su mente, algo no estaba nada bien, y no dudaría en descubrirlo.
Los ponys que habían entrado a la casa a ver mas de la cuenta salieron del lugar por orden del pegaos millonario aun dueño de la propiedad, Starburst y Mighty River estaban solos en la habitación, que como lo había prometido este ultimo, le entrego las escrituras a Starburt, siendo a partir de ese momento el dueño de esa enorme casa.
Starburst suspiro una vez mas aliviado, no podía creer aun que ya fuese dueño de una gran casa, al menos una que no tuviera alguna parte que no haya construido con sus propios cascos, ya que como siempre, las casa en la que vivian eran construidas por la familia al no poder pagar a profesionales. Su nueva propiedad, parecía a sus ojos un castillo.
-Seguro Green y los niños estarán emocionados de ver esta casa, será una gran sorpresa para todos- pensó muy alegre el pegaso, quien acompañado de su nuevo amigo, cerraron el trato, juntado ambos cascos.
Mighty camino a paso firme fuera de la casa deteniéndose en el marco de la puerta, por un momento vio a la multitud murmurando cosas entre ellos, ignorante de lo que decían alzo la voz para llamar la atención.
-Habitantes del pueblo de Dodge City, no hablen mas de chismes y exageraciones sin sentido, espero que lo que acaban de ver sirva para que al fin después de años digan la verdad de este asunto, y no crean en chismes sin fundamentos-
A lo lejos, el unicornio gris, medico titulado del pueblo, veía fija y celosamente a este pegaso, su mirada no reflejaba nada mas que rencor hacia este pony.
-Así que lo diré en voz alta para que todos lo sepan, hoy Starburst, ha curado de toda enfermedad a su paciente, de mas de una enfermedad mortal-
Los ponys volvieron a murmurar entre ellos, Starburst acababa de posarse a un lado de Mighty. Repaso su alrededor solo con su vista, notando a las cercanías mas de una cara conocida como la madre de la mejor amiga de su esposa, las hijas del panadero y el anterior mencionado, además de su antiguo cliente, el panadero, por supuesto, no podía faltar su mejor amigo Storng Wood, quien lo saludo con el casco.
-Por lo tanto anuncio, que desde hoy, Starburst esta mas que dispuesto a ayudar a todo pony enfermo, y sanar a todo quien pueda-
Al contrario de lo que Starburst esperaba, no se escucharon abucheos, gritos, alabanzas ni ningún tipo de escandalo de parte de los ponys residentes. Si no que sus reacciones se reprimieron de alguna forma, ya que unos continuaron murmurando, otros quedaron serios, dudosos o incluso confundidos, y otros sonrieron por lo ocurrido, ya sea por su positivismo, o por alegarse del mismo Starburst que no pudo evitar sonreír un poco por lo que pasaba a su alrededor, parecía que la vida podría tomar un rumbo muy diferente para el y su familia.
Sin embargo y a pesar de que la mayoría de los ponys estaban neutros, la mirada de odio de Soft Helmet no cambio, el pony medico no se había cambiado de sitio desde que llego a la puerta de su puesto de trabajo.
-Esto me lo vas a pagar pueblerino, se que eso que acabas de hacer no es normal, ni siquiera es posible para una alicornio como las princesas, menos para un pegaso inútil como tu- Pensó muy analítico y frio, viendo todo su alrededor, no quitaba la vista de ambos pegasos buscando cualquier cosa que le sirviera-:Juro que esto no se va a quedar así, ponys ingenuos-
Por otro lado y muy opuesto a el, una gran alegría se generaba en el pegaso amarillo, imaginando todas las cosas que podría hacer de ahora en adelante. Para empezar, sacar a su familia de esa casita tan pequeña y presentarle su nuevo hogar. Pero antes, tendría que hacer algunos trabajos.
Al instante Mighty llamo a 5 de sus mejores empleadas domesticas, y 10 de sus mas fuertes sementales a su servicio para que prepararan toda la casa, asegurando a Starburst que el resultado será una sorpresa mas para el, teniendo un total de dos cuartos en la planta baja limpios y disponibles, podía empezar cuanto antes con su nuevo trabajo.
Pasaron las horas y la calle alrededor de la casa así como el carruaje de su mas reciente paciente se habían retirado del lugar, quedando algo solo y silencioso. Starburst algo dudoso llegó a creer que su trabajo no seria la gran cosa, que ningún pony vendría o le interesaría lo que el hacia.
Algo aburrido, se dispuso a despejar un poco su mente, y que mejor manera de hacerlo que recorrer poco a poco cada rincón de su casa, de dos pisos, enorme de su planta baja y de igual forma la segunda. Podía notar que ya había estando mucho tiempo abandonada, polvo en muchas partes se lo decía, algunos muebles incluso desgastados de la humedad, los servidores de Mighty hacían su mejor trabajo para limpiar todo lo que podían.
Starburst estaba a poco de dejar de hacer nada y ayudarles en lo que pudiera, pero la educada y fuerte voz de su amigo Mighty lo detuvo en seco. Acudiendo a su llamado bajo directo a la puerta de la casa, encontrando al señor Mighty River y a una joven pegaso, esta de color azul cielo opaco y melena rosa. En su lomo cargaba bien atado a ella un pequeño bulto de cobijas y sabana que emitía un llanto infantil.
-Por favor cálmese señora- Decía la voz de Mighty
-No puedo estar tranquila sabiendo que mi bebe esta a poco de morir…- Decía una voz femenina, entrecortada por los llantos y la angustia- ¡Tengo que ver al curandero ahora, por favor se lo suplico!- En ese momento, ella vio a Starburst en la puerta- debe ser usted el curandero ¿Cierto? ¡le suplico que cure a mi hija, por favor!- Comenzó a suplicar ella, se acerco a Starburst incluso se arrodillo frente a el con sus ojos inundados en lagrimas
-Espere… levántese no necesita hacer eso- Se apresuro en decir Starburst para que esta se levantar, le incomodo enormemente que una pegaso de esa apariencia le suplicara de esa forma- por favor cálmese-
-Se lo suplico… no… no tengo nada, pero puedo hacerlo que quiera- Continuaba diciendo, pues en ese momento los llantos del pequeños se hacían cada vez mas cansados y débiles.
La pegaso se sentó y saco a su hijo envuelto en una sabana de su improvisada cuna en su lomo, cargándolo entre sus brazos lo mostro a Starburst, este padecía de pequeñas manchas rojas en todo su cuerpo y mas de una parte de esas estaban hinchadas.
-Esta… es un ataque alérgico- Dijo Starburst al instante, a pesar de no se especialista en nada parecido, su experiencia como padre de 5 bebes le permitió reconocer al instante de que se trababa
-No pierda mas el tiempo Starburst y llévela adentro- Dijo Mighty un tanto serio a ambos
-Por favor señor, Starburst, hare lo que me pida se lo prometo incluso seria capaz de…- Pero Starburst silencio a la pegaso con su casco, alzo el vuelo
-Lo curare no se preocupe, sígame dentro después nos arreglaremos- Starburst voló muy rápido dentro de la casa, siendo seguido por la pegaso, dejando al señor Mighty River fuera, viendo especial mente como ahora mas de un pony enfermo o familiares traían a algún paciente.
Dentro de la casa Starburst y la pegaso azul llegaron a la puerta del cuarto, pero Starburst la detuvo antes de que ella entrara.
-Déjeme a la bebe- Dijo seriamente
-¿Que? ¿Qué piensa hacerle?- Ahora la pegaso desconfiaba, sostuvo a su bebe con mas fuerza, Starburst podía notar como a cada segundo la bebe tenia mas dificultades para respirar.
-Pienso salvarle la vida a su hija, pero tengo que estar sola con ella, no piense mal, solo así podre salvarla- La pegaso vio a Starburst con desconfianza, no quería confiar en esas palabras que para cualquier madre seria horribles, pero no tuvo mas que entregar a la bebe al pegaso amarillo, el cual al instante entro a cuarto con ella dejando a la madre fuera y muy preocupada, esta llegando incluso a arrepentirse de lo que había hecho, pues comenzó a golpear la puerta desesperada.
-¡HABRA LA PUERTA, HABRAME POR FAVOR, MI HIJA!-
Pero Starburst ignoro los gritos y golpes, saco a la bebe de toda la sabana y la puso en la cama, observo la pequeña pegaso inflamada y roja, esperando que su amiga de ojos rasgados apareciera, lo cual, y para suerte de ambos pegasos , apareció casi al instante.
-Por favor… no resistirá mucho..- Suplico Starburst en tono suave y a la vez preocupado, bajado su postura y su cabeza en señal de respeto hacia ella, pero además, por miedo a dos cosas, siendo que temía a que ella se enfadara si la apresuraba y también a que la pequeña no sobreviviera.
La entidad encapuchada en tela pesada y negra, tan alta como la princesa Cadence y de ojos rojos, no tuvo siquiera que molestarse en observar a la bebe, para posarse alado de la cama donde los píes de la pequeña apuntaban. Starburst no perdió ni medio segundo en correr hacia ella, sacar su gotero y dar con este una gota de su agua milagrosa a la bebe, después de eso, Starburst volvió a cobijar a la pequeña en la sabana, siendo testigo por primera vez como un leve resplandor rojo brotaba de la pequeña y sanaba las heridas que poseía.
Sonriendo, acudió a los gritos desesperados de la madre, que al abrir la puerta esta callo de cara por la fuerza que implementaba en golpear la puerta para abrirla. La pegaso algo adolorida levanto su cara y vio la cama encontrando a su bebe completamente curada, yendo con ella la abrazo cerca de su pecho, no dejo de llorar, su angustia se esfumo dando paso a un gran alivio que se manifestó en forma de lagrimas. La bebe había dejado de llorar pues estaba completamente sana ahora.
-Gracias ¡Muchas gracias… Starburst!... como… como puedo agradecérselo… yo…- Camino lentamente donde el abrasando con un casco a su bebe- No tengo mucho, soy madre soltera, mi novio me abandono con mi hija… no tengo dinero que ofrecer… pero…- cerro los ojos algo apenada, Starburst noto esto, adivinando a que se refería-;Puedo ofrecerle otra cosa…- La pegaso terminó por bajar su cabeza y sus orejas. Starburst podría adivinar a que se refería exactamente esa pegaso, al no tener nada monetario que ofrecer como paga, deducía que otro tipo de paga seria tentadora.
-No es necesario algo así señora…-
-¿Como no?... salvo a mi niña…. Es un milagro, y fue usted, es el responsable, yo quisiera pagarle como mas le satisfaga, hare lo que quieras como prueba de ello-
-No seria…-
-Claro que lo hará señorita- Interrumpió una voz mas fuerte y seria, Starburst giró su cabeza y vio al pegaso Mighty acercarse a el-Seguro hay muchas formas de saldar su deuda con Starburst, una de ellas muy claro es ser su sirvienta ¿Cierto Starburst? Ya que… no creo que fueras capaz de ser infiel a tu bella esposa-
-Si, estoy dispuesta- Dijo al instante la pegaso- Seré su sirvienta todo el tiempo que quiera, hare todo lo que me pida, todo, es lo menos que podría hacer-
La pegaso y el señor Mighty quedaron callados esperando la respuesta de Starburst, esta tardo en llegar.
-Esta bien, será mi sirvienta, puede comenzar ahora mismo y ayudar a las demás empleadas del señor Mighty- Dijo Starburst algo serio, la pegaso azul se sintió energética y se retiró de la vista de ambos.
-Esta haciendo un buen trabajo Starburst, y eso que solo es el comienzo- Dijo Mighty comenzando a caminar hacia la puerta, Starburst lo siguió por detrás
-¿A que se refiere con eso señor River?-
-Solo llámame Mighty, Starburst, y me refiero a la enorme fila que tiene a su puerta esperando que los atienda Jejeje- Ante las palabras del señor River, Starburst quedo de piedra, de inmediato voló hacia la puerta de su nueva casa, se asomo por la ventana solo para confirmas que de hecho una pequeña fila estaba un lado de sus escaleras, la mayoría ponys de edad avanzada y otros ponys jóvenes que cargaban algún pequeño potro enfermo, Mighty llego justo con su nuevo amigo y rio tranquilo- Ya lo ve, comience con su trabajo, Starburst hoy serán pocos ponys, pero estoy seguro que en un par de días esa fila recorrerá todo el pueblo-
-To… ¿todo el pueblo?- Starburst se puso ansioso, tan solo volver a dar un vistazo afuera e imaginarse la larga fila de ponys que esperarían por su visita le ponía los cabellos incluso las plumas de punta
-No se preocupe, siempre estaré con usted para apoyarle, no me crea un aprovechado, todas sus ganancias serán solo para usted y su familia, yo con mi fortuna tengo y me vasta- Mighty se retiro poco a poco a la puerta, desde la ventana, Starburst observo como su amigo hablaba a la multitud, esta se alegró. Starburst no tenia de otra, aunque algo nervioso, salió a la entrada para dar pasó a su siguiente paciente.
Tardó algunas horas, pero todos y cada uno de los ponys que acudió a su puerta fue atendido con toda amabilidad por el pegaso amarillo, Starburst se alegraba cada vez mas de ver a su amiga encapuchada ponerse a los pies de cada pony que llevaba a su "Consultorio privado". Muchas veces había fantaseado o imaginado que alguno de sus pacientes, por pura casualidad, no tuviera la suerte de tener a su amiga de ojos rojos a sus pies, sino a un lado de su cabeza, señal obvia de malas noticias, pues ese pony o criatura a la que viera, moriría sin remedio, cosa que Starburst añoraba nunca pasara en su consultorio, pues no tendría la cara de anuncia a sus familiares que su medicina no funcionaria.
Aun así, el saber que todos y cada uno de los pacientes que vio se salvo de la muerte, le alegraba mucho, ver a cada uno de esos ancianos volver a levantarse sin ningún mal le sacaba una sonrisa, mas de uno le recordó a su padre, o mas bien, vio a su padre reflejado en un par de ancianos, imaginando que así se vería si hubiera llegado a la vejez. Los pequeños potros que veía enfermos, decaídos por algún mal, le recordaron de inmediato a su pequeña que estuvo a punto de morir. Incluso mas de un pony volvió a hacer pregunta al pegaso sobre de su medicina, como curaba, si usaba algún amuleto o hechizo de magia blanca, pero Starburst se limitaba a dar detalles, afirmando solo a decir que su medicina era milagrosa.
Cuando los pequeños se levantaban de la cama en la que estaba, y veían a Starburst, sonreían, pues ya se sentían mucho mejor, llegando al punto de saltar de la cama y correr a la puerta para lanzarse contra sus padres o familiares, tumbándolos al suelo en el acto.
-Todos son iguales, no solo mis hijos- Pensó Starburst con una sonrisa.
-Muchas gracias señor Starburst- Mas de una ves escucho estas palabras de todos y cada uno de sus pacientes y los que visitaban.
Llegada la tarde, los alrededores de la nueva casa de Starburst se colocaron vacías, todos habían sido sanados por el curandero local, cosa que enfureció aun mas al unicornio medico. Desde una de sus ventanas a varios metros de distancia no despegaba su mirada de la gran casa de dos pisos.
-Señor Helmet, su cena esta lista- Anuncio una unicornio vestida de sirvienta llegando donde el medico, este apenas y giró su cabeza para verla
-Si, si como digas, iré en un momento- Pero la pony en lugar de retirarse se acerco a la ventana para ver lo que su patrón veía- No hay nadie afuera, ¿que es lo que mira tanto?-
-Nada que te interese yegua metiche- Grito a la pony pero esta ni se inmuto pues estaba mas que acostumbrada
-La casa de Starburst, esta vigilando al Pony que se robo sus clientes Jajaja- Se burlo, pero el unicornio gris la vio molesta
-Nada de robar, esos ponys ignorante solo están confundidos, no saben lo que hacen-
-Si, si como diga señor Helmet- Comenzó a retirarse- Tan confundidos, que salen mas sanos que una manzana de esas puertas-
Esas palabras enfurecieron al pony medico, rodo sus ojos y volvió su vista a la ventana, viendo algo que lo dejaría boquiabierto. A las puertas de la casa de Starburst, estaba llegando una carroza de decoraciones doradas, totalmente cerrada, tirada por 6 pegasos los cuales maniobraron para aterrizar al frente de la casa, alineando las puertas de esta a la puerta de la carroza, de donde bajo un pony de tierra algo enano dando tropiezos y corrió dentro de ella.
La curiosidad mataba al unicornio gris de melena color lima, Soft helmet corrió a su planta baja y se puso en el marco de su puerta de entrada a su consultorio. Este no fue el único, mas de un pony salió de sus negocios para ver lo que pasaba. Entre estos, la familia del panadero, las ponys reposteras, el herrero y el carpintero y por ultimo la misma sirvienta del doctor, quien casi a escondidas justo con mucho mas ponys del pueblo se acercaron a la carroza para observar sus dorados detalles.
-Es hermosos, ¿seguro es algún miembro de parlamento real?, ¿o la mismísima princesa Cadence?-
-Como crees, la princesa Cadenece solo viaja en su tren privado de cristal-
-Pero aquí no llegan los trenes-
-¿Sera de algún pony rico proveniente de Canterlot?-
-Que envidia, yo quiero una carroza igual-
-Vende un riñón y tal ves te alcance para uno igual, pero a escala-
Mas de uno se echo a reír por el comentario, pero Helmet que ya estaba entre la multitud, vio detenidamente la carroza.
-Tal vez tengan razón, y esta carroza sea de alguna princesa, o algún millonario de Canterlot, pero quien- Mientras en las calles se generaba una fiesta de chismes, dentro Starburst y el pony enano se ponían al tanto.
-Como ve, mi jefe esta enfermo, solo es un resfriado, pero los medicamentos aun no han podido sanarle, yo le aconseje que tuviera paciencia pero el ya no soporta los síntomas, quiere ofrecerle a usted un total de 10 mil monedas por su ayuda- Dijo el pony enano, que era del mismo tamaño que el unicornio Snail.
-Espere un momento- Hablo Mighty acercándose donde ambos ponys- yo conozco a tu jefa, ¿Cómo fue que se entero de Starburst y lo que hace?-
-Una carta de su tío Cloud Silver lo puso al tanto, su joven sobrino estaba maravillado- Contesto el pequeño pony a Mighty, el cual rodo los ojos y desvió su mirada.
-Ya imaginaba algo así- Pensó un tanto serio.
-En fin, señor Starburst, personalmente le ruego que ayude a mi patrón…- Pero las palabras de todos fueron interrumpidas por las puertas de la casa abrirse abruptamente, por esta una pony terrestre color naranja claro de melena roja entró presurosa, esta poseía un vestido rojo con detalles dorados y accesorios dorados en su melena bien peinada, a primera vista la típica pony de dinero señora Royal…-
-Calla pony, Señor Starburst…- Había ignorado al pony e ido directamente con el dueño del sirco, ósea Starburst, esta se mostraba con un semblante muy preocupada, algo no encajaba- por favor le suplico que acepte la oferta, por favor ayude a mi esposo, soy capaz de suplicarle-
-Pero señora… royal- Starburst se apeno un poco pero continuo- ¿Por qué esta tan preocupada? Ya me informó este caballero que solo es un resfriado…-
-Es… no lo se…- La respuesta de la pony elegante confundió mas a los presentes, como podía no sabe el estado de su esposo- me refiero… a que… tengo un mal presentimiento, yo insisto que el viniera aquí, y que ofreciera solo monedas de oro puro, mi instinto nunca me ha fallado y ahora tengo un muy mal presentimiento… tengo miedo por mi esposo… por favor ayúdelo…- La pony a pesar de tener una apariencia refinada y educada, parecía desesperada a la vez, como si dejara su orgullo a un lado, Starburst podía notar como demás de su ansiedad por su amado, estaba inquieta de entrar a un lugar como ese.
-Señora, primero debo de aclarar algo, mi método es secreto… y mi medicina puede fallar- Dijo Starburst serio.
-¿A que se refiere?- Pregunto ella un tanto mas preocupada.
-Que es 50% probable que su esposo se cure, y 50% probable que no pueda hacer nada por el…- La cara de la pony se volvió aun mas afligida que antes, se llevo un casco a su pecho preocupada.
-Entonces… señor…- la pony vio a Starburst con sus ojos vidriosos, algo que Starburst no suportó un segundo más.
-No se preocupe señora, mande que traigan a su esposo dentro, hare lo que pueda…- Starburst quería asegurar y prometer que ese pony rico estaría bien, que se levantaría mas fuerte que un potro de primaria y regresarían ambos a casa muy felices, pero no podía, desde hace años, había aprendido a no ignorar los presentimientos de las yeguas, su esposa se lo enseñó mas claro que el agua, no quería admitirlo pero comenzaba a ponerse nervioso.
Fuera de la casa, todos los presentes observaron a la pony rica acercarse a la carroza, subió un tanto las escaleras e intercambio unas palabras que no lograron escuchar. Acto seguido, el pony mas alto que ella salió a paso lento al mismo tiempo que tosía un poco.
-Ese es el pony rico, se ve muy refinado-
-No lo creo, seguro es un guardaespaldas que se enfermo de calentura-
-Una pareja de ponys muy rica, es comprensible que haya gastado tiempo y dinero en venir solo hasta acá por un rumor de pueblo- Murmuro el doctor Helmet, al ver a su alrededor alzo un poco su voz- ¡Ven lo que digo, seguro los casos de aquí son coincidencias, o solo fingían!...- Los ponys voltearon a verlo, prestándole atención- ya verán que esos ponys ricos solo son parte del teatro de esos dos, es amigo del señor River, en uno momentos el pony saldrá mas vivo que nunca felicitando a Starburst, es la única prueba que se necesita para que vean la farsa-
Pero los ponys de alrededor comenzaron a murmurar cosas que el doctor no se esperaba.
-¿Ese pony no se cansa de difamar?-
-Siempre ha dicho que no le gusta el chime pero bien que esta aquí metido cierto Jajaja-
-Seguro solo tiene envidia de Starburst, resulto más efectivo que sus diagnósticos-
Mas de un pony rio por lo bajo, el doctor por su parte gruño y se retiro un poco del centro de la multitud.
-¡AGH!... mugrosos pueblerinos, ya verán que tengo razón- Murmuró viendo muy molesto la casa de Starburst.
Mientras tanto, el pony enano, la pony bien vestida subieron las escalera, y volvieron a ingresar a la casa detrás de un gran pony de tierra de pelaje color café, de melenas rojas de tonos variados, y ojos naranja profundo, su vestimenta consistía en un traje azul marino con detalles rojos, este caminaba a paso lento directo al cuarto de servicio de Starburst.
Desde dentro, el pegaso amarillo ya había escuchado algunas cosas que ese pony medico dijo, suspirando cansado, pero regresó su atención a su puerta al escuchar pasos acercarse, igualmente, escucho como su próximo paciente tosía de forma tosca, parecía como sí su garganta fuese a rasgarse por tan fuertes ruidos que generaba. La puerta se abrió y los tres ponys ingresaron al cuarto.
-Un gusto señor Royal, mi nombre es Starburst- Se presentó el pegaso.
-Si lo se, mi sobrino me lo conto todo de usted…- La fuerte y desgarradora tos volvió a atacar al pony, este ahora tosió mucho mas que antes, sintiendo que le faltaba el aire, Starburst noto que la pony de melena roja, se afligió mucho mas por el estado de su esposo- esta tos es insoportable ahora, mi cuerpo no resiste mucho, me canso con facilidad… y mi vista, se vuelve mas cansada-
-Descuida querido el te ayudara- Starburst suspiro por eso.
-No quiero sonar grosero, pero señora, joven pony- Vio a la pony con vestido y al pony de baja estatura- pero necesito que me dejen a solas con el-
-¿A solas?...- Pregunto la señora Royal.
-Si… a solas, discúlpeme si la ofendí, pero es la única forma de saber si mi medicina puede ayudarle- Bajo su cabeza un poco, señal de sumisión puesto que al ser una pareja mas que millonaria, temía un tanto de su ira si la provocaba, pero para su suerte, la pareja asintió, saliendo la pony y el pequeños asistente.
Starburst quedo a solas con un pony muy importante, este espero en silencio.
-Seria tan amable de recostarse en la cama señor Royal- El pony, no objeto por nada, se acerco a la cama y se recostó, Starburst se acerco a el, estaba por hablar pero su paciente comenzó a toser de forma casi desesperada, tardando mas en calmarse y respirar con normalidad.
-Esto es difícil para mi, este resfriado nunca me había azotado con tanta fuerza… las medicina que siempre me dieron funcionaban, pues, eran medicinas de mas alta calidad y prestigio… pero…- Starburst se detuvo en sus palabras para escucharlo, había algo en su voz que no le gustaba- Pero… Jejeje, míreme hasta donde he llegado, pude hospitalizarme en el mejor hospital de Manehattan… pero decidí venir aquí… es curioso..- Decía algo mas pasivo y en un tono, cansado
-¿Se refiere a terminar en un pueblo pobre en un cuarto de clase media en cascos de un pegaso de escasos recursos económicos?-
-Jejeje… exacto, señor Starburst..- Pero el pony volvió a toser- mi esposa disfruto el viaje, nunca la vi tan atenta a los alrededores… ella esta muy preocupada por mi, pero le repetí muchas veces que no se afligiera, que voy a estar bien, no es nada que no se pueda curar ya que… curó de una enfermedad muy grave a mi tío…- El pony aun acostado y cobijado hasta el cuello con una sabana crema vio a Starburst a los ojos, estos, tenían un cansancio reflejado.
-Si... su tío se veía muy mal pero logro salvarse…- Starburst quería decir que el también estaría bien, que estaría sano y su esposa lo volvería a ver, pero no podía evitar quedarse callado, ese mal presentimiento llego a el, ahora no solo estaba nervioso, sino asustado- señor, tiene que relajarse, cerrar su ojos y solo así podre hacer algo- Habló casi en forma de suplica el pegaso amarillo
-Si… si señor… Starburst- el pony terrestre cerro sus ojos, pero no dejo de hablar- cerrare mis ojos, e imaginare a mi bella esposa… eso siempre me relaja, cómo la amo...
Entre los murmullos del pony terrestre, Starburst sentía su corazón latir con fuerza y velocidad bajo su pecho, vio a sui alrededor, el pony no abría los ojos, pero de haberlo hecho hubiera visto justo a su lado a la amiga de Starburst. La pony encapuchada estaba a un lado de la cabecera donde estaba el pony de pelaje café. Un fuerte escalofrío recorrió todo su lomo, cayendo sentado al suelo al ver la mirada fría de su amiga ver al pony de tierra, y después a el.
-No… no puede ser… no puede…- Murmuro muy asustado Starburst, vio con terror a su paciente, aun hablando, pero su voz ahora era mas cansada que cuando inicio su discurso-No… no…
-Mi esposa… la amo tanto, tanto que daría mi vida por ella…- Continuó murmurando, Starburst se acerco a el, quería hablar pero tampoco quería interrumpirle- lo que mas deseo es verla feliz…- El pony café, abrió sus ojos lentamente, pero al frente suyo no había nada, donde estaba la pony encapuchada, no había nada mas que una mesita de noche con un florero- Es hermosa ¿no?... Señor Starburst…-
Starburst se acerco al pony, viendo lo que veía, una rosa roja en el florero, Starburst cubrió su boca por lo que vio, el pony de tierra estaba palideciendo mientras veía la rosa roja, la sola escena le perturbada en varios aspectos.
-No puede ser…- Starburst vio a su amiga, que seguía en su mismo lugar, a los ojos de Starburst, no había nada en ese florero, pero ambos ponys en esa habitación veían a un mismo lugar, solo que cada uno veía cosas distintas. El pony solo veía una rosa donde se reflejaba su bella esposa, pero Starburst, veía a su paciente, ver los ojos rojos y fríos de su amiga encapuchada- ¡SEÑORA ROYAL!…-
La preocupada esposa del pony entro de súbito y corrió a toda prisa donde su marido, mientras que Starburst salió de la habitación y se sentó a un lado de la puerta, en su mente se preparó para un momento así, un momento en que no podría hacer nada por el paciente que tenia, pero al parecer no fue suficiente, pues su corazón se acelero mucho. Pero estaba preparado para lo que seguía, pues en solo cuestión de un par de minutos, los gritos de la pony resonaron por toda la casa, el último paciente de Starburst había fallecido, atormentando la cabeza del pegaso.
Fuera de la casa no se hizo esperar el alboroto, los llantos se escuchaban por toda la casa y al estar el "Consultorio" a un lado de la calle, los ponys alrededor podían escuchar claramente el sufrimiento de esta pony.
Mighty que estaba a un lado de la puerta corrió al instante donde Starburst, encontrándolo encogido a un lado de la puerta. Al ver dentro de la habitación, vio a la señora Royal arrodillada a un lado de la cama, sus cascos naranjas sostenían el brazo café de su esposo. Mighty no pudo siquiera entrar a la habitación, a pocos pasos de él, el pony de baja estatura ya había estallado el lagrima recargado en la puerta, y Mighty, no fue la acepción, un amigo suyo había muerto.
-Le… les dije… a todos… que mi medicina podría fallar… y fallo…- Murmuraba Starburst sin el valor de ver a nadie a la cara, Mighty se acercó a él, bajo su mirada pero no hizo mas que poner un casco sobre del hombro de Starburst.
Mientras tanto fuera del pueblo, los ponys cada vez murmuraban y hablaban más, no fue hasta que un joven pegaso voló cerca de la ventana del consultorio, cuando al ver levemente, vio tanto a Starburst como al señor Mighty, disculparse con la señora Royal, todos con lagrimas en sus ojos pero notando mas que nada el cuerpo del pony cubierto en su totalidad con la sabana color crema.
-Ha muerto…- murmuró el joven pegaso, quien se encargo de hacer correr la noticia a todos los ponys de alrededor. La noticia sorprendió a mas de uno, los clásicos murmullos no se hicieron esperar, pero ahora, no solo los residentes del pueblo estaban sorprendidos, sino también el unicornio gris de melena color lima.
El doctor Soft Helmet quedo serio ante lo que vio, la noticia lo tomo por sorpresa, y arruinaba su afirmación por completo de que Starburst no era más que una farsa para ganar dinero fácil junto con el señor River. Así como muchos, no podía creer como un pony conocido del señor River, pony evidentemente poseedor de muchos millones de monedas, acababa de fallecer.
No podía creerlo, tenia que verlo con sus propios ojos, sin importar nada, se hizo paso entre la multitud de ponys y entro a la casa sin permiso de nadie, camino por los pasillos hasta que llego a ver a ambos pegasos por fuera del cuarto. Starburst y Mighty River tenían su mirada algo baja, ambos dolidos por la perdida, al acercarse, estos no dijeron ni una palabra al medico, el cual de forma disimulada dio un vistazo al interior del cuarto, donde el pony de baja estatura veía muy triste a su jefa, la señora Royal, que de igual forma lloraba desconsoladamente junto al cuerpo de su amado esposo.
Soft helmet retrocedió sin decir nada, a pesar de su odio por Starburt y Mighty, no pretendía faltar al respeto a un fallecido, siendo testigo de muchos casos, nunca le agrado hacer tales bajezas. Pero eso no le impidió ver de reojo a los pegasos presentes. Mighty estaba en silencio, con su mirada baja, y Starburst veía al techo, a la pared, al suelo incluso, su mirada no estaba quieta, incluso el nunca imagino que una muerte le afectaría demasiado.
-Ya estarán satisfechos ambos..- Murmuro el medico a ambos- un pony muy importante ha muerto en tus cascos, en esta casa, señor Starburst… aun así ¿esta seguro de querer seguir con esta calumnia?-
-Doctor… no se meta en esto, no es un buen momento para hacer un escandalo- Dijo Mighty, con mucha seriedad, sin ver al unicornio gris, señalando la puerta en referencia a la viuda en agonía- lárguese de aquí-
-¿Dígame Starburst cuantos mas tienen que morir para que decida terminar con esto?- Starburst vio al doctor, este estaba serio, parado a unos metros de el siendo cubierto de la mitad de su cuerpo por las sombras del pasillo- no tengo idea de lo que hace para curar, o para predecir la muerte… pero se que terminara muy mal… todo negocio chueco termina muy mal- Comenzó a retirarse, siendo cubierto por completo por las sombras, Starburst, quedo viviéndolo hasta que se perdió de vista, pues había salido de la casa por completo y regreso a su vivienda- esto no se va a quedar así, no necesito inventar nada para que caigas, los dos… caerán con su propio peso, ya se como hacerlo Jejeje… no creo que a las princesas les guste saber que un pegaso de este pueblo pueda usar magia o adivinar la muerte de los ponys-
¿Qué les pareció?
