Disclaimer: los personajes, al igual que la historia, no me pertenecen. Tony, Loki y Thor pertenecen a Marvel y los demás personajes a la autora del fic, EndlessStairway, quien muy amablemente me ha dado su permiso para traducir esta historia al español.

Pareja/Personajes: Tony/Loki, Thor, OC.

Advertencias: esclavitud, castigos, menciones de violaciones pasadas, recuerdos de torturas pasadas, consentimiento dudoso, entre otros.

Bueno, como ya dije, esta es una traducción. Como es un poco larga (treinta y nueve capítulos, aunque son más bien cortos) decidí iniciarla pronto y ver cómo me va... Esperemos que bien y que las actualizaciones sean regulares.

El original pueden encontrarlo en Ao3 como: Tony's Thrall by EndlessStairway.

Ojalá les guste. Sin ser más, ¡empecemos!


El esclavo de Tony por EndlessStairway


1. Arrastrarse

Otra vez la misma mierda. Tony le echó un vistazo a la figura arrodillada en la tenue luz de la habitación. No estaba de humor para esto. Primero tomaría una ducha.

Desafortunadamente, la ducha no cambió nada. Cuando regresó, Loki aún estaba ahí, arrodillado, quieto, en silencio. Tony lo observó. Era lo mismo cada noche desde que Thor le había dejado a sus pies hacía ya diez días. Todavía no entendía su comportamiento, aunque había descubierto que el collar de metal incrustado con gemas alrededor de su cuello tenía mucho que ver con todo esto. Aparte del collar, Loki solo llevaba puestos los ajustados bóxers que Tony le había dado. También le había dado otras ropas, y él las usaba durante el día, pero cada noche se escabullía y se presentaba desnudo y sumiso en su habitación. Tony había hablado con él, le había gritado, ordenado que no lo hiciera, incluso una noche se había encerrado en su propia habitación para impedir su entrada. Lo único que logró fue mover el despliegue de sumisión al pasillo. Cada vez que Tony lo echaba, Loki se veía peor, sus extremidades temblaban bajo su piel pálida mientras desaparecía de la habitación. Loki nunca hablaba, raramente asentía o negaba solo con su cabeza, y levantaba la mirada del suelo solo si pensaba que él no lo estaba observando. Tony no tenía idea de qué hacer.

Thor le había dicho que Loki era un esclavo, fuera lo que fuera eso. Las gemas en el collar brillaban y se desvanecían en patrones incomprensibles. Una vez, cuando le gritó a Loki de frustración, brillaron más intensamente. Tony se había detenido, con el estómago revuelto, cuando se dio cuenta que Loki estaba temblando de dolor, el brillo dorado de las gemas resaltando la enfermiza palidez de su rostro. No había levantado la voz desde entonces, pero no estaba nada cerca de comprender qué desencadenaba los castigos y cómo detenerlos. Una vez, J.A.R.V.I.S. le había mostrado una grabación de Loki dejando caer y rompiendo un plato en la cocina. Las gemas se habían pulsado en un patrón complejo y Loki cayó al suelo y convulsionó por casi un minuto. Cuando el brillo de las gemas se desvaneció y él luchó por ponerse de pie para limpiar el desastre, lágrimas corrían por su rostro.

Tony se sentó en la cama.

—Sabes, esto sería mucho más fácil si me hablaras. —No esperó una respuesta y no consiguió ninguna. El pecho de Loki se agitó con su rápida respiración, el firme agarre de sus manos detrás de su espalda no pudo ocultar su temblor. Su largo cabello estaba arreglado en sueltos rizos alrededor de su rostro agachado. No era como si Tony no lo entendiera. Solo existía una razón por la que estaba arrodillado y prácticamente desnudo junto a su cama. Cada día se ponía más pálido, más delgado. Apenas dormía, apenas comía. Tony no iba a intentar la solución obvia. Thor probablemente lo mataría, como mínimo. Sin embargo, esto no podía continuar así, y Tony no tenía idea de qué hacer.

—Ve a tu habitación, Loki —dijo.

Loki trató de levantarse pero se cayó, el collar resplandeció. Tony observó horrorizado mientras la espalda de Loki se arqueaba y todo su cuerpo temblaba. Parecían descargas eléctricas, las gemas se pulsaban al mismo tiempo.

—¡Basta! —gritó Tony, agarrando los hombros de Loki para estabilizarlo. Para su sorpresa el castigo se detuvo inmediatamente. Loki se obligó a abrir los ojos y luchó por ponerse de rodillas, presionando sus manos y frente en el suelo. Pensó en una solución. No podía echar a Loki sin torturarlo, y desde luego no iba a violarlo. Loki incluso estaba menos dispuesto que el mismo Tony a participar en este juego enfermo. ¿Pero qué podía hacer?

—¿Qué demonios es esto, Thor? —murmuró para sí. Distraídamente acarició el cabello de Loki mientras buscaba otras opciones. Loki no reaccionó, dudaba que se atreviera a alejarse incluso aunque quisiera. Tony advirtió lo que hacía y detuvo su mano a mitad de su caricia. Si Loki no iba a decirle que no, él tenía que mantener suficientes límites por ambos.

Estaba cansado, ambos estaban cansados. Nada iba a resolverse esta noche. Tony sacó una almohada y una manta de su cama y las arrojó a una esquina.

—Vas a dormir ahí —dijo en su mejor voz autoritaria. Las gemas comenzaron a brillar débilmente, por lo que agregó—: En caso de que te quiera en la noche. —El resplandor disminuyó. Interesante.

—Arrástrate —añadió, y mientras Loki se dejaba caer sobre sus manos y rodillas, el resplandor desapareció por completo.

Loki obedientemente se arrastró hasta la esquina y se acurrucó en la manta. Se durmió casi de inmediato, cabello cayendo sobre su rostro. Casi parecía tranquilo, mucho más que cuando se sacudía y agitaba en la habitación de invitados que le había dado. Tony agarró otra manta y la extendió sobre su cuerpo demasiado delgado. Necesitaba pensar en esto. Le había prometido a Thor que cuidaría de su hermano, aunque en ese momento había pensado más en una celda y menos en un lugar en la esquina de su propia habitación. En aquel entonces Thor había estado frenético, aterrorizado, agarrando a Tony por los hombros y mirándolo a los ojos mientras le sacaba a la fuerza su promesa. Le había dado demasiado poco para continuar. Había robado a Loki de su castigo, tenía que regresar casi de inmediato para reprimir el conflicto que había comenzado al hacerlo. Antes de irse, con los ojos llenos de miedo y arrepentimiento le había dicho a Loki: «Ahora eres el esclavo de Tony Stark». Loki no había respondido, simplemente se encorvó y miró al suelo mientras su hermano lo entregaba.

Ni de broma Tony iba a permitir ser ahuyentado de su propia habitación, así que se metió en la cama y le dio la espalda a la forma durmiente de Loki.

—Despiértame si hace algo, J —murmuró, antes de dormirse.


Como siempre, cualquier error que vean o duda que tengan no duden en decírmelo.

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