Disculpe la tardanza, pero tras algunos inconvenientes laborales , ya estamos de vuwelta con el último capitulo, sera un poco largo, pero intenso y explicito.

ADVERTENCIA: historia estrictamente PARA ADULTOS, situaciones con contenido sexual y violencia gráfica, es ficción, ningún cachorro fue lastimado en la elaboración de esta historia (solo algunas neuronas del autor por el desvelo), no se la tomen en serio, es ficción, no se apoya las situaciones descritas aquí, es ficción, solo es un ejercicio literario, y por si se me olvida, ES FICCIÓN. Espero les agrade, dudas, comentarios y críticas constructivas son bien recibidas (troleos e insultos serán olímpicamente ignorados).

Nuestro tren se acerca de su destino, disfruten el recorrido, sera agitado, asi que permanezan en sus asientos.


Capítulo 7: Regalo de aniversario

Transcurrió todo un año desde el "incidente" de Tracker con Everest, y durante todo ese tiempo, se veía que ambos cachorros volvieron a ser amigos, incluso eran muy unidos, aunque a donde quiera que iban, estaba Marshall detrás de ellos, o algún otro cachorro para vigilarlos. La gente de Bahía Aventura había vuelto a confiar nuevamente en el reformado chihuahua, quien compartió muchas aventuras y nuevas misiones de todo tipo al lado de los PAW Patrol, volviendo a ser amado y respetado por todos. Debido a eso, decidieron hacerle una fiesta, la cual llamaron cariñosamente "liberaniversario". Una tarde, Tracker preparaba sus cosas para asistir a ese festejo. El chihuahua terminó de subir lo necesario a su jeep, lavó su uniforme, limpió su mochila e incluso recolectó unas flores con las cuales armó un hermoso ramo. Ya con todo listo, buscó a Carlos y lo abrazó.

-See you later Carlos! Regresaré mañana por la tarde! –dijo el chihuahua y se despidió.

-Buena suerte Tracker, y disfruta el festejo –dijo Carlos agitando su mano. El chihuahua encendió su jeep y condujo en dirección a Bahía Aventura. Una vez que vio a su cachorro alejarse, el chico explorador entró a su cabaña, tomó su teléfono y le marcó a Ryder.

-Hola Ryder, solo hablo para avisar que Tracker ya va en camino.

-Gracias Carlos, estaré al pendiente de él y los cachorros.

-Aun no puedo creer que ya paso un año de…."ya sabes qué" –dijo Carlos algo apenado.

-Sí, pero los cachorros se han vuelto a llevar bien con él, la verdad estoy sorprendido.

-Yo también, y eso de que celebren la fecha de la salida de Tracker de la cárcel es un detalle curioso, pero la verdad, estoy preocupado, tengo un mal presentimiento de esto.

-Preocupado? Por qué dices eso? –preguntó Ryder.

-No lo sé, siento que hay algo que no me dice, y desde el último incidente con Jake, no me gustaría que le hicieran algo malo, yo sé que lo que hizo estuvo mal, y aun me siento mal con Everest por eso, pero ya está reformado, se ha portado bien y ha asistido a todas las terapias ordenadas por la Corte, así que me preocupa que lo vuelvan a lastimar.

-Tranquilo, estoy seguro que la pasaran bien. Solo es una excursión en el bosque, ya lo han hecho antes, y además, lo acompañan todos los cachorros, no creo pase nada malo.

-Eso espero Ryder, eso espero, te llamaré después –dijo Carlos, y colgó la llamada. Miró el retrato que le regaló el chihuahua en su cumpleaños y suspiró preocupado por Tracker.

-Es solo una fiesta, tranquilízate, regresara bien- se decía a sí mismo para calmarse.


Tras algunas horas de camino, Tracker llegó al punto de reunión que le había indicado los cachorros, un lugar apartado en el bosque, donde los PAW Patrol acostumbraban ir a acampar, alejado de miradas indiscretas o de depredadores naturales, era el sitio idóneo para organizar cualquier clase de evento que requería cierta privacidad. El chihuahua comenzó a buscar, pero no encontraba a nadie. Comenzaba a dudar si era el lugar correcto, hasta que vio que de entre los arbustos, salieron sorpresivamente sus amigos.

-SORPRESA! –gritando los cachorros, aullando de emoción y rodeando al chihuahua.

-Felicidades Tracker! Ha pasado todo un año desde que saliste de prisión –dijo Chase, poniendo su pata en el hombro del chihuahua-, y te has portado muy bien, has sido un excelente cachorro, por eso, te hemos preparado esta celebración para ti. Ven por aquí.

Tracker siguió a sus amigos y en una parte del bosque habían puesto una mesa plegable, en la cual habia un pastel de croquetas para perro y varios platos de agua, todo decorado con serpentinas, globos y un letrero que decía "Feliz regreso Tracker".

-Thank you, pups, me alegra saber que vuelvan a confiar en mí –dijo Tracker con lágrimas en sus ojos. Todos los cachorros se acercaron y lo abrazaron por un momento, y después comenzaron la celebración. Repartieron el pastel entre todos y después se dedicaron a jugar un rato a jalar la cuerda y a perseguirse. Así estuvieron hasta que comenzó a anochecer, y decidieron hacer una fogata. Bajo las estrictas indicaciones de Marshall, lograron encenderla y se sentaron alrededor de ella. Asaron algunos malvaviscos y una vez que terminaron de comer, Everest hizo una seña con su pata y comenzó a hablar.

-Muchas gracias por venir amigos, en especial tu Tracker, ha sido todo un año lleno de emociones, y te has vuelto un cachorro diferente, así que es tiempo de tus regalos.

Los cachorros se acercaron al chihuahua y le dejaron algunas cajas de obsequios. Tracker tomó las cajas, pero de repente Marshall se levantó y se acercó al chihuahua.

-Ven Tracker, te ayudare a abrirlos –dijo Marshall. Tomó al cachorro explorador y ambos se fueron detrás de los arbustos. Mientras eso pasaba, el resto de los cachorros se acercaron a Everest y comenzaron a platicar con la husky animadamente.

-Como te has sentido Everest? –pregunto Skye con curiosidad.

-Mucho mejor, gracias, fue difícil, sobre todo después de mi última recaída, me sentí muy mal, sin ganas de vivir, pero por suerte, el terapeuta me ayudó mucho, al igual que ayudó a Tracker. Lo primero que hizo fue que él reconociera su culpabilidad por sus actos, y lo hizo, estuvo llorando por una hora disculpándose conmigo, y ya no lo veo como ese cruel cachorro que me violó, sino como alguien que necesita comprensión y cariño y yo puedo dárselos, al igual que poner un límite a sus actos. También me hizo disculparme con él por el escarmiento que le dimos en prisión. Ambos nos perdonarnos y reconciliarnos, y tenemos una relación de amistad más unida, incluso mucho más íntima –dijo Everest.

-Y Marshall no dice nada sobre esto? –preguntó Skye-, porque ahora lo veo muy unido a Tracker, aún recuerdo que si no lo detienen ese día, le hubiera arrancado la cabeza.

-No, de hecho está bastante contento y ya es más cercano a Tracker otra vez, incluso nos ha apoyado a ambos en las terapias y también saca provecho de esta nueva "relación" que tenemos, si saben a lo que me refiero –dijo Everest con una mirada picara. Al oír eso, todos los cachorros intercambiaron miradas y compartieron una sonrisa maliciosa y traviesa, excepto Rubble, quien miraba a sus amigos sin entender a que se referían.

-De que se ríen? –preguntó el bulldog extrañado por las palabras dichas por la husky.

-Es cierto, aun eres muy inocente para estas cosas, hablamos de sexo –dijo Chase.

-Ooohhh, ya veo, y eso es algo sucio? –preguntó inocentemente.

-Podríamos decir que si, hemos hecho muchas cosas "indecentes", lo admito, me he vuelto toda una cachorra traviesa –dijo Everest sonrojada y algo apenada.

-Y Tracker no se ha negado a participar? –preguntó Skye.

-Bromeas? Le encanta! La terapeuta dice que a partir de eso nuestra amistad ha mejorado, y se ha vuelto algo curioso, es una extraña relación la que tenemos. Primero nos hizo admitir nuestros sentimientos, y él admitió que aún está enamorado de mí, y en cierta forma, eso me hizo ver que yo también siento algo por él, es más que un amigo.

-Quiere decir que también lo amas? –preguntó Rocky, asombrado por esa revelación.

-No es amor Rocky, yo amo a Marshall y lo quiero como mi pareja y para formar una familia, pero con Tracker…..es distinto: es pasión, deseo, y lujuria de él hacia mí y de mí hacia él, es recíproco, lo sentí cuando tuvimos nuestro "encuentro" en la prisión, y ambos lo reconocimos después en la terapia: Cuando estamos juntos, nos sentimos a gusto, y sobre todo, le encanta hacer lo que sea con tal de complacerme, y debo reconocer que en el sexo es bastante competente, y le gusta hacer de todo….absolutamente todo.

-Eso suena complicado –dijo Zuma, rascando su oreja derecha.

-Al principio lo fue, pero lo importante es que ahora ya no es un riesgo y sobre todo, también es alguien muy "servicial", ya lo verán, por eso les pedí esos "regalos", estoy segura de que serán de su agrado, MARSHALL, YA PUEDES TRAER AL FESTEJADO!

De entre los arbustos salió Marshall jalando una correa de cadena, y los cachorros se asombraron con lo que vieron, pues a quien jalaba era a Tracker, quien iba ataviado con unas ajustadas medias de látex con rayas de tonos rosados en sus patas traseras y delanteras, una tanga de lencería rosada de seda con pliegues que simulaban un coqueto vestido rosa, así como un arnés de piel negra con estoperoles y argollas en su pecho; su boca estaba amordazada con un bozal de piel que cubría la totalidad de su hocico; en sus patas llevaba unas ajustadas esposas que le impedían moverse con libertad, unos guantes de piel que cubrían sus patas delanteras, y un collar de metal en su cuello con una placa que decía "Slut", así como una jaula de castidad que encerraba su miembro, por último, en su ano traía un juego de bolitas anales, dejando salir solo un par y un anillo plástico para jalarlas. Podía verse que el cachorro estaba nervioso y temblaba con una peculiar mezcla de vergüenza, miedo y excitación por la situación. El dálmata sonreía maliciosamente y lo miraba con lujuria y deseo, al igual que hacia Everest con Tracker.

-Esos regalos te sientan de maravilla –dijo la husky-. Es hora de que empiece la fiesta!

Marshall jaló al chihuahua para acercarlo al centro, Tracker se movía lentamente por las cadenas que tenía en sus patas, pero obedecía las órdenes que le daban los dos cachorros y avanzó hasta estar frente a la husky, quien lo miraba severamente.

-Muy bien cachorrita, ahora quiero que bailes, vamos! Muéstrale al público como lo haces, muévete y baila ese pasito que te gusta cuando cantas "yo amo al sol".

Trackek asintió con la cabeza, y como pudo, se alzó en sus patas traseras y algo nervioso, empezó a bailar, dando pequeños brincos frente a todos los cachorros, al ritmo de esa melodía que le gustaba cantar cuando veía el sol tras salir de algún lugar oscuro.

-Sigue bailando, vamos chicos! Denle su incentivo a esa perrita coqueta para que siga.

Tracker comenzó a pasar frente a cada cachorro, quienes comenzaron a darle nalgadas en su trasero. Primero fue Chase quien le dio una fuerte y sonora nalgada que hizo gemir al chihuahua, luego fue Skye, quien le dio una nalgada menos fuerte pero igual de sonora y luego le dio un coqueto beso en su nalga derecha; después pasó con Rocky, quien manoseó al chihuahua y luego le dio otra nalgada igual de fuerte que la de Chase. El siguiente era Zuma, quien le dio dos rápidas pero fuertes nalgadas y después le dijo un juguetón mordisco en su nalga izquierda, que también hizo gemir al chihuahua.

-Mmmhhhh, que wico twasero, me gusta! Quiero probawlo! -dijo el labrador traviesamente. Los demás silbaban la melodía para que el chihuahua siguiera bailando. Pasó frente a Rubble, pero el bulldog se puso nervioso y no sabía qué hacer, así que Tracker continúo bailando y saltando frente a los demás. Así dio dos vueltas más alrededor de cada cachorro, quienes repitieron la misma dinámica, azotando el trasero del cachorro explorador hasta dejarlo totalmente enrojecido, El chihuahua gemía con cada nalgada y manoseo, aunque sus quejas y gemidos eran ahogados por la mordaza y el bozal en su boca. Terminada la segunda vuelta, Everest le ordenó que se detuviera.

-Ven aquí, "juguetito" –el cachorro obedeció y sumisamente se sentó frente a Everest, moviendo su cola rápidamente-. Muy bien, eres una buena perrita, te has portado de maravilla, ahora agáchate, porque vamos a darle a los cachorros un buen espectáculo.

El cachorro asintió con la cabeza, se acostó boca abajo y espero a que Everest le quitara el bozal. Al quitárselo, los demás vieron que el bozal traía incluido un enorme dildo que servía de mordaza, el cual le impedía hablar al chihuahua, y al sacarlo de su hocico, se veía totalmente empapado de la saliva de Tracker, quien respiró hondo y jadeaba aliviado al sentir su boca libre del intimidante instrumento de restricción. Todos los cachorros estaban sentados en su lugar y permanecían atentos a lo que estaban a punto de ver.

-Ahora ven, quiero que me des un buen servicio, vamos! –dijo la cachorra mientras se acostaba boca arriba y se abría de patas, exponiendo su vagina; el chihuahua obedeció y acercó su hocico a la intimidad de la cachorra. Comenzó a olfatearla con fuerza, disfrutando de la esencia que emanaba de la entrepierna de la husky, y después empezó a lamerla, primero con suavidad y después lo hizo con intensidad; Everest comenzó a gemir con fuerza, disfrutando de la sensación de excitación, y sujetó la cabeza de Tracker para que acercara más su hocico y su lengua. En tanto, Marshall jaló las bolitas anales del chihuahua, haciéndolo gemir de placer y alivio. Se puso un condón, montó al cachorro esclavo por detrás y lo penetró con fuerza. Tracker continuó haciéndole sexo oral a Everest, quien forzaba al cachorro explorador a seguir masturbándola, hasta que sintió que estaba a punto de llegar al orgasmo, y sin poder resistir más, se vino y bañó la cara del sometido can con sus fluidos vaginales. Marshall continuó penetrando a Tracker por unos minutos más y después se detuvo. Los tres cachorros descansaron un par de minutos, mientras el resto de sus amigos contemplaban con asombro y morbo la escena.

-*Jadeo* Eres…..un buen….juguete, solo por eso, te ganaste tu recompensa, ven cariño!

Marshall se acercó y se acostó al lado de la husky, se quitó el condón y abrió sus patas, mostrando su enorme miembro. Tracker miró el pene del dálmata como si estuviera hipnotizado y babeaba al verlo, deseando probarlo. Miró a Marshall y el dálmata asintió con la cabeza. El chihuahua llevo el miembro a su boca, cerró sus ojos y comenzó a lamerlo y saboreándolo con calma y pasión. Tras unos minutos, lo introdujo en su boca y lo chupaba con fuerza, haciendo gemir a Marshall de placer. Everest aprovecho ese lapso para ponerse el arnés de "strap on" que usó en la prisión y le puso el dildo que tenía Tracker en su boca, le puso un poco de lubricante, se puso detrás de Tracker y con cuidado introdujo el dildo en el chihuahua, quien se quejó un poco cuando sintió que la husky lo penetraba, pero con el miembro de Marshall en su boca, no pudo decir nada y prefirió continuar con la felación. Así permanecieron por unos minutos más, Everest cogiendo con fuerza al chihuahua, y Tracker mamando el pene del dálmata, hasta que Marshall comenzó a gemir cada vez más fuerte, señal de que estaba a punto de venirse. No pudo resistir más, y unos instantes después sujetó a Tracker de sus enormes orejas y eyaculó con fuerza en la boca del chihuahua. Everest continuó también penetrándolo unos minutos más, hasta que sintió que se venía por segunda vez, bañando el trasero de Tracker con una mezcla de sus fluidos y el lubricante, terminando los tres cachorros exhaustos y acostados. La husky se levantó y se acercó al chihuahua, quien continuaba acostado en el suelo, jadeando pero con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro.

-Te está gustando tu fiesta, juguetito? –dijo Everest lascivamente.

-Sí mi ama –dijo Tracker sumisamente.

-Sabes que estas en libertad porque todos cooperamos para ayudarte, cierto?

-Sí mi ama, y estoy muy agradecido con todos, en especial contigo y con Marshall.

-Entonces, sabes que debes retribuirnos a todos y cada uno de nosotros, cierto? -dijo Everest, jalando al cachorro de la cadena. El chihuahua solo asintió con la cabeza.

-Quiere decir que sabes lo que eso significa, verdad? Que tienes que pagarnos a todos por nuestra piedad de algún modo, si no quieres regresar a la prisión, correcto?

-Si mi ama –repetía Tracker ante las palabras de la husky.

-Entonces dime, que es lo que quieres? -dijo Everest, mirando fijamente al chihuahua, quien bajó la mirada unos segundos, con si titubeara un momento lo que iba a decir y luego miró a la cachorra directamente a los ojos y habló con determinación en su voz.

-Quiero….…quiero que todos abusen de mí, que me castiguen por haber sido un cachorro malo….que todos me ultrajen y me usen por lo que hice, que hagan conmigo lo que quieran, no me resistiré….soy…..soy su juguete sexual –dijo Tracker con resignación.

-Bien, tus deseos son órdenes. Vamos chicos, que continúe la fiesta, ya saben qué hacer –dijo Everest, recostándose en un tronco junto a Marshall para descansar y contemplar lo que iba a ocurrir. El resto de los cachorros se acercaron y se prepararon para participar, y era evidente lo que seguiría. Pusieron a Tracker boca abajo y en cuatro patas, sin quitarle las cadenas ni la jaula de castidad y tomaron turnos para tener sexo con él sometido chihuahua. Los primeros en comenzar la orgía fueron Chase y Skye; el pastor alemán se puso detrás de Tracker, lo montó e introdujo su enorme pene, haciéndolo jadear de dolor y placer, y mientras el cachorro policía lo penetraba, lamió su oreja y le susurró al oído:

-Muy bien, "juguete rechinador", quiero que atiendas bien a mi chica –dijo Chase. La cachorra se puso frente a Tracker y abrió sus patas, mostrándole su intimidad, imitando lo que hizo Everest. El cachorro esclavo metió su hocico entre las piernas de la cockapoo y comenzó a lamer vigorosamente la vagina de la cachorra, mientras Chase lo penetraba fogosamente. Skye disfrutaba el sexo oral que le hacían, gimiendo de placer, tocándose sus pezones, los cuales estaban duros y firmes, lo que excitaba más a Chase, haciendo que penetrara con más fuerza y velocidad al chihuahua. Siguieron así hasta que ambos cachorros llegaron al orgasmo, Skye bañó la cara del cachorro con sus fluidos y Chase llenó el trasero de Tracker con su tibio semen. Descansaron un momento y luego voltearon al chihuahua boca arriba. Skye se puso un strap-on con otro dildo plástico, le puso un poco de lubricante, y comenzó a penetrar al chihuahua, lastimándolo ligeramente.

-Uuuugghhhhh, con cuidado, please! –dijo Tracker suplicante y su mirada empañada.

-Lo siento "juguetito", es mi primera vez haciendo esto, pero se ve que es excitante, y también te gusta, verdad? -dijo la cockapoo, meneando su cadera, penetrando lentamente al chihuahua. Por su parte, Chase se colocó frente a Tracker, en dirección hacia Skye y colocó su pene frente al chihuahua y comenzó a restregarlo juguetonamente en su rostro.

-Vamos, no seas tímido, ya lo conoces –dijo Chase en tono de burla. Tracker olfateo un poco el miembro del pastor alemán en su boca, y lo metió en su boca, disfrutando la sensación de probarlo como hizo ese día en la prisión, algo que no quería admitir. Chase se acomodó y comenzó a mover rítmicamente su cadera, penetrando al chihuahua en su boca. Skye miraba a Chase fijamente, y de pronto, ambos se miraron fijamente, acercaron sus hocicos y se besaron apasionadamente, mientras continuaban cogiendo al cachorro esclavo. Eso excitó aún más a la pareja, haciendo que cogían con más fuerza a su amigo, y un par de minutos después, ambos llegaron al clímax nuevamente. Skye empapó a Tracker con sus fluidos vaginales, y Chase eyaculó en su boca, llenándole la garganta con su esperma. Los tres terminaron agotados pero felices por la fogosa experiencia.

-Se ve que lo disfrutaron mucho –dijo Everest, contemplando de lejos a ambos, mientras estaba acostada junto a Marshall. Apenas se levantó la primera pareja, Rocky y Zuma tomaron su turno. Tracker aún estaba en el suelo tratando de recuperar el aliento, pero sintió como Zuma se puso detrás de él, frotando su pene, el cual crecía con cada restregada, y Rocky se colocó frente a Tracker, mirando fijamente al sometido cachorro.

-A SUMEWGIWNOS! –gritó Zuma emocionado. Tomó de las caderas al chihuahua, lo alzó un poco e introdujo su miembro en Tracker. El labrador gimió de placer al sentir su virilidad dentro del ano del chihuahua y comenzó a embestirlo con enorme entusiasmo.

-Mmmhhhh, amigo! Tu culo se siente delicioso! esperaba con ansias esto! –dijo Zuma con enorme felicidad, mientras bombeaba con gran velocidad e ímpetu su miembro en el trasero de Tracker, quien no podía creer que el cachorro nadador tuviera tanta energía, y un miembro tan grueso, algo que lo estaba excitaba mucho. Por su parte, Rocky cerró sus ojos y comenzó a masturbarse, mientras escuchaba al labrador ultrajando al chihuahua, hasta que su pene se puso duro y rígido. Tracker miraba ese enorme pedazo de virilidad, deseando probarlo, y como si leyera su mente, el mestizo lo miró a los ojos y sonrió.

-Lo quieres, verdad? –dijo Rocky juguetonamente, y el chihuahua asintió con la cabeza. El mestizo se acercó y metió su miembro en la boca del can esclavo, quien lo saboreaba con enorme placer. Rocky comenzó a gemir, sujetando el hocico de Tracker, la sensación de los labios y la lengua del cachorro explorador recorriendo su pene lo excitaron mucho.

-Ohhhhhhhh, Chase tenía razón, realmente sabes cómo mamar una verga, me encanta, me muero de ganas por cogerte -dijo Rocky muy excitado. Al oír eso, Zuma clavó con fuerza sus garras en la cadera de Tracker, haciendo que se quejara de dolor levemente.

-Quiero oír como rechinas, juguetito –dijo el labrador lascivamente y comenzó a embestir más rápido y con mayor fuerza el ya ultrajado trasero de Tracker, haciéndolo gemir aún más, sintiendo que su ano estaba al rojo vivo por la forma tan violenta en que el labrador lo penetraba, pero a pesar de eso, su boca no soltaba el pene del mestizo, el cual ahogaba sus quejas y gemidos. Zuma estaba totalmente excitado, igual que Rocky, quien continuaba embistiendo al chihuahua por la boca, y tras unos minutos, ambos cachorros llegaron al orgasmo, llenando al chihuahua con sus fluidos, y quien casi se ahoga con todo el esperma que saco Rocky, mientras sentía como Zuma seguía rellenando su ano con su tibio semen. Los tres cachorros quedaron agotados, y el chihuahua se dejó caer, quedando tendido en el suelo. Sin embargo, un par de minutos después, Rocky se puso detrás de él, con sus patas separo un poco las nalgas del chihuahua, acomodó su pene y lo introdujo todo de un solo movimiento, haciendo gritar al cachorro explorador. Era más delgado que el de Zuma, pero aun así estaba duro y rígido, disfrutando nuevamente esa combinación de dolor y placer simultaneo. Ya con su miembro bien metido, Rocky puso todo el peso de su cuerpo sobre Tracker, le mordió juguetonamente la oreja y le susurró.

-Ya quería probar tu rico trasero, así te gusta, verdad perra? –dijo el mestizo y comenzó a arremeter su trasero con su pene. Lo hacía más lento que Zuma, pero con más fuerza, haciéndolo jadear de placer. Zuma se arrodillo frente al chihuahua y lo tomó de una oreja.

-Te ves hambriento, déjame dawte una rica salchicha –dijo burlonamente y metió su pene en la boca del chihuahua, quien inmediatamente comenzó a mamarlo con fuerza.

-OOOOOHHHHHH, SI!, ESO ES! Sabes usar bien esa boca, pewita traviesa –dijo el labrador. Eso hizo que Rocky se excitara más, lo cual hizo que el mestizo aumentara el ritmo con el que penetraba a chihuahua, incluso con mucho más fuerza. De pronto, Rocky sintió que alguien tomó su cabeza y vio que era Zuma, quien se inclinó para quedar frente al cachorro reciclador mientras metía su pene dentro de la garganta de Tracker.

-Bésame Wocky, como hizo Sky con Chase –dijo Zuma con ternura. Rocky se sonrojó un momento e incluso se detuvo, pero estaba tan excitado que aceptó la propuesta y acercó su hocico al de su amigo y se besaron. Los dos cachorros disfrutaban el contacto de sus bocas, saboreando sus labios y sus lenguas, unidos por la pasión y la lujuria, sintiendo una enorme excitación que lo hizo volver a coger a Tracker con mucha mayor fuerza. Rocky se aferraba a la cadera del chihuahua y Zuma se sujetaba de sus enormes orejas, metiendo su miembro hasta el fondo de la garganta del cachorro sometido, quien sentía que se ahogaba e incluso tenía ganas de vomitar, debido a la enorme verga del labrador. Minutos después, ambos canes alcanzaron el climax, volviendo a rellenar por segunda vez de fluidos viriles al cachorro esclavo, quien no pudo resistir más y cayó jadeando y agotado al suelo. Vomitó un poco el tibio semen del cachorro nadador y sentía como de su dilatado trasero escurrían gotas de la abundante semilla masculina del mestizo.

-Amigo…..quiero…..hacer esto…..más seguido -dijo Zuma con la lengua de fuera.

-Si…estuvo delicioso -dijo Rocky. Ambos se levantaron, chocaron sus patas en señal de triunfo, luego volvieron a darse un apasionado beso, y se fueron, dejando al ultrajado cachorro en el suelo. En eso llegaron Marshall y Everest, quienes se acercaron a Tracker.

-Te has portado muy bien, juguetito, aunque parece que te estropearon un poco, pero puede solucionarse, descansa un momento, te falta alguien muy especial, mientras te prepararemos para que estés presentable –dijo Everest. Marshall se acercó con una toalla húmeda y cariñosamente comenzó a limpiar al chihuahua, quien estaba aún bañado de semen e incluso tosía el exceso de fluidos en su boca. Unos minutos después, quedo limpio y reluciente, listo para continuar, mientras Everest se acercaba a Rubble, quien se veía nervioso tras ver todo lo que le hacían al cachorro explorador.

-Vamos Rubble, es tu turno! –dijo Everest, tratando de animar al joven cachorro.

-Yo….no lo sé….se ve eso tan…asqueroso…y además…nunca he tenido sexo antes.

-Tranquilo, a todos les pasa en su primera vez, pero créeme, te va a gustar mucho, y esta perrita es perfecta para ti, ven aquí juguetito! –dijo Marshall. Tracker se acercó lentamente, arrastrándose hacia Rubble. El chihuahua se postró a los pies del cachorro constructor y lo miró poniendo una mirada de cachorrito regañado y sollozando.

-Por favor Rubble, no ves que él está suplicando para que aceptes? No dejes así al pobre Tracker, ve y ten sexo con él, sé valiente, hazlo! – insistió Everest. El chihuahua tomó la iniciativa y acercó su hocico a la entrepierna del bulldog, olfateo su miembro y comenzó a lamerle los testículos, haciendo que Rubble gimiera por la sensación, y en un instante, su pene se puso firme, el cual era enorme, casi más que el de los demás cachorros machos.

-Cielos! Es….enorme! -dijo Everest con cara de asombro y lujuria.

-Así que ahí escondía su "herramienta" –dijo Marshall traviesamente.- Veremos si sabe usarlo, vamos juguete! Consiente a ese bulldog, dale la mejor experiencia de su vida!

Tracker obedeció al dálmata e introdujo el pene de Rubble en su boca y con total calma empezó a lamerlo y chuparlo, haciendo que el bulldog cerrara sus ojos y disfrutara la felación que le hacían. El chihuahua movía su cabeza de arriba hacia abajo, gozando el sabor y la firmeza del miembro del bulldog primerizo. De pronto, pudo sentir como su boca se llenaba de líquido preeyaculatorio, el cual tragó con total placer.

-Mmmmhhh, delicious –dijo Tracker. Se levantó y sorpresivamente le dio un beso a Rubble, quien primero se quedó paralizado de miedo, pero no opuso resistencia e incluso puso sus patas en los glúteos del chihuahua. Un instante después, el esclavo rompió el beso, y un delgado hilo de saliva colgaba de sus bocas. Entonces se volteó y alzó su trasero, restregándolo en el miembro de Rubble, que estaba duro y palpitante.

-Quieres que yo….te lo haga, como los otros? –preguntó nervioso. Tracker le guiño el ojo coquetamente en respuesta y asintió con la cabeza. Ya decidido, Rubble tragó saliva, tomó su pene, imitando lo que los otros cachorros hicieron, comenzó a restregarlo en el trasero de Tracker, mojándolo con más liquido preeyaculatorio, lo introdujo despacio en el ano del chihuahua, y poco a poco comenzó a moverse, bombeando su miembro una y otra vez, hasta que, de un solo movimiento, lo metió hasta el fondo, haciendo gritar al can.

-OOOOHHHHH, yessss! gritó Tracker, al sentir el miembro viril del cachorro primerizo en su interior. La cara del chihuahua reflejó una mezcla de sorpresa, dolor y gran placer, y Rubble comenzó a cogerlo con fuerza, sujetando firmemente las caderas del chihuahua, jadeando y gruñíendo sonoramente al mismo tiempo que tenía sexo con el cachorro sometido. El resto de los cachorros observó la escena con fascinación y algo de morbo.

-Vaya lo hace tan natural –dijo Skye a Chase.

-Sí, ni siquiera parece que fuera su primera vez –dijo Rocky.

-Vamos Wubble, quiero ver como taladras su trasero –gritó Zuma.

Por unos minutos, Rubble continuo embistiendo al chihuahua, hasta que no pudo resistir más, y se vino en el trasero de Tracker, quien suspiró aliviando al sentir el tibio liquido nuevamente en su interior. Se dejó caer en el suelo, mientras Rubble se sentaba, jadeando por todo el esfuerzo hecho, pero con una enorme cara de satisfacción y alegría.

-Rubble se viene a toooooda velocidad! –dijo Marshall, haciendo que todos se rieran. El bulldog se acostó boca arriba, e incluso se rio por la ocurrente broma de su amigo.

-Jejejejeje, buena esa Marshal! Vaya….no sabía….que el sexo….era tan…..rico.

-Y aun te falta conocer más cosas, pero eso será otro día, de momento la fiesta terminó, y si Everest esta de acuerdo, creo que debemos descansar –dijo Chase. Everest asintió con su cabeza y los cachorros se retiraron a descansar, dejando al ultrajado Tracker en el suelo. Por su parte, Everest se acercó nuevamente a su esclavo, quien ya no podía levantarse, pues había llegado al límite de sus fuerzas. Volteó su cabeza y noto que la husky iba acompañada de Skye, algo que lo intrigó un poco al no saber qué sucedería.

-Has sido un buen juguetito, solo por eso te daremos un premio especial –dijo Everest. Las dos cachorras se arrodillaron frente al chihuahua, y la husky le quito las esposas de sus patas, así como la jaula de castidad que aprisionaba su miembro, el cual al sentirse libre se paró totalmente, mostrando que era bastante grande y grueso, considerando el tamaño del chihuahua. Ya con el pene de Tracker totalmente erecto y duro, ambas cachorras lo miraron con lujuria, y comenzaron a hacerle sexo oral, Everest lamia el gran trozo de virilidad, mientras Skye lamia y chupaba sus testículos, luego cambiaron posiciones, y después, entre las dos chuparon el miembro del cachorro esclavo.

-Owwwww, yes! –grito Tracker, clavando sus garras e el suelo, sintiendo como su pene se hinchaba más y más mientras las dos hembras lo masturbaban, y sin poder contenerse más, eyaculó con extraordinaria fuerza, bañando los rostros de Everest y Skye con su esencia masculina. Una vez que acabó, ambas cachorras se colocaron una frente a la otra, con el miembro del chihuahua en medio, y comenzaron a lamerse el semen de sus caras mientras se frotaban con el pene de Tracker, y luego se besaron apasionadamente.

-Mmmmhh, que rico sabor tienes Skye, me gustan tus labios con sabor "glaseado" –dijo Everest. La cockapoo le devolvió una sonrisa y volvieron a besarse y tocarse de forma lasciva, hasta que ambas sintieron como sus fluidos corrian por sus entrepiernas y mojaban el pene del chihuahua, quien disfrutaba la sensación del tibio néctar de las hembras bañando su virilidad. Unos instantes después, la cachorra voladora regreso con Chase, mientras Everest se limpiaba el exceso de semen con una toalla.

-Estuviste genial juguetito, creo que ya estas listo para tu última actuación del día, Marshall, puedes venir aquí amor? –dijo Everest coquetamente. El dálmata se acercó y se sentó junto a Tracker, lo tomo de su cuello y comenzó a besarlo. El chihuahua disfrutaba la sensación de la lengua del dálmata de su boca, así que correspondió al gesto y abrazó al dálmata, besándose apasionadamente. Por su parte, Everest tomó los miembros de ambos machos quienes seguían besándose y con sus patas los masturbó lenta y sensualmente, para después llevar cada uno a su boca y los chupó con gran placer hasta que estuvieron bien erectos e hinchados. En ese momento, Marshall rompió delicadamente el beso y Everest puso su trasero frente al extasiado chihuahua esclavo.

-Quiero que me cojas por detrás, méteme tu pene en mi ano, hazlo esclavo, te lo ordeno!

Tracker obedeció sumisamente y se acercó a la husky. Comenzó a oler su trasero, deleitándose con la esencia de la intimidad de la cachorra, y lamió su vagina, haciendo que ella gimiera un poco. Pudo saborear su esencia, la cual estaba fresca por ese manoseo que tuvo con Skye, y después aproximó su lengua al recto de Everest. Primero lo lamió por fuera y después introdujo su lengua, moviéndola vigorosamente, lo que excitó aún más a la husky. Una vez que relajó su ano, el chihuahua se acomodó y se montó sobre la hembra y la penetró de un solo golpe. Everest gritó levemente por la sensación de dolor y placer que le producida. Una vez que sintió su miembro dentro de la cachorra, el can esclavo comenzó a embestir a su ama con furia casi animal, y Everest jadeaba con cada movimiento, excitándose más y más. De pronto, Tracker sintió algo y notó que Marshall estaba detrás de él, lamiendo su cuello y manoseándolo, así como restregando su pene, sabiendo que era lo que seguía. De un solo movimiento, el dálmata introdujo su enorme su pene en su trasero y empezó a moverlo rápidamente de adentro hacia afuera, cogiéndolo con gran pasión. Ahora Marshall tenia sexo anal con Tracker, quien a su ver también penetraba el culo de Everest, lo cual estaba sobreexcitando al trio de cachorros; cada uno jadeaba y gemía con pasión, el chihuahua no dejaba de castigar el trasero de la hembra, y Marshall arremetía con fuerza el ya dilatado ano de Tracker, incluso el dálmata se montó completamente en el cachorro esclavo y por la excitación del momento lo mordió en el lomo, cogiéndolo con mucho más fuerza y sin soltarlo casi a punto de llegar al orgasmo. Así permanecieron unos minutos más, y finalmente, los tres cachorros llegaron al orgasmo: Marshall eyaculó dentro del ano de Tracker, el chihuahua a su vez descargo su semen dentro del trasero de Everest, y la husky mojó el suelo con sus propios fluidos. Los tres se dejaron caer al suelo, agotados por el esfuerzo.

Al final, todos los cachorros terminaron agotados tras la salvaje orgia, así que decidieron descansar. Apagaron la fogata y se acostaron en el suelo del bosque. Chase se acostó con Skye, besándole el cuello y tocando los seños de la cockapoo, quien tapaba discretamente su boca con sus patas para no hacer tanto ruido; Rocky y Zuma se acostaron juntos y siguieron besándose y manoseándose por un rato, incluso restregaban sus penes mutuamente; Rubble prefirió dormir sólo para poder "autoexplorarse", tras descubrir las maravillas de la masturbación; y curiosamente, Marshall, Tracker y Everest decidieron dormir, sobre todo el chihuahua, quien estaba totalmente agotado por ser prácticamente el "centro de atención" de la fiesta y ya no tenía fuerza para seguir. Tracker se acostó, aun ataviado con toda su vestimenta, y quedo en medio de la husky y el dálmata, quienes lo abrazaron tierna y amorosamente como si fuera un oso de peluche.

-Buenas noches, mi lindo esclavo –dijo Everest, acercando la cabeza de Tracker a su regazo y dándole un beso en la frente al chihuahua.

-Descansa juguetito travieso –dijo Marshall con una sonrisa, abrazando por detrás al chihuahua, rodeándolo con sus brazos y apoyando su cabeza en la del chihuahua.

-Buenas noches, mis amos –dijo Tracker con agradecimiento. Los tres cachorros se quedaron dormidos, sonrientes, felices y disfrutando de un merecido descanso.


Al día siguiente, Carlos se levantó temprano, encendió la radio para escuchar las noticias, se preparó su desayuno y se sentó en la mesa. Disimuladamente miró hacia el rincón y vio el platón de comida y la cama del chihuahua; estaba preocupado por su amigo, quien aún no había regresado. Pensaba llamar a Ryder para saber si tenía alguna noticia de los PAW Patrol pero prefirió conservar la calma. Salió un momento de la cabaña para respirar aire fresco y aclarar sus ideas. Miró hacia el horizonte, y a lo lejos pudo divisar algo que se acercaba: era el vehículo del cachorro explorador que avanzaba con rapidez. El perrito llegó a la cabaña, detuvo su vehículo y brincó para correr hacia su dueño. El chihuahua saltó al regazo de su dueño, lo abrazó con fuerza y lo cubrió de lengüetazos y mimos.

-Tracker, me alegra verte ! –dijo el chico con alegría y correspondiendo el abrazo.

-Gracias por preocuparte, Carlos, te quiero mucho –dijo Tracker recargando su cabeza en el regazo de su dueño. Permanecieron así hasta que decidieron entrar a la cabaña.

-Y que tal estuvo tu fiesta? –pregunto Carlos con curiosidad.

-It was wonderful! Los cachorros fueron muy amables, comimos un pastel delicioso y tuvimos muchas actividades, todos jugaron conmigo, y me dieron muchos regalos! –dijo el chihuahua, mostrándole a su dueño algunas cajas con diversos juguetes para perros, un conjunto de ropa para invierno, accesorios para playa y otros objetos caninos.

-Parece que te han vuelto a aceptar nuevamente, me alegro por ti, Tracker -dijo el chico explorador, quien respiró más relajado-. Que te parece si te preparo tu desayuno?

-Of course! Me muero de hambre! –dijo el chihuahua sacando la lengua y moviendo su cola y brincando de felicidad.

-Está bien, te traeré tus croquetas y un enorme filete que compre especialmente para ti, vuelvo enseguida -dijo Carlos y entró a la cocina. En ese momento, Tracker oyó que su placa comenzó a sonar, así que decidió responder la llamada, adivinando quien sería.

-Aquí Tracker –contestó lo más calmado posible.

-Hola "juguetito rechinador", todo está bien por allá? –dijo una voz femenina muy familiar.

-Si mi ama, acabo de llegar a casa –dijo discretamente para que Carlos no los oyera.

-Me alegra saber que llegaste bien, los cachorros están muy contentos y satisfechos por la fiesta de ayer, y quieren saber si puedes asistir a otra, será el próximo mes.

-Claro que sí, mi ama, estoy ansioso por que llegue la fecha –dijo el chihuahua sonriendo de felicidad y moviendo la cola con rapidez.

-De acuerdo, nos vemos entonces, y descansa, te hará falta, Marshall y yo queremos pasar otro buen rato contigo, tal vez vayamos a la selva para una visita "sorpresa", nos vemos, juguetito! –dijo la husky de forma coqueta y colgó la llamada. Tracker se sentía contento al escuchar la voz de su ama, y se percató que su miembro estaba erecto y con unas gotas de líquido en la punta. De pronto, Carlos apareció con su platón de comida.

-Aquí tienes amigo –dijo poniendo el plato con croquetas y carne en el piso. El cachorro se acercó discretamente para que su dueño no fuera testigo de la bochornosa situación.

-Thanks Carlos –dijo el cachorro, y comenzó a comer. Estaba a punto de comenzar a probar su comida, cuando el chico explorador lo interrumpió un momento.

-Oí que sonó tu placa, todo está bien? –pregunto el humano con seriedad.

-Yes, don´t worry, solo era Everest, quería saber si había regresado a casa sin contratiempos –dijo el cachorro con tranquilidad y empezó a comer sus croquetas.

-Me alegra ver que se preocupe por ti, te dejare comer con calma, iré a revisar mi vehículo, saldremos a patrullar en un rato –dijo Carlos y salió de la vivienda. Tracker terminó su comida y se acostó en su cama, mirando como la luz de la mañana atravesaba la ventana e iluminaba el interior de la casa, y se sentía contento por saber que su dueño se preocupaba por su bienestar, además de que sus amigos lo habían aceptado otra vez, y asumiendo su nuevo rol en esa peculiar amistad que tenía con Everest y Marshall, la cual nació por un extraño capricho del destino y a pesar de lo ocurrido un año atrás, logró en cierta forma su objetivo: formar parte de la vida de Everest de un modo algo peculiar, y paso de ser un despreciado violador a un curioso objeto de placer, algo que aceptó con tal de reparar el daño que le ocasionó a su amiga, así como seguir al lado de esa husky que amaba en secreto, y por la cual estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de hacerla feliz.

F I N


Con este largo pero intenso capítulo llegamos al final de este retorcido y controversial viaje. Espero hayan disfrutado el recorrido, siendo mi primera historia con contenido sexual, pero no será la última, pronto tendremos más proyectos similares a este, nuevos one shots y más creaciones propias a futuro.

Mi profundo agradecimiento para ustedes mis fieles lectores, quienes me han apoyado y aportado su tiempo y esfuerzo para seguir con esta obra (Marowar-Dark,, Eyiles Jack, Wolfito, NippyDzk, Otro loco mas y demas héroes anonimos, su apoyo significa mucho para mí, no se como decirles lo mucho que me importan sus palabras de aliento, muchas muchas muchas gracias n_n)

Dudas, comentarios, sugerencias, felicitaciones, críticas constructivas y demás son bien recibidas. Y si les gustó mi historia, denle "me gusta" o "like" o voten, etc, y compartan el link con sus amigos, se los agradeceré mucho y me incentivan a traerles más relatos de calidad.

Un abrazo a todos ustedes, que estén bien, nos leemos en la siguiente historia n_n

Paw Patrol es propiedad de Spin Master Entertainment, fanfic y adaptación, su servidor, historia original Marowak-Dark.