Estrella Errante
Capitulo 10
Abrió los ojos con el suave aroma de las magnolias. Se incorporó y con energías renovadas decidió alistarse para desayunar y seguir con su investigación ya que el día anterior solo había podido acomodar los libros de Ashura y sus pertenencias. Debido a que el clima empezaba a cambiar, se puso unas botas medianamente altas con un pantalón y una blusa semi larga holgada, amarró su cabello en una coleta alta. Se dirigió al comedor en donde encontró la mesa puesta y a Xochi retirando el lugar donde usualmente se sentaba Kurogane.
- Buenos días srta. Daidoji, el joven tuvo que salir a verificar el perímetro entre otras cosas pero me dejó una nota para usted.
Lamento no poder acompañarte esta mañana pero si estás libre, podríamos cenar a las 7pm en el jardín trasero de mi casa.
Tomoyo agradeció el desayuno y releyó más veces de las que estaba dispuesta a admitir dicha nota. Xochi la miraba de manera curiosa, aclarándose la garganta.
- El joven Kurogane me pidió recibir su respuesta.
- Oh claro, esto, sí, lo veré a las 7.
- Perfecto, entonces estoy a su disposición, podemos comenzar con los textos cuando me indique.
Tomoyo se había ruborizado un poco pero sacudió su cabeza antes de empezar a crear historias, agarró su taza y terminó el café como si de un shot se tratara, era hora de trabajar.
- Estoy lista!
La anciana solo le sonrió mientras tomaba asiento a su lado. No conocía mucho a la joven que tenía lado pero su curiosidad y brillo en los ojos le indicaba que era una chica especial y quizá la que tanto había esperado. Hace muchísimo tiempo que no pensaba en romance, solía escuchar a la madre de Kurogane, pero aquella historia había sido tan trágica que quizás por ello, decidió quedarse sola, cuidando al joven Kurogane. Él era otra generación, una que no merecía sufrir como lo hicieron sus antepasados, asi que bienvenido el romance, así ella tuviese que hacer de celestina o cupido.
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En la capital de Celes, los celulares de los doctores empezaron a sonar, avisando la llegada de varios mensajes debido a que la señal telefónica había regresado. Syaoran se estacionó y se dirigió directo a su apartamento, aún era temprano, 9 de la mañana de un día sábado. Tenía mucho trabajo pero quería ver a Sakura, después de todo no habían podido comunicarse durante la semana. Sin embargo, en ese momento tuvo una excelente idea, por lo que hizo un par de llamadas.
Eriol lo siguió un poco pensativo. Por un lado estaba aliviado de poder haber sido de ayuda en la aldea de los dokis y también por el comportamiento de Kurogane, quien solía ser cortante y rudo. Sin embargo, habiendo superado en parte la preocupación del trabajo, su mente tenía espacio para entrar en la ansiedad en la que se sumergía cuando se acordaba de Tomoyo. Sin duda, los cinco años de distanciamiento habían sido díficiles pero no tanto como lo era en este momento, en dónde quedaba y la famosa frase "la verdad te hará libre"? porque en este momento, lo que menos se sentía era libre ya que todo era incierto. Antes de hablar con Tomoyo tenía esperanzas de múltiples escenarios en donde todo acababa bien, Tomoyo entendía y retomaban su relación, en otros quedaban como amigos, y eso estaba bien porque en teoría, él había madurado y su trabajo era lo único que le importaba. Sin embargo, a quién quería engañar?, cuando volvió a ver esos ojos amatistas se dio cuenta que realmente lo único que hacía era evadir sus sentimientos y esperanzas porque lo que anhelaba era estar cerca de ella, porque aunque nunca hubiera vivido juntos, ella lo hacía sentir como en casa.
Luego de coordinar la pequeña sorpresa, Syaoran le marcó a la castaña que le quitaba la concentración.
- Syaoran?
- Hey, me acaban de llegar los mensajes, disculpa no haber podido avisarte que nos quedabamos un día más pero tuvimos varios pacientes que atender.
- No te preocupes, entiendo la situación. Me imaginaba que algo así había pasado.
- Bueno ya sabes como el tiempo vuela, pero antes de preguntarte cómo has estado, dime, ya tomaste desayuno?
- hmm, bueno, siendo las 9.10, confieso que solo he tomado una taza de café, no me vayas a regañar lo que pasa es que...
- excelente!
- ah?
- puedo pasar y tomamos desayuno?
- claro, sólo que...
- si estás ocupada dimelo Kinomoto.
- algo así, pero podemos tomar desayuno, de hecho tengo todo lo necesario es solo que no me dio tiempo de prepararlo.
- No hagas nada que yo lo tengo listo, solo sigue haciendo lo que estabas haciendo y te veo en 10 minutos.
- eres raro, lo sabes cierto?
- tengo trucos y son para no morir de hambre, te veo en 10.
El buen pediatra se dirigió a tomar una ducha rápida ya que debía de ir a la panadería a recoger el desayuno express que había ordenado. De hecho, antes de la llegada de Sakura, había utilizado mucho dicho servicio porque a veces no tenía tanto tiempo y odiaba ir siempre a comer a restaurantes, por tanto, sabía que en ese lugar hacían desayunos variados y ricos.
- Creo que ha sido la ducha más rápida que te has dado amigo.
- Eriol si sigues fastidiando puedes ir a comer a la calle.
- Me pediste el toast mixto con jugo de melón?
- No me dijiste que querías comida.
- Pero lobo, amigo, ahora así serán las cosas?-dijo Eriol con cara de abandono.
- Bueno, es bueno verte de mejor humor, todo el camino estuviste muy callado, inclusive para mi.
Eriol solo lo miró y botó aire por la boca de manera pesada. En eso sonó el timbre y el cardiólogo recibió tres bolsas.
- Sabía que no te olvidarías de mi.
- Como sea, no te martilles mucho la cabeza, si ya le dijiste, solo te queda esperar a ver cómo se desenvuelven las cosas, el turno lo tiene la dama.
Eriol le había comentado a Syaoran respecto a Tomoyo y aunque no había sido muy detallista, Syaoran se había dado cuenta de cómo le había afectado a su amigo, más de lo que Eriol hubiese querido admitir.
Syaoran salió con su mochila llena de papeles, su laptop y el desayuno, llegando en tiempo record al departamento de la castaña quien lo recibió feliz y expectante.
- Qué trajiste?
- Desayuno y -entrando en el departamento- sé que estás ocupada
- Celes está de cabeza y tengo algunas cosas que terminar...
Syaoran cerró la puerta e inmediatamente se pusó delante de la castaña, agachando su cabeza. Apoyó su frente al de Sakura quien por el sorpresivo contacto dejó de hablar.
- Lo sé, pero aún así necesitas desayunar o esa cabecita tuya no podrá hiperventilar con ideas.
Seguidamente la tomó de la mano guiándola al comedor y Sakura solo atinó a asentir riendo de manera nerviosa pero feliz de tenerlo de regreso.
- Bueno yo tengo que terminar reportes también, si te parece...puedo trabajar aqui y nuestros breaks serán las horas de comida.
La sonrisa de Sakura no se hizo esperar, era agradable estar con una persona que entendía y compartía los apuros del trabajo, 0 culpabilidad.
- Excelente idea, pero ahora cuéntame cómo has estado! vi las fotos que mandaste!
Y así, el sábado transcurrió de manera tranquila, la pareja desayunó mientras se actualizaban y luego se pusieron muy serios a trabajar. Sakura terminaba unas cartas para el gobierno de Ashura y mensajes que irían dirigidos a la población en general mientras que Syaoran terminaba de tabular su tabla con la información de sus pacientes. Llegada la hora del almuerzo pidieron comida y ya para las 6 de la tarde estaban libres de responsabilidades, al menos por el momento. Pasar el tiempo trabajando pero juntos fue reconfortante, tanto, que la castaña estaba llena de energía.
- Aún nos quedan dos horas antes del toque de queda, salimos?
- Claro, dejaré mi laptop si te parece.
-Me parece muy bien solo si me invitas un helado!-respondió la joven con una sonrisa y tomándolo de la mano ante lo cual, Syaoran no pudo evitar sonrojarse. Ambos salieron con una chaqueta ya que el aire empezaba a correr. Se dirigieron al parque a comer un helado y se sentaron en la banca cercana al árbol que Syaoran había adoptado.
- Las cosas han cambiado mucho desde la primera vez que te vi en este árbol.
- Lo sé, el clima era más cálido, parece que va a llover.
- El clima, las políticas internas de Celes, entre otras cosas-mencionó Syaoran con una media sonrisa lo que hizo que Sakura volteara su mirada hacia un lado comiendo su helado. No sabía si era porque no lo había visto en una semana pero ese sábado se había sonrojado más que en toda su estadía en Celes y no le molestaba pero no dejaba de darle pena.
Por su parte, Syaoran estaba encantado con las reacciones de la chica de mirada esmeralda, su timidez de alguna manera le revelaba las sensaciones que le causaba. No sabía a ciencia cierta cómo sería estar en una relación pues no había estado bastante tiempo en una y por lo que había conversado con Sakura, ambos estaban en una situación parecida así que estaba decidido a seguir sus corazonadas y disfrutar de su tiempo con ella.
- Gracias por el helado, a pesar del frío no me canso de comerlos.
-Me di cuenta, por un momento pensé guardarte el mío.
- en serio?-le respondió la castaña con una ceja alzada.
- digamos que le dedicaste mucho tiempo al helado, no sabía si me estabas prestando atención o solo asentías mientras en realidad solo pensabas en el sabor del chocolate.
La joven se empezó a reir porque las intenciones del castaño eran claramente hacerse el chistoso por lo que en un momento de distracción le dio un beso en la mejilla, haciendo que Syaoran dejará de hablar.
- eres un tonto, lo sabías? claro que escuchaba, soy multifuncional!
- si para merecer un beso debo molestarte, te molestaré más seguido, aunque creo que le faltó un poco más de sinceridad para saber que me estabas escuchando.
Sakura lo miró divertida y le robó un beso, corto pero seguro. Se separó corriendo y apuntó al cielo.
- Doc, apúrese que está empezando a llover y no queremos enfermarnos!
Syaoran seguía pasmado por lo que acaba de ocurrir, sonrió y le dio el alcance a la castaña, esa chica era de otro mundo, con muchos matices y apenas empezaba a conocerla.
Ambos corrieron pero la lluvia cayó inevitablemente sobre ellos dejándolos empapados. Syaoran se sacó la casaca para colocar encima de Sakura y tratar de cubrirla un poco pero la lluvia era tan intensa que terminaron muy mojados. Llegaron al apartamento riéndose de lo sucedido ya que fueron por un helado y terminaron mojados de pies a cabeza.
- Menos mal no lleve la laptop!
- La luz no funciona...quizá la lluvia provocó un corto circuito...
Sakura entró al baño a sacar toallas y le alcanzó una a Syaoran para que se seque.
- No tengo ropa para ti a menos que sea un camisón...puedo preguntarle a Kero o Yue, déjame llamarlos...subiré a preguntarles porque los teléfonos están muertos.
La castaña se dirigió a la puerta pero sintió que la abrazaban por detrás y cuando volteó se encontró con un par de ojos color ambar...
- Gracias por la preocupación, pero realmente ahorita no me preocupa estar mojado...
- No? pero te puedes resfriar y tienes trabajo que hacer y ...
- Te he extrañado...solo fue una semana pero...
Y sin más preámbulo, Syaoran la besó, esperando poder trasmitir con ello sus sentimientos. Por un lado, admitía que estaba asustado, porque con ella, todo lo sentía con una intensidad que no había experimentado, sentía una necesidad de estar cerca y disfrutar de cada roce y besarla de pies a cabeza. Sin embargo y haciendo uso de su autocontrol, la besó de manera pausada, entrelazando una de sus manos con la de Sakura y la otra sujetando su mejilla. La joven tambaleó un poco, apoyándose en la puerta y de manera casi automática lo abrazó del cuello. Y ahi, en el departamento aún a oscuras, los dos jóvenes se quedaron inmersos en las sensaciones que se provocaban mutuamente y que se trasmitían entre besos y susurros. Quizá fueron horas o minutos los que permanecieron así, en un mundo en el que solo estaban los dos.
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Entre tanto, Eriol había intentado comunicarse con Tomoyo pero su celular salía fuera de línea, no quedaba de otra que esperar verla o que se conectara al whatspp. Aunque quizá, era mejor que no la hubiera podido ubicar ya que no sabía que quería decirle además de disculparse...por ahora, lo mejor era concentrarse en otras cosas como el trabajo.
Y así, mientras el sábado terminaba por oscurecerse en medio de lo que parecía una tormenta, en el territorio doki se escuchaba música y es que las lluvias eran algo que celebraban en demasía.
Ese día, Tomoyo había logrado apuntar el alfabeto doki y también algunas reglas de gramática, había pasado la mayor parte del día en la biblioteca de Kurogane con Xochi pero la misma, se retiró a las 6pm argumentando que tenía que supervisar al cena lo que le dio un espacio a solas. Estaba un poco cansada por lo que tomó un baño y se puso un vestido sencillo color lila. Secó su cabello y se dirigió al patio y se extraño al ver una mesa con polvos negros e instrumentos que no reconocía.
- Hmm me debo haber equivocado de patio.
- En realidad no, estas en el lugar correcto.
-Kurogane!
- Pensé que cenariamos.
-Lo haremos, pero, mientras Xochi termina con eso, pensé que sería interesante enseñarte la técnica de luces que te enseñe la última vez en mi taller, en especial hoy que se celebra el festival en el pueblo.
- A eso se debe la música?
- Y también los trajes típicos, no los has visto?
- La verdad no he salido de la casa por estar traduciendo los textos.
- La mejor manera de conocer la cultura de un lugar no es leyendolo sino viviendolo, así que como jefe de la comunidad me siento en la obligación de acompañarte en un recorrido por el pueblo para que veas el festival.
- Eso me encantaría!
- Pero primero, el juego de luces, lo verás en varios lugares hoy ya que la lluvia no lo apaga y como esperamos una gran tormenta, nuestro sistema de iluminación se basa en esta técnica.
Y así, Kurogane se pasó explicándole a Tomoyo los orígenes de la técnica y las mezclas en los polvos, medidas y funcionamiento. Tomoyo lo escuchaba con mucha atención, la verdad es que estaba un poco nerviosa por cenar con él pero el ambiente no era tenso y la cena finalmente consisitió en varios sandwich ya que la actividad principal se centró en enseñarle el sistema de luces. Al cabo de una hora, Kurogane encendió la mezcla y el patio se vio bellamente iluminado.
- Mi padre me enseño la técnica, aparentemente es ancestral...y podemos hacer iluminación con distintos colores, vamos al pueblo?
- Sí, iré por mi cámara.
- Y por un paraguas porque pronto lloverá, te espero en la entrada de la casa.
Tomoyo se dirigió a su habitación a colocarse una chaqueta para la lluvia y traer su cámara y paraguas mientras que Kurogane la esperaba en la entrada.
- Joven, se ha pasado una hora hablando de polvos y mezclas y no le hemos servido una cena a la luz de las velas a la srta Tomoyo!-le regañó Xochi
- El cielo está nublado por lo que lloverá, además, creo que es mejor darme a conocer en espacios que le sean de interés a ella en lugar de atiborrarla de halagos, te puedo asegurar que una mujer como ella recibe cumplidos a granel y el romance está en los detalles Xochi.
- Ay joven, usted sabrá, pero con el frio que hace, una sopa caliente hubiese caído mejor que los sandwichs...comida chatarra...quién entiende a los jóvenes de esta generación!
- No me digas nada, que he seguido tus consejos sobre las cartas, que es bastante anticuado pero reconozco que tiene su gracia.
Tomoyo no pretendía escuchar nada pero Kurogane hablaba muy fuerte y parecía no querer ocultar lo que le comentaba a Xochi, así que salió de la casa, lista para el paseo y como mujer segura, no dudo en utilizar lo previamente escuchado.
- Así que cumplidos a granel?
Kurogane no pensó que lo había escuchado pero en todo caso, antes de sentirse ofendido le agradó la sinceridad con la que Tomoyo le hacía saber que había escuchado la conversación.
- Solo establecía lo obvio pero por favor -ofreciendole el brazo- vamos que el festival ha comenzado sin nosotros.
Esa noche, Tomoyo vio en todo su esplendor la cultura doki, la comida y los trajes típicos, iluminados por la luz proveninete de los polvos que parecían antorchas de distintos colores. Los niños correteaban con lo que parecían cometas y familias enteras se encontraban en la plaza, pasando un tiempo en familia. De pronto, la lluvia empezó a caer, y con ella salieron un grupo de danzantes que al parecer esperaban que lloviera para comenzar.
- Es primera vez que veo que la lluvia es el que da inicio y no fin a las celebraciones.
- La lluvia es parte del proceso de crecimiento de las cosechas, sin el agua el ser humano no podría sobrevivir así que más que ahuyentarnos, es un llamado a demostrar nuestro profundo agradecimiento, qué mejor que hacerlo bailando?
Tomoyo lo escuchaba mientras sacaba fotos de todo su alrededor mientras que Kurogane le servía de guía para que entendiera el por qué de los pasos y los colores, entre otras cosas. Pasadas las danzas, la lluvia cesó, dando paso a un cielo despejado lleno de estrellas las cuales eran más evidentes ya que la luz brindada por los polvos había cesado, dejando al pueblo en oscuridad.
- Este es el fin del festival, espero haya sido de tu agrado- le dijo Kurogane mientras se dirigían a la casa del jefe.
- bromeas? me ha encantado.
- Lo he notado, espero me dejes ver las fotos que has tomado.
- Ahora que lo pienso, he debido de darte la cámara, al final tú eres el experto en este tema.
Kurogane río de manera apagada, de alguna forma, esa frase le recordaba el pasado, lo que él había querido y no podía ser por la guerra que vivía su pueblo.
- Por ahora estoy bien así, probablemente he perdido práctica. Espero que Xochi haya sido de utilidad.
No pasó desapercibido el cambio de actitud de Kurogane ni los esfuerzos por cambiar el tema, por lo que Tomoyo decidió seguirlo y no ahondar en el asunto.
- Ella es excelente, de hecho, creo que terminaré antes de lo esperado, una vez en la ciudad enviaré la información a ver si me hacen un software que me facilite la vida.
- La tecnología occidental...realmente puede ser una belleza o nuestra destrucción.
- destrucción?
- en las manos equivocadas, cualquier cosa que brinda beneficios podría traer catástrofes y la tecnología no escapa a eso, pero no te alarmes, que traducir nuestros textos dudo que traiga grandes cambios a nuestra comunidad. En fin, ha sido un placer disfrutar de tu compañia, espero no sea la última vez.
- Tenemos una semana y mi única ocupación es estudiar la cultura doki así que estoy abierta a opciones.
- Perfecto...entonces nos vemos mañana a la misma hora si te parece.
- Perfecto
- Buenas noches, que descanses.
Y así, Tomoyo entró a su habitación mientras Kurogane se dirigía a la suya. Qué había pasado? no lo tenía muy claro pero no importaba mucho, se sentía feliz a pesar de estar en tierras extrañas. Por su parte, Kurogane reflexionaba sobre sus acciones, era justo salir con alguien en plena guerra? nadie se merecía eso, pero la joven lo tenía hipnotizado y sentía que quería compartirle todo...en fin, esperaba no equivocarse. Por ahora, lo único cierto era que solo el tiempo diría que tan equivocado estaba el pensamiento de Kurogane respecto al peligro que podrían representar textos antiguos dokis, porque a veces las palabras eran más peligrosas que ataques armados.
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El fin de semana pasó muy rápido para algunos pero lento para otros. Finalmente el lunes había llegado y con él nuevas instrucciones para Piffle call. Sakura estaba lista para ir a una reunión con Ashura junto con Terada y Fye quien acababa de regresar con instrucciones precisas lo cual implicaba mantener las relaciones con Ashura pero intervenir de manera directa lo cual no iba a ser sencillo.
Mientras tanto, Eriol y Syaoran se reunieron con Yue para entregarle el análisis. Sin duda, los datos podía ayudarlo a crear un antídoto, solo esperaba no demorar mucho.
- Cuándo fue la última vez que se hicieron un chequeo médico?
Tanto Eriol como Syaoran lo miraron extrañados, porque claramente, no se habían puesto a pensar en factores externos que podrían haberlos infectado directamente. Por temas de confidencialidad, Yue no podía explicarles directamente pero se sentía en la obligación de advertirles de alguna manera.
- Nosotros no sabemos nada pero si fuéramos ustedes, correríamos un análisis de sangre, para ver si están anémicos?-sugirió Kero, insinuando lo que deberían hacer.
Eriol solo asintió y unió los cabos...solo esperaba que la noticia no llegase a oídos de su madre quien a pesar de no ser más la primera ministra de Britania, era miembro del gobierno y formaba parte del Consejo de Seguridad.
Entretanto, Ashura escuchaba con disimulada atención los argumentos de Terada y Fye, negando la utilización de armas químicas o biológicas por parte de su gobierno. Sin embargo, ante la mención del dr. Zagato, no pudo evitar torcer el rostro, gesto que no pasó desapercibido por nadie.
- Dejando de lado quién inició el virus, es necesario buscar una cura para los dokis y todo aquellos contaminados, deben hacer una campaña pública para prevenirlos - explicó Sakura.
- Entenderá que con esta nueva información, ahora más que nunca, no puedo permitir que los dokis crucen al territorio que controlo, no puedo exponer a mis ciudadanos, eso sería matarlos y debo defenderlos.
- No se olvide de que ellos también hacen parte de su población.
- Hasta que no se descubra una cura, no expondré a nadie. Si ustedes u otra organización quieren ingresar al territorio doki, no se los impediré como nunca lo he hecho, pero no hay nada en que mi gobierno los pueda ayudar, no tenemos la tecnología ni los recursos.
A pesar de haber sido una reunión corta, a Piffle call le bastó para confirmar la existencia del Dr. Zagato y al menos habían renovado su permiso para ir a tierras dosis. Sin embargo, no habían logrado más por lo que la siguiente vez, tendría que llevar pruebas para evitar que Ashura siguiera evadiendo su responsabilidad.
Por otro lado, está reunión había significado todo lo contrario significaba para Ashura, quien no tenía mucho tiempo para ejecutar sus planes. Cogió el celular y marcó, mientras se sentaba en su escritorio contemplando la fotografía de su madre.
- Es hora que actives el aparato, ya sabes, lejos de la ciudad...destruye sus insignificantes construcciones...
- El virus está funcionando
- Sí, ya me vinieron a decir...pero es muy lento, y necesitamos acelerar el procedimiento
- Como gustes.
Ashura se paró y miró hacia la ventana, se preguntó desde cuándo había soñado con la destrucción de los dokis y la verdad, desde muy pequeño deseo que no existieran...sin ellos, su madre no hubiera sufrido, su padre hubiese estado más tiempo en casa y quizá hubiese tenido hermanos. Quizás hubiése sabido lo que era tener una familia feliz y no vivir entre los rumores matices grises.
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Los doctores emprendieron rumbo a su oficina, pensando en los posibles escenarios cuando de pronto el suelo empezó a temblar, los pocos carros que transitaban pararon. El movimiento duró 1 minuto, las personas salieron de los edificios y casas pero no pasó nada grave más que la activación de algunas alarmas. Los temblores no eran comunes en Celes pero no había pasado nada, o al menos, eso fue lo que creyeron los doctores.
N/A
Hola! espero no se hayan olvidado de esta historia, mil disculpas pero la "vida" pasó y estuvo sin inspiración. Sé que el capitulo es corto pero ya tengo en boceto lo que viene y espero poder subirlo cuando menos se lo esperen!
Disculpen no haber respondido los mensajes, pero sepan que siempre me animan a seguir escribiendo y siempre estoy abierta a cualquier comentario o sugerencia.
Un gran abrazo!
Giuls