A pesar de ser un cachorro bastante distraído, él sabía exactamente qué hacer para hacerla sonreír.

De hecho, habían muchas cosas que hacían a Everest sonreír, especialmente cuando se trataba de Marshall. Algunas veces el dálmata le traía flores de la ciudad hasta su cabaña en las montañas, la invitaba a cenar en el nivel alto de la torre bajo la luz de la luna que entraba por las ventanas, o lo solo la abrazaba por detrás, lo cual siempre sacaba a relucir esa curva en sus labios, lo cual ella siempre agradecía con un beso.

Pero esa noche debía ser especial, diferente a nada de lo que hubiera hecho ya. ¿Por qué? Pues, era su primer aniversario.

Marshall pasó semanas pensando en algo extra especial, y con un poco de suerte pudo tener todo listo para esa noche. Ya solo tenía que recoger a Everest de las montañas para llevarla al lugar perfecto que había encontrado hace algunos días.

"Te ves bastante emocionado, Marshall." rió levemente Everest, tratando de adivinar a donde iban. "¿A donde me estas llevando esta noche?"

"Ya lo verás."

Luego de 10 minutos conduciendo a través del bosque congelado, finalmente obtuvo su respuesta. Era una pequeña laguna rodeada de árboles, todos cubiertos de nieve con un puente que lo atravesaba. La luna y las estrellas brillaban tan hermosamente que iluminaban el paisaje y se reflejaban en el espejo que formaba el agua del lago.

"Wow..." Everest dijo, viendo impresionada aquel escenario.

"¿Te gusta?"

"Si, me encanta!"

"Y solo es el comienzo."

Juntos los cachorros caminaron hacia el otro extremo del puente. Antes de que ella pudiera decir algo, Marshall ya la estaba sosteniendo de la pata, haciendo su corazón latir rápido.

"Everest, siempre que te veo mi corazón se acelera, mi pecho se calienta y no puedo evitar quedarme como tonto admirándote desde el primer momento que te vi. Cada momento contigo es siempre el mejor, no importa si estamos en una misión con el equipo, o solos en la cabaña, siempre que estemos juntos." declaró Marshall, mientras miraba hacia abajo. "Aún no entiendo como me aceptaste como tu novio, si soy el cachorro más distraído del mundo. A veces pienso que no te merezco, pero... solo quería decirte que... Everest..." en este punto, sus ojos ya estaban botando lágrimas.

"¿Si, Marshall?" preguntó Everest, mientras se formaban gotas en sus ojos también.

"Solo ... quería decirte que..." sintió el nudo en la garganta tan fuerte, que parecía que las palabras no saldrían, pero al final pudo pronunciarlas.

"T-Te amo."

Antes de poder siquiera reaccionar, sintió sus labios chocar con los suyos y se quedaron así por un tiempo. Everest lo dejó ir.

"Marshall, no puedo imaginar mi vida sin ti. No eres distraído, eres adorable. Eres el más amable, inteligente y lindo chico, y quiero quedarme contigo por siempre." Se acercó a su lado para abrazarlo, mientras acercaba su hocico hacia su oreja. "Por eso, yo también te amo."

La pareja permaneció unida por sus brazos por un rato, mientras murmuraban cosas que solo ellos y la luna saben. Solo se separaron para verse el uno al otro un momento, y fue suficiente para que Marshall quedara perplejo mientras Everest mostraba loa más hermosa sonrisa que jamás había visto.

"Adoro cuando haces eso."

"¿Que?"

"Sonreír."


Suena tan pero taaan cursi en español. Lenguas romances ¬¬ Solo traduciendo otra de mis historias, ya que no tengo mucho que hacer por ahora.