Buenos días, tardes y noches estimados lectores. Sombra de Malda regresa con un nuevo capitulo de este pequeño proyecto.
Antes que nada, ruego su disculpa por la demora exagerada. Otro de esos momentos donde a uno le cuesta encontrar las palabras y las formas para expresar las situaciones. Así como distraerme un poco por unos juegos, y un proyecto literaro un poco más profesional en el que estoy trabajando. Agradezco mucho a Reaperjamm por recordarme que aun tengo un compromiso con ustedes. Así que ahora, les traigo la siguiente parte. Espero que lo disfrute, y esperare con ansias sus Reviews.
¡Una rabieta para este débil hombre!
El gremio de aventureros. Es el destino donde el grupo de Kazuma, a excepción de Megumin a quien le dejan servida la cena, decide marcharse para que el castaño despeje sus angustias. Yunyun, quien va a su mansión para corroborar como se encuentra su rival, es invitada en gratitud por su habitual cesta de regalos. Luego de un tiempo, Kazuma termina de ingerir su tercer tarro de cerveza de forma amarga. Todas están viéndolo con preocupación. Ni siquiera Aqua solicita una recarga de su tarro por presenciar el esfuerzo del humano que la trajo a ese mundo en emborracharse.
-Kazuma-san. No pregunté antes, porque estuve muy feliz de que me invitaran a cenar. Pero, ¿Por qué estaba…?
-¡Yo no hice nada! – reclama de golpe, callando a la archimaga. – ¡Denme otra!
La camarera encargada de su mesa de inmediato va a recargar su bebida. El aventurero no es famoso por beber tanto. Pero, si por lo que es capaz de hacer cuando está molesto. Por eso la empleada del gremio se aleja apenas cumple la petición.
-No te asustes, Yunyun. Es solo que apenas Megumin estallo, y le dijo sus verdades. – dice Aqua, buscando ayudar a la pelinegra a entender.
-¿Apenas? – pregunta Yunyun, confundida. Tiembla al sentir la mirada rencorosa de Kazuma.
-Si. Es una sorpresa que pudiera tolerarlo por tanto tiempo. Estoy segura que se debe a que está… – a punto de hablar, la mano de Darkness le cubre la boca.
-No estamos seguros si Megumin lo está. Así que de no ser así, no permitiré que la arruines como me arruinaste a mí.
Declara la rubia, aun rencorosa de la vez que la arcipreste difunde el rumor de que ella tiene una hija cuando conocen a su prima. Guiada por la vergüenza de la memoria, comienza a apretar la boca de Aqua, al punto de que ella llore por su liberación. Optando por ignorar al par, Yunyun voltea hacia Kazuma. Percatándose, él decide responder apenas se termina su bebida.
-Megumin soltó mierda y media de que si la quiero de verdad... – escupe con amargura y miseria, perdiendo su vista en el fondo del tarro. – ¿El hecho de que no me haya deshecho de una maga inútil que solo conoce un conjuro no es suficiente? ¡Después de todo lo que hemos pasado, se atreve a dudarlo!
-Más bien, duda por lo que has pasado con otras. – comenta inocente Aqua, dolida pero libre de la garra de acero de Darkness. Apenas logra agacharse a tiempo para esquivar el tarro que le arroja Kazuma.
-¡¿Por qué rayos tiene que pasarme esto?! ¿Megumin no se da cuenta cuanto me estresa todo esto? – se queja con las mejillas sonrosadas. El alcohol ya está haciendo el efecto que él busca. – ¡Maldita sea! ¡La he acompañado a sus estúpidos paseos de explosión! ¡Incluso en algunos días donde llueve! ¡Le he ofrecido subirle el pago mensual muchas veces, aunque ella lo rechace! ¡¿Y se atrevió a decirme todo eso?! ¡Esa mocosa se cree demasiado…! ¡¿Cree que voy a aguantar todo esto solo porque me gusta?! ¡Ja! ¡Pues ni crea que voy a…!
Las palabras del furioso aventurero son cortadas cuando la archimaga se abalanza sobre él, y lo sacude en un lloriqueo estruendoso. Incluso la sorpresa del momento provoca que Kazuma pierda su ira.
-¡Whaaaaa! ¡¿A caso Megumin te encargó que dijeras todo eso para mostrar lo mucho que te importa?! ¡¿O Megumin cree que es divertido restregarme a un hombre que sufre por ella?! ¡No te perdonare si también aceptaste de buena gana burlarte de que yo no tenga un novio que pueda sufrir por mí!
Ante la reacción violenta de la Demonio Carmesí, Darkness pronto busca separarlos.
-¡Espera, Yunyun! ¡Esto no es ninguna broma de Megumin! ¡Cálmate! – cuesta un poco más para que Yunyun se dé cuenta del escándalo que provoca, y se apene por llamar la atención de tantos espectadores.
-Kazuma. – nuevamente con el ambiente en calma, Darkness llama la atención del aventurero. – Sé que los dos pasan un momento muy tenso. Pero, no tienes que preocuparte. Es cierto que, tu te has dejado caer por los encantos de otras con facilidad…
-Incluyéndote. – replica molesto el japonés sin ver a la noble.
-¡…P-pero…! – rápido, Dustiness continua su discurso. –...aun así, tú también has hecho bastante por ella… supongo… – la rubia escucha un gruñido molesto de su líder de equipo. – No puedes tratar de negar de tus problemas con la bebida, como si fueras Aqua…
-¡Yo no tengo problemas! ¡La hermosa y maravillosa Aqua-sama no los tiene! – refuta con orgullo la diosa.
-¡Animo, Kazuma! ¡No tienes que preocuparte demasiado…!
-¡Es verdad! – con un sorpresivo animo repentino, el japonés se levanta de su asiento. – ¡¿Por qué debe importarme lo que diga una loli maniática del holocausto?! ¡Si ella quiere terminar lo nuestro, adelante!
-¡E-espera! ¡Yo no quería decir…! – en pánico, Darkness intenta explicar su auténtico punto. Pero, en ese momento la única voz que escucha Kazuma, es la suya.
-¡Yo soy el magnífico Satou Kazuma-sama! ¡Quien ha derrotado a multiples generales del rey demonio! ¡Un auténtico héroe de este país, a diferencia de esos bastardos tramposos que pierden el tiempo con sus harem! ¡¿Por qué debería importarme esa mocosa?! ¡Alguien como yo puede conseguir a cualquier chica con verdadero atractivo sexual!
-¡Kazuma-san…! – no gustándole la línea de pensamiento que escucha, Yunyun también trata de hacerlo entrar en razón. Pero es inútil.
-¡Así es! ¡Yo soy alguien que ha logrado lo imposible múltiples veces, sin importar que sea de la peor clase de todas! ¡Soy el más grande aventurero que tiene este reino! – exclama en alto el japonés.
Muchos de los presentes son conocidos del apodado como "La bestia". Pero, ninguno se atreve a dar su opinión, o decir palabra alguna. Pero, solo una persona del montón se atreve a acercarse con una gran sonrisa en el rostro, y la compañía de alguien de ropas elegantes.
-Es cierto que usted ha acumulado unos cuantos logros, Kazuma-san.
Dice en alto la recepcionista más famosa del gremio. Reconocida por su atractivo fisico, y su desesperación por el matrimonio bajo la mesa. La mujer llamada Luna. Kazuma, al escucharla, la mira con un intento suyo de lucir agresivo y seguro en el rostro.
-¿Solo unos cuantos? Gracias a mí, el ejercito del rey demonio esta por primera vez en problemas. ¡Y he derrotado a los temibles Destroyer y la Hydra! ¡Decir "unos cuantos" es una ofensa! – La mujer no pierde la sonrisa ante el tono irritado que pronuncia el japonés. En su lugar, ensancha la sonrisa, y extiende ante ella un volante.
-Eso significa que el equipo del grandioso Satou Kazuma-sama podra ocuparse de esta misión sin problemas. – confundido por sus palabras, el aventurero toma el papel y lo ojea rápido.
-¡¿Una cacería de corta-espadas?! – exclama en terror Kazuma. Escuchándolo, las otras chicas que lo acompañan se asoman rápido a leer el volante.
-¡Así es! El señor aquí es un comerciante bastante respetado que suministra materiales para que los herreros de la capital forjen las armas de la guardia real. Pero, durante su reciente transporte de hierro aquí cerca, fueron emboscados por esos monstruos. Lograron escapar los transportistas, pero el cargamento fue abandonado. Necesitamos que recuperen la carga para que llegue a la capital. – resume Luna con calma. A diferencia de los aventureros.
-¿Los corta-espada no son esos lagartos que tienen garras tan afiladas que incluso rebanan acero con facilidad? – interroga Yunyun con preocupación.
-Unas criaturas que pueden rebanar las armaduras como papel, y que entran en celo 3 veces al año… monstruos así seguramente rebanarían mi armadura para desnudarme, para satisfacer sus salvajes necesidades… je, je, je...
-Ignorando a la pervertida sin salvación, no podemos aceptar esta misión. No es que tenga miedo ni nada. Pero ahora mismo, mi equipo no está en su mejor estado. – Kazuma agradece por primera vez los problemas que hay desde que ve a Megumin vomitar. Le da la excusa perfecta. O eso cree…
-Creí que usted dijo que es el gran héroe que ha derrotado a los generales del rey demonio. Unos simples lagartos no serán suficiente reto para alguien de su talento, aun sin que estén en plena forma. No quisiera decepcionar al señor mercader, y que él cuente a otras personas en la capital de que Satou Kazuma es un cobarde. "Personas importantes". – aconseja la recepcionista con una sonrisa sospechosamente inocente.
-A decir verdad, usted parece ser del tipo de personas que ni los generales del rey demonio matarían por lastima. Pero, eso solo hará más impresionantes las historias que me muero por contarles a mis asociados de la capital, una vez que me devuelvan mi carga. – expresa el mercader con gran anhelación. Ya da por hecho el cumplimiento de su encargo. Solo aumenta la tensión sobre el japonés.
-P-pero… Pe-pero, chica gremio…
-Pueden salir mañana temprano para cumplir la misión. Si necesita algún consejo, es que tenga MUCHO cuidado con donde lanza las cosas cuando está molesto.
Sin perder su expresión amable, Luna le entrega a Kazuma un tarro usado de cerveza. Sus dos compañeras no entendieron al instante el último punto. Pero, Yunyun adivina rápido a quien golpea Kazuma por error al tratar de lastimar a Aqua.
…
Corta-espadas. Son un tipo de monstruos parecidos a los velociraptors de la Tierra. Con la diferencia de las plumas que coronan su cabeza, y sus brazos del doble de largo con largas garras delgadas con la facilidad de cortar incluso metales como el acero. A pesar de su aspecto, son estrictamente herbívoros. Pero, son muy enfocados en la recolección de metales para construir sus nidos para incubar sus huevos. Por eso es que llegan a atacar a aventureros de vanguardia, caballeros y mercaderes de minería. Atacan en manadas de entre 10 y 16 integrantes. Cargan a gran velocidad sobre sus oponentes a la hora de lanzar sus cortes. Y son capaces de modular su velocidad de modo que pueden acelerar de golpe cuando están a pocos metros de su objetivo, y frenar así de rápido para evitar chocar contra algo.
Como puntos débiles, está el hecho de que solo pueden correr en línea recta. Deben frenar para girar a más de 10 grados, así que son incapaces de esquivar. Además que tanto sus garras como sus propios huesos son muy frágiles. Un solo golpe de un mazo puede incluso matarlos. Además que su defensa mágica es muy baja. Por esas características, es que los magos, y ladrones y guerreros con armas de choque y alta agilidad son apropiados oponentes para ellos. Pero, son todas sus ventajas lo que los hace un enemigo mortal para un aventurero de bajas estadísticas que solo lleva una armadura de cuero y una espada corta.
-¡No podemos aceptar! ¡No con Megumin en cinta!
El equipo Kazuma se aparta a un rincón del gremio para discutir, una vez que la recepcionista se marcha junto el mercader. Para sorpresa del aventurero, quien se niega al instante es Aqua.
-Kazuma-san. Escucha. Los corta-espada son una especie que tiene muy consiente su debilidad a la magia. Así que si se enfrentan a un mago que los amenace, ellos huirán sin dudarlo. Incluso si solo Megumin usa explosión lejos de ellos, escaparan, y tendríamos solo que apurarnos a llevarnos el cargamento antes de que llegaran otros monstruos. Pero, con lo rápidos que son, uno podría pasar de Darkness mientras bloquea a otros y atacar a Megumin.
-Primero, aún no sabemos si en verdad está en cinta. Segundo, me sorprende que tengas en mente a Megumin para rechazar con seriedad este trabajo. Y más aún que pensaras en todo eso. – confiesa Kazuma muy impresionado.
-¿Pero qué rayos estas diciendo, decepción de, y para su padre? ¿A caso olvidas que soy una diosa? ¡Todas las vidas nuevas son un tesoro para nosotras! ¡No me tomare a la ligera que alguna corra peligro! – replica con severidad la peli azul.
El japonés se avergüenza. A pesar de sus berrinches, Aqua aún es una entidad divina, por lo que es normal que ella vele por las vidas en camino…
-¡No pienso arriesgar a un futuro cultista que me adore, solo porque tengas miedo de que esos monstruos te rajen la panza…! ¡Ay!
-¡Devuélveme la admiración que me quitaste! – regaña Kazuma mientras tira de las orejas de la arcipreste.
-Los dos tienen un punto. Aún no sabemos cuál es el estado de Megumin. Así que no podemos arriesgarla en esta misión. – dice Darkness, interrumpiendo la reprimenda de Kazuma.
-Con lo de Megumin, me olvide que aún no lo sabemos... – murmura Kazuma. – Tendremos que ir a esa misión sin ella. Puedo encargarme de ellos con mi arco mientras Darkness los bloquea. Eso, si de que no pueden girar es cierto. Y con los hechizos de Aqua, podríamos arreglárnosla
-Aun así, son bastante rápidos. No creo que podamos enfrentarlos si solo Kazuma es quien ataca. – opina Darkness, reflexiva.
-¡Oye! ¡Son monstruos que literalmente corren hacia ti! ¡Hasta tu podrías atinarles! – se queja el aventurero.
-…además, atacan en enormes grupos. Seguirían siendo demasiados para nosotros… – continua explicando la rubia, ignorando a su líder. – ¡Ya se! ¿Por qué no me hacen llamar su atención y los alejo de la carga, mientras tú y Aqua se escabullen con "sigilo"? ¡Ustedes solo apresúrense a llevarse la…!
-"…la carga, sin importar si te escuchamos gritar. ¡Tú resistirás en nombre de Eris -sama!" ¡Ya quisieras, masoquista nivel suicida! – regaña el aventurero. – Pero, tienes razón con sus números grandes. Sera mejor que busquemos a alguien que nos ayude. Un mago sería perfecto. – expresa Kazuma, mientras Darkness se lamenta de haber mencionado la cantidad.
-¿Dónde encontraremos un mago lo suficiente hábil para enfrentar a los corta-espada? – dice con preocupación la diosa del agua.
-¿En serio? ¿Hasta aquí llegó tu lapsus de inteligencia? – con una expresión de fastidio, Kazuma guía la mirada del par con la suya hacia Yunyun. La archimaga, a pesar de darles su espacio para su charla de equipo, aun los mira desde la distancia de forma un poco ansiosa.