Hola, mis queridos lectores. He venido con un capítulo nuevo de esta hermosa historia. Espero que puedan ayudarme dándole like a mi página de Facebook EAUchiha-Fanfiction y a mi Facebook personal Anne Kristina Rodríguez (en mi perfil está el enlace directo a ambos perfiles) desde allí estaré pendiente de ustedes y publicaré sobre mis próximas actualizaciones.
Agradecimientos especiales a mi Beta: Hikari Takaishi Y
Espero que la lectura sea de su total agrado.
Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto.
Day 20: Compromise
Nervios prenupciales.
Todos los años de amargura y sufrimiento que han tenido, todo el daño que se han hecho, finalmente tenían un curso hacia un final feliz.
Todo comenzó cuando él volvió a la aldea. Ambos aclararon sus sentimientos y comenzaron una especie de relación, donde decidieron que primero debían conocerse mejor. Porque siendo francos, con todo lo que han vivido, ahora era prácticamente unos simple conocidos con atracciones sentimentales.
Casi un año después, cuando ambos lo creyeron conveniente, entonces si le pusieron un título a lo que tenían. Novio y novia.
Sin embargo, sabían que tendrían que avanzar o eso pensaba él. Sasuke quería ir más allá y darle lo que ella merece. Pedirle matrimonio, hacer a esa molestia pelirrosa su compañera de vida. Pero primero tenía un obstáculo que superar, pedirle la mano al padre de la chica. Una misión clase S sin duda alguna.
Tocó el timbre de la casa de su novia un par de veces, se jaló el cuello de la camiseta negra con nerviosismo, apretó las flores que llevaba en su única mano y se aclaró la garganta para disipar sus nervios. Agradecía enormemente que Sakura esté de turno en el hospital, así las cosas serían más fáciles, según él, claro.
— Sasuke-kun, que agradable sorpresa— La madre de la pelirrosa le dio una cálida bienvenida— Sakura no está, pero pasa, puedes esperarla si quieres.
— De hecho...— Interrumpió con cordialidad— Vengo a verlos a ustedes— Le tendió las flores a su, posiblemente, futura suegra.
— ¿A qué le debemos el honor?— Preguntó encantada.
No era para menos, el atractivo novio de su hija sólo iba a buscar a Sakura de vez en cuando, pues ésta pasaba más tiempo en casa de él que en su propia casa. Y sólo habían convivido con el muchacho en ocasiones especiales por los casi dos años que han pasado desde que regresó de su viaje.
— Tengo algo importante que comunicarles— Informó con seriedad.
Mebuki quiso chillar de la emoción, no había que indagar mucho para saber que era eso que él quería hablar con ella y su esposo. Todo en él lo pone en evidencia, el titubeo, el nerviosismo, las flores...
¡Sasuke estaba allí para pedir la mano de su bella hija!
— Pasa, pasa— Le indicó con una enorme sonrisa.
— Querida, ¿Quién es?— Cuestionó la voz de su esposo desde la sala de estar.
— Sasuke-kun vino a vernos— Contó entrando a la estancia, en compañía del azabache. Quien hizo una leve reverencia ante ambos.
— ¡Oh! Bienvenido, muchacho— El Haruno se puso de pie y lo invitó a ponerse cómodo.
— Gracias— Agradeció la excesiva amabilidad de los padres de la pelirrosa— Me gustaría invitarlos a sentarse para hablar con ustedes.
El matrimonio intercambió miradas por unos instantes y luego tomaron asiento en el sofá frente al joven, mirándolo atentamente, esperando conocer cuáles serán sus palabras.
— Tú dirás— Pronunció el Haruno con severidad.
Sasuke jamás se había sentido tan intimidado en su corta vida. Incluso le costaba mirar los ojos claros del matrimonio Haruno. Siempre miraba fijamente a los ojos a sus enemigos antes de asesinarlos con frialdad. Pero ahora le era imposible. Él, intimidado por seres que eran inferiores a sus poderes. Pero que sin duda tendrían la última palabra con respecto al bienestar de su única hija. ¿Y si ellos pensaban que él no era bueno para ella? Bueno, él también creía lo mismo, pero se esforzaba por mejorar cada día. ¿Y si su requisito primordial es asegurar la inocencia de su hija hasta el día de su matrimonio? Estaría jodido, él y Sakura habían hecho muchas cosas difícilmente podrían catalogarse como inocentes. Hablando de eso, la noche anterior Sakura había estado...
Sacudió la cabeza, ¡Eso no es lo que debería estar pensando! ¿Acaso quería que sus futuros suegros supieran que él era un sucio pervertido al ver su verga bien alzada por encima de la ropa por andar pensando en su ardiente y sensual hija?
— Yo...— Tragó saliva— Venía con la intención de...— Vaciló antes de continuar— Pedir la mano de su hija en matrimonio— Soltó al fin.
Un silencio sepulcral se instaló en la sala, una tensión más filosa que la hoja de su katana. Los Haruno estaban mortalmente en silencio, considerando sus palabras y él esperaba que dictarán su sentencia en silencio.
— Muchacho— Pronunció Kizashi sin emoción alguna— ¡Bienvenido a la familia!— Exclamó volviendo a su usual jovialidad.
Sasuke dejó escapar un suspiro de alivio, no se había dado cuenta que estaba conteniendo el aliento.
— Muchas gracias— Se puso de pie e hizo una exagerada reverencia. Pero se sorprendió al sentirse abrazado por ambos.
— Nada de formalismo, Sasuke-kun, eres de la familia ahora— Rió escandalosamente el pelirrosa.
El Uchiha sonrió para sus adentros, no había sido tan malo como pensaba. Pero ahora venía la parte más importante del asunto, pedírselo a ella. El verdadero reto comenzará pronto...
...
Ino revoloteaba por toda la floristería y chillaba de vez en cuando. Deseaba saber más, pues ella le había vendido un hermoso arreglo floral al Uchiha y éste le había hecho un par de preguntas que la mantenían a la espera de las buenas noticias. Sai observaba a su esposa desde la caja registradora, como la loca que era.
— Buenas tardes, Sai, Ino— saludó la pelirrosa al entrar al local.
— ¡Sakura!— Exclamó Ino con demasiada exaltación, haciendo respingar a su amiga.
— No entiendo por qué estás tan feliz de verme, nos vimos hace unas horas— Comentó confundida.
— Por nada en especial— Se excusó — Deberías ir a casa, debes estar bastante cansada— Sugirió.
— ¿Te sucede algo?— Preguntó extrañada— Sai, ¿Tú la entiendes?— Se dirigió a su amigo, él simplemente se encogió de hombros.
— Nada, amiga ¡Nada!— Gritó sacándola a empujones de la tienda— Ve a casa ¿Entendiste? ¡A casa!
— S-sí— Aceptó dudosa.
Ino la despidió sacudiendo la mano de manera exagerada. Sakura, aún perpleja por su actitud, decidió irse a casa. Estaba cansada y su casa estaba mucho antes que la de Sasuke en el camino. Entró a casa sin anunciar su llegada, aún distraída en sus pensamientos.
— Bienvenida— La profunda voz de Sasuke la hizo volver a la realidad. Él estaba sentado en la tarima del recibidor, esperando por ella.
— Estoy en casa— Pronunció con timidez.
Sasuke la tomó de ambas manos y la obligó a acercarse a él. Sakura tomó aquello como una invitación y se inclinó para disfrutar del toque labial de su novio. Pronto el beso subió unos cuantos decibeles de intensidad, si seguían así iban a terminar haciendo lo impensable en medio del pasillo de la casa de sus padres.
— Si sigues tentándome así, voy a terminar follándote frente a tus padres— Susurró seductor contra sus labios.
— Entonces vámonos de aquí porque la idea me está resultando tentadora— Ronroneó coqueta.
— Aún tengo algo que decirte— Dijo serio.
— A ver, dime— Irguió su postura y lo observó atentamente. En ningún momento, Sasuke presidió del agarre de sus manos.
— Yo...— Titubeó— Quiero que tú... Aceptes casarte conmigo— Pidió al fin.
De nuevo tuvo que contener el aliento, Sakura había quedado paralizada. Los nervios que sentía hace rato volvieron a estrujar su estómago, incluso peor que cuando habló con los padres de ella.
— Sakura— Apretó sus manos entre la suya.
— ¿Es en serio?— Se atrevió a preguntar.
— Muy en serio— Declaró decidido.
— Sí— Musitó conmovida— Sí, sí...
Finalmente rompió en llanto y se lanzó a abrazarlo y besarlo, desbordante de felicidad.
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Después de eso, las cosas no habían sido tan fáciles como se cree. Obviamente la boda del último Uchiha y la mejor Kunoichi de Konoha se había convertido en la comidilla del pueblo. Además de un evento sin precedentes. Para la pareja, quienes no querían tanto alboroto, todo era un fastidio. La noche anterior a la ceremonia, llevados por culpa de los estúpidos nervios prenupciales, tuvieron una horrible pelea. Y eso es lo que llevaba a Sakura a aquella situación.
— Ino, él me va a dejar plantada— Sollozó de nuevo.
— Él no va a hacer eso— Dijo harta de su patético llanto— No arruines tu maquillaje.
La pelirrosa ya estaba lista, pero era un manojo de nervios y tenía rato llorando, porque creía que Sasuke se iría por culpa de su pelea. Ino comenzó a arreglarle el maquillaje, poniéndola bajo amenaza. Si se le ocurre volver a llorar y arruinar su maquillaje, la dejará salir así a la ceremonia.
— Él está esperando en el altar— Afirmó Hinata entrando.
— Te lo dije, frentona— Refutó Ino— Él no te iba a dejar por eso.
Ino también sufrió los tan odiados nervios prenupciales cuando contrajo matrimonio con Sai, pero los de Sakura, la tenían insoportable.
— ¿De verdad está allí?— Interrogó de nuevo.
Ambas pusieron los ojos en blanco, Ino estaba llegando a su límite. Iba a dejar viudo al Uchiha antes de tiempo...
