"Ya para estar total, completa y absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor."

Mario Benedetti—

.

.

Observó el presente en sus manos mientras con una de sus manos limpiaba las lágrimas que descendían de su rostro. No lo iba negar estaba triste pero también muy conforme consigo misma lo había dicho, aquél secreto que había guardado consigo casi toda su vida y que le pesaba casi como el mismo mundo lo había dicho, y pese a no tener el resultado que anhelaba no se arrepentía porque se lo había confesado.

"Te amo Naruto-kun" y sí, puede que aquellos sentimientos que había albergado durante tanto tiempo no desaparecieran tan fácilmente pero lo harían algún día, de eso estaba segura, después de todo dicen que la mejor cura es el tiempo y ella tenía toda una vida por delante.

Lentamente rasgo la envoltura de aquel presente y en medio de sollozos ahogados comió uno de los chocolates que había preparado, repitiendo en su mente que todo estaría bien, que su corazón algún día dejaría de doler y que las lágrimas algún día dejaría de acudir a sus ojos.

—T-todo estará bien.—comió otro de los pequeños chocolates caseros, recordando aquella sonrisa qué jamás sería para ella, aquellos ojos brillantes que jamás la verían y aquellos fuertes brazos que jamás la abrazarían.

(…)

La observó y no tuvo que ser un genio para saber lo que había sucedido, finalmente aquello que sabía sucedería había pasado.

Él la había rechazado.

Una molestia se alojó en su pecho cuando vio como aquellas lágrimas descendían de su níveo rostro, mojando sus mejillas mientras observaba aquel presente en sus manos y lo envidió, jamás lo admitiría pero ¡Maldita sea! Lo envidió, en ese momento quiso ser el motivo de sus lágrimas, quiso ser el.

—Tonta.—susurro antes de dar media vuelta y regresar por donde había llegado con sus manos fuertemente cerradas en puños y su quijada tensa.

Camino por varios pasillos oyendo el llamado de algunos de sus amigos, deteniéndose solamente cuando reconoció la cabellera rubia de él en aquel mar de estudiantes.

Lo odiaba, pero más que odiarlo lo envidiaba por mucho tiempo había anhelado que aquellos ojos perla que veían en su dirección lo viera a él, que aquellos sonrojo tan tiernos fueran para él.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca dejó caer su bolso y fue entonces cuando aquellos ojos azules lo vieron, cuando brillaron en reconocimiento y antes de que la estúpida sonrisa se formará en su rostro canela lo golpeó, un golpe fuerte y preciso.

Escucho las exclamciones de sorpresa de los demás, pero no le importó y simplemente se dedicó a ver como aquel al que tanto envidiaba y odiaba caía al suelo con gesto de sorpresa y dolor.

—Estúpido.—susurro pero supo que lo había escuchado y entonces aquellos ojos azules se abrieron de par en par, la molestia y confusión pintándose en ellos.

—¡¿Pero qué demonios te pasa teme?!.—grito con su voz chillona y molesta, acariciando con una de sus manos la zona donde lo golpeó.

—Te odio.—susurro destilando veneno en cada una de las sílabas.

Los azules ojos brillaron confundidos y sorprendidos.—¿P-pero…?—mas no lo dejo terminar.

—Perdiste tu oportunidad, te dejé el camino libre durante mucho tiempo, pero ya no me volveré hacer a un lado, esta vez peleare por ella.—aclaro con voz fuerte y clara sin dejar de fulminarlo con su oscura mirada.

—¡¿Pero de qué hablas?!.—chillo confundido

Tan estúpido y despistado como siempre.

—De Hyūga Hinata..—y entonces lo vio el reconocimiento pintándose en aquellos zafiros y ya sin nada que decir se dio la vuela cogiendo do en el proceso el bolso que había tirado, aún tenía algo que hacer.

(…)

Como si llevará el mundo en su espalda arrastro sus pies, caminando hasta la salida del instituto, escuchando y sintiendo varias miradas sobre ella, pero no dijo nada, suponiendo que el rumor de que había sido rechazada ya era del dominio popular. De todos modos no era algo de que extrañarse había fijado su mirada en el segundo chico más popular era obvio que los demás sabrían ya de la patética declaración que había hecho

De repente los murmullos a su alrededor parecieron intensificarse pero esta vez no por ella, quiso levantar la mirada para saber de qué se trataba pero antes de hacerlo su cuerpo contra algo o mejor dicho alguien.

—¡L-lo siento!.—se disculpó rápidamente con las mejillas sonrojadas levantando su rostro, más de inmediato este pedido todo su color cuando reconoció contra quién había chocado.—¡U-Uchiha-san!.—susurro sintiendo un escalofrío recorrerle el cuerpo al sentir su oscura y pesada mirada sobre ella.

"¡Perfecto Hinata! Nada como terminar un mal día chocando contra Uchiha Sasuke." Se regaño mentalmente bajando su rostro al no ser capaz de sostenerle la mirada.

—D-De verdad lo s-siento.—susurro haciendo múltiples reverencias.

—Hyūga.—aquella fría voz carente de emociones le causó calosfrió y levantando la mirada lo vio. Tenía el rostro serio e inexpresivo(como siempre.) Sus ojos completamente negros la miraban con seriedad y entonces se pregunto ¿cómo siendo tan diferente él y Naruto eran tan buenos amigos?. No tuvo tiempo de pensarlo mucho ya que la fría voz de él la sacó de sus pensamientos.

—Hyūga tú…

—¡H-Hai!.— y por algún extraño motivo sintió miedo y un mal presentimiento.

Él la observó con aquellos ojos oscuros y en ellos algo diferente brillo, algo que la dejó momentáneamente sin aire.

—Tu deberías enamorarte de mí…

N/A

¡Hola! Tanto tiempo sin escribir la verdad y para ser sinceros la inspiración no está llegando damas y caballeros. Yo de verdad lo intento pero no hay nada de nada.