Hola! He estado desaparecida, pero aquí dejo una historia que hace tieeempo queria escribir. Espero que les guste.

Disclaimer: One Piece (desgraciadamente) no me pertenece, pero este fanfic si. No robar 3

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Malhumorada

La mañana era tranquila, pensaba Nami, mientras observaba el cielo tratando de ver si acaso el día seguiría de la misma forma. Finalmente, llego a la conclusión de que era mejor regar sus mandarinas antes de que llegara el mediodía. Se desperezó y caminó por la cubierta, deseando internamente que no hubiese nadie cerca, porque, a pesar de que los amaba, sus compañeros de tripulación eran unos ruidosos que no sabían quedarse callados cuando había alguien que anhelaba quietud.

Observó que no hubieran plagas sobre las hojas, y se alejó tranquila en dirección a la cocina para prepararse un café. Últimamente no podía dormir debido a la ansiedad. Había pasado ya un tiempo desde que se reunieran luego de los dos años de separación y aun se sentía nerviosa.

Era extraño volver a convivir con sus nakama.

Porque el cambio de todos no fue solo externo, no. La separación y la muerte de Ace habían hecho mella en todos, especialmente en su capitán, que andaba mas ruidoso de lo usual.

Joder, que ella sabía que el estaba hiperactivo para no decaerse, pero ella necesitaba todo lo contrario.

Taza en mano, se dirigió a la puerta, extrañádose de que Sanji no anduviera por allí cerca, meloso como siempre.

Apenas giró la manilla y tiró para abrir, recibió frente a sí la mirada inesperada y sorprendida de Luffy, que se preparaba para exclamar su típico "¡Sanji! ¡Comida!".

-Oi Nami! ¿Tu también venías a pedir un bocadillo de madrugada? -Luffy se pensaba que todos en el barco tenían un apetito como el suyo. Dicho esto, y conociendo como es, ¿Qué diablos hacia despierto tan temprano?

-No idiota, venia a tomar café. Desde hace días que no puedo dormir bien, así que me quedo dibujando mapas hasta tarde. -Nami se decidió por decirle la verdad, porque de no hacerlo, su capitán le atosigaría con preguntas al respecto.

-Ya veo. -dijo el, haciendo su típico gesto golpeando ligeramente su mano empuñada contra la palma de la mano restante, poniendo cara de idiota.- Así que estas nerviosa luego de estos dos años, eh? ¡Sabía que no podía ser el único!

La navegante suspiró pensando que quizás Luffy no era tan idiota, después de todo.

Junto con el habitual sonido de su capitán haciendo un desastre en la cocina, empezó a escuchar como el resto comenzaba a despertar. Primero el cocinero, quien habituado a acostarse tarde y levantarse temprano, no pudo resistir a la tentación de escapar en una aventura nocturna con alguna jovencita interesada en Kuroashi, por lo que se quedo dormido. Y Nami no pudo evitar pensar en lo suertudo que era por poder desfogarse con cualquier desconocida. Ya quisiera ella hacer lo mismo luego de tantos días sin pisar tierra.

El siguiente en llegar fue Chopper, listo para abrir la enfermería, y así de a poco fueron apareciendo el resto de sus nakamas.

Murmuró un escueto "buenos días" y fue directo a encerrarse de nuevo en el cuarto de cartografía.

-¿Qué le pasa a Nami? – Usopp ya comenzaba a preocuparse al ver a la navegante cada dia menos comunicativa.

Luffy abruptamente dejó de comer la pata de pollo que había encontrado en el refrigerador para mirar a lo que se refería Usopp.

-Déjala -soltó mas serio de lo que había estado desde que volvieron a la superficie. - solo no puede dormir.

Ante eso, recibió la mirada extrañada de Zoro, quien con una ceja levantada lo observaba luego de haber despertado bajo el mástil principal. A saber que intentaba decirle.

El capitán siguió comiendo con el mismo entusiasmo de toda la vida, a la vez que le gritaba a su cocinero que se apurara, que tenía hambre, y que al rey de los piratas no se le hacía esperar, mientras Sanji, exasperado, le replicaba que se fuera a jugar, pescar, o ver si en la proa estaba lloviendo, porque dentro de su cocina (y sobre todo, abrazado a él como un mono), no lo quería.

Y por una vez el, increíblemente, le hizo caso.

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Owari

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Bieeen, eso es todo por hoy!

Gracias por leer, nos vemos en un próximo capítulo 3