Los personajes de "Angels Of Death" No me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos autores.

Fic dedicado a Kirana Retsu. Esta es mi forma de darte gracias por el apoyo constante, se aprecia mucho lo que haces. :'3

Y también, dedicado a Dark Heart Attack. Por ser mi inspiración para escribir en esta sección.

Aclaro que será un fic de caps cortos y no durará mucho (espero :v). Sin más por decir, disfruten la lectura de lo que sería el "prólogo" xD


Zack se dirigió a las puertas de cristal y dio vuelta al letrero que colgaba. "ABIERTO" era lo que tenía escrito en letras cursivas que se apreciaban perfectamente a lo lejos. Observó el paisaje tras el cristal sin emoción y exhaló.

–Aquí vamos, otro día de mierda.

Se dio la media vuelta y se dispuso a ordenar los interiores de la tienda de café. Con un profundo color chocolate adornando los letreros y parte de las paredes, la tienda "Angels Of Coffee" ofrecía un lugar acogedor, familiar y hogareño.

Con una amplia variedad de café, además de una llamativa barra de bocadillos a disposición, la tienda resaltó sobre las demás en muy poco tiempo, convirtiéndose en la favorita de toda la ciudad.

Antes de que cualquiera se diera cuenta, esta se había logrado expandir, teniendo cinco sucursales en lo que se consideraría tiempo récord.

El dueño, de nombre Abraham Gray, era un experto en el área tanto del café como en la de los negocios. Para muchos sería el padre perfecto, pero no para Zack.

Isaac era su hijo adoptivo y como todo típico padre, quería que aprendiera sobre el negocio familiar, por lo que lo hizo trabajar en la sucursal principal.

–Esto… es aburrido, ¿Quién demonios abre tan temprano? – bufó, mirando el reloj en la pared marcando las 6:40 AM.

Los primeros rayos solares se asomaban en el alba, la mañana era fría y el sereno lo cubría todo.

–Además, vestir de esta forma es incómodo.

Como en todo trabajo, había un uniforme que portar. El conjunto consistía de una camisa manga larga blanca, una corbata roja, pantalón café oscuro y zapatos negros. Además, debían usar una boina del mismo color que el pantalón y un delantal corto.

Zack suspiró y dejó caer su frente en la barra, odiaba tener que tratar con la gente, pero sobre todo, odiaba tener que soportar a…

–Buenos días, Zack.

–Oh, mierda ya está aquí.

El azabache levanto su rostro para toparse con una pequeña chica de trece años, cabello rubio que caía como una cascada hasta su espalda baja, piel pálida y penetrantes ojos azules. Su nombre: Rachel Gardner.

–Buenos Dí… ¡Qué diablos!

Sus mejillas adquirieron un tono rubí al ver que la niña lo miraba de cerca, demasiado. El corazón le palpitaba rápidamente y su cuerpo temblaba un poco.

–¿Pasa algo? – su expresión estaba vacía, por no decir muerta. Era como una muñeca sin vida, una hermosa muñeca, desgraciadamente para él.

–¡Claro que pasa algo!, ¿Conoces lo que significa espacio personal?

–Sí.

–Entonces respeta MÍ espacio, ¡Maldición! – trató de calmarse, cosas como esta pasaban a diario desde que ella había entrado a trabajar.

–Pero… – ella se acercó de nuevo, logrando que Zack retrocediera un paso. –, Tú eres mío, por lo tanto tu espacio también lo es.

Rachel lo abrazó y Zack podría jurar que ella era como Medusa, pues siempre conseguía dejarlo como una estatua de piedra.

–¡Mocosa del demonio!