Hello there! :)

Here's the new story I wanted to share with you. It's different to all I translated so far and I really hope you like it. Thank you so much to the great author Michaelmas54 for allowing this translation. ¡Enjoy it!

¡Hola! :)

Aquí está la nueva historia que quería compartir con ustedes. Es diferente a todo lo que he traducido hasta ahora y realmente espero que les guste. Muchas gracias a la gran autora Michaelmas54 por permitir esta traducción. ¡Disfrútenla!


Como saben esto no puede faltar, el debido reconocimiento a la creadora de estos personajes, Stephanie Meyer y la autora de esta gran historia, Michaelmas54, yo solo soy la traductora ;)

Y como siempre, muchas gracias a mi amiga y beta Erica Castelo por ayudarme con cada una de mis traducciones. ¡Muchas gracias amiga!


PRÓLOGO

"Emergencias — ¿qué servicio requiere?"

"Policía."

"¿Cuál es su emergencia, señor?"

"Mi esposa y yo encontramos un brazo."

"¿Un brazo humano?"

"Eso creo."

"¿A qué se refiere? ¿Lo es o no lo es?"

"Parece humano, pero no está sangrando; me refiero a que no tiene sangre en él."

"¿Dónde está localizado el brazo?"

"Está en el bosque, al este de Forks, Washington State. Acabo de dejar a mi esposa con él para subir la colina para conseguir recepción para el móvil."

"Puede darme su ubicación, señor."

"No exactamente, mi esposa y yo estamos haciendo senderismo y acampando en el parque nacional; estamos muy lejos de algún camino. El brazo está en el césped en el límite de un espacio abierto rodeado de bosque."

"Está bien, señor. Si solo mantiene su móvil encendido podemos calcular su posición usando GPS. Enviaremos un equipo a ustedes tan pronto como sea posible. ¿Me puede dar su nombre, por favor?"

"Es Tom, Tom Bailey."

"Muy bien, Tom, solo espere un momento; pronto estaremos con usted. Estoy enviando un mensaje a la policía local de Forks, que probablemente enviará un equipo de peritos en criminalística de Seattle para echar un vistazo. ¿Puede darme una breve descripción del brazo?"

"Sí, es de piel blanca. Creemos que es un brazo de hombre porque la mano es muy grande. Todavía tiene pedazos de ropa en él, pero hay algo un poco raro con él."

"¿Qué tiene de raro, señor?"

"Bueno, probablemente no me creerá, pero…"

"El brazo, bueno…

en realidad no sé cómo explicarlo, pero…

… ¡se sigue moviendo!"


CAPÍTULO UNO

Diez años antes – Instituto de Forks

"Lo siento, Mike, ya tengo una cita para el baile de graduación. Deberías pedírselo a Jessica, ella está esperando que se lo pidas, y sé que ya rechazó a Ben y a Tyler."

"¿Y quién es el tipo afortunado?" Mike preguntó, sonando decepcionado de no haber sido más rápido y pedírselo antes y también preguntándose quién se le había adelantado. Había supuesto que esta vez era algo seguro con Bella ya que era considerado el atleta más ardiente de la escuela por la mayoría de estudiantes femeninas. No estaba acostumbrado a ser rechazado, y aunque Bella había rechazado de manera constante sus invitaciones desde que llegó a la escuela dieciocho meses antes, estaba seguro que esta vez cedería ya que era el baile de graduación, y prácticamente era obligatorio tener una cita para el evento social del año.

Hasta donde sabía, Bella no había tenido un novio desde que llegó a Forks desde Phoenix para vivir con su padre, prefiriendo pasar tiempo con Angela y Jessica después de la escuela. "Tal vez, es gay" pensó, lo que para él parecía ser la explicación más lógica a por qué no había sucumbido a sus encantos. No podía computar el hecho de que ella, de verdad, pudiera no encontrarlo atractivo.

"Ah, es un secreto," Bella le respondió con un guiño furtivo. No le desagradaba Mike, pero estaba determinada a no convertirse en otra muesca en el poste de su cama. Como sea, nunca antes había tenido la inclinación de asistir a ningún evento social de la escuela, y no podía entender por qué era tan vital tener una cita para el próximo baile de graduación.

Por lo general, ella prefería quedarse en casa con sus libros, o investigando en la computadora. Esa era su idea de una tarde perfecta, no saltar arriba y abajo al ritmo de la molesta música que para ella, toda sonaba igual. Pero contra su mejor juicio, había decidido que esta vez iría al baile de graduación, en parte debido al fastidio incesante de Angela y Jessica, pero también porque probablemente sería la última vez que su grupo de ese año estaría junto antes de que todos se fueran por caminos separados, ya fuera para trabajar o a la universidad.

En realidad, no había asegurado una cita todavía, pero había decidido pedirle a su compañero de ciencias, Edward Masen, que la llevara. Edward era un alma callada; era retraído y hablaba con otros solo cuando era necesario. Él era un ratón de biblioteca como ella, y pasaba todas las horas del almuerzo en la biblioteca leyendo cuidadosamente semanarios médicos y científicos. Ella se imaginó que su objetivo era la escuela de medicina ya que estaba fascinado por con el funcionamiento del cuerpo humano, pero se destacaba en todas las ciencias, como ella. El señor Molina los había puesto juntos al inicio del año escolar para ser 'compañeros de materia' como él los llamaba, ya que se consideraba que tenían el mismo nivel de intelecto, lo que significaba que estaban muy adelantados a los otros estudiantes.

Edward era alto y desgarbado, y ya con más de uno ochenta. Su cabello era una mata rebelde de color cobrizo oscuro y su piel era pálida y de aspecto poco saludable. Sus cejas eran tupidas y descuidadas y usaba grandes gafas tintadas con montura gruesa que oscurecían sus ojos y la parte superior de su rostro. Llevaba puesta la misma ropa prácticamente todos los días; jeans negros que estaban descoloridos por tantas lavadas y completamente maltratados, con una camiseta blanca y una camisa a cuadros encima. Sus tenis no eran de diseñador y conducía una camioneta destartalada que no desentonaría en una granja. Cuando caminaba, sus hombros estaban encorvados y constantemente miraba al suelo, probablemente porque estaba tratando de evitar hacer contacto visual con alguien, y como por alguna razón desconocida se le eximía de hacer cualquier tipo de actividad deportiva, no se veía forzado a unirse a equipos de juego o interactuar con ninguno de los otros estudiantes. Ninguna de las chicas lo encontraban remotamente atractivo, pero como no hacía el intento por comunicarse con nadie en la escuela además de cuando era absolutamente necesario, no tenía ni la más remota idea que era la última persona que cualquier chica con una pizca de amor propio querría como cita para el baile de graduación.

Bella por el contrario, era considerada la belleza del grupo de ese año y era muy popular con ambos sexos, debido a su naturaleza amigable y extrovertida. Su complexión era pequeña aunque comía como un caballo, con grandes ojos verdes y largo cabello castaño que tenía reflejos rojizos. Gozaba de una piel radiante, y una boca que parecía estar sonriendo permanentemente. A todos los chicos de su grupo les gustaba, excepto Tyler, cuya estimación de la belleza física femenina se reducía solo al tipo de copa del sujetador. Le habían pedido citas en numerosas ocasiones, pero no estaba interesada en tener un novio, prefiriendo pasar su tiempo libre concentrándose en sus estudios para poder ganar un lugar en una buena universidad en alguna parte. No le importaba dónde estuviera la universidad, siempre y cuando estuviera lejos de Forks y en una ciudad dónde hubiera cultura, diversidad y una gran población, no era exigente. Ese era su mayor objetivo.

Mike finalmente se levantó de la mesa del almuerzo y se alejó viéndose abatido mientras Bella volvía a leer su libro mientras comía su pizza. Fue interrumpida por Jessica que vio a Mike alejándose de la mesa y estrelló su bandeja con fuerza, sobresaltando a Bella.

"¿Mike te pidió ir al baile, Bella?"

"Sí, lo hizo, Jess. Lo siento."

Bella no podía mentir—sobre todo a Jessica que había sido una buena amiga para ella cuando llegó a Forks.

"¡Genial!" Jessica exclamó, pero con sarcasmo.

"Lo rechacé; le dije que ya tenía una cita."

"¿Por qué?"

"Porque sé que te gusta. Me gusta, pero no de esa forma. Estoy segura que ahora te lo pedirá a ti."

"Así que soy la reserva, entonces," Jessica gimió.

"Lo siento, Jess; no sé qué decir."

"Oh bueno, gracias por ser honesta, al menos."

"Está bien." Bella sintió un poco de pena por ella y le dio un abrazo.

"Entonces, ¿con quién vas a ir al baile?"

Jessica se moría por saber. Bella no se había molestado en ir al baile de fin de curso y nunca había tenido un novio por lo que ella sabía, por lo que esto era novedad.

Bella estaba reacia a contarle a Jessica sus planes ya que sabía cuál sería su reacción, y no sería positiva, así que su respuesta fue evasiva.

"Se lo voy a pedir a esta persona porque sé que él no me lo pediría, pero todavía no se lo pido, así que preferiría no decirlo hasta que acepte."

"¿Alguna pista?"

"No, solo déjalo así, Jess. Te lo diré cuando esté segura."

"¿Cómo sabes si no tiene ya una cita?"

"Oh, estoy muy segura que no la tiene— ¿podemos dejar el tema por ahora?"

Jessica bufó y volvió su atención hacia su ensalada, luego empezó a parlotear sobre vestidos y zapatos. Bella se dio cuenta que en realidad no había pensado en comprar un vestido, pero primero lo primero. Tenía que armarse de valor para pedírselo a Edward y luego, por supuesto, convencerlo de llevarla.

El timbre sonó terminando el receso para el almuerzo y Bella cogió sus libros y se dirigió hacia el laboratorio de ciencias. Era ahora o nunca, había decidido, así que tomó una respiración profunda y entró al salón de clases con una expresión determinada en su rostro. Ella estaba a favor de la liberación femenina, la igualdad y todo eso, pero nunca pensó que alguna vez se encontraría en esta posición de tener que pedirle una cita a un chico.

Edward ya estaba en su asiento y estaba inclinado sobre su libro de texto como siempre, con sus codos sobre el escritorio y sus dedos enterrados en su cabello. Hoy el sol hacía una extraña aparición y un rayo de luz se había filtrado a través de la ventana y se posó en su cabeza y Bella y notó por primera vez el hermoso color que tenía su cabello, y también lo suave que se veía. De repente, él la miró y su expresión se tornó a una de sorpresa cuando se dio cuenta que ella lo había estado mirando, y de pronto los dos se sintieron avergonzados.

"Hola, Edward."

"Hola, Bella," tartamudeó. "Hoy vamos a ver la fotosíntesis. Estaba leyendo sobre eso."

"Genial… umm… Edward, vas a hacer algo el…"

"Muy bien, estudiantes, presten atención." El señor Molina entró al salón y estrelló algunos papeles sobre su escritorio y comenzó a hacerle algunos ajustes al proyector. Bella dejó de hablar, se quedó sentada y se volvió hacia el frente de la clase, sabiendo muy bien que su rostro se estaba tornando a un brillante carmesí. Podía sentir que los ojos de Edward la miraban de costado, pero no podía animarse a continuar la conversación ya que 'el momento' había salido volando espectacularmente por la ventana.

El señor Molina se puso a dar su lección sobre la transferencia de energía luminosa a energía térmica, luego bajó las persianas del salón de clases para poder mostrarle a la clase un número de diapositivas. Edward había vuelto a dar su total concentración a ya sea la presentación o a su libro de texto mientras escribía copiosas notas en su libreta. Bella tuvo una idea.

Arrancó un pedazo de papel de su libreta y le escribió a Edward una nota.

¿Me llevarías al baile de graduación, Edward?

Empujó el pedazo de papel hacia el lado de Edward del escritorio y miró directamente hacia el frente para que no pudiera ver su reacción.

Edward leyó el mensaje y lo empujó debajo de su libreta. Siguió escribiendo notas y escuchando la lección del señor Molina con atención.

Pasaron unos minutos y Bella se estaba poniendo inquieta. Escribió otra nota.

¿Me estás ignorando?

Empujó ese hacia él. Edward la agarró, la leyó y la colocó debajo de su libreta con la otra nota.

"¡Aaaaargh!" Bella gritó en su interior, mientras tamborileaba los dedos sobre el escritorio, lo que consiguió una mirada severa del señor Molina que estaba abriendo las persianas porque la presentación de diapositivas había terminado. Bella esperaba que no le preguntara lo que les acababa de enseñar porque francamente no se había concentrado en lo absoluto, así que bajó la vista hacia sus libros tratando de evitar hacer contacto visual.

Después de otra frustrante media hora, la lección estaba por terminar y Bella se agachó para coger su mochila del suelo lista para meter sus libros. El timbre sonó y Edward se levantó y rápidamente recogió sus libros y caminó detrás de ella para salir del salón. Fue solo cuando ella agarró el último libro que notó un pequeño pedazo de papel sobre el escritorio, que tenía una sola palabra escrita, y decía,

Sí.

Bella cogió la nota y entonces se dio cuenta que no sabía si había dicho que 'sí' a aceptar llevarla al baile, o 'sí' a que la estaba ignorando. "¿Por qué la vida es tan complicada?" Ella le gritó a los animales disecados en los alfeizares, provocando algunas extrañas miradas de sus compañeros estudiantes. Agarró su mochila y salió corriendo del salón, sin saber en qué dirección se había ido Edward. Vio a Angela en el pasillo y corrió hacia ella.

"¿Has visto a Edward Masen?"

"Sí, se fue en esa dirección— ¿por qué?"

Bella no respondió sino que caminó rápidamente por el pasillo hasta que alcanzó a ver a Edward frente a ella. No era difícil de verlo ya que era uno de los chicos más altos en la escuela, incluso encorvado. Se dio cuenta que probablemente se dirigía a la biblioteca, así que disminuyó la velocidad para darse tiempo a calmarse, luego caminó detrás de él, siguiéndolo a su pacífico santuario donde él se dirigió a su lugar favorito junto a la ventana. Arrojó su mochila sobre la mesa, se dio la vuelta y se sobresaltó, sin esperar ver a Bella detrás de él.

Bella agitó su nota frente a él.

"¿Esto significa 'sí', me vas a llevar al baile, o 'sí', me estás ignorando?"

Edward se vio un poco desconcertado al ver a Bella molesta por la frustración frente a él. Este era nuevo territorio para él, ya que las chicas eran una especie alienígena en lo que a él se refiere. Ni siquiera había considerado asistir al baile de graduación, por lo que la invitación de Bella había sido un poco sorpresiva, pero había tomado la decisión de aceptar sin pensarlo ya que había disfrutado de su compañía en las lecciones durante el último año y consideraba que era su igual, intelectualmente hablando.

"Sí, me gustaría acompañarte al baile, Bella," respondió formalmente, pero sin sonar demasiado entusiasmado.

"Bien, está decidido entonces." Bella lo miró expectante ya que suponía que querría hablar sobre los arreglos, pero Edward la miró impasible sin saber qué decir ahora.

"¿Eso es todo?" Dijo ella.

"¿Qué quieres que diga?"

"No sé." Bella se veía nerviosa. Ella también estaba en nuevo territorio, pero no quería admitir que casi esperaba que estuviera algo agradecido de que una chica atractiva le hubiese pedido una cita.

"¿Por qué me pediste que te llevara, Bella? Estoy seguro que ya has tenido muchas ofertas." Edward no tenía la habilidad de leer la mente, pero sospechaba de sus motivos y esperaba que no se lo estuviera pidiendo por una apuesta.

Bella lo miró impasible y no respondió de inmediato, cuando no esperaba esa pregunta.

"¿Me estás haciendo el favor? Sientes lástima por mí, porque si es así preferiría quedarme en casa."

"No, Edward. No te lo pedí porque sintiera lástima por ti," Bella respondió con firmeza cuando la tomó desprevenida esa acusación. "Te lo pedí porque he disfrutado de trabajar contigo este año y solo quería pasar una noche contigo antes de graduarnos y desaparecer a universidades diferentes, ya que probablemente no nos volveremos a ver."

Edward pasó una mano por su cabello sintiéndose un poco arrepentido.

"Lo siento, Bella. También he disfrutado de trabajar contigo," respondió con timidez. "Debo admitir que has hecho de mi último año en la escuela casi tolerable."

Los dos se rieron y recibieron miradas desaprobatorias de la bibliotecaria que les dijo que se callaran, así que Bella se fue de la biblioteca dejando a Edward para ponerse a estudiar en paz, pero solo después de que hicieron los arreglos para su 'cita', aunque todavía faltaban unas cuantas semanas.


Al siguiente día Bella le contó a Angela y a Jessica que iba a ir al baile de graduación con Edward.

"¡Qué!"

"¿Estás loca?"

"Él es asqueroso."

"¿Te está pagando?"

Esa fue la reacción de Jessica. Angela tenía una opinión diferente, asumiendo que Bella sentía lástima por Edward porque nunca lo invitaban a fiestas y no socializaba para nada después de la escuela.

"Creo que eso es muy dulce de tu parte, Bella; estoy segura que él está muy agradecido," dijo sinceramente, y palmeó el brazo de Bella en simpatía.

"No se lo pedí porque sienta lástima por él," Bella gritó, exasperada.

"Bueno, no puede gustarte," Jessica respondió.

"No, no me gusta; de hecho, no me gusta ninguno de los chicos de nuestro año, así que, ¿por qué no ir con Edward como si fuera con cualquier otro?"

Angela podía ver la lógica detrás esto, pero Jessica proclamó que preferiría no ir que ser vista con Edward. Mike finalmente le había pedido ser su cita, de modo que ya estaba planeando cómo se aseguraría que al final de la noche él no se arrepintiera en absoluto de que Bella lo hubiera rechazado.

La conversación se tornó a una de vestidos y zapatos y se organizó un viaje a Port Angeles para hacer algunas compras importantes. Bella aceptó a regañadientes, con la condición que podía pasar algo de tiempo a solas en la librería más grande en el área mientras las chicas recorrían todas las tiendas de vestidos en la ciudad. No creía que se llevara mucho tiempo encontrar un vestido adecuado para ella, pero sabía que Angela y Jessica probablemente visitarían todas las tiendas al menos dos veces antes de tomar su decisión, y Bella no podía pensar en algo peor.

Las últimas semanas de escuela estuvieron ocupadas con exámenes y la graduación. La madre de Bella viajó a Forks desde Florida para la ceremonia con su esposo número cuatro, luego de lo cual tuvieron una comida incómoda con Charlie y su nueva novia, Sue. El único restaurante decente en Forks estaba lleno de familias celebrando con sus retoños, pero Bella en realidad no disfrutó entre dos fuegos en la disputa de su familia.

En la mesa, para distraerse de las discusiones, su mente recordó la ceremonia de los premios cuando ella recibió su diploma. Se había escuchado gritos y aplausos de la audiencia cuando caminó sobre el escenario, sin embargo, cuando Edward recibió su diploma, además de un premio por ser el estudiante destacado del año, apenas si un murmullo se escuchó en la audiencia; los únicos aplausos vinieron del personal académico. Ella lo había visto dejar solo la ceremonia, y se sintió triste de que él no tuviera familia o amigos en torno a él que lo apoyaran y se sentía enojada por él.

Siguió la noche de la graduación, y Bella se vistió sola en su pequeña habitación. Todas sus amigas habían ido a salones de belleza o spas durante la tarde e iban a viajar juntas al lugar, probablemente en una de esas limusinas espantosamente largas supuso. Pero a ella no le gustaba todo ese alboroto, así que solo tomó una ducha y se puso unos cuantos rulos en su cabello para darle un poco más de volumen, se aplicó un poco de maquillaje para realzar sus ojos y dar color a sus labios, luego se puso su vestido, un ceñido vestido tubo en seda color verde esmeralda con tirantes delgados y un pequeño adorno de cuentas alrededor del escote. Charlie le había comprado unos pequeños pendientes de esmeralda y diamantes como regalo de graduación, y hacían juego perfectamente con su vestido. Se puso unas sandalias de tiras plateadas, que estaban un poco más altas de lo que estaba acostumbrada pero aseguraban que la orilla del vestido no tocara el suelo, luego bajó con cuidado las escaleras para esperar a su cita.

Edward había hecho arreglos para recogerla en el coche de su padre que había pedido prestado para la noche. Bella no tenía idea si él iba a usar un traje o si iba a ir casual, pero lo que sea que llevara no importaba, cuando ella ya había sido ridiculizada en su cara por casi todas las chicas de su grupo por pedirle a Edward que fuera su cita, así que tenía una idea clara de lo que le esperaba con lo que sea que él usara.

No le molestaba que él no fuera guapo; de hecho, Edward era casi una caricatura de un geek. Pero había algo en él que la intrigaba y lamentaba no haber hecho un esfuerzo por conocerlo mejor este año, y ahora era demasiado tarde. Como era de esperarse, Edward había sido aceptado en una universidad prestigiosa, y ella lo había escuchado decirle al señor Molina que viajaría a la costa este casi inmediatamente después del final de curso, por lo que había una gran posibilidad de que no lo vería de nuevo después de esta noche.

Escuchó el sonido de un coche deteniéndose en su entrada y unos segundos después escuchó que tocaron a la puerta. Charlie había estado esperando en el pasillo, al haber colocado su rifle de policía estratégicamente a plena vista de quien fuera que entrara a sus dominios, y se presentó con Edward al estrechar su mano con mucha firmeza antes de invitarlo a entrar.

Bella esperaba nerviosa en la sala sin saber qué esperar. Había estado teniendo visiones del horroroso atuendo de Ron Weasley que se describía en el libro de Harry Potter, El Cáliz de Fuego, y se estaba preguntando si Edward se presentaría en algo parecido, por lo que ahora empezaba a sentir un poco de pánico, aunque comprendió que en realidad eso era bastante superficial de su parte.

Se levantó cuando Edward atravesó la puerta, pero en lugar del desaliñado geek que estaba acostumbrada a ver con su camisa a cuadros y jeans descoloridos, frente a ella estaba un joven guapo, alto y erguido en un esmoquin impecable. Si no fuera por su piel maltratada, podría haber venido directamente de una pasarela en Milán. El geek había desaparecido sin dejar rastro y en su lugar estaba un chico muy elegante y a la moda que la mirada con admiración.

Ella trató de decir hola, pero de pronto se dio cuenta que su lengua se había atorado en su paladar y cuando iba a alejarse de la silla, sus rodillas se doblaron. "¡Oh Dios Mío!" fue la frase que pasaba por su cabeza cuando miró, y luego miró de nuevo a su cita, preguntándose si Edward acababa de ser visitado por un Hada Madrina, ¡y tal vez tuviera que estar en casa a la medianoche!

Cualquiera hechizo mágico que hubieran lanzado sobre Edward para hacer que se viera tan guapo no le importaba, porque ahora estaba ansiosa por llegar al baile de graduación y ver las reacciones de sus amigas a su asombrosa transformación.


Edward Ceniciento jajajaja, sin duda va a cerrar muchas bocas en ese baile de la escuela. Y bueno, esta es la nueva historia que ustedes eligieron que querían leer. Admito que estoy un poco nerviosa porque no es como las que normalmente comparto con ustedes, verán las diferencias a las que me refiero conforme vayan leyendo. Pero, a mí me gustó y confío en que a ustedes también. Así que, que les parece si me dan su primera impresión en su review, me encantaría saber que les pareció este prólogo y primer capítulo, y como mis traducciones anteriores, sus reviews son muy importantes para nosotros, no solo porque es el único pago que recibimos y nos alegra saber que agradecen el tiempo dedicado para su diversión, sino también porque las autoras originales están muy al tanto de ellos y las anima a seguir otorgando permisos de traducción el ver que leen y disfrutan de sus historias. Además, no olviden que con ellos se marcan el ritmo de actualización de las historias ;) De antemano, gracias por sus alertas y favoritos, pero sobre todo gracias por dejar sus reviews para agradecernos por compartir estas historias con ustedes :) Nos seguimos leyendo, y espero que sea pronto.