Capítulo 29

(si, si, si! por fín, el final! no dejen de leer las NA )

De finales y comienzos

- Señores periodistas. Agradecemos mucho su asistencia a esta rueda de prensa, a continuación, la señorita Sakura Kinomoto Amamya se dirigirá a ustedes para dar sus declaraciones oficiales respecto a la situación que se está presentando posterior al accidente; por favor, las preguntas las dejaremos para el final - Dijo Tomoyo dirigiéndose con toda propiedad a los hombres y mujeres que a su vez alistaban sus dispositivos de grabación y cámaras fotográficas al momento en que la abanderada del conglomerado Amamya hiciera aparición.

En un momento y elegantemente vestida y peinada, con Meiling Li a su lado, apareció Sakura para ubicarse en una mesa dispuesta con micrófonos

- Buenos días, reitero nuestro agradecimiento por su presencia en este lugar y espero que tengan en cuenta que este será el único comunicado que presentaremos y lo hacemos con el único propósito de aclarar todo lo que está sucediendo en este momento respecto al acuerdo comercial que sostenemos con Empresas Li y lo sucedido posterior al accidente en el Ferry.

He logrado escuchar las muchas conjeturas que se han tejido respecto a esta situación y a su vez, respecto a mi estado de salud y al del señor Shaoran Li. Este tipo de situaciones han generado múltiples especulaciones y nos afectan financieramente. De manera que, es necesario que se sepa que el señor Li se encuentra en un estado delicado pero estable, se está recuperando de un trauma craneoencefálico moderado que por las condiciones mismas del accidente no pudo ser atendido de forma inmediata.

Todo lo que se ha establecido sobre su estado de salud por parte del equipo médico lo encontrarán en el comunicado que se ha enviado a los diferentes medios, no permitiremos que información diferente o tergiversada sea propagada. Somos respetuosos de la libertad de prensa, pero si se publica información falsa, procederemos con las acciones legales correspondiente, no solamente por temas financieros, sino porque el señor Li merece respeto, no ser objeto de información amarillista.

- Se da inicio a la ronda de preguntas- indicó Tomoyo. Durante ese tiempo, los comunicadores indagaron sobre su estado de salud, los pormenores del accidente y el rescate, algunos otros se enfocaron en los negocios y el acuerdo comercial logrado por ambas empresas y el alcance de este

Suspiró y se sentó agotada en el pequeño sofá ubicado en la habitación de Shaoran, observó al paciente que yacía en la cama preguntándose cuándo despertaría, en qué momento volvería a escuchar sus reconfortantes palabras y ver aquellos hermosos ojos ámbar… Poco a poco sus ojos se cerraron y cayó en un sueño profundo

Un pitido constante sonaba dentro de su cabeza, sentía que era consciente de lo que había a su alrededor pero no lograba despertar totalmente y las pocas veces que lo había logrado lo hacía por muy pocos minutos y nunca había nadie a su lado.

Sentía como si hubiesen pasado años, pero sabía, sentía que Sakura lo necesitaba; había escuchado la calidez de su voz en aquellos días contándole historias de sus días en Estados Unidos, cosas que para los demás carecían de importancia pero él estaba feliz conociendo esos pequeños detalles de su vida aunque no pudiera decírselo y estaba más feliz aun, sabiendo que ella estaba bien, que todo había valido la pena.

En un momento, sus ojos se abrieron con una lentitud pasmosa y poco a poco empezó a ser consciente de su realidad, del molesto pitido que sonaba día y noche, llevó su mano a la cabeza y sintió el vendaje y el dolor al tocar aquella herida que recordaba haberse hecho con el accidente, por lo demás… Estaba bien. Se incorporó muy lentamente siendo consciente de cada uno de sus músculos; por supuesto estaba adolorido, cansado por la posición en la que había estado quién sabe por cuánto tiempo.

Echó un vistazo a la habitación, con tanto silencio pensó que estaba vacía como últimamente, pero justo frente a él, en un pequeño sofá estaba ella. Se levantó con cuidado de la cama y caminó en silencio hasta ponerse frente a Sakura, estaba en una posición tan incómoda que pensaba en cuánto le dolería cuando despertara, pero parecía un ángel, su rostro reflejaba paz y esa dulzura que se encontraba tras la férrea empresaria que debía ser ante el resto del mundo

Esa era Sakura, su Sakura, la mujer por la que daría la vida entera sin siquiera pensarlo. Se acercó y acarició su rostro con tal delicadeza, como si se tratara de una exquisita flor y temiera dañarla

- Shaoran… - dijo la chica con voz tenue – ¿esto es un sueño? – alargó su mano y tocó el rostro del hombre frente a ella quien a su vez se acunó en ella y la tomó entre las suyas depositando un beso

- No es un sueño Sakura, aquí estoy, contigo y para ti

Las lágrimas resbalaron por su rostro y se incorporó, sentándose para quedar frente a Shaoran quien estaba de rodillas frente a ella.

- No deberías estar ahí, estás convaleciente; vamos, te acompaño a tu cama. Debes descansar

- Sakura no, ya basta de esa molesta cama, me siento muy bien… Ahora solo quiero aprovechar el tiempo, si me lo permites, a tu lado.

- Shaoran… - La castaña abrazó al ambarino visiblemente emocionada cayendo ambos al piso haciéndolo soltar un pequeño quejido – por Dios Shaoran, soy una tonta debes volver a la cama, no sé cómo te levantaste de ahí, los médicos deben examinarte y tenemos que llamar a…

- Shhhh – susurró él poniendo sus dedos sobre los labios de Sakura haciendo que ella se sonrojara dulcemente y se quedara quieta justo donde estaba, que era prácticamente sobre él– eres todo lo que necesito en estos momentos, tenerte así, tan cerca

El leve sonrojo de Sakura pasó a ser monumental al escuchar las palabras de Shaoran y de un solo salto se levantó del suelo ayudándolo a él también mientras este sonreía al verla actuar de esa manera; extrañaba el nerviosismo que se reflejaba en ella, esa niña tímida escondida tras la seria empresaria seria.

- Ahora, vuelve a la cama, llamaré al doctor para que te examine

- pero Sakura…

- Pero nada, no sabemos qué pueda estar pasando o si te estás recuperando bien…

- Está bien, está bien… Pero primero, ven acá – La tomó de la cintura acercándola hacia él, acarició nuevamente su rostro con el dorso de la mano observando aquellos ojos verdes – Sakura – susurró – te amo más que a la vida misma y quiero que sepas que pase lo que pase, jamás te dejaré ir de nuevo – cortó los pocos centímetros de distancia que apartaban sus labios de los de ella y los rozó con delicadeza, permitiendo a la castaña adaptarse a su cercanía y aquel beso, ese soñado beso se materializó con dulzura y pasión

- ¡Shaoran! – unas voces chillonas los sobresaltaron al ingresar de prisa a la habitación haciendo que la pareja se separara con brusquedad

- Oh… ¿Interrumpimos, hermanito? – Preguntó Fanren con una sonrisa socarrona

- Parece que no hay nada de qué preocuparnos, chicas. Nuestro hermanito está mejor que nunca

- No, no, no… No es lo que ustedes piensan – negaba una avergonzada Sakura moviendo sus manos con torpeza – Él… Acaba de despertar, es más, voy corriendo a buscar al médico. Permiso

Antes de salir de la habitación Fanren la abrazó – Estoy muy feliz de que estés bien Sakurita, perdón si te interrumpimos, de haber sabido nosotras no…

- No te preocupes

La castaña negó con una sonrisa y salió de la habitación con su corazón totalmente descontrolado. ¿qué había sido eso?

Ingresó a su apartamento y lanzó su bolso en cualquier lugar, no le importaba demasiado en todo caso. Toda esta travesía había sido increíble y agotadora. Sentía como si las últimas horas hubiesen sido días y de repente se sintió sobrecogida por los sentimientos, se sintió mareada, no lograba respirar con facilidad y se desplomó sobre el sofá de su sala dejando fluir todo el llanto que tenía acumulado; por fin se estaba dando tiempo para sí misma, para reconocer sus sentimientos y emociones, para sentir el dolor que venía ocultanto con el fin de dar tranquilidad a quienes la rodeaban. No era un momento malo, no, todo lo contrario, estaba siendo libre de sus pesadas cargas. La angustia que había pasado con Shaoran posterior al accidente, el terror que la invadió al pensar que podía perderlo, era algo con lo que nunca hubiese deseado lidiar.

Suspiró entrecortadamente abrazada a un cojín, sus músculos se iban soltando y no había sido realmente consciente de lo tensionada que estaba, pero ahora tenía una esperanza renovada, de una u otra forma, aquellas palabras que siempre usaba para darse valor cobraban cada vez más sentido.

- Pase lo que pase, todo estará bien - dijo en un suspiro para sí misma y sonrió. Sonrió no como en días anteriores que era más una mueca con la que ocultaba la desesperanza de su ser, esta vez su corazón sonrió a la par de sus labios y solo podía recordar los momentos en los que había sonreído así... o mejor, a causa de quien había sonreído así

- Shaoran - susurró y sus mejillas se sonrojaron al recordar la conversación que habían tenido por fin sin interrupciones en el hospital antes de que él practicamente la chantajeara para hacerla salir de allí y tener un merecido descanso.

FLASH BACK

- Sabes que mis hermanas no son fáciles, pero de verdad necesito hablar contigo, Sakura.

- Pero ellas solo están preocupadas por ti, se esforzaron muchísimo para poder viajar y estar a tu lado, ¿no te parece un poco cruel el haberlas prácticamente echado de la habitación?

- No, porque habrá otro momento, pero mi conversación contigo es sin duda alguna mi mayor prioridad - dijo con esa expresión férrea y seria que solía tener cuando algo importante sucedía

Sakura tragó saliva casi que asustada por lo que pudiera decirle

- En primer lugar y sin mentiras, dime ¿cómo estás? - preguntó con la misma seriedad

- Yo... Yo estoy bien - dijo un poco nerviosa

- Sakura, dije: sin mentiras.

La castaña suspiró y puso las manos sobre su regazo - Bueno, yo... La verdad, nunca había estado tan cansada y adolorida en mi vida, afortunadamente del accidente solo fue el golpe en la cabeza y hematomas en el cuerpo pero no tuve problemas de hipotermia

- ¿Los médicos te examinaron bien?

- Lo hicieron, créeme, toda mi familia y la tuya se aseguraron de eso

- ¿Y si estás tan cansada por qué no has tomado un tiempo para reposar?

- ¿Y dejarte aquí en el estado en que estabas? ¿estás loco Shaoran? nunca podría estar tranquila después de todo lo que hiciste por mí, sería un terrible acto de ingratitud.

Shaoran se mostró un poco apesadumbrado

- Osea que lo hiciste por... ¿Culpa? ¿compasión?

Sakura se sonrojó en el acto y empezó a agitar sus manos tratando de negar lo que Shaoran decía.

El ambarino respiró profundo - Sakura, eso no importa, no quiero que te veas obligada a decir algo que no...

- ¡Shaoran! no, no te hagas ideas que no son. Mira, ya basta de este estúpido juego. Ya basta de esconder mis sentimientos simplemente por el remordimiento de lo sucedido en el pasado. Se que te herí, te hice daño y me lo hice a mí misma a causa de mi estúpida indecisión, te... - suspiró - te he amado desde siempre, te metiste en mi corazón despacito pero fui egoísta y solo pensaba en mí, en evitar un sufrimiento futuro y lo arruiné todo... - dijo con voz entrecortada y con el rostro agachado. Una lágrima cayó en el dorso de su mano, pero cuando intentó hablar de nuevo se encontró con una mirada abrazadora como el fuego y una sonrisa llena de gentileza y afecto, luego, unas manos tibias tomando las suyas

- El pasado no importa, Sakura. Solo me interesa el presente, yo... Jamás he dejado de amarte, sé lo que te dije meses atrás, y también fue una decisión increíblemente estúpida. Yo te amo desde el instante mismo en que te vi y te he amado siempre

Por un momento, sakura sintió que el aire escapaba de sus pulmones y su garganta no le permitía articular palabra, así como el llanto se acumulaba

- Tú eres la razón de todo esto, y aunque no puedo negar que sí me dolió muchísimo lo sucedido, es gracias a eso que pude volver a Hong Kong y recuperar la empresa para poder ayudarte, los caminos del destino son muy misteriosos y era necesario que sucediera de esa manera; ya no es tiempo de reproches, reclamos o remordimientos. Te amo con cada fibra de mi ser y no lo digo para que correspondas a mis palabras o te sientas de alguna forma obligada. Lo digo porque el pensar que te perdería fue sin duda el momento más difícil de mi vida y aunque no me quisieras, eso no cambiaría absolutamente nada. Te amo y esa es mi única verdad.

- Shaoran yo...

- Solo quiero saber, si estás dispuesta a dejar atrás el pasado y permitir que tengamos una nueva oportunidad de ser felices, sabes que por ti doy la vida pero si no lo deseas o no te sientes preparada... Aquí estaré, no dejaré de apoyarte y seré un amigo incondicional.

- Por Dios Shaoran, hablas demasiado - dijo ella mientras se acercaba con lentitud y plasmaba un beso en los labios del ambarino, era una sensación que anhelaba desde hacía mucho tiempo, extrañaba la calidez de los besos del hombre que amaba y vaya si podría estar así para siempre.

No supieron cuánto tiempo pasó hasta que Shaoran separó un poco sus labios y susurró - ¿Eso es un sí?

- no podría ser de otra manera - respondió Sakura mientras juntaba sus frentes.

FIN DEL FLASHBACK

Abrazó con más fuerza su cojín y empezó a mover sus piernas emocionada, su corazón iba a estallar de pura y simple felicidad, de repente todo lo demás había pasado a un segundo plano. Todo estaría bien, claro que sí

- Ya Shao, deja de suspirar como quinceañera - dijo con sorna Meiling mientras arreglaba unas flores en la habitación

- Déjalo, se ve tan tierno enamorado - respondió Feimei con una expresión tan cursi que el mismo Shaoran se sintió apenado, como cuando lo molestaban en su adolescencia. Así que, muy a su pesar, debía guardar la compostura hasta que pudiera verla de nuevo. Le había prácticamente implorado que fuera a casa y descansara, habían sucedido muchas cosas en muy poco tiempo y aunque quería estar a su lado, debía ayudarla a preservar su salud.

- Fanren, ¿hablaste con el doctor? ¿qué dice? ¿cuándo me dejarán salir de aquí? sabes que no me gustan los hospitales.

- Ya, tranquilo Xiao, dice que solo deben esperar otros análisis para ver si se requiere algún tratamiento o terapia.

- ¿Saben cómo ha estado la situación de la empresa? ¿qué sucedió con los empleados de la planta en Katsuura?

Las mujeres en la sala se miraron entre sí. - Bueno, pues la verdad es que las cosas han estado un poco complicadas posterior al accidente, sabes que las acciones de Amamya habían tenido una ligera recuperación cuando se habló de la alianza con Li, pero después del accidente fuimos nosotros quienes tuvimos una importante caída en bolsa.

- Supuse que algo así sucedería, ¿qué tanto nos ha afectado?

- Ha sido un golpe fuerte, pero estamos trabajando con Eriol y Yamazaki para recuperarnos, creo que lo que más intranquilidad produce es tu estado de salud, la declaración a la prensa hecha por Sakura calmó un poco las cosas. Esperemos que sea solo una turbulencia.

- Yo ya interpuse acciones legales contra el periódico que publicó información errada sobre tu estado de salud

- Mei...

- No Shao, no pueden simplemente actuar irresponsablemente, trayéndonos pérdidas millonarias y no tener consecuencias.

- Está bien, supongo que tienes razón; en todo caso, no puedo quedarme quieto, necesito mi teléfono.

- A ver, genio, pereció en el agua - Dijo Meiling

- Entonces dame el tuyo, necesito hablar con Yamazaki, Eriol y Akiho, tenemos que implementar estrategias que nos ayuden a paliar esta situación. Hay que amortiguar los efectos de esta información errada y...

- Ya, ya, calma lobito que de eso me encargo yo. Tú solo descansa, recupérate que tenemos mucho trabajo por delante.

Tanta fue la insistencia del joven Li que terminaron por proporcionarle una laptop donde pudiera adelantar algún tipo de labor; a escondidas de los médicos, por su puesto. Pero más allá de eso, solo quería que su mente no siguiera traicionándolo de una manera tan vil con suspiros furtivos o fantasías acuciosas. Eso sí, dejar de sonreír como estúpido, ya era pedir demasiado, porque sin duda alguna, estaba irremediablemente feliz.

La salida de aquel hospital había sido eterna para Shaoran y muy a su pesar una turba de periodistas lo esperaban a las afueras del centro asistencial para hacer todo tipo de preguntas. Nunca había sido muy sociable, odiaba que lo hostigaran y por Dios que estaba dispuesto a mandar al carajo a todas y cada una de las impertinentes personas que se atravesaban en su camino. Pero de repente, en medio de la multitud la vio, aquellos ojos verdes brillantes que lo miraban con una ternura tal que hizo fluir sus más intensos instintos y corrió hacia ella tomándola de la cintura y acercándola a él para darle un apasionado beso que dejó a todos los espectadores literalmente con la boca abierta

Unos segundos de total silencio hasta que los flashes de las cámaras y las voces empezaron a resonar en el ambiente, a Sakura no le importó y se aferró de su cuello continuando con aquella muestra de afecto, sin duda, inapropiada para muchos, romántica para otros y un festín de chismes para los demás.

- Te extrañé - susurró él sobre sus labios

- No tanto como yo, perdón que no pude venir... Como te imaginarás todo es una locura y...

- Shhhh no digas nada, conozco a la perfección la situación y espero que lo que pude hacer estos dos días ayudara en algo

- Ayudó demasiado, de hecho, me diste excelentes insumos para estos días, vas a ver cuando vayas a la oficina... - de repente se quedó callada, notó que seguía en la misma posición, con sus manos en el cuello de Shaoran y hablando casi sobre sus labios, pero también se percató de todos los ojos que reparaban en ellos y sintió el calor en sus mejillas.

- Adorable - dijo Shaoran entre risas

- ¡Vámonos! no quiero que nos sigan mirando así.

Lo tomó de la mano y salieron corriendo al auto que los esperaba. Todos los demás estaban en la empresa esperándolos

- Creo que deberías descansar

- Preciosa, es lo que menos necesito ahora, pero sí quiero cambiarme, no quiero llegar a la oficina sin estar debidamente presentado

- Claro, ¿quieres que te acompañe?

Shaoran la miró con malicia y de nuevo ahí estaba el adorable sonrojo que él amaba ver

- No, no, no, yo... Solo... ¡Shaoran!

El muchacho se rio con soltura - Sakura, no sé qué está pasando por esa cabecita perversa, yo no he dicho nada

- Tú y tu mirada lo dijeron todo, así que te quedas solo, ve tranquilo, cámbiate y nos veremos en la oficina - dijo ella fingiendo enfado y cruzándose de brazos

- Me castigas y sí, lo merezco... Perdóname, ¿sí? y podrías acompañarme y tomas algo calientito mientras me esperas

Ella volteó a verlo haciendo un infantil puchero

- Está bien, solo porque me estoy congelando y necesito algo caliente

Continuaron su trayecto rumbo al apartamento en el que Shaoran se había instalado cuando regresó a Japón; en realidad solo había estado ahí si mucho, una noche, todo debía estar desordenado aun. Tendría que pedirle a Yamazaki que lo ayudara contratando personal idóneo, no soportaba estar en el desorden y tenía demasiado qué hacer como para ocuparse de eso. Suspiró antes de introducir su llave, pero al ingresar encontró todo muy ordenado, flores, todo debidamente en su lugar y la verdad es que se veía precioso

- ¿Te gusta? - preguntó tímidamente Sakura

- ¿Fuiste tú?

- Perdón si fue muy atrevido de mi parte, no quería que llegaras y encontraras tu casa así, se lo mucho que te desagrada el desorden y yo solo... Bueno...

La estrechó entre sus brazos; no dijo nada, no se movió, solo se dedicó a sentirla, como si de un espejismo se tratara, como si su ausencia hubiese sido tan honda que necesitara llenarse de ella nuevamente, impregnarse de su aroma y sentir el latido de su corazón.

Ella por su parte, no dijo nada, solo se permitió deleitarse en la calidez que emanaba del cuerpo del hombre a quien tanto amaba y sabía que también la amaba a ella. Era como si un largo viaje terminara y por fin hubiese encontrado su refugio.

El tiempo pasó de forma casi imperceptible para ellos, fue justamente una llamada al celular de Sakura lo que les arrebató el idilio.

Contestó a regañadiente - Si Mei, estamos en el apartamento ¿qué sucede?... No te preocupes, no tardaremos, Shaoran solo quiere arreglarse para la reunión, ya sabes cómo es...

Shaoran se desentendió de la conversación hasta que escuchó el sonoro grito de Sakura

- ¡Meiling!

Se alarmó por un momento hasta que vio sus orejas rojas, quiso reír pero se sintió igualmente avergonzado al saber cómo era su querida prima y con qué ocurrencias habrá salido

Sakura, por su parte, se abanicaba con la mano tratando de disimular su sonrojo

- ¿Era Mei? - preguntó timidamente Shaoran

- Esto... Sí, sí era ella, solo quería saber si irías a la oficina, según ella todo está bajo control y están trabajando arduamente, habría preferido que te quedaras aquí por lo menos el resto de la tarde

- ¿Todos están allá?

- Sí, si quieres puedes quedarte, estoy de acuerdo con Mei y prefiero que descanses y te puedas reintegrar cuando estés mejor; tus hermanas, Mei, Akiho y Yamazaki tienen perfecto conocimiento respecto a lo que se está haciendo.

Shaoran no pudo resistirse más, se acercó y la abrazó por la espalda – Quédate conmigo – Dijo con voz ronca

Sakura sintió todo su ser vibrar, era increíble la cantidad de emociones que él podía movilizar en ella, desde la más profunda ternura hasta la más desenfrenada pasión

- ¿Estás seguro?

- Sakura, no sucederá nada que no quieras y no tomes esto como una insinuación descarada de mi parte, es solo que te he extrañado tanto y por tanto tiempo

La castaña posó sus manos sobre las del ambarino que sujetaban su cintura – Estaré a tu lado hasta el fin de mis días, si me lo permites

Se dio la vuelta y empinándose lo besó con ternura permitiendo que sus manos acariciaran el cabello chocolate y rebelde de su ahora…

- Oye… - interrumpió ella – Tú y yo… ¿Qué somos?

Él sonrió acariciando su rostro – Eres el amor de mi vida, de mis días, de mis noches… Ponle el título que quieras

- No es eso…

- Mmmmm entonces, ¿no tienes dudas?

- Ninguna – dijo ella con toda firmeza mirando fijamente aquellos ojos dorados y él supo que era real

- ¿Aceptarías ser mi novia entonces?

- Shaoran… No te sientas presionado por lo que dije

- Sakura, escúchame – Dijo él sujetándola de la barbilla y mirándola fijamente – No es presión. Eres mi más grande felicidad y quiero que eso te quede claro, deseo estar a tu lado siempre, así que el que seas mi novia es un privilegio.

Sin decir más solo la abrazó con fuerza apoyándose en su hombro, se sintió completo, por fin estaba en su hogar, ella era su refugio, su fuerza y aliento.

Sakura se refugió en el pecho masculino, notando como aquel corazón palpitaba con fuerza y sonrió. Sintió que llegaba al final de un gran viaje, uno largo, doloroso… Donde había obtenido valiosos aprendizajes y ahí estaba él, el amor de su vida, el hombre que supo ganarse a pulso su corazón.

Se besaron nuevamente, se miraron fijamente, sin temores, sin reparos. Eran solo los dos en ese pedacito de universo, en ese momento no permitirían que nada ni nadie se los robara

Shaoran retiró con lentitud y ternura cada una de las prendas que ella portaba, quería disfrutar de aquella visión, de todas las sensaciones que tenía en ese instante; sus sentidos se agudizaban y experimentaba un éxtasis incomparable.

Sakura no podía evitar cerrar los ojos para contener todo lo que estaba en su interior al sentir las manos fuertes pero a la vez delicadas del hombre que amaba, sentía como aquellos besos húmedos hacían arder su piel de placer. Nadie como él, sin duda, nadie como él.

Las caricias aumentaban en intensidad, el deseo se hacía mayor en la medida en que disminuía la ropa, los suspiros y leves gemidos emitidos hacían mucho más excitante la experiencia. Sakura se recostó en la cama de Shaoran mientras los ojos ambarinos ardían de deseo y cada terminación nerviosa solo tenía una necesidad: sentirla

Así que suavemente recorrió las curvas femeninas con sus labios, ¡qué gloriosa sensación! Aquella piel aterciopelada era igual a como recordaba y se encargaría de grabar ese momento en la mente de Sakura, hacerle sentir que era única para él y que lo tendría para siempre.

Él se posicionó suavemente sobre ella, quedando cara a cara. Sakura acunó el rostro masculino entre sus manos – Te amo, soy y seré siempre tuya, Shaoran.

El ambarino la besó con pasión contenida, no era una visión, no era un cruel espejismo, era real y no la perdería otra vez; la miró de nuevo y pudo contemplar toda la belleza del universo reflejada en sus ojos verdes, recorrió con besos húmedos desde su mejilla hasta sus labios, bajó por su cuello y se embriagó con su aroma… Flores de cerezo

Con sus manos recorrió su cintura y subió lentamente hasta posarse en sus senos y llevando sus labios al mismo lugar, estimulándola y brindándole el placer que él estaba sintiendo. La espalda de Sakura se enarcaba de pura excitación y su respiración se hacía más profunda entrecortándose por momentos y diciendo su nombre entre suspiros. Él adoraba sentir esas delicadas manos acariciando su espalda, aferrándose a ella cuando el placer aumentaba.

Él bajó aún más sus manos abriéndose paso entre sus piernas, acariciándolas por su interior hasta llegar al epicentro de su excitación, aquella humedad proveniente de la intimidad de ella lo hizo delirar y sus dedos traviesos empezaron una travesía tormentosa por su abdomen hasta llegar allí

-Sha… Shaoran – dijo ella en un gemido y así supo que iba por buen camino

- Shhhh preciosa, solo déjame disfrutarte – dijo él acercándose a su rostro sin quitar sus manos del lugar que ocupaban, la siguió besando con pasión y sentía con júbilo como el corazón de la chica palpitaba con violencia, sus dedos siguieron estimulando prodigiosamente aquella área y cuando supo que estaba cerca de llegar al éxtasis posicionó su miembro justo en su entrada a la espera de que ella manifestara su deseo

- Hazme tuya, Shaoran – eran justo las palabras que él estaba esperando. Así que entró con suavidad en ella; ambos retuvieron la respiración por el momento, mientras el vaivén de caricias incrementaba y los besos húmedos hasta que los movimientos de los dos armonizaron a la perfección, las embestidas se hacían más fuertes y profundas al igual que los gemidos de ella quien se aferraba con fuerza a la amplia espalda de Shaoran, solo quería abandonarse ante el cúmulo de sensaciones de placer que embargaban todo su cuerpo.

- Te amo, Sakura, te amaré siempre – decía él entre jadeos mientras el cuerpo de Sakura temblaba entre sus brazos y así supo que había alcanzado la cúspide del placer y ahora sería su turno para concluir ese momento mágico.

Ambos trataban de calmar sus respiraciones agitadas, ese momento superaba las fantasías que en algunas ocasiones se habían tejido y que siempre pensaron que llegarían a materializarse. Pero todo se sintió tan bien, tan familiar, como si sus cuerpos recordaran a la perfección cómo compenetrarse.

- Podría acostumbrarme a esto – dijo Sakura entre risas

- En serio, no sé cómo pude vivir tanto tiempo lejos de ti – dijo él volteándose para observarla – Te juro que mi vida se volvió gris, me refugié en el trabajo para tratar de calmar el vacío de tu ausencia, aunque sabía que eso no sucedería. Tú no eres solo parte de mi camino, eres mi destino… Creo que todas las situaciones de mi vida solo confluyeron para encontrarte. Eres mi hogar, Sakura

- Y yo, viviré para tratar de compensar el tiempo perdido, creo que es una de las únicas cosas que realmente lamento…

- Shhh – dijo él posando sus dedos sobre los labios femeninos - El pasado es pasado, estamos empezando de nuevo. No más reproches ni remordimientos. Ven acá

Y así, quedaron dormidos juntos, ella entre sus brazos escuchando los acompasados latidos de su corazón.

- ¿Estás lista? – preguntó Sakura a Tomoyo que temblaba como un papel y tenía sus mejillas sonrojadas

- ¿Parece que estoy lista? – devolvió la pregunta con una risilla nerviosa.

- Mírame. Eres la novia más hermosa del mundo, mereces ser feliz más que nadie que conozco y ese idiota que está parado en el altar con una cara de felicidad infinita será tu compañero en esa búsqueda, disfruta este momento. Lo mereces.

Tomoyo cerró los ojos y respiró profundo mientras Sakura acomodaba por enésima vez el delicado velo que adornaba su largo cabello para luego correr por una puertecita ubicada al final de la habitación.

- Te ves hermosa, hija – Dijo el amable Fujitaka al ingresar al cuarto donde se había preparado

- Gracias tío

- ¿Vamos? Todos te están esperando

Tomoyo sonrió nerviosa y se apoyó del brazo del hombre a su lado. Lucía absolutamente fantástica y mientras caminaba a paso lento recordaba aquel momento cuando conoció a Eriol, la manera como su relación se fue desarrollando, la forma como poco a poco se adueñó su corazón y se encontró frente a él, solo hacía falta recorrer ese largo pasillo mientras Touya interpretaba "Perfect" de Ed Sheeran en el piano.

Todo lo demás desapareció para ella cuando vio la enorme sonrisa de Eriol al final del tapete de pétalos de rosas y todo fue tan claro como el agua, era la decisión correcta, siempre lo había sido.

Llegó hasta él y suspiró, Eriol extendió la mano para tomar la suya y depositó un beso – Nunca te soltaré, Tomoyo

Ella sintió el mismo escalofrío que la recorrió cuando tuvieron su primera discusión, solo que esta vez no tendría que ocultarlo, no tendría que guardar apariencias, porque el chico frente a ella era la persona a quien ella amaba y que la amaba sin lugar a dudas.

La ceremonia transcurrió en medio de muestras mutuas de afecto y miradas furtivas entre los dos padrinos, Sakura se veía preciosa con un vestido lavanda y su cabello corto recogido delicadamente y Shaoran con ese smoking tan elegante.

Continuaron con la recepción, donde, para sorpresa de muchos, no había grandes personalidades ni empresarios ya que la mayoría de invitados eran empleados de la empresa y departían con toda tranquilidad, sin apariencias ni protocolos más allá de los establecidos.

Tomoyo estaba radiante y muy feliz. Eriol, como siempre gallardo y elegante, eran sin duda alguna una pareja de ensueño y Sakura no podía sentirse más feliz, quien habría creído que el mismo que se comportó como un cretino con ella resultara ser un caballero con armadura

- ¿Me permite esta pieza? - una voz masculina interrumpió sus pensamientos - Espero no importunarla, pero creo sin duda, que es usted la mujer más hermosa de este lugar.

- Es realmente halagador, pero es mi deber informarle que estoy comprometida

- Es un tipo con suerte debo decir, pero no creo que se enoje si me permite tan solo una pieza

- Oh, yo no afirmaría eso, es muy sobreprotector y un poquito celoso

Shaoran frunció el ceño – ¿En serio crees eso de mí?

- ¿Acaso es mentira?

- Ya no me gustó este jueguito – dijo él cruzándose de brazos

- Ven acá, bailemos – le arrastró Sakura hasta la pista alegremente y se asió del pecho de Shaoran quien la abrazó protectoramente aprovechando lo mágico del ambiente

- Amo tu cabello, siempre pensé que se siente como la seda – dijo él suavemente mientras lo acariciaba

- ¿No te cansas de ser tan dulce?

- Qué dices… Es solo que parece que cada día redescubriera algo nuevo de ti y eso me encanta.

- Oye… ¿No crees que sea ya tiempo de decirles?

- Preciosa, si de mí dependiera lo habría gritado ya a los cuatro vientos. Eres tú mi pequeña quien ha querido tener todo bajo reserva

- Sí, lo sé, pero ver a Tommy tan feliz, no sé… Quiero compartir esto con todos

- Cuando usted quiera, mi amada señora Li

Sakura sonrió y se recostó en su pecho recordando aquel día cuando locamente se encontraron frente a un juzgado, tomados de la mano como adolescentes en medio de un noviazgo prohibido.

Flashback

- ¿Estás segura de esto?

- De lo único que estoy segura en la vida, es de que quiero pasar cada instante a tu lado.

- Pero… Quiero la boda que siempre has soñado, que seas feliz y compartas todo esto con tu familia.

- Ya pasará, haremos una hermosa fiesta con nuestras familias, pero esto es lo que quiero ahora.

- Necesitaremos testigos

- No te preocupes por eso – respondió ella guiñándole un ojo y arrastrándolo escaleras arriba de aquel edificio.

- Sak ¿qué pasó? Te estaba esperando – preguntó Meiling al verlos llegar y mirándolos con sospecha, colgó la llamada que tenía sin dejar de mirarlos de arriba abajo, mucho más al ver que ella traía un bello vestido de encaje color rosa pálido – Sakura, Shaoran, qué demonios creen que están haciendo

Los dos se miraron sin saber cómo explicarle la locura que estaban a punto de cometer

- Mei, déjame explicarte… Nosotros, bueno. Tú sabes…

La morena la detuvo con un movimiento de su mano – Ustedes están empeñados en darme trabajo el resto de mi vida. A ver, por lo menos díganme bajo qué términos harán esto, ¿firmaron capitulaciones? ¿Tienen algún tipo de acuerdo respecto a las empresas?

Shaoran se encogió de hombros y negó – Mei, solo estamos aquí y nos amamos, lo mío es suyo y sinceramente no me interesa lo que suceda con todo lo demás

- Ay niños, los quiero mucho – Así que se acercó y los abrazó – Nadie en este vida merece tanta felicidad como ustedes, y si tirarse de cabeza en esta locura los hace felices, aquí está su abogada para ayudarlos

- Gracias Mei…

- ¿Y le avisaste a Tommy? Tenías que avisarle a Tommy o nos va a matar a todos.

- Si, no te preocupes, debe estar por llegar.

Momentos después apareció por la puerta un poco desorientada con una delicada caja en la mano que extrañó a los demás al verla, se saludaron pero de inmediato Tomoyo captó de qué se trataba la extraña reunión

- Chicos, ¿están seguros?

Sakura y Shaoran se tomaron fuertemente de la mano y asintieron felices.

- Sakurita, es… Es tu matrimonio, no pensé que sería de esta manera, y peor aún… ¡No tengo mi cámara! Es una crueldad

- Tommy, preciosa, eso es lo de menos, tenerlas aquí, a mi lado es lo único que puedo desear

- Te lo advierto Sak, tu mamá te va a matar y a ti Shaoran, Touya te va a matar.

- La pareja Li – Kinomoto – Llamó una seria mujer a los que se encontraban en el pasillo.

Sakura respiró profundo y apretó la mano de Shaoran quien a su vez la besó con ternura

- Es hora chicas, vamos

- Espera Sak – Dijo Tomoyo tomándola de su mano libre – ¿puedo hablar contigo un momento?

- Eh, si claro… Shao, ve, ya te alcanzo

Por un momento quedaron solas en el pasillo,

- ¿Sucede algo? – preguntó preocupada Sakura

Tomoyo la miraba con dulzura mientras tomaba sus manos – Eres más que mi mejor amiga, eres mi hermana. Gracias por compartir este momento conmigo y aunque cada una toma su camino, siempre estaré a tu lado, siempre.

Abrió la delicada caja que llevaba con ella y era un delicado buquet con una hermosa flor de loto blanca, flores de cerezo y orquídeas. – Esta es la muestra del ramo que usaría en mi boda, quería que tuviera las flores de nosotras tres, ustedes estarán siempre presentes en mi vida y quería que estuvieran también en ese momento especial. Pero prefiero que lo tengas tú.

- No, Tommy… No podría, yo…

- Por favor, hazlo por mí, eso me haría muy feliz… Ya que no pude prepararme para este día

- Amiga yo… - No dijo nada y solo la abrazó con fuerza, ella siempre tan incondicional, duce y leal – gracias, gracias por estar siempre y yo también estaré para ti.

- Lo sé, y ahora vamos que el novio debe estar ansioso

Se acercaron al pequeño salón donde el notario esperaba junto con un visiblemente nervioso y feliz Shaoran que extendió su mano al verla. Se pararon frente al hombre, que amablemente a la lectura del acta correspondiente agregó unos breves pero atinados consejos respecto a la vida que les esperaba, los retos que enfrentarían pero que todo eso podrían vencerlo gracias al amor que se tenían, con respeto y tolerancia.

Tomoyo sollozaba al verlos, le resultaba increíble que su hermana y compañera estuviera dando ese paso tan importante, pero Meiling no se quedaba atrás, recordaba todos los infortunios que había pasado su primo. Sabía que vendrían retos y momento difíciles, pero al parecer, no había nada que ese par de atolondrados no pudiera hacer el uno por el otro.

Al final, un par de fotos, una los cuatro sonrientes y alegres y una de un tierno beso entre la feliz pareja.

Fin del flashback

La balada estaba finalizando y solo podía sentir como los dedos de Shaoran jugueteaban con su cabello, era una costumbre que él tenía y que sin duda alguna la hacía sentir relajada y extrañamente feliz

- ¿Qué te parece si lo hacemos oficial después de la junta de accionistas? Una cena con tu familia – dijo Shaoran interrumpiendo sus pensamientos, aunque en realidad era lo mismo que ella estaba pensando

- Estás seguro?

- Hermosa, te lo he dicho una y otra vez… Contigo, todo

- Sigo temiendo la reacción de mi madre y de Touya

- Aunque no lo creas… Me preocupa más la reacción de tu padre, no quiero que piense que… Bueno… No lo respeto lo suficiente como para…

- Shaoran, no soy una niña que deba pedir permiso a sus padres para tomar decisiones

- Eso lo sé, eres una mujer independiente, fuerte, inteligente, hermosa… Pero sabes que soy tradicionalista y es muy importante para mí contar con su aprobación

- ¿Y si no fuera así? – se detuvo ella y lo miró fijamente – ¿te alejarías de mí si mi padre se niega?

- Nunca, Sakura, eso jamás pasaría aunque el mundo entero se opusiera, pero sabes lo importante que es la familia para mí, y sé lo mucho que amas a la tuya, no quiero que nada te haga infeliz.

De nuevo Sakura se detuvo frente a él y esta vez, sujetó su rostro con ternura.

- Tú eres mi familia, mi hogar…

Shaoran se inclinó y la besó con ternura para después juntar sus frentes – Para siempre.

- Y con estas medidas señores, proyectamos que la empresa recuperará el 40% de sus operaciones en el primer trimestre del año y el 100% de su operatividad en los próximos 12 meses.

El estruendoso aplauso resonó en toda la sala ante la impecable exposición de la joven empresaria, habían sido meses de arduo trabajo entre todo el equipo, noches enteras, negociaciones infructuosas, una férrea Sakura enfrentándose a hombres que la doblaban en edad y la menospreciaban por ser mujer, muchas lágrimas en secreto, o bueno, casi, pues Shaoran siempre estaba de su lado pero sin hacerla ver jamás como la damisela en apuros. Todo aquello derivaba en este preciso momento, estaban saliendo avante de la prueba más grande que pudieran haber tenido, se podría decir que no había precedentes en el país de una empresa que estuviera casi en la ruina y tuviera una recuperación semejante.

Cada uno de los miembros de la junta directiva y socios – Los que permanecieron a pesar de la debacle – Se acercaron y felicitaron por el esfuerzo realizado. Akiho y Tomoyo hicieron un equipo incomparable, al igual que Meiling y Yamazaki frente a los asuntos legales, Touya, Shaoran y Eriol encargados de las finanzas y Sakura al mando, sin amilanarse ni ceder un milímetro ante la gran prueba que le había puesto la vida y con un interés principal: el bienestar de todos los empleados, que ninguno tuviera que sufrir al perder sus empleos y ahora, se sentía totalmente satisfecha

- Estoy absolutamente orgulloso de ti – le susurró Shaoran al oído

- De nosotros, sin ti nada de esto habría sido posible. Gracias

La familia quedó para el final, se abrazaron felices, por fin estaban pasando ese oscuro túnel en el que se habían encontrado. Sakura y Shaoran se miraron, sabían que era el momento, no podían posponerlo más y antes que salieran de la sala, Sakura llamó la atención de todos.

- De hecho… Shaoran y yo… Nosotros queremos preparar una cena especial, como celebración

- Es una magnífica idea – celebró Nadeshiko

- Espero que todos puedan estar, es muy importante. Será el fin de semana

El resto de la semana pasó como un suspiro, pero esas últimas horas, sin duda habían sido eternas, ¿cuál sería la reacción de su familia ante lo que iban a hacer? A veces recordaba aquellos prejuicios de su madre o su necesidad extraña de agradar a una sociedad indolente y vacía que en nada se interesaban. Suspiró

- ¡Te ves hermosa, Sakura! – Exclamó con admiración Tomoyo al verla

- ¿Si quedé bien?

- ¿Bromeas?, Tomoyo se lució con este vestido, te hace ver muy bella – replicó Meiling

- Chicas, ¿cómo quedó todo? Estoy tan nerviosa

- Es normal Sakurita – dijo Tomoyo tomando las manos de Sakura entre las suyas – Y no te preocupes, yo me encargaré de que todo sea mucho mejor de lo que sueñas, esta será una noche perfecta.

- Gracias por acompañarme hoy, estoy muy feliz, emocionada, nerviosa… Es muy extraño

Meiling la abrazó para luego salir de la habitación, fue directo a hablar con Shaoran que ya estaba en la terraza del edificio observando todo alrededor

- Es hermoso, ¿no es cierto? – preguntó Meiling

- A veces dudaba de que esto fuera suficiente, siempre soñé con darle a Sakura una boda maravillosa… Pero creo que esto es lo mejor

- Sabes que sí, estarán las personas que la aman y a quienes ella ama, no es necesario nada más. Además, sabe que aquí está el hombre que daría la vida entera por verla sonreír.

- Es lo único que deseo Mei, porque ella me hace feliz con el simple hecho de existir.

Meiling lo tomó de las mejillas – Eres un tonto cursi y más te vale que lo seas, serán felices Shaoran, no como en los cuentos porque eso no existe. Pero transitarán juntos este camino de la vida y se apoyarán mutuamente… Eso lo vale todo

- Hey, guarda algo para la ceremonia

- No te preocupes por eso, tengo el mejor discurso – dijo ella con suficiencia mientras se acercaba a acomodar el nudo de su corbata – Jamás imaginé que el conseguir para ti un trabajo terminaría en todo esto.

- Y jamás olvidaré que fue gracias a ti que pude conocer al amor de mi vida.

- Y lo volvería a hacer, ustedes nacieron para estar juntos. Pero ya basta de cursilerías, pronto empezarán a llegar los invitados

El ambiente era perfecto, la calidez de la noche envolvía todo el lugar, el aroma de las flores las tenues luces que parecían pequeños cocuyos titilando alrededor y a su vez se confundían con las estrellas de la noche. Todos los que iban llegando se maravillaban de lo exquisito de la decoración, sin duda alguna el toque de Tomoyo y la sencillez de Sakura… Pero a su vez parecía demasiado elaborado como para una simple cena de celebración.

- Tía Nadeshiko, ¿podrías venir un momento por favor? Llamó Tomoyo – Sakura te necesita un momento

Meiling hizo lo propio con Fujitaka llevándolo donde Shaoran y tratando de ser lo más cautelosas posibles para no despertar sospechas en los demás. Cuando Nadeshiko ingresó a la habitación donde estaba Sakura lo comprendió todo, aquel vestido sencillo pero que la hacía ver increíblemente hermosa.

- Mamá – Susurró Sakura

- Hija, pero… ¿Qué? ¿Por qué? Es decir, sé que se aman pero… ¿A escondidas? ¿Acaso estás...?

- No, mamá, nada de eso. Perdón, quizá esto no llene tus expectativas o lo que quisieras pero, aquí están todas las personas a quienes quiero y con quienes deseo compartir este momento

Por un momento Nadeshiko pensó en todo lo que dirían de Sakura o las personalidades importantes que hubiese querido tener en la boda de su hija. Pero todos esos sentimientos se disiparon al ver la mirada cristalina de su hija que reflejaba una profunda y genuina felicidad. Eso no lo cambiaría por nada, quizá si las cosas fueran diferentes no lograría disfrutarlo de la misma manera

Se acercó y la abrazó con todas sus fuerzas – Ruego cada día para que seas feliz mi niña, a ti y a Shaoran les deseo toda la felicidad.

- Gracias mamá, era todo lo que deseaba escuchar.

Por su parte, Shaoran caminaba nervioso a la espera de la conversación que tendría con su suegro. Aunque para Sakura no fuera tan determinante, el obtener la bendición del padre de la mujer que tanto amaba, era sumamente importante para Shaoran.

- ¿Querías verme, Shaoran?

- Señor Kinomoto, gracias por aceptar conversar conmigo.

- Encantando de hacerlo, dime, ¿en qué puedo ayudarte?

Shaoran respiró pronfundo para tomar valor – Señor, sabe que amo a Sakura más que a mi vida misma y mi mayor deseo es pasar cada día de mi vida a su lado, sé que quizá no es esta la manera o no son sus expectativas pero solo quiero tener su permiso para que sea mi esposa

- Muchacho, si de algo estoy seguro es de tu amor por mi hija, lo has demostrado de todas las maneras posibles y sé que lo harás de ahora en adelante. Pero ¿están seguros de la decisión que están tomando?

- De hecho señor… No es algo de ahora, en este momento solo queremos compartir la decisión que tomamos días atrás. Sakura y yo nos casamos hace casi 3 meses

Fujitaka se veía sorprendido y un poco contrariado ante la revelación de Shaoran, pero sabía que nada había que pudiera decir o hacer, ver a su hija feliz era su mayor aliciente y el hombre que tenía frente a ella era el que se encargaría de esa tarea.

Puso su mano sobre el hombro de Shaoran y lo atrajo hacia él en un abrazo sincero – Hijo, cuídala, cuídense ambos, cuiden del amor que se tienen y no permitan que los atrape la rutina o apague el amor. El matrimonio no es fácil, pero tener a tu lado a una persona que te apoye, te comprenda y con quien compartir sus alegrías y sobrellevar las penas, es algo realmente maravilloso.

- Señor Kinomoto, no lo voy a decepcionar ni a usted ni a la señora Nadeshiko

- Llámame Fujitaka, somos familia, ¿no?

Shaoran se relajó un poco y asintió con una tímida sonrisa.

- Perdón la interrupción – Dijo Meiling – Ya llegaron todos, la verdad están bastante intrigados

- Bueno, más nos vale salir… Sakura, debe estar ansiosa, iré a hablar con ella

Shaoran se marchó en compañía de Meiling, los rostros de quienes habían llegado eran de curiosidad respecto a lo que estaba pasando, su idea fue la misma de Nadeshiko y Fujitaka, esa no era para nada una simple celebración.

Meiling se puso de pie en un lugar especial ya dispuesto y se dirigió a la pequeña concurrencia.

- Familia y amigos, como pueden ver, los motivos que hoy nos reúnen acá son un poco diferentes a lo anteriormente programado. Tenemos mucho que celebrar, es cierto; pasamos por un gran remesón que nos hizo replantearnos y retarnos en muchos aspectos y podemos decir que salimos avante. Pero sobre todo, celebramos el amor. Todos hemos sido testigos de lo mucho que han luchado y sufrido nuestros amigos, Sakura y Shaoran y hoy, seremos testigos también de la unión de sus vidas.

Una música tenue empezó a sonar por parte de un trío de cuerda que se encontraba en un lugar donde pasaban bastantes desapercibidos de aquella terraza, la dulce melodía inundó el lugar y un nervioso y feliz Shaoran apareció frente a todos. La música se detuvo un momento para luego dar paso a la marcha nupcial.

Sakura, ataviada en un hermoso vestido color rosa pálido que se ceñía hasta la cadera para posteriormente tomar vuelo en una caída maravillosa; llegó del brazo de su orgulloso padre, tenía el cabello recogido de manera prolija y pequeñas flores adornándolo. Caminó feliz en medio de las sonrisas de su familia y amigos pero su atención estaba en el hombre que la esperaba allí, el que siempre había estado para ella en los momentos más difíciles, quien la había amado sin importar qué. Él, Shaoran Li

Por su parte, Shaoran lo veía todo en cámara lenta. Rememoró la primera vez que la vio y quedó prendado de esos ojos verdes, como el sonido de su sonrisa le confortaba el alma y esa necesidad profunda de verla feliz y vaya que dedicaría su vida entera porque así fuera.

En un momento ella estuvo a su lado y Mei los veía enternecida.

- Bueno, en realidad esta es más una ceremonia simbólica, puesto que la pareja que está hoy frente a nosotros ya contrajo matrimonio legalmente hace casi 3 meses

La sorpresa de los demás no se hizo esperar, pero antes de que empezaran los comentarios, Meiling continuó con lo suyo

- Estamos aquí, por el expreso deseo de Shaoran y Sakura de hacer pública su unión y compartir su felicidad con todos nosotros, su familia y amigos. Por mi parte, ambos son personas demasiado importantes en mi vida y he visto de primera mano cómo nació este amor entre ellos. Muchos hablan del amor como algo efímero, circunstancial; pero aquí, frente a nosotros, encontramos a un hombre y a una mujer que a pesar de todo lo que la vida ha puesto en frente, aquí están, reafirmando su amor. Voy a dar paso a Shaoran que quiere compartir sus votos hacia Sakura.

El ambarino respiró profundo, estaba tremendamente nervioso, pero al ver la sonrisa de Sakura todo fluyó con naturalidad. Tomó las manos de su ahora esposa y olvidándose del resto del mundo inició

- Como el impacto de un rayo, que nunca sabes de dónde vendrá y cuya impresionante fuerza puede estremecerlo todo, fue la primera vez que te vi. El verde siempre ha sido mi color favorito, pero ninguno como el verde de tus ojos y podría pasarme la vida entera hablando de cada pequeña parte que amo de ti. Pero solo diré: aquí estoy, siempre para ti. Porque eres mi hogar. Te amaré porque no encuentro otro propósito en mi vida y cuidaré de ti, porque tú eres mi felicidad. Tu sonrisa ilumina hasta el más pequeño rincón de mi ser y te prometo, Sakura… Serás el amor de mi vida y el sustento de mi existencia hasta mi último respiro – al terminar tomó sus manos y las besó con ternura.

- es tu turno, Sakura – dijo Meiling

- Shaoran, pasé toda mi vida sintiendo que algo me faltaba, un vacío profundo en el corazón que pensé nunca se llenaría… Pero un día llegaste, con tu dulzura, tus cuidados, dándome ánimo siempre. En los momentos de tormenta, eres refugio. En la soledad, compañía. En mi angustia, paz… Cada ápice de mi ser ama tu esencia, la luz de tu alma ha iluminado mi camino y haces que sonreír desde el corazón sea cada vez más fácil… Bendigo toda tu existencia y el momento mismo en que te cruzaste en mi camino, porque tú y solo tú has conquistado mi corazón.

Shaoran se acercó, la sujetó de la cintura y con su otra mano acarició suavemente el rostro de la castaña para después besarla con total ternura y devoción.

Todos los demás se pusieron en pie y empezaron a aplaudir a la feliz pareja y poco a poco se acercaron a felicitarlos y darles sus mejores deseos.

- ¿Estás feliz? – preguntó Shaoran a Sakura mientras bailaban al son de una suave balada.

- Lo estoy, gracias a ti. Puedo decir que eres el secretario más eficiente que he tenido – dijo ella con una sonrisa pícara

- No, no. Asistente.

Sakura se recostó en el pecho de Shaoran y suspiró… Sí, era feliz, increíblemente feliz, sabía que vendrían momentos difíciles, pero estaba segura que allí tendría siempre su refugio. El hombre que había demostrado amarla aun en sus peores momentos y sin duda alguna, ella viviría para amarlo, porque hacerlo era tan fácil como respirar.

Hola!

Me extrañaron? porque yo los extrañé montones!

Gracias a todos. Este es el capítulo final. Me costó muchísimo escribirlo no por falta de inspiración sino de tiempo, esta situación compleja que ha tocado a todo el mundo ha hecho que el tiempo sea aun más reducido. Estoy trabajando desde casa, pero mis niños también lo están así que es una locura! literal!... En fin, solo deseo, de todo corazón que ustedes y sus familias se encuentren bien, que este momento difícil nos enseñe a detenernos para apreciar lo importante.

Gracias a ustedes por ser parte de este proceso, por su compañía, sus palabras, sus consejos... Por y para ustedes es este capítulo. Quienes estuvieron en el principio y me acompañan ahora en el final... Gracias a mi Isa querida. Amiga, siempre gracias! a las personas maravillosas que siempre dejaron un mensajito de aliento, no saben cuántas sonrisas hicieron florecer en mí.

Que si habrá epílogo? eso no lo sé, díganme ustedes jejejeje a ver... motívenme jejejeje

Los dejo con un enorme abrazo, reitero mis deseos de salud y bienestar para ustedes y sus familias y aunque ahora no se me ocurre nada... En algún momento volveré con alguna otra de mis ocurrencias.

Besos y abrazos

Ale-San