Un nuevo comienzo

Mis ojos lentamente se abrían, poco a poco se acostumbraban a la luz del sol que entraba por la ventana, pero algo andaba mal, un presentimiento me indicó que no dormía en mi habitación porque la mía no tiene ventanas. Escuché un ruido detrás de mí, un ronquido y quejido a la vez, intenté moverme pero un brazo me sostenía, no recordaba haberme quedado a dormir en casa de Sai.

Aún así, intenté moverme sólo para que me apretaran mas y sintiera el aliento de aquel hombre a mis espaldas, su frente tocaba con mi nuca, luego me di cuenta de que estaba semi desnuda al quitarme las sábanas y justamente observé con detenimiento aquellas manos que me acorralaban, su tez era mucho más oscura que la de Sai, al voltearme pude encontrar en el mismo estado que yo a aquel con el que nunca tendría nada íntimo, mi corazón se detuvo, al ver que él despertaba y me observabá con una mirada de miedo, seguramente ya conocía mi carácter. Me puse las sábanas encima y me alejé lo más que pude de la cama, él se giró sin decirme nada, sabía que estaba apenada. Mierda… ¿Qué carajos pasó anoche?.

Todo comenzó cuando…

Flashback

Decidí ingresar a la universidad, el mundo había sido salvado y Konoha restaurada, era momento de retomar mis estudios junto con mis compañeros.

El actual hokage inquirió una nueva ley la cual redactaba que todo ninja debe graduarse de la universidad de Konoha para subir a rango de Jonin, el cual yo aspiraba. No era una molestia para nada, sólo que no podría quedarme en la floristería para ayudar a mi madre. Iba a ser mi primer día de clases, no me sentía ansiosa porque ya conocía a la mayoría de los estudiantes, los llamados 9 novatos en tiempos de antaño y por supuesto entre ellos estaba aquel cabezota, ¡Naruto!, de seguro nos hará quedar mal con los profesores.

Al terminar de arreglarme encontré el desayuno en la cocina sobre la mesa, mi madre se había acomodado a mi lado y ambas comenzamos a comer.

Espero que te vaya bien- mi madre al finalizar con su desayuno, me habló con ternura y posó su mano sobre la mía

Gracias, mamá- sonreí, aunque ya era una mujer hecha y derecha, la sonrisa tierna de mi madre siempre me reconfortaba, papá murió como un ninja en la guerra pero su ausencia me hace daño.

Mi madre sabe cuánto lo extraño por eso trata de esforzarse cada día para hacerme sentir de lo mejor. Me levanté de la mesa, tomé mi bolso y me dirigí hacia la puerta. Al salir pude ver una cabellera rosada pasar unos centímetros delante de mí, la seguí para luego saludar a la persona poseedora de aquella melena.

¡Sakura!- dije con mi efusiva sonrisa- ¿caminamos juntas?

Ino, claro- sonrió, nos habíamos hecho buenos amigas, Sasuke fue el motivo de nuestra rivalidad pero con el tiempo fuimos capaces de madurar, por mi parte pienso que maduré más que ella porque aún creo que siente algo por él

¿Y qué hacías caminando sola, por qué no me esperaste?- mi incógnita era notoria, estaba sola y sin Naruto, gracias al cielo que no estaba aquí, es muy hiperactivo a pesar de volverse adulto

Me iba a encontrar con Naruto en Ichiraku para irnos juntos

Naruto, bueno ya no hace falta, te acompañaré- sonreí, en ese instante encontramos a cierto rubio y a aquel que me volvía loca

Saludamos, eran Naruto y Sai, saludé con mi falsa sonrisa a Naruto, fue mi compañero en la academia pero hasta ahora siempre será el tonto que conocí, no quiero ser mala con él pero a veces simplemente no lo soporto. Por otro lado Sai, se acercó a mí.

Te mandé un mensaje, ¿no lo viste?- posó su brazo alrededor de mi hombro

No, discúlpame, es que estaba en mi bolso y no lo escuché- me apené, Sai sólo me sonrió y me besó la frente, mi corazón estaba que no cabía en mi pecho

Sakura estaba hablando con Naruto y él sólo la miraba sin prestarle mucha atención.

Así que por eso es la nueva ley- la pelirosa hizo una pausa porque se dio cuenta de que su compañero no le prestaba ni la más mínima atención- Naruto, ¿qué fue lo que te dije?, a ver dímelo- estaba furiosa con una venita en la frente

Me hablabas sobre la ley del hokage y….- quedó completamente en blanco para que luego su rostro quedara completamente rojo por el golpe propinado por Sakura

¡Idiota!, ¿para qué rayos me pides que te explique si no vas a prestar atención?

¡Ay! eso dolió Sakura- comenzó a frotar su nariz con la mano

Yo sólo miraba la escena, reí, solté una carcajada y luego me dirigí hacia Naruto.

Eso te pasa por ser tan tonto- estaba usando mi tono sarcástico y de sabelotodo

¡Ah sí!, pues quien invitó a la reina de Tulipanes

Ese imbécil me las iba a pagar, me acerqué a él con intención de continuar discutiendo cuando Sai se interpuso entre nosotros.

Vamos tarde, no hay tiempo para esto

Él tenía razón, ya iban a ser las 8:00am. Nos dirigimos a nuestro destino y allí estaban nuestros compañeros y estaba mi antiguo amor Uchiha Sasuke.

Saludamos a todos para luego dirigirnos a nuestro salón, al entrar nuestra profesora era Anko, esta loca va querer que hagamos cosas extremas.

Buenos días estudiantes, iniciaremos clases el día de hoy, soy su profesora Anko Mitarashi y comenzaremos por …

¿Presentarnos?- inquirió Sakura

Para nada, no me interesa saber de ustedes- tenía una amplia sonrisa- les iba a decir que tenía pensado hacer una fiesta de bienvenida por los alumnos nuevos que tenemos de tierras vecinas, por favor adelante

Los aludidos se incorporaron y se presentaron, no eran nada más ni menos que Karin, Yuugo, Suigetsu y Matsuri quienes habían venido de la aldea del sonido y la arena.

Anko se la pasó hablando sobre la preparación de la fiesta la cual sería dentro de 1 semana, ya los profesores estaban al tanto y ya había comprado ciertas cosas. Continuaron lloviendo profesores a lo largo del día, Guy y Kurenai estaban entre ellos.

Al finalizar las clases caminé junto con Sai hacía mi casa.

Y belleza ¿Por qué odias tanto a Naruto?- me cuestionó

No es odio, es solo que no soporto como es, a pesar de haber salvado a Konoha y de haberse convertido en adulto su personalidad es la misma, el número 1 hiperactivo ninja cabeza hueca, aún debería portar ese apodo

Jajaja, bueno sabes cómo es él

Sólo me limité a sonreír, me despedí de Sai, ingresé a mi casa y me puse a leer algunas revistas que encontré. Había un tema el cual tenía por título los opuestos se atraen.

¡ Bah! No creo en estas cosas

Aburrida de leer los párrafos de la revista y cansada de ver letras me quedé dormida.